Comparecimiento

Cuando Carlos estaba terminando de hablar, la puerta se abrió y entró Ami mirándolos incisivamente a los dos.

- ¿De qué asunto te tienes que ocupar y en qué andas? ¿Qué son esos objetos que tienes en la mano y quién es esta mujer? - preguntó la de cabello azul seriamente refiriéndose al cristal, el dispositivo y la pelirroja

Tanto Erza como Carlos la miraron sorprendidos y guardando silencio.

El chico agitó los brazos nervioso y de prisa ante la mirada seria de Ami como diciendo "Soy inocente, no hice nada" hasta que con una de las manos sintió el tacto de algo blando y redondeado, al girar la vista sintió miedo de repente al observar qué era lo que había tocado accidentalmente.

Se trataba de uno de los pechos de Erza quien lo miraba con la cara roja y una mirada con claras intenciones violentas, las cuales se harían manifiestas al soltarle ella un derechazo directo al mentón.

-¡Carlos! ¿¡Estás bien!? - preguntó la peliazul algo asustada al verlo caer al suelo

Erza tenía fama de ser alguien que daba realmente miedo cuando se enojaba y que golpeaba fuerte, eso evidenciaba el hilo de sangre que salía de la boca del hermano menor de Setsuna.

- ¡Auch! ¡Eso sí dolió! - dijo él tomando un pañuelo que la gobernadora del norte le diera mientras le ayudaba a levantarse

- No entiendo, explícame qué está pasando, ¿Te dedicas a manosear mujeres cuando no estás conmigo? - preguntó molesta la médica - ¿Y quién eres tú? - indagó dirigiendo su mirada a Erza que los observaba en silencio aún ofuscada

- Perdón, no fue intencional el contacto, no soy así de fijarme en otras - se disculpó Charly hablándole a la dos, pero ahora debía aclarar rápidamente la situación a Ami

- ¿Ah no? ¿Y porqué saliste con Mina?... bien, todavía falta que expliques en qué andas - respondió la de cabello corto observando los objetos que él tenía recién y ahora estaban en el suelo, Erza suspiró y sonrió entendiendo y aceptando las disculpas del chico

- Bueno, antes de este penoso incidente iba a decir... Ami, antes de que digas algo pensando que ando saliendo con otra chica deja que te presente a la Teniente Coronel Erza Scarlet perteneciente a la guardia de Ciudad Lignum y ex Capitán en las antiguas Fuerzas de Autodefensa, ella me está ayudando con un proyecto de copiado y seguridad de identidad - explicó rápidamente Carlos

- Es cierto, me envía mi superior el jefe Clark Still él me recomendó - dijo la pelirroja realizando el saludo militar y sonriendo ya calmada

- Es un gusto... mmmhhhh, no sabía nada de ese proyecto, ¿Seguro que no andas en nada raro, verdad? - respondió la de ojos azules hablando de forma suspicaz cerrando un ojo y viendo al joven científico

- Quédate tranquila que no hay nada fuera de la ley aquí, es un proyecto que llevo a cabo el cual permitirá que cada usuario copie su identidad en caso de extravío del cristal, inutilizando el anterior si eso pasa, a elección de la persona - fue la justificación del chico de ojos rojizos

- Es cierto, el señor Meiou se comunicó con el Palacio Edén y el jefe Still me envió a mí - añadió Erza en apoyo a la coartada de Charly

- Todo bien entonces, me comunicaré con Mako para preguntarle - decidió la gobernadora del norte pensativa

- No hace falta, yo hablé con el señor Still y no con ella, puedes hablar con él si lo deseas - comentó Carlos con total tranquilidad

- Mal hecho, cuando es algo que atañe a la seguridad debes hablar directamente con la regente pero bueno... ¿Me pareció oír el nombre de una tal Natalia? - prosiguió Ami haciendo memoria

Charly y Erza se miraron entre sí pero no mostraron signos de nerviosismo, ella controlaba bien sus emociones mientras que él sabía ocultarlas.

- Ha de haber sido Natalia Lugano, la jefa de guardia de Ciudad Metallus, tengo pensado hablar con ella también a fin de hacer lo mismo y repetir la prueba - dijo él justificando rápidamente ese hecho

- De acuerdo, pero... ojito con lo que haces, ¿escuchaste? - recomendó la de pelo corto cruzándose de brazos y sonriéndole en el ínterin que fruncía el ceño

Cuando Charly le dijo que estaba todo bien y que se calmara, le indicó a Erza que se fueran juntos al distrito oeste.

Estaban ellos caminando hacia la puerta después de que él recogiera los objetos y se quitara la bata cuando la voz de Ami los detuvo.

- ¡Esperen! Quiero ir con ustedes, me interesa ver la prueba y después hablar con Mina al respecto.

Ambos se dieron vuelta y la contemplaron viéndolos sonriente y relajada, eso los tomó por sorpresa puesto que no estaba en los planes pero, tampoco convenía que se negaran o ella podía sospechar.

- De acuerdo - contestó Erza accediendo, después de intercambiar una rápida y seria mirada con Carlos - Maldición, la presencia de Ami Mizuno puede traer problemas, hay que hacerlo sin que ella note nada - pensó a continuación

Los tres salieron del edificio y la pelirroja decidió que fueran en el automóvil de ella para que así pudiera llevarlos de regreso.

En el camino, el joven científico repasó los detalles del plan teniendo en cuenta ahora la presencia de Ami y cómo hacer para que ella no sospechara nada, mientras que la recién mencionada les daba charla al mismo tiempo que los observaba.

Cerca de una hora más tarde llegaron a la Ciudad Luminosa y luego de bajar de la autopista, rápidamente se dirigieron a la gobernación del distrito oeste.

Mientras atravesaban la explanada y Erza se colocaba los lentes, el de cabello verdoso oscuro le hizo una rápida y disimulada seña para que la peliazulada no lo notara.

La de ojos marrones lo entendió enseguida, Carlos y Ami irían por un lado a ver a Mina al mismo tiempo que éste buscaba la manera de desprenderse de la gobernadora norteña, Erza por su parte se dirigiría a sacar a Natalia de su puesto.

De modo que justo antes que ingresaran, ella dejó que la pareja se adelantara unos pasos para dar a parecer que venían ellos por un lado y Erza por otro. Les dijo que se adelantaran, que ella volvería a su auto a buscar algo que se había olvidado y los alcanzaba.

Charly y Ami asistieron y entraron, se dirigieron a la recepción, quien allí estaba y las guardias cercanas hicieron una respetuosa reverencia al ver a Ami.

- Lady Mercury, es un placer verla ¿Qué la trae por aquí? - preguntó amablemente la persona que atendía la recepción

- Hola, lo mismo digo, vengo a ver a Minako porque Carlos tiene un proyecto en mente que deseamos discutir con ella - sonrió la de ojos azules mientras que su acompañante la imitó en silencio

- Desde luego, llegó hace no mucho, se dirigía a su oficina.

La de ojos azules y el chico le agradecieron y se alejaron unos pasos rumbo a los ascensores.

- La teniente coronel ya se demoró, ¿No lo crees? - señaló la de cabello corto mirando rumbo a la salida hablando en referencia a Erza

- No te preocupes por ella, dijo que nos alcanzaría luego, no es necesario que ella esté con nosotros para hablar con Mina - contestó Carlos y en respuesta, ella se le quedó mirando pensativa

Por su parte, Erza esperó desde afuera escondida detrás de uno de los costados de la puerta principal y allí se quedó unos cuantos minutos hasta que calculó que la pareja ya estuviera dentro a fin de poder anunciarse ella y andar por su parte.

