Nuevo Aliado
Rei estaba con ambas manos recargadas sobre su escritorio pensativa como siempre solía estarlo en estos momentos, estaba expectante del resultado de los rastreos en los otros distritos de Tokyo de Crystal pero aún así estaba confiada en encontrar a Risa debido a la avanzada tecnología y los potentes radares, estos hacían prácticamente imposible el no encontrar el paradero de una persona que fuera necesario buscar.
Ahora meditaba en lo oído respecto a Chad aunque no lo creyera, ya que se trataba del hijo de su viejo amigo quien era una buena persona educada y de un excelente corazón, aparte de tener buenas referencias de su esposa se puso contenta por él al haber encontrado a una excelente mujer a quien amar y que lo amara.
También pensaba en lo que se había enterado por boca de su amigo, la misma camarera albina que andaba con su por ahora marido atacó al hijo de Yuuichirou además de atenderlo mal, eso le venía de perillas para presionar a Setsuna y hacerla despedir del restaurante Magnolia, sin embargo todavía no haría esto... antes deseaba darle una lección... era solo recordar el momento cuando los encontró abrazados en Hikawa y sentir cómo le hervía la sangre de la rabia de la misma forma que le estaba pasando ahora.
Al mismo tiempo que pensaba, un cuervo negro entró volando por una ventana del despacho y acto seguido, el mismo se posó en el piso detrás de Rei e inmediatamente su cuerpo se iluminó hasta dejar ver solo la silueta de pájaro, esta se transformó en una humana de mujer joven, cuando la luz se desvaneció y pudieron verse sus facciones, resultó ser una de la dos fieles guardianas de la senshi del fuego.
- ¿Y bien? ¿Qué me tienes? – preguntó secamente la de cabello ébano sin voltear a verla
- He hecho lo que me pidió, lady Mars, he seguido al jefe Jones desde que salió de aquí y pude ver que se dirigió a la zona del puerto, allí se encontró con las Outers Senshis – respondió la kunoichi soldado haciendo una reverencia
- ¿Ralf y las Outers Senshis? ¿Qué hacían juntos? – indagó extrañada e intrigada la gobernadora dándose media vuelta
- No pareció ser una reunión muy cordial que digamos porque ellas primeramente le advirtieron que respetara las leyes y después él y Sailor Uranus lucharon haciendo uso de sus habilidades, el sitio quedó destruido – informó la muchacha con seriedad
- Vaya, parece que el estúpido de mi marido está cavando su tumba, es cuestión de tiempo para que yo lo eche del cargo también y encima sea sancionado por el gobierno Real, quiero ver cómo se va a librar de esta – comentó la de ojos púrpuras riendo levemente - ¿Pero, otra Senshi violando las normas? ¿Ella usó sus poderes? – preguntó con curiosidad
- Sí señora, déjeme decirle que usted no es la única que ha estado entrenando, tanto lady Uranus como su esposo son dos rivales de cuidado si usted debiera enfrentarlos – respondió la chica a modo de reconocimiento
- De Ralf lo se, lo conozco bien ahora respecto a Haruka no me sorprende del todo ya que la conozco, se cuánto le apasionan la lucha y los combates aparte de las carreras de autos, cuéntame más detalles – pidió saber la senshi
- Ella es muy hábil en técnicas de judo con las cuales pudo darle pelea al jefe Jones, por momentos era tanta su velocidad que él no podía golpearla, inclusive vi que haciendo uso de su poder consiguió un aumento en rapidez que complicó a su esposo.
- Recuerdo que Haruka practicaba ese deporte, entonces ha perfeccionado sus técnicas, bien... ¿Qué más? – continuó preguntando la gobernadora, interesada
- Su esposo también cargó una especie de poder o energía con la cual su piel adquiere un color rojo y gana más velocidad y fuerza, con ello estaba ganándole a Sailor Uranus pero lady Plut interrumpió la pelea, los regañó a ambos y después se fueron cada uno por su lado – afirmó la muchacha
- Contra mí nunca hizo eso, interesante... bueno, Ralf debe de estar despechado porque yo lo eché de casa así que no es extraño que quiera hacer algo para perjudicarme pero con las Outers en su contra... - dedujo riendo Rei - ¿Has podido ver en dónde se está quedando? Supongo que en lo de su hermana – añadió inmediatamente
- No, no en lo de ella si no que en la casa de aquella camarera albina – aclaró la joven guardiana
- ¿¡Que!? ¿¡Es que acaso no tienen nada de vergüenza!? – exclamó la mujer sulfurándose - ¡Ni bien lo expulso de Hikawa y ya va corriendo a casa de su amante! Pero me las van a pagar – agregó hostilmente apretando los puños y los dientes
- Ignoro si está trabajando con alguien, a la zona del puerto fue él solo.
- Bien, continúa siguiéndolo y estate pendiente de todos sus movimientos, ahora puedes irte – ordenó la regente sureña en tono decidido
- ¿Qué hará con la chica nueva hija de él? – quiso saber la kunoichi respecto de Aya
- No lo se, por ahora no quiero verla frente a mí, ahora vete – apremió Rei haciendo un ademán indicándole que se fuera
Como respuesta, la guerrera hizo otra reverencia y regresó a su forma de cuervo antes de salir por donde había entrado hace rato, dejando a Rei sola en el despacho.
