CAPITULO 52

—Vaya visita que tengo, ¿debería decir que es un placer conocerle?... general orco…

Ante el Sapien se encontraba un orco con una altura de dos metros, una piel grisácea que diferenciaba del resto de los suyos, un cuerpo esculpido en músculos y un par de cuernos en la cabeza.

—Eres más pequeño que la ultima vez que te vi…

El lobo recuerda que aquella primera vez que vio con anterioridad a ese monstruo, aquel ser media como tres metros y medio, pero ahora su altura era de dos en comparación con esa vez.

—Por supuesto que así es, en nuestro primer encuentro tu me viste en mi "forma de Batalla", mantenerla me cuesta energía y no veo la necesidad de desperdiciarlas aquí.

—¿¡Tú eres capaz de…!?

—¿Hablar y con fluidez la lengua de los tuyos?, ja, cuanta ignorancia, incluso orcos ordinarios son capaces de pronunciar alguna que otras palabras, para un variante como yo, hacerlo es tan sencillo y natural como respirar.

El lobo estaba sorprendido, realmente no esperaba encontrarse con un monstruo que fuera capaz de entender como también hablar la lengua de los Sapien, pero aquel ser no era algo ordinario, un general orco, una variante del orco que se es considerada una calamidad andante.

—¿Por qué ha venido el mismismo general orco a verme en persona?, ¿qué es lo que quieres de mi?.

—Conocerte, me has dejado impresionado, lobo -El general orco le elogia —Cuando estabas rodeado, no te rendiste, optaste por luchar de manera directa contra mí.

—Y aun así perdí…

El Sapien lo recuerda, de los cuatros aventureros, uno fue asesinado por el general orco con el arrojarle de un hacha pesada, luego dicha monstruosidad hace acto de presencia, todos estaban perplejos y al verse rodeado por más goblin y orcos, la moral de lucha de todos estaba por los suelos, se habían rendido.

Pero el lobo se negaba a soltar su espada, apunto con ella al general orco y exclamo "TE DESAFÍO", el monstruo variante tras oírle, sonríe malévolamente y recoge su hacha pesada, sin decir palabra alguna da a entender que aceptaba el reto del Sapien. El lobo golpea con todas sus fuerzas en un ataque directo con su arma de dos manos, pero el general orco lo repele fácilmente con su hacha y contraataca con un poderoso puñetazo en el pecho que manda al lupino a volar.

El lobo cae al suelo, no muere, pero si queda lo bastante lastimado, sentía como su consciencia se entorpecía hasta nublarse y luego quedar total a oscuras, había quedado inconsciente y con ello perdido su lucha contra el monstruo. Luego volvería a abrir sus ojos y darse cuenta de que se encontraba encerrado, desnudo y desarmado, hecho prisionero por quienes le vencieron.

—Has perdido, cierto, pero te has ganado mi respeto, lobo -Opino el general orco.

—Jeje, agradezco tales palabras, incluso viniendo de un monstruo.

—Es por eso que mereces saber esto, antes de culminar.

—¿Qué quieres decir con "culminar"?.

La celda es abierta y los dos orcos que acompañaban al variante obligan al lobo a seguirle, el Sapien no tenia forma de lidiar contra ellos, aquellos seres de piel verde estaban armados y le superaban en número, además de contar con la presencia de su poderoso líder muy cerca.

El general orco guía el camino, mientras los dos escoltan al Sapien con sumo alerta de sus movimientos, pronto llegan hasta una parte de la cueva en donde el lobo queda perplejo ante lo que veía. Eran muchas cajas de madera que tenían en su interior armas hecha de bronce, desde espadas, lanzas, mazos y escudos.

—Un día simplemente encontré estas cajas en mi guarida, y estaba junto a un pergamino que contenía un mensaje: "espero lo mejor de ti".

Era un misterio quien fuese el responsable de dejar tales cajas en la guarida del general orco, pero no era difícil sospechar que el responsable era un Sapien o un grupo de ellos, ¿pero con que propósito?, ¿por qué entregarles armas a un monstruo?.

—Dime lobo, ¿sabes cómo nacen los orcos?.

—Yo… no lo sé… solo los mato por dinero, no me interesa saber de dónde provienen.

—Como era de esperarse -El general orco suspira con decepción —Los orcos pueden nacer de dos formas, la más común es a través de una zona que concentra altas cantidades de mana acumulado en un determinado punto en una zona.

Suceden casos que en ciertos sitios se pueden acumular de manera imprevista o por ciertos factores, energía mágica que quedan irradiado en el suelo, o en un subterráneo o en una cueva. En algunos casos, estas acumulaciones producen un fenómeno que crea una sustancia incolora que empieza a moverse y retorcerse, aquella sustancia posee vida propia y en cuestión de tiempo toma la forma de un monstruo.