De modo que después de aguardar otro rato, caminó y cruzó la entrada principal antes de dirigirse a la recepción, allí dió la misma identificación de antes y alegó olvidar darle a la jefa de guardia las copias de las fotos tomadas, dijo que debía dárselas en persona.

Quien atendía en la recepción le respondió que pasara y tomara asiento en una de las bancas cercanas, que la jefa Lugano la vería enseguida.

Mientras tanto, Ami en compañía de Carlos ya habían salido de los ascensores e iban rumbo a la oficina de Mina, cuando él alegó querer ir al baño y le indicó a ella que se adelantara.

La gobernadora de la región norte asintió y siguió adelante mientras su compañero iba al lugar mencionado.

Ella llegó a la puerta del despacho de Mina y tocó un botón del panel del costado derecho de aquella para dar a conocer que allí estaba. Desde adentro se escuchó la voz de la rubia y Ami se quitó del pecho su colgante y acercó el medallón al sensor del panel, enseguida fue identificada una vez más por el CtOS y la puerta se abrió.

- ¡Hola Ami! Que sorpresa, no avisaste que venías - la saludó alegremente Mina mientras su amiga ingresaba

- Hola, bueno en realidad no tenía previsto venir, vine con Carlos y una soldado de Ciudad Lignum que debería reunirse con nosotros - respondió la aludida correspondiendo el saludo

- Ya veo, toma asiento ¿deseas tomar o comer algo? - invitó amablemente la gobernadora del oeste

- No gracias, ahora mismo no me apetece, tengo poco tiempo ya que en un rato más debo regresar a Ciudad Aquae - declinó ella cortésmente el ofrecimiento de su amiga

- No hay problema, pero ¿Dónde están Carlos y la chica esa? ¿De quién se trata? - preguntó Mina con curiosidad

- Carlos fue al baño y ya debería de estar regresando y la muchacha que vino con nosotros, es la teniente coronel Erza Scarlet de la guardia de Ciudad Este, nos trajo aquí pero dijo que se había olvidado algo en su auto pero se demoró demasiado - dijo la de pupilas azules con serenidad

- Ohhh entiendo, a lo mejor es alguna nueva conquista de Charly - dedujo la rubia de moño rojo con algo de picardía

- No digas tonterías, lo está ayudando con un proyecto nuevo, la recomendó y envió Clark - contestó la de cabello corto con molestia frunciendo el ceño

- No te enojes y no te pongas celosa, sólo bromeaba - agitó ella una mano para indicarle que se lo tomara con calma mientras reía

- ¿Celosa yo? Para nada - argumentó la regente del norte con calma y un ligero rubor obteniendo por respuesta una nueva risa de Mina

- Bueno, bueno, explícame qué es ese proyecto del que hablas - preguntó la rubia de cabello largo aún riendo al hablar

- Es un proyecto que ideó Carlos, consiste en copiado y seguridad de identidad, la teniente coronel Scarlet lo está ayudando en ello - explicó resumidamente la de pelo corto

- Oh entiendo, ¿Pero porqué venir aquí y no acudir al Palacio de Cristal? - indagó Minako pensativa

- Él lo está probando y me dijo que iba a hablar con tu jefa de guardia para hacer la prueba - recordó Ami con seriedad - Según él, permite realizar una copia del cristal de identificación en caso de extravío e inhabilitar este a pedido del usuario - continuó además

- Ya veo, pero el CtOS también realiza la identificación mediante las retinas de la personas, el cristal es preciso sólo para trámites y el acceso a ciertas bases de datos, como por ejemplo los nodos del CtOS que contienen toda la información de la población - pensó extrañada la de moño rojo

- En eso pensaba yo también pero, esperemos a ver qué dice él - concordó su amiga pensando en ese proyecto

Por su parte, Carlos se encontraba dentro del baño de hombres en dicho piso y aguardaba escondido el aviso de la militar de Ciudad Lignum. Tenía en su mente bien estudiado los movimientos que haría y ubicada la zona en donde se encontraba la computadora que buscaba.

El chico sonrió con la copia del cristal en la mano y sintió el celular vibrar, al sacarlo leyó el mensaje de Erza.

- Natalia está aquí conmigo, procure ser rápido porque no podré retenerla mucho tiempo.

- Genial - pensó Carlos en el ínterin que le respondía que procurara meterle charla y sonreía - Hora de divertirse - prosiguió con su pensamiento

A paso ligero salió del baño y caminó hasta el ascensor, sabía que Erza tenía razón, tenía poco tiempo hasta que la jefa Lugano regresara y también, si su ausencia se prolongaba demasiado iba a ser más difícil para él, justificarse ante Ami.

En el ascensor llegó hasta casi el último piso, el sector en donde se encontraba el nodo del CtOS, luego de salir de aquel caminó de prisa hacia su izquierda por el pasillo mientras sus zapatos resonaban en el lujoso piso de loza.

Continuó su marcha hasta visualizar la puerta indicada, tal y como esperaba, aquella se encontraba sin relevo al ausentarse Natalia. El joven experto en Física observó a su alrededor logrando ver a algunas guardias y empleados del lugar más o menos lejos de donde se encontraba pero que no le prestaban atención, por lo que no representaban ningún peligro para él.

Carlos se detuvo frente a la puerta y miró hacia ambos lados, sacó el cristal y lo acercó al escáner del panel en el costado derecho de aquella.

- Identidad reconocida, jefa Natalia Lugano. Acceso autorizado - dijo una voz robótica que salía del parlante del panel y enseguida, una luz verde se encendió en el mismo

Inmediatamente a continuación, la entrada se abrió y Charly entró a la sala.

Frente a su vista estaba una enorme y sofisticada computadora siendo observada por un empleado, el cual al sentir a alguien más se dio media vuelta.

- ¿Quién es usted? No puede estar aquí sin permiso de la jefa Lugano o de la gobernadora, es área restringida - dijo seriamente aquel hombre

- Bueno verá... me perdí, buscaba el camino al buffet - respondió el de ojos rojizos antes de descargar una fuerte y potente patada a la cabeza del empleado, a fin de dejarlo sin conocimiento cosa que logró

Sin pérdida de tiempo arrastró el cuerpo inconsciente y lo dejó sentado a un costado de la sala. A continuación se dirigió al panel de la computadora y empezó a teclear a fin de buscar los datos que deseaba.
Introdujo el nombre de "Minako Aino" en el directorio y el resultado no tardó en aparecer, toda la información sobre ella se encontraba ahí.

Nombre: Minako Aino

Fecha de Nacimiento: 22 de Octubre de 1978 (Anterior Era)

Género: Femenino

Familia: Ayaka Aino (Madre), Akihiro Aino (Padre)

Ocupación: Eternal Sailor Venus, Gobernadora de Ciudad Metallus

Comida Favorita: Curry

Sueño Pendiente: Convertirse en Idol

Afiliación: Sailor Senshis, Gobierno Real del planeta Tierra en el actual 2do Milenio de Plata

Nacionalidad: Japonesa

Estatus actual: Viva

Charly acabó de leer la ficha de ella y empezó a revisar el resto de la información sobre Mina, todo estaba allí, su infancia, su estadía en Inglaterra, sus aventuras como Sailor V primero y Sailor Venus posteriormente, su asunción como gobernadora de Ciudad Oeste, todo... absolutamente todo, incluyendo lo que el científico buscaba: la vida privada de Mina y su licenciosa vida sexual teniendo esto último, el rótulo de altamente confidencial

- ¡Bingo! ¿Así que no soy de tu gusto, querida Mina? Veamos cómo te las arreglas después de que haga esto de público conocimiento - murmuró el joven de ojos rojizos con una gran sonrisa al mismo tiempo que sacaba otro cristal de su saco

Lo que hizo a continuación fue colocar aquel objeto en uno de los escáneres de la máquina y comenzar a copiar toda aquella información que le interesaba obtener.