Dicho esto fue hacia la sala de monitoreo en donde le informaron lo mismo que le había dicho su guardiana rato antes de la pelea en el puerto, como única novedad. De modo que les reiteró a quienes trabajaban allí que continuaran pendientes y no perdieran tiempo en informarle a ella, antes de retirarse de regreso a su casa.
Así se pasó todo el camino pensando en la situación actual hasta llegar a Hikawa, el cual lucía en penumbra y ya sin su hija ni su esposo, comenzaba a sentirse solitario y un poco abandonado.
En silencio ingresó y claro estaba que ahora debía hacerse ella misma la cena, sentía rabia de todo y de ella misma también... en estos años todo se había desmoronado. La familia feliz que tenía, su matrimonio incluido, la amistad y confianza con quien ella consideraba una gran amiga, además estaba lo ocurrido con su padre.
¿Nueva Era de paz y armonía? Una risa amarga aparecía en sus labios al recordar la teoría de lo que debería ser, lo que quedaba de ellas se esfumaron aquel día negro en que recibió los anónimos.
Ahora sentía un vacío enorme que nada podía llenar aunque dinero no le faltara, tanto así que por un momento pensó en hacer una tontería, idea que descartó rápidamente.
- No me importa con quien esté Ralf ahora ni qué esté haciendo con aquella albina, no me interesa – se dijo ella para sí misma buscando convencerse de ello
Acto seguido dejó sus cosas y se cambió la ropa de civil por la del templo, se dirigió a la sala de meditación en donde se hacían las lecturas de fuego, lo encendió y trató de concentrarse como antes lo hacía. Pasaron los minutos pero fue inútil, la fogata no reaccionaba y tampoco lograba ver nada, en estos momentos parecía menos que una novata y se sentía impotente.
- ¡Maldición! ¡Si conservara mis poderes!... exclamaba mientras golpeaba el piso con fuerza – Risa... ¿Dónde te fuiste? – se preguntó acto seguido con pesar
Se planteaba ella misma si realmente el motivo por el cual Rei misma juzgaba a su hija, el hecho de saber todo y no haberle dicho nunca nada a ella ni tampoco haberle reclamado nada a su padre, era meritorio como para haber sido tan injusta con la joven.
- Necesito hablar contigo... hija – murmuraba la de pupilas violetas como quebrándose
Rei se quedó sola en silencio y quieta con su mente divagando, luego de unos minutos se puso de pie al sentir a alguien aplaudir y oír una voz conocida llamándola.
- ¡Mako! Que sorpresa, no te esperaba - exclamó la mujer sorprendida al ir a recibirla
- Hola amiga, disculpa si soy inoportuna pero no podía dejarte sola después de lo que me contaste, espero no te moleste – respondió la de cabello castaño sonriéndole
- No para nada es solo que... no avisaste, te lo agradezco – contestó Rei correspondiéndole
- ¡Hola, hola! ¡Ya llegó Minako! – exclamó la rubia de moño rojo saliendo de detrás de Mako y proviniendo de la entrada principal
- ¿¡Y tú qué diablos estás haciendo aquí!? – dijo la de cabello negro alzando la voz con susto debido a lo inesperado de la presencia de Mina en Hikawa
- Yo había ido a casa de Mako y ella me dijo que venía para acá, desde luego que decidí unirme a la visita ya que tampoco yo podía dejarte sola, somos viejas amigas ¿no? – respondió la gobernadora de Ciudad Metallus en tono amigable
Sin decir nada, Rei se acercó a ella y la tironeó fuertemente de una oreja provocando que Mina se quejara de dolor.
- Oye, ¿Qué te pasa? ¿Por qué hiciste eso? – indagó la de pupilas azules sobándose la oreja, a modo de queja
- Por andar contándole "cositas fuera de lugar" a mi marido – afirmó Rei en tono seco y de reproche
- ¿Qué le contaste, Mina? – quiso saber Mako levantando una ceja en tono incisivo
- Nada, no es nada... solo tonterías – rió nerviosa Minako – Pero dejemos eso, ¿Qué hacías, Reinita? – añadió inmediatamente con la intención de desviar el tema
- Nada... acababa de llegar de Nukureo Kaseigan luego de un nuevo día de infructuosa búsqueda, la única novedad es que el canalla de Ralf no perdió nada de tiempo en mudarse a la casa de su amante – suspiró la regente de Ciudad Ígnea con pesar
- ¿¡Que!? ¿Estas segura, Rei? – preguntó impactada la esposa de Clark
- Totalmente, la fuente es confiable... ahora veamos cómo hará para negar que pasa algo con esa estúpida albina – aseguró la de ojos violetas sintiendo coraje de tan solo recordarlo
- No esperó nada ese sinvergüenza... que desfachatez de su parte, si quieres vamos ahora mismo a darle una buena lección – se solidarizó Mako tronándose los nudillos de sus puños
- Te lo agradezco, pero mi venganza será más dolorosa que tan solo eso, ¿Vinieron ustedes dos nada más? – fue la respuesta de la senshi del fuego
- Si, Clark y Lita se quedaron en casa, mi hija acabó cansada después de su paseo con la princesa así que les dejé la cena y me vine, por cierto ¿Ya comiste? – quiso saber la castaña
- Todavía no, estaba por prepararme algo cuando llegaron, ahora que no está Risa y no hay nadie para hacer las cosas de la casa no tengo otra opción que hacerlas yo – aseguró su amiga suspirando de cansancio
