Misión en la Ciudad Luminosa

- No... no hay pruebas suficientes, no puedo hacer nada sin evidencia - se limitó a decir Serena

- Es extraño... ¿Acaso Artemis ha sido mentiroso alguna vez? ¿Esa chica mentiría con algo así? ¿O es que acaso hay alguna razón por la que Rei deba permanecer en su cargo a pesar de las cosas que dijo su hija? - realizó el soberano una lluvia de preguntas

- Ella será castigada en su debido momento... - aseguró ella en voz baja ocultando sus ojos detrás de su cabello al bajar la cabeza

- ¿Y porque no ahora? Manda a pedir el registro del centro CtOS de Ciudad Ígnea, ¿Por qué no lo haces? - siguió preguntando Endymion a su mujer observando bien sus movimientos, la cual buscaba mostrarse relajada

- No entiendo por qué estás actuando así, ¿Rei te ha dicho algo? - buscó evadir la rubia la respuesta directa puesto que no sabía qué responder

- No, ¿Acaso ella tiene algo para decirme? Que yo sepa, no tenemos relación alguna con los problemas de ellos pero... no has respondido mi pregunta - insistió el de ojos celestes parándose frente a ella

- Yo, tenía pensado hacerlo tarde o temprano, no te preocupes Endymion - fue lo que ella atinó a responder a fin de que él no volviera a preguntar lo mismo

- ¿Sabes qué? - Dijo el hombre comenzando a pasearse lentamente por la habitación - Se lo que hiciste... - añadió alzando la voz y apuntándole con un dedo

Eso impactó a Serena lo que la impulsó a llevarse una mano a la boca además de abrirla... ¿De que hablaba? ¿Será lo que ella temía u otra cosa? De ser así... ¿Qué medidas tomaría su esposo?

Él estaba a punto de vomitar todo lo que sabía y recordaba haber visto en su viaje por el tiempo con Carlos puesto que el dolor y la indignación en su corazón ardían en su pecho, eso hacía que viera a su esposa y reviviera en su mente aquellas imágenes, eso que no llegó a presenciar lo que por piedad, Carlos le impidió mirar; aunque por las fotos anónimas lo hiciera... otra cosa era presenciar el acto en vivo.

Justo en ese momento acababa de recordar la recomendación del joven científico de no decir nada del asunto, eso hizo que se arrepintiera de lo que estaba por decir y que lo pensara mejor.

- Digo... seguramente algún favor le debes a Rei y ella te lo está cobrando, lo cual habla muy mal de ti, eres la reina y eso te hace ver muy débil, piensa un poco... ya no eres aquella adolescente que iba primero a la secundaria y después a la preparatoria, eres una adulta y tienes una gran responsabilidad, te recuerdo que actualmente eres la gobernante del mundo - le reprochó Endymion diciendo lo primero que se le vino a la mente

- Si... supongo que tienes razón... - balbuceo la reina con el corazón palpitante - Eso es... le debo muchos favores a ella - suspiró ella sin saber qué más decir, rogando por dentro que su esposo no continuara preguntando

- Pero de todos modos, el asunto es muy serio y no debe de quedar así, mañana que ellos vengan a rendir cuentas por el incidente de la Capital tendrás que tomar una decisión, usar tu autoridad de reina y castigarla, de lo contrario sería perjudicial para tu investidura y nuestro gobierno - enfatizó el de cabello negro muy serio dirigiéndose nuevamente a la cama y agarrando la chaqueta - Se que soy rey consorte y por ende, no cuento con poder político oficial y que la última palabra la tienes tú en cuanto a las decisiones de gobierno por eso me veo en la obligación de refrescarte la memoria - añadió colocándose dicha prenda

- Ya mañana hablaremos, ¿Qué harás ahora, te acostarás? - preguntó la rubia de coletas a fin de desviar la conversación

- No, primero iré a ver a Charlie a ver si se siente a gusto y necesita algo - respondió dirigiéndose a la salida - Ah y otra cosa, quiero impulsar una reforma en el Código para permitir la práctica de las artes marciales, él fue instructor mío ¿recuerdas que te lo comenté? - añadió acto seguido

