Hola a todos como les va, espero que bien y también espero que estén pasando un buen tiempo, igualmente como ya deben saber es tiempo de ir con ella reviews del último cap.

CCSakuraforever: bueno ya veremos que pasa después de la invasión y si los caballeros demostraron demostraron verdadero poder.

Kurasano'o : esos son detalles que se me van siempre en todos lados le daré una revisada gracias por el dato en cuanto a las ideas algo de eso tiene sentido aplicarse de hecho ya tenía algo de eso en mente usando el hecho de que las armaduras están dañadas pero no diré más porque sería mucho spoiler

oswaldo Enrique: gracias por el apoyo y espero que te guste este cap

melvinsantos1819: actualizo cada que puedo espero poder hacerlo un poco más seguido y me agrada que te guate este fic

cristianadonay782: Aquí esta la continuación espero te guste

superhyoga: solo queda un asunto por arreglar pero ese va a quedar solventado solventado este cap que espero te guste tanto como los anteriores

melvinsantos1819: bien aquí esta el nuevo capitulo espero te guste y voy a tratar de subir más seguido ya que tengo un poco más de espacio, gracias por leer

alexander cross: bueno la armadura llego como ayuda digo, alguien la mando y no dore quien porque sabemos quien fue y como dijiste en el ejemplo que la use no quiere decir que sea por derecho suya, sobre la de Libra si el más centrado debe usarla y ese en definitiva no es Naruto, además si el la usará cierto maestro suyo exigiría batallas con armas en su contra.

melvinsantos1819: buenos puntos pero como dije en el review pasado usarla no quiere decir wue sea suya jejeje por cierto me gusta lo que dices suena muy bien

Bueno ya han quedado los reviews y es tiempo de ir con el capítulo

Esperamos que les guste — dice Kurayami su lado —

Los veo al final

Renuncia de derechos:todo lo escrito aqui pertenece a sus respectivos creadore y yo no tengo nada de nada as que personajes y tecnicas originales lo demas no es mio para nada y eso me deprime TT_TT

-mmmmm- hablando -(mmmmm)- pensando - mmmmm- ser sobrenatural hablando -( mmmmm)- ser sobrenatural pensando


Capítulo 52: Victoria

El cuerpo del enemigo finalmente había terminado en el suelo y poco a poco el resplandor de aquel brillante Cosmo se había ido apagando para revelar a un Naruto que se hallaba en el centro de la calle portando aquella armadura de color dorado con las grandes alas que caían a su espalda todo mientras jalaba aire y las visiones fantasmales se desvanecían en el aire antes de que la mano de su padre se colocará en el hombro de su hijo haciendo que el caballero Rubio desviará un segundo la mirada para ver a que el fantasma que le dedicaba una ligera sonrisa libre al fin del control de su invocador, la forma de Minato desapareció por completo de la aldea oculta entre las hojas para dejar a su hijo en el centro de aquella calle totalmente solo mientras los pocos civiles que aún se encontraban escondidos en las inmediaciones junto con algunos de los Ninja que se encontraban luchando en aquella batalla salían poco a poco de sus escondites para ver con bastante fascinación al caballero que se hallaba al centro de toda la destrucción con esa brillante armadura de color dorado que por un segundo parecía brillar con luz propia como si le diera a todos una ilusión de verdadera esperanza

La armadura de sagitario, eso no se considera como trampa, ayudar a tu hijo de ese modo dentro de aquella Torre las palabras del dios del océano tenían una pequeña dosis de burla en las mismas mientras veía la espalda de su mujer que sólo podía ver al frente hacia donde su hijo se hallaba de pie.

Toda madre debe ayudar a su hijo en momentos difíciles, no creo que eso sea trampa comentó Sara con aquella sonrisa gentil en los labios antes de ver al cielo de modo discreto, su cosmo casi estaba libre por completo pero aun así la ayuda fue bien recibida, —( Gracias Seiya, Aioros, muchas gracias )— sonrió pensando en los anteriores portadores de la armadura dorada.

