-Están equivocadas, Hannah es sólo mi amiga, estoy casada con…¿Rachel?...- dijo mirando hacia el bar con cara de pocos amigos
En el bar Rachel pensó que había escapado del acoso de la doctora fingiendo tener que ir por una bebida, pero fracaso al escuchar que la acompañaba.
-Entonces, ¿crees que puedas ayudarme con la identidad de mi consultorio? - dijo recargándose en la barra
-Ya no trabajo para particulares, pero tengo amigos que te pueden ayudar con gusto…un agua mineral por favor – pidió al barman
-Pero he visto tu trabajo y estoy encantada, en realidad estoy encantado con todo sobre ti – dijo repasando el cuerpo de la morena
-Lo siento, pero se está volviendo muy…-
No termino la frase porque una mujer llego frente a ellas
-Disculpa, llevo rato viéndote y déjame decirte que eres la chica más linda del lugar – dijo con una sonrisa coqueta
Rachel también sonrió e incluso se sonrojo
-Gra…gracias – los nervios la traicionaron tartamudeando
-¿Puedo invitarte algo de tomar? – pregunto la mujer
-Disculpa, sino lo habías notado ella está conmigo – dijo molesta la doctora
-A mi punto de vista, ella se quería alejar de ti – dijo tranquila la mujer haciendo que la doctora se molestara más
-Será mejor que te vayas por donde llegaste, mi amiga no está interesada en nadie, es casada –
-Hace unos minutos no te importará que estuviera casada, o ¿sí? –
La doctora poco a poco perdía la paciencia, la mujer no tenía ninguna intención de alejarse, mientras que la morena sólo miraba la interacción
-Lo que me importe o no, no es de tu incumbencia…- dijo la doctora encarándola
-En realidad lo es…entonces ¿qué quieres de beber? – dijo preguntándole a Rachel
-Ya pedí un agua mineral, gracias – contesto Rachel con una sonrisa
La doctora estaba por perder la poca paciencia que tenía, cuando Lauren llego
-Hey, pensé que les había pasado algo, tardaron mucho…Hola Quinn – dijo Lauren
-¿La conoces? – pregunto su amiga doctora
-Claro, es la esposa de Rachel – dijo pareciendo lo más obvio
La doctora asintió en forma de saludo hacía la ojiverde y se alejo del lugar
-¿Qué le pasa? – pregunto Lauren
-Quinn le estaba haciendo pasar un mal rato – dijo divertida la morena
-¿Mal rato? La chica quería meter su lengua en tu boca por decirlo de manera linda – dijo frunciendo el ceño mirando a la chica alejarse.
Rachel soltó una risa y beso su mejilla
-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar con tus compañeras? -
-Lo estoy, en aquella mesa, sólo que vi las intenciones de la chica y me tuve que acercar, por cierto ¿quieres venir? Te quiero presentar con ellas –
-¿Estas segura? – pregunto Rachel dudosa
-Claro, me estaban preguntando por ti cuando desaparecí, Hannah me debe de estar buscando – dijo mirando a la mesa
-Ve, yo les digo a los chicos que te encontraste con tu mujer, y si quieren pueden venir las dos un rato con nosotros – propuso Lauren y le sonrió a la morena
La doctora sabía de la inseguridad de Rachel con el tema de los amigos de Quinn, por lo que con una sola mirada y un leve empujoncito la alentó para irse con ella.
Quinn llego de la mano con Rachel
-¿A dónde te fuiste? Estábamos preocupadas por ti – le reclamo Hannah
-Lo siento, pero vi que Rach necesitaba un poco de ayuda para sacarse de encima a una chica intensa – su esposa negó un poco divertida
-María, quiero presentarte oficialmente a Rachel mi esposa y mamá de mi bebé – la presento con una sonrisa de orgullo
-Mucho gusto, ¿tú estabas con ella en la tienda? – pregunto señalándola, la morena asintió – discúlpame por hacerte pasar el mal trago mencionando al ex – hizo una mueca
-No te preocupes, ya todo está aclarado – dijo con una sonrisa sincera
-Quédate un rato con nosotras, estoy segura que Quinn no te ha contado sus peores osos de la universidad –
Fue así que pasaron un rato agradable con las ex compañeras de la ojiverde y los amigos de Lauren.
