Capítulo 51

Eran pasadas las 2 de la mañana, Santana dormía plácidamente hasta que sintió que su cama se hundía y alguien la movía llamándola.

-Santana, Santana, despierta –

Abrió uno de sus ojos y se encontró a su mejor amiga

-No son horas de estar despierta, vuelve a tu cuarto – le dijo girándose para volver a dormirse

-No te duermas…me siento muy incómoda – dijo tocándose el estomago

Santana se incorporó, la voz de su amiga sonaba preocupada

-Ya estoy despierta, ¿qué pasa? – dio un largo bostezo

-Siento mucha presión de este lado – se señaló el lado derecho – y un poco de dolor, mira-

Tomo la mano de la latina para colocarla en la zona. Santana abre los ojos sorprendida.

-Eso he sentido toda la noche, y a veces duele –

-No soy experta en embarazos, pero creo que tu bebé se está moviendo –

-Pero es muy incómodo, tengo demasiado sueño, estoy asustada…-

-Tranquila, es normal, pero mañana haz una cita con la doctora para que estés segura y le pides algunos tips para dormir – bostezo

-Vale, ¿y mientras? – hizo un puchero

-Duerme conmigo, capaz tu hija quiere otra compañía que no seas tú –

-Gracias San – se acomodó en la cama

Quinn llego toda desvelada a la oficina, odiaba no poder tomar café para despertar.

-Hola amor, ¿cómo estás? – saludo entrando a la oficina de la ojiverde

-Muy cansada – bostezo – con muy poca paciencia –

-¿Mala noche? – pregunto preocupada

-Sí, la bebé no me dejo dormir, se movía demasiado y en ocasiones me dolía, en la tarde tenemos cita con la doctora, sólo quiero saber si todo está bien – su mirada denotaba preocupación

Rachel se acercó, tomo de la mano a su esposa para que se levantará. Tomo su rostro y la beso. A continuación, se hinco para estar a la altura del vientre

-Hola hija, mamá dice que no la dejaste dormir ayer, hoy trata de portarte un poco mejor para que duerma, porque créeme que no querrás a tu mamá enojada-

-Se está moviendo –

Rachel coloco su mano y sintió los movimientos de su hija

-Hola, acá esta tu mamá y mami –

Esa tarde fueron con la doctora, esta les dijo que era normal, y que incluso algunas veces dolería un poco las posiciones que eligiera la bebé.

Le dio varias posiciones para poder dormir mejor, y le aconsejo que Rachel le hablará a la bebé, ya que ambas notaron ese día que cuando ella tocaba el vientre o hablaba la bebé reaccionaba.

-Entonces mañana compraremos la almohada para que duermas mejor – informo la morena entrando al departamento de las chicas

-Buenas noches, chicas –saludo la latina

-Hey San, trajimos la cena – informo la ojiverde – tu favorita, es mi disculpa por la noche – hizo una mueca

Cenaron platicando sobre su día, al terminar eligieron ver una película, mientras las chicas limpiaban la cocina, Santana fue a la sala a poner la película.

-Listo, ahora veamos la película – dijo la ojiverde guardando los últimos platos

Al llegar a la sala encontraron a Santana dormida en una posición muy incómoda.

-San – la movió la ojiverde suave - ve a dormir a tu cama – le pidió

La latina abrió unos ojos, asintió y camino a su cama

-Sólo seremos tú y yo – dijo Rachel acomodándose en el sofá

Quinn puso una película de suspenso. Rachel era la que prestaba mayor atención porque la ojiverde en ocasiones se quedaba dormida.

Cuando termino, Rachel se disponía para irse.

-¿Amor, crees que puedas quedarte a dormir hoy? – pidió

-Claro, vayamos al cuarto – la tomo de la mano

La morena ya tenía un cajón para ella, donde había diferente ropa, entre ellas su pijama.

Hicieron todo su ritual para dormir, se acomodaron, apagaron la luz y se dispusieron a dormir.

En mitad de la noche, Quinn volvió a despertarse por los movimientos del bebé, se quejó, bufo y se levantó de la cama.