Mientras la Encarnación de la diosa sólo podía agradecer toda la ayuda que su hijo había recibido en otras partes de la aldea los enemigos estaban finalmente terminando en el suelo Pues con un gran esfuerzo los Caballeros de bronce habían accedido a una cantidad de poder Más allá de lo que sus enemigos pudieron anticipar y por eso mismo uno a uno habían logrado obtener la victoria en esta difícil batalla, por eso mismo todos estaban al borde de caer desmayados jalando aire dentro de sus cuerpos en una búsqueda por recuperar fuerzas y volver a moverse en el combate todo mientras los Ninja que habían sido testigos de semejante demostración de poder sólo podían dedicarles miradas llenas de admiración y ciertamente de temor después de todo se suponía que estos jóvenes estaban en el escalón más bajo de poder por lo que la idea de enfrentarse a la cúspide de esos guerreros le causaba escalofríos a más de uno, en el interior de su oscura guarida se podía ver a un hombre con un bastón y un solo ojo cubierto qué permanecía pensativo ante toda la evidencia que sus hombres le habían estado brindando después de todo el trato que había realizado para conseguir sus objetivos se estaba terminando por ir a la basura gracias a la intervención de estos jóvenes caballeros que estaban muy por encima de todo lo que él había presupuestado en cuanto a poder, Danzou permanecía en silencio meditando todas sus opciones después de todo la idea de enfrentar cara a cara a personas con esa cantidad de poder era un claro suicidio por lo que no podía aventurarse de ese modo, tenía que ser astuto y planear a la perfección su movimiento para poder obtener lo que siempre había deseado, el control total de la aldea de la hoja; De regreso al bosque alrededor de la aldea algunos instantes atrás un muy sonriente caballero de orión solamente podía ver como desde el cielo de sandía aquella armadura dorada directo a la aldea mientras él sentía como cierto Cosmo que conocía a la perfección se expandía mas allá de lo que nunca lo hizo logrando que una gran sonrisa agresiva adornar el rostro de Kempachi — jajajaja siempre supe que llegarías a ese nivel ahora tu y yo nos vamos a divertir — el hombre comenzó a caminar de regreso a la aldea mientras un muy conocido pelinegro se quedaba por completo callado y pasmado , la cantidad de poder que había demostrado ese hombre luchando contra el otro que también podría ser considerado un monstruo había terminado por dejar a Sasuke incapaz de procesar cualquier cosa que no fuera el hecho de que era increíblemente débil en comparación con el, ahora más que nunca el deseo de poder comenzaba a crecer dentro del Uchiha.

—Vaya que hay aquí, un mocoso asustado — Kempachi dibujó una gran sonrisa depredadora en sus labios mientras veía como cerca del pelinegro un muy conocido chico de cabello rojo y marca en la frente lo veía con sus ojos por completo abiertos pues había sido testigo de aquella cruel demostración de poder.

—(Madre… esta aquí… madre que hago?... Madre!!!)— el grito de desesperación de Gaara dentro de su mente hizo eco en la que el recinto que se suponía era la prisión del demonio de una sola cola quién ahora mismo se encontraba sepultado bajo toda la arena que formaba su cuerpo mientras trataba de alejarse lo más posible de la presencia de aquel caballero pues le gustará o no admitirlo, Shukaku estaba asustado por el caballero plateado.

—Sabes niño, yo puedo reconocer a un asesino Cuando lo veo a los ojos y eso hace que me den ganas de despedazarlo — La sonrisa de Kempachi solo creció siendo ahora más siniestra que nunca todo mientras Gaara sentía la presión, la desesperación y el terror de estar cara a cara con alguien capaz de acabar con su vida.

—( Esto… esto es lo que causó en los demás… esto es lo que les hago sentir)— pensó con miedo Gaara cuando Kempachi levantó la mano para señalar al genin pelirrojo que estaba casi a punto de mojar sus pantalones.

—Tu no lo eres, Solamente eres un mocoso confundido que no vale mi tiempo jajajajaja — Kempachi soltó una gran carcajada antes de alejarse poco a poco dejando a Gaara quien finalmente no resistió la presión de ese hombre y cayó inconsciente, dentro de su mente el biju no lucho por el control, salir implicaba luchar contra el caballero y era algo que no pensaba hacer.