- Si, querido, pero eso está fuera de discusión, sabes que nada que se trate de atacar al otro tiene lugar en esta Era... ¿No habrán estado practicando a escondidas, verdad? ¿A qué vino tu amigo a Japón aparte de para cumplir con la tarea encomendada? - fue la contestación de la regente realizando las preguntas con algo de suspicacia

- Sabía que dirías eso... lo se pero pueden practicarse como hoobie y protección adecuada - argumentó el de pupilas celestes - Respecto a tus preguntas, descuida que no lo hicimos y en cuanto a lo último, solamente a conocer y pasear nada más, una vez concluida su labor aquí, él regresará a Chicago - agregó ya saliendo

Una vez que se encontró sola Serena suspiró hondo y se sentó en la cama pensando en la situación actual, de saber la verdad Endymion podía esperar como mínimo el pedido de divorcio de su parte y además, el escándalo en torno a su figura pero lo más preocupante, la reacción de su hija Chibiusa ¿Cómo lo tomaría? ¿La perdonaría? Y otra cuestión, la herida en quien fuera el amor de su vida durante tanto tiempo, Endymion, quien también carecía de culpa alguna en todo el embrollo.

- ¿Qué hacer? ¿Cómo salir de este problema sin que nadie salga lastimado? - se preguntaba ella en voz baja mientras suspiraba de cansancio - Dudo que Risa me perdone y no la culpo, se que no me dijo todo lo que pensó pero... fui sincera con ella con mi confesión - agregó con pena en la mirada

Por su parte, Endymion se dirigió rumbo a la salida del palacio y le indicó a los soldados que saldría solo y no se preocuparan. Una vez fuera caminó unas pocas cuadras hacia el norte de la sede real, como quien fuera a Ciudad Aquae hasta llegar a una especie de moderno galpón color blanco con muchas decoraciones referentes al gobierno Real, allí tecleó un código en el panel de la puerta de entrada y al abrirse la misma entró de prisa.

Mientras dos soldados a los costados le hacían una reverencia, dentro del gran salón vio a a un grupo mediano de guardias realizando ejercicios físicos y a su amigo Nash parado atento y cruzado de brazos viéndolos; éste iba vestido con su uniforme de combate, un par de pantalones cargo color marrón oscuro con bolsillos a los costados metidos dentro de botas de combate verde claro, un chaleco flak marrón con revestimiento superior de color amarillo dorado y pulseras en ambas muñecas con un reloj en la derecha.

- Charlie, espero no interrumpir ¿Todo en orden? - saludó el rey acercándose a él

- Majestad, no interrumpe para nada recién estamos comenzando, si, ahora estaba haciéndoles realizar unos ejercicios para ir entrando en calor - contestó el rubio realizando una reverencia al verlo, quienes se encontraban realizando lo anteriormente mencionado se detuvieron e imitaron al ex piloto, acto seguido el norteamericano les indicó que podían seguir

- ¿Sabes? Hace rato casi le grito todo en la cara a mi esposa, por suerte recordé a tiempo lo que dijo Carlos o lo hubiera arruinado todo al decirle lo que se antes de tiempo - comentó Endymion suspirando de cansancio

- Ah sí, lo que vieron con el joven científico en su viaje al pasado, sí es importante mantener la cabeza fría para obrar en el momento correcto, por más difícil que sea la situación, pero... ¿Ha pensado qué hacer cuando se lo diga? - indagó con curiosidad el de lentes

- En principio ver qué es lo que tiene ella para decirme y después separarme, pero no dejo de pensar en nuestra hija y queramos o no, sufrirá también y está en medio, es lo que nos une aún si no estuviésemos juntos - afirmó el de cabello negro preocupado - No puedo evitar que esto me duela puesto que amo a Serena - añadió de igual forma

- Lo comprendo, solo puedo desearles que todo acabe de la mejor forma posible o "menos peor" no se cómo expresarme - comentó el del fleco pronunciado solidarizándose con él - Por cierto, aquella chica amiga de la princesa que se está quedando en el palacio... ¿De dónde salió? - agregó con curiosidad

- Ella es hija del desgraciado que causó todo esto, es una historia muy complicada la cual te contaré si prometes que queda entre nosotros dos, debido a la misma es que ella se queda en el palacio por ahora.