Caminaba por el cuarto mientras acariciaba a su vientre. En un momento se tropezó con el mueble haciendo que la morena se despertará.

-Quinn, ¿está todo bien? – pregunto prendiendo la lámpara de noche

-Sí, sólo me tropecé, vuelve a dormir – le pidió

-Vuelve a la cama – se incorporó para mirarla

-No puedo, la bebé se mueve demasiado – bostezo

-Ven a la cama, por favor, quiero intentar algo –

La ojiverde no muy convencida, se acostó en la cama

-Se sigue moviendo bastante – se quejo

Rachel se acomodó para hablarle directamente al vientre

-Hola hija, sabes ahora es de noche y se tiene que dormir…y mamá no puede dormir porque te mueves mucho, te parece ¿si la dejas descansar en las noches y por las mañanas te mueves todo lo que quieras? – pregunto

La ojiverde bufo rodando los ojos, sacando una sonrisa en su esposa. A los segundos sintieron el movimiento de su bebé.

-Lo que me faltaba, que te contestará – dijo dramática la ojiverde

-Vale, ahora a dormir cariño – beso el vientre de su esposa – Descansa amor, y si te molesta despiértame – la beso

Se acomodó en la cama y apago la luz.

Por la mañana, Rachel se levantó para preparar el desayuno para todas, la primera en levantarse fue Santana, que traía mejor cara.

-Definitivamente tendrías que mudarte acá, huele delicioso – fue directa a servirse una taza de café

-Buenos días San, y gracias, ahora siéntate que ya te sirvo el desayuno-

-Hola, chicas – saludo una recién bañada ojiverde

-Tu traes muy buena cara – dijo su amiga analizándola

-Pude dormir, a mitad de la noche Rachel le hablo a la bebé y mágicamente dejo de incomodarme – beso la mejilla de su esposa

-Listo, definitivamente no te dejare ir – dijo Santana señalando la morena

Después de esa noche, Quinn y Rachel prácticamente dormían juntas, a veces en el departamento de las chicas y otras en el departamento de la morena.

Pronto llego la Navidad, las chicas habían aprovechado unos días libres para hacer compras navideñas para sus familias y amigos, aprovecharon para comprar una que otra ropita y juguete para su hija.

La cena de Navidad sería en la casa de los padres de la morena, ya que el año nuevo lo pasarían en Portland con la familia de la ojiverde, donde se tomarían unos días de descanso.

Rachel fue temprano a su casa para ayudarle a su mamá con la cena.

-Vimos la cuna perfecta para la bebé – dijo emocionada – y le compramos unos pijamas –

-Sólo recuerda no comprarle mucha ropa de recién nacido porque la dejan rapidísimo, siempre compren de más meses, aunque le quede un poco grande – le aconsejo su mamá

-No lo habíamos pensado, lo tendré en cuenta –

-Mamá, ahora venimos con papá – dijo Maddie llegando a la cocina

-¿A dónde crees que vas jovencita? – pregunto con los brazos cruzados

-Acompañare a papá con un pendiente, no te puedo decir porque esta Rach, pero no tardamos, adiós- saludo corriendo dejando a su mamá con la palabra en la boca

-Tu papá está muy entusiasmado con la bebé, aunque lo quiera ocultar – confeso – no entiende muy bien todo el proceso, pero lo está aceptando –

-Jamás pensé que papá estuviera de acuerdo con la forma que elegí vivir mi vida –

-Capaz el ver como la familia de Quinn la apoya, y que son una buena familia, lo hizo cambiar, pero sobre todo porque ve tu felicidad, cuando estuvieron separadas parecías un fantasma y estaba preocupado –

-Odio que no sea abierto, y hable de lo que siente, piensa…todo lo guarda y sólo explota – se quejó del comportamiento de su papá

-A unas personas se nos da mejor eso de la comunicación, y él por lo menos trata, está tratando de estar más presente en tu vida y en la de tu hermana –

-Eso se lo tengo que reconocer –

-Ahora menos platica y más acción que tenemos una cena que preparar –

Por la tarde Quinn llego a la casa de los Berry, con algunas compras que le había pedido su esposa.