En el bosque aun rodeada por aquellos niños a los que había logrado salvar del juez del inframundo Yoruichi solo estaba caminando despacio a la aldea ayudada por los niños los cuales no deseaban separarse de su Onesan, después de todo ella salvo sus vidas aunque ahora mismo todos veían como la armadura dorada había caído en la aldea antes de que la amazona de Leo sintiera ese cosmo arder más allá del nivel de un caballero de bronce común, con una sonrisa Yoruichi solo siguió caminando escoltada por los pequeños preguntándose si el que usaba esa armadura, era de hecho el hijo de Sara y si era el caso como se vería en ella; — pero que ha sido eso?— preguntó cierto sanin traidor desde el techo del estadio, desde que comenzó su invasión se había encerrado detrás de una barrera con el antiguo líder de la aldea de la hoja y ahora mismo en medio de su batalla había sido testigo de un haz de luz dorada que caía del cielo directo en la calle principal, todo momentos antes de sentir una extraña presencia, no lo sabia explicar pues era un poder que carecía de sentido para el, solo sabia que aquello que sintió era grande, grande y cálido mas allá de su imaginación, y dentro de el causaba una gran sensación de miedo como si el poder que estaba sintiendo fuera uno encausado a destruir seres malvados como lo era el mismo, era esto sin duda el poder al cual accedían los caballeros y era obviamente la contraparte del poder de sus aliados en esta batalla, algo ciertamente preocupante, de no haber hecho la alianza seguramente habría acabado siendo derrotado por alguien con semejante presencia —¿Qué pasa Orochimaru? Ya te diste cuenta de tu error al atacar Konoha ahora que Naruto y sus amigos están en ella — Sarutobi sonrió ante la mirada de confusión de su antiguo alumno, desde el inicio de su batalla dejo en claro que sabia todo lo que estaba pasando en la aldea asi como sus singulares visitantes, era señal para el kage de que debía haber más de un traidor en la aldea, por eso mismo el ver la mirada de preocupación en el rostro del traidor era agradable, seguramente este nivel de poder se salía de todo lo que le informaron sus espías, Orochimaru sonrió una vez mas antes de negar a las palabras de Sarutobi sólo para alzar sus manos en una secuencia de sellos que el conocía muy bien

— Claro que no Sensei, sabia bien su alcance por eso traje a mis nuevos aliados ,solo me preguntaba si ellos están a su altura — y el sanin comenzó la secuencia que sello a sello le dejaba en claro a Sarutobi que el no estaba jugando.

—Ese jutsu… Orochimaru detente, no te atrevas a jugar con los muertos!— grito en respuesta el hombre de edad a lo que su antiguo alumno solo le respondió con una sonrisa siniestra.

—Yo no juego sensei, yo domino la muerte como ningún otro ninja en la historia — y las manos del sanin terminaron la secuencia para golpear con sus manos el techo del estadio causando que este se agitaba antes de que un par de grandes ataúdes salieran poco a poco de el.

Justo en esos momentos en otra parte del bosque en los alrededores de la aldea justo detrás de la montaña los ninjas de la arena y el sonido estaban corriendo por sus vidas pues una fina capa de extraño coral había comenzando a crecer sobre ellos atrapando a los hombres en prisiones de las que nunca podrían salir, todo bajo la bella sonrisa de aquella sirena de cabello naranja que solo dejaba de luchar para revisar las cosas de los ninjas en busca de algún recuerdo que "conservar" claro eran solo cosas comunes en las naciones elementales pero en tierras distantes al ser extraños objetos seguramente tendrían un buen valor, — Eres una maldita perra — las palabras amenazantes de uno de los ninjas de la aldea del sonido hicieron eco en los oídos de la sirena de cabello naranja que solamente podía parpadear mientras veía como delante de ella un pequeño regimiento de Guerreros de aquella aldea se habían puesto frente a sus ojos mostrando en sus manos esas armas pequeñas que utilizaban para combatir mientras le lanzaban ojos más que furiosos — Hey esa no es forma de hablarle a una dama — se quejó Nami al tiempo que dibujaba una pequeña sonrisa en sus labios y llevaba una de sus manos a sus anchas caderas todo Sin dejar de dedicar esa sonrisa ligeramente coqueta y un poco escalofriante al grupo de hombres que veían como detrás de ella los que alguna vez habían sido sus compañeros se encontraban completamente petrificados cubiertos por una especie de coral que había surgido de la nada, —No tengo idea de que clase de Jutsus usas pero no vas a salirte con la tuya perra de Konoha — Nami frunció el ceño cuando aquellas palabras llegaron a sus oídos y ella Sólo pudo levantar una de sus manos mientras decía un claro no con el movimiento de su índice que iba de un lado a otro todo para guiñar un ojo al grupo de hombres que por alguna razón comenzaron a retroceder Mientras ella se acercaba paso a paso balanceando sus caderas de una manera demasiado seductora y al mismo tiempo intimidante, — Yo no soy de Konoha, yo sirvo al rey de los mares, soy Nami de sirena, y saben que dicen… que todos los que van hacia una sirena al verla , están condenados a morir, como ustedes, ¡Barrera de coral! — las manos de la mujer de cabello naranja señalaron al frente antes de que una extraña y poderosa Brisa ligeramente salada se pudiera el sitio haciendo gritar a los ninjas mientras sus cuerpos se congelaban por completo sintiéndose como roca y antes de que alguno pudiera decir nada eran cubiertos de pies a cabeza por un hermoso coral que jamás se iba a romper, el ataque de la chica no duró más de un par de instantes y pronto ella bajaba las manos con una ligera sonrisa traviesa en sus labios viendo delante de ella a los hombres por completo derrotados que habían dejado caer algunas cosas que ella estaba revisando de manera casual después de todo cada Victoria que tenían debía llevar un premio para ella.

