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YYY
Capítulo 48. Nunca me dices nada
Ochako sufrió un año horrible sin Izuku alrededor.
Se fue dejándola sola, sin tener la decencia de comunicarse con ella o responderle los miles de mensajes y llamadas. Fue a buscarlo a su apartamento donde le dijeron que ya no vivía ahí. Estuvo mortalmente preocupada, e igualmente herida como nadie porque como siempre, fue la última en enterarse de las cosas. Su amigo no fue quien para decirle de su decisión o de la oferta de trabajo que recibió de parte All Might.
Como de costumbre, la excluyó de su vida así como si ella no fuese nada. Ahora que volvió, regresó un Izuku kilométricamente diferente al que se fue. Para ella, aparte de confuso fue deprimente, porque no se sentía cercana a Izuku de ninguna forma; se enteraba de las cosas al tiempo que lo hacían los demás. Como si ella no fuera su mejor amiga o no hubiera intentado estar ahí para él en todos estos años.
El comunicado de prensa fue un golpe mortal a su dignidad. De nuevo, no conocía para nada a ese extraño que se decía ser su mejor amigo y que estaba sentado ahí hablándole a los reporteros, intentando trasmitir su convicción. Ese hombre ya no era su Izuku, ese fue tragado y devorado por las cosas que le pasaron en ese sitio. Ese gimnasio, junto con Bakugo fueron quienes enterraron en lo más profundo a su amigo pecoso con una sonrisa nerviosa pero hermosa. Ese hombre, ella no sabía si podía decir que seguía enamorada de aquel extraño, ella no lo conocía en lo más mínimo y ese tipo se empeñaba en lastimarla, excluirla y herirla. Parecía que lo único que ese nuevo luchador sabía hacer, era dejarla botada como un trapo viejo.
─ De nuevo no sé nada de ti, Izuku-kun.
Fue lo que le dijo cuando por fin pudo agarrarlo a solas, cuando este iba saliendo de una junta con All Might. Esos ojos verdes se posaron en ella, pero de nuevo solo sabían trasmitirle lastima.
─Uraraka…
─ Se supone que soy tu mejor amiga y no sé nada de ti. Desde que dejaste de trabajar para Bakugo, estas irreconocible creí que sería bueno que por fin salieras de estar ahí sufriendo pero ahora… no sé si esto me hace feliz. Supongo…que si tú eres feliz eso debería ser más que suficiente ¿no? Estoy siendo egoísta de nuevo…
Izuku hizo amago de tocarla pero ella se apartó, apretando sus puños sobre su pecho, no pudo evitar ponerse a llorar.
─Uraraka…yo…
─ Nos estamos viendo, Izuku-kun.
Tras eso, la chica huyó no dándole oportunidad para que él pudiera hablar con ella. Consciente de que otra vez, había vuelto a herirla al excluirla de su vida.
YYY
─ ¡Soy tu novia y soy su amiga también! ¿Por qué no merezco saber que está pasando?
Fue lo que lloriqueó Mina al tiempo que le limpiaba la sangre a su pobre pelirrojo herido, quien solo se quejaba por la fuerza que su novia de cabello rosa ejercía en su rostro a la hora de curarlo.
─Ni Sero ni Kaminari saben nada tampoco, el Katsubro no me lo contó como tal, no tuvo que hacerlo; yo lo vi y lo descubrí. En más de una ocasión lo detuve y lo regañe como loco, pero ninguno me escuchó.
─ Esto tiene que ver con Midoriya ¿cierto?
Kirishima se quedó helado, su amigo ya era demasiado obvio con aquella insana obsesión hacia el pecoso. Que parecía ser mutua.
─ ¿No vas a decime nada? Al menos respóndeme eso, odio no entender que está pasando y sentirme excluida.
─Si, esto tiene que ver con Midoriya pero es todo lo que te diré. Katsubro se está dejando llevar demasiado y no quiero que te veas involucrada en todo esto. Podrías salir herida y no me lo perdonaría. Hoy casi te lastima…
Mina entendió que lo único que su novio quería era que estuviera a salvo, acarició con delicadeza el rostro de ese hombre que la amaba de verdad; con cautela se acercó para besarlo, eso lo tomó desprevenido pero no se quejó así siguió el beso con lentitud y cariño. Incluso aprovechó que él estaba sentado, ella de pie, para acercarla de su cintura; ella terminó por sentarse con calma en el regazo de su novio, se separaban únicamente para verse a los ojos y con esto, Kirishima quería que supiera lo mucho que la quería y que si no le decía las cosas era simplemente para mantenerla lejos de Katsuki en esta etapa donde el rubio cenizo andaba tan loco.
Su mejor amigo estaba mal pero si Katsuki intentaba volver a herirla, se aseguraría de protegerla, incluso de su amigo si era que hacía falta.
YYY
¿Qué tal todo con Aizawa? Lo comenzaremos a saber en el próximo capítulo 49. Regalo de bodas