El chico quedó anonadado con la cantidad de novios y amantes que tuvo ella, siendo algunos de ellos casados y otros, con novia.

- Entonces por culpa de ella, algunos matrimonios y noviazgos se vieron perjudicados... como has cambiado, Mina - afirmó Charly en voz baja con decepción - La chica que conocí jamás se hubiera metido con las parejas de otras - añadió suspirando

Razonando en esto y en la forma de dar a conocer esos datos a los medios de comunicación, acabó de copiar todo y sacó el cristal antes de salir del directorio, dejando así todo como estaba

De prisa salió de la sala al mismo tiempo que a su mente llegaba la forma adecuada de difundir la información y al mismo tiempo verse libre a sí mismo del escándalo ahorrándose así, explicaciones ante Setsuna, Ami y el gobierno Real

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz femenina que le gritó luego de que salió de la sala.

- ¡Oiga! ¡Esa área está restringida, sólo la jefa Lugano y la señorita Aino tienen acceso a la misma!.

El de cabello negro verdoso giró rápidamente su mirada y contempló a su derecha a apenas unos poquitos pasos de distancia, a una mujer soldado que lo miraba con enojo y desconfianza

- No se preocupe, la gobernadora me dió el permiso sólo entré a consultar unos datos, soy amigo de ella - respondió Carlos sobreponiéndose y disimulando sus nervios

- ¿Ah sí? ¿Y porqué se puso alterado cuando me vió? Voy a corroborarlo con la gobernadora - preguntó la de armadura naranja caminado hacia la puerta que estaba cerrándose

- Es que no esperaba su aparición, me asustó pero ahora que la veo... me quedé impresionado con sus bellos ojos y su linda cara - la piropeó él a fin de distraerla puesto que estaba de espaldas y había visto el interior de la sala antes de que la puerta se cerrara

Pero era demasiado tarde, la soldado había alcanzado a notar los pies del empleado desvanecido en un rápido golpe de vista.

- Oye Romeo... tú no eres amigo de la señorita Aino ¿¡Qué hiciste con el empleado!? - dijo la guardia con voz dura dándose vuelta y fulminándolo con la mirada

- No hice nada, sólo se sintió mal y se desmayó... iba yo a llamar al servicio médico para que lo auxilien - respondió el chico a manera de excusa

- Sí claro, vendrás conmigo ahora, te reportaré a la jefa de guardia y quedarás retenido hasta que se aclare quién eres tú y qué viniste a hacer aquí - descreyó ella de la excusa del muchacho ya poniéndose en guardia y preparando la lanza con la que iba armada

En respuesta, el chico rió nerviosamente y levantó los brazos agitándolos. Debía de hacer algo rápido, si esa soldado lo llevaba y hablaba representaría un serio problema.

Sólo se le vino una cosa a la mente para escapar de la situación pero mientras tanto echó a correr por el pasillo, al mismo tiempo que sentía vibrar su celular.

- ¡Hey! ¡Un momento! ¡Regresa aquí! - exclamó la de armadura naranja corriendo detrás de Carlos

Él corría a toda la velocidad que le deban las piernas intentando dejar atrás a su perseguidora al mismo tiempo que rogaba que no pidiera refuerzos. Sin embargo aquella tenía una buena condición atlética y no podía sacársela de encima.

Él se dio media vuelta y se agachó para lanzar una patada baja a ras del suelo a modo de zancadilla pero, la chica fue rápida de reflejos y pegó un salto y la evitó. La respuesta de ella fue una rápida patada que Carlos esquivó apenas seguido de un golpe con la lanza que consiguió bloquear con un brazo.

Ese momento fue aprovechado por el científico para empujar a la mujer guardia y realizarle otra zancadilla para tirarla al suelo, cosa que logró viéndose esta, sorprendida.

- ¡Tiempo detente! - exclamó él extendiendo los brazos hacia la chica que lo miraba con los ojos bien abiertos semi acostada en el suelo

La misma onda ultrasónica que saliera de su cuerpo cuando estaba con Haruka y Michiru en la frontera entre la "Ciudad Luz" y Ciudad Ígnea, salió en ese momento y se expandió por todo el pasillo, tiñendo todo de un color grisáceo y paralizando el entorno, incluyendo a la soldado quien quedó congelada.

Charly se alejó a paso ligero en dirección a los ascensores mientras sacaba su celular.

- De prisa, Natalia Lugano está regresando a su puesto - decía el mensaje de Erza Scarlet, éste le respondió que se dirigía a donde Mina estaba con Ami y que allí la vería, mencionándole el despacho de ella

Justo cuando estaba frente al ascensor el efecto paralizador se terminaba, entonces llamó el ascensor mientras observaba como la mujer guardia de antes se levantaba del piso y lo buscaba confundida con la mirada. Afortunadamente antes de que los ojos de ella tuviesen contacto visual con él, la puerta del ascensor se abrió y el chico consiguió meterse.
Justo cuando la puerta del elevador que acababa de tomar se cerraba, la de al lado se abría y salía la jefa Lugano.

Al encuentro de ella llegó la misma soldado de antes.

- ¡Jefa Lugano! Un extraño penetró en la sala núcleo del CtOS, el empleado que maneja la computadora estaba inconsciente.

- Eso no puede ser, solamente yo y la gobernadora tenemos autorización a dicha sala, vamos allí - contestó Natalia acelerando el paso - ¿Cómo era el intruso? - indagó acto seguido

- Cabello corto color verde oscuro y pupilas rojizas, algo apuesto e iba elegantemente vestido, dijo ser amigo de la señorita Aino y además me quiso piropear - respondió ella caminando detrás de su superiora

Por su parte, Charly ya estaba en el piso donde se encontraba la oficina de Mina y allí permaneció hasta que Erza salió del otro elevador.

- ¿Todo está bien? Natalia Lugano no puede verme con ustedes - quiso saber la pelirroja con seriedad

- Obtuve los datos que deseaba pero una soldado me sorprendió, tuve que ingeniármelas para sacármela de encima - respondió él empezando a caminar

- Maldición, si ella da su descripción y lo reporta, estaremos en serios aprietos, encima Lady Mercury vino con nosotros - se quejó la de pupilas marrones frunciendo el ceño caminando a la par de Carlos, sin mirarlo

- Tiene razón, señorita Scarlet, tenemos poco tiempo... debemos salir de aquí antes de que eso ocurra - contestó el muchacho imitándola

- ¿Y si no nos reunimos con lady Venus y lady Mercury? Ya obtuvimos lo que queríamos, vámonos ahora - propuso la de cabello rojo

- Sería peor, Ami es muy lista e inteligente y sospecharía seriamente si nos vamos sin ella, tenemos que salir de aquí los tres - descartó Carlos dicha posibilidad - A menos que... - murmuró él con una pequeña sonrisa

- ¿Qué tiene pensado? - preguntó Erza extrañada mirándolo

- Es sencillo, ya lo verá.

Mientras tanto, Ami y Mina seguían conversando sobre temas varios aunque ya algo preocupadas por Carlos cuya ausencia ya se había prolongado. Ellas escucharon un sonido proveniente de la puerta de entrada lo que dió a entender que el anteriormente mencionado había llegado.
Mina dio el permiso y la entrada se abrió.

