[4 de la tarde, Mundo Astral, Oficina del Rey en el Palacio]

III no daba su brazo a torcer. De ningún modo. Ni siquiera cuando su padre le amenazo de muchas maneras. Su postura se mantenía firme y decidida. Su mirada seria le daba mucho a entender a los únicos dos presentes en el lugar. Uno de los cuales se mostraba muy incómodo.

Byron al igual que su hijo, no quitaba el dedo del renglón. Ni crea que tan solo se rendirá y aceptará todo con una sonrisa y ya. No señor. Él era un padre hecho y derecho y no cedería ante un capricho de su hijo menor. El cual se mostraba tan necio como él.

-III entiende. Esto no es un juego ni mucho menos algo que puedas romper con facilidad. El Mundo Astral depende de ti también ahora...-Menciono el infante mirando a su hijo. El cual solo hizo una mueca disgustada.

-Lo sé. Sé lo que estoy haciendo. Lo que voy a hacer y lo que hice... Soy consciente de las consecuencias. Y voy a aceptarlas como tal. No huiré, no les daré la espalda... No es un capricho. Tampoco un grito de rebeldía. Es algo que pudo hacer y lo que esta en mis manos para ayudar a mis amigos. A Astral y Yuma...

Byron volteo como muñeco de ventrículo al peliblanco, el cual solo desvió la mirada a otro lado. Lejos de los ojos de aquel padre preocupado. Y sintiendo el aura emanada por el mismo, solo se movió un poco más lejos. III noto esto y encarando de nuevo a su padre fue que exclamó.

-¡Papá! No tienes por qué culparlo. Esto es algo que yo dije y que yo mencione. De hecho me dijeron que lo pensara mejor. Yuma estaba por detenerme. Pero... ¡Yo deseo hacerlo! Yo... Siento que esta es la manera más rápida para asentar las bases de una nueva historia. De una nueva época... Y yo estaré ayudando a la causa...

Byron le miro. Tratando de descuadriñar alguna otra emoción. Alguna duda. ¡Algo que le diera pauta para reclamar! Pero. Lo que encontró le molesto. Pues aquella mirada esmeralda solo reflejo una convicción inquebrantable.

-Papá...-Menciono III más suavemente- Se que estas preocupado. Molesto y enojado. Pero esto es algo que yo he decidido hacer... Y como tal... Pido que confíes en mí...

Eso fue lo que más le peso a aquel padre. Pues iba a reclamar una vez más. Pero. Su hijo supo como quebrar su propia postura con aquellas últimas palabras. Abrió su boca una y otra vez, sonidos indescifrables salían. Y sus manos comenzaron a hacer ademanes extraños. Astral le miro de manera expectante. Aprendiendo a como no caer después con algo así. Y viendo como aquel padre trataba de hacer entrar en razón su responsabilidad con sus sentimientos, fue que se adelanto a su rescate.

-III...-Llamo con suavidad, atrayendo la mirada del pelirosa- ¿Por que mejor no te acomodas en tu habitación? Me gustaría hablar contigo más tarde para acordar más detalles sobre tu responsabilidad y tus obligaciones. Además estaría bien que descansaras un poco tu mente... Has estado discutiendo por al menos cinco horas sin parar...

El mencionado le miro confundido por unos momentos. Más procesando esa información fue que sonrió. Y asintiendo, observó después a su padre, notando que seguía en su propio mundo. Así que parándose con elegancia y un poco de enojo. Se dirigió sin más a la puerta, en donde una sirvienta ya le esperaba para acompañarlo de regreso a su habitación.

Aquel padre después de escuchar como la puerta era cerrada y que su hijo ya no estaba ahí. Fue entonces que pudo respirar por un momento. Y mirando a Astral, pudo agradecer.

-Gracias... No creí que supieras leer los momentos así...-Admitió con un poco de pena.

-...Soy bueno leyendo a las personas... Solo eso. Yuma se encargo de enseñarme más cosas... Además creo que ambos necesitan un descanso. Desde que llegamos solo han estado discutiendo entre ustedes... Ni siquiera me ha dado la oportunidad de mostrarle mi Mundo...