- Tanto mejor entonces, déjame prepararte algo, voy a mirar qué es lo que tienes en la cocina, de ingredientes – decidió la regente de Ciudad Lignum con amabilidad ya dirigiéndose hacia el sector mencionado
- La búsqueda de Risa en mi jurisdicción tampoco ha arrojado ningún resultado positivo, pero no te preocupes que ella va a aparecer – dijo Mina solidarizándose con Rei
- Lo mismo digo, con Clark la estamos buscando por cada rincón de Ciudad Este y tampoco hubo suerte – concordó la senshi del trueno desde la cocina, mirando la heladera y sacando cosas
- Antes de entrar aquí, hicimos un pedido a los kamis para que tu hija aparezca sana y salva pronto – le comentó la de moño rojo palmeandole un hombro a Rei
- Se aseguraron de hacer todo el procedimiento bien, deduzco – señaló con calma la de pelo ébano dirigiéndose al living
- Descuida, hemos estado tantas veces en tu casa que ya estamos familiarizadas, ¿Recuerdas que nosotras trabajamos de doncellas cuando tú estabas ocupada con aquel festival escolar en la secundaria? – rememoró la rubia siguiéndola
- Si, mi abuelo les enseñó rápidamente todo lo más importante a tener en cuenta – sonrió la dueña de casa
- Solo cargábamos con las responsabilidades escolares y nuestro deber de combatir al mal como Senshis, teníamos nuestros propios proyectos hasta que tuvimos que dejarlos de lado por asumir las gobernaciones en Tokyo de Crystal, por ejemplo yo soñaba con ser una cantante famosa y que mi rostro sea iluminado por las luces de los reflectores – rememoraba la senshi del amor mirando hacia el techo y riendo
- Es verdad... quisiera volver a esa época, extraño ser aquella colegiala, ser simplemente Sailor Mars, extraño a mi abuelo, extraño todo... ahora, a pesar de tener de todo materialmente hablando, es como si no tuviera nada... estoy harta, harta y cansada de esta maldita mentira – confesó Rei claramente hastiada y con melancolía sentándose en el sillón de la sala
Minako sin responderle nada se sentó a su lado, la tomó de una mejilla con una mano y giró su cara para que la viera, acto seguido le plantó a Rei un beso en la boca.
- Que... ¿Qué crees que haces, Mina? – preguntó ella tomándose los labios y temblando con la cara roja intentando no gritar para que no la oyera Mako, pero estaba claro que había quedado impactada y el corazón golpeándole el pecho
- ¿Extrañas esto también? ¿No recuerdas los viejos tiempos cuando tú y yo nos quedábamos solas? ¿O vas a decir que es mentira lo que le comenté a Ralf? – preguntó la rubia riendo en tono divertido y coqueto al ver la expresión en la cara de su amiga
- Eso no te da derecho a andar ventilándolo, estúpida, se suponía que era nuestro secreto – dijo cortante la sacerdotisa componiéndose la voz
- ¿Te acuerdas? En aquel tiempo, antes de que tú conocieras a tu esposo, decíamos que si seguíamos con nuestros jueguitos acabaríamos siendo como Haruka y Michiru – dijo suspirando Mina bajando la vista
- Es cierto, pero nunca me planteé ser novia de otra chica... de todos modos los tiempos cambiaron, yo soy otra persona – respondió Rei imitándola
- ¿Piensas que para ti sola cambió todo? – rió su amiga – Yo también cambié, ahora he perdido la cuenta de con cuántos muchachos he andado pero nada me llena, al menos tú conseguiste casarte y tener familia... mi vida amorosa es un verdadero asco – sonrió la gobernadora del oeste con amargura
- Sí y todo se vino a pique... - recordó la dueña de casa con tristeza
Al cabo de un rato, llegó Makoto también a la sala para avisar que la cena ya estaba casi lista y se unió a la conversación con ellas hasta que la comida estuvo lista, momento en el cual las llamó a cenar.
- ¿Saben que? Tenemos que salir a divertirnos ahora después de la comida, ir a algún buen lugar de baile o algo – propuso la rubia alegremente
- Mina, no tengo ganas, estoy cansada y no tengo ánimos para bailes, mi hija está desaparecida y ya estoy prácticamente divorciada y además, ya no somos unas adolescentes – respondió Rei con fastidio y hastío
- ¿Qué tiene que ver la edad? ¿y qué ganarás estando aquí amargándote? Salgamos vamos, es para distraerte un rato – aclaró la de pupilas azules su punto de vista
- Ese es punto para Mina, ella tiene razón – concordó Mako apoyando a su amiga
- Ufffff otro día con gusto salimos, ¿Si? Ahora estoy cansada tal como les dije antes, además no me sentiría cómoda divirtiéndome por ahí cuando Risa no aparece – insistió la gobernadora sureña suspirando – Esto está muy exquisito, Mako, como siempre parece que haces magia con tus manos – alabó probando el alimento
- Exageras, es un plato tradicional que no es difícil de preparar – respondió la castaña complacida
- No seas modesta, tu toque siempre es especial aún con las recetas conocidas – comentó Mina también comiendo
La cena transcurrió entre conversaciones varias sobre la situación actual con Ralf y lo que debían hacer con este, como así también de lo que les gustaría hacer en su tiempo libre a fin de desviarse del tema y distenderse. Momentos como estos disfrutaba Rei y realmente todavía valoraba a sus amigas a pesar de la transformación en su ser, si a había algo que no deseaba de verdad era perder la amistad de las chicas.