-Tengo que confesar que esta noche me divertí mucho – dijo la ojiverde dejando su bolsa en la sala del departamento de Rachel
- También yo…y me sorprendió verte –
-A mi me sorprendió ver como la chica no se alejaba de ti…-
-Sobre eso, yo no…-
Quinn la interrumpió con un beso
-Vi todo lo que paso, la chica era muy insistente, por eso fui…- Rachel se le quedo mirando- también estaba un poco celosa- confeso
-No sabía a lo que estabas jugando cuando llegaste de esa forma -
-Si te soy sincera yo tampoco, fui improvisando, pero resulto un éxito, la doctora ni nos volteaba a ver – dijo divertida
-Lo que más me gusto, fue conocer a tus compañeras, y que me presentarás como tu esposa –
-Es lo que eres Rach, y disculpa si no te he dado tu lugar frente a mis conocidos, pero te aseguro que eso va a cambiar, no quiero que creas que me da vergüenza…quiero que sea todo lo contrario, quiero decir lo orgullosa que estoy de mi esposa-
Se acercó para tomarla de la cintura y besarla lentamente.
-Dios, me encanta lo que haces con tu lengua – confeso con un gemido la ojiverde
-Puedo mostrarte todo lo que mi lengua puede hacer en ti – le susurro en el oído antes de morderle la oreja
-Joder, vamos a la cama – dijo tirándola de la mano, pero la morena no se movió - ¿Qué pasa? –
-No quiero hacerlo en la cama, quiero hacerlo aquí – dijo decidida
Rachel guio a la rubia hasta que sus piernas sintieron el sofá.
-¿Estas segura? – pregunto la ojiverde mirando el lugar
-Muy segura, no hay nadie, estamos solas- contesto quitándole la blusa
Con sus dedos delineo los pechos de su esposa, bajando por el abdomen hasta el botón del pantalón.
Bajo el pantalón junto a la ropa interior hasta la rodilla
-Ahora siéntate- le ordeno
Quinn obedeció y vio como Rachel bajaba para retirar el pantalón y su ropa interior.
-Ahora sólo disfruta – susurro muy cerca de su centro
Al primer lengüetazo Quinn cerró los ojos y puso su mano en la cabeza de su esposa, indicándole que no parara.
Y así fue Rachel no paro de mover su lengua hasta que alcanzo el climax
-Joder….- dijo Quinn recuperando el aliento - ¿A dónde vas? – pregunto al ver a su esposa entrar a la habitación.
A los segundos salió con una caja entre sus manos
-Compre algo que quiero que usemos las dos…- le mostro un dildo doble
-Muy bien, pero tienes demasiada ropa – dijo levantándose
Quinn le quito la blusa mientras Rachel se quitaba el pantalón y la ropa interior.
La morena tomo de la caja de nuevo para sacar el objeto, leyó rápido el instructivo. Mientras la ojiverde le besaba el cuello
-No me dejas leer – se quejó aguando un gemido
-No creo que sea difícil utilizarlo, sólo necesitas estar bien lubricada –
Su mano bajo hasta llegar al centro de la morena, que ya se encontraba bastante húmedo
-No creo que necesite más – gimoteó al no sentir la mano de su esposa
Rachel se introdujo su parte con ayuda de su esposa, una vez que estuvo en su lugar, se sentó en el sofá
-Listo, ahora ven –dijo mirándola con intensidad
Quinn no tardo en colocarse a horcadas introduciéndose el dildo.
Los primeros movimientos fueron lentos para que ambas se acostumbraran. Una vez que ambas estuvieron cómodas, la ojiverde fue la encargada de llevar el ritmo.
En un momento, se quitó el brassier, que aún utilizada, dejando sus pechos libres.
Rachel sentía que iba a volverse loca con el movimiento de los pechos, con cuidado los tomo y comenzó a hacerlos suyos.
Quinn no tardo en comenzar a gemir, se sentía en las nubes.
