Capítulo 44: Investigación (Parte 2)
Dos días después.
Casi al instante, un sonido atropellado salió de la boca del hombre que había de pie tras la barra de aquella taberna en cuanto el rostro de Levi fue mostrado al bajarse él mismo el pañuelo. De manera instantánea, este dio unos torpes pasos hacia atrás. Los ojos azules del individuo de cabellos rubios salpicados con canas se encogieron hasta casi desaparecer al reconocer al moreno frente a él. Y, sorprendiendo y preocupando a ambas partes iguales a la morena que había junto al capitán del Cuerpo de Exploración, el dueño del lugar, casi tan grande como un maldito armario, empezó a temblar levemente, como si fuera una hoja sacudida por el viento ¿Qué le pasaba a ese hombre?
Junto al rubio, también tras el mostrador, una mujer bastante corpulenta con el pelo castaño trenzado hacia un lado, miró al moreno con los ojos brillantes y una extraña sonrisa bailándole en los labios. Ella, al contrario que su marido, parecía estar emocionada ¿Qué demonios sucede con esta señora?
-No puede ser…Pero si...Dijeron que habías muerto...¿Cómo es que...estás vivo?-Murmuró casi atragantándose con su propia lengua y tartamudeo, parecía como si a duras penas pudiera hilar una palabra con sentido. El rostro del hombre se había vuelto en algún momento de color blanco, como si de pronto hubiera visto un fantasma. Y, aun con la cara encogida de miedo, extendió el brazo delante de la castaña, tratando de protegerla de Levi. O eso le parecía a la morena, la cual no sabía muy bien que estaba pasando en aquellos momentos- Eres tú ¿cierto? Eres L-
Antes de que pudiera concluir el nombre del soldado del Cuerpo de Exploración, un pequeño golpe por parte del moreno en la superficie de madera lo interrumpió, evitando así que su identidad fuera revelada a aquellas personas que había tras de ambos soldados, observando con leve curiosidad lo que estaba sucediendo en la barra de la taberna. El rubio con un pañuelo en la cabeza, intentando disimularlo sin éxito, se sobresaltó casi imperceptiblemente. A su lado, la mujer se sonrojó para sorpresa de _ ¿Qué cojones?
-Sí, soy yo. Y por lo que veo, para tu desgracia, todavía sigo vivo. Tsk. No hace falta que te cagues encima, no he venido a llevarme a tu mujer. Ya me cobré mi victoria con ese té- Le gruñó por lo bajo el moreno, ganándose una mirada de incomprensión por parte de _ ¿Qué cojones había hecho Levi para tener a ese hombre a punto de desmayarse de la impresión?¿Por qué mencionaba de llevarse a aquella señora, que, por cierto, en aquellos momentos parecía que no le desagradaba para nada la idea? ¿Y qué tenía que ver un té en todo esto? _ estaba demasiado confundida y además, en su interior se libraba una batalla entre querer saber y no querer hacerlo- Necesito hablar contigo, Gus. En privado.
El tabernero cuyo nombre al parecer era Gus no reaccionó de buena manera. El hombre, ante la petición del moreno, echó hacia atrás el rostro, arrugando la nariz. Se notaba que no terminaba de gustarle mucho la idea de tener que hablar con Levi, y menos aún si eso implicaba estar a solas con él.
-¿Por-por qué debería hacer eso? ¡Ya-ya no te debo nada!-Exclamó el hombre con la voz titubeante mientras, para disimular su pequeño temor, hinchaba el pecho y alzaba levemente la barbilla, adoptando un intento de postura orgullosa. Muy reacio a colaborar.
Adoptando una conducta intimidante, Levi se quedó por unos segundos callado, taladrando con sus ojos gris azulado al individuo que tenía frente a él que a duras penas podía aguantar el contacto visual. Entonces, apoyando el codo del brazo que había colocado sobre el mostrador, se inclinó hacia delante. La diferencia entre ambos hombres era casi abismal y, sin embargo, el más grande parecía que se derrumbaría en cualquier momento bajo aquella mirada gélida.
