Astral miro a su asistente de manera extraña. Dudosa y con cierto cansancio. ¿Por qué llegaba aquella respuesta en ese momento? ¿Acaso Ryoga no tomaba días libres?

-Mi Señor...-Llamo aquel asistente acercándose al escritorio de su Rey- ¿Cómo debemos proceder ahora? El Embajador no regresará hasta dentro de tres días...

-...-Astral entonces dio un suspiro de cansancio, y procediendo a levantarse de aquel bello escritorio fue que respondió-Pues solo nos queda ir por él... Le necesitamos ahora. No después...

-En ese caso, ¿Debo preparar la máquina para teletransportarlo?-Preguntó aquel asistente siguiendo a su Señor el cual se dirigía a la puerta.

-No. No hace falta. Iré yo mismo...-Anuncio y siendo seguido por aquel asistente y los dos Guerreros a su cuidado fue que se dirigió aquel punto que le permitía moverse de un lado a otro.

Sí tan solo aquella carta hubiese llegado unos minutos antes...

-.-.-.-

Yuma miraba ahora su habitación. La cual estaba intacta, tal cual la dejo antes de irse con Astral. El sol entrando tímidamente por la ventana. Anunciando apenas la mañana. El ambiente tranquilo y en silencio le daba la hora aproximada a la que se encontraba. Asumía eran entre las ocho y media, a las nueve de la mañana. Pues el tiempo a veces variaba entre Mundos, así que sabiendo eso solo dio un ligero suspiro.

Recorrió con su vista su propia habitación, detallándola sin ninguna necesidad. Solo mas bien para saberse y ubicarse en el lugar. Entonces dando apenas un paso adelante. Supo, estaba en casa una vez más. Pues la madera debajo de él dio un ligero crujido ante su peso, a manera de queja. Eso le hizo sonreír. Y sintiéndose emocionado, se dirigió a su cama. Acostándose al poco tiempo. Disfrutando de la suavidad de la misma.

Miro al techo y apenas levantando su mano, por alguna razón espero a que su amado apareciera de la nada. Más sabiendo que eso era imposible por varias razones, solo cerro sus dedos atrapando el aire.

Oh vaya. Apenas se separaba de su peliblanco y ya le estaba extrañando. Que curiosas eran las cosas que le sucedían. Giro entonces su cabeza sobre las sabanas, encontrándose con un ligero olor ajeno al suyo. Uno bastante suave, refrescante. Como las bellas rosas de cristal que tanto le fascinaban del Mundo Astral. Y enterrando un poco más su rostro, aspiro con suavidad. Deleitándose ante el, pues sabía de antemano a quien pertenecía ese olor. Un ligero sonrojo se apoderó de sus mejillas. Sonriendo, sintiéndose bien. Y con cierta seguridad. Se permitió reír bajo. Mientras sus manos iban a su vientre. Acariciándolo. Dándole pequeñas palmaditas. En respuesta ante ello pudo sentir con claridad un movimiento en su piel. Uno leve. Apenas perceptible. Pero ahí estaba. Atento a lo que sus mamá hacia.

Su sonrisa se ensancho. Y entonces llenándose de energía fue que decidió su siguiente movimiento. Procediendo a sentarse en su cama, fue entonces que dio un par de respiraciones antes de gritar a todo pulmón.

-¡NE-CHAN! ¡MAMÁ! ¡PAPÁ! ¡ABUELA! ¡HE REGRESADO!

No pasaron más de un par de minutos antes de que la puerta de su habitación se abriera de golpe mostrando a toda la familia Tsukumo. Lista y contenta para recibir a su miembro más valioso.

-¡Yuma!-Gritaron al unísono antes de lanzarse al menor. El cual apenas pudo moverse para que no lo lastimaran a él ni a su bebé.

-Me alegra verlos de nuevo. Disculpen que haya llegado sin avisar-Menciono dejándose abrazar por su madre, y padre.

-Para nada, para nada. Es todo un placer que estés en casa Yu-kun-Dijo Mira mientras derramaba un par de lágrimas. Al igual que su esposo. Quien no dejaba de sollozar.