- Comprendo sí, no hay problema, es mejor que me la cuente cuando estemos a solas ya que a simple vista, la situación es bastante grave lo cual me deja desconcertado, estamos en una Era en la que solo he visto paz y armonía hasta ahora... de igual forma me siento frente a la situación suya con su esposa - opinó desconcertado el ex piloto norteamericano

- Deseo vengar mi afrenta... quiero vencer a ese imbécil, si no fuera por el entrenamiento que he hecho contigo no tendría ninguna chance contra él - expresó con enfado el de ojos celestes

- ¿Pero quién es la persona en cuestión? ¿También pelea? - preguntó Nash frunciendo el ceño

- Sí lo conozco, no puedo negarlo... es un militar experimentado y entrenado como tú, aparte tiene puñetazos letales y una enorme fuerza física, ama pelear - explicó el esposo de la Neo reina con seriedad recordando a Jones, puesto que si bien nunca fueron amigos sí se conocían a través de Serena y de Rei

- Entiendo, entonces será un duro rival, si bien no lo conozco y a juzgar por lo que me cuenta, manteniéndolo lejos de usted con ataques a distancia y desgastándolo como ya sabe más lo que yo le enseñé, puede vencerlo - afirmó Charlie con una pequeña sonrisa y palmándole un hombro - Tengo curiosidad por ver esa lucha y ver qué tan fuerte se ha puesto usted, no deseo perdérmela eso sí, intente que nadie del palacio sepa nada- añadió a continuación

- Eso lo tengo claro, seré discreto por eso no te preocupes - respondió el rey Endymion imitándolo

Ciudad Ígnea. Casa de Mirajane

Ya era noche y tanto la dueña de casa como Ralf ya se habían liberado de sus respectivas jornadas, ella lo seguía tratando bien debido a sus sentimientos pero no podía olvidar las revelaciones de Risa y aunque considerara que ya había sufrido más que bastante a causa de su error, no cambiaba el hecho de que no estaba libre de culpa y todavía sentía el golpe de enterarse de ello, por lo anteriormente dicho, deseaba cuidarlo y evitar que perdiera el control y claro estaba que sentía un poco de miedo por sí misma y por él a causa de eso.

Jones por su parte, había tenido siempre que cuidarse siempre puesto que sabía que su aún esposa lo vigilaba desde que lo expulsara de Hikawa y quedó desconcertado cuando Carlos le aseguró que quien lo siguiese, le había perdido la pista camino a su casa puesto que no sabía cómo podía asegurarlo pero, solo le quedaba confiar en su palabra.

Ahora mientras Mirajane terminaba de hacer la comida, él se encontraba sentado delante de la puerta de entrada a la casa en la calle, puesto que deseaba pensar un poco no solo en la situación con Rei si no también en Risa, le extrañaba que desde que llegara ella al palacio no haya buscado ninguna manera de comunicarse con él, más habiendo sabido que habló con Mira y no lo llamó a él.

- Ralf, ya está lista la cena, ¿tienes hambre? Puesto que dijiste que comiste con tus amigos en Ciudad Metallus antes de volver - dijo la albina con una pequeña sonrisa llegando a él e interrumpiendo sus pensamientos

- Si, voy a cenar, descuida, oye... ¿segura que no causo molestias en tu casa? Te noto triste, ¿Qué sucede? - indagó el de ojos cafés con preocupación

- No te preocupes, corazón... es solo que... ando preocupada por el tema del trabajo, Kumada hijo nos puso una denuncia y presiona a la señorita Setsuna para que me despida para no hacer cerrar el restaurante - contestó la de pupilas azules con una triste sonrisa y bajando la mirada

- Es indignante lo de ese maldito niño engreído, solo déjame que vaya, lo mate y asunto solucionado - vociferó Jones apretando un puño y frunciendo el ceño enojado

- Eso no arreglaría nada pero ganas no faltan - rió levemente la camarera - ¿Y tú? ¿Realmente van a hacer lo que me contaste? - preguntó puesto que rato antes, había hecho muchas preguntas sobre la ida del ex Coronel a la Ciudad Luminosa

