Harry Potter pertenece a JK Rowling.
Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)
Harén de Harry.
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
N/A Diego: Agradezco mucho, los comentarios del usuario hgx, sobre el Fic, sus atenciones, son muy apreciadas, y lo seguirán siendo.
Respondiendo a una pregunta: Parvati no volvió, porque no quería inmiscuirla, en el Harén, quería que ella fuera por otro camino, el cual espero poder enseñar, a lo largo de la reconstrucción de "HP y La Orden del Fénix"
Capítulo 50
Aprendices de Medimagia.
Aquella mañana, Hermione, Daphne, Padma y Susan, se hicieron la misma pregunta.
¿Cuándo había pasado Harry, de ser su amigo/maestro (al menos, en los asuntos de La Fuerza), a que lo vieran como una pareja romántica?
Ninguna lo sabía, pero querían descubrirlo, y tratar (de alguna forma) de llevarlo a Hogsmeade, y poder enseñarle algo nuevo, ayudarle a disfrutar su etapa escolar, pues era algo que jamás volverían a sentir.
Pero Harry, parecía estar desconectado de todo, parecía querer ignorarlo todo.
-/-/-/-
Los aterradores T.I.M.O.S se les venían encima. Y los profesores, les estresaban, solo contándoles lo que pasaría.
Un ejemplo, era la profesora McGonagall.
―Piensen en que no aprobarán los T.I.M.O.S, sin una buena dosis de aplicación, practica y estudio. ―Dijo McGonagall. ―Tu también, Longbottom. Puedes lograr completar tus T.I.M.O.S y tus E.X.T.A.S.I.S, no tengo quejas de tu trabajo, solo necesitas tu confianza. El día de hoy, vamos a iniciar con el hechizo Evanesco.
Quizás fuera por lo que el hechizo era nuevo, pero no.
Harry supo que no fue por eso, que no logró usarlo.
¿Fuera, quizás porque lo tuvieron que hacer con un ser vivo (caracoles)?
¡Quizás por eso, solo lograron hacer desaparecer los caparazones!
Harry, decidió seguir estudiando el hechizo, pero haciéndolo con algunas monedas, y un par de corbatas.
Podía ser bueno en La Fuerza, y en muchos hechizos, pero eso no significaba, que algunos hechizos o poderes de La Fuerza, no se le complicaran, de vez en cuando.
Cuando todos llegaron a la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, esta fue sumamente entretenida, teniendo muchas ramas en las mesas, las cuales repentinamente saltaron, y les brotaron piernitas, bracitos y rostros.
Las chicas y varios chicos, se emocionaron.
― ¿Alguien sabe cómo se llaman, estas criaturas? ―preguntó la profesora Grubbly-Plank.
Hermione elevó su mano. ―Bowtruckles. Son guardianes de los arboles; generalmente, viven en aquellos árboles, que sirven para la creación de varitas.
―5 puntos para Ravenclaw ―dijo la profesora. ―Siempre que necesiten algo, de un árbol habitado por un Bowtruckle, es recomendable tener algunas cochinillas, a la mano y dárselas al Bowtruckle. Quiero que hagan tríos y dibujen al Bowtruckle, con sus partes del cuerpo, señaladas.
Entonces, Malfoy decidió molestar a Weasley, por saber que él, era amigo de Hagrid. ―Al parecer, el Ministerio ha tomado ciertas decisiones, de intervenir y darnos maestros de calidad, es por eso, que el zopenco de Hagrid ya no está aquí...
―10 puntos, señor Malfoy ―dijo la profesora Grubbly-Plank, causando que Draco pusiera una mueca de indignación, se sonrojara y se callara.
Varios de los Slytherin, miraron a Draco con furia, quien se sonrojó aún más, y deseó que la tierra, se lo tragara.
Luego, fue la clase de Herbología, donde la profesora Sprout, volvió a sermonearlos, con que necesitaban grandiosas notas, si querían seguir estando en su clase.