-Cierto...-Reconoció Byron, suspirando fue que siguió hablando- Me encasille en lo que III quería hacer que olvide en donde estoy... Astral-Miro al mencionado- ¿Te molestaría guiarme en tu Mundo? Ahora veo que hay muchas cosas por descubrir... Además III mencionó una deliciosa comida...

-...-Astral sonrió y asintiendo, fue que se paro de aquel bello escritorio en dirección al infante. Y con elegancia señalo la puerta, dándole a entender que lo siguiera- Entonces vamos, aún hay tiempo para dar un pequeño recorrido.

[4:30 de la tarde, Mundo Astral, Habitación de III]

El pelirosa al cerrarse la puerta y quedarse solo en el lugar, fue entonces que decidió arrojarse con fuerza a la cama. Quedando boca abajo hundido en las sabanas. No lo había notado, pero justo ahora se sentía demasiado cansado. Tanto mental como físicamente. Suspiró, y acomodándose mejor, fue que cerro sus ojos. Dispuesto a dormir un poco.

¿Por qué su papá no entendía que esto era algo que él deseaba? Que le emocionaba. Que era como un sueño hecho realidad... Entendía por supuesto su disconformidad pero... Esperaba un poco más de comprensión. Un regaño por supuesto. Ya que seguía siendo menor de edad. Pero nada más. Esperaba tener el apoyo cono alguna vez él se lo dio sin dudar cuando aún tenía sus planes malvados y realmente cuestionables. ¿Por qué no podía entregarle lo mismo? Él era fuerte y valiente. Sabía que estaba haciendo. Sabía con quién se iba a meter...

Entonces si sabía eso. ¿Por qué no le apoyaba como él lo hizo en el pasado?

Suspiró una vez más. Y sintiéndose algo desanimado, fue que cayo en los brazos de Morfeo. Sin notar como llamaban a la puerta. Una sirvienta llegaba con comida para él. Un regalo de disculpa por parte de su padre (sugerencia de Astral).

[8 de la noche, Mundo Astral. Laboratorio del Mundo Astral]

Aquel Rey miraba como es que aquel hombre en cuerpo de infante, saltaba de un lado a otro en el sitio. Tomando nota con una libreta pequeña que él ya tenía de antemano. Preguntaba acerca de todo lo que veía y como lo usaban.

Caminaba de aquí y allá siguiendo a los científicos que con gusto le mostraban lo que él requería y lo que necesitaba para entender algunas otras cosas. Mientras el peliblanco se mantenía sentado en una de las mesas que ahí había. Una esfera en su mano que mostraba a su amado. El cual sonreía junto con él.

-Veo que se divierte bastante... No creí que fuese con ustedes...- Menciono Yuma con clara diversión.

-Yo tampoco creí que lo hiciera pero. Supongo que es algo bueno para salir de la rutina... Aunque... Tengo un mal presentimiento sobre esto...-Admitió Astral con ligero temor.

-¿Mal presentimiento? ¿Por qué?

-No lo sé. Hay algo que me dice que esto terminara en una lucha con espadas...

-¿De verdad? Creo que exageras un poco cariño... Digo. No creo que lleguen a tanto... ¿O sí?

-Yuma hablamos de III y su familia. Para ellos robar almas fue como cortar flores en un día de verano... ¡Ellos no van a detenerse sí algo les disgusta!

- Jajaja tienes un punto cariño. Pero yo insisto en que te relajes. No creo que sea tan malo si lo disfrutas aunque sea un poco para variar...

-Mmm la manera en como lo dices... No lo sé. Aun me sigo preocupando por esto... Llámame paranoico pero, hay algo que me insiste en que algo va a pasar...

-Eso se llama ansiedad cariño... Relájate. No creo que pase nada malo...

-...Quiero creerte Yuma. De verdad... Mmm sabes que. Implementare algunos seguros en caso de que pase algo malo...

-Esta bien Cariño. Sabía que dirías eso... Gracias por avisarme sobre III... Supongo que ahora quien me cuidará será Vector... O Kaito. Cualquiera de los dos estará bien...