-¡Oh vamos! No quieran acaparar a mi hermano-Exclamo Akari jalando al menor. Quitándoselo a sus padres. Los cuales precedieron a limpiar sus lágrimas. Envolviéndolo en un incomodó abrazo. Pues la mayor seguía siendo más grande que Yuma.

- Kufufu. Veo que has estado bien Yu-kun. ¿Has comido lo debido? ¿Dónde esta el caballero peliblanco? No le he visto por aquí...-Menciono Haru. Observando a su alrededor. Acercandose a su nieto. El cual le sonrió con ligero nerviosismo.

-Sí abuela. Me cuido mucho y Astral también se mantiene al tanto de mí y nuestro bebé. Y bueno... Sobre lo otro... Debo admitir que solo estaré un par de días aquí...

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Que hay de la escuela?-Cuestiono Akari mirando al menor. Quien con cuidado se separo. Viendo ahora a toda la familia.

-Eso es...-Menciono mientras un sonrojo cubría sus mejillas, a la vez que tocaba su vientre con ligera timidez- Es porque será peligroso que viaje después. Este es el último mes en el que puedo moverme de un Mundo a otro hasta nuevo aviso...

Kazuma miro a su hijo y sus acciones. Mira le imitó. Haru abrió un poco mas sus ojos y Akari pareció que vio algo fuera de este mundo. Y posando su mirada en la zona que Yuma insistía en acariciar fue que lo notaron.

-¡Yuma! ¿Acaso ya...?-Dijo Mira emocionándose ante lo visto. Acercandose de nuevo a su hijo. Pidiendo permiso con la mirada para tentar aquel lugar. A lo que el mencionado solo asintió. Feliz y avergonzado. Jamás se imagino en estar en una situación como esta.

-¡Pero miren como se hace notar nuestro pequeño Tsukumo!-Exclamo con alegría y orgullo Kazuma. Mientras se acercaba al igual que su esposa. Dando toques un poco más brucos pero igual de cariñosos.

Akari solo se mantuvo en segundo plano al igual que su abuela. La cual después de pensarlo un poco más, se acerco sin ningún inconveniente. Imitando a su hijo y su nuera. Dejando a la mayor perdida en un limbo lejano. Ajeno al mundo y al momento en el que vivía. ¿Cómo por el Amor de Dios era posible todo aquello? Oh. Sí. ¡Todo era culpa de un pervertido ser de otro mundo! Ni crea que por que su bello sobrino o sobrina nacería le perdonaría aquello. No señor. Quizá ya no deseaba matarlo. Pero ganas no le faltaban para golpearlo.

Sin embargo. Al alzar de nuevo su vista a su hermano. Fue que dejo esos pensamientos de lado. Pues Yuma reía como jamás lo había hecho. Feliz. Alegre. La vida rebosando en sus lindos ojos rubí.

Quizá debía de ir aceptando de una vez todo aquello. Y disfrutar de lo inusual como lo haría su familia. Sí. Eso es lo que debía hacer. Pero en otro momento. Pues al pensar en el peliblanco hizo que una molestia creciera en su corazón. ¿Donde estaba el alienígena?

-Yuma...-Llamo con ligera exigencia- Aún no nos has dicho nada sobre el raro... Ya sabes. Tu novio...

-...-Yuma entonces le miro. Y sabiendo lo que pasaría después fue que se preparo mentalmente- Te equivocas Akari. Ya no es mi novio...

-...-La mayor se sorprendió por esas palabras. Y acercandose un poco más fue que le miro de extraña manera. ¿Acaso Astral le había...?

-No es lo que crees Ne-san-De inmediato defendió el menor. Y alzando su mano izquierda fue que Akari sintió renacer su furia- Ahora es mi futuro esposo... ¡Nos casaremos dentro de seis meses!

Oh. Vaya. La familia le miro emocionados. A excepción de la mayor, quien ahora parecía arrojar fuego por sus ojos y boca. Lanzando un grito le hizo saber al embarazado su molestia.