- Disculpen, ¿Las hice esperar mucho? - les dijo él con una media sonrisa en la cara y despreocupadamente, seguido de Erza

- ¡Carlos! ¿¡Se puede saber qué pasó que demoraste tanto en el baño!? - fue la lógica pregunta de la regente del norte con preocupación

- Qué tal, Carlitos, ¿Quién es esta chica? No me digas que es tu nueva conquista - saludó la rubia con una gran sonrisa, el aludido apenas la vió no pudo evitar recordar lo que leyera antes en la computadora pero, por obvias razones se lo calló aunque sintió ganas de decirle "Mira quien habla"

- No soy la conquista de nadie y no me interesa ningún hombre, por cierto... soy la Teniente Coronel Erza Scarlet de la guardia de la zona Este del reino, estoy bajo las órdenes del jefe Clark Still - se presentó la muchacha saludando militarmente con algo de molestia

- Vaya que es usted mujer de carácter al parecer, calma que no hablaba yo en serio - se disculpó la gobernadora del oeste levantando las manos

- Mina... - suspiró la peliazul con fastidio

- Me tardé en el baño, mis disculpas además... surgió un imprevisto y debo volver rápido al trabajo - explicó el de pupilas rojizas a fin de que se fueran lo antes posible del Edifico Dorado

- ¿Ahora? Pero si acabamos de llegar y además no mostraste tu proyecto - señaló Ami con extrañeza

- Tendrá que ser otro día, ¿Verdad señorita Scarlet? - contestó el experto en Física con total naturalidad

- Sí, los datos que perdió son importantes - dijo la pelirroja siguiéndole el juego

- Bueno está bien... de todos modos, yo tengo muchas cosas que hacer - bufó la médica mirándolo fijo y pensando

- Es una pena que ya se vayan tan rápido pero bueno, estaré a la espera de otra ocasión - lamentó Minako sin perder la amabilidad - Ese proyecto tuyo me intriga, Carlos, puesto que no le veo necesidad, el CtOS usa la retina para identificar a la persona aparte del cristal - añadió a modo de opinión

- Lo se, igualmente es una forma de prevenir la suplantación de identidad - defendió Charly su idea a modo de coartada

Mientras tanto...

Finalmente el día en que el matrimonio entre la senshi del fuego y el ex coronel debía comparecer ante los reyes por la persecución en la Capital protagonizada por este último y compañía, había llegado.

Ellos partirían desde Nukureo Kaseigan rumbo al Palacio de Cristal, en el mismo carruaje que usaran cuando fueron convocadas las cuatro gobernadoras.

Rei desde luego, dejó a cargo a Jedite de la gobernación mientras se ausentara, se mostraba sumamente tranquila y confiada más allá de lo que su aún esposo pudiera decir y presentar como prueba.

Ahora iba vestida con un elegante y refinado vestido rojo compuesto por saco y pantalones, complementados por una blusa negra y zapatos de tacón del mismo color.

Al salir del edificio miró a Ralf, que la aguardaba afuera del edificio al lado del carruaje, con una mezcla de frialdad y altivez.

Él no llevaba su armadura y en cambio, vestía un traje fino color azul marino complementado con una camisa blanca, corbata negra y zapatos del mismo color.

Él por su parte, en la gobernación se mantenía en contacto todo el tiempo con Leona sea en persona o a través de mensajes de texto en busca de novedades respecto de su esposa, la última orden fue que ella se quedara en Nukureo Kaseigan y no perdiera de vista a Jedite.

- Viajaremos en el mismo vehículo sólo porque todavía eres jefe de guardia, pero no me dirijas la palabra a menos que te lo solicite - le dijo cortante la de ojos violetas pasando junto a él

- Vaya... aún te acuerdas que soy jefe de guardia, que considerada - respondió el musculoso con ironía

- No se de qué te quejas, tienes muy buena compañía, seguro ellas se encargan de hacerte sentir bien - argumentó hostil Rei, sin mirarlo refiriéndose a Leona y Mirajane

- No tienes autoridad moral para decir eso con ese monigote rubio que tienes - pensó Ralf con rabia y celos

Él prefirió no responder abiertamente para no seguir discutiendo.

Tal y como supusieron, el trayecto hasta Ciudad Argentum estuvo gobernado por un ambiente pesado y silencioso, él sentía unas enormes ganas de reclamarle a ella una respuesta sobre su verdadera relación con Jedite y por otro lado, no dejaba de pensar en Risa y pedir por favor que no se encontraran en el palacio, mientras que ella se moría de ganas de preguntarle a él sobre lo que hacía con Mirajane en la casa de esta, claro estaba que se guardaba de hacerlo y además, estaba frustrada y preocupada por no poder hallar a Risa.

El carruaje arribó a la explanada del Palacio Real e ingresó por el mismo lugar que en la reunión de las Inners con los reyes, Luna y Artemis.
Éste último aguardaba por ellos y los observó descender del vehículo.

- Es un placer verlo de nuevo, señor Artemis, ¿Cómo ha estado? - saludó amablemente Rei llegando frente al consejero

- Ahorrémonos las formalidades, ustedes tienen mucho que explicar... vengan conmigo - respondió cortante el hombre de cabello blanco

- Con gusto las daré, no tengo nada que ocultar - respondió tranquilo el de ojos cafés

Los tres caminaron por el interior de las imponentes instalaciones del bello palacio hasta dar frente a la misma puerta que daba a la sala de reuniones en la que habían estado las chicas, días antes.

- Esperen aquí, los reyes vendrán enseguida - les dijo Artemis con suma seriedad antes de alejarse

- No se cómo puedes estar tranquilo, el incidente de la Capital debe ser responsabilidad tuya y además, Risa no aparece - criticó la de largo cabello negro mirándolo de reojo

- Con que ella esté bien y lejos de tu alcance me quedo tranquilo, ¿No se llena todo el mundo la boca hablando maravillas de este mundo feliz y armonioso? - contestó él sin mirarla - Además respecto a esta reunión, sé bien lo que voy a decir y tengo material, quien debería empezar a temblar eres tú - añadió acto seguido con seguridad

La respuesta de ella fue una leve risa al mismo tiempo que sentía curiosidad por lo que acababa de decir su marido.

Unos pocos segundos más tarde vieron acercarse a Chibiusa a paso ligero acompañada de Luna, quienes saludaron con amabilidad a Ralf y con frialdad a Rei.

- Es un placer verte de nuevo, ¿Cómo has estado? - preguntó la alta joven de coletas rosadas al hombre mientras que Rei la observaba con desdén y seriamente y Luna la analizaba con la mirada y permanecía atenta a cualquier cosa que dijera o gesto, puesto que conocía la verdad sobre ella

- He tenido mejores días... - respondió complacido Jones sin dar mayores detalles

- No te preocupes que todo saldrá bien para ti - lo animó palmeándole un brazo

- Niña estúpida... - pensó Rei para sus adentros y se dió media vuelta y se alejó unos pasos seguida de Luna

- ¿Y Risa? ¿Cómo está? Me intriga que no se haya comunicado para nada conmigo desde que llegó aquí - quiso saber él murmurando en un tono de voz bien bajo para que sólo la princesa escuchara

- No te preocupes, ella está bien... está cómoda aquí en el palacio sólo lamenta no poder hacer sus lecturas de fuego pero sacando eso, medita y entrena cuando está sola - explicó Chibiusa con calma - Risa me dijo que esperaría un tiempo antes de contactarse contigo - agregó acto seguido

- Entiendo, ¿Dónde se encuentra ella ahora?.

- En mi habitación, sabe que ustedes están aquí - suspiró la de cabello rosado

- Está bien, que no se mueva de allí, si Rei averigua que ella está acá sería catastrófico... tengo algo importante que decirle - comentó el de cabello castaño oscuro vigilando de reojo a su esposa

- Puedes decírmelo a mí, yo se lo comunico - dijo la princesa sonriendo y cerrando los ojos

- No, debo decírselo yo mismo en persona - se negó el ex soldado puesto que hablaba del asunto de Aya

- Que malo... pero bueno, todo está bien - dijo ella haciendo un leve puchero - Esa... mujer ya va a pagar por todo el daño que ha hecho - agregó mirando a Rei y sacándole la lengua

Por su parte, la recién mencionada permanecía de espaldas a Luna, con los brazos cruzados.

