Epílogo: El Reflejo

Si vis pacem, para bellum
(Si quieres la paz, prepara la guerra)

—¿Para cuándo creen que estarán listos? —preguntó Linus Cavenger, mientras observaba contemplativamente al grupo de novatos que entrenaba en el Campo de Duelo.

—Completarán su primer año en Camelot en breve —respondió Harry.

—Eso no fue lo que pregunté, Auror Potter —señaló Linus, sin despegar la mirada de los aprendices. Zaira Levington se paseaba entre ellos, haciendo correcciones en sus posturas y técnicas. A pesar de que mantenía su actitud profesional, Harry podía percibir la tensión en sus movimientos, las miradas furtivas que lanzaba hacia donde ellos se encontraban conversando.

—El mes que viene les serán asignados sus Mentores. Entonces podrán empezar a operar en el campo —aclaró Harry, intentando mantener la voz serena. Linus frunció los labios.

—Pensé que ya estaban operando en el campo —comentó al pasar, pero Harry supo que era una provocación. Mantuvo silencio, expectante. —¿No es esta la misma camada que participó de los refuerzos contra los ataques de la Rebelión? —Linus no parecía dispuesto a dejarlo pasar.

—Se trató de una situación extraordinaria, abogado Cavenger —dijo entre dientes apretados.

—Todo este conflicto con la Rebelión es una situación extraordinaria, ¿no lo cree? —puntualizó con fría indiferencia Linus, entrelazando las manos detrás de su espalda. Sus ojos sondeaban el campo de duelo, deteniéndose cada tanto en alguno de los novatos de forma apreciativa. —Este lugar es verdaderamente impresionante —confesó Linus, tomando a Harry por sorpresa. Su voz tenía un tinte extraño, como leche agria.

—Me alegra ver que ha quedado complacido con la visita, señor —se encontró respondiendo de forma aduladora. Por Merlín, qué difícil le resultaba toda aquella pantomima.

Se había malacostumbrado a tener a su alrededor a gente de su absoluta confianza. Ron, Hermione, Kingsley. Nunca había tenido que aparentar con ellos. Nunca había tenido que mentir o fingir con ellos.

Pero Linus era harina de otro costal. No sabían dónde se encontraban sus lealtades, y Hermione le había dejado bien en claro que debía moverse con cuidado a su alrededor hasta que lograran descifrar la verdad del abogado.

Linus tenía razón en algo: esta era una situación extraordinaria. El ataque de la Rebelión había dejado públicamente debilitado al gobierno de Shacklebolt. Y la caída de Mahiyamist hacía tan solo unos días no había hecho más que empeorar la situación.

Harry había estado en San Mungo cuando se enteró de la noticia. El ejército de Sergei Romanoff había arrasado finalmente con última defensa en la frontera de Ucrania. Habían perdido contacto con la Resistencia Rusa y desconocían el total de muertos en el enfrentamiento. No había señales de Morgana Winchester ni de ninguno de sus aurores. Harry solo podía rezar porque alguno de ellos hubiese logrado escapar a tiempo de la ciudad. Pero conforme pasaban los días, y no había noticias de sobrevivientes, las esperanzas empezaban a marchitarse.

Mientras tanto, el ejército de las Sombras extendía su control hacia Ucrania y se acercaba un poco más hacia Europa Occidental. Alemania reforzaba ahora sus fronteras. Francia empezaba a inquietarse. Y el mundo muggle comenzaba a percatarse de que algo estaba mal.

La victoria de Romanoff en la Guerra de la Frontera sólo había servido para estimular todavía más el descontento de la gente en Inglaterra. Era como combustible para el miedo del pueblo. La presión sobre el Ministerio se estaba volviendo sofocante. En medio de aquel frenesí, Harry no había tenido más remedio que acceder a abrir las puertas de Camelot a Linus Cavenger. Como nuevo jefe del Departamento de Seguridad Mágica, Cavenger tenía la autoridad para solicitar algo así, y Harry solo contaba con una limitada cantidad de excusas para prevenirlo. Había dilatado la situación todo lo que le había sido humanamente posible, pero la derrota en la Frontera había sido un punto de quiebre sin retorno.

El Partido por el Cambio había aprovechado la oportunidad y habían usado la caída de Ucrania como excusa para exigir mayores garantías por parte del Ministerio. Querían pruebas de que el Ministerio podía proteger a su gente llegado el momento, o al menos, ese era el argumento que esgrimían para presionar diariamente con manifestaciones y actos públicos. En respuesta a los reclamos, Linus Cavenger había exigido a Potter que le mostrara los progresos que estaban teniendo lugar en Camelot, y las nuevas camadas de Aurores que pronto saldrían a la calle. Había deslizado también la posibilidad de que Camelot entrenase también a otros magos y brujas para reforzar las defensas del país. Había sugerido incluir al ERIC en el proceso.

En unas tensas negociaciones, Harry había logrado prevenir que el ERIC obtuviese acceso a Camelot, pero no había nada que pudiera hacer contra las visitas de Cavenger a las instalaciones y su insistente supervisión sobre el entrenamiento de los Aurores. Hermione le había advertido de que tendría que aprender a ceder y a lidiar con el nuevo jefe si es que deseaba conservar el cargo de Jefe de Aurores. Y verdaderamente necesitaban que él conservara ese puesto si es que querían ganar la guerra contra la Rebelión.

—Esperaba poder ver un poco más de las instalaciones antes de irme —confesó Linus con un carraspeo despreocupado. Lo deslizaba como una solicitud, pero Harry sabía que era una orden.

—¿Qué le gustaría ver, señor? —se obligó a decir. Le dolía la mandíbula de la fuerza que estaba haciendo para contener la verdadera respuesta que deseaba darle.

—Quisiera visitar la Sala Oval —deslizó las palabras con fluidez, pero su mirada lo delató. Había ansiedad en esa mirada.

Todas las señales de alarma se activaron dentro de Harry. Ese era el motivo por el que estaba en Camelot. Esa era la verdadera razón que lo traía a la antigua fortaleza, que lo llevaba a escudriñar entre los secretos de los Aurores.

