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Una adaptación a Crepúsculo por Redana Crisp.


Disclaimer

Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer. La historia a Rainbow Rowell. Yo sólo los mezclo y juego con ellos. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este trabajo, que solamente es publicado en Fanfiction / . / Net.


Capítulo 51

Edward leyó este intercambio más de una vez. Más de dos veces. Más de lo que debería. Y cada vez que lo leía, su estómago se hacía un nudo más apretado.

Él todavía no había podido ver a esta chica. Esta mujer. Pero podía imaginar a Mike claramente, y por primera vez desde, bueno, desde que todo había comenzado, Edward estaba enojado.

Él odiaba pensar en Mike siendo tan tierno con Bella. Preparándole té, calmando sus nervios. Prefiriéndola. Y odiaba, también, pensar en Mike ignorándola, siendo nadie para ella. Él odiaba pensar de sus ocho años juntos. Edward odiaba pensar que incluso aunque pudiera hablar con Bella, incluso si eso fuese posible, incluso si no hubiese retrocedido a esa esquina, ella aún estaría enamorada de alguien más.

Él estaba tan agitado en la cena que dejó que Siobhan comiese su porción de torta de calabaza.

—El glaseado de limón está maravilloso —dijo ella—, muy amargo. ¿Quién habría pensado en poner glaseado de limón en la torta de calabaza? Tú madre debería abrir un restaurante ¿A qué se dedica?

—No trabaja —dijo. Su madre nunca había trabajado, siempre que podía recordar. Todavía tenía dinero del papá de Bree de quien se había divorciado años antes de que Edward naciera. Y era una masajista terapéutica licenciada. Durante algún tiempo había sacado una buena lana con eso. A veces en la época de verano, ofrecía masajes en los mercados de la calle. Su mamá nunca parecía estar corta de dinero. Pero Edward probablemente debería estar pagando la renta, pensó, o al menos ayudar con los comestibles… especialmente ahora que su mamá estaba alimentando a Siobhan, también.

— ¿Qué hay acerca de tu papá? ¿Qué es lo que hace?

—No lo sé —dijo Edward—. Nunca lo conocí.

Siobhan se ahogó con la torta. Puso su mano en su hombro. Edward esperaba que Bella no estuviese a punto de entrar.

—Tú, pobre niño —dijo Siobhan.

—En realidad no es tan malo —dijo.

— ¿No es tan malo? Es una cosa terrible crecer sin un padre.

—No lo fue —dijo Edward, pero tal vez lo era. ¿Cómo podría saber?—. Estuvo bien. — Siobhan lo palmeó unas pocas veces y luego alejó su mano.

—Con razón tu madre cocina para ti.

Edward regresó a su escritorio luego de la cena e intentó pensar acerca de su padre. (A quién, en realidad, jamás había conocido. Quien, tal vez incluso no sabía que existía) Pero en su lugar, terminó pensando en Tanya.

Ella solía decirle que debía trabajar en la cosa de chico sin padre.

—Es muy romántico —dijo ella. Estaban en el parque. Sentados en el pasamanos—. Muy James Dean en Al Este de Edén (1).

—James Dean es un niño sin una madre en Este de Edén. — Edward no había visto la película pero había leído el libro. El leería todo de Steinbeck.

— ¿Qué tal Rebelde Sin Causa (2)?

—Creo que tenía a ambos padres en esa.

—Detalles —dijo Tanya—. James Dean apestaba a niño sin padre.

— ¿Cómo es eso romántico?— Edward había preguntado.

—Te hace parecer impredecible —dijo ella—. Podrías sufrir una crisis de personalidad en cualquier momento.

Él se rio en ese momento, pero ahora no le parecía tan gracioso. Tal vez eso era donde estaba estancado. En la crisis de personalidad.

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—Mamá dijo que has estado comportándote raro —dijo Bree cuando se encontró con ella para almorzar al día siguiente en Kentucky Fried Chicken (3) (Elección de Bree).

— ¿Qué clase de raro?

—Ella dijo que estás con altibajos todo el tiempo y que estás perdiendo peso. Piensa que talvez estés tomando pastillas de dieta. Te comparó con Patty Duke (4).

—Estoy perdiendo peso porque me uní a un gimnasio —dijo bajando su tenedor—. Ya te dije acerca de eso. Voy antes del trabajo.

—En realidad —dijo ella—. Puedo decirlo. Te ves bien. Te estás parando más derecho. Y tu panza chelera está desapareciendo.

—No bebo tanta cerveza.

—Es un decir —dijo—. Te ves bien.

—Gracias.

—Entonces, ¿por qué estás actuando tan raro?

El casi discutió que no lo estaba, pero parecía sin razón y como una mentira.

—No lo sé —dijo en cambio. —A veces creo que estoy muy feliz. Me siento mejor, físicamente, de lo que me sentí en mucho tiempo. Y, socialmente, me siento mejor. Como si estuviese conectando con la gente. Como que estoy hablando con gente nueva y no es tan duro como solía ser.

Eso era verdad, aunque la nueva gente probablemente no era la clase de personas con las que Bree esperase que él conectase.

Siobhan.

Y Seth y Heidi, quienes no eran exactamente nuevos.

Y los editores de copias, que eran un horrible grupo como los jugadores de CyD que no jugaban CyD. Aun así contaban como nuevos.

