Naruto Zarya

Vamos a los reviews:

oswaldo Enrique: Gracias, igualmente.

dragon titanico: Sí, aunque sólo es en parte, realmente la aparente resistencia de Orochimaru se debe a otra cosa. Pues bien, a pesar de los esfuerzos de todos, no sirvió de nada contra Nubes y el simio se ha ido, además de que todos los demás están por los suelos y bien, todo se ve cuesta arriba contra el temible enemigo. El brazo de Naruto será el menor de sus problemas…

CCSakuraforever: Nubes ha a aparecido para dejar en claro que su nivel es tan distinto que barrió con todos y es un antagonista temible. Orochimaru simplemente ha tenido la suerte de aprovechar algo que estoy por revelar y al final, el objetivo final de Orochimaru era Naruto.

Y ahora, vamos al fic:

XLVI: Preludio a la destrucción

El choque fue intenso, mientras los dos combatientes se miraban fieramente.

Nubes y Orochimaru forcejeaban tratando de imponerse sobre el otro. El Rey Dragón Demonio sujetaba con la mano izquierda su muñeca derecha para empujar a su enemigo a través de la Sin Sword, mientras que el Rey Serpiente buscaba superar la fuerza de su oponente replicando la acción de su contrincante, para superar la siniestra arma de su enemigo con la Kusanagi.

- ¡Imbécil!- Nubes se mostró irritado -¡¿Crees que puedes vencerme sólo por ser un poco más fuerte ahora?!-

- Si estuviéramos parejos, no tendría oportunidad…- Orochimaru endureció la mirada y apretó los dientes -¡Pero en éste escenario, tal vez!-

- ¡¿Qué?!-

- Esa arma absorbe tu Chakra de forma infinita para producir un poder de impacto y corte inigualable…- El Sannin entrecerró la mirada -Eso significa… ¡Que sólo por usarlo tu Chakra se consume sin límite alguno!-

"¡Es cierto!" El peliazul endureció el semblante "Mi Chakra ha disminuido por haber combatido a Naruto usando la Sin Sword…" El Tercer Rey ahogó un gemido de ira "Si lo pienso un momento, partí en dos el arma de Naruto sin dificultad a pesar de ser de Adamantium, mientras que la espada de Orochimaru está resistiendo…" Ahogó una expresión de incredulidad "¡Mi poder se está debilitando!" Se mostró contrariado al sentir cómo comenzaba a ceder terreno ante la presión de su enemigo

- ¡Veo que ya entendiste!- El Sannin aumentó la fuerza que aplicaba en su arma -¡Con tu Chakra debilitándose segundo a segundo, yo tengo una oportunidad!-

Choun Shiryuu, Diva y Iron Courtain miraban expectantes el combate, que poco a poco se inclinaba en favor del Rey Serpiente…

"Orochimaru…" La Espadachín Legendaria observaba fijamente la contienda "Ahora que estás cerca de la muerte, finalmente has despertado como guerrero y brillas a plenitud, justo como una estrella fugaz antes de apagarse…" Al ver que su líder estaba en desventaja se dispuso a ayudarlo

- No tan rápido…- La alba se detuvo en seco al escuchar la advertencia de Alphonse, volteando a verlo desconcertada

- ¡Así es! ¡No sabes lo que vamos a hacer apenas nos sueltes, Choun Shiryuu!- Agregó Mercurymon, encarando a la Shogun del Kingun

- ¡Lo primero que haré, será hacer pedazos tu grässlich (horrible) cara!- Erica sonrió enseñando sus dientes

- Lo mismo va para ti…- Queen Machina sonrió altiva, cerrando los ojos -Toma en cuenta que apenas me mueva, te dejaré achicharrada, Sombra Sangrienta-

- Kh…- Sin dejar de sonreír, Diva reflejó la contrariedad en su mirada -Títere insolente…-

- ¡Ahhhhh!- El Sannin aumentó todavía más la fuerza con la que intentaba imponerse a su enemigo, una vez que lo tuvo contra una gran roca resultado de los escombros del combate contra Naruto

- ¡No me subestimes…!- Inesperadamente, Nubes le conectó una patada en el vientre, que lo envió hacia atrás un par de metros, mientras en su mano izquierda comenzaba a manifestarse una flama negra -¡Dark Rebellion!-

El Dragón de llamas negras se abalanzó a gran velocidad contra un Orochimaru que se reincorporaba con la rodilla izquierda todavía apoyada en el suelo. El Rey Serpiente se limitó a observar el inminente ataque y ante la expectación de los presentes, extendió su mano derecha para contener las fauces del dragón y ante la incredulidad del Rey Dragón Demonio, la Espadachín Legendaria y la Sombra Sangrienta, disipó el temible Jutsu por completo al cerrar la mano con firmeza al tiempo que se terminaba de levantar.

- Imposible…- Susurró boquiabierto el peliazul

- En un combate normal, ese Jutsu me habría reducido a cenizas… Pero al parecer tu Chakra ha disminuido demasiado-

- Kh…- Nubes entrecerró la mirada mientras alrededor de Orochimaru se manifestaba el violento Chakra de las Llamas del Inframundo

- ¡Y aprovecharé la oportunidad!- Levantó su mano derecha para apuntar al cielo con la Kusanagi, de la cual surgía el poderoso Chakra ardiente

- ¿Goukajaouken?- Susurró consternado el líder del Tengun

- ¡Prepárate, Nubes!- Con su espada imbuida del temible poder, el Rey Serpiente se lanzó de frente hacia el Rey Dragón Demonio.

- Kh…- El peliazul se limitó a apretar los dientes.

El impacto parecía inminente y Nubes no podía pensar en una forma adecuada para reaccionar, rebasado por las circunstancias…

En ese momento, una cadena violeta de eslabones con visibles púas y cuya punta asemejaba un Kunai afilado, salió disparada al frente, envolviendo de tal forma a Orochimaru que sus brazos quedaron presionados contra su cuerpo mientras el Chakra Gouka se disipaba violentamente y lo detenía en seco a un par de metros del Rey Dragón Demonio, ante la incredulidad de Iron Courtain.

- Je, je, je…- Todos voltearon a espaldas del Sannin, de donde había provenido esa voz familiar -Les dije que se iban a arrepentir, marionetas asquerosas…- Entrecerró su mirada con deleite -Y en cuanto a ti, experimento ingrato- Enfocó sus ojos en el consternado Orochimaru -Te atreviste a encerrarme a pesar de que fui yo quien te brindó ese poder… Vas a pagarlo-

Un maltrecho Mayuri Kurotsuchi tenía su mano derecha estirada al frente, de la cual surgía la firme atadura de Chakra que le impedía moverse al Sannin, sonriendo de forma realmente siniestra, con sus ojos abiertos a toda su capacidad y mostrando sus dientes con una sonrisa demencial…

- ¡Trottel infeliz!- Erica bramó contra Mayuri, ante la creciente impotencia de sus compañeros -¡¿Cómo te escapaste?!-

- Je, je, je, un mago nunca revela sus secretos…-

Recordó fugazmente a su fiel seguidora Merlin… A la que no le importó sacrificar estrellándola contra los barrotes y recibiendo una descarga que la mató casi al instante, mientras él aprovechaba para atacar y abrir un boquete en la prisión…

- ¡Adelante, Nubes-sama!- Mayuri exclamó triunfal -¡Acabe con el desgraciado de Orochimaru!-

Nubes dio un salto espectacular para tomar distancia de Jaou, luego posó su brazo derecho, al frente y segundos después la Sin Sword se desprendió de su cuerpo, elevándose poco menos de un metro de altura, mientras la estructura del brazo se alargaba para formar una lanza y las cuchillas mantenían el Chakra de corte e impacto activo, lanza que tomó el peliazul en el aire y tras girarla de forma vistosa sobre su cabeza con ambas manos, la tomó con la derecha como si fuera una garrocha, apuntando justo al boquete en el torso de Orochimaru…

- Excelente trabajo, Mayuri… ¡Que no se vaya a mover!- El Tercer Rey sonrió complacido

- ¡A la orden, Nubes-sama!- Bajando el brazo con el que producía aquella cadena, Mayuri presionó de tal forma al Sannin que lo dejó inmovilizado, haciendo un gran esfuerzo para permanecer de pie -¿Listo para irte al infierno con Akahei?- Sus ojos se inyectaron en sangre al ver con enfermizo regocijo a Orochimaru inmovilizado, a segundos de su muerte

- ¡Kh…!- El azabache forcejeaba en vano por soltarse -¡Maldición…!-

- ¡Orochimaru-sama!- Queen Machina gritó, desbordada por la impotencia

- ¿Cómo fue que habías dicho?- Diva se relamió los labios -Ah, si… Ten en cuenta que apenas me mueva, terminarás con su núcleo cruzado por mi arma…-

- ¡Orochimaru-sama!- Erica cerró los ojos, impotente

- ¡Si tan sólo pudiéramos movernos!- Mercurymon se lamentó, bajando la cabeza

- Orochimaru-sama…- Alphonse bajó la mirada

- ¡¿Listo, Orochimaru?!- Nubes sonrió triunfal mientras tomaba vuelo -¡No vayas a gritar!-

El Rey Dragón Demonio lanzó su temible arma, la cual se dirigía justo al centro del agujero en el cuerpo de Orochimaru.