-Si me preguntas a mi, prefiero a Kaito... Pero supongo puedo pasarlo esta vez...

- ¿Celoso?- Cuestiono Yuma burlándose de su amado.

-Precavido diría yo. Vector no tiene el cuidado debido contigo Cariño...-Respondió Astral sin titubeos.

- Ajá. Claro... Mmm quiero quedarme más tiempo contigo Astral, pero quede con nuestra familia para algunos juegos de mesa y preguntas de nuestro bebé... Mamá es la que esta más emocionada...

El mencionado solo sonrió con orgullo. Él al igual que Yuma, quería quedarse más tiempo hablando un sin fin de temas. Pero sabía que incluso su amado, debía tener su propio momento en cuanto a su bebé. Así que asintiendo fue que hablo.

-Por supuesto Yuma. Ve. Ten mucho cuidado... Gracias por decirme sobre la reacción de nuestra boda... Jajaja Akari va a matarme si me descuido...

-Como si vaya a dejar que eso pasara...- Menciono con claro orgullo el menor, y entonces sonriendo otra vez, fue que se despidió- Gracias Astral. Suerte con tus invitados...

-Por supuesto... Te Amo Yuma...

-Y yo a ti también Te Amo...

Y con aquellas palabras la esfera desapareció. Dejando ver la expresión enamorada del Rey. La cual fue notada de inmediato por el infante. Quien se acerco con ligera burla al peliblanco.

-Puedo suponer que el Edén esta bastante bien... Tu cara dice muchas cosas...- Astral se sonrojo ante lo mencionado. Provocando una sonora carcajada del adulto niño.

-Byron-san, le pido por favor no mencione ese tipo de cosas-Murmuro el peliblanco claramente avergonzado. Mirando al culpable con ligera molestia.

-Lo siento. Vi la oportunidad y lo hice... Por cierto. Felicidades por tu primogénito... Ya me lo dijeron los científicos, al principio no quería creerles pero... Después de verte ya lo creo firmemente... Mis más sinceras felicitaciones. ¿Cuándo tiempo ya tiene de gestación la Reina?

-Aproximadamente dieciocho semanas ya a estas alturas-Menciono con alegría y ligero orgullo al niño. Quien solo sonrió complacido.

-Vaya... El tiempo si que pasa volando... Tiempo... Astral-Llamo suavemente al peliblanco, con cierto interés en su voz- Veo que en el Mundo Astral ya ha pasado algunas horas más que en la Tierra. ¿A que se debe esto? ¿Acaso es por los mundos? ¿Algo que tenga que ver con la física cuántica?- Astral negó levemente.

-No. Es más como un fenómeno que ocurre cada 10 años aproximadamente. Los Mundos comienzan a tomar vida. Renovar energía. Eso provoca una distorsión en cuanto al espacio y al tiempo que hay entre la Tierra y el Mundo Astral. Curiosamente el Mundo Varian se mantiene a la par de nosotros. Así que en cuanto a las fechas, no varían. Sin embargo como ya he dicho, no puedo decir lo mismo que en la Tierra... Me atrevo a decir que incluso en los próximos días. Aquí pasara el tiempo mucho más rápido... Por ejemplo. Yuma mañana irá al centro comercial con nuestros amigos más cercanos. Pero aquí ya habrá pasado el tiempo suficiente para que III y yo vayamos al Mundo Varian sin ningún inconveniente...

-Entiendo... El tiempo es relativo de todas formas, ¿Es lo que me dices?-Cuestiono Byron posando una de sus manos en su mentón.

-Así es y en resumidas cuentas. Al final de la semana, el tiempo volverá a acoplarse con el de la Tierra. Siguiendo el ritmo normal de vida...-Termino de explicar Astral con una leve sonrisa.

-Vaya. Cuantas cosas interesantes hay por aquí... Me encantaría ver cada una de ellas...

-Por supuesto. Aunque, antes sugiero arreglar primero el otro problema que tiene encima...-Menciono el peliblanco parándose de su lugar. Encarando al infante. Quien solo suspiró.