-Pasa Quinn, déjame ayudarte con las bolsas, no deberías cargar tanto – Jake tomo las bolsas

-No están pesadas, además aún puedo hacer varias cosas, en unos meses ya no podré ni ver mis pies – volteo a verlos para asegurarse que todavía estuvieran ahí

-Cuando Shelby estaba en los últimos meses todas las noches le daba un masaje en los pies para que descansará, le puedes pedir los mismo a mi hija en unos meses – le propuso, la ojiverde asintió

-Hola amor – saludo la morena con un beso en la mejilla

-Hola, traje todo lo que me pediste, estoy lista para ayudar-

-Rach, no deberías hacer que Quinn comprara tantas cosas ella sola, recuerda que esta embarazada, me lo hubieras pedido a mi – miro a su hija

-Lo siento, fue una decisión rápida…para la otra lo pensaré mejor – con esa respuesta Jake salió satisfecho de la cocina

La morena miro a su mamá

-Te dije que lo estaba procesando bien – dijo con una gran sonrisa

Las mujeres de la casa ayudaron a terminar la comida, mientras Jake acomodaba la mesa y el salón donde cenarían.

A las 9 de la noche la cena estaba servida y lista para ser consumida.

Los Berry tenían como tradición agradecer por algo bueno que les sucedió durante el año.

La primera fue la pequeña de la casa, Maddie, ella agradeció porque había podido ir al concierto de su grupo favorito junto a su mejor amiga y su primer viaje sin sus padres.

La siguiente fue Rachel, ella agradeció porque al inicio del año pensaba que sería un mal año, pero todo cambio sería mamá y estaba junto a la mujer que amaba.

Quinn, como miembro oficial de la familia no pudo escaparse por más que trato, y ella agradeció porque estaban todos juntos haciendo una gran familia.

Shelby agradeció por la felicidad de sus hijas, eso era lo más importante para ella.

Cuando fue el turno de Jake, se tomó unos segundos para pensar

-Quiero agradecer por abrir los ojos y formar parte de la vida de Rachel, quizás aún este procesando su forma de vivirla, pero sin duda quiero estar en ella, llevarte al altar, ver a mi nieta crecer y ¿Por qué no? Más nietos – dijo con una sonrisa

-¿Cuántos nietos quieres tener? – pregunto Shelby

-Mmm…unos 6 – dijo con una sonrisa mirando a su hija mayor que negó – Vamos, tú y Quinn pueden tener 3 cada una – dijo divertido

-Ooohh no, recuerda que aún tienes a Maddie, deja que ella complete los 6 – contesto Rachel

-Hey, soy muy pequeña para ese tipo de presión – se quejó Maddie

Todos en la mesa soltaron una carcajada.

Más tarde intercambiaron regalos, y sin duda la que más obtuvo regalos fue la bebé, entre ropita, juguetes y accesorios que facilitarían la vida de las madres.

Pasada la 1 de la mañana, las chicas regresaron al departamento de la morena

-Hoy me he divertido mucho, esa tradición de jugar juegos de mesa es algo que debemos de incluir en las nuestras- dijo la ojiverde quitándose los zapatos

La morena se metió al baño, sin decir más

-Rach, ¿estás bien? ¿Te cayó mal la comida? – pregunto preocupada tocando la puerta suave

-Si, estoy bien, sólo dame unos minutos – le pidió

La ojiverde volvió a lo suyo, se quitó la ropa y se colocó su pijama, muy ligera para esa época del año, pero por las noches y gran parte del día sufría de calor.

Revisaba los mensajes de su celular cuando la puerta del baño se abrió. Por la vista periférica vio a su esposa, pero por lo que alcanzo a ver tuvo que volver a verla directamente.

-Feliz Navidad- dijo la morena desde el marco de la puerta del baño

La ojiverde movía la boca sin decir nada, su mente no lograba formular una frase, ni siquiera una palabra.