Makoto levantó las cosas de la mesa y lavó los platos a pesar de que Rei le insistiera que lo dejara y que no era necesario hacerlo, luego de terminar la tarea, la conversación continuó en el living.
- Todo lo que vivimos de bueno en la Era pasada fue excelente pero, debemos vivir el presente y ver lo bueno de este nuevo milenio de plata, más allá de los sinsabores en tu vida Rei, ya no hay guerras ni pobreza ni caos, tampoco odio ni desamor ¿no lo crees? – dijo la regente de la región Este guiñándole un ojo a la mencionada
- Esto me recuerda algo, voy a poner una canción... - comentó Mina sacando su celular y buscando lo recién dicho
- ¿Qué es? ¿Otra vez aquella canción que cantaste en la audición que nos mencionaste? – quiso saber la castaña
- No, es otra...
La de moño rojo encontró la canción e inmediatamente la hizo sonar a alto volumen.
*No vale la pena intentar, todos los chicos listos saben porqué
Eso no quiere decir que no lo intenté simplemente nunca sabré porqué
Me siento tan frío y solo ¡Oh, nena! Porque tú no estás en casa
Y cuando estoy en casa, ¡Vaya problema! Yo sigo estando solo
Me siento tan inquieto, yo golpeé mi cabeza contra un poste
Tratando de obtener alguna sensación en el interior de mis huesos
Y a pesar de que no lo parezcan, las cicatrices no son tan viejas
Y cuando desaparecen te lo dejan saber
- Es raro que tengas esa canción en tu teléfono, a ti te gusta más el pop – señaló Rei algo extrañada pero pensando en la letra, si bien estaba en inglés ella podía entenderla
- Si pero, en la reunión en Ciudad Lignum se la oí a tu esposo, Mako, me gustó y le pedí que me la pasara – comentó la rubia
- Con razón me sonaba familiar, me gusta el mensaje que transmite... vivir del pasado es un droga de nostalgia y depresión, una lucha constante con nosotros mismos contra el dolor – aseguró Makoto sonriendo
- No es tan simple, no puedo olvidarme... en serio no puedo olvidar el pasado y no hablo solo de Ralf, también de todo en general... - confesó la de pupilas amatistas bajando la mirada
- Lo se pero, poco a poco hay que desprenderse de él y entender las cosas buenas o malas y tratar de seguir adelante además de perdonarnos – continuó Mako hablando mientras la música seguía sonando
Tú no puedes aferrarte a un recuerdo
Tú no puedes aferrarte a un recuerdo
Tú no puedes aferrarte a un recuerdo
No lo intentes, no lo intentes
Transcurridos un par de horas más, Makoto decidió volver a su hogar no sin antes recordarle a su amiga con contaba con ella y no estaba sola, Mina le dijo lo mismo pero antes de irse ella también, le pidió a la castaña adelantarse y le dijo que después la alcanzaría.
La aludida asintió con la cabeza y salió dejando a Rei y Mina solas.
- ¿Qué pasa? ¿Qué deseas, Mina? – quiso saber la dueña de casa suspirando
- Solamente decirte que además de lo que recién te dijimos, recuerdes que es bueno pedir ayuda de vez en cuando... no siempre puedes todo tú sola y que hay que distinguir claramente quien en verdad es culpable y quien no – contestó la rubia tomándole un mano
- ¿A que viene eso? No entiendo – expresó Rei su duda
- Nada... es solo que hay cosas que no se pueden disimular, tu mirada ya no es la de ayer desde hace mucho tiempo tú ya sabes... mi intuición no se equivoca y la misma me dice que desde hace mucho tiempo que tu alma no está bien, deberías de tener claro que el camino del odio y la venganza lleva a la autodestrucción... ¿Recuerdas a los villanos que combatimos? Tienen en común que se dejaron guiar por aquellos – explicó la de moño rojo sonriéndole, Rei no respondió nada y en cambio bajó la mirada - ¿Sabes? Salgamos de nuevo, tengamos citas, vendré a verte cada vez que pueda ¿Quieres? – propusó rápidamente ella
- De acuerdo, siempre y cuando no descuides tus deberes de gobernadora en Ciudad Metallus – aceptó la gobernadora sureña con una pequeña sonrisa
Ciudad Metallus, días más tarde.
Finalmente, el día en el cual Carlos Meiou le dijera al jefe Jones de reunirse en su casa había llegado, el mencionado había intentado contactar con el Fantasma sin éxito, solo recibiendo un mensaje de parte de este recalcándole que llevara a los aliados que había reunido a la casa del joven científico y que no se preocupara por nada más.
De modo que en silencio salió de casa de Mirajane no sin antes recibir miles de recomendaciones de parte de ella de que se cuidara y sea cauteloso y partió rumbo al distrito que gobernaba Minako Aino. A fin de despistar a Rei, no se dirigió directo hacia el lugar mencionado, se dirigió primero hacia Ciudad Lignum y así al llegar a la frontera informó a la guardia que iba hasta allí, a una localización que se le ocurriera a él. Una vez superado el control agarró la autopista para cruzar hacia Ciudad Argentum ya que sabía que la guardia de Makoto andaba también buscando a Risa y no deseaba ser visto en el distrito, acto seguido cruzó la capital de Tokyo de Crystal hasta llegar a la bella Ciudad Luminosa.
Descendió en la primera salida y la inconfundible arquitectura estilo griego clásico le confirmó lo obvio mientras sonaba a todo volumen una de sus canciones favoritas en el equipo de su vehículo.