-Mañana lo hare... Hoy, creo que lo mejor será dormir...

-Por supuesto. Le guiare yo mismo a su habitación...-Dijo aquel Rey guiándole con paciencia. Byron solo se dejo hacer.

¿Por qué tenía que estar en un Mundo fantástico con el inmaduro de su hijo? ¿Cuantas cosas se le pasaban desapercibidas por ese problema? No quería admitirlo. Pero debía hacerle caso al peliblanco. Era mejor arreglar ese problema de una vez por todas. Antes de que decidiera tomar una espada o un objeto punzo-cortante para irse en contra del ladrón de cabello naranja.

[Día siguiente. Mundo Astral. 8 de la mañana. Comedor del Palacio]

Astral solo miraba de un lado de la mesa a otro. Suspirando discretamente ante la vista que tenia de padre e hijo. Los cuales se sentaron cada uno a su lado. Quedando de frente. Mirándose retadoramente, mientras comían aquellas delicias que tanto le gustaban a Yuma.

El ambiente era tenso. Pues solo se escuchaba el tintineo de los cubiertos chocando con la fina porcelana de los platos. Ni uno de los dos dispuestos a hablar con el otro después del encuentro maratónico de ayer. Astral estaba un poco arto de aquello, así que haciendo una tos falsa fue que llamo la atención de ambos hombres.

-Bueno ¿Podrán decirme que planean para este día?-Cuestiono con una sonrisa.

-Oh ya que lo mencionas. Dijiste que aún teníamos algunos detalles de los cuales hablar...-Menciono III mirando al peliblanco sin desviar su vista. Byron lo noto. Y dando un pequeño gruñido fue que hablo de la manera más amable que pudo al Rey.

-Mis planes por supuesto ahora que lo preguntas. Será estar en el laboratorio y la biblioteca. Aunque sería aburrido estar solo-Admitió. Y sonriendo con infantil inocencia, pregunto- ¿Me acompañaras en toda mi estadía verdad Astral?

III noto esto. Y saltando una vena en su sien, fue que volvió a sonreír un poco más forzado, pero sin perder la paciencia y llamando al peliblanco. Fue que hablo.

-Astral... Quedaste en estar conmigo para explicarme detalles que no estoy al tanto. Sabes. Estarás ocupado conmigo todo el día hasta mañana... ¿Podrías por favor decirle eso a mi padre?

Byron se removió un poco. Claramente molesto con su hijo. Más tratando de calmarse fue que volvió a hablar con Astral. El cual solo veía todo de manera incomoda.

-Astral. ¿Acaso no entrenar a un Embajador es cuestión de la servidumbre? Ya sabes. Tu asistente puede encargarse de ello. Mientras tanto, tu y yo podemos intercambiar conocimientos que pueden ayudar a nuestros Mundos. ¿Qué dices?-Cuestiono mirando a su hijo. El cual le devolvía la mirada de la misma manera. Molesta.

Astral entonces sonrió nervioso. Esto se estaba yendo a otros lugares.

-Astral-Llamo con un poco de exigencia el pelirosa- Sabes que entrenar a un Embajador es cuestión del mismo Rey. No queremos cometer errores después ¿no?-Byron hizo rechinar un poco sus dientes a manera de protesta. Más sonriendo con arrogancia siguió encarando a su hijo por medio del Rey.

-Amigo mío. Tu Mundo puede peligrar si dejas pasar esta oportunidad. Sabes que la ciencia y la tecnología son mucho más vitales que solo un simple papel de Embajador...-Fue el turno de III para rechinar los dientes.

-Ah... Yo... Necesito ver mi propia agenda...-Y con esas palabras aquel Rey se disculpo. Saliendo con rapidez del lugar. Cerrando la puerta detrás de sí con urgencia. ¡Por favor! Que alguien les diga que no esta a favor de nadie. Y viendo como algunos mayordomos que custodiaban su entrada le observaban confundidos. Solo atino a sonreírles nervioso.