- Sin dudas sí, mañana mientras yo y Rei vamos al palacio, se ejecutará la primera parte del plan... el ensayo en el Edificio Dorado, si todo sale bien podemos encarar mejor el golpe en Nukureo Kaseigan y saber mucho más sobre ese rubio idiota además de pruebas contra Rei - contestó el musculoso hombre decidido mirando al suelo

- ¿Sirve de algo que te pida que desistas de ese plan? - preguntó ella sonriendo y exhalando aire por la nariz

- Desde luego que no, lo voy a hacer, si la ley no me permite llegar al fondo llegaré fuera de la misma - insisto él con tranquilidad - Me gusta que no pierdas la sonrisa, así me gusta, solo ríe y tus problemas se irán con alas muy finas - alabó sonriéndole a modo de consejo

Por su parte, Mira se sonrojó y volvió a sonreír apenada, iba a contestar cuando todo el entorno cambio su color del natural a grisáceo, Ralf se sorprendió al notar que ella también se quedaba del mismo color y congelada.

- ¡Mira! ¡Mirajane! ¡Rayos...! ¿¡Qué diablos pasa aquí!? - exclamó Jones alarmado pasando una mano frente al rostro de la chica, quien se quedó como estatua pero rápidamente notó que no solo ella estaba así si no también todo el entorno, los árboles y alrededores.

Él era el único que podía moverse con normalidad.

- No se preocupe señor Jones, su novia la camarera está bien, cuando vuelva el tiempo a la normalidad no recordará qué pasó - dijo una voz distorsionada a sus espaldas

Ralf se dió rápidamente la vuelta y vio acercarse a un joven encapuchado y el rostro cubierto con una máscara de tengu, al cual él reconoció enseguida

- El Fantasma... - murmuró el robusto hombre sorprendido - ¿Qué clase de habilidad es ésta? ¿Quién eres en verdad? - indagó desconcertado

- Tiempo al tiempo, la congelé a ella también porque lo que vengo a decirle solo nos concierne a usted y a mí - contestó el enmascarado sacando algo de debajo de su buzo, un cristal de color naranja el cual alargó al ex coronel

- ¿Qué es esto? - preguntó el hombre extrañado

- Tiene toda la información sobre la moto que lo persiguió en la Capital, la forma en que fue preparada para correr y dónde como así también la identidad de quien la conducía, son las pruebas que necesitará mañana cuando comparezca por la persecución - explicó el encapuchado lanzándole el cristal a Jones, quien lo atrapó en el aire con una mano

- Lo analizaré después, ¿Cómo obtuviste la información? - indagó el musculoso mirándolo fijo

- Fue un meticuloso trabajo mío no se preocupe - dijo riendo el Fantasma - Otra cosa, le agradecería que no le mencionara nada a nadie que me vió ahora, ante los ojos de los demás fue usted quien dio con esta información que le entrego - pidió acto seguido

- De acuerdo... ¿Por qué no asistió a la casa de Meiou? Esperaba que ambos sumaran sus conocimientos en beneficio nuestro - quiso saber el ex soldado con extrañeza

- Descuide, su misión es lo que necesito para llevar a cabo mis propósitos, estaré ayudando desde afuera por mi cuenta.

Dicho esto, el desconocido se alejó de allí con suma rapidez y agilidad en dirección opuesta a donde Ralf estaba.

Mientras lo perdía de vista, el entorno volvió a la normalidad.

- ¿Qué pasó? ¿No estabas recién sentado? ¿Cuándo te paraste? - preguntó la bella moza al notarlo, puesto que no se enteró de lo ocurrido mientras el tiempo estaba detenido

- Recién... no te preocupes todo está bien, con esto... - dijo mostrando el cristal que le diera el Fantasma recién - Voy bien armado mañana con pruebas firmes contra Rei para meterla en problemas - agregó sonriendo levemente

Acto seguido, Mirajane se le acercó y le dio un beso muy cerca de la boca lo cual sorprendió a Ralf, aunque le gustó se guardó de demostrárselo.

- ¿Y eso... porqué fue?.