-Tomaré tu silencio como algo positivo – dijo divertida al ver su reacción

Quinn se levantó y camino hasta su mujer, la miro despacio de abajo hasta arriba

-Te disfrazaste de Santa Claus – dijo pasando su lengua por sus labios de manera inconsciente

-Es un disfraz sexy de Navidad – paso sus brazos detrás del cuello de la ojiverde

-Pues Feliz Navidad para mí – dijo antes de besar los labios de su esposa

Las chicas se encontraban en el aeropuerto, esperando abordar su avión rumbo a Portland, donde la familia Fabray, ya las esperaban.

-No puedo creer que viajaremos en primera clase – dijo Rachel sentándose en su lugar admirando todo

-Tiene sus ventajas estar casada conmigo –

-Estoy nerviosa- confeso la morena

-¿Estás bien? Recuerdo que tomaste tu medicamento – le dijo preocupada

-Estoy bien, dentro de lo que cabe con el asunto del avión, decía de los nervios porque desde que fui por trabajo no he vuelto a ver a tu familia –

-Ahora que lo recuerdo, ese viaje fue lo que nos unió más, y tengo que agradecerle a mi mamá que te obligará a quedarte en casa – sonrió

El vuelo paso tranquilo, solo una pequeña turbulencia que la ojiverde resolvió besando a su esposa.

Después de eso, fue ella quien la paso mal porque se había calentado bastante con unos simples besos.

Estaba segura que si cerraba los ojos podía escuchar a Santana burlándose de ella, llamándola adolescente hormonal.

Una vez en tierra, los padres de la ojiverde los esperaban con cartel y unos globos de bienvenida, como si hace años no las veían.

Llegaron a la casa y se instalaron en la antigua habitación de Quinn.

-Me daré un baño antes de bajar, me quiero quitar el olor a avión – dijo la morena

La rubia asintió mientras sacaba algunas cosas de su maleta.

Cuando oyó el agua correr y la puerta de cristal cerrarse, dejo todo lo que estaba haciendo. Fue a la puerta de la habitación y coloco el seguro, puso música en el reproductor.

Camino directa al baño, movió la manija, pero tenía seguro. Por suerte, ese era su baño y tenía experiencia abriéndolo.

Fue por un pasador y a los segundos pudo ingresar.

El baño tenia vapor, podía ver la silueta de su esposa a través del cristal.

Con toda la rapidez que su embarazo le permitía se quitó la ropa.

Abrió la puerta de la regadera y antes de que Rachel pudiera reaccionar, ya tenía las manos de la ojiverde sobre ella.

-Pensé que había cerrado la puerta con seguro – la miro

-Ninguna puerta, ni seguro me detendrá, eso ya lo deberías saber –

-Claro que lo sé, lo he intentado…varias veces-

-¿Es una queja? Por si lo es, ahora mismo me salgo – dijo abriendo la puerta de cristal

-Ooohh no – cerro la puerta del baño, coloco a la ojiverde contra la pared- nunca escucharás quejarme por poder disfrutarte –

Su mano fue recorriendo su cuerpo mientras ella iba bajando hasta quedar hincada.

Quinn sólo sonrió mordiendo su labio.

La cena de año nuevo era un evento grande para la familia Fabray, ya que todos, o casi todos, se juntaban para despedir el año.

Cada familia llevaba un platillo que compartían, así había comida para todos los gustos.

Judy, estaba encantada de tener ayuda para preparar el platillo, aunque en esta ocasión llevarían dos, ya que oficialmente Quinn y Rachel ya eran una familia aparte.

Los padres de la ojiverde se adelantaron, ya que las chicas se atrasaron por culpa de Quinn y su calentura.

Pidieron un taxi para llevar a la casa de unos de sus familiares

-¿Acaso toda tu familia tiene dinero? – pregunto mirando la mansión

-No sé, no suelo frecuentarlos, cuando vengo sólo paso tiempo con mamá y papá –

Entraron al lugar y Rachel quedo encantada con la decoración y el lugar. Había una banda tocando en vivo, frente a ellos una gran pista de baile, que estaba segura más tarde estaría llena.

Del otro lado de la sala se encontraban las mesas elegantemente decoradas.