-Creo recordar que en el cartel que tienes fuera pone: "Gana a un pulso al tabernero y escoge tu recompensa. Se aceptan todos los retos" ¿Deberíamos, entonces, medir nuestras fuerzas otra vez, Gus, para que me vuelvas a deber algo?-Le amenazó abiertamente y sin ningún tipo de miramiento, bajando la gravedad de su voz y casi arrastrando las palabras. Y, aunque pareció acojonar al hombre, tanto a _ como a la mujer del tabernero, se les puso el vello de punta. "Maldición, es muy bueno" Pensó la morena queriendo referirse a la intimidación y amenaza.
Durante unos instantes, Gus se quedó inmóvil, sin apartar la vista del capitán del Cuerpo de Exploración. Cuando _ pensaba que le mandaría a la completa mierda, el hombre por fin reaccionó. Con el bajar y subir de la nuez del hombre, ambos morenos supieron que había accedido a su petición.
El motivo por el que estaban en aquel lugar atemorizando a ese individuo era porque, tras varios días intentando por todos los medios buscar cualquier tipo de información de los Guerrilleros y de su líder, Serpiente Blanca, tuvieron que aceptar, muy a regañadientes por parte del moreno pues no quería revelar bajo ningún concepto su identidad ni mostrar sus intenciones a nadie, que necesitaban hablar con un residente del lugar que pudiera darles algún dato acerca de ese extraño grupo. Y ese hombre era Gus, un antiguo conocido del moreno, el cual llevaba una taberna donde pasaba todo tipo de gente. Un lugar idóneo para el intercambio de información debido a la cantidad de personas con las que se relacionaba a lo largo del día. Era casi seguro que tendría algún tipo de conocimiento acerca de los Guerrilleros.
Cerrando la puerta con suavidad y, acto seguido, girándose en su dirección, Gus les indicó con un gesto poco firme que se sentaran en las dos sillas que había frente a un escritorio muy abarrotado. El hombre había dejado a su mujer en el piso de abajo, manejando la taberna durante su ausencia. Tras quitarse la bata blanca que portaba para trabajar y salir de detrás de la barra, les había llevado hasta su despacho en el piso superior del edificio: una pequeña sala compuesta por los anteriores muebles mencionados más una pequeña cómoda hasta arriba de hojas repletas de cálculos.
Viendo el desorden del lugar tras echar un largo y escrupuloso vistazo, Levi no pudo evitar chasquear la lengua de manera sonora, detonando su fastidio, y, acto seguido a esto, esbozar un para nada discreto gesto de desagrado que, muy a su pesar, consiguió hacer gracia a _, la cual reprimió una pequeña sonrisa apretando los labios.
Sin darse cuenta de ello, el hombre llamado Gus rodeó el escritorio con pequeños pasos apresurados y, casi dejándose caer, se sentó en la silla que presidia el lugar, colocando los brazos sobre el regazo, adoptando una posición defensiva ante la presencia de ambos morenos, como una especie de barrera. Con nerviosismo, los ojos de Gus se alzaron levemente para conectar por un instante con los de Levi.
-Bueno y…¿de qué queréis hablar?-Preguntó un poco inseguro. Se notaba que deseaba con todas sus fuerzas que se marcharan inmediatamente del lugar- Soy un hombre muy ocupado como podéis ver. No puedo simplemente dejar mi puesto de trabajo porque sí.
Echando un pequeño vistazo de reojo a su lado, _ vio como el moreno abría levemente la boca, haciendo un amago por contestar al pobre hombre. Por ello, adelantándose a que Levi pudiera contestarle cualquier barbaridad que pudiera intimidarle o atemorizarle, la morena tomó la palabra primero, compadeciéndose un poco del tabernero que esperaba con mucha ansiedad alguna respuesta por parte de sus invitados no deseados.
-Lo entendemos, Gus. Te prometo que no tomará mucho tiempo. Solamente quisiéramos saber qué conoces acerca de los Niños Topo, los Guerrilleros y la Serpiente Blanca- Habló con toda la amabilidad y dulzura que pudo reunir. Y, sin comprender por qué,_ vio como el rostro del hombre, mientras hablaba, se fue poniendo cada vez más blanco y una tela de un profundo terror cubrió la expresión de su rostro. Aquello llamó la atención de la morena, la cual terminó de hablar y encogió los ojos, mirándolo con curiosidad. Esa reacción era extraña.