-Amm atiendan con fervor a los invitados. Cualquier cosa que pase estaré en mi oficina...-Ordeno, a lo que aquellos mayordomos solo asintieron. Inclinándose en respeto. Viendo como su Rey apuraba su paso al lugar dicho.

Mientras dentro del lugar solo quedaban los dos miembros de la familia Arclight. Mirándose de manera seria y furiosa.

-Tenias que venir...-Menciono III encajando uno de sus cubiertos en un trozo de lo que parecía ser un melón.

-¡Ja! Esa es mi línea mocoso-Correspondió el infante mientras daba un mordisco a lo que parecía ser una manzana.

El ambiente se torno aun más pesado gracias a las auras emitidas por ambos hombres.

-No tienes por que actuar así... Sabes bien que esto es necesario-Ataco III. Sin quitar su mirada de su padre.

-¡Necesario mis planes niño!

-¡Ja! ¿No te mordiste la lengua?

Byron entonces frunció aun más su seño. Al igual que III.

-Astral y Yuma están de acuerdo. ¿Acaso no ves que estas quedando mal ante los Monarcas de otro Mundo?-Menciono el pelirosa. Tomando un cubierto con una extraña forma de cuchillo. Su padre le imitó.

-¿Acaso no ves que esto es algo que no es necesario?-Cuestiono el infante de la misma manera.

Y eso fue la señal que necesitaban para arrojarse todo lo que tuvieran al alcance de sus manos. Siendo primeramente aquel cubierto con forma de cuchillo. Una batalla comenzó. Cubiertos fueron lanzados. Comida igual. Platos y utensilios fue lo siguiente. Y pasados al menos dos minutos. Los mayordomos entraron al lugar. Siendo recibidos por un lugar en ruinas. Pues la mesa ya había sido partida a la mitad, mientras las sillas volaron hasta lugares insospechados. Y en medio de aquel desastre se encontraban ambos invitados jalando sus mejillas gritándose uno a otro.

-¡Acéptalo!

-¡No!

-¡Me casaré aunque no quieras!

-¡Sobre mi cadáver!

-¡Cállate!

-¡No!

Y entonces aquellos mayordomos tuvieron que intervenir. Separando entre cuatro a los dos hombres que insistían en arañarse. Tratando de alcanzar al otro. Mientras Astral llegaba al lugar seguido de una sirvienta. Siendo recibido por tal imagen.

-¿Qué esta pasando aquí?-Cuestiono con fría autoridad. Provocando un escalofrío a ambos contrincantes. Los cuales le sonrieron con nerviosismo.

-Jugando...-Vacilo III. Su padre asintiendo con fuerza.

-Ajá...-Astral suspiro y mirándolos con seriedad mencionó- No puedo dejarlos ni un minuto solos ¿cierto?

Padre e hijo sonrieron apenados. Astral ya extrañaba a Yuma. Al menos su amado jamás llego a destruir el lugar.

[Medio día. Mundo Astral. Biblioteca del Palacio]

Un mundo lleno de maravillas era lo que percibía aquel hombre niño. Pues ante sus ojos se mostraban las más exquisitas obras hechas por aquella vida ajena a la tierra. Cientos y cientos de libros se mostraban ante él. Títulos que podía leer y otros que adornaban los estantes. Los cuales eran enormes, con claridad podías percibir al menos tres pisos hacía arriba. Donde el techo en forma de cúpula mostraba un sin fin de constelaciones y estrellas. Y pasillos realmente largos a lo largo y ancho del lugar. ¡Byron estaba en un sueño! Era realmente hermoso. Si no hubiese un pequeño detalle.

Su hijo siendo entrenado por Astral en medio del lugar. Donde cómodos sillones esperaban a los lectores.

-Bien III. Ahora. ¿Puedes decirme cual es la finalidad de un informe escrito en prosa y en texto narrativo al pueblo?-Cuestiono el peliblanco mirando con amabilidad al pelirosa. El cual después de pensarlo. Fue que hablo entusiasmado.

-Sí. Son para envolver al pueblo en el contexto de lo descrito. De esa manera evitar que haya desacuerdos u opiniones que empleen un doble sentido sin querer...