*Lightning skies
Prayers from an open grave
A dead man's eyes
Must be a dead man's day
That leads to one man's fate
There ain't no better way to die
Un rato más tarde estuvo en la dirección indicada y mientras se estacionaba observó para todos lados a fin de corroborar si había alguien más y al resultar negativa la búsqueda visual detuvo el coche y descendió. Ni bien lo hizo sacó su placa de identificación y gritó "Cambio" para cambiar a su uniforme de peleador, el mismo de las veces anteriores.
Apenas dio unos pasos hacia la puerta de la casa del científico, escuchó desde uno de sus costados, una voz conocida.
- ¿Eres el primero? Veo que llego a tiempo.
- Clark, me alegra que vinieras – le sonrió Ralf - ¿También viniste con tu ropa de combate? – preguntó observando dicho detalle, en efecto venia vestido con una playera azul oscuro combinada con negro fuera de la cual colgaba su placa de identificación, una visera negra le cubría la cabeza además de sus clásicos anteojos negros que ocultaban sus ojos, dos coderas oscuras envolvían sus codos y una de sus manos tenía puesto un guante de cuero de igual color mientras que la otra iba al descubierto llevando solamente una muñequera, los pantalones eran idénticos a los de Ralf, militares color verde oscuro camuflado con un cinturón con cartucheras al frente, los costados y atrás el cual estaba unido a otras dos grandes a los lados de las piernas que se sostenían con correas que rodeaban sus muslos, solo que Clark tenía los pantalones metidos dentro de su par de botas de combate a diferencia de su amigo, que los llevaba afuera de las mismas
- Al igual que tú, no conozco al tal Carlos Meiou y tampoco se si realmente nos ayudará y si es que nos delatará con su hermana mayor en cuyo caso, tendríamos que tomar medidas drásticas al respecto, si también cambiaste de ropa es porque estamos de acuerdo – respondió calmadamente Clark devolviéndole la sonrisa
- Cierto, el hecho de que este chico sea hermano de Setsuna Meiou no me garantiza nada, aunque necesitemos de su talento y sus conocimientos – concordó el del paliacate rojo
- ¿Cómo van las cosas con tu nueva hija?.
- Ahí andan, nos llevamos bien pero se niega a llamarme papá, creo que todavía no confía del todo en mí – teorizó pensativo el robusto ex Coronel respecto de Aya
- Es natural, solo dale tiempo... por cierto, mi mujer ya supo que estás viviendo en la casa de la chica que Rei supone que es tu amante, dime la verdad... ¿Pasa algo entre ella y tú? No es común que una mujer te ofrezca su casa por tiempo indefinido para quedarte allí, por más amiga que sea y además el otro día que la conocí noté lo efusiva y cariñosa que es contigo – quiso saber el ex teniente
- Nada... Mira y yo solamente salimos a cenar en la semana pero nada más, ella siempre es así de dulce como dices aunque igualmente la he notado algo triste, pero no ha querido decirme nada – contestó intrigado el de ojos cafés
- Se nota que eres especial para ella, amigo, debe de estar también preocupada por tu situación, te aconsejo que no la dejes ir no seas tonto – aseguró el de lentes negros la impresión que tenía
- ¿De qué estás hablando? Yo aún estoy casado con Rei y todavía la amo – dijo Ralf suspirando
- Lo se, tiempo al tiempo no digo que te cases con ella ahora, estoy seguro que ella también lo tiene claro – le sonrió el rubio ante lo cual el de ojos cafés no respondió nada, el primero se enserió al mirar detrás del hombro de Ralf acercarse a una mujer que él no había visto nunca la cual venía vestida también con ropa de combate – Atención, se acerca alguien – señaló con algo de desconfianza
Ralf volteó y al ver a la chica, sonrió con confianza.
- Tranquilo, Clark – aseguró extendiendo una mano – Ella es de confianza y está de nuestro lado – añadió con calma
- Jefe Jones, he arribado sin inconvenientes, vía ferrocarril y habiéndome cerciorado no estar siendo seguida – respondió la mujer de cabello azul atado en una cola, deteniéndose frente a Ralf y realizando el saludo militar
- Genial, ¿Muchiko no te ha seguido? - quiso saber Jones
- Negativo, señor.