- ¡Nooooo!- Gritó la azabache impotente, mientras derramaba gruesas lágrimas

- ¡Orochimaru-sama…!- Gritó el ser creado a partir de la Torre, con toda su fuerza

- ¡¿Gross?!- Erica volteó a su espalda

- ¡¿Qué ocurre?!- La habitual cara inexpresiva de Choun Shiryuu dio paso a una marcada sorpresa

- ¡¿Qué estás haciendo?!- El ser creado a partir del Caballero se mostró atónito.

Los ojos del Alphonse brillaron intensamente, mientras su cuerpo similar a una armadura se dividía en una numerosa cantidad de partes junto con un intenso estallido, revelando a un joven de cabellera rubia, atada en una larga coleta, portando un traje negro y una larga gabardina roja, cuyas manos eran iguales a las de Erica…

Libre de la atadura del Reisenrou de Choun Shiryuu gracias a que fue su armadura la que continuó restringida, Alphonse se dirigió a extraordinaria velocidad hacia la trayectoria entre la Sin Sword y Orochimaru, ante la incredulidad de los presentes.

- ¡Su velocidad es asombrosa!- Mercurymon exclamó sorprendido.

Sin dejar de luchar por soltarse, Orochimaru sabía que no había posibilidades de esquivar y mucho menos resistir el impacto de la Sin Sword directamente en sus carnes…

Nubes ahogó una expresión de sorpresa cuando vio que la letal arma se incrustó en el pecho de Adamantium de Alphonse, con cada punta clavada en lo que serían sus pectorales y emergiendo de lo que serían sus omóplatos. Con una expresión de dureza, Alphonse miraba fijamente al Rey Dragón Demonio.

- ¿Y Orochimaru?- El peliazul comenzó a alternar su mirada en todas direcciones, al ver que su presa había desaparecido -¿Dónde está Orochimaru?-

- ¡Alphonse!-

Las más cercanas servidoras de Nubes apenas pudieron hacerse a un lado para evitar una misteriosa esfera de luz rodeada por las partes de la armadura de Alphonse salvo el casco, que comenzó a alejarse de Serpentera, dentro de la cual se encontraban Orochimaru, Machina, Mercurymon y Erica.

- ¡¿Qué demonios?!- Mayuri alternaba la vista entre la esfera y su mano derecha, incapaz de saber cómo el Sannin se había liberado de su Jutsu

- Adiós, amigos…- Alphonse volteó a ver sobre su hombro a su líder y sus compañeros, sonriendo afable -¡Cuiden a Orochimaru-sama por mí!-

- ¡Alphonseeeeeeeee!- Exclamó el Rey Serpiente, entre la incredulidad y la impotencia.

La esfera comenzó a aumentar de velocidad, perdiéndose rápidamente en el horizonte mientras pequeños relámpagos se manifestaban entre la Sin Sword y su pecho. Cerró los ojos suavemente e instantes después su cuerpo terminaba por explotar violentamente. Mientras Orochimaru y Iron Courtain se alejaban en el poder de Alphonse, miraron sorprendidos el enorme estallido, que alcanzó a cubrir casi por completo la imponente cabeza del Palacio del Rey Dragón Demonio.

- '¿Cuiden a Orochimaru-sama por mí?' ¡Eres un estúpido, Gross!- Erica se soltó a llorar, mientras gritaba a todo pulmón -¡No puedes abandonar tu misión así como así!-

- Entonces fue él quien nos salvó de esa gigantesca explosión…- Queen Machina murmuró apenas con un hilo de voz

- Gracias…- Mercurymon bajó la cabeza -Fue por muy poco tiempo, pero serás irremplazable, querido amigo…-

- Alphonse…- Visiblemente abatido, Orochimaru cerró los ojos mientras terminaban de alejarse de aquél aterrador campo de batalla.

Al centro del cráter dejado por la explosión, la Sin Sword se reveló clavada en el centro, mientras varias partes de lo que alguna vez fuera Alphonse estaban tiradas por todo el lugar. Nubes emergió del polvo, en la misma posición en la que había lanzado su arma…

- Pudo escapar…- Nubes se orientó hacia el lugar donde había escapado el Sannin

- Nubes-sama- Choun Shiryuu y Diva descendieron para posarse a los flancos de su líder, mientras Mayuri se acercaba cauteloso y la alba llamaba su atención

- Jamás pensé que ese grandulón pudiera hacer algo así…- Murmuró la Sombra Sangrienta, mirando de reojo la destrucción a su alrededor

- Era la Torre, así que puede decirse que fue el llamado 'Enroque'- El Rey Dragón Demonio comenzó a caminar hacia su arma

- ¿Hm?- La Shogun del Kingun se mostró confundida

- Así se le llama a un movimiento especial en el ajedrez, donde la Torre y el Rey modifican sus posiciones de forma coordinada, ya sea para atacar o defender- Aclaró el peliazul sin dejar de dirigirse a su arma -Así que al haber sido creado a partir de la Torre, era normal que Alphonse tuviera una habilidad como esa…- Finalmente se posó junto a arma, cerca de la cual reposaba el casco de Alphonse, con los ojos completamente opacos -Pero, en un juego real, usar el Enroque cuando ya es Jaque Mate…- La liberó violentamente -¡Es una jugada ilegal!- Con expresión fría, destrozó la cabeza de Alphonse en varios pedazos, clavándole la Sin Sword -¿Hm…?-

Nubes volteó de reojo al cielo, al sentir un estruendo que parecía recorrer aquellas nubes negras que se habían formado sobre Serpentera. Entonces, de entre ellas comenzó a emerger una luz sumamente intensa…

El mar se agitaba violento, por ese extraño fenómeno, donde Ukitsu, Azula y Touma, sobre cuya cabeza Artemis sollozaba ante la posibilidad de morir ahogados, luchaban por mantenerse a flote. Mirando también entre atemorizados y boquiabiertos ese misterioso fenómeno.

- ¡¿Qué es eso?!- El arquero se mostró realmente confundido

- E-Es… ¿Es un ángel?- Murmuró la Vasto Lord, atónita

- ¿Un Ángel?- Murmuró la castaña, abriendo de repente sus ojos a toda su capacidad al recordar las palabras de Piccolo -No… ¡No!-

Era una figura que aparentaba ser una mujer humana de cabello azulado corto y totalmente desnuda, de varios metros de altura y largo de cuya espalda de tez clara surgían cuatro pares de alas transparentes, la cual introdujo sus manos en el océano y luego la sacó unidas, como su protegiera algo, abriéndolas para generar entre ellas una esfera de luz, la cual brillaba suavemente y que parecía contener una silueta humana, para luego comenzar a elevarse de nuevo hacia las nubes…

- Ese es…- Ukitsu negaba incrédula -¿Un mensajero de los Kami?-

- Imposible…- Touma se negaba a creerlo -Esto no puede estar pasando…-

- N-No… ¡Narutooooooo!- Sollozó Azula a todo pulmón -¡Espera por favor…!-

- Je, je, je- Nubes comenzó a reírse suavemente -Así que la Daitenshi baja una vez más al Ningenkai…-

- ¿Daitenshi?- Murmuró confundida la alba

- Es la mensajera de los Kami, que desciende al mundo cuando la vida del Kami no Senshi de la generación llega a su fin- Replicó seria la Sombra Sangrienta

- ¡Naruto no puede estar muerto!- La Princesa de la Nación del Fuego apenas podía mantenerse a flote, mirando impotente cómo su amigo parecía partir al paraíso -¡Espera! ¡Por favor no te lo lleves!-

- Yo gané…- Nubes declaró triunfal al ver cómo la Arcángel terminaba de desaparecer entre las nubes.