— Me pregunto como le estará yendo con ese tipo — se preguntó Nami con una mirada dudosa antes de lanzar sus ojos a la parte de atrás de la montaña donde un gran choque de cosmos estaba dándose de frente.

Los ninjas presentes en la zona de la batalla solo estaban ahí porque habían caído presas del choque de poder de aquellos seres, una ola frontal de Cosmos embistió al centro de aquel sitio que parecía una especie de Cañada pequeña un templo en una cueva justo después de un lago ligeramente pequeño donde el agua salpicó por todas partes cuando el poder colisionó con fuerza terminando por despejar aquella zona para revelar un amplio y devastado lugar donde Antes había estado El pequeño lago, en el centro del mismo se podía ver al último de los jueces del inframundo de pie con una mirada bastante molesta dedicada única y exclusivamente al caballero delante de sus ojos, el general Marino se hallaba firme y estoico mientras el espectro sólo podía verlo de pies a cabeza, en algún momento en el pasado él había tenido la oportunidad de estar cara a cara con uno de los generales de Poseidón y podía decir Sin temor a equivocarse que el hombre que se hallaba en frente de sus ojos no tenía nada que ver con aquellos generales del pasado — ¿Que se supone que hace Poseidón junto a Athena? Son enemigos y hasta donde se tu deberías estar de nuestro lado— Sid se limitó a mantener sus ojos sobre el juez que no dejaba de desprender esa aura maligna de tintes morados que comenzaba a llenar por completo la zona mientras el general permanecía impasible y casi inamovible como un océano tranquilo a la espera de liberar toda su furia — Acaso al gran el gran rey finalmente se rindió y es un lacayo de Athena, ya lo he visto todo — Aiacos le dedicó una sonrisa arrogante al hombre que sólo se mantenía firme en su sitio sin darle una respuesta lo que desde cierto punto de vista comenzaba a sacar de quicio al juez que solamente separaba sus piernas antes de levantar un poco sus manos así como las garras de un ave de presa listo para atacar al general marino que finalmente dibujó una pequeña sonrisa arrogante en sus labios mientras su Cosmo de tintes verdes comenzaba a emerger desde el interior de su cuerpo haciendo que su aura se encendiera poco a poco.

— A estas alturas ya te debes haber dado cuenta no? El cosmo de los otros dos jueces se ha apagado, solo quedas tu, en verdad que los espectros de Hades son solo sombras de lo que alguna vez fueron — Sid habló y Aiacos gruño molesto por sus palabras.

— Acaso importa? Somos espectros cuando la estúpida diosa Athena muera nosotros volveremos a la vida qué es más de lo que puedo decir de un caballero de segunda que tuvo que conformarse con ser un general marino en vez de aspirar a una armadura de verdad — Aiacos sonrió cuando Sid solo negó a sus palabras.

— Yo estoy donde debo, al Servicio del emperador Poseidón y por su gloria te regresaré a lo más profundo del inframundo — el cosmo del general solo se encendió aun más que antes.

El cosmo de Sid resplandecía en un brillante tono de verde casi esmeralda, el poder por su parte de Aiacos mantenía aquella oscuridad sobre el mismo mientras se expandía comenzando una confrontación etérea con la energía que se desprendía del General Marino que seguía firme en su lugar a la espera de que su enemigo hiciera el primer movimiento todo mientras la calma tensa era interrumpida únicamente por el eco de la batalla a la distancia que poco a poco aumentaba más y más de intensidad lo que demostraba que los enfrentamientos se volvían más encarnizados y que poco a poco la aldea de la hoja estaba sobrellevando la inesperada invasión de los espectros, Aiacos solo pudo maldecir mentalmente como la brillante estrategia de sus compañeros terminó por irse al infierno después de todo él habría preferido un ataque directo hacia la diosa en lugar de primero aplastar a sus caballeros en busca de diezmar su confianza era esa misma estrategia la que en su opinión terminó por causar la actual debacle que estaban sufriendo pero él a diferencia de los otros dos no tenía contemplado caer ni mucho menos hacerlo frente a alguien que consideraba inclusive inferior a los caballeros de bronce pues desde la antigüedad era bien sabido que en la escala de poder los generales marinos lejos de su pilar correspondiente en el fondo del océano perdían demasiado poder quedando reducidos a simples juguetes para golpear —¡Voy a matarte! — Aiacos grito con fuerza antes de que su poderoso Cosmo lo impulsará hacia el frente mientras la figura de un ave monstruosa parecía envolverlo al tiempo que daba un gran salto para comenzar a desplomarse sobre el general que permanecía firme en el suelo antes de que la visión del océano que se formará detrás de él se abriera por completo mostrando la figura de una gran bestia salida desde lo más profundo del mar rugiendo con fuerza para recibir de frente el ataque de aquella ave monstruosa, el puño de Aiacos golpeó de frente la palma izquierda del general Marino que fue empujado por el suelo mientras sus pies dejaban grabado en la roca el poder con el cual fue empujado todo mientras sujetaba firmemente a su agresor que sólo podía verle con completa incredulidad pues se suponía que él era físicamente muy superior, con un veloz giro el hombre de la armadura Marina levantó una de sus manos para sujetar el antebrazo de su oponente mientras lo lanzaba por el aire con toda la fuerza que tenía haciendo que se alejara rápidamente una distancia de más de 5 metros mientras daba un giro para aterrizar nuevamente sobre sus pies lanzando una mirada agresiva al general frente a sus ojos.