Cada fibra dentro de su ser le decía que se opusiera al pedido, una fuerza posesiva y recelosa adueñándose de él. La Sala Oval era un lugar prácticamente sagrado dentro de Camelot. Harry todavía recordaba la primera vez que lo habían invitado a entrar y sentarse a la Mesa Redonda. Era un honor. Un privilegio. En esa habitación se habían celebrado algunas de las reuniones más importantes en la historia de su país. Allí se habían firmado tratados de paz. Se habían declarado guerras. Se había forjado el destino del mundo mágico. En ese salón se había sentado el Rey Arturo junto a sus Caballeros. Era un lugar que rara vez pisaba alguien que no fuese un auror.

—Por aquí —dijo Harry, el sonido antojándose extraño a sus propios oídos.

Guió a Linus Cavenger fuera del Campo de Duelo, y sintió el peso de la mirada de Zaira mientras lo hacía. Caminaron en silencio hasta la Torre Alfa, sólo ruido de sus pasos sobre las baldosas alzándose entre ellos. Harry se detuvo frente a la puerta doble de la Sala Oval, vacilando por primera vez desde la llegada del abogado al castillo. Tomó aire y empujó hacia adentro, abriéndose paso. Linus avanzó inmediatamente, golpeándole levemente el hombro al pasar, entrando en la sala sin aguardar invitación alguna.

La Mesa Redonda brillaba en el centro del salón, los rayos del sol filtrándose por las ventanas alargadas de la torre e iluminando la superficie lustrada de la madera con la que había sido fabricada por el propio Merlín.

Ubi concordia, ibi victoria —leyó Linus. Sus dedos rozaron la superficie de las letras talladas sobre la mesa y Harry tuvo que contener el impulso de hacerlo a un lado con un golpe. —Nunca hubo palabras más acertadas para las épocas que corren, ¿no lo cree?

Harry se limitó a asentir, sus manos entrelazadas con fuerza detrás de su espalda. Le hormigueaban los dedos con el crujido de la magia que pugnaba por salir. Linus se paseaba alrededor de la mesa, su mano de dedos largos y cuidados aleteando sobre los respaldos de las sillas.

—Oh…—masculló.

Los ojos de Linus había recaído finalmente en la espalda que colgaba en la pared frente a la Mesa Redonda, arrancándole una exclamación de sorpresa poco habitual en él. Harry descruzó las manos e instintivamente deslizó la derecha hacia donde descansaba su varita.

—¿Es esa….? —susurró Linus, separándose de la Mesa y dando un paso tentativo hacia la pared. Torció la cabeza hacia Harry. Había un brillo sediento en su rostro.

—Sí —confirmó Potter, entornando los ojos con cautela.

Excalibur —Cavenger pronunció cada sílaba con veneración, y el aire se electrificó con el sonido del nombre. —Había escuchado hablar de ella… pero nunca la había visto en vivo —confesó dando un paso más hacia la espada. Harry también avanzó. —¿Es verdad lo que dicen, Auror Potter?

—¿Qué es lo que dicen, abogado Cavenger? —preguntó Harry con moderación. Los labios de Linus se curvaron suavemente en sus extremos, el atisbo de una sonrisa.

—Que Merlín la fabricó para Arturo y embebió el metal con su propia magia, convirtiéndola en un arma de excepcional poder —hablaba con la serenidad que acostumbraba a mostrar en los tribunales, pero sus ojos estaban cargados de anhelo.

Harry guardó silencio. Linus Cavenger era un hombre inteligente y culto. Era evidente que estaba familiarizado con la leyenda de Excalibur. No necesitaba que Harry le confirmara la historia. Él ya sabía que era verdad. Así que esto era lo que deseabas ver, comprendió Potter.

Linus extendió una de sus manos hacia la espalda, sus dedos largos recorriendo con lentitud la distancia, un temblor suave revelando su ansiedad. Harry sentía cada músculo de su cuerpo rígido mientras aguardaba.

Pero los dedos de Cavenger apenas llegaron a rozar el mango de la espada. Se escuchó un crujido y un destello de luz, y Linus retrajo la mano inmediatamente, una exclamación de dolor y desconcierto escapando de sus labios.

—¿Qué diablos…? —gruñó el jefe del departamento, lanzando una mirada furibunda hacia Excalibur—¿Qué fue eso? — dijo luego hacia Potter, atónito. Harry se contuvo de sonreír.

—Lo que dicen es verdad, señor Cavenger —dijo Harry—. Excalibur es un arma excepcional. Y como tal, sólo aquellos destinados a esgrimirla pueden hacerlo —agregó sin poder esconder la diversión de su voz.

—Ya veo… —comprendió Cavenger recuperando la compostura y sacudiendo la mano donde había recibido la descarga. —Supongo que eso significa que solo los Aurores pueden tocarla.

—Nadie debería tocarla.

—¿Vas a decirme que en todos estos años nunca has intentado esgrimirla, Potter? —lo provocó Linus con sutileza. Esta vez, Harry se permitió sonreír abiertamente. Lo cierto era que Harry había sostenido a Excalibur entre sus manos una sola vez. Había sido suficiente para comprender que un poder como ese podía salvar el mundo... o destruirlo.

—Excalibur fue creada para proteger Camelot —aseguró Potter, con serenidad.

—Y Camelot responde al Ministerio —retrucó el astuto abogado, su voz endureciéndose.

—No —esta vez fue el turno de Harry de ponerse firme—. Camelot responde a los Aurores. Pensé que eso había quedado claro con el Testamento del Rey Arturo, señor Cavenger.

—Cuidado, Auror Potter—le advirtió Linus, su voz mesurada—. Alguien podría escucharlo e interpretar erróneamente sus palabras… Incluso podría llegar a verlo como una amenaza contra el gobierno. —Tenía que reconocérselo: Linus era hábil con las palabras.

—Los dos sabemos que yo no soy la verdadera amenaza contra el gobierno.

—Pero si lo deseara, podría serlo… Tiene a los Aurores con usted, la fortaleza de Camelot… y Excalibur —enumeró en tono casual. Harry frunció en ceño.

—Yo no soy el enemigo —afirmó con fiereza.

—Es bueno saberlo —respondió Linus con una sonrisa diplomática. Comprobó la hora en el reloj que llevaba en el bolsillo y chasqueó la lengua—. Se me ha hecho tarde. Debo reunirme con el señor De Fazio en breve —informó mientras volvía a cerrar el reloj y a guardarlo—. Ha sido una visita muy… interesante —concluyó.