Harry veía, como los deberes se iban acumulando, lentamente, y comenzó a pensar en ir haciéndolos. ―Comenzar, por pociones y luego quizás, seguir con transformaciones. O tal vez ir primero, por Historia de la Magia... ―iba pensando en sus cosas, cuando pasó junto a uno de los baños femeninos, y escuchó un llanto apaciguado, vio que era el baño femenino, suspiró e ingresó, encontrándose con una niña, quizás de primero o segundo año, era de Gryffindor. ―Hola, ¿Qué te ha pasado?
La niña elevó su mirada, encontrándose con Harry. ―Eres... eres... Harry... Po-Potter... ¡El-Niño-Que-Vivió!
Harry le enseñó una sonrisa. Odiaba ese apodo, con toda su alma. ―Lo soy, ¿puedo saber, el motivo por el cual lloras?
Las lágrimas, se acumularon, en los ojos de la niña, antes de asentir. ―Hemos escuchado, que enfrentaste a Quien-No-Debe-Ser-Nombrado, y.… y.… que el Ministro, no quiere reconocerlo, algunos amigos y yo, lo conversamos, entonces, la profesora Umbridge, nos escuchó, nos llevó a su oficina. ―Harry comenzaba a pensar en lo peor. ―Y nos hizo escribir, unas planas y.… y... ―enseñó su mano. ―Apareció allí. ―Su mano presentaba cortes profundos, con la palabra "No debo decir mentiras"
― ¿Escribiendo?
―Sí.
― ¿Qué clase de hechizo o maldición, hace esto? ―se preguntó, preocupado, antes de cargarla. Primero, fueron a la oficina de la subdirectora, pero McGonagall, no estaba allí, así que la llevó a la sala de Gryffindor, siendo la niña quien dijo la contraseña, todos se asombraron de verlo allí.
― ¡¿Qué haces aquí, Potter?! ―rugió un furioso Ron Weasley, sin percatarse del bulto negro, ribeteado de rojo, que cargaba el Slytherin.
―Debo de hablar, con la profesora McGonagall. ―Dijo con un tono tan frio, que más de uno, sufrió de escalofríos ―La busqué en la oficina de la subdirectora, pero no estaba allí. ¿Saben dónde puedo encontrarla? ―un alumno, señaló una puerta, y la abrió para Harry.
― ¿Señor Potter? ―preguntó McGonagall, sorprendida, de ver al Slytherin allí. Aun después de cinco años, seguía deseando, ver en aquella túnica, un león y el color rojo. ― ¿Qué ha pasado?
―Estaba yo, caminando con calma, por los pasillos del colegio, escuché un llanto en un baño, y encontré a una de sus alumnas, la he traído ante usted. ―Dijo Harry, enseñando a la niña, que traía en brazos. Harry frunció el ceño. ―Debería, de haberla llevado, con Madame Pomfrey.
―Tranquilo, señor Potter ―dijo McGonagall. ―Tomen asiento, por favor. ―Así lo hicieron, McGonagall vio la herida de la niña y enfureció, se colocó de pie y se acercó a su chimenea. ―Albus, Poppy, los necesito en mi oficina de docencia, ahora. ―La chimenea estalló en llamas verdes y poco después entraron la enfermera y el director, a quienes Harry y la pequeña Evelyn Abercrombie, explicaron todo. Rápidamente, Poppy fue a su oficina y volvió con una poción violeta, derramando unas pocas gotas, eliminando los cortes, en el nombre de la niña. ―Veinte puntos para Slytherin señor Potter, puede retirarse.
―Gracias, profesora ―dijo Harry, retirándose.
Se escuchó un rígido de parte de McGonagall y lo mismo con Poppy, mientras que Dumbledore, trataba de calmarlas.
Una de las Prefectas, acompañó a la pequeña, para que descansara, hasta la hora del almuerzo y la cena.