— Si crees que con eso me puedes derrotar estas muy equivocado — Sid atacó esta vez avanzando rápidamente hacia su oponente que sólo levantó sus brazos en forma de X para detener la patada frontal que recibió la cual hizo que todo su cuerpo se estremeciera mientras el sonido de las armaduras al golpear resonaba con fuerza y él era empujado hacia atrás mientras se preguntaba cómo era posible que este hombre tuviera tal fuerza.

El espectro gruño molesto ante el ataque de su oponente que se lanzaba una vez más al frente con un poderoso golpe de izquierda que el espectro logró desviar mientras conectaba con su codo un golpe directo al rostro del General Marino que sólo pudo retroceder ante el golpe sólo para girar agachándose mientras su pierna subía para golpear con fuerza las costillas del caballero oscuro, Aiacos una vez mas dio un giro en el aire para volver a caer sobre sus pies mientras saltaba al frente con su mano derecha abierta haciendo que el Cosmo en sus dedos tomarán la forma de una garra con la que dejó caer un golpe fulminante sobre el general Marino que fue repelido mientras las chispas volaban de la armadura que era ligeramente arañada en el pecho mientras él sólo podía retroceder Presa del impacto — Una basura como un general no me va a asustar, solo eres un estorbo en mi camino — el cosmo de Aiacos comenzó a brillar una vez más cuando la forma siniestra de aquella ave lo envolvía por completo haciendo que su figura desapareciera mientras se posaba delante del General y las grandes alas junto agarras sujetaban los costados del hombre que sólo sintió una presión abrumadora sobre su cuerpo antes de que una poderosa ventisca casi salida del infierno girará hacia el cielo junto con él — muere ya… Choque de las alas de Garuda — en las cercanías de la batalla los ninjas que estaban en el bosque pudieron escuchar el alarido de un ave furiosa mientras una fuerte Ráfaga de viento azotaba la zona y los que podían ver en la dirección de atrás de la montaña apreciaban como un gran bólido morado ascendía al cielo oscurecido hasta desaparecer dentro de las nubes que habían eclipsado el día en la aldea de la hoja, Aiacos sonrió cuando el general Marino desaparecieron sobre las nubes antes de que él trazara una X en el suelo con uno de sus pies para alejarse sin dejar de sonreír ligeramente todo para que un par de instantes después el mismo bólido de energía se estrellara contra el suelo con la fuerza de un meteorito haciendo estremecer toda la zona mientras los escombros y el polvo se alzaban tras el golpe del cuerpo que había quedado aplastado contra el piso — Un general Marino solo es basura — murmuró Aiacos con esa sonrisa en sus labios al caminar lejos del cuerpo de Sid, el espectro tenía una mirada de molestia en su rostro mientras continuaba caminando alejándose del hombre en el suelo cuando una fresca y extraña brisa salada llegó hasta su nariz deteniéndolo por completo para hacer que se diera la vuelta sólo para darse cuenta de cómo un aura de tintes verdes comenzaba a envolver al caballero Marino que poco a poco se ponía de pie —Pero que demonios, sigues con vida — dijo el espectro con una voz llena de confusión al momento que el general una vez más estaba de pie delante de él.

— Un ataque como ese jamás podía detener a un general del gran Poseidón — los ojos de Aiacos recorrían de pies a cabeza el cuerpo de su oponente dándose cuenta como a pesar de que lo había golpeado con toda la fuerza que tenía su armadura presentaba muchos menos daños de los que debería Mostrar después de un golpe como el que se llevó.

— De que se supone que estas hecho, aun y con tu armadura deberías tener todos los huesos rotos — Aiacos solamente se giro para levantar sus manos una vez más en una posición agresiva para librar otra batalla contra el caballero del mar.