—Lo acompañaré hasta la Zona de Aparición —le ofreció Harry, manteniendo el diálogo educado, aunque la animosidad entre ellos no se había disipado del todo.

Camelot contaba con tres zonas autorizadas para Aparición. Solo dos de ellas se encontraban dentro de la Fortaleza. Ambas necesitaban de un Auror autorizado para abrir las puertas que conectaban las zonas con el resto de las instalaciones. Y las personas autorizadas se limitaban al jefe de Aurores y los Instructores de Camelot. Entrar en el castillo era difícil, pero una vez adentro, salir podía volverse imposible.

Harry apoyó su mano sobre la inmensa puerta de hierro de la zona de aparición de la Torre Alfa. El metal se iluminó momentáneamente, reconociendo su firma mágica, y la puerta se abrió. Era una habitación era circular, como la mayoría en la torre, y se encontraba completamente vacía.

Linus marchó con parsimonia hacia el interior, deteniéndose en el centro de la misma y girando para quedar de frente a Potter.

—Es usted un excelente Auror y ha demostrado ser un jefe más que competente durante los últimos años, señor Potter. Por eso he decido conservarlo en el cargo —le dijo mientras se pasaba una mano por las solapas de su traje, aplanando cualquier posible arruga que pudiera existir—. Pero las cosas van a ser diferentes ahora que yo dirijo el departamento… Y aquellos que no sepan adaptarse a ello… Pues… —levantó la mirada hacia él, el rostro serio e inescrutable—. Digamos que nadie es irremplazable.

Las palabras habían sido pronunciadas con delicadeza, casi con amabilidad. Pero Harry supo leer la amenaza que pendía de ellas sin dificultad. Era una advertencia. Linus Cavenger estaba midiéndolo, marcando su autoridad como nuevo jefe. Le estaba dejando en claro que, si no respetaba su autoridad, pronto dejaría de ser el jefe de los aurores.

Pase lo que pase, no puedes perder la calma, Harry. No le des una excusa para sacarte del departamento. Había sido la advertencia de Hermione antes de dejar el puesto que ahora ocupaba Linus. Harry rió internamente. Nunca dejaba de sorprenderle lo mucho que lo conocía su amiga. Casi como si hubiese previsto lo que sucedería.

—Que tenga un buen día, señor Cavenger —se despidió Harry, volviendo a tocar la puerta para activarla. Linus hizo un movimiento seco con la cabeza y sonrió educadamente.

La puerta de Camelot se cerró entre ellos.


Dominique colocó la tela negra sobre el espejo y retrocedió. Contempló su trabajo terminado desde la distancia y oculto bajo una manta oscura. Un escalofrío le recorrió la espalda, haciéndola estremecer a pesar de la brisa cálida que entraba por la ventana de su salón de trabajo.

Le había costado horrores reconstruirlo. Una tarea prácticamente imposible. Se había pasado horas encastrando los fragmentos, rearmándolo como un rompecabezas, remendando no solo el cristal sino también la magia que alguna vez había mantenido unido el espejo.

Lo había logrado. Contra todo pronóstico, había reparado el espejo. Pero lejos de reconfortarla, una sensación desagradable la invadió. Había algo malo con ese objeto. Se había dado cuenta desde el momento en que lo había recibido de manos de Hermione, meses atrás. Pero ahora, cuando todo volvía a funcionar, se volvía más evidente.

No era simplemente el espejo. Era el reflejo. Era lo que yacía del otro lado. Era oscuro y peligroso. En su trabajo, Dominique se había topado en varias ocasiones con magia oscura y objetos peligrosos. Ella misma había realizado algunos hechizos que rozaban la legalidad durante sus misiones mientras trabajaba para Adrien Rosier.

Pero esto era diferente. Si la Orden del Fénix estaba en lo cierto, y Dominique habría apostado todo lo que tenía a que era así, entonces este Espejo era parte de un juego de Espejos de Doble Sentido, y su hermano gemelo, estaba en posesión de la Rebelión.

La puerta de la improvisada oficina de Dominique en la Mansión Malfoy se abrió, y Harry entró por la misma a paso vivo, seguido de cerca por Ron y Hermione.

—¿Lo has logrado? —preguntó Ron, sin esconder la sorpresa y también el orgullo.

—Eso creo —confesó Dominique, mordiéndose el labio inferior. Estaba nerviosa. Nunca antes había intentado algo tan ambicioso.

—¿Y puedes usarlo para rastrear a su espejo gemelo? —dijo Hermione, expeditiva. También estaba nerviosa, Dominique lo percibió tanto en su voz como en la forma en que se movía.

—Teóricamente… sí.

—¿Y en la práctica? —presionó Harry, contemplando con el ceño fruncido hacia el espejo.

—La única forma de rastrear el otro espejo es enviando una señal desde este lado —explicó Dominique, jugando con un hilo que sobresalía del dobladillo de su remera.

Se hizo un pesado silencio. Harry avanzó hasta quedar frente al espejo. La intensidad de su mirada verde parecía ser capaz de atravesar la tela negra que cubría el espejo.

—Destápalo —ordenó. Hermione y Ron cruzaron una mirada rápida.

—Harry… Si destapamos el espejo, estaremos abriendo la comunicación en ambos sentidos… Ellos también podrán vernos —intentó razonar con él Hermione.

—Quiero hablar con él —dijo Harry, su voz inusualmente ronca—. Cara a cara.

Otro silencio. Dominique miraba alternativamente a sus tíos y al espejo, sin saber a quién de todos obedecer. Ron dio un paso tentativo hacia su amigo.

—Colega, tal vez deberíamos esperar…

—No voy a seguir esperando, Ron —lo interrumpió Harry. El aire en la habitación se volvió denso. —Vamos a hacer esto ahora —ordenó, esta vez mirando directamente a Dominique.

La muchacha tragó saliva, y lanzó una última mirada de soslayo hacia sus tíos Ron y Hermione. Pero por lo visto, ambos se había quedado sin argumentos para disuadir a su amigo.

Iban a hacerlo.