-Esa es nuestra mesa, vamos – le dijo a su esposa

Caminaron hasta ella y se sentaron, después de saludar a los padres de la rubia

-¿No es hora de cenar? – pregunto suave al ver que nadie estaba sentado en las mesas

-No, es temprano aún…cenamos cerca de la media noche, ¿ya tienes hambre? – pregunto

-Bastante, alguien me hizo gastar demasiada energía hace menos de una hora –

-Culpable, iré a ver si te puedo encontrar algo de comer, ya regreso –

Quinn se levantó dejándola sola.

-Te ves bastante incomoda – dijo alguien a su lado haciendo que volteara

-¡Tom! – dijo alegre – la verdad no conozco a nadie, eres la primera y única cara familiar que he visto -

-Si quieres te puedo presentar –

-No, gracias…prefiero pasar desapercibida -

-Thomas, pero que linda novia tienes – llego un señor saludando al chico

-Hola tío, no es mi novia…-

- ¡Pues qué esperas! Alguno de los otros chicos te la puede robar, ya escuché un par de conversaciones sobre la señorita – dijo pícaro el señor

- ¿Qué señorita? – llego Quinn con un plato

- ¡Quinn! Que milagro que te dejas ver, más de un año sin verte – dijo el señor

-Cariño, te estaba buscando – llego la esposa del señor

-Hola tía, tío – fue el saludo de la ojiverde

-Quinn, estas hermosa…- la miraba de arriba de abajo - ¡Estas embarazada! – dijo sorprendida y feliz – ¿Esa es la noticia que nos quería dar tu mamá? –

-No sé muy bien – dijo rascándose la cabeza nerviosa

-¿Cuándo tiempo tienes? ¿Quién es el padre de tu bebé? Ahora que lo recuerdo tu mamá menciono que te ibas a casar –

-Cariño, deja respirar a la chica – intervino el señor – Quinn podrías decirle a tu primo que se ponga las pilas con esta hermosa señorita sino los demás se la robaran -

Quinn miro a Tom, que este negó levantando las manos

-No se preocupe, nadie me robará…estoy felizmente casada – por fin dejaron hablar a Rachel

-¿Casada? Thomas, ¿eso te ha enseñado esta familia? – pregunto alarmada la tía

-Creo que aquí hay una gran confusión – dijo Quinn, ante la mirada de temor y silencio de su primo - Tom, es sólo un buen amigo de Rachel, en realidad ella es mi esposa y madre de mi bebé, bueno de mi hija – dijo parándose a lado de Rachel para tomarla de la mano

Los señores se les quedaron mirando

-Esto es una de tus bromas Quinn, seguro que sí, una bastante pesada…- dijo el tío, la ojiverde negó

-Esto no es posible, no está bien, no estás bien Quinnie – dijo alarmada la señora - ¡No puedes estar con una mujer, y menos traer un niño al mundo! –

La tía prácticamente lo grito y todos la escucharon. Las miradas se pusieron en las chicas

-Tía, tranquila…el mundo cambio, no tiene nada de malo…- intervino Tom

-¡No está bien! No es lo natural –

Los padres de la ojiverde llegaron. Judy se colocó a lado de las chicas

-¿Sucede algo aquí? – pregunto Russell

-No, es solo tu hija con una de sus bromas pesadas, diciendo que está casada con esta chica y tendrán un bebé y puso mal a mi Clarita, dile que ya diga la verdad – dijo el hermano de Russell

-No es una broma, George…Rachel es parte de nuestra familia, es la esposa de mi hija y madre de mi nieta – dijo serio

-¡No puedes permitir eso! –

-Bueno, lo permití y estoy encantado con ello, nunca había visto a mi hija tan feliz –

-Esa chica, te llevo por el mal camino, tienes que alejarte de ella – dijo Clara caminando hacia Rachel

-No te atrevas a acercarte de ellas – dijo Judy seria

-Lo siento por tu hija Judy, pero en nuestra familia no puede haber ese tipo de personas, anormales, así que no son más bienvenidos en nuestra casa – dijo el tío