A la mañana siguiente, el sonido del timbre las despertó. Rachel se colocó una bata para darle tiempo de despertar y vestirse a su esposa
-Buenos días Santana – saludo la morena
-Por fin, llevábamos media hora tocando – se quejó ingresando al departamento
-Hola Rach – saludo Kurt
-Hola Kurt, no sabía que venias también –
-Santana me trajo, porque sus madres quieren que pongamos una fecha y una lista de invitados como mínimo – dijo
-Vale, pero primero tengo que desayunar, ¿gustan? – pregunto Rachel desde la cocina
-Lo aceptamos morena – dijo Santana sentada desde la sala
Quinn salio vestida con ropa deportiva
-Buenos días…que carita de bien follada tienes – la molesto su amiga
-Pues si Santana, ayer me follaron muy bien, y de hecho fueron varias veces, diferentes posiciones sobre donde estas sentada – dijo con una gran sonrisa
Santana al escuchar se levantó del lugar
-Dios, que desagradable, díganme un lugar seguro donde me pueda sentar – dijo dramática
-Si quieres te puedo servir el desayuno en el pasillo, todavía no nos va el exhibicionismo – contesto desde la cocina Rachel
Kurt y Quinn soltaron una carcajada.
Cuando terminaron de desayunar se pudieron a trabajar en la lista de invitados primeros.
-Por mi parte, no creo invitar a muchos familiares, la mayoría no ven con buenos ojos las relaciones del mismo sexo, pero estoy segura que se compensará con las amistades de mis papás – dijo Quinn entregando su lista de invitados a Kurt
-Con los míos son el mismo caso, igual le tengo que preguntar a mamá a quienes invitamos y lo mismo con mi papá- dijo preocupada
-Hey, tu papá ya se esta acostumbrando a la idea de que estés con una mujer – dijo Kurt animándola
-¿ Y de sus amistades? – pregunto Santana
-Pues sería Lauren,Luna, Hannah, ustedes con sus parejas…- dijo Quinn
-María con su pareja y Tom – la ojiverde hizo una mueca – serán mis invitados, si tu no quieres –
Kurt termino de escribir los nombres
-Eso nos da un promedio de 60 invitados – dijo Kurt
-Será una boda pequeña – dijo Rachel
-Deberian de buscar 9 invitados más – propuso Santana con una sonrisa picara, los tres se le quedaron viendo sin entender – 69 invitados, su posición favorita –
Las chicas no pudieron evitar sonrojarse
-Ahora elijamos una fecha – dijo Kurt
Llego diciembre, y el 5 mes de embarazo
Judy caminaba de un lado a otro en su departamento, ante la mirada de su esposo
-Cariño, puedes sentarte un poco – le pidió Russell
-No puedo, a tu hija se le ocurre elegir casarse en enero, nos dio un mes para organizar la boda – dijo anotando algo en su libreta
-Un mes es tiempo suficiente, ellas organizaron su primera boda en dos horas o menos – dijo divertido
Al segundo se arrepintió de la broma al ver la mirada de su mujer
-Vale, ya tienen casi todo, sólo faltan el banquete y los vestidos – dijo paciente
-Gracias a mí, porque tu hija nos hizo recorrer todos, para elegir el primero que le mostré-
-Van avanzando, además son pocos invitados – tomo la libreta para mirar la lista de invitados – son…- comenzó a contarlos – 69 invitados, ¡69! Jajajajja – soltó una larga carcajada
-No entiendo a qué viene esa risa – dijo con los brazos cruzados
-El 69, una posición sexual que te puedo enseñar – dijo acercándose para besar a su mujer
-Hola familia – llego Quinn - ¿ de que me perdi? – dijo mirando a sus padres
-Tu padre que me explicaba el 69 – dijo sin alterarse
-Ok…¿quieren que vuelva luego? – pregunto incomoda
-No, no haremos nada en tu presencia, tranquila – dijo Russell - ¿Por qué eligieron 69 invitados? – pregunto curioso
-Santana lo dijo de broma, pero al final esos fueron los invitados que quedaron, igual todavía faltan que confirmen…así que el número puede bajar –
-El miércoles tenemos cita con la florista –informo su mamá
-Lo recuerdo, por cierto, no se olviden de hoy la cena…es importante que vayan –
-¿Ahora que sorpresa nos darás? – pregunto dramática Judy
-Estas en lo correcto mamá, les daré una sorpresa más -
-¿En verdad? Nos puedes dar un adelanto- dijo Russell
-Lo sabrán hoy, en el restaurante Di Roma a las 7, puntuales por favor –
Las 7:20, la familia y amigos más cercanos estaban en la mesa reservada esperando a la pareja
-Hola, sentimos la tardanza – dijo Rachel disculpándose
-Cuando tienes un compromiso no debes calentar a la mujer embarazada – dijo Santana
-Hola Santana, y no fue por lo que piensas…se nos olvidó algo importante – dijo Quinn
Una vez sentados todos, pidieron sus alimentos.