- Para mañana, para que pienses en mí y te dé suerte - le respondió la albina ruborizada con la vista baja

Justo enfrente de donde estaban, se encontraban unos chicos jugando a la pelota, en una jugada uno de ellos pateó fuerte la pelota hacia uno de los arcos improvisados con prendas de ropa y quien atajaba rechazó el balón dando rebote, este salió disparado con buena velocidad en dirección a donde ellos estaban.

El jefe de guardia lo notó a tiempo y se dió cuenta que la pelota iba derecho a la cara de Mirajane quien no lo había notado.

- ¡Cuidado! - gritó Jones a fin de rechazar la pelota, pero tarde se dió cuenta que en el afán de mover uno de sus brazos rápido, tocó accidentalmente uno de los pechos de Mira - ¡Lo... lo siento, no fue mi intención! - se disculpó él con la cara roja de vergüenza

- No... no hay problema - respondió ella de igual forma y el rostro rojo como tomate mientras se cubría los pechos con ambos brazos cruzados y sonreía

- Creo que mejor vamos a comer - dijo el de ojos cafés entrando a la casa, aún avergonzado

Ciudad Metallus. Al día siguiente.

Ella partió del Palacio Edén con el permiso de Clark, quien tenía lista la coartada en caso de que Makoto preguntase por ella, se dirigió utilizando en esta ocasión su vehículo rumbo a la ciudad luminosa, claro estaba que antes de subir cambió su uniforme de la guardia por una ropa de civil y en el camino repasaba los detalles de lo que tenía que decir.

Al agarrar la autopista, demoró poco menos de una hora en llegar a ciudad oeste y una media hora más en llegar al Edificio Dorado debido al tráfico en las calles. Sin prestarle atención a eso, descendió del coche luciendo una camisa manga corta color blanco y una pollera negra hasta medio muslo, llevaba además zapatos de tacón negros y el cabello recogido en una trenza al costado y unos lentes negros.

Caminando deprisa atravesó el jardín y la explanada principal e ingresó al salón principal, como el CtOS leía automáticamente los datos de cada quien que entraba a partir del cristal de identificación o de la retina de la persona, ella ya llegaba prevenida con los anteojos negros provistos de un bloqueador de señal los cuales le había dado Carlos y una identificación falsa, por eso cuando puso un pie en el interior del lugar y un escáner de luz amarilla la atravesó, el programa de identificación física tomó la falsa y no la verdadera.

- Buenos días, ¿Se encuentra la jefa de guardia Natalia Lugano? - preguntó amablemente a quien se encontraba en la recepción

- Buenos días, ¿Quién la busca? - respondió de igual forma la mujer guardia de armadura naranja

- Oh disculpe mis modales, soy Elsa Knighwalker de la revista Jelly, tengo un asunto que tratar con ella - respondió la de pelo rojo y ojos marrones

- Entiendo, tercer piso en las oficinas administrativas, creo que se encontraba allí no sé si salió ya pero, pregunte por ella - indicó la soldado tecleando algo en una pantalla holográfica

- Genial, ya estoy dentro... - pensaba Erza para sí mientras agradecía y se dirigía a los ascensores

De modo que sus zapatos resonaron en el piso de losa blanca bien pulida hasta que llegó a uno de los elevadores, en pocos segundos ingresó al tercer piso gracias a que aquellos contaban con un modernísimo sistema de magnetismo que dejaba obsoletos a los antiguos mecanismos de cable e hidráulicos que les daba a estos ascensores, mayor velocidad y livianez.

La chica preguntó por la jefa de guardia a unas soldados que pasaban cerca de la salida de los elevadores y éstas le indicaron que ella aún se encontraba en donde le dijeran en la recepción.

Ella se dirigió específicamente a la puerta donde le indicaron que se encontraba la jefa Lugano, golpeó la puerta y desde adentro se oyó la voz de la mujer diciéndole que entrara. La entrada se abrió y Erza encontró a la militar de armadura naranja de espaldas y las manos apoyadas en la mesa central de la oficina, viendo una proyección tridimensional del edificio entero y sus distintas áreas.