Dominique tomó varios objetos de su mesa de trabajo: una brújula mágica, un mapa de Inglaterra, un tintero y una pluma. Los acomodó sobre su escritorio con manos temblorosas, mientras repasaba mentalmente los hechizos de rastreo que Adrien Rosier le había enseñado. Una vez más, se encontró deseando que el anciano Rastreador estuviera allí con ella. Él había hecho esto incontables veces.

Inspiró profundamente, armándose de todo el autocontrol que era capaz de esgrimir. Podía hacerlo. Tenía que hacerlo. En los últimos meses había logrado hacer cosas que nunca se había imaginado capaz. Este era simplemente otro trabajo. Otra misión. Otro objetivo que rastrear.

—Una vez que lo destape, la comunicación estará abierta desde nuestro lado, pero ellos podrían tener el suyo bloqueado… —advirtió Dom.

—O bien podrían haberlo destruido como hicieron con este —sugirió Ron, encogiéndose de hombros.

—No —dijo Harry, convencido—. No lo ha destruido. Lo tiene con él. ¿Cuánto tiempo necesitas para rastrearlo?

—No lo sé —confesó Dom, sonrojándose—. Depende de si han colocado medidas anti rastreo… Varios minutos, como mínimo.

—Harry… —volvió a probar Hermione. Pero Potter le dedicó una mirada fulminante que la hizo silenciar automáticamente.

—Hazlo —ordenó por segunda vez Harry, encuadrando los hombros. Dominique sacó la varita para sostenerla en una de sus manos y con la otra descorrió la tela negra.

El espejo mostró el reflejo de Harry Potter, todavía vestido con su uniforme de Auror.

—Se que estás ahí —dijo Harry, hablando con su propio reflejo—. Es hora de que nos conozcamos, Mago de Oz.

Durante unos segundos, nada sucedió. El Espejo continuó devolviéndole su propia imagen. Pero entonces, una risa grave, como un ronroneo, brotó del cristal. La imagen del espejó se difuminó, y donde antes había estado el rostro de Potter apareció una nueva figura. Vestía una túnica roja, con la capucha alzada sobre la cabeza. El rostro estaba oculto en las sombras. Su risa hizo que a Dominique se le erizara el vello de los brazos.

—Tengo que reconocer que no deja de sorprenderme, señor Potter —habló una voz desde debajo de la capucha.

Dominique sintió el codo de Hermione clavándosele en las costillas, instándola a reaccionar. Inmediatamente, se puso a trabajar. Sacudió la varita sobre el mapa, recitando los encantamientos de rastreos. La brújula comenzó a girar en círculos, perdiendo el norte.

—Parece conocerme bastante bien —respondió Harry. El hombre volvió a reír.

—Me gusta conocer a mis contrincantes antes de entrar en la pelea —confesó el Mago.

—Y sin embargo, mantiene su propia identidad escondida —retrucó Potter.

—Una precaución que de seguro comprenderás —el Mago parecía estar divirtiéndose a costa de ellos.

—Solo los cobardes se esconden detrás de máscaras y nombres falsos —espetó Harry—. ¿Quién eres?

—Oh, pero si te dijera eso, arruinaría toda la sorpresa —siguió burlándose de manera condescendiente—. Pensé que alguien como usted sabría entenderlo, señor Potter.

—¿Entender qué cosa? —Harry hablaba entre dientes apretados.

—Que lo importante no es el hombre que lidera una rebelión, sino los ideales que defiende.

—El Bien Mayor.

—Exacto —le concedió el Mago, con una inclinación de cabeza.

—¿Y por qué habría yo de entenderlo? —le preguntó Harry, desafiante. Dominique no podía verle el rostro al Mago, pero incluso desde la oscuridad de la capucha, supo que estaba sonriendo.

—Porque tú y yo no somos tan distintos, muchacho —disparó el Mago.

La aguja dentro de la brújula continuaba girando frenéticamente, sin rumbo. Necesitaban más tiempo.

—Te equivocas —contradijo Potter.

—¿Seguro? —lo provocó el reflejo del espejo—. Ambos queremos lo mejor para nuestra gente… para nuestro país. Para el mundo entero, incluso. Ambos estamos dispuestos a hacer grandes sacrificios para conseguirlo. Ambos somos personas poderosas... Podríamos hacer grandes cosas juntos, señor Potter.

—Creo que nuestros conceptos de lo que es mejor para el mundo son muy diferentes, Mago —lo cortó en seco Potter.

—Eres un gran mago, pero no puedes ganarme —aseguró el reflejo negro.

—Ya lo veremos —dijo Harry, manteniendo el mentón en alto. El Mago exhaló, la decepción volviéndose evidente.

Sobre el escritorio y bajo el comando de Dominique, la brújula se detuvo, apuntando hacia un nuevo norte. La pluma se elevó del tintero y comenzó a trazar una ruta sobre el mapa de Inglaterra.

—Muy bien —aceptó la voz del Mago, adquiriendo repentinamente otro matiz, uno más severo y peligroso—. Pero quiero que recuerdes este día, Harry Potter. Quiero que lo recuerdes cuando mi Rebelión aplaste a tu preciada Orden del Fénix… Cuando el gobierno de Shacklebolt caiga bajo mi poder… Cuando te arrebate todo lo que valoras y todas las personas que amas estén muertas por tu culpa… Quiero que recuerdes este momento, cuando pudiste aliarte conmigo y evitarlo todo, pero en cambio, elegiste la guerra.

La imagen dentro del espejo volvió a difuminarse. La comunicación se cortó. El cristal volvió a reflejar el rostro del Harry, pálido y desencajado. Ron se apresuró a cubrirlo nuevamente con la tela negra.

—¿Lograste rastrearlo? —preguntó el pelirrojo dirigiéndose hacia la mesa donde estaba Dominique. Hermione le devolvió una expresión derrotada mientras meneaba la cabeza. Sobre es escritorio, la pluma había dejado de marcar el mapa a mitad de camino, sin llegar hasta su objetivo a tiempo.

Dominique se dejó caer sobre una silla, encerrando la cabeza entre las manos. Había estado tan cerca…

—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó, desconsolada.

Harry la miró a través de sus anteojos redondos, sus ojos verdes refulgiendo con un fuego devorador.