En los días siguientes, y de una forma que Harry aun desconocía, acabó por ser arrastrado por Padma, a la enfermería de la escuela, con la chica rogándole a la mujer, que le acogiera como su estudiante, o que al menos, le enseña lo más básico.
Harry se preguntó para qué quería Padma, aprender Medimagia, él consideraba que ella, era bastante buena, cuando se trataba de Fuerza Curativa, era una usuaria total del lado Lumínico de la Fuerza, una Jedi hecha y derecha.
Y dos horas después, Harry se estaba preguntando, ¿Cómo acabó por ser metido con calzador, igualmente, en los nuevos aprendizajes de Medimagia de su querida Padma?
Solo sabía, que salió de allí, con cinco libros, de la anchura de la biblia misma, un peso igual, y que, si se ponían apilados, acabarían pasando dos cosas: perdería el equilibrio, siendo precipitado hacía el frente, y, además, no podría ver el camino por el cual iba.
Pero así acabó todo: Con él, tratando de aprenderse los nombres, de los doscientos seis huesos del cuerpo, aprendiendo las posibles fracturas que estos pudieran llegar a tener, y como atenderlas...
¡Mágica y Mugglemente!
Pomfrey estaba loca, desde el punto de vista de Harry, por aquello de aprender a dar primeros auxilios al estilo Muggle.
Tratando de aprenderse los nombres y ubicación de los casi dieciséis órganos. Aprender cuales eran posibles de ser donados. Cuantos eran realmente indispensables para la supervivencia del ser humano.
¡Un martirio para Harry!, aunque comprendía perfectamente, cuan necesaria era la Medimagia, y sus conocimientos sobre la Sanación de la Fuerza, serían inútiles, sin varios de estos conocimientos.
Harry se sorprendió, de poder amar a Padma, pero también odiarla, por haberlo metido en semejante situación.
¡Y apenas estaban comenzando, las clases con Pomfrey!
Unas horas después, en el Gran Comedor, el periódico enseñó una noticia, que únicamente, aquellos que tenían conocimientos respecto a La Orden del Fénix, pudieron (más o menos –menos en realidad, al ser en gran parte alumnos–) entender: Un miembro de La Orden del Fénix, trató de ingresar en el edificio del Ministerio de Magia.
En eso, apareció Hedwig, enviándole una carta a Harry.
Querido Harry.
Quizás en el periódico, acabes de ver una noticia, sobre un hombre llamado Sturgis Podmore, él era un miembro de La Orden del Fénix, y ha intentado ingresar en el Ministerio de Magia.
Por algún motivo, Dumbledore parece haberle ordenado a Sturgis que ingresara en el Ministerio, y descendiera al nivel más bajo del mismo, para poder adquirir La Profecía que causó el fallecimiento de Cornamenta y Peli-Peli, y de los Longbottom: Tu o Neville, uno de ustedes dos, tiene el poder, para vencer a Ryddle, y alguno tiene un poder, que Ryddle desconoce, pero solo uno sobrevive (esto es, lo que recuerdo)
Además, Harry: debes saber, que Umbridge está en el colegio, por orden de Fudge, quien ha decidido no creerte sobre el regreso de Ryddle, ¡hasta que no lo vea él mismo!, ha decidido que estás del lado de Dumbledore, y que ambos quieren formar un ejército y derrocarlo, debes de tener cuidado.
ATTE.: Sirius.
Tras terminar su almuerzo, Harry fue a buscar el libro de Herbología, para hacer la tarea sobre los arbustos auto-fertilizantes.
Tenía un muy mal presentimiento.
Y ese mal presentimiento, se hizo realidad al día siguiente, cuando algo se estrelló sobre él, haciéndolo despertar sobresaltado, era una pálida y alterada Daphne, junto a ella llegaron Tracey Davies y Astoria; Harry tardó unos minutos, en fijarse, en lo que traía en las manos Daphne, un periódico.