Karen continuó mirando pensativa hacia el cielo, cuando lo que parecían ser dos estrellas fugases se hicieron visibles, la cuales poco a poco comenzaron a aumentar su tamaño para finalmente revelarse como un par de estrellas de luz que se estrellaron a los pies de la Guardiana Espiritual, quien cerró los ojos con pesar.

Se trataba de la Armadura del Dragón y el Messiah Fist, las dos visiblemente deterioradas y mostrando los terribles estragos de la batalla que acababan de perder…

- ¡Oh, no!- La Mizukage fue la primera en horrorizarse -¡Es el arma de Naruto y la armadura de Shiryu!-

- No están con sus dueños, sino que han venido con Karen-san…- Ao negó con la cabeza, descolocado

- E-Eso significa que Naruto y los demás…- Umi respiraba con dificultad y fue tal su shock, que acabó por desmayarse

- ¡Umi!- El Ninja Cazador y la líder de Kiri de inmediato auxiliaron a la chica.

La pelirroja abrió los ojos, mostraron pesar en ellos y regresando la mirada al punto en que habían avistado las armas y armaduras.

Nubes lanzó la Sin Sword al aire, en cuyo trayecto regresó a su forma original de puño de armadura equipado con cuchillas, desapareciendo en el aire una vez que debajo se manifestó el agujero en el tiempo-espacio del que había emergido en primer lugar.

- Nada ni nadie es capaz de enfrentarme ahora…- El Rey Dragón Demonio volteó hacia el punto en que la Daitenshi se había llevado a Naruto, al tiempo que el cielo comenzaba a aclararse -Aunque la Daitenshi concibiera a un nuevo Kami no Senshi, tendrían que pasar al menos 10 años para que creciera lo suficiente como para intentar enfrentarme…- En ese momento sonrió de forma siniestra -Sin embargo, en tan sólo 10 días el Ningenkai no será nada más que el polvo sobre el que construiré mi Ryumakai…-

Mayuri permanecía un tanto alejado, receloso sobre cómo se iba a tomar el Rey de Dos Mundos que su investigación fuera el origen del poder de Quimera Parca con el que Orochimaru había amenazado su vida…

- Ven, Mayuri- Nubes se mostró con elegante amabilidad -Tu tendrás un papel importante en mi plan desde ahora-

- ¡Gracias, Nubes-sama!- El Doctor Diabólico sonrió aliviado

- Muy bien, ya no tenemos nada que hacer en este lugar- El Rey Dragón Demonio comenzó a caminar hacia el interior del gigantesco Serpentera -Solamente debemos estar alertas por la desesperada pataleta de Orochimaru, así que vámonos de aquí… Hay todo un mundo por destruir-

La imponente sombra de Serpentera se cernía sobre una aldea de considerable tamaño…

Al ver esa siniestra oscuridad envolviendo el lugar en su totalidad, la gente comenzó a huir despavorida… Abandonaron sus hogares, todos intentaban escapar de las claras intensiones siniestras de imponente palacio del Rey Dragón Demonio. Entonces, la parte central, lo que parecía ser la sede central del gigantesco completo que cargaba el imponente dragón, se posó justo al centro y dejó caer lo que parecía ser un enorme pilar negro que se clavó en el suelo, generando una onda expansiva que destruyó casi la totalidad de los edificios y acabó con la vida de cientos de personas en tan sólo un instante.

Sin Naruto y el Equipo Ryu, el mundo había quedado desprotegido para ser aniquilado por el Tengun y su aterradora fortaleza móvil flotante, que fácilmente superaba el tamaño de aldeas Ninja enteras.

En uno de los tantos miradores amplios, el Shogun del Raigun se encontraba recargado en uno de los tantos estilizados pilares que sostenía la cubierta que lo protegía del sol, mirando con sonrisa perversa cómo esas siniestras armas habían acabado con la vida de una gran cantidad de humanos y prácticamente habían dejado el poblado devastado. Finalmente, sólo quedó un perturbador silencio, que duró poco para que los gritos de auxilio y desesperación de los supervivientes se pudieran escuchar…

- Las Agujas de Control son el arma final de Serpentera y son piezas clave para el plan de su excelencia Nubes-sama…- Choun Shiryuu sacó a Mayuri de sus pensamientos

- Un poder destructivo enorme y solamente con dirigirse al blanco- El demonio entrecerró la mirada con deleite -Algo así sólo podía esperarse del Rey de Dos Mundos…-

- Mayuri…- La Shogun del Kingun miró fijamente a su compañero

- ¿Qué ocurre?- Cuestionó curioso el Doctor Diabólico -¿No disfrutas de la vista que nos regala el divino poder de Nubes-sama? Como tu recién nombrado consejero ahora que fuiste asignada como la Taishogun del Tengun en lugar del traidor de Orochimaru, te recomiendo que simplemente disfrutes…-

- Sólo quiero saber una cosa…- La alba entrecerró la mirada -¿Te percataste de que Orochimaru tenía en su interior el Dark Heart? Después de todo, tú fuiste quien lo convirtió en una Quimera Parca…-

- Desde luego- Mayuri sonrió de forma sutil -Era imposible no darse cuenta, pero decidí no decírselo y que se quedara así…-

- ¿Qué?-

- El quería pelear hasta la muerte y qué mejor forma de hacerlo que teniendo en su interior un objeto tan destructivo que destruiría casi a cualquier enemigo- El Doctor Diabólico se relamió los labios -Pensé que moriría como un mártir y así estaría satisfecho…-

Choun Shiryuu abrió los ojos a toda su capacidad, dejando ver aquellas siniestras pupilas rasgadas y una ira casi infinita en su mirada.

- ¿Quién te crees para subestimar a Orochimaru?- Aquellas palabras provocaron una sutil confusión en el Shogun del Raigun -Él se ofreció a tu experimento para hacerse más fuerte y pelear al frente en el campo de batalla, en cambio tú, sólo te has dedicado a aprovecharte de las victorias de los otros Shogun sin hacer el menor esfuerzo…-

- Je, je, je…- Mayuri soltó una risilla, confundiendo a Choun Shiryuu -Ustedes los dragones tienen un sentido del combate muy romántico a la vez que anticuado, en cambio nosotros los demonios sabemos que lo importante es la victoria, pero al final ambos seguimos siendo superiores… Por eso Shiryu fue vencido, mientras Shirona e Infernape terminaron hechos cenizas a manos de Nubes-sama y ni hablemos del miserable de Tung… Al final todo ha quedado entre los verdaderos representantes del Tengun de Nubes-sama; en resumen, tú tienes tu estilo y yo el mío, ya veremos quién prevalece al final-

- Je, je, je…- Ahora fue la sonrisa de la alba la que desconcertó marcadamente al demonio de piel blanca -Muy bien, será bajo tus reglas, Mayuri… Trabajaremos por el éxito de Nubes-sama, pero no olvides que al final, todos somos prisioneros de nuestras propias palabras…- Su gestó volvió a la seriedad habitual -Te mandaré a llamar después para planificar nuestros siguientes pasos, siéntete libre de recorrer Serpentera con total libertad, todos ya han sido notificados de que eres el cuarto al mando después de su excelencia Nubes-sama, Diva y yo…-

Sin decir nada más, Choun Shiryuu dio media vuelva y se perdió en la inmensidad del complejo…

"Muy bien, Choun Shiryuu, sólo faltas tú y ya llegará mi momento…" Una sonrisa demencial se puso de manifiesto en el rostro del Shogun del Raigun "¡Porque al final, el verdadero ganador es el que consigue prevalecer sin importar las formas o sus métodos!"

Luego de unos instantes, regresó su atención a la vista del vuelo que le brindaba el mirador.

El océano parecía estar calmado…

Entonces emergieron Azula, Touma y Ukitsu, visiblemente agotados, con Artemis sobre la cabeza de la morena.

