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YYY
Capítulo 51. Mis fantasmas
Momo estaba ahí sentada a la mitad de la sala ajena, tomando un té con su novio. No Vivian juntos porque decidieron iniciar de cero y tomarlo con calma. Por eso no habían tenido sexo tampoco y ella se sentía intranquila con el tema porque no quería que Shoto la culpara de los cambios radicales en su vida. No se sentía lista para ese paso, estaban resanando su relación, no era tiempo para esa clase de acercamientos. Era tiempo para poner todo de vuelta en su punto, donde debería de estar. Las pautas que no debieron de traspasar. Por eso, como estaban en esa etapa, ella decidió tocar el tema.
─ Shoto
─ Dime Momo
─ ¿No te molesta no tener sexo conmigo? Llevamos casi un año y no ha habido nada subido de tono.
Él detuvo lo que estaba haciendo para mirarla, con esa misma mirada estoica de siempre.
─ Yo no quiero nada que tú no quieras y apenas regresamos juntos, acordamos tomar las cosas con calma.
─ Ya, pero recuerdo que dijiste que antes o después de una pelea te…
Él le tapó la boca con la palma de la mano, ahora su expresión lucia visiblemente más descompuesta.
─Yo sé lo que decía Momo. Te presionaba para tener sexo conmigo aunque no quisieras y cedías porque me veías inestable. Cedías porque a veces ese era el único momento intimo que teníamos como pareja en mucho tiempo. También porque mi padre decía que no eras lo suficientemente buena para ser mi pareja y siempre me peleé con él, pero cuando comenzaste a molestarte por todo lo que nos estaba hundiendo y reclamarme más; comencé a gritarte esas cosas horribles. Recuerdo porque te fuiste. Jamás podre borrar de mi memoria el que te grite que mi padre tenía razón, que eras poca cosa para mí y que ya no necesitaba de tus servicios ni de cocinera ni de mi liberadora de estrés sexual personal. Yo decía ser diferente a mi padre pero cuando las cosas me traspasaban actuaba igual que él. Me deje envenenar por sus palabras, mi propio ego y perdí de vista lo más importante. Lo mucho que te amaba y todavía lo hago.
La azabache comenzó a llorar destrozada, ella amaba tonto a Shoto pero cuando se le subía la sangre caliente al cerebro se portaba igual de agresivo que ese hombre que tanto daño le causó a su familia, a él y a ella, dicho sea de paso. Él también lloraba y verla así de nuevo, era lo peor que le podía pasar. O se odiaba a si mismo por herirla a ese nivel, cuando era lo único que debía proteger.
─Por eso decidí dejar de decirlo de dientes para afuera y me alejé de él. Por eso me fui a trabajar con All Might, voy a terapia porque te lo prometí a ti, y a mí mismo. Me ha costado pero, la única recompensa que necesito está aquí.
Dijo tomándole del rostro aun lleno de lágrimas para sonreírle con mucho cariño. Una cosa que todos le reconocían, era que había cambiado de ser menos expresivo a ser muchísimo más cariñoso. Ella le sonrió.
─ ¿Puedes confiar en mí?
─ Si, Shoto. Confiare en ti.
Tras esto, ella se acercó a darle un beso sutil, lleno de todo el amor que le tenía. Un beso sin dobles intenciones porque ella quería un amor muy dulce y tal vez cuando por fin se sintiera lista de nuevo volver a intentarlo en ese ámbito, porque el tema del sexo entre ellos fue muy fuerte. No quería arruinarlo. Él la esperaría, porque con tenerla de vuelta en su vida ya era más que suficiente. La segunda oportunidad que obtuvo no iba a desperdiciarla, la haría sentir todo lo amada y valorada que no hizo antes por su culpa; ahora iba a quitar en base a buenas acciones las dudas y miedos aun presentes en ella, antes de cualquier cosa.
Iban a derrotar juntos a los fantasmas de sus antiguos errores para resanar lo que tuvieron. Solamente porque se amaban muchísimo.
YYY
¿Qué tal si Katsuki está mal? Lo comenzaremos a saber en el próximo capítulo 52. Ya supéralo bro