- ¿Sabe porqué a la gobernación se la llama "Edificio Inteligente"? Por el avanzando sistema de seguridad que garantiza el CtOS, del cual dependen todas las maquinarias... - dijo la jefa de guardia sin voltear a verla, puesto que pensó que se trataba de otra persona

- Afortunadamente, ningún sistema de seguridad es 100% invulnerable - comentó en voz apenas audible la de cabello rojo con una pequeña sonrisa

- ¿Decía? - preguntó Natalia dándose media vuelta y viéndola con algo de sorpresa - ¿Quién es usted? - fue la lógica pregunta que hizo acto seguido

- Lo siento, jefa Lugano, mi nombre es Elsa Knighwalker y trabajo en la revista Jelly a la cual usted está suscrita - al oír eso, a la jefa de guardia se le dibujó una sonrisa en la cara

- Entiendo, ¿A qué debo la visita? ¿Me buscaba a mí, verdad? - indagó la mujer examinándola con la mirada

- Si, seguramente habrá visto que en el último número hicimos un concurso para elegir a una suscriptora que sea fotografiada con algunos modelos que presentamos en nuestra revista y ¿Qué cree? Usted ha sido seleccionada - explicó la de ojos marrones con tranquilidad

- Eso es una muy buena noticia, pero ¿cuándo y dónde será la sesión? - preguntó la ex peleadora sintiéndose dichosa

- Ahora mismo, en mi auto traigo un maletín con algunos conjuntos, puedo ir a buscarlos y traerlos aquí o ir a algún hotel, como usted prefiera - dió a elegir la pelirroja

- Mmmmmhhhh... prefiero que vayamos a un hotel, no me gustaría la idea de que me vean en paños menores en la gobernación - decidió la de cabello ondulado pelirrojo y ojos verdes

Dicho esto, ambas se pusieron en marcha y después de que Natalia avisara en la recepción que salía y luego volvía, se dirigieron al coche de Erza. La de armadura naranja le indicó la dirección del hotel más cercano al Edificio Dorado mientras que quien conducía le dijo que no se preocupara por los gastos, que corrían por su cuenta.

Como la mayoría de las construcciones en el distrito, el hotel poseía el estilo griego clásico en la construcción y decoración. Ambas entraron y se dirigieron a la recepción, Erza se encargó de pedir una habitación y de aclarar que era por poco tiempo y que no se quedarían.

Las dos mujeres fueron hasta allí acompañadas por un empleado quien les entregó el código de acceso a la habitación.

- Aquí estaremos más tranquilas - afirmó la de ojos marrones una vez que entraron y estuvieron solas

- Es bonita, no hay nada como el estilo de la Capital del oeste, con todo respeto por Ciudad Ígnea - aseguró la jefa de guardia, orgullosa

- En eso soy neutral, no vivo en ninguna de los dos capitales - respondió Erza relajada mientras apoyaba el maletín en una mesa y empezaba a sacar las prendas de ropa

- Entiendo, ¿Y de dónde es?.

- Yo vivo en Ciudad Este - contestó ella procurando no dar demasiados detalles - Bien, cuando guste puede sacarse el uniforme - añadió mostrando una malla color rosado a Natalia quien la quedó observando

- Su cara... creo haberla visto antes en algún lado, ¿Será que nos hemos visto antes? - preguntó la jefa Lugano pensativa, creyendo recordar algo

- No lo creo, he andado por Ciudad Metallus pero no por el Edificio Dorado - respondió Erza disimulando su inquietud por la pregunta de ella - Si llega a reconocerme antes de obtener su identificación, tendré que luchar y quitársela a la fuerza - consideraba esa posibilidad para sí

Natalia descartó esa idea y tomó la malla antes de dirigirse a la habitación y cambiarse

Un par de minutos después, salió del cuarto ya con el modelo puesto el cual dejaba ver su esbelta y bien trabajada silueta.

Erza observó la identificación de ella colgando apenas encima de sus voluptuosos pechos.

- Entonces sí la lleva encima, tengo que conseguir que se la quite y poder copiarla sin que se dé cuenta - planeaba la pelirroja pensativa ya con la cámara en manos

- Me encanta este modelo, ¿Qué tal me veo? - indagó la de ojos verdes posando sexy

- Se ve espectacular, una cosa, agradecería que se quitara el colgante para las fotos - pidió la soldado de Ciudad Lignum señalando dicho cristal

- No hay problema - respondió Natalia despreocupada quitándose el colgante y dejándolo sobre la mesa

Enseguida, Erza empezó a pedirle distintas poses a la mujer en el ínterin que la fotografiaba. Una vez que sacó unas cuantas fotos, sacó un conjunto de ropa interior del maletín y le indicó que se lo pusiera para continuar con la sesión.

