Harry Potter pertenece a JK Rowling.
Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)
Harén de Harry.
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
49: La Profesora Umbridge.
Iniciar quinto año, significaba iniciar los TIMOS, los cuales eran la llave hacía los EXTASIS, y estos últimos, solo eran conseguidos, gracias a los resultados de los exámenes TIMO, y de los EXTASIS, vendrían aquellos trabajos, a las cuales podrían aspirar, en el futuro.
― ¡Fred y George Weasley! ―rugió Hermione, acercándose a los gemelos, quienes le miraron fijamente, y sin entender nada. ― ¡Ya me he enterado, sobre su pequeño negocio experimental!
― ¿Y qué harás? ―preguntó Fred, mirándola fijamente.
―Soy Prefecta, y les ordeno que se detengan ―dijo Hermione, ambos se miraron y sonrieron. ―Bien, si no se detienen, escribiré a Molly. ―La sonrisa murió, se miraron mutuamente, y luego mirar a Hermione, como si hubieran visto un fantasma. ―Ingredientes, fórmulas para saber lo que hacen, e incluso permisos. ¿De dónde sacaron el dinero?
Fred enseñó una sonrisa inocente, sus ojos brillaron. ―Estuvimos realizando, muchos trabajos de medio tiempo, todo este tiempo vacacional.
Harry suspiró, estaba escuchando la conversación, en la mesa de Gryffindor. Y ya podía ver problemas, para los Weasley, especialmente, con su amada Hermione como prefecta. Terminó su desayuno, y fue a clases.
La primera clase, fue con Slughorn. ―En Junio, ustedes presentarán su examen de TIMO, estaré esperando a aquellos que obtengan un Supera las Expectativas, y que demuestren, a pesar de toda la presión que pongo sobre ustedes, lo que han aprendido sobre las pociones. Muchos de ustedes, dejarán de tener clases conmigo, solo los mejores, pasarán al EXTASIS. Así que: veamos lo que pueden lograr. ―Se paseó por la estancia. ―El Filtro de la Paz, aparece en el TIMO, sirve para calmar la ansiedad y aliviar el nerviosismo, veamos qué tal lo hacen. ―Era una poción, bastante complicada. Se tenían que colocar los ingredientes, en el orden exacto y la cantidad exacta. Un solo gramo extra, y sería una total perdida, lo que les obligaría a reiniciar. ―Ahora, un débil vapor plateado, debería de comenzar a surgir de su poción. ―Dijo Slughorn.
Cuando la clase finalizó, Slughorn no podía creer, que tantos hubieran logrado hacer pociones aceptables, y que no resultaran ser desastres totales.
Pero algo más, ocupó su mente, en aquellos momentos.
Recordó, como Voldemort lo invocó, luego de lo ocurrido en el Cementerio, vio en los recuerdos del Señor Tenebroso, con el mismo horror que él, como los Mortífagos, que se habían salvado de Azkaban, eran diezmados por un Harry Potter, sin piedad, hacía sus enemigos.
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Después de la clase de Runas, en la cual comenzaron a estudiar sobre la creación de escudos mágicos y hechizos rúnicos elementales, además del hechizo Flagrate, el cual les permitía escribir en el aire, con líneas de fuego; fue la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.
Al ingresar al salón, vieron a la profesora Umbridge, ya sentada en su escritorio. ― ¡Buenas tardes, a todos! ―Algunos "buenas tardes", se escucharon dispersos, en el salón de clases. ―Hay, hay, hay, ¿es así, como saludan a su maestra? Por favor, déjenme oírlo nuevamente.
― ¡Buenas tardes, profesora Umbridge! ―dijeron todos, en voz alta y al unísono.
―Mucho mejor. Ahora, guarden las varitas, saquen pergaminos y plumas, por favor. ―Pidió Umbridge, todos los alumnos, se miraron unos a otros, ninguna clase que se considerara interesante, comenzaba sacando pergamino y pluma.
Quedó más que demostrado, que aquella clase, no sería como ninguna otra. Eso hizo enfadar a Harry, pues él sentía que no solo necesitaban aprender nuevos hechizos, para cuando Tom volviera, sino que, además, aquel era el año de los TIMOS.
Comprender los principios en los que se basa la magia defensiva.
Aprender a reconocer las situaciones, en las que se puede implementar legalmente, la magia defensiva.
Analizar en qué contextos es oportuno el uso de la magia defensiva.