- ¿Es necesario que me vigile de cerca? No vengo armada ni intentaré nada raro - dijo la de pupilas violetas en un ligero tono sarcástico sin voltear a verla

- Espero que tenga una buena explicación preparada, usted no saldrá bien librada de aquí, lady Mars - respondió la consejera en tono seco

- No tengo nada que temer ni qué esconder, mi gestión al frente de Ciudad Ígnea ha sido excelente - aseguró la regente del sur con total descaro sin tener en cuenta las críticas de Artemis, de la última reunión con los reyes

- Que poca memoria tiene usted, Artemis le señaló algunos puntos... las violaciones al Código de Convivencia, su temperamento que deja bastante que desear y la excesiva militarización de las fronteras de la zona que usted gobierna, eso sin mencionar lo que pasa con su hija... ¿Qué esconde que pone tanta vigilancia? - recordó la de cabello largo ondulado haciendo hincapié en lo que decía, disgustada de la actitud de ella

- No oculto nada y no recuerdo deberle ninguna explicación a usted - contestó calmada Rei dándose vuelta y mirándola con indiferencia

Luna iba a contestar cuando la gobernadora sureña giró la vista hacia su izquierda al oír ruido de pisadas acercándose, tanto la primer nombrada como la princesa y Ralf observaron en dirección al mismo lado.

La pareja Real se acercaba al sitio acompañada de Artemis, ambos iban vestidos con sus ropas características ella con su vestido largo y él con su traje violeta claro acompañado de una camisa blanca.
En cuánto sus ojos hicieron contacto con el ex coronel, el rey le lanzó una mirada de furia mientras que este por su parte, se la sostuvo sin inmutarse en lo absoluto.

Al llegar ellos en donde estaban quienes aguardaban por ellos, todos menos Ralf, quien hizo el saludo militar, hicieron una reverencia mientras Chibiusa se juntaba con sus padres.

- Creo que todos los aquí presentes deben mostrar el debido respeto ante nosotros, creo que el señor se equivocó... estamos en la corte no en un cuartel militar - recordó Endymion cortante mirando al padre de Risa, quien se abstuvo de responder y lo quedó viendo con seriedad

- Como siempre mi marido buscando llamar la atención de alguna manera - criticó Rei con fastidio acercándose a éste

- Déjenlo, si no desea inclinarse puede saludar como guste - lo defendió Serena sonriéndole

- Pasemos ahora - invitó Artemis señalando hacia la puerta

La reina se acercó a aquella y se quitó el colgante de su pecho, acercó el medallón al sensor y la entrada se abrió.

La familia Real ingresó seguida de los consejeros y el matrimonio Hino-Jones. Ya dentro, los reyes y la princesa tomaron asiento, los consejeros y el matrimonio lo hicieron después.

- Bueno, seguramente ustedes sabrán el motivo por el cual fueron convocados, hace unos días se registró un grave disturbio aquí, Artemis por favor... - comenzó hablando la soberana con seriedad y cediéndole la palabra al Consejero

- Gracias majestad, una motocicleta de alta cilindrada corrió por las calles capitalinas alterando así, la paz y el orden que siempre gobierna en las mismas, hay algo llamativo... la velocidad captada por los radares del CtOS fue superior al promedio máximo y sugiere que esta haya estado modificada para correr; como la moto poseía matrícula de Ciudad Ígnea ustedes, al ser la gobernadora y el jefe de guardia de la región deben de responder por tal hecho - planteó Artemis colocando un cristal en uno de los escáneres y proyectando imágenes de las noticias sobre el hecho

- ¿Algo para decir al respecto? - preguntó la mujer de coletas rubias a Rei, quien en ningún momento perdió la compostura cuando el consejero hablaba

- Estoy sorprendida de que en mi región haya alguien que se dedique a modificar motos para correr carreras, no puedo dejar de expresar mi desconcierto por ello y prometer mano dura contra el responsable, quien será encarcelado y su vehículo confiscado - fue la segura respuesta de la senshi

- No fueron pocos los choques a causa de esa carrera, hay algo más, el jefe de policía reportó que testigos dijeron ver a un segundo vehículo participando en la carrera - contestó la reina sulfurada en sus adentros, de ver tan relajada a Rei a pesar de todos los problemas que causó, aunque por fuera se mostraba relajada

- Me consta que el vehículo de mi esposo aquí presente, también tiene modificaciones hechas especialmente para correr y el dia del incidente fue a Ciudad Aquae - lanzó la senshi en tono acusatorio en referencia a Ralf, quien ocultó bien la sorpresa de oír eso mientras las miradas de los presentes se clavaban en él

- ¿Qué tiene que decir al respecto, jefe Jones? - preguntó tajante el rey Endymion

- Sí fui a la zona norte del reino pero, no participé en dicha carrera... además, ¿un antiguo Dodge Charger R/T de 1970 contra una moderna moto japonesa y encima preparada para correr? Ésta me hubiera dado alcance enseguida - se defendió el ex soldado levemente riendo aunque bien supiera que la realidad fue bien diferente - Aparte, es conocimiento de todos que tanto en la tele como en los diarios solamente salió la moto - añadió sin pérdida de tiempo

- Eso es una mentira, en este cristal están grabados algunos testimonios que corroboran que mi marido salió de mi distrito y pidió que su salida no sea registrada, constituyendo eso una violación a las leyes de Ciudad Sur - prosiguió Rei atacando mientras sacaba dicho objeto de uno de los bolsillos de su saco

- Maldición... mataré a esos idiotas pero no me sorprende que ella trate de hundirme - pensó Jones con rabia para sí

Artemis tomó el cristal y lo introdujo en el escáner, allí se proyectaron las imágenes de unos pocos guardias a los que él había visto en el puesto fronterizo e identificando entre ellos al que quería reportarlo y él tuvo que amenazar, corroborando lo que Rei dijo.

- Eso sólo no prueba que el señor Jones haya participado de los incidentes aunque sí cometió una infracción, ¿Modificó o no su auto? ¿Cuál fue el motivo de su viaje a Ciudad Aquae? - abrió la boca Luna dando su parecer y preguntando

- Al motivo de mi ida al norte creo conveniente darlo a conocer después de resolver este asunto, puesto que todavía queda el asunto de Risa por tratar - se limitó a responder el fornido ex soldado

- Seguramente otra mentira como la que dijo recién - opinó su mujer enojada

- Debería darlo ahora, es innecesario postergar esa respuesta - instó el Consejero de cabello blanco

- Déjenlo, si quiere responder después cuando tratemos el otro asunto que lo haga, ya que están relacionados - intervino la princesa en defensa de Jones

- Apoyo la postura de mi hija - concordó su madre

- De acuerdo, pero no ha respondido la primer pregunta de Luna, jefe Jones ¿Cuenta su vehículo con modificaciones para correr o no? - señaló seriamente Darien

- Contaba... pero se las quité hace tiempo y le volví a poner el motor V8 - fue la contestación de Ralf suspirando, sabiendo bien que eso no era cierto

- ¡Exijo que se corrobore esa información! - demandó la de ojos amatistas alzando la voz

- Lady Mars tiene razón en su pedido... ¿Tiene cómo probar lo que dice? De todos modos acaba de confesar que violó la ley, lo que conlleva una sanción económica - argumentó Artemis haciéndole un ademán a Rei de que se calmara