-¡¿Qué el qué?! ¡De ninguna manera! ¡Me interpondré en la boda! ¡No! ¡No! ¡No! ¡Y más no! ¡¿Qué pasara con tu vida aquí?!

Yuma después de destapar sus oídos fue que respondió de manera risueña.

-Hemos hablado de ello. No te preocupes, terminaré la Universidad. Pero, una vez que lo haga deberé irme a cumplir al cien mis deberes como Reina...

Akari sintió entonces un ligero temblor. ¿De verdad que ya habían hablado de ello? Eso sonaba tan. Premeditado. Era como sí... De alguna manera ambos hubiesen visto que esto pasaría... O al menos... Así parecía para la mayor. Pero. Dejando sus teorías de lado y de calmarse un poco más al no poder desquitarse con su cuñado alienígena. Fue que volvió a hablar.

-¡Espera! Eso quiere decir que... ¿Te irás?-Cuestiono claramente exaltada.

-Bueno...-Yuma dudo un poco mientras tomaba su anillo entre sus dedos-Si y no. Es... Complicado... Pero vendré a verte hermana. A ti, a mamá, a papá y a la abuela... Que me vaya a otro mundo no quiere decir que me olvide de ustedes...

-Yuma...-Susurro Akari. Mientras desviaba su mirada. Claro había olvidado que su hermano es un Monarca en otro mundo. Mmm eso no le gustaba. Pero... Al verle. Supo que era una batalla perdida para ella. Su hermano estaba feliz. Y eso... Para ella estaba bien- Ah~ ya no entiendo para que discuto si solo me toman de loca...

-Jajaja no digas eso Ne-san... Aun podemos hacer que vayan al Mundo Astral... De hecho... Me encantaría que fuesen conmigo dentro de seis meses... Me gustaría verlos en mi boda-Menciono el menor. Volviendo a sonrojarse. Alejándose un poco de su familia que aun le envolvía en brazos.

-¿Qué dices Yu-kun? ¡Claro que iremos!-Exclamo Mira. Mientras tomaba las manos de su hijo entre las suyas.

-Mamá...-Susurro Yuma. Realmente conmovido y agradecido.

-¡Yo aún tengo que entregarte en el altar Yuma!-Dijo Kazuma realmente orgulloso. Alegre.

-Debo admitir que no quiero ver al alienígena...-Menciono Akari levemente molesta, para después solo sonreír a su hermano- Pero no me perdería por nada la boda de mi hermanito. ¡Cuenta conmigo!

-Kufufu no se olviden de esta abuela. Será un honor ir a la Unión de mi nieto...-Hablo Haru mientras acariciaba con delicadeza al menor. Quien gustoso se dejo hacer.

-¡Gracias Mamá, Papá, Akari, Abuela!-Agradeció el menor. Sonriéndoles con felicidad. Siendo correspondido de inmediato por los mencionados.

-Bueno, bueno. ¿Qué tal sí celebramos esta noticia con un gran banquete?-Cuestiono Mira mientras tomaba a su hijo. Llevándolo con ella. Mientras los demás solo exclamaban un fuerte "Sí". Para después seguir a la matriarca.

La felicidad sintiéndose esa mañana. Calurosa y bella mañana.

-.-.-.-

El ambiente en el hogar Arclight era pesado. Demasiado para el gusto del pelirosa. Pues justo hace un momento soltó no solo una bomba. Sino dos. La primera siendo la noticia de ser un Embajador, lo cual contribuyo a que sus hermanos y padre le felicitaran y apoyaran. Y la segunda, fue la más difícil de las dos. Pues les hizo saber sus acciones y sus pasos a dar al futuro. Eso incluía cierto casamiento con el pelinaranja. (El cual ni siquiera estaba enterado).

Byron y sus demás hijos estaban lejos de estar tranquilos. De hecho, estaban listos para detener a su hijo en cualquier momento. Más algo les detuvo. Algo que no esperaron que sucediera. Y eso fue un portal abriéndose en medio de la sala. El cual después de unos segundos mostro a un bello hombre de cabello blanco y mirada dorada. III lo reconoció en seguida. Y levantándose de aquel sillón fue que le recibió.