Durante unos segundos, el hombre se quedó una vez más completamente inmóvil y en silencio, con los ojos temblando dentro de sus cuencas. Aquel comportamiento le indicaba a la morena que Gus estaba debatiéndose si hablar o no ¿El motivo? Le era desconocido, pero se le hacía demasiado intrigante.
-¿Y bien? ¿Sabes algo o no?-Presionó más Levi, cruzándose tanto de brazos como de piernas, mirándole con un rostro serio y unos ojos muy fríos. _, sentada a su lado, suspiró por lo bajo.
La nuez del rubio subió y bajó, tragando con dureza.
-No deberíamos hablar tan alto de esto- Murmuró casi sin separar los labios, bajando la voz tanto que ambos morenos tuvieron que inclinarse un poco para poder escucharlo. Al acercarse, _ pudo observar como el rostro del hombre se había cubierto por una fina capa de sudor. Estaba más asustado que cuando había visto que Levi había vuelto de los "muertos". Es más, asustado no captaba totalmente su estado. Estaba completa y absolutamente atemorizado- Sobre todo lo de los Niños Topo. Desde hace mucho tiempo, ha habido casos de asesinato a los que se han ido de la lengua. Personas que, un día después de hablar algo acerca de esos niños, fueron encontradas en su cama degollados y con una herida muy llamativa en la frente- El hombre hizo una pausa, tomando un poco de aire, intentando calmar sus nervios, momento que tanto Levi como _ aprovecharon para lanzarse respectivamente una mirada significativa- Sé algunas cosas de ambos, sí, pero… Aún estando en el Cuerpo de Exploración- Aquello sorprendió un poco a _ pues no se esperaba que supiera de aquello. Al parecer conocía que Levi fue reclutado por el cuerpo hacía algunos años- no tendréis nada que hacer si llamáis la atención de ambos. Podríais morir.
-Ese será nuestro problema- Le dijo Levi de manera brusca, ganándose una mirada de advertencia de _.
-Lo que quiere decir es que, aun con los riesgos y peligros que podemos correr, necesitamos esa información-Suavizó un poco el comentario de su superior, dirigiendo sus ojos grises hacia los de Gus. Debían convencerlo para que hablara…¿Pero cómo podían? Estaba claro que, en el momento que abriera la boca, pondría en peligro a su familia y por ello, no le sería muy rentable...Espera…La morena abrió levemente los ojos ¿Rentable? Una idea revoloteó por su cabeza y la morena no dudó en ponerla en juego- Colaborar con el Cuerpo de Exploración le traerá beneficios. Puedo asegurarlo. Cualquier dato será recompensada.
Ante aquella proposición, _ recibió una rápida mirada por parte de Levi. Había tomado sin consultar con su superior aquella decisión, lo sabía. Había visto una posible solución a la negativa de Gus y no había dudado ni por un instante o segundo en tomarla, con tal pudieran obtener aquello que llevaban buscando por tantos días. Más tarde hablaría con él en caso de que necesitara algún tipo de explicación. Y no fue así, ya que tras aquella conversación, Levi le dio su aprobación.
De nuevo, los labios del hombre no se separaron durante unos segundos, sumergiéndose en su propia mente tormentosa. En un momento, durante su cavilación, Gus giró un poco el rostro hacia atrás, lanzando un vistazo hacia las hojas de los cálculos de las ganancias y pérdidas que habían desparramadas a lo largo la superficie de madera de la cómoda, sobre todo a los números rojos que habían rodeados. Solo le bastó ver aquello para tomar una decisión definitiva al respecto. El hombre volvió su rostro hacia ellos y, cerrando los ojos, volvió a respirar e inspirar profundamente, tomando todo el aire que pudo. Una vez calmado, abrió de nuevo sus párpados.