- A ver qué tantas ganas te quedan de hacerte el Dominic Toretto, grandísimo imbécil - pensó riendo la senshi del fuego

- ¡No traje mi auto ahora! El Bugatti Veyron de Rei fácilmente deja atrás al mío en potencia y velocidad... pero nos estamos desviando del tema el cual es esa maldita motocicleta y no mi coche - exclamó Jones sulfurándose golpeando con un puño la mesa

- Modere su lenguaje y guárdese sus maldiciones, no aportan nada y violan la ley - reprendió Artemis

- Sabrás entender Ralf, que necesitas probar lo que afirmas, si no viniste en tu auto ahora, debes de darme una fotografía, vídeo o proyección de su motor o aún mejor, traerlo aquí para que lo observemos - dio la Neo Reina Serenity su parecer, obteniendo como respuesta un bufido de un Ralf molesto - Lo lamento, tú sabes el cariño que siento por ti y la amistad que nos une pero, la ley es igual para todos - añadió ella impasible

- ¿Amistad? Sí claro, caradura hipócrita - pensó Rei con desprecio

- Vaya amistad, Serena... ¿Qué dirás cuando tengas que enfrentar la verdad? - se dijo Endymion a sí mismo a su lado, mirándola

- Ralf tiene razón, nos estamos desviando del tema, ibas a hablarnos sobre la motocicleta - intervino Chibiusa de nuevo en defensa de él

- La Pequeña Dama está en lo cierto, la reina acaba de tomar una decisión y en estos momentos el asunto es el causante de los disturbios - apoyó Luna lo dicho por la heredera al trono

- He hecho una investigación y aquí tengo las pruebas sobre quién es la persona que manejaba esa moto, como así también el modelo y cómo fue preparada - dijo el de ojos cafés sacando de debajo de su saco, el cristal que le diera el Fantasma en casa de Mirajane

Rei lo miró impactada preguntándose de dónde había sacado eso y si realmente era cierto. Artemis agarró dicho objeto y luego de colocarlo en el escáner, las imágenes empezaron a proyectarse.

- Como pueden ver, el vehículo es una Suzuki GSX 250R, es una pequeña deportiva normalmente dotada de inyección electrónica, con un motor silencioso que tiene muy pocas vibraciones, elástico y muy ahorrador de combustible, gracias al depósito de combustible de 15 litros de capacidad, la GSX250R podía cubrir muchos kilómetros sin parar a repostar, ofreciendo una autonomía de más de 450 km pero con la nueva tecnología que reemplazó al viejo combustible, aquella cubre aún mucha más distancia sin necesidad de recargar los cristales y la autonomía aumentó a más de 600 km, el nuevo motor ni vibra - comenzó a explicar el jefe de guardia sureño - Ésta está modificada con un sistema magnético que le agrega más potencia, aceleramiento y velocidad... quien la piloteaba era nadie más ni nadie menos que Phobos, una de las guardias de extrema confianza de Rei - siguió él explicando y dando el nombre que esperaba dar

- ¡Eso no puede ser verdad! ¡Ella me ha servido fielmente y yo creo en ella, jamás haría algo como eso! - gritó la de largo cabello ébano alterándose

- Silencio lady Mars, ahora tendrá la oportunidad de explicarse - exigió Artemis alzando también la voz

- Puede chequear la información, allí también está el resultado del escáner del CtOS que lo corrobora - señaló el musculoso ex coronel

- No se de dónde sacaste esos datos pero esto no se queda así, no conseguirás lo que buscas - pensó Rei llena de furia pero segura de sí misma

Todos revisaron bien la información y confirmaron la procedencia, sí se trataba del CtOS la fuente del identikit de la conductora lo que no daba lugar a dudas.

- ¿Y bien, Rei? ¿Qué me puedes decir al respecto? - exigió saber la reina de odango rubia, la mencionada se encontraba anonadada sin saber qué decir puesto que no esperaba que su esposo averiguara eso pero, para ella el juego estaba lejos de acabar

- Esto me toma realmente por sorpresa, jamás esperé cosa así de Phobos... la verdad no estaba enterada de que ella preparara su moto para correr carreras - fingió la gobernadora sureña un pesar que no sentía, puesto que sí sabía la verdad

- ¿Y cómo puede ser eso posible? Ella forma parte de su círculo íntimo, ¿De verdad no lo sabía? - preguntó el soberano de cabello negro en tono inquisitivo, clavando su mirada en ella

- Estoy diciendo la verdad, sí confío y quiero mucho a Phobos pero no estoy pendiente de su vida privada y no tenía idea de esto... me encuentro muy apenada - suspiró la senshi aunque hablando con total decisión y seguridad

- Di que no tengo cómo decir que la mandaste a seguirme sin tener que revelar la fuente... que si no fuera por eso, con gusto lo haría - pensaba Ralf con una pequeña sonrisa de triunfo

- Como sea, lo sepa o no, alguien que usted colocó como parte de su cuerpo de guardia no solamente violó las leyes preparando su moto si no que además causó perjuicios en las calles de Ciudad Argentum, por lo tanto, usted reparará los daños y perjuicios económicos causados en los transeúntes y la vía pública y además deberá separar de su cargo a la soldado en cuestión e instarla a que se presente aquí para que se le aplique la pena correspondiente -decidió el Consejero de cabello largo blanco hablándole a Rei

- Muy buena decisión, Artemis, tienes mi apoyo - concordó la Neo Reina, tanto Endymion, Chibiusa y Luna estuvieron de acuerdo

Rei estaba sumamente contrariada pero no tuvo otro remedio que contenerse y aceptar las sanciones mientras que Ralf se encontraba conforme puesto que las cosas estaban saliendo cómo estaban planeadas, salvo por el asunto del motor de su Dodge el cual ya vería cómo solucionar.

- Ahora, propongo que pasemos al otro asunto... el maltrato de lady Mars aquí presente, hacía Risa y el señor Ralf - tomó la palabra la joven de odango rosado alzando la voz

- ¡Eso es una vil calumnia! Este sinvergüenza me engaña con otras mujeres y ha puesto a mi hija en mi contra - contestó hostilmente la de pupilas amatistas golpeando la mesa con las palmas de ambas manos

- ¡Quien miente eres tú, yo nunca te fui infiel y fuiste tú quien se ha puesto en nuestra contra! - argumentó su marido casi gritando

- Otro a quien debería de caérsele la cara de vergüenza - pensó Darien enfadado de tan solo oírlo decir eso

- ¡Silencio los dos! lady Mars, se le recuerda que debe de abstenerse de usar lenguaje ofensivo y que podrá explicarse cuando se le ceda la palabra - reprendió Artemis a ambos y dirigiéndose a ella

- Continúe Pequeña Dama por favor, tiene más que decir, ¿Verdad? - invitó Luna sin dejar de ver a Rei

- Así es... yo misma soy testigo a favor de Ralf y de mi amiga, Risa me contó la noche anterior a su desaparición sobre la difícil vida que han tenido desde que esta señora cambió, desea casarla a la fuerza con una persona que no ama y separarla del novio que sí ama, además de haberla maltratado verbal y psicológicamente - denunció Chibiusa indignada mirando fijo a la aludida quien la observaba con ganas de estrangularla

- ¡Esa niña está en mi contra por culpa de él! Si se escapó fue por las mentiras de mi aún esposo - respondió Rei culpando a Ralf quien se limitó a hacer una mueca de disgusto

- ¿Y no es cierto que el señor Ralf también la pasó muy mal desde que usted cambió? ¿A tal punto de querer mudarse de planeta para tener un poco de paz y sosiego? ¿Y qué hay de los látigos que mandó a llevar a su gobernación? - prosiguió la princesa sus recriminaciones poniéndose de pie y apoyando ambas manos en la mesa