- Bueno... ¿Y quién es esta chica? – preguntó el ex teniente cruzándose de brazos y extendiendo un mano en dirección a la mujer, enseguida notó el aire frío e indiferente de ella y que no mostraba ninguna emoción – Por las ropas debo deducir que también peleas... ¿Eres militar también? – agregó hablándole directamente a ella
- Sí señor, soy Leona Heidern, ¿Cuándo se alistó usted? – indagó Leona saludándolo de igual forma que a Ralf
- En los Marines de los Estados Unidos hace muchos años antes del comienzo de esta Era, allí conocí a mi camarada Ralf y después nos fuimos a las Fuerzas de Autodefensa ¿Y tú cuando te alistaste? - Regresó la pregunta Clark sin querer entrar en detalles de su propia vida
- También en el cuerpo de Marines de los Estados Unidos, Camp Hansen, Okinawa en el año 1997 de la anterior época – fue la contestación de Leona
- Es el mismo lugar en donde nosotros estábamos antes de ir a las Fuerzas de Autodefensa pero... llegaste después de que nos fuimos... cielos... - comentó el de ojos cafés sumamente sorprendido
- Aguarda, aguarda... ¿Dijiste que tu apellido era Heidern? ¿Eres algo del Comandante Heidern? Él era nuestro superior en Okinawa – indagó Clark intrigado recordando dicho detalle
- Afirmativo, él es mi padrastro, la persona quien me adoptó, me crió y entrenó desde mi llegada, actualmente integro el cuerpo de guardia de Ciudad Ígnea – dijo ella lo cual causó la sorpresa en ambos hombres, especialmente en Ralf ya que se le había pasado el detalle del apellido de la soldado
- ¿¡Que dices!? ¿Es eso cierto? ¿La hija adoptiva del Comandante Heidern? – preguntó impactado Jones
- Es subordinada tuya, tenías su nombre completo y la conocías... ¿Y no te habías dado cuenta de eso, imbécil? – refunfuñó el de anteojos negros entre molesto y desconcertado
- Es que tengo muchas cosas en mi cabeza, se me pasó ¿ok?... - se excusó Ralf también molesto
- Me temo que tendremos que ponernos al día en otro momento, estamos juntos en una misión y debemos ver al señor Meiou – afirmó Leona sin inmutarse ante la presente escena
- Señores... nosotros tres juntos haremos grandes cosas – comentó Jones complacido poniendo ambas manos en los hombros de Clark y de Leona quienes lo miraron
- Cuatro, mejor dicho... todavía falta alguien más por venir pero ya debe de estar por llegar – aclaró su amigo acomodándose los lentes
- ¿Alguien más? ¿Quién? – preguntó el de castaño oscuro desconcertado
- Ya lo verás – se limitó a decir el rubio musculoso con una sonrisa
Dicho esto, se acercaron a la puerta de entrada de la casa de Carlos y ya antes de que alguno tocara, la voz del chico se escuchó a través del parlante del panel del costado indicándoles que pasaran e inmediatamente, la entrada se abrió sola lo cual les dio acceso.
- ¿Cómo supo que estábamos acá si no llegamos a llamar a la puerta? – preguntó Ralf desconcertado
Ninguno dijo nada más y entraron hasta llegar a la zona del living en donde permanecieron de pie caminado por el lugar y examinándolo hasta que llegó el dueño de casa luciendo un guardapolvo blanco encima de una ropa formal, su cabello estaba algo despeinado pero su semblante lucía bien arreglado y lavado.
- Bienvenidos señores, ¿Estamos todos? – los saludó sonriente Meiou extendiendo los brazos y refregándose las manos
- Aún no... no se si vaya a venir alguien que se hace llamar "Fantasma", él contactó conmigo pero desconozco su verdadera identidad... es un genio de la informática y se suponía que nos ayudaría también – respondió el jefe de guardia sureño, pensativo
- Descuide, señor Jones, la presencia de ese hombre aquí, no es requerida... ¿Alguna otra duda? – indagó el científico sonriendo enigmáticamente
- Si... estuve siendo seguido por alguien en estos días y si bien tomé precauciones, es factible que lo haya guiado hasta aquí – expresó el de ojos cafés su duda
- Quédese tranquilo, le aseguro que en caso de ser así, sea quien sea la persona que lo haya estado siguiendo, seguramente perdió su pista – garantizó con total confianza el chico sin entrar en detalles, causando el desconcierto en los tres
- ¿Cómo rayos puede saber eso? – pensó para sí mismo Ralf
En ese momento, el sonido de la puerta se escuchó lo cual indicó que alguien más había llegado.
- Ahora sí estamos completos, ya llegó quien esperaba – dijo Clark sonriendo
El hermano menor de Setsuna exclamó en alta voz "puerta principal ábrete" y la mencionada se abrió dejando ver a la persona que había arribado.
Se trataba de una mujer joven que tenía el pelo largo rojo y ojos marrones, su cuerpo tenía una figura esbelta e increíblemente apuesta y atractiva la cual estaba complementada por senos grandes, venía vestida con una camisa manga larga color gris, falda azul y botas de color negro.
La chica miró a los tres soldados y sonrió ampliamente mientras caminaba hacia ellos.
- Disculpen la tardanza, se me escapó un tren cuando estaba llegando a la estación – dijo la muchacha relajadamente
- Todo está bien, me alegra que vinieras... Erza – le correspondió Clark la sonrisa
- ¿Erza? ¿Capitán Erza Scarlet? Que chico es este mundo... cielos ¿Cómo olvidar a Titania, la cazadora escarlata? – comentó Jones acercándose a ella
- Ralf Jones, eras teniente la última vez que nos vimos... sí, soy yo – recordó la mujer haciendo lo mismo
A continuación ambos se dieron un cálido y afectuoso abrazo que duró unos cuantos segundos.
- A pesar de no vernos desde hace mucho tiempo se que la vida te ha maltratado pero estamos aquí para arreglarlo – le dijo ella cuando se desprendieron del abrazo
- Cierto, había olvidado que te habías enrolado en el cuerpo de guardia de Ciudad Lignum – respondió riendo Jones
- Leona, me alegra verte a ti también, sigues tan seria y de pocas palabras como siempre, ¿eh? – saludó amistosamente dirigiéndose a la mencionada
- También a mí me complace verte de nuevo, Erza – contestó la aludida sonriendo y saludando militarmente
- Aguarden, ¿ustedes se conocen entonces? – fue la pregunta de Ralf
- Desde luego que sí, ella tuvo que haberles contado que estuvo en la misma base en donde estuvimos nosotros juntos hasta que ustedes se fueron y que el Comandante la adoptó como su hija y la entrenó, yo seguí en Camp Hansen el resto de mi carrera – explicó la de cabello escarlata
- Yo sí lo adiviné enseguida pero este tonto no se dio cuenta hasta ahora – comentó riendo el ex teniente en referencia a Ralf quien solamente refunfuñó de molestia lo cual generó la risa de Erza
La atención de los cuatro fue atraída hacia el dueño de casa quien aplaudía fuerte a fin de ser oído y que no se olvidaran de él.