-Perfecto. Esa es la finalidad. Vamos avanzando...-Felicito Astral. Haciendo que Michael sonriera orgulloso de si mismo.

-Entonces... Es hora de leer esto. Puede ayudarte en algunas etiquetas que sin duda se que te encontrarás... Yuma lo ha leído antes ¿sabes?-Menciono el peliblanco extendiéndole un libro a su por ahora estudiante. El cual asintió. Tomando aquel libro de pasta gruesa color azul oscuro.

-¿De verdad?

-Por supuesto. Hay muchos protocolos que se deben seguir, pero Yuma los dominó al leer esto. Así que supongo puede suceder lo mismo contigo...

-Entiendo... Lo haré-Dijo III comenzando a leer con atención ante la atenta mirada de Astral. El cual sonrió complacido. Byron por su parte quedo observando aquella escena.

Su hijo sin duda era alguien inteligente. Valiente. Un hombre hecho y derecho. Uno que le estaba demostrando saber adaptarse a las situaciones. Y uno que le demostraba que estaba madurando.

Mmm. Aquel pensamiento le desánimo un poco. Pues bien sabía que su hijo era aún un adolescente. Él ya había vivido tantas cosas que le hicieron madurar de golpe. Negándole un crecimiento normal y común. Justo ahora el debía estar en una escuela. Hablando con sus amigos y yendo de fiesta si quería. Pero... Él mismo le negó aquel hecho. Con su estúpida venganza y sus planes que lo único que hicieron fue hacerle daño.

Suspiró. Y tomando un libro de aquel estante frente a él. Comenzó a ojearlo. Y vaya que bromista es el destino. Era un libro que hablaba de la crianza de los seres Astrales. Sonrió. Y leyó una hoja al azar.

La relación de padres e hijos para los seres Astrales era toda una bendición. Pues ese era el vestigio que quedaba entre ellos y sus antecesores. Era una manera de seguir viviendo y enseñando a sus sucesores. Era un vínculo tan fuerte que a veces costaba despegarse una vez que ya cumplían la edad suficiente para salir al mundo. La edad destinada a ellos era de dieciséis años. (La edad que tenía su hijo menor. Michael) Esto se manifestaba de distintas maneras. Pues el padre pasaba por un duelo de pérdida, al igual que su hijo. Esto siendo ocasionado por su propia rutina y esquemas rotos. Cambiantes. Los cuales trataban de acomodarse a su nueva realidad. Un nuevo comienzo. Esto ayudaba al padre y al hijo a madurar. Especialmente en su mente y alma.

Ambos al final de aquella turbulenta travesía, descubrían que su vínculo no se rompía. No desaparecía. Y no cambiaba. Al contrario. Este se hacía más fuerte. Duradero. Vínculo que fortalecía a ambos seres que en gran medida enfrentaban la vida diaria y cotidiana. Sabiéndose entonces autónomos. Acompañándose uno al lado de otros. Como dos seres iguales y con sentimientos. Uno guiando al otro en el sendero que aún faltaba por recorrer. Pero dejando en libertad aquel nuevo ser que descubría el Mundo.

Byron dejo de leer. Y mirando a su hijo fue que suspiró. Cansado. Su hijo era fuerte. Valiente. Inteligente y audaz. Él le demostró desde hace tanto tiempo que podía valerse por sí mismo. Y eso mismo le estaba demostrando ahora. Pues al observar como leía con entusiasmo fue que comprendió aquello.

Lo entendió. Hizo una mueca de disgusto, acompañado de una leve tristeza. Pues. Era verdad. Michael había crecido en un ambiente hostil. Un ambiente que le obligo a madurar con creces. Y el que lo haya incluido en sus planes solo ayudó a que su hijo cambiara de perspectiva. Queriendo entonces comenzar a abrir sus alas para irse. Lejos de ese escenario. El tiempo paso. Y aquel joven comprendió más cosas y dejo otras. Su hijo estaba creciendo más rápido de lo usual. Y él ahora lo que podía hacer era apoyarlo. Compensando todo el tiempo de ausencia que tuvo con él.