Natalia volvió a dirigirse a la habitación a fin de cambiarse dejando la identificación sobre la mesa, se trataba de la oportunidad de oro para Erza a la hora de hacerse con aquella.

De prisa buscó en el maletín el dispositivo que le había dado Carlos para copiar la identificación, debía hacerlo rápido antes de que la jefa de guardia volviera.

Al encontrarlo lo agarró y tomando el cristal de Natalia lo colocó y éste se iluminó mientras ella vigilaba la puerta del cuarto. Una vez que el brillo desapareció volvió a colocar la identificación sobre la mesa y enseguida, un clon exacto de aquella apareció en el dispositivo.

- Perfecto, ha sido fácil obtenerlo... ahora debo comunicarme con Clark en cuanto me separe de Natalia - murmuró ella para sí guardando la copia y el aparato en el maletín

Justo cuando acababa de hablar salía Natalia del cuarto con la ropa interior que revelaba aún más de su figura femenina.

- Este conjunto es demasiado revelador, me gusta... - dijo ella observándose ruborizada

- Se ve muy sexy, cuando se vea en la revista será el centro de atención de las miradas masculinas - la aduló Scarlet a fin de que se sintiera en confianza

A fin de que Natalia no sospechara nada, la sesión de fotografías continuó con dichas prendas y con las demás que llevaba Erza en el maletín.

Una vez que acabaron, la jefa de guardia volvió a cambiarse y ambas se retiraron de la habitación. Erza llevó a la fotografiada, en el coche de regreso a la gobernación y le dijo que estuviera atenta al próximo número de la revista.

Natalia se puso contenta y le agradeció, por lo que dichosa descendió del vehículo y regresó al Edificio Dorado.
Una vez que se encontró sola, Erza sacó su celular y marcó un número telefónico, una voz conocida atendió del otro lado.

- Erza, ¿Cómo fue todo?.

- Jefe Still, todo de acuerdo al plan... he obtenido fácil la identificación de la jefa Lugano, definitivamente ha sido efectivo conocer la debilidad de ella - informó la de cabello rojo sonriendo relajada

- Perfecto, ahora queda la segunda parte... infiltrarse en el Edificio Dorado y acceder al nodo a fin de obtener los datos de Mina ¿Sospechó algo Natalia? - contestó complacido Clark desde el otro lado

- Para nada, lo único que no estará muy complacida cuando vea el próximo número de la revista y vea a otra chica y no ella, hasta siento pena por ella - dijo riendo levemente la ex Capitán

- Solo procura que no te reconozca si es que la llegas a ver, ahora dejo colgar, Mako viene a mi encuentro y sería muy perjudicial que oyera esta conversación, ahh y respecto de la infiltración creo que tenías que llevarle la copia a Meiou y que acceda él, ¿verdad? cualquier cosa nos comunicamos por mensaje - aconsejó el jefe de guardia con la calma que solía mostrar

- Quédese tranquilo, jefe Still, déjelo en mis manos - aseguró Erza con confianza y una sonrisa en la cara antes de cortar la llamada

Dicho esto, Erza marcó el número que el hermano menor de Setsuna les dió y después de unos segundos de escuchar el tono del teléfono, atendió el joven.

- ¿Diga?.

- ¿Carlos Meiou? Le habla Erza Scarlet, tengo la copia - le respondió la de pupilas marrones

- Genial, deduzco que todo marchó según lo planeado - teorizó el científico con tranquilidad

- Todo tranquilo, ella no notó nada, ahora quedaría infiltrarse en la gobernación y obtener los datos de la gobernadora Aino - dijo la pelirroja agarrando la copia de la identificación obtenida

- Déjeme eso a mí, ¿Podría traerme la copia a mi trabajo en Ciudad Aquae? No estoy en mi casa ahora - solicitó el experto en Física

- No hay drama, deme la dirección enseguida.