- Bueno señores, si ya están todos pueden dejar la charla para otro momento y venir conmigo a mi laboratorio, por favor – afirmó Carlos comenzando a caminar e invitando al grupo para que lo siguiera
Sin más, el grupo obedeció y al llegar se sorprendió al ver la cantidad de instrumentos presentes, dándoles eso a entender que las referencias que poseían de él sí eran ciertas.
- Bueno, ¿Podrían recordarme el motivo por el cual me buscaban? – fue lo primero que pidió el muchacho paseándose por el sitio
Entonces ellos le explicaron la situación con Rei y lo que deseaban hacer, hackear la red de Ciudad Ígnea a fin de descubrir pruebas concretas y además, Ralf especificó la necesidad de descubrir quién en verdad era Jedite, además de hablar sobre él.
- Ante todo déjenme preguntarles de nuevo, ¿Son conscientes de que lo que desean hacer va contra las leyes? Aún si obtienen las pruebas, es factible que no sirvan ya que las estarían obteniendo de forma ilegal – señaló Carlos con suma calma
- Lo somos y no me importa, estoy dispuesto a ir hasta el fondo de todo esto sin importarme las consecuencias, solo me importan mis seres queridos... fuera de estos, no me interesa enemistarme con quien sea aunque sea con el gobierno – respondió Jones con total decisión en su tono de voz
- Si así no fuera, no estaríamos aquí reunidos – apoyó Clark respecto a eso mientras que Leona y Erza asintieron con la cabeza
- Señor Jones... ¿Está usted totalmente seguro de que no tiene ninguna responsabilidad en cuanto al cambio en el carácter de su esposa? – quiso averiguar el muchacho incisivamente
- Si la tuviera lo recordaría... he buscado en mi memoria pero no puedo encontrar nada, si lo hiciera yo asumiría enseguida la culpa y me pondría a disposición de ella para lo que desease hacer conmigo... - dijo Ralf con total seguridad
- Entiendo, espero que sepa entender que me estoy arriesgando con usted ya que no lo conozco y si resulta que investigamos a Lady Mars y al final sí es culpable de su cambio, recibiré una dura reprimenda de parte de Setsuna y también algún castigo por parte de los reyes, mas allá de que de todos modos su esposa debe recibir alguna sanción por sus acciones – argumentó Meiou a fin de probarlo ya que recordaba lo visto en la excursión por el tiempo con el rey Endymion
- Yo también me estoy arriesgando, no se qué tipo de persona es usted porque tampoco lo conozco y no tengo ninguna garantía de si irá enseguida a contarle todo lo que le dijimos a su hermana y lo que deseamos hacer – contestó secamente Jones frunciendo el ceño
- Efectivamente la Neo Reina le borró la memoria de lo que sucedió entre ellos... no recuerda nada de eso, coincido en que es necesario llegar al fondo de ese asunto porque de que había alguien más presente en esa sala, lo había – pensó para sí mismo Charly analizando el comportamiento del ex soldado
Carlos se tomó la barbilla con una mano y sonrió y se tomó unos momentos para responder, lo cual comenzaba a causar cierta impaciencia en los visitantes.
- ¿Y bien, señor Meiou? ¿Nos ayudará o no? El tal Fantasma me hizo una oferta para ayudarlo a hackear la red de Ciudad Ígnea – apremió Jones con el ceño fruncido
- Ahora que recuerdo, hace unos días reportaron una pelea cerca de la zona del puerto, dijeron que el lugar había quedado destrozado pero cuando fueron a ver, este estaba en perfectas condiciones... es extraño – comentó Leona pensando en que tal vez, el extraño enmascarado esté detrás de eso teniendo en cuenta lo que Jones le contase de él, Ralf por su parte evitó mencionar el hecho de que la pelea en cuestión fue entre Haruka y él mismo y Carlos al oír eso, se limitó a acomodarse los lentes y a esbozar una media sonrisa
- ¿Y cómo saben ustedes que yo puedo hacerlo? Ustedes no me conocen – dijo finalmente el científico
- En la base de datos de Tokyo de Cristal están los datos de todos los ciudadanos del planeta, sin excepción... nosotros nos tomamos la libertad de investigarlo y sabemos que en el pasado, usted ha trabajado con muchos programas y conseguido tener acceso a diversas redes y nunca fue descubierto – respondió Erza Scarlet en cierto tono de voz intimidante ante lo cual Charly se rió
- De acuerdo, de acuerdo... después conversaremos sobre la paga – respondió despreocupadamente el chico
- Era sabido que no iba a ser gratis, de acuerdo, lo importante es que acepta el trabajo – opinó el musculoso ex Coronel sonriendo
- ¿Cuál es el plan entonces? – preguntó Clark rascándose el mentón
- Sabemos que la gigantesca red del CtOS posee un enorme banco de datos tal y como lo sugirió la señorita Scarlet recién – comenzó a explicar Carlos haciendo aparecer un pizarra proyectada en el aire al apretar un botón de su escritorio, enseguida presionó un par de comandos en esta y apareció un mapa de la gigantesca Tokyo de Crystal con su división política en los 4 distritos más la capital – Dicha base tiene 5 nodos ubicados en cada región de la megalópolis, más específicamente en las gobernaciones de Ciudad Metallus, Ciudad Aquae, Ciudad Lignum y Ciudad Ígnea pero, el principal se encuentra en la capital del reino, en el Palacio de Crystal y todos están muy bien resguardados