- Oh…- Suspiró la Princesa de la Nación del Fuego -¿Cuánto llevamos nadando? Ya no siento las piernas ni los brazos…- Cerró los ojos, notoriamente cansada y empezó a hundirse lentamente -¡Ahhhhh!- Emergió de nuevo, dando una gran bocanada de aire

- ¡No te rindas, Azula-chan!- Ukitsu miraba consternada a su amiga, reflejando en su expresión el agotamiento

- Lo siento, pero ya no puedo- Murmuró lastimeramente -Ya no tengo, Chakra… No puedo ni caminar sobre el agua…-

- Sólo un poco más- Touma tomó el brazo de la princesa y lo colocó sobre su cuello -No te rindas…-

- T-Touma…- Nuevamente Azula empezaba a perder el conocimiento -Si, si… Si no nos salvamos, tengo que decirte…- Murmuraba al borde de la inconsciencia -Y-Yo… Yo…-

- ¡No digas esas cosas, no vamos a morir!- La Vasto Lord miraba realmente consternada a su amiga, que había perdido el conocimiento

- Ella tiene razón, debemos luchar hasta el final- El peliazul se enfocó en su amiga "Si tan sólo tuviera aunque fuera un poco de Chakra para usar mi Tenkuu no Yoroi…" Se mostró asustado -¡Vamos Azula, despierta!-

- ¡Azulaaaaaaaaaa!- Gritó a todo pulmón la Kankichi…

Poco a poco, comenzó a abrir los ojos. Pronto se dio cuenta de que estaba sobre algo duro y frío. Temerosa, enfocó lo que estaba debajo de ella, encontrándose con la vista del arquero tendido bocarriba en la arena, como si estuviera profundamente dormido. A su lado, estaba su mejor amiga, tendida de lado en el suelo, abrazando al también inconsciente gato de pelo blanco…

"¿Me trajeron nadando hasta aquí?"

Azula estaba en una posición un tanto particular: empapada, con el cabello suelto y recostada en el torso del Hashiba, mientras sus manos estaban posadas sobre su pecho. Apenas se percató de las implicaciones para un observador externo, se separó avergonzada de su amigo, dejándose caer a la arena de la playa hasta donde sus amigos habían logrado nadar mientras ella estaba inconsciente.

"Son geniales, chicos…" La castaña sonrió suavemente, mirando con ternura a su mejor amiga y al chico que le gustaba.

No muy lejos de la playa comenzaba un bosque, de cuyo interior se escuchó un rugido considerable y segundos después, apareció de entre los árboles lo que podía definirse como un dinosaurio de color anaranjado, similar a un tiranosaurio, cuya cabeza iba cubierta por lo que podría definirse como un cráneo marrón con cuernos a los costados y uno frontal, cuyos ojos rojos se enfocaron en los tres alumnos de Ryu…

"¿Es un saurio?" La princesa se mostró consternada ante el reptil de un par de metros de altura, que permanecía serio "Normalmente no sería rival para mí, pero mi Chakra está totalmente agotado…" Con dificultad, respirando agitada, Azula se pudo poner de pie, mientras sacaba un Kunai de entre sus ropas "Pero… Sólo yo puedo proteger a Ukitsu, a Touma y a Artemis" Se mostró fiera -¡Ven! ¡Ya verás que encontraré la forma de derribarte…!-

El saurio permaneció inmóvil, mientras la princesa permanecía expectante para reaccionar ante cualquier ataque del reptil. Entonces, el saurio regresó su atención al bosque y lanzó un rugido intenso, que resonó por todo el lugar, desconcertando visiblemente a la castaña.

- ¡¿Encontraste algo?!-

Azula parpadeó confundida cuando casi de inmediato, Sasuke Uchiha emergió del bosque acompañado por la líder del Ejercito de la Nación del Viento, Fuu Honouji y Sunset Shimmer.

- ¡Es la princesa Azula!- Exclamó sonriente la chica de cabello bicolor

- ¡También están Ukitsu y Touma!- Agregó la rubia

- ¡Bien hecho, Greymon!- Sasuke se acercó al saurio y le dio un amistoso golpe en el torso

- ¡Guarrrh!- Replicó sonriente el reptil

- Me dieron un susto de muerte…- Ante la mirada confusa de los recién llegados, la castaña se dejó caer de espaldas al suelo.

Era una amplia construcción de una sola planta, la cual estaba ubicada en medio de un frondoso bosque que la mantenía oculta a la distancia. Por uno de los amplios corredores de ese lugar, Greymon cargaba en brazos a la morena, en tanto que la princesa de la Nación del Fuego caminaba ayudada por la Kunoichi de Iwa y la Guerrera Mágica de la Nación del Viento le ayudaba a andar al peliazul. El gato dormía sobre el cuerpo de la Kankichi y Sasuke caminaba al frente del grupo.

- ¡Azula, Ukitsu, Touma, Artemis!- Fueron recibidos por Rimururu

- ¡Se encuentran bien-ttebane!- Kushina también estaba feliz por el regreso de los tres.

Las dos mujeres se acercaron a sus amigos para comenzar a atenderlos y mientras recibían el Ninjtsu Médico de la princesa de la Nación del Agua y de la Uzumaki, pudieron notar en que en ese lugar había una gran actividad, con varias personas ayudando a cargar pertrechos y varios combatientes entre Ninja, Samurai y demás.

- ¿Dónde estamos?- Murmuró confundida la castaña

- Estamos en una base secreta de la Nación del Rayo, venimos aquí justo antes de la explosión en Asgard, alguien nos salvó en ese preciso momento- Contestó la rubia

- ¿Y con eso te refieres a la Princesa Makoto, cierto?-

Azula volteó a ver a una hermosa adolescente ciertamente alta, de cabello castaño quebrazo atado en una coleta alta, ataviada con un uniforme Jounin de la aldea Ninja de su Nación y que dirigía con expresión decidida a los Ninja de Kumo y a los soldados de la Nación del Rayo…

A pesar de las atenciones de Rimururu y Kushina, los alumnos de Ryu estaban cansados y necesitaban recuperar sus energías, así que estaban recostados en una de las tantas habitaciones del complejo. Habían cambiado sus vestimentas por ropas de dormir y a pesar de estar a salvo por el momento, se podía notar el pesimismo en su rostro.

Los acompañaban Rimururu, Kushina, Sunset y Kurenai Yuuhi.

- Entonces… Estuvimos a la deriva en el mar por seis días…- Murmuró Touma, distante

- Desde entonces, el Tengun inició un bombardeo sin precedentes por todo el mundo con esas extrañas torres negras…- La castaña mayor se mostró consternada -Día a día… El puerto de Nami, el Monte Hokage, el desierto Tenryou al norte de Suna, la capital del País del Hierro, el Valle Unraikyou, el volcán al norte de Cydonia, la capital del la Nación del Fuego y Daikanishima… Han sido siete puntos- Rimururu levantó la mirada -Al principio no entendía por qué no simplemente atacaban las aldeas Ninja y las capitales de las Naciones Elementales… Pero ahora que ustedes nos han dicho su verdadero objetivo, todo tiene sentido-

- Es que no importa el lugar…- Sunset se mostró frustrada e irritada -El Rey Dragón Demonio no planea invadir el mundo… ¡Sino destruirlo por completo!-

Tras la declaración furiosa de la chica de cabello bicolor, se formó un silencio incómodo, el cual duró algunos segundos, mientras todos permanecían sumidos en sus propios pensamientos.

- Oigan- Rimururu sonrió suavemente -Pero ustedes volvieron a salvo y no es seguro que Naruto y Shiryu hayan muerto, ¡estoy segura de eso!-

- Ojalá tenga razón, princesa…- Touma suspiró mientras se dejaba caer en la cama, mirando hacia el techo de la habitación, sorprendiendo a la castaña mayor

- Nosotros vimos cómo la legendaria Daitenshi se llevó a Naruto a los cielos…- Azula se sentó pensativa al filo de la cama

- Y mi hermano e Infernape, se pusieron delante del Jutsu de Nubes para intentar protegernos y…- La morena no pudo resistir más y se cubrió el rostro con las manos, soltándose a llorar

- Si Orochimaru no hubiera aparecido, nosotros ni siquiera estaríamos aquí- El peliazul cerró los ojos con pesar

- Ese monstruo nos venció por completo…-

Touma pensativo y Azula abatida con el sollozo de Ukitsu como fondo. Los alumnos de Ryu realmente había sido derrotados por el temible Nubes y sólo la inesperada intervención de Orochimaru los había salvado de la muerte.

"Me siento inútil…" Rimururu bajó la cabeza, impotente "Azula, Ukitsu y Touma han vivido en su propia piel el horror de enfrentarse a Nubes y yo que no he tenido la experiencia, no puedo entender realmente cómo se sienten ahora como para lograr animarlos…"

- No importa lo que intentemos, no servirá de nada…- El peliazul respiró profundamente

- Ryu se los debió de haber dicho… Ella no entrenaba fracasados ni mediocres-

Apenas palabras de inmediato hicieron reaccionar de inmediato a los tres alumnos de la aludida, que voltearon de inmediato a la entrada para encontrarse con una mujer de cabellera azul corta, de mirada gris y hosca, que vestía un pantalón entallado de color negro, botas del mismo tono, un top sin mangas blanco, que le dejaba visible su trabajado abdomen y en su frente portaba la banda de Kumo.