— Nosotros los marinos de Poseidón vivimos en su santuario en el fondo del océano donde la presión del agua es incomparable con la de la tierra gracias a esto nuestros cuerpos y nuestras escamas son mucho más fuertes en tierra de lo que deberían ser en el agua, un ataque como el tuyo nunca harán nada más allá de darme un ligero dolor de cabeza — Sid sonrió de modo arrogante antes de que Aiacos dejara brotar más de su cosmo maligno.

— En ese caso, solo tendré que hacerte pedazos para que no te puedas levantar — Aiacos dejó que todo su poder fluyera hacia el exterior antes de lanzarse contra el general en un nuevo intento por sujetarlo con todo su poder y finalmente destrozar su cuerpo.

Sid concentró su propio Cosmo en el interior de su cuerpo antes de dejarlo estallar en una poderosa onda de color verde que por un segundo emulo por completo al océano deteniendo en su lugar al espectro que sólo pudo abrir sus ojos con sorpresa cuando la figura del mar se abría desde la espalda del General todo para que la cabeza de una gran bestia salida desde las profundidades del océano apareciera al mismo tiempo que el general señalaba al frente con su mano abierta liberando todo el poder que poseía — Tu jamás me vencerás, ¡Aliento de dragón!— un poderoso rugido sumado a una onda de energía verde emergió desde las fauces de aquella visión draconiana salida del océano que envolvió por completo al Ave de Garuda que sólo pudo gritar con fuerza al tiempo que el Cosmo del espectro se desvanecía Atrapado por completo en el ataque que lo hacía retroceder sobre el suelo mientras el piso se despedazaba y el eran levantado del mismo para comenzar a dar vueltas sin control mientras su cuerpo era azotado desde todas direcciones por un ataque demasiado masivo que culminó cuando su persona terminó estrellándose contra las rocas para ser arrastrado aún más por la Poderosa ventisca que el general marino no dejaba de proyectar al frente, Sid detuvo su ataque para bajar su brazo mientras su Cosmo una vez más volvía a disminuir hasta ingresar una vez más al interior de su cuerpo todo mientras él veía con atención como el espectro había terminado en el suelo después de un largo trecho de haber sido arrastrado contra las rocas de una manera por demás violenta como lo dejaba demostrado los rastros de sangre que había por todas partes, — Un espectro sólo es la sombra de un guerrero que no pudo aceptar su muerte — las palabras de Sid parecían hacer eco en el sitio de la batalla mientras una ligera brisa soplaba agitando el cabello del espectro en el suelo pues después de aquel poderoso golpe el casco que portaba se había destrozado así mismo como una de las alas que representaba su signo que ahora estaba desperdigada por el suelo todo mientras el general dirigía su mirada hacia el cielo oscurecido preguntándose cómo le estaría yendo a los demás guerreros en medio de esta batalla.

— Yo… yo aun no soy derrotado!— Aiacos se levantó de golpe liberando todo su poder mientras una de sus manos iba al frente con sus dedos abiertos como garras hasta estrellarse contra el pecho de la armadura del dragón Marino — ¡Yo soy Aiacos de Garuda uno de los jueces del inframundo!— gritó el espectro para levantar su ahora garra derecha hacia el cielo liberando una Ráfaga de Cosmo que hacía que el general Marino volara por el aire mientras la sangre salía despedida en todas direcciones.