- ¡Mentiras! ¡Todo es mentira! Yo quiero lo mejor para ella - bramó enfurecida la regente del sur haciendo lo mismo - Evidentemente Risa tenía pensado escapar ya desde la noche anterior y el pedido de quedarse a dormir en casa de Mako fue una coartada a fin de posibilitar la fuga... - dedujo enseguida pensando sobre eso lo que la llevó a conjeturar que Lita también haya estado enterada y que tanto ella como la princesa sabían dónde podía estar su hija

- ¿¡Qué estás insinuando de mi hija!? Ella no participó en la fuga y no tenía idea del plan de Risa - intervino Serena molesta

- Pero si yo solo dije "Risa tenía pensado escapar ya desde la noche anterior y el pedido de quedarse a dormir en casa de Mako fue una coartada a fin de posibilitar la fuga" nada más - aseguró la gobernadora de Ciudad Ígnea bajando el tono de su voz

- El asunto es muy serio y de comprobarse, sólo hay un camino a tomar, lady Mars, usted quedará relegada de su cargo como gobernadora y también tendrá prohibido acercarse a su hija, estará obligada también a realizar un tratamiento psiquiátrico... - planteó el rey Endymion cortante, la situación

Rei por su parte observó a Serena quien debía de decidir si apoyaba o no la decisión de su esposo, se llevó una mano a su saco y amagó con sacar algo de debajo de éste. Eso se trataba de un claro mensaje para Serena, traía las fotos que le había mostrado antes cuando quiso relegarla de su cargo y pensaba mostrarlas en el presente momento si ella daba su apoyo a lo dicho por Darien y para dejárselo más en claro las sacó parcialmente para que ella lo viera.

La reina por su parte, al ver eso se llenó de pavor y un sentimiento de bronca e impotencia la invadió, Rei estaba decidida a hacerlo aún frente a su esposo y su hija, también estaban el propio Ralf, Luna y Artemis.

Todos los presentes la miraban expectantes a lo que dijese y unos cuantos segundos transcurrieron mientras estaba perdida entre muchos pensamientos y conjeturas.

- No... No hay pruebas de ello, por lo tanto no puedo hacer nada... - dijo la rubia con la vista baja y un tono de voz abatido

Al oírla, todos los presentes exclamaron a viva voz su disconformidad en el ínterin que Rei permanecía en silencio y relajada.

- ¡He dicho que sin pruebas no puedo hacer nada! - alzó Neo Serenity su voz con frustración

- ¿¡Como que no hay pruebas!? ¡En mi espalda aún conservo las marcas de los latigazos! ¿Muestro la foto de mi espalda o me saco el saco y la camisa ahora? - rugió Jones lleno de furia poniéndose de pie

- ¡Eso no prueba nada! ¡Bien pudo habérselas hecho él mismo para culparme! - se defendió su mujer apuntándole con un dedo

- La postura de Rei es válida, necesito más evidencias... - contestó la reina con tristeza en la mirada

- ¡Pero señora! Considero que el panorama está claro y por mi parte apoyo la decisión del rey, lady Mars debe ser fuertemente sancionada - protestó Artemis con indignación

- ¡Eso no es justo, mamá! ¿¡Qué más tienes que saber para convencerte!? - lo imitó Chibiusa poniéndose nuevamente de pie

La Neo reina Serenity quedó con los codos apoyados en la mesa y las manos en la frente sin poder decir nada más.

- ¿Quieres más pruebas? De acuerdo, tengo testimonios de testigos a mi favor, ése fue el motivo de mi viaje a Ciudad Aquae yo fui a verlos y no tienen ningún problema en venir a contar todo - dijo el de cabello castaño oscuro refiriéndose a la familia de Takashi Hino y también al doctor Yamaguchi - Y si eso aún no es suficiente, consigo más evidencias no hay ningún problema - la señaló Ralf de pie y sintiéndose furioso y desconcertado puesto que parecía que todo marchaba como planeaba

- ¿¡Ah si!? A ver, ¿Quiénes son? - espetó la de ojos amatistas encolerizada

- Insisto en que no puedo hacer nada sin evidencias concretas... Rei sigue siendo gobernadora de Ciudad Ígnea quedando lo demás mencionado por mi esposo sin efecto hasta que se compruebe - contestó la reina con pesadumbre en la voz

- Viendo el panorama... no pienso decir sus identidades por ahora y me parece que esta reunión carece de sentido ya - replicó Jones dándose media vuelta

- Por más que también yo esté en desacuerdo, no soy quien para cuestionar la decisión de la soberana por lo tanto debemos acatar su decisión - opinó Luna también contrariada

- Tú sabrás lo que haces, Serena, también yo considero válido el testimonio de Jones y la hija de él, que vengan los testigos que tienen a su favor para que los escuchemos - añadió desconcertado el soberano de ojos celestes a su lado

- Seguramente son testigos falsos pagados por él - acusó Rei refiriéndose a su esposo

- Esa es una acusación seria, lady Mars, no debe hacerla sin pruebas - le llamó la atención el esposo de Luna

- La reunión queda finalizada - dijo la reina de ojos celestes, terminante

- Me decepciona... majestad, ¿Quién es la reina? ¿Usted o ella? - opinó Ralf muy enojado de espaldas viéndola de reojo y refiriéndose a Rei, quien estaba complacida por dentro.

- Espere Jones, no se vaya... deseo decirle algo - le pidió Endymion poniéndose también de pie

Él lo miró y acto seguido se dirigió a la puerta, la abrió y salió rápidamente.

- Lo siento Ralf... de verdad lo siento... - pensó la Neo reina muy triste y con dolor en el corazón, quería decirle el porqué de su decisión pero sabía que no podía hacerlo ya que sería peor, por su parte Luna y Artemis salieron de la sala en silencio y decepcionados mientras que Chibiusa le dedicó una mirada de enojo a su madre

- A mí también me decepcionas, mamá - le dijo ella con enojo

- Si ya acabó la reunión, regreso a mi casa entonces - les dijo Rei con total tranquilidad - Ah y espero noticias de mi hija si es que aparece por aquí - agregó mirando a la princesa y también saliendo

- Si bien Jones estuvo fuera de lugar con su comentario... me pregunto porqué la sigues protegiendo, ¿Le tienes miedo? ¿Tan grande es el favor que le hiciste o qué? ¿O será que ella sabe algo que no deseas que se sepa? Porque no entiendo - expresó Darien su desconcierto ante la decisión de su mujer

- Por favor no preguntes, ella recibirá el castigo justo en el momento cierto - respondió suspirando la de pupilas celestes mientras la hija de ambos salía

Mientras tanto, Ralf se encontraba fuera del salón esperando por el rey Endymion cruzado de brazos cuando se le acercó su esposa con una pequeña sonrisa y el ceño fruncido.

- Es gracioso de tu parte tu intento por hundirme pero, pierdes tu tiempo yo soy más lista que tú - le dijo Rei gozando de verlo frustrado

- Esto todavía no termina, no cantes victoria - replicó el de ojos cafés apretando los dientes

- Ni te molestes en traer a nadie que testifique a tu favor porque no servirá - rió levemente la de cabello ébano - Te espero en el carruaje pero más vale que no demores - añadió siguiendo su camino

Mientras apretaba los puños de rabia salió también la princesa quien se dirigió a él.

- No entiendo a mi madre... esperaba otra decisión de su parte - le comentó triste la de cabello rosado

- Tu madre sabía lo de los látigos cuando se lo dije y me conoce, ¿Cómo fue capaz de creer que yo me auto lesionaría para perjudicar a Rei? - contestó el musculoso ex coronel con cansancio

- De alguna manera tiene que hacerse justicia, esto no puede quedar así - argumentó la hija de Serena

- Voy a reunir pruebas claras y las presentaré, tu madre tendrá que sancionarla - dijo el de cabello castaño oscuro con decisión

La voz del padre de Chibiusa se oyó desde atrás de ésta de forma muy seria.