—Pero yo no nací de esa manera, yo nací de la segunda forma, salí del vientre de una Sapien -Revela el general orco —Lo sabes, ¿no?, algunos monstruos como goblin y orcos, toman a las mujeres de tu raza, las fuerzan a aparearse y quedan impregnados de su semen, eventualmente darán a luz un monstruo, no tendrá ningún parentesco a la madre.

Se ha hecho conocer sobre las capacidades de algunos monstruos, en el caso de goblin y orcos, de producir más de los suyos al violar féminas Sapien, la gestación es rápida, por lo general e semanas la Sapien embarazada dará a luz bebes orcos o goblin, en el caso de los segundos la gestación es más rápida.

—Y eso no es todo, los goblin y orcos se desarrollan rápidos, en una semana un goblin nacido de esta manera ya es un adulto, para un orco le toma alrededor de 2 semanas, aunque tiene sentido, los orcos con más fuerte, resistentes y más grandes que los goblin, es bastante normal que tome más tiempo su crecimiento -Explica la calamidad monstruosa.

—Todas esas armas… ¿acaso piensas ocasionar una masacre?.

—Recuerdo el día en que me convertí en un variante… había luchado contra una pareja de aventureros, deje moribundo a uno, mientras al segundo lo viole frente a su compañero que moría poco a poco, cuando finalmente exhalo su ultimo aliento, sacie mi lujuria con ese aventurero y luego lo mate, y después…

Pensamientos complejos venían a la mente de ese orco desde aquel día, en su cabeza no solo estaban deseos triviales de comer, luchar y violar, ahora sus ideas eran más profundas, tenia un razonar más intrincado sobre si mismo y sobre los suyos. Su meta primordial era sobrevivir, ser más fuerte para que su supervivencia estuviera asegurada, conocer a fondo sus nuevas capacidades.

—Lo que era capaz con mi nuevo poder, lo conocía a la perfección como si formara parte de mi desde siempre, ¿es esto instinto natural?, jejeje… sea lo que sea, pienso seguir al pie de la letra lo que indica ese mensaje en el pergamino, daré lo "mejor de mí".

El lobo estaba sumamente preocupado, a pesar de que conocía lo que era un general orco, siempre pensó que solo se trataba de un orco más fuerte y nada más, pero ese monstruo frente a él, era una criatura que le hacia temer por el increíble nivel de inteligencia con el que era capaz de actuar, temía por el futuro de este mundo.

—Muy bien, es hora del ultimo recorrido -Dijo el general orco.

[—]

El lobo fue llevado, escoltado hasta una parte amplia de la cueva, iluminada con numerosas antorchas, se encontró con un suelo cubierto por gruesas telas que envolvía todo el sitio, el lupino queda perplejo ante lo que veía, estaba sin palabras y con la incertidumbre recorriendo cada parte de su pelaje.

—Un espectáculo fabuloso y excitante, ¿no lo crees? -Pregunto el general orco entre risas.

Docenas de incontables Sapien, todos ellos en completa desnudez y siendo abusados, violados y llenados de semen por incontables orcos y goblin, quienes se turnaban para ser chupados, follar salvajemente y ser masturbado a la fuerza. Entre ellos destacaba un buen número de mujeres situados en un rincón especifico, en donde eran violadas sin compasión por orcos y algunas por algunos goblin.

Mientras que los varones eran situados en otro lado, para ser profanados sádica y lujuriosamente por estas monstruosidades, obligados a tener un o dos penes a la vez o a beber la esencia masculina de esos seres. Entre ellos, el lobo descubrió que se encontraba allí el hijo perdido del noble al que buscaban, también estaban los sirvientes y escoltas que le acompañaban, todos ahora convertidos en los esclavos sexuales de estos monstruos.

Pero no fue solo eso, el aventurero puma quien era uno de cuatros del grupo que se habían adentrado a la búsqueda del hijo del noble, lo encontró allí también, ese felino se hallaba en cuatro patas, succionando la verga de un goblin mientras a la vez era penetrado en el culo por un orco.

—(Lamento que este sea tu destino, aunque pronto también será el mío) -Fueron los pensamientos deprimentes del lobo.

El general orco se situó a espaldas del lupino y sintió sus manos en sus hombros, el Sapien trataba de prepararse para todas las clases de obscenidades que le aguardaba, hasta que pronto aquel monstruo variante lo agarra de ambas piernas y lo arroja en el aire. El lobo alcanza los 4 metros en el aire y luego comienza descender, sorprendiendo con la siguiente escena.

El general orco había tomado la espada de uno de sus orcos escoltas, y esperaba al Sapien a que descendiera, mientras el monstruo adoptaba una postura para atacar con el arma que empuñaba en sus manos.

—(Con que este es mi fin… es una pena…)

Lo ultimo que el lobo llega a ver, era el arma que empuñaba el general orco, el cual se desplaza encima suyo y oye en escasos segundos aquel sonido familiar al que tanto escucho durante sus años como aventurero, era el sonido de la carne siendo rebanado por una espada.

Continuara…