—Ahora nos preparamos para la guerra —le respondió.


Empezamos este libro con la Orden del Fénix reclutando a una Rastreadora, y lo cerramos con esa misma Rastreadora logrando establecer una comunicación entre la Orden y la Rebelión.

Estoy segura de que para muchos, este capítulo tendrá sabor a poco... Y sí, es verdad, porque nos quedan muchas cuestiones sin resolver de este libro! Jajaja. Pero me pareció que este era un buen momento para cortar.

Ha sido un libro largo, creo que el más largo que he escrito hasta ahora, y también el más ambicioso. A lo largo del mismo hemos acompañado a otros personajes además de Albus, y aunque por momentos sus historias podían parecer que no tenían relación alguna con la trama, quiero creer que hacia el final todo fue cobrando un poco más de sentido cuando se fueron entrelazando entre sí.

Me siento muy contenta con el resultado final. Disfruté muchísimo escribiendo Rebelión V, y si logré llegar hasta aquí fue en gran parte gracias al apoyo incondicional de todos ustedes que estuvieron leyendo esta historia desde su principio y que me han acompañado durante todo este largo proceso de crecimiento literario.

Este epílogo abre la puerta a lo que será el próximo libro. Me estaré tomando un par de semanas para organizar bien la información y también para descansar un poco, pero para fines de junio posiblemente tendrán el primer capítulo de Rebelión VI.

Por cierto, tengo entendido que algunos de los lectores han iniciado un grupo de Facebook sobre el próximo libro. Si no me equivoco, es "La Rebelión: crónicas de guerra". Aclaro que yo no soy administradora de este grupo, pero tienen todo mi apoyo. Gracias por tomarse el tiempo para hacer estas cosas. Son los mejores lectores que alguien puede pedir.

GRACIAS Y MIL GRACIAS A TODOS SUS REVIEWS. Y espero ansiosa sus opiniones sobre este final un poco diferente...

lulu0611: sin duda una de mis lectoras más fieles. ¿No te sientes preparada para que termine el libro? Si te hace sentir mejor... Yo tampoco! jaja. Hace mucho que no respondo, así que es posible que muchas cosas que comentaste en capítulos pasados ya tengan respuestas a esta altura... Pero haré lo posible por responder el resto, jeje. ¿Necesitabas ver hasta donde podía llegar Albus? Bueno, creo que queda claro a esta altura que él está dispuesto a llegar hasta donde sea necesario cuando se trata de las personas que ama. Albus ha experimentado un momento de quiebre durante la batalla de Hogsmeade... La idea de que Scorpius podía morir, el peligro inminente de todos los que ama, la propia profecía de Lily sobre él convirtiéndose en un asesino, el darse cuenta de que alguien se había atrevido a traicionarlo... Bueno, lo ha llevado hasta donde hemos visto. ¿Qué papel tendrán sus amigos en esto? Mmm... Es la gran pregunta, no? ¿Hedda ha controlado al vampiro o el vampiro ha controlado a Hedda? Es una pregunta interesante... Pero talvez, no es ni una ni la otra, sino un poco de ambas. Es el lado más salvaje que habita en ella, el más oscuro, asomándose por entre su humanidad. Es Hedda usando esa parte de ella. ¿Podrá Hedda mantenerse firme en esta postura a lo largo de la guerra? ¿Hasta dónde es capaz de cruzar los límites? Creo que de todos los personajes, más allá de Albus, Hedda es posiblemente a quien más fácilmente podemos imaginar cruzando los límites. Lily: oh, es una maraña de emociones adolescentes en su peor expresión, una retroalimentación destructiva. Y Amadeus... La forma en que la mira. La admira, casi hasta el punto de idolatrarla. Amadeus cree que Lily posee un poder extraordinario, y eso es algo que le resulta fascinante. A lo largo de este libro, hemos ido conociéndolo y sabemos que se siente "seducido" por la magia y el poder. Un interés intelectual, si quieres ponerlo de alguna forma. Y Lily es todo eso junto: magia inusual, que solo se lee en lo libros, un misterio por resolver, un poder por liberar. Scor/Rose: llevo cinco libros esperando para poder escribir sobre ellos, jajaja. Me tuve que armar de muchísima paciencia para no hacerlo antes. Pero sí, son posiblemente la relación más pura que tenemos en la historia (al menos entre los más chicos). Morgana: sus chances de sobrevivir siempre fueron bajas, y ella lo sabía. Tal vez tiene un instinto suicida en el fondo jajaja. ¿La has shippeado con Bastian eh?

anilem12: gracias también por la compañía incondicional que me has brindado a lo largo de esta historia. ¿Dimitri estuvo pasándole información falsa a Albus? Sí, claro que sí. Dimitri sabía que Lancelot Wence se había unido a la Rebelión, y eligió mentirle a Albus, porque pensó que tenía mejores chances de salir bien parado si se aliaba con la los Hijos. Hedda siendo "hipócrita" con Wence... Sí, puede ser. Aunque lo que más le duele a Hedda es la traición de Lancelot. Que le mintiera, que le escondiera la verdad, que eligiera el camino más fácil. Y ella y Albus suelen tener una visión muy sesgada sobre sí mismos. Tienden a pensar que las cosas que ellos hacen están justificadas porque las hacen por una causa justa. Jajaja, imaginé que todos disfrutarían un poco de ese momento de Draco bromeando sobre contarle a Ron que sus hijos son novios. ¿Scorpius está dispuesto a justificar las acciones de Albus porque cree que está destinado a grandes cosas? ¿Aunque sean cosas que no le gustan? Mmm... Bueno, Scorpius cree en Albus. Cree en que es un gran mago, y una buena persona. Confía en el que Albus tomará el camino correcto... Y en caso de que se equivoque, espera poder enderezarlo a tiempo. ¿Te gustó la guerra de la frontera? Era una escena que tenía en mi mente desde que Morgana y Bastian se conocieron. Son dos soldados, y ambos anteponen sus responsabilidades como militares y a sus respectivas naciones por sobre ellos mismos. Es lógico que se sientan atraídos, no?

celesteagustinaayala35: gracias por crear un grupo de Facebook! Me siento terriblemente halagada. Después cuentenme las teorías y las cosas que comentan por ahí! :)

ana-me.1997: Hi! Thanks for reading my story. I am not used to people writing me reviews in another language, so i hope you can forgive me if my english is not at my best. For now, i only have this stories written in spanish, but hopefully, i will get to translate them to english eventually. In the meantime, hope you enjoy it on its original version ;) Yes, my Albus es a bit mean... He certainly is not the hero one would expect to meet. He is not Harry. But I think is still a very "human" character, and very relatable. As for the rest of the characters, i am glad you enjoyed them as well, and also that you think they are well built. It took me a lot of time and effort to make every single one of them.