El tema a discusión era la decoración de la boda, y que menú elegir para su evento.
-Por cierto, las invitaciones estarán listas esta semana para enviarlas a los que viven afuera – dijo Rachel
-Muy bien, pues esta semana avanzamos con los preparativos de la boda – dijo orgullosa Shelby
-¿Se irán de luna de miel? – pregunto Jake
-No lo hemos platicado – dijo sincera la ojiverde
-No lo creo posible, tenemos que ir acondicionando la habitación del bebé y todo eso –
-Ohh…quería regalarles o apoyarlas con su luna de miel – dijo el padre de la morena
-Igual pueden tomarse un fin de semana – propuso Shelby, feliz de la participación de su esposo
-Claro, además aún hay tiempo para comprar las cosas del bebé –
-Yo ayudo a papá a elegir la luna de miel para que sea sorpresa – dijo Maddie
-Y cuando se casen a pueden irse a vivir juntas – dijo Santana
-Tú te quieres deshacer de mi – se quejó la ojiverde
-Quiero tener libertad de estar con mi novia – no hizo mayor comentario por la presencia de Maddie – pero sabes que no, si quieren pueden mudarse al departamento y entre las tres cuidamos al mini Fabray-Berry – dijo con una sonrisa
-Es hora de pedir el postre- propuso Russell
-Sobre eso, ya lo pedimos nosotros por ustedes- dijo Rachel tímida
-¿Que? No puedo creerlo, llegan tarde y encima piden por nosotros- dijo Santana cruzándose de brazos dejándose caer en la silla
-Este postre te gustará San, confía en mi- le dijo a su mejor amiga haciendo una seña al mesero para que llevara los postres
-Bueno, mientras esperamos pueden decirnos el porqué de esta cena- dijo Judy curiosa por la sorpresa
-¿Tenemos que tener un motivo para invitarlos? - le pregunto a su mamá
-Con ustedes claramente si, nos han dado unas sorpresas...- ahora fue el turno de Shelby
-No ha sido tanto...- contesto Rachel
Sus padres se le quedaron viendo
- ¡Ya llegó el postre! - grito la ojiverde
Los meseros les entregaron un plato tapado. La ojiverde notó la mirada de su mejor amiga y antes de que esta hablara ella lo hizo
-A la cuenta de tres lo abrimos todos, por favor-
Santana rodó los ojos
-Una...- comenzó Quinn mirando a su esposa
-Dos...- fue el turno de Rachel
-¡Tres!- gritaron ambas
Todos en la mesa quitaron la tapa y se encontraron con una rebanada de pastel con un letrerito color rosa.
Los presentes se miraron entre ellos
-¡ Tendremos una niña! - se levantó Rachel feliz
Quinn sonrió tocando su abultado estómago
-Una mini Fabray- Berry- susurro Santana, limpiándose una lágrima traicionera
-Si, tendré una sobrinita- dijo Maddie feliz
-Cariño, tendremos que ir que comprar unos vestiditos- dijo Russell feliz a su esposa
En la mesa todos hablaban de lo que seria el primer regalo para la bebé, los nombres que le pondrían, mientras Rachel tomó de la mano a su esposa para levantarla
-Te amo- dijo Rachel tomando el rostro de su esposa para besar
-Tendremos una bebé hermosa-
Sus manos se unieron en el vientre, para sentir a su hija
-¿Sentiste eso?- pregunto la morena asombrada
-Si, es la primera patada de la bebe- dijo algo preocupada la ojiverde
-Te amo, las amo- dijo volviéndola a besar
N/A: Gracias por leer y comentar :D