EL MINISTERIO EMPRENDE LA REFORMA EDUCATIVA Y NOMBRA A DOLORES UMBRIDGE PRIMERA SUMA INQUISIDORA DE HOGWARTS
― ¡¿Fudge ha dado a esa loca, poderes para supervisar a los profesores?! ―aquel chillido, vino de Tracey, cuando se cansó de quedarse en silencio.
―Fudge está en contra de Dumbledore, creyendo que esto de lo del regreso de Ryddle, es cosa de él y mía. ―Dijo Harry, ahora más despierto. ―Cree que Dumbledore quiere armar un ejército y derrocarlo. Umbridge, sacará a los maestros, que estén del lado de Dumbledore.
Umbridge no supervisó la clase de Historia de la Magia, ni tampoco la clase de Pociones.
Cuando llegó la clase de Defensa, Hermione se llevó una muy mala sensación, era como tener a Snape, pero en mujer.
― ¿Qué ocurre esta vez, señorita Granger? ―preguntó Umbridge, con voz cansada.
―Ya he leído el capítulo dos ―contestó la castaña de Ravenclaw.
―Entonces, vaya al capítulo tres ―gruñó, con los dientes apretados.
―Ya lo he leído. Eh leído todo el libro.
Umbridge se quedó en silencio por un momento. ―En ese caso, ¿puede decirme qué opina Slinkhart sobre los contraembrujos, en el capítulo quince? ―Creyó que la atraparía mintiéndole, descaradamente.
―Dice que los Contraembrujos, son embrujos comunes y que la gente solo les da ese nombre, para hacer que la sociedad los vea, con buenos ojos ―dijo Hermione, Umbridge frunció el ceño y asintió, tomó una tabla, donde tenía unos pergaminos, y pareció escribir algo, en contra de sus deseos, Harry quería imaginar, que le acababa de poner una buena, alta (y muy merecida) nota, a Hermione. Harry entonces, vio el brillo en los ojos de Hermione, y deseó que se quedara en silencio, pues ya había humillado a Umbridge, y si decía, lo que Harry creía, que diría, si daba su opinión, en lugar de quedarse con lo que daba este patético libro, entonces Umbridge contraatacaría, y la deprimiría rápidamente, como solía hacerlo Snape. ―Pero yo no estoy de acuerdo. ―Harry deseaba, golpearse la cabeza.
― ¿A no? ―preguntó Umbridge, con un tono de voz, que jamás podría haber sido pasado, como un tono alegre. ― ¿Y por qué sería eso?
―Slinkhart no le gustan los embrujos, y llama a los suyos "contraembrujos", solo para que se vean bien, socialmente. Creo que todos, podemos estar de acuerdo, en que los embrujos son positivos...
―Ah, pero es la opinión del señor Slinkhart, y no la suya la que nos importa, en esta clase, señorita Granger.
―Sí, pero...
―Pero nada.
Y la clase volvió al silencio, más propio de Historia de la Magia, que de Defensa Contra las Artes Oscuras.
Si el odio de Hermione hacía Umbridge, hubiera sido un poco mayor, entonces la mujer podría ahora mismo, estar siendo torturada por alguna técnica, de la Fuerza Oscura.
En la clase de Transformaciones, estaban tratando de que los ratones, desaparecieran, pues McGonagall, consideraba que casi todos, los alumnos, tenían un excelente uso del encantamiento desvanecedor.
―Casi todos, han logrado hacer desaparecer, sus caracoles. Y ahora, lo intentaremos, con animales vertebrados, lo cual supondrá algo más de dificultad ―comenzó a decirles. ― ¡Macmillan, si vuelves a hacerle eso a tu ratón, voy a castigarte! ―gritó, al Hufflepuff, quien saltó en su silla.
―Ejem, ejem...
―El día de hoy, vamos a...
―Ejem, ejem...