- Eso lo sabemos, los datos que busco deben de estar cifrados u ocultos para prevenir cualquier acceso no autorizado, Rei ha tomado muchas precauciones – comentó el jefe de guardia de la región sur, pensativo
- Lo que se puede hacer es, acceder mediante una identificación falsa o robando la identidad de una real obteniendo así sus datos personales, sería algo así como "pescar un pez" para lo cual necesitaríamos un cebo para la víctima... otra vía sería el obtener acceso mediante un tipo de programa el cual permita registrar cada tecleo realizado en la computadora o todo lo que se ve a través de la pantalla y enviarlo a un servidor externo, de esta manera se puede robar un gran volumen de información confidencial sin que la víctima se percate de ello; también hay un tercer método y es creando una brecha de seguridad en la red logrando en este caso, robar la base de datos completa – expuso el hermano menor de Setsuna bien claramente las distintas opciones
- Bueno, no necesito la base de datos completa solamente la información del tal Tercer Puesto Jedite además de pruebas fidedignas que pongan en evidencia el mal proceder de Rei – aclaró Ralf con seriedad
- Correcto pero, si vamos al grano seremos muy predecibles y será fácil para ellos descubrir quién estuvo detrás del ataque, teniendo en cuenta además que ella te echó de su casa... Rei lo adivinará enseguida – señaló Clark inmediatamente
- ¡Exactamente! Es como dice el señor Still, no se puede solamente atacar la base de datos de Ciudad Ígnea, necesitaremos hacer lo mismo en otra región además, a fin de despistar a las autoridades – aplaudió Carlos lo dicho por el ex teniente
- ¿Y cuál podría ser el distrito que usemos como conejillo de indias? – preguntó Leona
- Mientras no sea Ciudad Lignum a mí me da igual – rió el rubio de complexión robusta
- ¿Cuál es precisamente el último bastión que espera ser hackeado? O mejor dicho... el que está completamente seguro que absolutamente nadie se atreverá a hacer algo como eso... propongo a la capital, Ciudad Argentum – propuso Erza con una sonrisa maliciosa al mismo tiempo que se refregaba las manos de la satisfacción, de tan solo imaginarse el caos que generarían
- La propuesta de la señorita Scarlet es muy buena aunque... yo ya tenía en mente a alguien más para probar la efectividad de mis habilidades – afirmó el chico sonriendo también
- ¿Alguien más? ¿Y quién? – quiso saber la mujer soldado de cabello azul
- Ya lo verán... - dijo el experto en Física levantando un dedo y ampliando su sonrisa
- De acuerdo, entonces es necesario primero hacer esa prueba antes del golpe definitivo en Ciudad Sur – dedujo el jefe de guardia Jones
- Muy bien, comenzamos desde ya entonces – exclamó aplaudiendo el de ojos rojizos con total decisión – Esto se va a poner bueno... - pensó acto seguido riendo por dentro
*Artista: Johnny Thunders, Canción: You Can't Put Your Arms Around A Memory, Álbum: So Alone, Año: 1978
*Artista: Testament, Canción: One Man's Fate, Álbum: Souls of Black, Año: 1990
Disclaimer: Erza Scarlet pertenece a Hiro Mashima
Llegamos al final de una nueva entrega después de tres semanas más o menos de haber publicado el anterior capitulo, por fin tenemos el encuentro entre los Ikari y Charly Meiou que venía pateando desde hace unos cuantos chaps atrás XD.
La historia va avanzando y Rei se ve enfrentada a dos grupos y dejo la incógnita de que sucederá, mientras tanto esa escena de ella con Mina en este capítulo, parece digna de una historieta de Sailor Chuck, ¿No lo creen? XD.
Vamos ahora a los reviews de la gente de :
Aereonueve: Que bueno que te gusto la pelea entre Haruka y Ralf, finalmente en este capítulo se confirmó que la muchacha de cabello rojo que estaba con Clark era Erza, ahí vamos ver qué onda con ella de ahora en adelante, por lo pronto la incorporé a los Ikari
Aegis2000: Cierto, todo aclarado como debía ser aunque no deseaba dejar pasar una buena pelea XDD, respecto de Rei, creo que no llega a tanto como para compararse con ellos, veremos qué pasa.
Newwarrior: Sí todo está bien, después tuve el presentimiento de que eras vos jijiji, me complace ver que la pelea me quedó bien, ya habrá otra.
Andrew81: No podía acabar de otra manera de esa forma todos contentos y respecto de Haruna y Seiya, no descarto nada XDD
Seth Satou: Sabía que te iba a gustar el "modo ira" ojalá fuera canon XD veré que más se me ocurre con el arsenal del Coronel, saludos a vos también, amigo
Y vos si me estás leyendo desde Wattpad o , votá y comentá que nada cuesta, ahora sí me despido hasta la próxima, senshis y soldados! Les dejo abajo los vídeos de las canciones cuyas letras salieron en esta entrega! Hasta luego!