Silvana: sí, nos quedan muchos hilos candentes en este final de historia. Muchas cosas por definir, pero también muchas que se van definiendo. Sobre todo respecto a nuestros protagonistas y sus futuros. Empezamos a darnos una idea de hacia dónde va a encaminarse Albus y sus amigos, lo que sucederá en el Ministerio, dónde queda parado Harry y la Orden... ¿Siempre triunfa el bien? Es una idea muy optimista... Supongo que en realidad, la pregunta que deberíamos hacernos no es tanto quien triunfará, sino el precio que se deberá pagar en el camino hacia ello.

Soar97: ¡No claro que ya no extraña el actuar de Albus y Hedda a estas alturas! Ya los conocemos. Después de todo lo que les hemos visto vivir, sabemos de lo que son capaces... Empezamos a entender hacia dónde se dirigen. Sus futuros empiezan a tomar forma. Yo puedo responderte por qué cada vez que Albus actúa de esta manera tu primer instinto es pensar en James... Y es porque son opuestos. Allí donde Albus es calculador, James es puro corazón. Donde Albus es vengativo, James es piadoso. Piensas en James porque sabes que él nunca estaría de acuerdo con algo así, sin importar lo que Dimitri hubiese hecho. Albus es un personaje gris, y en este libro, vemos como empieza a "aceptar" esa oscuridad que hay en él. Deja de temer de su conexión con la lengua parsel, deja de preocuparse por ser el único Potter en Slytherin, deja de sentirse abrumado por la idea de que puedan verlo como un mago oscuro... Y en cambio, decide usar eso a su favor. Convierte sus propios temores en armas... Y decide que si han de temerle, entonces él va a darles motivos para que sea así. Un juego peligroso, sin duda. Hedda... ¿con qué cara le reclama a Lancelot? Ella le reclama la mentira. El engaño. Y la debilidad de Lancelot. Su egoismo. Lancelot solo se preocupa por sí mismo, y por Hedda. Cree que la solución a la guerra es la Rebelión, y ha decidido apoyarla, a pesar de que no parece estar completamente seguro o de lo contrario no se lo habria escondido a su novia. En cierta forma, Lancelot traiciona a Heda, y eso es lo que ella no puede perdonarle. Pero sí, Hedda y Albus tienden a autojustificar sus actos... O bueno, en cierta forma, ellos saben que está mal lo que hacen, pero creen que el bien que obtendrán de ello lo justifica. Y tú me dirás... ¿no es eso parecido a lo que piensaba Grindelwald? Y la respuesta es... Sí, lo es. CHAN. Ya lo hemos visto en varias ocasiones esto... Como el pensamiento de Albus muchas veces se cruzan con los de Grindelwald. ¿Dimitri desde hace rato pasa informaicón falsa a Albus? Sí. Es un chico astuto. Una cosa era tomar partido en una pelea entre estudiantes... Pero cuando eso empezó a mutar hacia algo más grande, y Dimitri descubrió que había estudiantes como Lancelot Wence que contaban con el apoyo de la Rebelión, entonces decidió que sus chances de victoria eran mejores si se quedaba con ellos. Amadeus y Lily... Es un vínculo muy particular, porque nace desde un lugar de mucha admiración por parte de Amadeus, y mucha dependencia por parte de Lily. Ella necesita de alguien que la haga sentir especial, y él se siente fascinado por la magia de ella, por las posibilidades que eso implica. Rose y Scor, sí, sin duda la pareja más pura de la saga... O al menos de los más jóvenes. Hay algo muy natural entre ellos, o al menos espero que así se perciba. ¿Bastian y Morgana se están enamorando? Podría decirse que algo así. Es decir, son dos guerreros en medio de una guerra, no hay mucho lugar para pensar en historias de amor. Pero bueno... a veces las cosas surgen de los lugares menos esperados.

maddie. sophie: me gustó tu analogía con Albus/Anakin. En cierta forma, lo es. Creo que todos somos un poco así... Con el potencial de hacer cosas muy buenas o cosas muy malas. Claro que Albus sabe que lo que hizo con Dimitri es extremista y es grave, y por eso no lo ha compartido con el resto. Pero aún así, no se arrepiente. Y posiblemente, lo volvería a hacer si pudiese volver el tiempo atrás. ¿Te gustaría que Elektra se enterase? Oh, eres mala. Porque de todos... Posiblemente ella es quien más sufriría si se enterase de lo que Albus ha hecho. Pero no se alejaría de él. Ely es de quienes piensa que todos pueden ser sanados. James, en cambio... él si que se enojaría y mucho con su hermano. ¿Hedda lo hizo para limpiar sus propias culpas? Sí, en parte sí. Pero también ha sido un punto de quiebre para todos los personajes... Todos han tenido que tomar una elección, un camino. Y es hora de empezar a transitar esas elecciones. Tanto ella como Scorpius confían en Albus, y creen que él puede hacerle frente a los Hijos de la Rebelión dentro de Hogwarts. Pero para eso, necesitará ayuda. Necesita que Hedda sea implacable a su lado. Y ella está dispuesta a hacerlo.