-¡Astral!-Aquel llamado hizo aterrizar a la familia Arclight de nuevo a la tierra. Al presente y ante los hechos. Y dirigiendo entonces una mirada asesina al peliblanco fue que le apuntaron como el principal culpable.

-¡Tú maldito! ¡Sabía que no podíamos confiar plenamente en ti!-Exclamo con enojo el patriarca siendo seguido por sus otros dos hijos.

III entonces suspiro. Una vez más. Este ya era el catorceavo suspiro que daba tan solo esa mañana. Y negando con su cabeza a las acciones de su familia, fue que se dirigió al sorprendido invitado. El cual solo miraba confundido a las acusaciones.

-Disculpa esa bienvenida Astral. Mi familia se acaba de enterar de mi propuesta...-Explico dando una pequeña reverencia a manera de disculpa. A lo que Astral solo asintió. Aun afectado.

-No. Esta bien. No importa... Supongo que yo me pondría así si mi hijo o hija llegará un día a decirme algo así..

-Mmm supongo que sí...-Concordó III. Siendo interrumpido por un grito sorprendido.

-¡¿Fue tu propuesta?!-Grito Thomas. Siendo tomado desprevenido así como a los otros dos hombres.

-Oh no. ¡Debemos llevar a Michael a un psiquiatra! ¡Esto no esta bien!-Exclamo Christopher, siendo apoyado por su padre. El cual ya llamaba al psiquiátrico.

-¡Nadie va a hacer nada! ¡Y nadie necesita un psiquiatra!-Exclamo con fuerza el pelirosa. Quitándole el celular a su padre. El cual de inmediato le reclamo. Pues justo hace unos días que lo adquirió.

-Por favor cálmense... Necesito hablar con III sobre algunas cosas...-Pidió Astral. Mientras tomaba lugar a un lado del pelirosa. Quien aun veía enojado a su familia.

-¡Nada de eso! ¿¡Qué significa esto!? Lo dejo ir por unos días y ya llega con propuesta de matrimonio. ¿Que diablos sucede en el Mundo Astral? ¡Oh gran Rey!-Exigió saber el patriarca mientras se acercaba de manera amenazante al peliblanco. El cual solo suspiro.

¿A que le recordaba todo esto? Oh sí. A Akari... Su cuñada.

Entonces un poco arto de aquello, fue que chasqueo sus dedos. Obligando a sentarse a los presentes. Y con voz autoritaria hablo de nuevo.

-Pido me escuchen y no hablen hasta que termine de explicar... ¿Esta bien eso para ustedes?-Cuestiono mirando a la familia Arclight. III siendo el primero en asentir. Seguido de sus hermanos. Byron solo rodo los ojos en fastidio. Ni crea que eso salvara a su hijo de tremendo castigo por ser demasiado aventurado.

-.-.-.-

Una muy larga y detallada charla después fue que la familia Arclight pido disculpas al invitado. Mientras ahora miraban de manera amenazante al de cabello rosa.

Astral fue lo más amable y claro que pudo para que todo fluyera como debía. Aunque aun sentía el aura asesina en la sala, esta al menos ya no era dirigida a él. Así que eso estaba bien. Por ahora.

III tenía un puchero en su rostro por haber sido descubierto. (Ya que omitió que fue su idea) más asintiendo al peliblanco fue que volvió a tomar sus cosas recién traídas de aquel Mundo de bellos colores.

-Esta bien. Iré desde ahora...-Accedió a la petición de Astral. Pues aún había detalles que debían hablarse.

-Gracias por acceder III...-Agradeció con una sonrisa el peliblanco. Mientras la familia miraban esto de manera molesta. Seguían en contra del casamiento. Y no querían dejar para nada a su lindo hermano e hijo. Así que de la nada. Al patriarca se le ocurrió uno de los mejores planes hasta la fecha. Opacando con creces los anteriores.