- Parecía lo contrario, pero ella se encariñaba muy rápido con las personas y pasaba a considerarlas como sus valiosos tesoros…- Aquella mujer estaba cruzada de brazos, recargada en el marco de la puerta

- ¿Q-Quién es usted?- Preguntó la Vasto Lord, tímidamente

- Ella es Suikyou-san- Replicó sonriente Rimururu -Ella estaba con Makoto-sama cuando fue a alertarnos de la explosión de Asgard y nos dirigió para evacuar de la mejor forma posible…-

- Un momento… ¿Tía Kasumi?- El arquero se mostró confundido

- ¿La conoces?- Le preguntó una Azula discretamente sorprendida

- Pensé que no me recordarías- La mujer sonrió suavemente -Sólo te había visto dos veces, una cuando naciste y la otra cuando falleció tu padre…-

- ¿Es hermana de Ami-san?- Preguntó curiosa la castaña menor

- Su prima realmente- Replicó la mujer -Como sea… Ryu confió en ustedes, porque así como la veían de dura, sádica y cruel, en realidad siempre quiso dejar a sus alumnos lo mejor preparados posible para cualquier dificultad que enfrentaran en el futuro… Si la hubieran conocido de niña, creerían que era una persona totalmente distinta-

- ¿Y cómo conoces a Ryu-sensei?- Preguntó el Hashiba, expectante

- Fue mi mejor amiga- Kasumi sonrió suavemente -Y por eso sé, que si estuviera en el lugar de ustedes, ella buscaría la forma de vencer al Rey Dragón Demonio-

- P-Pero…-

- No crean que ella enfrentó al Rey Serpiente con un plan o algo así… Sobre la marcha se hizo más fuerte creyendo que lograría su meta de salvar al mundo, ella no lo tuvo fácil y a pesar de perder amigos y seres queridos, ella siguió adelante… Se aferró a sus esperanzas y a los recuerdos de sus valiosos tesoros para hacer realidad un milagro- Suikyou sonrió suavemente -Yo no sé qué signifique pelear contra algo como el tal Nubes, ni siquiera puedo imaginarlo, pero estoy segura que en su lugar, Ryu le hubiera puesto el dedo medio a ese sujeto y no se daría por vencida… Ella ya no está en este mundo, pero dejó algo más importante que poder- Kasumi aumentó la expresión de su mirada, regalándoles una hermosa sonrisa a los tres alumnos de su mejor amiga -Los dejó a ustedes, por el simple hecho de que lo quiso hasta el final y ofreció lo mejor de ella para sus seres queridos…-

Las palabras de Suikyou resonaron en Azula, Touma y Ukitsu…

Era cierto que sus entrenamientos eran terriblemente duros y crueles, pero siempre dio lo mejor por ellos, nunca los dejó a su suerte y siempre vio por ellos. Ellos estaban conscientes de que su fallecida mentora los amaba por el simple hecho de ser ellos y si bien no era la mejor para expresarse, sus acciones siempre hablaron más que sus palabras.

- Es cierto- El peliazul levantó la mirada -Ryu-sensei no se hubiera rendido, ni siquiera en un escenario como éste-

- No debemos darnos por vencidos- Ukitsu cerró los ojos por un momento -No sólo por ella, si no quienes ya no están-

- Y por quienes siguen aquí- La princesa de la Nación de Fuego recuperó la fiereza en su expresión

- ¡Vamos!- Los tres alumnos de Ryu se pusieron de pie para acercarse a Suikyou, quien asintió con la cabeza

- Iremos, pero por ahora recuperen sus fuerzas- Kasumi adoptó una expresión seria -La verdad es que estuve investigando algo por bastante tiempo y finalmente ha llegado la hora de que lo utilicemos para esta difícil situación, así que los necesitaremos en plenitud para cuando llegue el momento… Nos veremos después- Dio media vuelta y se retiró de la habitación mientras Azula, Touma y Ukitsu volvían a recostarse

- Ella es diferente a cualquier persona que haya conocido en el pasado…- Sunset miraba hacia la dirección que había tomado aquella mujer -Parece lo contrario, pero es amistosa-

- Mi madre de por sí es muy inteligente y ella dice que la tía Kasumi es la persona más inteligente del mundo…- El Hashiba se recubrió con sus cobijas -Sólo queda creer…-

- Es cierto- Azula recostó la cabeza sobre sus manos -Dar lo mejor de nosotros y creer…-

- Sólo espero que podamos lograrlo- La Vasto Lord suspiró, sumida en sus pensamientos

- ¡Princesa Rimururu!-

Kuvira entró violentamente a la habitación, dejando ver una consternación palpable en su rostro, interrumpiendo la tranquilidad que había quedado en la habitación tras la partida de Kasumi Suikyou.

- ¡Por favor, la necesitamos en el centro de operaciones de inmediato!-

- ¿Qué sucede?- La Daimyo de la Nación del Agua se mostró desconcertada

- ¡Se ha registrado un nuevo ataque del Tengun en Iwa…!- Replicó desesperada la General de la Nación de la Tierra, al borde del llanto.

Sus palabras llamaron la atención de todas las personas presentes, dejando especialmente horrorizada a Sunset Shimmer, que de inmediato comenzó a derramar lágrimas…

El imponente complejo flotante Serpentera avanzaba al frente luego de colocar la siniestra Aguja de Control en el centro de Iwa, destrozando con una facilidad aterradora poco que la Shogun del Fuugun había dejado de la Torre Tsuchikage.

En el amplio domo de cristal de la Sala del Trono de Serpentera, ubicada en la construcción más alta del complejo, Nubes miraba con discreta sonrisa la escena, dejando ver un atisbo de aburrimiento en su mirada…

- A pesar de lo que ha sucedido en los últimos días, todo termina igual de tranquilo, sin que los asquerosos humanos se atrevan a desafiarme…- El Rey Dragón Demonio se colocaba las manos en la nuca para recargarse cómodamente en su trono, ante las miradas de Mayuri, Choun Shiryuu y Diva, sobre cuyo hombro izquierdo estaba posada la gata Luna

- Estoy completamente de acuerdo con usted, Nubes-sama- El Doctor Diabólico sonrió suavemente, cruzado de brazos, mientras la Espadachín Legendaria miraba de reojo a su nuevo subalterno

- De hecho, creo que es todo lo contrario…- La Sombra Sangrienta dio unos pasos con la expectación sobre ella y procedió a extender su mano derecha al frente…

En ese momento, poco a poco comenzó a materializarse lo que parecía ser una tablilla de madera de grandes dimensiones, en la cual estaban grabados los números de 1 al 9 y las letras del alfabeto latino. De inmediato, apareció la mano de un esqueleto en medio del aire y comenzó a señalar algunas letras y un número, cuyo mensaje se iba manifestando sobre la tabla en medio de unas llamas sombrías…

Light 5

- Lo he intentado varias veces y siempre recibo el mismo mensaje de los muertos…- Diva bajó la mano, provocando que la tablilla y aquella mano desaparecieran en medio de ese fuego siniestro -No es una buena señal…- Agregó, mirando fijamente a su líder

- ¿Te refieres a que los patéticos humanos todavía planean intentar algo contra mí?-

- Es lo más probable… Recuerde que los muertos siempre me mandan las señales correctas del futuro- Replicó la asesina del Tengun

- De acuerdo…- La sonrisa de Nubes se tornó siniestra -Habrá que sacar a las alimañas de su madriguera y nada mejor que ofrecerles algo que seguramente no podrán rechazar-

La Aldea de Konoha estaba ya cubierta por la noche…

El ataque sorpresa del Tengun se había llevado la vida de decenas de personas, pero el verdadero golpe a la gente había sido la destrucción de su monumento insignia, el Monte Hokage. Había sido un impacto demoledor para la moral y se podían contar con los dedos de la mano a aquellos quienes todavía creían realmente que se podía hacer algo contra el enemigo.

Aquella siniestra Torre Oscura dominaba el paisaje como un crudo recordatorio de que al final, sólo les esperaba la muerte y la destrucción si se atrevían a desafiar al Tengun.