Wander Clearwater: te he dejado con un sabor amargo con ese capítulo anterior, no? Si, lo entiendo. Es verdad que con Albus nos veíamos venir este nivel de oscuridad... Es decir, lo hemos visto torturar antes, porque no habría de hacerlo de nuevo. Pero la sorpresa ha sido Hedda. Ella ha cruzado un poco más hacia esa oscuridad que sabemos que habita dentro de ella, y lo ha hecho por Albus. ¿Hedda sería capaz de matar de manera premeditada? Uf... Es difícil. En el fervor de la batalla, seguro. Ya la hemos visto matar a Brida Von Howlen y solo tenía once años. Pero una muerte a sangre fría... Una verdadera cacería... Es implicaría que ella se sumerja en lo más profundo de su oscuridad, y acepte sus demonios más horribles. Una cosa es amenazar con matar a alguien... Otra distinta es verdaderamente hacerlo. ¿Cuáles son las consecuencias que podría tomar Albus ante la traición de un amigo? Es una gran pregunta. Pero cuesta imaginarse a alguno de los amigos de Albus traicionándolo, ¿no crees? Scorpius y Rose parece que son la pareja favorita de esta historia, jajaja. No han recibido más que halagos por parte de todos los lectores! Has descripto muy bien la situación actual de Lily: un espiral de autodestrucción. Su relación con Amadeus empieza a volverse cada vez más importante, y vemos cómo hacia el final de este libro, él se convierte en su persona de confianza, en quien Lily se apoya para soportar el peso de las responsabilidades que supone su don. ¿Como ve Amadeus a Lily? La admira. La ve como una bruja con un poder único, de esos que solo existen en los libros de teoría mágica. Un misterio a descifrar. Se siente fascinado y seducido por el poder de Lily, y su ambición por el conocimiento y por saber qué tan lejos puede llegar si se lo propone.

BSCE: Oh, gracias por tan lindas palabras. Comentarios como el tuyo hacen que me sonroje, jaja. Albus... Estamos viendo solo la punta del iceberg. Sobre su relación con Tessa... La hemos visto flanquear durante todo este libro, y creo que a esta altura se vuelve más evidente que nunca que la prioridad de Albus, a partir de este punto, no será su pareja, sino la guerra. Y Elektra... Haría mejor en mantenerse apartada de alguien como Albus, en el sentido romántico. Él es... complejo. ¿Los muggles aún no se dan cuenta de nada? Oh, sí, han empezado a sospechar algunas cosas. Pero profundizaremos eso en el próximo libro. ¿Quién es verdaderamente el Mago de Oz? Como dijo el propio Mago... Arruinaría toda la sorpresa si te lo dijera. ¡Envíame correo cuando lo desees! Siempre estoy a disposición de ustedes para lo que necesiten, aunque a veces puede ser que me demore más de lo habitual en responder. ;)

Severus 8: ante todo, FELIZ CUMPLEAÑOS, algo atrasado. Y no me he olvidado de lo que te prometí: ahora que he terminado con este libro, me pondré a escribir un one shot a modo de regalo para ti. El título del sexto libro... no quiero adelantar mucho al respecto. Pero puedo decirles que será un libro un tanto violento, y que tendremos más muertes de las que hemos tenido aquí... Algunas sorpresas... Y sí, mucha acción. Y tendrá una dinámica un poco diferente a la que vienen acostumbrados... Porque no se limitará a un año cronológico (si, así como lo lees). Me pareció importante marcar una separación entre lo que es la parte "guerrillera" de la Rebelión, y el partido político en sí. De esta forma, el Mago puede actuar desde la clandestinidad y desde el lado "legal" al mismo tiempo. ¡La influencia de los nombres! Me encanta darle importancia a esas cosas. Me gusta ponerle nombres significativos a los personajes, relacionados con sus personalidades o con su historia, o bien con su futuro jaja. JKR también jugaba mucho con eso... Y creo que Albus Severus carga con mucho peso en su nombre. Dos grandes magos que se desviaron del camino de la luz, que cometieron errores, y que intentaron enmendarlos en la mejor forma que les fue posible... La pregunta es, ¿estará nuestro protagonista a la altura de sus antecesores? Podrá hacer ese camino entre la luz y la oscuridad y elegiro correctamente? ¿Scarlet podría incentivar a Hedda a usar sus poderes como hizo con Ted? Oh, eso es algo que sin duda nuestra Scarlet haría. Este libro nos ayudó a entender un poco mejor el funcionamiento del Amuleto, ¿no crees? Vemos que es mucho más que un colgante que comparten entre amigos... Es una conexión entre sus almas. ¿Te gustó el final en Mahiyamist? Para aquel que le interese, Mahiya en ucraniano quiere decir "magia", y "mist" quiere decir "puente". Morgana Winchester fue un personaje completamente secundario que apareció por primera vez en Los Guardianes Negros (es una de los aurores que acompaña a Harry a la Casa de los Gritos) y fui desarrollándola gradualmente a lo largo de los libros. Ha ido tomando más importancia conforme avanzó la historia, y de a poco le fui dando más cuerpo, hasta llegar a quien tenemos ahora, que es una guerrera feroz que todavía conserva el corazón puro a pesar de los horrores que ha visto en la guerra.

EJ-RP : Sí, Albus se está pasando de la raya moralmente correcta, y eso es algo intencional. Nunca planeé para el un futuro de héroe típico. Siempre fue presentado como un personaje gris, y conforme va creciendo y madurando, esa dualidad en él se vuelve más evidente. La guerra tampoco ha ayudado a llevarlo por un camino de luz. Sobre Lily... Es posiblemente el personaje que más sufre, y lo hace en silencio. Pocos conocen el dolor que atraviesa Lily... Posiblemente, solo Amadeus. Ni siquiera Albus termina de comprenderlo. Linus y Camelot... Es como si me hubieses leído la mente! EAlgo mágico o de honor que permita a Camelot defenderse de personas como él... jejeje, lo hay. Es Excalibur. ¿El collar está resguardado en Camelot? Oh, yo nunca dije eso, jajaja. Es una hipótesis que tienen ustedes los lectores. No sabemos dónde está el collar... Solo sabemos que Jaques Le Blanc se lo dio a Harry para que lo cuidara. Lo que sucedió a partir de ahí, es un misterio. ¿Está enamorada? Oh, creo que ni ella sabe eso... No se había detenido a pensarlo hasta ese momento. Estaba demasiado sumergida en la guerra como para detenerse en esas cosas. Es en los momentos limites cuando nos damos cuenta de algunas cosas, no?