De regreso en la aldea de la hoja, los ninjas solamente podían ver con atención como en el techo del estadio el líder de su aldea se encontraba en una obvia desventaja pues desde que el traidor de ojos amarillos había aparecido la situación simplemente parecía ir de mal en peor, al principio La pelea fue relativamente nivelada después de todo con la llegada de la diosa del santuario de algún modo pareció como si la vitalidad una vez más hubiera llegado al anciano líder de Konoha pero aún con esa ayuda la batalla se tornó demasiado complicada en el momento en el que el sanin sintiéndose poco a poco acorralado solamente decidió utilizar en su as bajo la manga, cuando finalmente la técnica de resurrección estuvo completa los que alguna vez habían sido líderes de la aldea se hallaron presentes en medio de la extraña guerra solicitando una explicación a Sarutobi sobre lo que estaba pasando misma que no pudo llegar ya que antes de poder decir nada esas armas fueron enterradas en su nuca obligándoles a obedecer las órdenes de su invocador que sin ninguna clase de duda o temor les ordenó acabar con la vida del viejo hombre, Sarutobi lograba mantenerse a la defensiva escapando de los ataques de agua que lanzaba el segundo mientras la madera que crecía desde el suelo a modo de estacas poco a poco comenzaba a dejarle sin una ruta real de escape todo ante la diversión del traidor que sólo podía burlarse de la situación del hombre de edad que una vez más volvió a llamar a su estudiante como un monstruo que debió haber terminado hacía demasiado tiempo — Monstruo? Pero sensei siempre supiste los que hacía, tu sólo mirabas a otro lado, o me vas a decir que en verdad no te dabas cuenta de los prisioneros que desaparecían de las cárceles o de los mocosos que solamente eran secuestrados sin dejar rastro alguno lo estuve haciendo por meses y tú nunca te diste cuenta hasta que tus cazadores Encontraron la entrada de mi laboratorio por accidente — Sarutobi sólo guardo silencio ante las palabras de Orochimaru, — No me hagas reír sensei, tú siempre supiste lo que yo estaba haciendo prácticamente te lo dije cuando fuimos a cenar en tu cumpleaños y tienes el descaro de decir que soy un monstruo Tienes razón lo soy pero tú eres un hipócrita que no pudo matarme porque sabía que todo lo que pasó era su culpa kukukuku todas esas vidas esos inocentes cada persona con la que yo experimenté terminó en mi laboratorio por tu negligencia y estupidez — Sarutobi bajó un poco la mirada mientras procesaba las palabras que le había dicho su antiguo alumno dándose cuenta de que desde cierto punto de vista él tenía razón, siempre sospechó que el responsable de las desapariciones era el inclusive en algún momento llegó a ver algunas de sus notas que involucraban experimentación con tejido humano vivo lo que le daba demasiadas pistas e indicios pero aún con todo eso decidió simplemente cerrar los ojos y mirar a otro lado tratando de convencerse de que su estudiante no podía ser capaz de semejante acto de crueldad Pero al final todos esos intentos por mantener la verdad alejada de sus pensamientos fueron simplemente en vano pues Orochimaru se convirtió en el monstruo que siempre había sido.

—Es verdad… cometí el error de ver algo bueno en ti siempre cometo el mismo error y espero lo mejor de personas que en realidad no merecen esa esperanza — dentro de la mente del kage la imagen de Kushina apareció despreciando a Naruto, así como la de Danzou celebrando su ascenso a kage o Koharu su ex compañera de equipo teniendo reuniones con Homura.

— Kukukuku sensei lo único que has logrado a lo largo de tu maravillosa gestión fue causar la muerte de tu sucesor ante tu ineficacia para proteger el parto de su esposa y ni hablar de como maltrato uno de sus hijos porque no tuviste los pantalones para imponerse como era tu trabajo , tus errores cuestan vidas arruinan personas y ahora es tiempo de que pagues por todos tus actos — con un gesto simple Orochimaru ordenó a los antiguos kage de la aldea que atacaran al hombre que sólo pudo levantar la mirada del suelo cuando El Gran Dragón de madera envuelto en agua lo embistió con fuerza antes de estrellarlo contra la Barrera Detrás de él con un poder tal que más de un testigo juraría que Sarutobi había sido despedazado.

En la parte de atrás de aquella montaña se podía ver la figura del espectro delante del General Marino que había terminado en el suelo Aún se mantenía con vida y poco a poco se estaba poniendo de pie mientras una cantidad generosa de sangre escapaba de la herida que se había formado en su pecho, la garra de Aiacos habían logrado perforar la armadura de escamas que utilizaba y ahora mismo un pedazo del protector del pecho había sido arrancado mostrando debajo del mismo la piel cortada de manera diagonal de donde salía la sangre y por donde también se podía percibir el dolor ante la respiración del General Marino pues su esternón casi se había quebrado ante la presión ya que el poderoso ataque todo mientras el espectro le miraba con una sonrisa arrogante y Superior — No se suponía que eras más resistente que un caballero normal? Eso suena a una estupidez — la pierna de Aiacos Se movió al frente para conectar una poderosa patada al costado del General que salió volando por el aire antes de terminar cayendo al suelo por donde rodó un poco mientras la sangre seguía regándose por el suelo todo para que el espectro lanzará una carcajada al aire sin dejar de verle casi retorciéndose al tiempo que se ponía de pie una vez más tambaleándose ligeramente mientras su mano izquierda sostenía la zona herida que poco a poco comenzaba a sangrar menos gracias a que su propio Cosmo había empezado a cerrar sus heridas para la extraña diversión del espectro de Hades — Aun te niegas a caer eh? No cabe duda que los Caballeros de Poseidón son tan tercos como los Caballeros de Athena aunque son más débiles jajaja — las carcajadas del espectro hicieron eco en la oscuridad de aquella parte de la aldea todo para que el general lanzara unos ojos feroces a su adversario mientras su Cosmo una vez más comenzaba a arder listo para hacerlo callar de una buena vez, los ojos de Sid Se abrieron ligeramente cuando pudo percibir el poder del dios de los mares entrando ligeramente dentro de su mente al tiempo que juraba escuchar su voz en lo más profundo de su propio Cosmo resonando con fuerza diciéndole que aquello que estaba limitando su poder y el de la diosa Athena era una especie de sello de contención que estaba fijo en los tres espectros mayores por lo que con dos de ellos derrotados sólo hacía falta que Aiacos también cayera para que el poder de los dioses fuera completamente libre y pudieran terminar esta insensata batalla que estaba costando más y más vidas inocentes.