-De acuerdo, lo haré. Os diré. Pero, antes, también tengo que advertiros de los Guerrilleros- Habló ya con la voz más firme que antes. _ reprimió con todas sus fuerzas la sonrisa de victoria que parecía querer asomarse por su labios. Las manos del hombre, todavía en su regazo, se encontraban formadas en un puño, tan apretado que blanqueaba sus nudillos. Procurando que no se notara el leve temblor que lo azotaba- Nadie que ha contratado sus servicios sabe como se ven, aun habiéndose reunido con ellos. Dicen que Serpiente Blanca es tan intimidatorio o intimidatoria que tu propio cerebro manipula tus recuerdos para olvidarte de sus secuaces y él o ella. Aunque no tiendan a matar a nadie, son casi unos monstruos. Tenéis que tener cuidado.
¿Podría una persona ser tan aterradora como para que tu cerebro tuviera que eliminar tus propios recuerdos para poder vivir en paz? Sí, era muy posible. _ lo había escuchado de algunos pacientes de su padre e incluso algunos propios. Ambos trataron en el pasado casos en los que su propia mente había borrado incluso un día entero de su vida cuando la experiencia sufrida era tan traumática que su cerebro no era capaz de soportar siquiera el mísero recuerdo difuso de ello. Que hubiera una persona ya de por si capaz de causar ese efecto en tantas personas era algo a tener muy en mente. Ese dato respecto a los Guerrilleros era muy revelador. Había sido buena idea informarse primero antes de intentar ponerse en contacto con esos individuos. Debían ir con mucho cuidado al tratar con ellos.
-Lo tendremos en cuenta-Le aseguro Levi, asintiendo- ¿Qué es lo que sabes acerca de ellos?
…
No fue poca la información que obtuvieron de Gus, doblando o, incluso, triplicando los conocimientos que obtuvieron ambos morenos durante toda la semana que llevaban en la Ciudad Subterránea investigando. Era un poco bochornoso, pero...Debían admitirlo. No había nada que pudieran hacer contra un tabernero que durante todos sus días escuchaba los chapurreos borrachos de los clientes acerca de todo tipo de temas, secretos y confesiones, incluidos los Niños Topo y los Guerrilleros.
De acuerdo con lo que el hombre llevaba escuchando por años, los morenos estaban en lo cierto. La organización efectivamente estaba dividida en tres grandes secciones, cada una con su respectivo edificio donde manejaban sus respectivas actividades criminales. Aunque nadie sabía exactamente quién o quienes dirigía a los Niños Topo, sí era conocida por los residentes las localizaciones y, aunque con pocos detalles, lo que se hacía en cada una de ellas. De nuevo, Levi y _ habían acertado con cada una de las localizaciones. La primera, la que habían descubierto "gracias" al hombre que había lanzado los cadáveres de aquellos niños, se dedicaba a la distribución de drogas, por lo cual cabía suponer el por qué salían de aquel lugar los Niños Topo sin vida. Experimentaban con ellos. Ellos eran como una especie de ratas de laboratorio para la creación y distribución de drogas. La segunda localización, la que rondaba por el Mercado, se encontraba exactamente en uno de los edificios más "nuevos y cuidados" de todos, de un vistoso color rojo y blanco. Allí...Se dedicaban a la prostitución. Niños y niñas vendían su cuerpo y alma con tal de sobrevivir un día más. Y, por último, la tercera localización se hallaba en el barrio más peligroso de toda la Ciudad Subterránea, pero esta no se podía considerar que se encontrara en un edificio, pues estaba construido a partir de la pared de piedra. Si te aventurabas en aquel territorio, sobrevivías y pagabas una cuantiosa cantidad de dinero, podrías tener la posibilidad de contratar a uno de sus Niños Topo para eliminar a cualquier persona o robar algún objeto muy valioso. Efectivamente, se dedicaban al asesinato y al robo.