― ¿Necesitas un hechizo, para la carraspera de garganta, Dolores? ―Preguntó McGonagall, tratando de mantener la calma.
―Gracias Minerva, ―dijo Umbridge ―solo me preguntaba, si habías recibido mi aviso, sobre mi supervisión...
―En caso contrario, te hubiera preguntado, que haces en mi clase. Vamos a ver, que tal lo hacen, con el encantamiento desvanecedor, sobre un animal vertebrado... ―dijo McGonagall.
―Ejem, ejem.
―Me gustaría saber, Dolores: ¿Cómo esperas hacer a una idea, sobre mi método de enseñanza, si no paras de interrumpirme? ―dijo McGonagall enfadada. ―Por lo general, no permito que las personas hablen, en mi salón de clases, ¿sabe? El caracol era un invertebrado, y ahora, estamos ante un vertebrado... ¡POTTER, BONES, VEAMOS QUÉ TAL LO HACEN USTEDES! ―ambos separaron sus cabezas, y Harry se limpió los restos de labial de Susan, que ahora él, tenía sobre los labios.
Ambos hicieron uso del hechizo, y tras cinco intentos, los asustaron a todos, haciendo que soltaran gritos de miedo, cuando Harry y Susan, lograron hacer desaparecer, la piel y los músculos de los ratones, dejando ver los órganos internos y el esqueleto.
― ¿Hace cuánto que imparte clases en Hogwarts?
―En diciembre, cumpliré treinta años. ―Contestó.
Umbridge anotó algo. ―Recibirá mi resultado de supervisión, en una semana.
―Muy bien.
Al finalizar la clase de Transformaciones, fueron a sus otras clases, con Harry yendo a Alquimia, y al salir se encontró con Hermione, quien estaba hecha una furia, al parecer, Umbridge había estado realizando algunas preguntas molestas, para el funcionamiento de la clase de Aritmancia, preguntas muy personales, a la profesora.
Hermione tardaría una noche en entender, que Umbridge tenía órdenes de Fudge, de despedir a los maestros, que fueran cercanos de Dumbledore, y que podrían ser sus supuestas marionetas, en su intento por controlar el Ministerio.
-/-/-/-
El Elegido ¿o los Elegidos?
Cuando alguien fallecía, en la Fuerza Lumínica se convertirían en Fantasmas, pero en la oscura, se volverían Espectros.
Y hace ya varios milenios, un grupo de antiguos Jedis y Siths, quienes habitaron el Más Allá de la Fuerza, pudieron sentir, como la realidad parecía estarse amoldando.
La realidad, parecía querer modificar el curso, que tomarían las cosas.
Una enorme era de oscuridad en La Fuerza se aproximaba, y si no lo detenían, tarde o temprano, un cataclismo tendría lugar, eliminando no solo el Balance en la Fuerza, sino que era posible, que la vida dejara de existir, en el mismísimo universo.
Por esto mismo, tomaron la decisión de intervenir, y contaron con la ayuda de dos seres más allá de su comprensión: Ashla (deidad de la cual brotaba la Fuerza lumínica) y Bogan (deidad de la cual brotaba la Fuerza Oscura). Serían estas deidades, quienes les enseñarían a los fantasmas y espectros, la existencia de dos jóvenes, quienes tendrían misiones distintas, en los caminos de la Fuerza.
Uno de ellos, era Anakin Skywalker, quien originalmente sería fruto de las investigaciones, de un Sith llamado Darth Plagueis, quien intentaría controlar la profecía del Elegido de la Fuerza, y del Sith'ari, para guiar a la galaxia a una nueva era de oscuridad. Pero Anakin Skywalker, no era el Elegido, era obra de la Alquimia Sith, un falso Elegido, era alguien destinado a convertirse en un asesino en masa, en el perro del Emperador Sidious, él traería una oscuridad a la Fuerza y a la Galaxia, al tener a Anakin Skywalker, como el lord Sith: Darth Vader.