Entonces, los heridos del ataque y los todavía convalecientes del combate contra Shirona, miraron incrédulos al cielo, ya que de repente se iluminó como si surgiera el sol en medio del firmamento estrellado. Cuando sus miradas se aclararon, pudieron darse cuenta de que en realidad se trataba de una desnuda figura femenina de enorme tamaño y alas transparentes similares a las de una libélula, que permanecía en el cielo, sosteniendo entre sus manos una esfera de luz, la cual arropaba cerca de su pecho…

- ¡¿Qué es eso?!- Gritó la aterrada Sakura Haruno a todo pulmón, aterrada ante el pensamiento de que fuera otro ataque del Tengun -¡¿Otra vez van a atacar?!-

- No…- Tsunade trató de mantenerse calmada en lo posible -No parece que pretenda atacar…- Pasó saliva por la garganta "Entonces… ¿Qué es?"

Poco a poco, despertó.

Lo primero que hizo cuando su mente se despejó, fue tentarse su extremidad mutilada, para darse cuenta de que nuevamente tenía su brazo derecho. Después de unos momentos tratando de normalizar su respiración, finalmente pudo calmarse y entonces se dio cuenta de que estaba en un lugar muy extraño. El suelo era suave, pero sólo se hundía un poco, había una niebla sutil, que no le impedía ver, aunque a su alrededor, sólo era posible ver hacia el horizonte y encontrarse con un cielo de atardecer que no parecía cambiar.

- ¿Dónde estoy?- Murmuró, visiblemente confundido -¿Acaso me salvé?-

- No… Tú ya moriste-

Naruto volteó a su espalda, para encontrarse con aquella figura celestial identificada como la Daitenshi, mensajera de los Kami, que con expresión indiferente, lo miraba fijamente. Aquella mujer de ojos carmesí y cabello corto de un tono azul sutil, estaba de pie, con su espalda mostrando tres pares de alas cristalinas, como de insecto.

- ¡¿Quién es usted?!- El Namikaze se mostró realmente sorprendido por el aura celestial y confortable que emanaba aquella mujer que aparentaba estar en la adolescencia

- En mi vida original fui Rei Ayanami… Con el pasar del tiempo y mi consagración a los Kami, pasé a ser la mensajera que los conecta con los tres mundos- Respondió la mujer, con tono suave, sin que su boca se moviera, pero perfectamente audible -Mi deber principal es dar consuelo en su lecho de muerte a los Kami no Senshi que vivieron sólo para combatir y tomar su alma para darle nueva vida en su ciclo de reencarnación…-

- Ahora recuerdo- Naruto se mostró pensativo -Azula me contó que la Daitenshi se encarga de darle vida a los Kami no Senshi…-

Ahogo una expresión de sorpresa al comprender que realmente había muerto, posiblemente ahogado porque fue incapaz de nadar para salvarse entre el horror que le había provocado su derrota contra el Rey Dragón Demonio y la carencia de su brazo…

- E-Entonces estoy muerto…-

- Así es… Ahora tu alma se ha unido conmigo y no tardaremos en ascender al Shinkai (Mundo Divino), que habitan los Kami y que está fuera de este plano…-

- ¿Entonces nacerá otro Kami No Senshi?- Murmuró Naruto, resignado, impotente.

Rei no contestó de inmediato.

- No…- Negó con la cabeza suavemente -La historia del Kami no Senshi termina hoy contigo-

- ¿Q-Qué?- El rubio se mostró atónito

- El Kami no Senshi había nacido con el objetivo de vencer a los humanos, demonios y dragones que alteraban el equilibrio entre los Tres Mundos, para mantener la paz- Rei cerró los ojos con pesar -Sin embargo, conforme pasó el tiempo, los injustos comenzaron a aumentar más y más su poder, al punto que actualmente, el Rey Dragón Demonio, Nubes, ostenta un poder que en combate claramente supera el de los mismísimos Kami-

Aquellas palabras dejaron visiblemente impactado al Namikaze.

- Ahora, ni siquiera el Kami no Senshi tuvo el poder para acabar con Nubes…- Abrió los ojos suavemente -Posiblemente, sea el hecho de la existencia misma del Kami no Senshi lo que eventualmente influyó para que el mal alcanzara esos niveles de poder-

- ¡¿Qué dices?!- Finalmente Naruto reaccionó, horrorizado por lo que escuchaba

- Fue por esa razón que finalmente decidí terminar con la historia del Kami no Senshi… Además de eso- Agregó la Arcángel con pesar -La Kiganjou Hexerei está drenando mi fuerza de vida luego de lanzarme una maldición desde su encierro… Ya no tengo la energía suficiente para darle vida a un nuevo Kami no Senshi… Lo que ves es sólo una imagen de mí misma guiando tu alma al descanso eterno, dejando tu cuerpo terrenal en el sitio al que te sientes más vinculado…-

- E-Entonces…- Naruto se dejó caer de rodillas, posando sus manos en el suelo, consternado por la noticia -¿Entonces nadie podrá enfrentarse a Nubes? ¿El mundo va a ser destruido?-

- Déjalo ir…- Rei retomó la palabra -Ya no tienes que preocuparte de lo que suceda en el Edo (Mundo Impuro), ahora visto iremos a descansar juntos al Shinkai…- Comenzó a emanar un suave resplandor, mientras el rubio cerraba los ojos, sabiendo que no había nada más que decir o hacer.

Sin embargo, aquella luz se extinguió violentamente, lo que llamó la atención de Naruto, que nuevamente levantó la mirada, para observar confundido a la Daitenshi, quien a su vez miraba intrigada al chico…

- No lo entiendo…- La peliazul se mostró confundida -Puedo sentir dos almas en ti…-

Poco a poco, de Naruto comenzó a liberarse una luz suave y cálida de color violeta, la cual se posó junto al Namikaze y gradualmente iba adquiriendo forma humana…

- Ah, pero…- El rubio miraba, tan desconcertando como confundido -¡Mamá!- Aquella silueta finamente se reveló como Shirona

"¿Mamá?" Repitió confundida Rei Ayanami en su mente

- Daitenshi…- Shirona encontró los ojos rubí de la Arcángel con su mirada esmeralda -En realidad la última Kami no Senshi soy yo, Shirona… Éste niño, Naruto, recibió la vida a través de mí y es producto de la relación que tuve con un humano… Es mi muerte la que te trajo de nuevo al Ningenkai-

"¿Entonces volvió a suceder?"

Rei recordó fugazmente a Wan, el primero de sus hijos en su labor como mensajera de los Kami; junto con Kaguya, una humana artificial resultado de los experimentos conjuntos de Nubes y Hexerei, habían engendrado a un híbrido que había recibido una versión limitada y corrompida del Rinnegan. Sin embargo, ahora al ser la madre la que portaba el poder de los dioses, la pureza del Rinnegan fue tal, que no pudo distinguirla y pensó en el chico como el hijo que originalmente había dejado… Incluso para ella, el milagro de la vida le impedía saber si la vida que dejaba en el mundo era mujer u hombre y sólo cuando descendía al mundo terrenal podía confirmar si su progenie era lo uno o lo otro, antes de reiniciar el ciclo…

- La vida de mi hijo todavía no se extingue- Shirona se mostró solemne -Te ruego que le des una oportunidad más…-

- ¡P-Pero, mamá!- Naruto se levantó de golpe para mirar a su madre

- No tiene caso…- Rei negó suavemente con la cabeza -Sin importar cuánto poder tenga, no será capaz de derrotar al Rey Dragón Demonio, sólo regresaría para volver a experimentar ese horrible sufrimiento…-

- Yo no pienso así- La pelirroja suavizó su expresión -De hecho, Naruto posee algo superior al poder… ¡Algo que no ha tenido ningún Kami no Senshi en el pasado!-

- P-Pero…-

- Entonces dime…- Shirona cerró los ojos -¿Por qué los Kami han permitido que mi amor por Minato diera como producto a mi hijo luego de lo acontecido con Wan?- Abrió los ojos, mostrando una firme convicción -¡Él es la última esperanza! Los Kami reconocen los límites del Kami no Senshi… En un mundo donde el poder y la fuerza lo gobiernan todo, sólo los sinceros lazos de amor y amistad, nos darán la esperanza mientras no dejemos de perseverar-

- Pero es que…-

- ¿No lo crees así? Seguramente por eso los Kami me dejaron tener el privilegio de darle vida a mi amado Naruto…- Shirona entrecerró la mirada, mientras las lágrimas amenazaban con salir -¡Te lo ruego, madre!-