En cuanto a los Guerrilleros, en este caso la información sí que fue un poco insuficiente. Se sabía que empezaron sus actividades por el año 842, hacía 8 años atrás, dedicándose exclusivamente a resolver los problemas que causaban los Niños Topo y a pelear contra ellos. Gracias a ello, debido al odio que la población tenía hacía aquellas criaturas, su fama se elevó como la espuma, al ver como resultaban sus esfuerzos por controlarlos, y empezaron a admitir otro tipo de actividades, pudiendo cualquier persona contratar sus servicios. Se dice que tuvieron muchos problemas con la Policía Militar además, pero que fácilmente se podían, durante sus enfrentamientos, escaparse con facilidad. También la gente le comentó a Gus que al principio el grupo estaba compuesto por dos individuos y, sin embargo, conforme fueron pasando los años, dos más se añadieron a las tropas. Aumentando considerablemente su fuerza, habilidad y estrategia. Nadie tenía ni idea de sus identidades. Algunos especularon de manera atrevida y fantasiosa que podían ser antiguos soldados del Cuerpo de Exploración retirados del cuerpo, dadas sus excelentísimas habilidades con los EMT pero, realmente, nadie podía validar aquella teoría. Tampoco era conocida su base. A pesar de poder contratar sus servicios, ellos eran los que aparecían ante aquellos que lo deseaban, significando aquello que el grupo contaba con una enorme red de telaraña que se extendía por toda la Ciudad Subterránea, siendo esta los oídos de los Guerrilleros. Y, en cuanto hubo concluido los servicios, los contratadores volvían a casa sin recordar nada de lo sucedido pero con el favor hecho con un éxito sobresaliente.
-Parecen que son más peligrosos que lo que pensábamos- Comentó Levi alzando la taza de té y sorbiendo el líquido. Habían vuelto de la taberna de Gus, se habían aseado y ahora se encontraban cenando con tranquilidad en su habitación, dispuestos a meterse a la cama cuanto antes. Aún no tenían ni idea de lo que harían al día siguiente. No tras toda la información. Pero se encontraban tan mentalmente cansados que habrían establecido (de manera no verbal) a decidirlo mañana- Tendremos que prepararnos a conciencia cuando establezcamos contacto con ellos.
Cuando concluyó de relatar todo lo que sabía, Gus les hizo prometer y jurar que nadie se enteraría de que él había sido el que les había contado todo aquello. El rostro del hombre volvió de nuevo tornarse blanco y su actuar se alteró. A _ le pareció que se estaba arrepintiendo de lo que había hecho, consiguiendo que la morena sintiera pena por el pobre hombre. Entendía el porqué lo había hecho: deseaba mejorar la situación financiera de su familia. Sin embargo, también era verdad que para lograrlo, debía ponerlos en peligro. Ambos morenos se marcharon del lugar dándole una cuantiosa bolsa repleta de dinero, tal y como habían prometido -aunque siendo esa una pequeña parte del trato- y, en cuanto pisaron la calle, la taberna, tras echar casi a patadas a todos los clientes, fue cerrada a cal y canto bajo llave y candado, siendo apagadas las luces y corridas las cortinas. Al ver aquello, tanto Levi como _ se dieron una mirada y ambos pusieron rumbo de vuelta a su hostal, en completo silencio. El camino de vuelta estuvo plagado de pensamientos, todos relacionados con lo descubierto.
El conocer las cosas tan horribles que les hacían hacer a esos pobres niños le había revuelto el estómago a la morena. Sabía, por la boca tanto de su madre como de Finn, lo horrible que era la situación de los Niños Topo, pero...El saber que había gente que contrataba a un niño para que vendiera su cuerpo por experimentar con drogas, por favores sexuales o, simplemente, para matar o robar, le parecía sumamente abominable ¿Por qué debían sufrir aquello?¿Por qué no podían vivir una infancia tranquila y feliz como cualquier niño debería hacer? Se repetía mucho. Lo sabía, pero… El mundo era injustamente cruel.
De vuelta al presente, _ mientras miraba el té, dejó ir un suspiro. Se sentía tremendamente cansada. Deseaba con todas sus fuerzas meterse a la cama y dormir sin ningún tipo de sueño o pesadilla. Simplemente descansar. Pero debía forzarse a alimentarse aunque no tuviera hambre, ya que había perdido demasiado peso. Necesitaba ganarlo o si no acabaría colapsando un día de estos.