― ¿Tenéis todos, un ejemplar de "Teoría de defensa mágica" de Wilbert Slinkhardt? ―preguntó la profesora Umbridge, y un sordo murmullo de asentimiento, recorrió la clase. ―Creo que tenemos que volver, a intentarlo. Cuando les pregunte: «¿Tenéis todos, un ejemplar de "Teoría de defensa mágica" de Wilbert Slinkhardt?», quiero escuchar un fuerte y claro «sí, profesora Umbridge» o «no, profesora» Veamos: ¿Tenéis todos, un ejemplar de "Teoría de defensa mágica" de Wilbert Slinkhardt?
― ¡Sí, profesora Umbridge! ―dijeron todos los alumnos.
―Estupendo. Creo que ya todos, saben lo que harán. Comiencen con el capítulo uno ―dijo Umbridge, mientras volvía a su puesto.
La concentración a Harry le falló, cuando notó que estaba releyendo la misma línea, y no entendía nada. Se quitó las gafas por un momento, se volvió a centrar en la lectura, desde el comienzo.
Le gustaba leer, especialmente si aprendía algo de todo aquello.
Pero sabía, que no aprendería nada útil, de ese libro.
Entonces, al volver su mirada a la derecha, vio las manos de Daphne y Hermione, alzadas.
Lentamente, todos se fueron fijando en ellas, mientras que se notaba, que la profesora Umbridge, quería ignorarlas olímpicamente, hasta que no pudo hacerlo más.
― ¿Quieres hacer una pregunta sobre el capítulo, querida? ―preguntó Umbridge, centrando toda su atención, en Daphne.
―Yo no. ―Dijo Daphne sonriente, quien volvió su mirada hacía Hermione, quien también tenía la mano levantada, pero Umbridge no le había hecho caso.
―Deseo preguntar, sobre los objetivos del curso, maestra ―dijo Hermione.
Umbridge sonrió, mostrando sus puntiagudos dientes. ―Querida, los objetivos están claramente, copiados en el tablero.
―Yo creo que no. ―Contestó Hermione, con calma. ―Allí no se dice nada, sobre la práctica de hechizos defensivos.
― ¿La práctica de hechizos defensivos? ―preguntó Umbridge, como si no entendiera las palabras de Hermione. ―Señorita, No creo que, en mi clase, vaya a surgir una situación, en la cual se vean atacados.
Hermione estuvo por responder, pero Harry le habló telepáticamente.
―Maestra, hay una parte del TIMO, que es de práctica, y se espera que sepamos hechizos defensivos, ¿o no? ―dijo Harry, Umbridge estuvo por hablar, pero fue interrumpida.
―Padma Patil ―dijo la chica de Ravenclaw. ―Profesora, hay una parte práctica, y tal y como lo ha dicho Hermione, se espera que podamos demostrar que sabemos realizar estos hechizos, en cuestión.
―Si han estudiado la teoría, no hay motivo para que no puedan hacer los hechizos el día del examen, en una situación controlada ―dijo Umbridge, quien parecía estar perdiendo su máscara de calma. ―Se les ha dicho por meses, que un mago tenebroso vuelve a estar suelto, lo cual, es mentira.
― ¿Llama usted, mentiroso a un Lord del Wizengamot, maestra Umbridge? ―preguntó Harry, quedamente, como quien es ajeno al tema.
El salón de clases, se quedó en un silencio sepulcral, mientras que la mujer palidecía.
Harry levantó su mano, enseñando los anillos Potter y Peverell, la mujer palideció aún más.
Nadie dijo nada más.
Harry volvió su mirada al libro.
Cuando la clase terminó, lo hizo en un silencio aún mayor.
Harry cerró la puerta, detrás de sí y Umbridge lanzó un grito de ira, que hizo sonreír a Harry, Daphne, Padma y Hermione.
―Soy un lord Jr. del Wizengamot, no pueden romper mi varita. ―Dijo Harry. ―Ni tampoco, pueden enviarme a Azkaban, pues si Fudge lo intenta, yo enseñaría mis recuerdos, eso demostraría que digo la verdad, y él vería su influencia y poder, mermar aún más. Es algo que puedo hacer, está en la ley, que tengo y que PUEDO defenderme, tengo a Sirius de mi parte, y mi recuerdo, enseñando a Ryddle vivo, se verá que él miente, que yo siempre tuve la razón y su influencia política, caerá con él.
Las chicas, miraron sorprendidas a Harry, quien verdaderamente, parecía tenerlo todo muy bien planeado.
Padma miraba sonriente, a su novio. ―Tiene a Fudge, cogido por los genitales, él lo sabe y no puede hacerle nada. Esto es genial.