La mirada de ambas mujeres se encontró por interminables segundos…

- De acuerdo…- Rei asintió solemne -Yo ya no tengo energía suficiente más que para proyectar esta imagen en sus almas, así que le daré toda la vida que me queda a Naruto…-

Sobre el cielo de Konoha, los supervivientes a los acontecimientos devastadores del último tiempo, miraban boquiabiertos cómo aquél ente comenzaba a brillar con una luz cálida, que les producía una sensación de alivio y que a los heridos poco a poco comenzaba a sanarlos de forma que ni siquiera la maestría en Ninjutsu Médico de la Sannin de las babosas podía igualar…

- Hijo…- Shirona y Naruto quedaban frente a frente, mirándose fijamente -Desde ahora tú serás quien escriba su propia historia… El milagro de la vida y los lazos que compartes con tus amigos te permitirán realizar un milagro si no te das por vencido- Se acuclilló junto a él y lo abrazó de una forma que le hizo sentirse rodeado de una calidez que jamás había sentido -Ten una hermosa familia y cuida a todos tus seres queridos…-

- Mamá…- Se aferró a ella y se soltó a llorar -¡Yo no puedo hacerlo solo! ¡Te necesito conmigo! ¡No te vayas!- Shirona negó suavemente con la cabeza, finalmente dejando salir las lágrimas

- Nunca estarás solo- La pelirroja se separó de él para regalarle una sonrisa plena mientras posaba su mano derecha en el costado izquierdo del pecho de su hijo -Tienes a tus amigos y tu papá y yo, siempre estaremos aquí…- Shirona comenzó a desaparecer en partículas de luz, mientras le limpiaba sus lágrimas -Siempre…-

- ¡No te vayas!- Nuevamente, se arrodilló en el suelo una vez que su madre terminó de desvanecerse -¡Mamaaaaaaaaá!-

Todos miraban el cielo, donde la luz les impedía saber qué estaba sucediendo hasta que ese misterioso resplandor poco a poco comenzó a extinguirse…

Finalmente, sólo quedo Naruto en medio del cielo, descendiendo suavemente hasta quedar en el suelo, con sus dos piernas y sus dos brazos extendidos. Shizune Katou fue la primera en reaccionar y junto con Iruka Umino fueron los primeros en acercarse para ver que realmente era Naruto quien había descendido del cielo. La pelinegra de inmediato colocó su oreja izquierda en el pecho del rubio, para comprobar que estaba vivo, escuchando el fuerte latir…

- ¡Gracias a los Kami, Naruto!- Shizune acomodó al chico en su regazo, ante la mirada expectante del Chunin

- ¡Rápido! Que alguien busque a un Ninja que sepa el Undoufuujin, ¡hay que llevarlo de inmediato a la base secreta!- Tsunade se acercó, tomando el mando

- ¡A la orden!- Iruka dio media vuelta para seguir la orden

- Mamá…- Murmuró entre sueños el rubio, llorando -No me dejes…-

En la base secreta se respiraba un aire de renovada esperanza, una vez que se había esparcido la noticia de que el Ninja Naruto, valiente Ninja que había encabezado la resistencia contra el Tengun prácticamente desde el inicio de la guerra, había regresado…

No tenían forma de saber que había vuelto de la muerte gracias a la petición de la última Kami no Senshi a su madre.

Luego de ser llevado desde Konoha, fue alojado de inmediato en una habitación ocupada un par de días antes por sus amigos, que lo contemplaban con alegría, durmiendo profundamente. Hinata y Nami cuidaban de él devotamente, mientras que Azula, Touma, Rimururu, Ukitsu, Kushina, Sasuke y Artemis sobre la cabeza de la princesa menor, miraban sonrientes la escena, alguna derramando traicioneras lágrimas…

- No sé si esté bien o mal que un hombre llore, pero la verdad no me importa…- El peliazul se limpió un par de gotas del líquido salado de sus mejillas.

Quienes estaban de pie se dispusieron a salir de la habitación, dejando solas a las dos chicas de Doujutsu con su novio. La Uchiha limpiaba el rostro del Namikaze con una toalla húmeda en tanto que la Hyuga le acomodaba la almohada.

- Naruto-kun- Nami susurró, al borde del llanto -No sabes cuánto nos alegra que sigas con vida-

- N-No sabemos qué habríamos hecho sin ti- Hinata agregó, apretando sus manos delante de su pecho -Gracias por seguir con nosotras…-

Finalmente, las dos rompieron a llorar recostando las cabezas en el pecho del chico.

El grupo de los alumnos de Ryu se dirigió hacia la sala de reuniones, donde Kasumi Suikyou se encontraba sentada en una de las varias sillas de la enorme mesa redonda sobre la que estaba un plano enorme del Ningenkai, con las piernas cruzadas y posadas recargadas sobre la mesa…

- Naruto ya descansa, sus heridas han sanado por completo y lo que sea que haya pasado en Konoha, recuperó su brazo perdido en la pelea contra Nubes…- Touma miró expectante a su tía, quien posó sus ojos en su sobrino

- Ya era hora de tener buenas noticias- Replicó la mujer, seria -Y siendo flexibles, yo les tengo otra noticia que es buena y mala a la vez…-

- ¿Qué ocurre?- Preguntó Azula, expectante.

Como respuesta, la mujer le lanzó una hoja al grupo, que la Vasto Lord atrapó en el aire, revisando el texto junto con sus amigos, el cual era una larga escritura de caracteres ilegibles que por más que trataron no pudieron entender…

- ¿Qué es esto?- Preguntó confundida la princesa mayor

- Es un mensaje que el Tengun envió por medio del Chakra a todo el mundo en lengua dragónica antigua…- Kasumi respiró profundo -Les traduciré…-

Para todos los insignificantes y asquerosos humanos del Ningenkai…

En unos días, yo, el todopoderoso Rey Dragón Demonio, Nubes, destruiré su miserable mundo sin dejar ni el polvo.

Resígnense, no tiene forma alguna para siquiera intentar detenerme y menos después de la escaramuza de hace unos días, en la que acabé con la vida de Naruto, el único entre ustedes capaz de por lo menos, hacerme tomar una batalla en serio.

Y para celebrar el magno evento de la inevitable destrucción del Ningenkai, se llevará a cabo la espectacular ejecución del Shogun traidor superviviente a la batalla antes mencionada, Shiryu de Dragón, que apoyó a los humanos que se atrevieron a desafiarme…

Si no están interesados, pueden esperar su muerte tranquilamente, pero si les interesa, la sentencia se llevará a cabo en las Montañas del Cementerio, al Norte de la Nación del Fuego, pasado mañana al amanecer…

Resígnense y mejor disfruten este preludio a la destrucción de su mundo, basura inmunda.

- ¿Cuáles son sus órdenes, Ozai-sama?-

La comandante general de las Fuerzas de la Nación del Fuego, Guila, se mantenía expectante a las órdenes de su líder, luego de comunicarle la traducción de aquél mensaje que había aparecido como llamaradas negras en el cielo de todo el Ningenkai…

- Es hora de movilizarnos hacia la base oculta de la Nación del Rayo- Replicó el líder de la Nación del Fuego, poniéndose de pie -Que se queden cuerpos base y nuestros mandos de rangos medios por cualquier eventualidad y para mantener el orden, pero es hora de que intervengamos en la lucha contra el Tengun- Concluyó mientras se colocaba una capa marrón sobre sus ropas imperiales, sin detenerse

- ¡A la orden, Ozai-sama!- Guila asintió firme.

- Muy bien, es hora de irnos los que estemos en condiciones físicas y mentales para combatir… Posiblemente esta sea la última batalla y no habrá lugar para las dudas o el miedo…-

Sarutobi se dirigía a su gente, luego de que tras el milagro que había devuelto a Naruto a la vida, los supervivientes a los dos eventos catastróficos más severos que había sufrido Konoha en su historia sanaran de sus heridas gracias a aquella luz milagrosa. Todos permanecían atentos a las palabras de su líder.