-Me sorprende que no supieras de su existencia, viviendo aquí por tantos años-Siguió la conversación la morena mientras sus ojos se encontraban distraídos con el líquido de la taza que ella misma movía de manera circular al juguetear con el recipiente. A pesar de tener tantas cosas en la cabeza, era capaz de escuchar al moreno hablar.
-No pude hacerlo. Yo abandoné la Ciudad Subterránea dos años antes de que aparecieran- Le respondió el capitán del Escuadrón de Operaciones Especiales, descendiendo su taza y colocándola en la superficie de madera de la mesa- Estoy seguro de que Erwin les hubiera reclutado si no hubiera estado tan ocupado y hubiera sabido de ellos. Tsk, maldito cejot-De pronto, el moreno se quedó totalmente callado, cortando de pronto su maldición, causando que _ se extrañara ¿Se habría mordido la lengua ante tanta charla?
Ante aquel repentino silencio por parte del hombre, la chica despegó los ojos de la taza que tenía entre sus manos y los alzó, dirigiéndolos hacia su capitán mientras que a la vez bajaba una de sus oscuras cejas. Frente a ella, el hombre con los párpados entrecerrados de manera extraña estaba completamente quieto en la silla y con la boca levemente abierta. Sus labios temblaron por un instante.
-_…-Murmuró Levi de manera entrecortada su nombre incompleto antes de deslizarse de manera suave de la silla hasta caer en un duro golpe al suelo.
Impactada, _ se quedó durante unas milésimas de segundo completamente inmóvil hasta que la sangre fue desplazada a toda velocidad a su cerebro. Ante el primer contacto con el centro de su organismo, la morena reaccionó por fin. Dejando ir un exhalo apresurado, _ casi saltó sobre Levi, tirándose junto a él al suelo, con el rostro completamente encogido por la preocupación y el miedo. El sonido de la taza rompiéndose se escuchó de fondo, pero la morena no llegó a captarlo.
-¡Levi!-Exclamó con temor, sin darse cuenta de que había revelado su identidad con los nervios y el miedo. En su mente, se repetía el momento en el que el Soldado más fuerte de la Humanidad se había derrumbado ante sus ojos. Sin embargo, aquella imagen en bucle de pronto se vio interrumpida por otra aún peor: la sangre escurriendo entre los dedos de un titán, una tez oscura teñida de rojo y unas alas de la libertad empapadas de un intenso color escarlata. Su corazón se paralizó mientras que la sangre que corría por las venas de _ se congeló casi al instante. A continuación, su voz tembló, bajo la amenaza de un nudo en la garganta y unas repentinas ganas de llorar- Por favor, no…¡No me hagas esto!
Con las manos temblando, dirigió sus dedos debajo de las fosas nasales del hombre, para comprobar que seguía respirando. Cogiendo uno de sus hombros, intentó incorporarlo hacia un lado ya que había caído de manera ladeada y, entonces, lo vio. Un dardo clavado en su nuca. Levi había sido alcanzado por un dardo.
Comprendiendo lo que estaba sucediendo a la velocidad de la luz, alzó los ojos hacia arriba y poniendo el cuerpo en una posición de ataque con rapidez movió una de sus manos hacia una de sus botas, la que contenía el cuchillo que siempre portaba con ella por si las moscas. Sin embargo, antes de poder captar el enemigo que había drogado a Levi, sintió de golpe un pinchazo en el cuello.
Boqueando sin habérselo esperado, la morena alzó una de sus manos hacia el sitio donde había sentido aquello, tocando un extraño cilindro, y, envolviéndolo con su mano, de un pequeño tirón hacia arriba, se sacó aquello que le habían clavado, viendo como efectivamente entre sus dedos se encontraba otro dardo. De pronto, siendo azotada por los efectos casi al instante de quitarse aquello, su visión se empezó a poner doble y su mente fue azotada por un repentino y potente mareo. Sus extremidades se adormecieron con rapidez y, sin poder aguantar más, cayó encima de Levi, completamente inconsciente.