- Jones, debo pedirle algo... hija, déjanos solos - solicitó el soberano caminando hacia ellos

- De acuerdo padre - asintió ella con una cabezada - No te desanimes, todo saldrá bien - animó la joven a Jones antes de alejarse a reunirse con Risa y ponerla al tanto sobre la reunión, él le agradeció con una sonrisa

- ¿Qué quiere? - preguntó seriamente Ralf a Endymion

- Venga conmigo - fue todo lo que respondió el rey empezando a caminar por el pasillo

Aunque no entendió el propósito de su solicitud él lo siguió en silencio. Caminaron hasta salir del palacio por la entrada principal y salieron a la calle.

- ¿Dónde estamos yendo? - preguntó Jones intrigado

- Ya lo verá - fue todo lo que le respondió el soberano

Ellos siguieron camino hasta el mismo lugar en donde Nash estaba entrenando a la guardia Real. El recién mencionado se encontraba esperándolos en la entrada quien al ver al rey hizo una reverencia.

- Buenas tardes, rey, esperaba por usted ¿Él es de quien me habló? - los recibió el ex piloto con seriedad

- Hola Charlie, sí es él ¿Hay alguien adentro? - saludó Darien preguntando a continuación

- No, está despejado podemos pasar - afirmó el rubio de fleco pronunciado

- ¿Y quién eres tú? - preguntó Ralf intrigado a Charlie - ¿Para qué me trajo acá? - prosiguió dirigiéndose a Endymion

- No se preocupe es un amigo mío de confianza, no intervendrá sólo seremos usted y yo - le respondió el hombre de cabello negro

- Charles Nash, ex teniente primero del cuerpo de Marines de los Estados Unidos y ex piloto de la Fuerza Aérea - se presentó seriamente el norteamericano

- ¿Así que también has sido militar?... Ralf Jones, ex coronel en las Fuerzas de Autodefensa, anteriormente fui teniente en los Marines - respondió Jones extendiéndole la mano

- Ya veo, ha debido de haber estado en el Escuadrón Especial de extranjeros y una cosa, prefiero que no me tutee - dijo Nash sereno y serio pero ignorando la mano de Ralf - Entremos ahora - añadió acto seguido, aquel quitó lentamente su mano y lo miró extrañado

Endymion tecleó el código en el panel y la entrada se abrió, los tres hombres entraron.

Al jefe de guardia de Ciudad Ígnea le extrañó ver el sitio que era parecido a un gimnasio.

- ¿Qué es este lugar? - indagó Ralf con curiosidad

- Ante todo, no puedo dejar de comentarle que he notado que mi hija lo quiere y confía en usted, lo que me llama la atención puesto que es amiga de su hija y no suya... le advierto que no toleraré que usted le meta ideas raras en la cabeza, no se si me doy a entender - avisó Darien colocándose frente a él a unos cuántos pasos de distancia refiriéndose a sus gustos y pensamientos contrarios a los que eran ahora comunes en la actual Era

- No comprendo la razón de porqué dice eso, yo la aprecio y respeto como la amiga de Risa y la princesa que es, además de ser la hija de la reina pero tal y como dijo usted, no tengo el suficiente trato con ella como para considerarla mi amiga, pierda cuidado que mi deseo no es perjudicarla - aseguró con formalidad el de ojos cafés

- Eso espero, su idea de esconder a su hija en el palacio me parece arriesgada, si su madre averigua que está ahí nos veríamos envueltos en problemas - señaló el de pupilas celestes

- No veo el problema, ustedes son los gobernantes de Tokio de Cristal y del planeta, además la reina es una amiga mía - contestó el ex militar extendiendo los brazos a modo de protesta

- Eso lo tengo claro pero no queremos ser el centro de comentarios fuera de lugar ni habladurías, ahora... respecto a que mi esposa sea su amiga, voy a exigirle que deje de decir eso y no se acerque más a ella a no ser por asuntos oficiales - advirtió severamente Endymion apretando un puño y sintiendo como su sangre hervía de tan solo oírlo decir aquello y recordar ver lo que vió en su viaje al pasado

- Eso lo decide ella, pero... ¿A qué viene eso? ¿Para que me trajo aquí? - preguntó Ralf mirando rápidamente a Charlie que permanecía en silencio cruzado de brazos de pie cerca de la entrada, a mediana distancia de donde ellos estaban

Endymion sacó un cristal de debajo de uno de los bolsillos de su camina y lo apretó con un puño.

Rápidamente todo su uniforme se iluminó con una luz brillante y al desaparecer este, un conjunto de ropa de gimnasia como para salir a correr, lo reemplazaba. Se trataba de un pantalón jogging gris y zapatillas blancas, en la parte de arriba un buzo manga larga del mismo color.

El se quitó la prenda superior dejando al descubierto una playera sin mangas color blanco que marcaba su torso musculoso y bien trabajado.

- ¡Ahora mismo, no me vea como rey si no como un hombre que desea enfrentarse a usted! - exclamó el de cabello negro apuntándole con un dedo

- ¿Es esta una especie de broma? - preguntó riendo el jefe de guardia

- Lo digo muy enserio... ¿Eres hombre para pelear conmigo? - desafió Darien a modo de invitación, en el ínterin que giraba y flexionaba un brazo

- Creo que olvida que soy un militar entrenado y experimentado en el campo de batalla y en cambio usted... por la información que tengo, deduzco que lo único que hacía era lanzar rosas, las chicas debían rescatarlo ¿Verdad? - recordó Ralf sonriendo y echándose a reír

- ¡Ríe todo lo que quieras, voy a derrotarte! - alzó la voz Endymion - Ahora soy mucho más fuerte que antes - añadió a modo de advertencia

- De acuerdo, pondré a prueba tus habilidades... me sorprende de ti, no creí que quebrantaras el Código practicando artes marciales - afirmó Jones a modo de opinión

Él sacó su placa de identificación y la apretó con un puño al gritar "Cambio". Su traje se iluminó y le dió lugar al mismo uniforme de pelea que usara en Ciudad Aquae, contra Rei en Hikawa y en la práctica con Aya en el cementerio

- ¿Yo perder por ti? ¡Hoy no ni en el próximo milenio! - exclamó quitándose el paliacate del brazo y colocándoselo en la cabeza - No me hagas reír, ¡Soy un soldado! - agregó con total confianza y adquiriendo más agresividad en la voz

- No necesitamos hablar, hagamos esto - respondió el rey colocándose en pose de guardia sin amedrentarse

- ¡Ven vamos a pelear! - dijo el de ojos cafés tronándose los nudillos e imitándolo

Ambos se miraban y permanecían en guardia mientras la tensión iba en aumento.

- Pueden comenzar ahora - exclamó Nash - ¡Muestre lo que aprendió conmigo! - dijo acto seguido hablándole a Endymion

Al oírlo, ellos corrieron y se lanzaron uno contra el otro era el comienzo de la batalla, el esposo de Serena sólo tenía una idea en mente: vengar su honor y desquitarse de él.

Hola mis amigos/as, la lucha entre Ralf y Darien iba a ir en este capítulo pero se alargó demasiado.

Espero que les haya gustado las andanzas de Erza y Carlos en la gobernación de Ciudad Metallus, queda el interrogante de si él será descubierto o no.
Agradezco a Charly Meiou y a todos los que siguen leyendo esta historia.
Dicho esto me despido a la espera de sus votos y comentarios. Hasta luego!