- ¡Vamos, Sensei!- La Sannin fue la primera en dar un paso al frente -Ahora que todos están bien, puedo dejar mi puesto y participar en el campo de batalla-

- ¿Qué hay de Jiraiya?- Preguntó el anciano, luego de que tras las palabras de la muestra de valor de la famosa Kunoichi, varios Ninja, encabezados por Shizune, comenzaban a avanzar hacia su líder también

- Jiraiya llegará en el momento adecuado, no se preocupe, Sarutobi-sensei-

- Muy bien… ¡Entonces vamos!-

El palacio de Mikoto, la capital de la Nación del Viento, era bastante lujoso tanto por fuera como por dentro, siendo una construcción de varios pisos y en cuya sala del trono, el Daimyo de la Nación del Viento, Gaoh, tomaba un sorbo de un platillo con sake, que luego colocó en un taburete junto a su asiento real.

- E-Entonces… ¿Entonces qué haremos, Gaoh-sama?- Preguntó ante él, uno de sus temerosos consejeros luego de revelarse la traducción del mensaje del Rey Dragón Demonio

- Si tienen tiempo para aterrorizarse, pueden traerme otro trago- Tomó la botella cercana y la agitó, revelándola vacía

- Pe-Pero…-

- ¿Qué más podemos hacer? Yo le he apostado todo a Naruto y Fuu encabeza las fuerzas de nuestra Nación en la base secreta de la Princesa Makoto- Replicó tranquilamente mientras una insegura sirvienta le cambiaba la botella vacía por otra llena y le servía un poco más de licor en su platillo -Hecho todo lo humanamente posible, sólo podemos esperar la ayuda del cielo…- Orientó su mirada hacia el techo de la amplia y elegante sala del trono -Vamos Kami, ayúdennos un poco, es todo lo que pido…- Susurró mientras bebía de un trago todo el contenido del platillo.

Serpentera era un lugar realmente enorme…

Y en lo más profundo había una mazmorra oscura, de retorcidos barrotes de apariencia orgánica y muros que asemejaban el interior del estómago de alguna criatura. Recargado a ese particular muro, sujetado de cintura, cuello, muñecas y tobillos, Shiryu se encontraba suspendido un par de metros del suelo. Se notaba maltrecho y sólo vestía el pantalón negro que complementaba su desaparecida Armadura del Dragón.

"Sigo con vida…" Pensó, con los ojos cerrados, tratando de hacer el menor esfuerzo posible "Pero… ¿Por qué? Infernape y yo intentamos detener el ataque de Nubes, pero nos superó fácilmente… ¿Por qué estoy vivo? Ya deberían haber acabado conmigo…"

- Veo que ya despertaste, Shiryu…- El azabache abrió los ojos para clavar la mirada en la recién aparecida Choun Shiryuu, que a su lo observaba detenidamente

- Shiryuu…- Replicó débilmente el Caballero del Dragón -¿Qué planean? ¿Por qué sigo con vida?-

- Creo que recuerdo haberte dado ésta lección desde hace bastante tiempo, Shiryu- Replicó la Espadachín Legendaria, inexpresiva -Cuando se aniquila al enemigo, conforme va siendo exterminado, es más difícil para el cazador acabar con su presa entre menor sea ésta… Y en esos casos, lo mejor es atraerla hacia ti, justo como pretendiste hacerlo contra Naruto y sus amigos, ¿recuerdas?- El humano cerró los ojos -De igual forma, pasado mañana al amanecer serás ejecutado por orden de su excelencia Nubes, tu miserable destino sólo es la muerte… Sin embargo- El azabache volvió a abrir los ojos para mirar confundido a su otrora maestra -Sería una pena acabar con alguien a quien entrené de la forma que lo hice contigo, así que todavía estás a tiempo de salvarte…- La recién ascendida a Taishogun del Tengun extendió su mano derecha al frente, con la palma posada hacia arriba, apareciendo un cáliz dorado en ella -¡Basta con beber mi sangre de Dragón de éste cáliz! Así podré recibirte de nuevo entre mis sirvientes…- Los ojos de pupilas rasgadas de la intimidante mujer se clavaron en el Caballero del Dragón

Un silencio profundo se apoderó del lugar durante varios segundos luego de la declaración de la alba. Alumno y maestra se miraron fijamente durante ese lapso…

- Déjame pensarlo… Necesito tiempo, para pensarlo- Fue el humano quien rompió el contacto visual, cerrando los ojos

- Hm…- Choun Shiryuu cerró los ojos y sonrió de forma casi imperceptible -Pero no olvides, que te quedan menos de dos días para decidirlo- El cáliz en su mano desapareció en un instante -Si para pasado mañana al amanecer no has decidido, sólo te espera la muerte…- Acto seguido, la Shogun del Kingun desapareció.

En la soledad de aquella siniestra y lúgubre prisión, Shiryu se puso a pensar.

Estaban sus amigos. Claramente la intensión de Nubes era usarlo de carnada contra ellos, porque seguramente, de enterarse, irían a rescatarlo sin dudarlo ni un instante. Bien podría morderse la lengua y morir ahí mismo, puesto que si Choun Shiryuu le había hecho esa propuesta, no era simplemente porque sí. Era evidente que tomara la decisión que tomara, beneficiaba a Nubes en lo que fuera que planeara…

"Infernape… Ya no siento tu Chakra… ¿Estás muerto? ¿La vida que recuperaste para proteger a nuestros amigos llegó a su fin? ¿Qué decisión tomarías? ¿Acabarías con tu vida para no causarles molestias? ¿Te jugarías la vida en la trampa que claramente Choun Shiryuu me ha tendido? ¿Cómo actuarías estando en mi lugar?"

Entonces abrió los ojos de golpe al recordar al Rey Mono, que no estaba capturado junto con él; posiblemente había muerto o estaba en otra mazmorra para que no tuvieran contacto alguno. No tenía forma de saberlo y eso lo tenía consternado…

Infernape había fingido no haber regresado de la muerte luego de la batalla contra Naruto y esperó el momento adecuado para dejar Tiamat y unirse a sus amigos en Daikanishima, luego de devolverle la vida con las Esferas del Dragón.

Esperar el momento adecuado…

"¿Eso habrías hecho, Infernape? En ésta situación, suicidarme o aferrarme hasta el último momento a ésta oportunidad que aparece en el peor de los escenarios… ¿Qué debo hacer?"

Sumido en sus pensamientos, Shiryu trató de concentrarse en lo que debía decidir, sabiendo que el tiempo para tomar su decisión se agotaba lentamente…

Notas

Bien, quise adelantar éste capítulo y ya lo tengo.

Orochimaru pudo hacerle frente a Nubes, puesto que el Rey Dragón Demonio se descuido al entusiasmarse en su breve choque con Naruto y sin darse cuenta, desgastó violentamente su Chakra, quedando debilitado para su combate con el Sannin. Un error así, el Rey de Dos Mundos no lo va a volver a cometer.

Sobre Alphonse, la apariencia debajo de su armadura es como aparece en la película 'El conquistador de Shambala' replicando el vestuario de Edward, solamente que con el cuerpo de metal y sus manos asemejarían Automails.

Mayuri reaparece y usando a Merlín, consiguió escapar para obligar al sacrifico del ser creado a partir de la Torre y ascendiendo un poco más en la jerarquía del Tengun, en un mano a mano indirecto con Choun Shiryuu por la supremacía entre los Seis Shogun originales.

Naruto murió ahogado. Sin brazo e inconsciente, fue por ello que la Arcángel Rei tuvo que sacarlo del mar y se lo llevó, anunciando la aparente victoria del Rey Dragón Demonio, que inició el ataque contra el mundo usando las Agujas de Control, obvia extracción de Digimon Adventure 02, pero que en el fic tienen una función diferente al de su serie de origen.

Hablando del rubio, Naruto se encontró con lo que podríamos definir como su abuela y para su pesar, fue para darse cuenta de que el temible Nubes está más allá incluso de los dioses, que abiertamente le temen y están en cierta medida, resignados a la victoria del Rey Dragón Demonio. Solamente la aparición de Shirona junto a su hijo, le ha permitido volver de la muerte y tener una oportunidad que no se ve muy favorable dado que su arma fue destruida y está consciente de que realmente necesitará un milagro para vencer al temible Rey Dragón Demonio.

Aparece Kasumi Suikyou, personaje original ligado a Ryu-sensei y que tendrá también su importancia, sirviendo para conocer más del pasado de la pelirroja Ninja, además de ser clave en un momento de la historia.

Finalmente, Shiryu sobrevivió y se encuentra capturado en Serpentera, siendo usado como carnada para hacer salir a la resistencia humana de su escondite y tiene frente a él el dilema de qué hacer estando a merced del Tengun…

Todo se va acomodando poco a poco para la batalla final.