Una vez que el chico le pasó la dirección, ella se puso en marcha rumbo a la autopista para ir a Ciudad Norte.
Tomó aquella y en menos de una hora divisó la salida a la ciudad del conocimiento.

Ciudad Aquae.

Ami había partido de su casa rumbo a la gobernación como todos los días para emprender una ocupada jornada como cada día, después de hablar con su jefa de guardia a fin de verificar si había alguna novedad y de atender a la gente que tuviese algún asunto pendiente con ella, sean científicos, doctores o alguien interesado en invertir y contribuir más al crecimiento de la región, salió rumbo al centro de investigación en donde compartía la jornada con Carlos.

Con el recién mencionado había empezado a salir puesto que compartían muchas cosas en común y además, le echaba un ojo debido al pedido de Setsuna ya que ella sospechaba sobre los inventos de su hermano menor que iban en contra del Código de Convivencia y en eso había estado en forma discreta para que él no se diera cuenta, eso lo repartía con el asunto de Rei y de Ralf a quien aún esperaba para poder oír lo que tenía para decir respecto a los problemas con su mujer.

Ella realizó el trayecto desde la gobernación hasta el Centro tardando un poco más de lo habitual debido al tráfico pero no se quejó, apenas llegó al sitio saludó a quien estaba en la recepción con quien cruzó unas palabras.

El asunto es que después de acabar con la conversación y alejarse unos pasos, alcanzó a oír la voz de la pelirroja mujer que acababa de llegar también pero procedente de Ciudad Metallus, preguntando por Carlos.

Eso le intrigó además de causarle, aunque no quisiera, molestia e inquietud al ver la belleza de la joven y como no la conocía, la intranquilizó pensar qué tipo de relación guardara ella con Charly.

Ami la vio alejarse y caminar rumbo al sector en donde trabajaba Meiou así que no lo pensó dos veces y la siguió a una distancia prudente.

Por su parte, el hermano menor de Setsuna trabajaba concentrado en nuevos proyectos que deseaba implementar en Tokyo de Cristal en cuanto a tecnología de punta.

La puerta detrás de sí fue golpeada por alguien y él le indicó que pasara.

Erza ingresó enseguida después de que aquella se abriera.

- Hola, señor Meiou, espero no molestar - sonrió ella con amabilidad

- Para nada, señorita Scarlet, ¿Me trajo la copia del cristal? - contestó el chico de lentes volteando a verla y devolviéndole la sonrisa

- A eso vine, como le dije, no hubo problema... Natalia se creyó lo de la sesión fotográfica - contestó la de ojos marrores sacando el objeto del maletín y lanzándoselo al chico, quien lo atrapó en el aire

- Perfecto, es hora de pasar a la segunda parte del plan entoces, obtener los datos íntimos de Minako y generarle un dolor de cabeza - afirmó el de ojos rojizos con total confianza

Erza además sacó del maletín el dispositivo que utilizó para copiar la identificación de Natalia Lugano y se quitó los lentes negros a fin de devolverselos a Carlos.

- El dispositivo se lo recibo pero los lentes quédeselos aún porque usted me va a ayudar - respondió él agarrando el objeto mencionado

- ¿Ayudarlo? ¿Cómo? - preguntó la ex Capitán intrigada

- Simple, mientras yo me ocupo del asunto... usted se ocupa de volver a distraer a Natalia ya que ella en persona suele vigilarlo - aclaró el joven científico

Cuando Carlos estaba terminando de hablar, la puerta se abrió y entró Ami mirándolos incisivamente a los dos.

- ¿De qué asunto te tienes que ocupar y en qué andas? ¿Que son esos objetos que tienes en la mano y quién es esta mujer? - preguntó la de cabello azul seriamente refiriéndose al cristal, el dispositivo y la pelirroja

Tanto Erza como Carlos la miraron sorprendidos y guardando silencio.

Hasta aquí llega el presente capítulo amigos/as ¿Cómo se las ingeniará Carlos para explicarle a Ami sin descubrir los planes?
También parece que tendremos otra lucha en puerta, ¿Desean ver el resultado del entrenamiento de Endymion con Nash?
Me despido entoces no sin antes agradecer a todos los que siguen esta historia.