Tefi Black: supuse que disfrutarías de Rose y Scorpius. Como bien dijistes, después de tanta muerte y guerra, un poco de amor y calidez nunca viene mal. Aliviana el alma. Te prometo que habrá balance entre la batalla y las escenas de vínculos humanos... Tanto de amos como de amistad. Me gusta profundizar en mis personajes, y parte de eso es mostrar los vínculos que establecen con otros personajes. No, no he hablado demasiado de Ginny... Porque sigue en San Mungo. Tendremos que esperar al próximo libro para saber qué ha sido de ella. Gracias por los mensajes que me han dejado a lo largo de esta historia! Son la mejor compañía.

CELE: un capítulo que cierra muchas dudas que nos habían quedado, como por ejemplo, qué fue de Dimitri, qué es lo que está sucendiendo en el mundo mágico después de los ataques, las repercusiones dentro de Hogwarts, la respuesta de Albus, el regreso de Scorpius, y finalmente... La caída de Ucrania, que marca el inicio de la guerra continental. ¿Los Hijos siguen en Hogwarts? Sí, los menores de edad sí. Aquellos que participaron activamente de la batalla no. Olivia Campbell, Frederick Ponce y Lancelot Wence abandonaron el castillo después de la batalla. Ahora están con la Rebelión. ¿Así que ya no te gusta Amadeus? Mmmm... Bueno, veremos cómo evoluciona la relación entre esos dos!

Yanelyn: ¿Albus te empieza a dar miedo? Eso es bueno, quiere decir que estás reconociendo que el personaje empieza a desviarse un poco del camino y a tomar algunas decisiones... cuestionables. Me gustó la comparación que hiciste entre lo que hizo Albus con Dimitri y lo que hizo Bellatrix con Hermione... Marcarlos. Un recordatorio, para que cada vez que se vea el brazo, sepa que es un traidor, y que tiene una deuda con Albus. Albus decide actuar antes de que Scorpius regrese porque sabe que su amigo va a intentar disuadirlo de lo contrario. Y sin embargo... En el fondo, Albus sabe que cuenta con el apoyo incondicional de Scorpius. Podrá no estar de acuerdo con todo lo que Albus hace, pero no lo abandonaría. Como bien dijiste: Scorpius iriía hasta el infierno ida y vuelta por Albus... Y viceversa. Y quien te dice que talvez no tengan que hacerlo... (jeje). Amadeus se ha convertido en un refugio para Lily. Ella se ha cerrado al resto de la gente que la rodea... No habla con sus amigos ni con su familia. Teme decepcionarlos. Tiene miedo de no poder estar a la altura de lo que se espera de ella. Siente la presión de tener un poder que podría cambiar el curso de la guerra, y la frustración de no poder controlarlo. Morgana fue un personaje que originalmente cumplía un rol muy secundario, pero que de a poco fue tomando protagonismo y se ha convertido en esta guerrera decidida, comprometida con la causa, que cree verdaderamente que existe un mundo mejor por el cual pelear y morir, y no tiene miedo a sacrificarse por él. ¿Un futuro encuentro con Wence? Sí, volveremos a verlo. Eso puedo confirmártelo. Pero será en el próximo libro. El trío de Camelot: también veremos más de ellos, y por supuesto, más del conflicto interno que habrá en el Ministerio durante el próximo libro. Aquí tendremos varias sorpresas... Sobre tu comentario final: gracias. Sí, soy de Argentina. La situación está bastante fea como ya sabes, y siempre es lindo recibir un mensaje como el tuyo a form de aliento. Esperemos que pronto se termine toda esta locura y podamos recuperar nuestras vidas normales.

N.T.R: que bueno que te gustó la forma en que se reencontraron Rose y Scorpius. Sinceramente, dudé bastante sobre esa escena. No sabía bien cómo quería desarrollarla, sólo sabía que quería que Rose fuera la primera en reencontrarse con Scorpius cuando él volviera a Hogwarts, y quería que el Amuleto jugara un papel en ello. Lo hemos visto funcionar para Hedda y James, y para Albus también. Así que me pareció adecuado hacerlo también para ellos. ¡Todos se mueren de ganas de ver el momento en que Draco le cuenta a Ron que sus hijos están juntos! Jajaja. Ya veremos si eso finalmente llega a la historia, pero pueden darlo por sentado que Draco no se guardó la información y la aprovechó para torturar a su viejo enemigo pelirrojo. Albus... siempre genera algunos sentimientos controversionales. ¿Son sus motivos para estar enojado legítimos? Bueno, sí. Todos nos sentiríamos traicionados y enfurecidos si un amigo nuestro hubiese estado a punto de morir. ¿Es justifica lo que ha hecho? Bueno, aquí es donde todo se vuelve un poco más relativo. El miedo como instrumento es... peligroso. Porque una vez que la gente empieza a temerte... es dificil de evitar que dejen de hacerlo.

RomahRomione: Albus fue con todo, es verdad. Esta vez, no se contuvo. O mejor dicho, no había nadie que lo contuviera. Ni Scorpius ni Rose, los dos que se mostraron en contra de sus acciones la vez que él torturó a Cardigan, estaban allí para detenerlo. Albus se aseguró de que así fuera. Fue algo meditado, planificado de forma fría y calculadora. No fue un acto realizado en el calor del momento. Fue una elección. Y Hedda... Ella es la única que entiende este tipo de actos. No quiere decir que piense que están bien, pero comparte con Albus que a veces hay que cruzar algunos límites para conseguir las cosas. Y sí, Scorpius tiene una brújula moral más encaminada que la de Albus... Pero el respeto y el amor que siente por él muchas veces lo enceguecen y le impiden actuar con objetividad. Algo que no le sucede a Rose. Ella no tiene problemas en plantarle cara a Albus cuando piensa que se está pasando de la raya, como muy bien señalaste. ¿No es un poco preocupante la fascinación casi religiosa que siente Amadeus por ella? Sí, un poco sí. Ese tipo de fanatismos pueden ser peligrosos.

karybust1126: que bueno que pudiste llegar a dejar un review. Mi respuesta llega un poco atrasada, ya que dejaste este comentario creo que en el capítulo 47, pero aún así, no quería dejar de agradacerte por todos los reviews que has dejado a lo largo de la historia. ¿Te preguntabas sobre la venganza que planeaba Albus? Bueno, tú me dirás si estuvo a la altura de lo que imaginabas de su parte.

Gracias a todos por su invaluable compañía durante estos meses.

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