-¡Se van ahora mismo! – dijo Clara

Quinn asintió, tomo la mano de Rachel para tomar sus cosas de la mesa

-¡No voy a permitir que traten de esa forma a mi hija! Nosotros no queremos formar parte de una familia tan anticuada que no reconoce todas las formas de amor, así que nos vamos los 4 y se olvidan de nosotros hasta que cambien de parecer – dijo bastante molesto Russell

-Es una lástima Judy, en algo fallaron como padres- dijo Clara

-A mí me dan lastima mis sobrinos, crecer con unos padres de mentes tan cerradas…yo estoy orgullosa de mi hija y de la familia que formará – dijo caminando a la salida

-No puedo creer que no acepten a su propia familia, no les hace ningún daño – dijo Tom a sus tios

-Tom, ¿tu sabías de esto? – pregunto la madre de Tom

-Claro que lo sé, y me da mucha vergüenza que sean mi familia –

-Si te da tanta vergüenza, te puedes largas con ellos – dijo su tío molesto

-No me quedaría más tiempo con gente como ustedes, y me alegro tanto que mi tío se haya separado de tu empresa, porque mientras la de ustedes se hunde, la nuestra gracias al trabajo de Rachel y Quinn vamos creciendo cada día más, lo siento mamá –

La familia Fabray, abordaban la camioneta cuando Tom les grito que lo esperaran.

Los cinco se subieron a la camioneta, salieron de la casa en silencio.

-Joder, yo quería comer de mi platillo – se quejó Judy rompiendo el silencio.

-Cariño, te he dicho que me encanta que digas groserías – coqueteo Russell

-Les recuerdo que hay tres personas detrás – informo la ojiverde

-Te recuerdo que los 3 son adultos y no se asustarán – contesto Russell

-¡Papá, está tu nieta presente y oye todo! –

-Vale, no tengo contestación para eso – dijo sonriendo

- ¿Algún plan? Son casi las 12 – pregunto Judy

-Podemos ir al bosque, estamos cerca y ahí hacen un festival para ver los fuegos artificiales – propuso Tom

-Me gusta ese plan – respondió Quinn y todos asintieron – por cierto, gracias por apoyarnos, no tenías que pelear con tu familia por nosotras – hizo una mueca

-Nada de eso, aunque no te caiga bien, eres mi familia Quinn, todos ustedes son mi familia y no permitiré que las traten mal – sonrió

La ojiverde le apretó la mano a su primo.

Estacionaron en el lugar, bajaron a buscar algo de comer y estaban en una mesa comiendo los 5

-Ahorita debería de estar bebiendo champaña, y en vez de eso estoy en la mitad del bosque comiendo perros calientes con una cerveza de lata – dijo Russell

-No me hagas recordar los deliciosos platillos que les dejamos a esos desagradecidos – dijo Judy

-El lado positivo de todo esto, es que nos ahorraremos en invitados – dijo Rachel dándole un trago a su cerveza

-Podrán invitar más amigas para presentarme – dijo Tom

-Tom no necesitas buscar, en la oficina tienes una enamorada- confeso la morena

-¿En verdad? Dime quien es – pidió el chico

-No te la pondré fácil, debes prestar atención…voy por otra cerveza, ¿alguien quiere otra? - pregunto

Rachel y Tom fueron por las cervezas mientras trataba de averiguar más sobre esa chica.

-Siento que te hayan perdido el festejo de la familia, nosotros…- comenzó a disculparse la ojiverde

-Te voy a parar ahí cariño, no hay nada que disculpar, jamás las dejaremos solas – dijo Judy

-Además, tengo que confesar que esta forma de terminar el año ha sido una de las mejores y más especiales…y sólo porque estoy con mi familia – dijo Russell

El año nuevo dio inicio y con ello el primer beso del año para la próxima pareja a casarse por segunda vez.

El celular de la ojiverde interrumpió el beso, con pocas ganas de separo para contestar.

-¡Feliz Año Santana! – dijo animada la rubia

-Olvídate del año nuevo…¡Me voy a casar! – grito la latina al otro lado del teléfono

N/A: Gracias por leer y comentar, en verdad tomo en cuenta sus comentario :D

Un abrazo para tod s