-¡Esperen! ¡Alto ahí! Respeto su vida como Monarca y Embajador, pero reafirmo mi autoridad como Padre de III exigiendo ir con ustedes. Deseo ayudarles en su misión...

III quedo en blanco al escuchar aquellas palabras. Al igual que los presentes. Siendo Astral el único que se repuso de inmediato. Y sabiéndose que no debía tardar tanto en la Tierra accedió con tal de llevarse a su Embajador.

-Hecho... Pero debemos irnos de una vez. En el Mundo Astral se le otorgará lo que necesite o requiera-Menciono el peliblanco abriendo un portal con un ligero ademán de su mano.

-¡Espera Papá! ¡¿Acaso estas de acuerdo con eso?!-Cuestiono IV, acercandose al mencionado, el cual le sonrió de manera cómplice.

-No te preocupes Thomas. Esta es una oportunidad perfecta para hacer desaparecer nuestros obstáculos...-Menciono Bayron, dirigiendo su mirada al menor de sus hijos.

IV entonces comprendió aquello. Y calmándose y entendiendo que la situación estaba en manos de su padre fue que se dirigió a su hermano mayor. Susurrándole lo que planeaba su padre. V entonces sonrió. Calmado y feliz. Haciendo sospechar al pelirosa.

-Bien es hora de irnos. Supongo no debo explicar como funciona los viajes entre portales-Dijo Astral. Mientras observaba como III y Byron se acercaba a él antes de saltar por el portal.

-Por supuesto que no. Iré primero-Menciono Byron saltando sin más. Dejándose guiar por aquel túnel. Mientras III daba un nuevo suspiro. E imitando a su padre, fue su turno de cruzar aquel portal.

-Bien... Me retiro-Anuncio Astral mirando al resto de la familia Arclight, dirigiéndose entonces en específico al mayor- ¿Puedo contar contigo para cuidar de Yuma?

-...-Christopher le miro, y asintiendo se limitó a responder- Por supuesto. No dudes de ello...

-Gracias... Prometo cuidarlos hasta que regresen a casa...

-No te preocupes Astral. Gracias a ti...-Menciono IV Sonriéndole con ligero orgullo.

El peliblanco entonces al ver que sus asuntos ahí habían terminado. Fue que miro por un momento a la ventana. Imaginándose a su bello Yuma. Hasta que suspiro, y negando levemente con una sonrisa. Salto de nuevo por el portal. Este cerrándose detrás de él. Dejando atrás a los miembros de la familia Arclight.

-¿Crees que papá lo logre?-Cuestiono Thomas a su hermano. El cual solo subió y bajo los hombros, haciéndole saber al menor que no lo sabía. Dejándolo con la intriga- Bueno... Espero que lo logre...

-Igual yo IV. Igual yo...-Correspondió el mayor.

-.-.-.-

La familia Tsukumo festejo en privado y a su manera. Consintiendo en todo momento al menor. Quien gustoso se dejaba hacer. Y entonces a mitad del festejo, fue que a Yuma se le ocurrió una buena idea.

Quería que todos sus demás amigos se enterarán. Así que sin más. Tomo aquel comunicador que cargaba siempre consigo. Y marco indistintamente a varios números. Haciéndoles llegar un simple mensaje.

"Mañana a las 3 de la tarde en el centro comercial de Heart city"

-Yuma

Mira noto aquel mensaje. Y no queriendo dejar solo a su hijo en lo que iba a anunciar, fue que le abrazo.

-Iré contigo Yuma. No pienso perderme ninguna reacción de tus amigos...

-Mamá...-Dejo salir con fingida molestia. Más le sonrió a la bella Dama. Abrazándola- Gracias...

-Para nada mi niño... Nada más me complacería que acompañarte. Además podemos aprovechar la salida. Me gustaría comprarte ropa cómoda para que estés más cómodo...

-Jajaja Gracias mamá...-Agradeció con una bella sonrisa. Siendo correspondido por la bella Dama. La cual emocionada comenzó a imaginarse toda la linda ropa que podría quedarle a su hijo. E incluso a su nieto o nieta.

Mmm el amarillo y el blanco debían prevalecer...