Tras la derrota de Sidius y Vader esto abriría el camino, a la invasión de una raza intergaláctica de seres biotecnológicos, que eran insensibles ante La Fuerza, era imposible que la Fuerza los afectara. Los Yuuzhang Vong serían casi imbatibles, para la futura Resistencia y los remanentes del Imperio, quienes acabarían siendo esclavizados, si se permitía que Anakin Skywalker, cayera en el lado oscuro.
Si se permitía que Anakin Skywalker, naciera del egoísta deseo de Darth Plagueis y los experimentos de Darth Sidious (en un deseo por completar el plan de su amo, y tener en sus manos, al más poderoso usuario de la Fuerza, en existir), entonces la orden Jedi caería al completo, solo dos Jedi sobrevivirían.
Y luego, a causa de la Regla de Dos, morirían los dos únicos usuarios del lado oscuro que aun preexistirían en aquel futuro: Sidious y Vader, cuando eso ocurriera, el desbalance en la Fuerza, iniciaría El Gran Cataclismo.
¡Incluso, cuando el destino de Anakin Skywalker, era destruir a los Jedi y a los Sith, para luego permitir el renacer de ambas ordenes, y otorgar el equilibrio!
Entonces, bajo el comando de la Fuerza se dio paso a la creación de algo así, como otro elegido, siendo este Harry Potter.
Un chico nacido en otra Galaxia.
En sus visiones, Los Jedi y Sith, pudieron contemplar, como este joven, devolvería también el equilibrio a la Fuerza, al emplear los conocimientos y las prácticas, de la original Orden Jedaii: Al usar luz y oscuridad, al combatir a los Jedi y a los usuarios de la Fuerza Oscura; en una insaciable sed de justicia.
Al volverse un gran amigo de Anakin Skywalker.
Anakin Skywalker, tenía que permanecer en la Orden Jedi, a como dé lugar, o se desencadenaría la auténtica destrucción de todo.
Anakin Skywalker, tenía que ser capaz de conocer el amor de su madre: Shmi Skywalker, incluso cuando fuera un adulto, incluso si seguía el camino de los Jedi, ella era su primer pilar psicológico y la Fuerza, quiso que ella cambiara su vivienda, y estuviera cerca de su hijo.
Anakin Skywalker, necesitaba conocer también sobre la Fuerza Oscura, y por esto, era que existía una segunda madre biológica para él, una Sith, una mujer que podría educarlo responsablemente, para que no fuera seducido con tanta facilidad, por Darth Sidious, si es que alguien pudiera enseñarle, los primeros pasos de la Fuerza Oscura, al tiempo que tenía un maestro en la Fuerza Lumínica, que sabría ser paciente y tolerante, con alguien como Anakin, quien siempre desearía hacer el bien, ante todo, incluso si esas buenas acciones, llegaban a ir en contra de las órdenes del Consejo Jedi, un Jedi gris.
Y Anakin era alguien, que desearía, llegar a ser reconocido.
Qui-Gon Jin, tenía un amplio conocimiento en La Fuerza, y él sabía (porque lo vio, en una visión), que Anakin equilibraría la Fuerza.
Qui-Gon, enseñaría en la Fuerza Lumínica y Jeena, enseñaría en la Fuerza Oscura.
Anakin era el Elegido, era el Sith'ari, pero él no sería quien destruiría a los Sith, pues esa no era su misión.
Aquello referente, al gran mesías Jedi... del gran Jedi entre los Jedi, del más poderoso de todos ellos, que empuñaría un sable de luz del arcoíris y barrería con los Sith, de un soplido, no era más que una perversión de la profecía.
Anakin, sería quien equilibraría la Fuerza.
Y si pasaba el tiempo suficiente, comprendería totalmente, cuál era la misión del Elegido, cual la misión del Sith'ari.
Pues él, era ambos en cuerpo, alma y espíritu.