Un montón de ellos incluso eran chicas. No chicas en las que Edward estaba interesado, pero chicas.

Bella y Rosalie deberían contar. Aunque obviamente no era así.

—Siento como que finalmente estoy supurando cosas —dijo Edward—. Eso suena estúpido ¿no?—. Su hermana estaba mirando su cara de cerca.

—No—dijo ella—. Todo eso suena bien.

Él asintió.

—Pero todavía me siento realmente desesperado a veces. No me gusta mi trabajo. Y he dejado de pensar acerca de buscar otro. Y, aunque casi nunca pienso en Tanya, parece realmente imposible que yo pueda tener algo como eso de nuevo. Una relación, supongo.

Si él le hubiese hecho esa confesión a su madre, ella hubiese roto en llanto. Pero Bree miró a Edward de la manera en que el miraba a la gente cuando ellos estaban explicando sus problemas de computadoras.

Él se sintió parcialmente responsable por esa línea entre sus cejas.

—Ok—dijo ella—. Yo creo que eso está bien.

— ¿Cómo es que está bien?

—Bueno, me acabas de decir acerca de todas estas cosas buenas en tu vida—dijo ella—. Grandes mejoras de lo que era hace sólo seis meses.

—Sí.

—Entonces, ¿Qué pasaría si, en vez de pensar en solucionar toda tu vida, solo piensas en agregar cosas buenas adicionales? Una a la vez. Solo deja que tu pila de cosas buenas crezca.

—Esto es un consejo de invertir ¿no? Me estás diciendo cómo invertir mi capital.

—Es un buen consejo —dijo. Estuvo callado por un momento—. Bree, ¿crees que me perjudicó crecer sin un padre?

—Probablemente —dijo ella y le robó su pan—. ¿Eso es lo que te ha estado molestando?

—Estoy tratando de adivinar qué es lo que está mal conmigo.

—Bueno, detente—. Dijo ella—. Ya te lo dije, averigua qué es lo que va bien.

Antes de que ellos se fueran, ella trato de convencerlo de que llevara a su hijo mayor a ver la película de Pokémon (5) ese fin de semana.

—No puedo llevarlo—dijo Bree—, soy alérgica a Pikachu. ¿Entiendes? ¿Pikachu? Pikachu. Suena como si estuviese estornudando.

Cuando salieron de KFC, Edward detuvo a Bree en la vereda para abrazarla. Lo dejó aferrarse a ella por un momento. Entonces lo palmeó en la espalda.

—Ok, eso fue suficiente —dijo—. Guárdalo para mamá.

Edward se encontró a Seth y Heidi en el Ranch Bowl el sábado por la noche. Llevaba puesta su nueva chaqueta de mezclilla. Tuvo que comprar nuevos jeans esa semana, jeans más pequeños y la chamarra había sido una compra impulsiva. Había usado una igual en primer año de secundaria y esa había sido la última vez que había estado cerca de sentirse como un chico malo. Olvidó sacarle la etiqueta, entonces Seth se la pasó burlándose y llamando "XXL" toda la noche.

Se quedaron hasta tarde. Edward se quedó dormido y no tuvo tiempo de darse una ducha antes de buscar a su sobrino la tarde siguiente.

—Hueles a humo de cigarrillo —dijo Jake Jr. trepándose al auto de Edward—. ¿Tú fumas?

—No. Fui a un concierto anoche.

— ¿Con cigarros?—Preguntó el niño de seis años—. ¿Y bebidas?

—Algunas personas estaban fumando y bebiendo —dijo Edward—. Pero yo no.

Jake sacudió su cabeza tristemente.

—Esas cosas podrían matarte.

—Eso es verdad —dijo Edward.

—Espero que no me pegues el humo. Tengo que ir a la escuela mañana.

La película Pokémon fue incluso peor de lo que había esperado. Era casi un alivio que Jake Jr. tuviese que ir al baño.

—Mi mamá dice que no puedo ir solo —Jake susurró—. Ella dice que como soy tan guapo, alguien puede secuestrarme.

—Mi mamá solía decirme la misma cosa —dijo Edward.


1 Al Este del Edén: Al este del Edén o El este del Edén, a veces también traducida como Al este del Paraíso es una novela de 1952 del novelista y premio Nobel estadounidense John Steinbeck. Hecha película y protagonizada por James Dean, un actor e icono estadounidense de los años 50s.

2 Rebelde Sin Causa: Película de 1955, protagonizada también por James Dean.

3 Kentucky Fried Chicken: Cadena de restaurantes de pollo frito. Delicioso, por cierto.

4 Patty Duke: Fue una actriz estadounidense ganadora de un Óscar a los 16 años y también tenía su propio show (The Patty Duke Show). Lamentablemente tuvo una vida personal muy dura: desde drogas prescriptas, abuso sexual, depresión, trastorno bipolar y anorexia. Murió por la rotura de un intestino.

5 Pokémon: La serie de videojuegos de Pokémon, son videojuegos de rol desarrollados por Game Freak y publicados para videoconsolas portátiles de Nintendo. También era una caricatura y ahora películas. Hay un mono amarillo llamado Pikachu. Eso ya lo saben.


¡Gracias por sus comentarios!

Nos leemos el miércoles.

Por cierto, un día de estos les digo cuándo podrán encontrar los outtakes de los que hablamos ;)