Mmm. Y eso no le gustaba. Pues sabía como podía hacer eso. Apoyando a su hijo con aquella loca idea que lo alejaría de su lado. Miro entonces de nuevo aquel libro. Y leyó las últimas líneas de aquella página. Un nuevo suspiro salió de sus labios. No. Aquella idea no lo alejaría de él. Pero... Verlo crecer era tan... Doloroso. Conocía la sensación. Era un dolor envuelto en orgullo. Pues la padeció con V. Y la sufrió de nuevo con IV. Y el que ahora su niño más pequeño saliera al mundo. Era de cierta manera... chocante.

Cerro aquel libro y lo colocó en el estante. Y comenzó a divagar por el sitio. Necesitaba un momento a solas.

Astral noto esto. Y sonriendo. Le dejo hacer.

[4 de la tarde. Mundo Astral. Oficina del Rey en el Palacio]

III recitaba los últimos detalles de su nuevo papel. Mientras un sonriente Astral le escuchaba. Mientras Byron le miraba a lo lejos. Escuchando atentamente.

-...El código ético que me forja entonces será aplicado en ambos Mundos para el bien común, sirviendo con mi mente, cuerpo y alma a la causa que mayormente busca la paz y la tranquilidad...-Concluyo III. Esperando la respuesta de Astral. El cual dio un par de aplausos ante lo mencionado.

-Nada mal para haber sido un estudio intensivo. No esperaba menos del hijo de Byron. Felicidades. Ahora estas capacitado para tu puesto y trabajo... Desempéñalo con gusto y con honor. Tienes todo nuestro apoyo...

-Gracias... -Susurro Michael al verse cumplido uno de sus sueños. Mientras aquel infante vio el momento para hablar.

-III...-Llamo con suavidad- Quiero decirte algo...

El mencionado le miro. No muy convencido. Pero notando una actitud mas calmada en su padre fue que accedió. Yendo a sentarse frente a él. En aquellos mullidos sillones. Astral viendo todo como espectador. Y en caso de que lo necesitará. Réferi.

-Michael Arclight...-Comenzó Byron- Me enorgullece saber que eres lo suficientemente capaz de sobrellevar una situación como esta. Y me alegro de que hayas encontrado tu propio camino a seguir...

-Papá...-Susurro el pelirosa.

-Déjame terminar...-Interrumpió- Para mí es lo más difícil de aceptar que... Te vayas así de casa. De que te alejes por cumplir tus deberes... Pero. Me siento tan bien al saber que eres feliz. Que en ningún momento sufrirás de nada... Se que eres fuerte. Y se que eres consciente de lo que haces... Por eso... Quiero ser participe de tu vida. Como guía. Como consuelo cuando lo necesites. Y como consejero cuando lo requieras... III estoy enojado por la decisión tan apresurada de tu parte... Pero también quiero acompañarte en ella. En lo que dure tu travesía...

-Papá... -Menciono el pelirosa conteniendo sus lágrimas. Pues pesar de que su padre no aceptaba al cien todo lo que planeaba. Al menos no estaba solo en ello. Así que acercándose lo abrazo. Siendo correspondido al instante.

Astral sonrió. Feliz y calmado. Pues al menos ya no tendría que reconstruir un nuevo lugar que fuese destruido por alguna disputa familiar. Byron entonces secando sus propias lágrimas miro a aquel Rey. Llamándolo suavemente.

-Astral... Gracias. Pero debo hacer una petición más...

-Le escucho...-Respondió el peliblanco interesado de lo que diría aquel padre.

-Quiero ir con ustedes al Mundo Varian...

Y eso fue la señal que necesitaba para reír sonoramente. Pues ahora III miraba a su padre de manera extraña. Sintiendo un escalofrío bajar por su espalda.

¿Por qué de pronto temía por la seguridad de su pelinaranja?

-Hecho...-Acepto Astral sin más. Mientras más personas conocidas vayan. Mucho mejor para él. Eso significaría no ser asesinado fácilmente. Lo dudaba. Pero Vector quizá este rondando por ahí. Uno debía asegurarse de todo.