— Estas sonriendo? Debes estar más loco de lo que pensaba — murmuró el espectro al darse cuenta de cómo esa sonrisa había aparecido en sus labios de su oponente, lejos de estar molesto el general Marino solamente alejo la mano de sus heridas para apretar los puños deliberando más de su reluciente Cosmo.

— Quizá, pero ahora se lo que debo hacer, tu debes caer ahora ante mi, y me haré cargo de mandarte al inframundo de una vez por todas — el cosmo verde de Sid comenzó a crecer más y más al tiempo que la energía sombría del espectro se liberaba desde el interior de su cuerpo tomando la forma en su espalda de la monstruosa ave que comenzaba a gritar con fuerza todo para que el dragón de los mares emergieran gruñendo agresivo en su dirección.

— Me encantaría verte intentarlo — fue la respuesta de Aiacos al tiempo que su cosmo morado y siniestro no dejaba de salir al exterior alistando la batalla que estaba por obrar en contra del General Marino

A la distancia Nami seguía lidiando con los ninjas que suponían que ella era una presa fácil solo por ser mujer, le daba tanta risa el saber que esta clase de hombres pensaban que su género determinaba su poder y de manera inevitable tubo que pensar en las amazonas de oro, claro Nami estaba orgullosa de su fuerza pero no era tan tonta como para asumir que estaba a la altura de una amazona de esa clase, por eso mismo le daba tanta risa el pensar en estos hombres de pie frente a alguna de ellas, todos habrían acabado con menos vida que un montón de piedras, la idea le daba gracia a Nami la cual estaba avanzando en el bosque a toda velocidad buscando más presas cuando la sensación del cosmo creciendo la detuvo , sabia muy bien a quien le pertenecía este poder, el general del dragón Marino era por mucho el más fuerte de los siete generales de Poseidón, una sonrisa apareció en los labios de la sirena de cabello naranja, si estaba dispuesto a dejar salir todo su poder debía haber descubierto algo importante o seguramente lo habían hecho enojar mucho, ella apostaba por lo primero pues era uno de los hombres más listos y difíciles de hacer enojar, aun con eso Nami solo dejaba de lado al general para volver a lo suyo, delante de ella cerca de la aldea había otro grupo de ninjas del sonido que estaban atacando una casa donde aun había personas que no lograron escapar a tiempo, rehenes potenciales, una mirada molesta apareció en los ojos de Nami al recordar cierto pasaje de su infancia donde ella fue tomada como rehén por un malvado que solo buscaba todo el dinero de la isla donde creció , con un gruñido molesto la sirena de armadura roja avanzó hacia el destacamento, si deseaban atacar de ese modo a personas que no se podían defender entonces estaba en todo su derecho de atacarlos por sorpresa y desde la espalda, eran ninjas después de todo debían estar alerta siempre, mas aun con una sirena en la aldea pese a que de hecho en ella había dos sirenas yendo de un lado a otro; De regreso en el estadio Sarutobi estaba herido, las palabras de su antiguo estudiante habían hecho más daño que cualquier cosa que alguien más pudo decir, sobretodo porque en el fondo sabía que tenía la razón , sus ideas de siempre tratar de darle una oportunidad a los demás para enderezar su camino era la causa de todo lo que estaba pasando aquí, el dolor en sus brazos heridos y en su torso aplastado era prueba fiel de que bajo la guardia demasiado por las palabras de Orochimaru el cual estaba sonriendo detrás de sus marionetas que fueron alguna vez los líderes de la aldea.

— Sabes sensei, va a ser muy divertido ver como la aldea es destruida por los hombres que ayudaron a darle forma — Sarutobi alzo la mirada, ese era el plan de su alumno, usar s los difuntos hokages para destruir Konoha.

— No… no puedes hacer eso … tu no puedes — contra todo pronóstico Sarutobi se puso de pie con dolor, todas las costillas del lado derecho de su cuerpo estaban rotas y de no ser por la armadura de batalla que usaba ahora mismo estaba seguro de que ya habría muerto.

— Y que se supone que harás, admítelo debiste hacerte retirado hace años, ya no estas en forma, es una pena se bien que Naruto_kun te aprecia, me pregunto como se va a poner cuando sepa que moriste sin que el pudiera hacer nada — el sanin de las serpientes sonrió listo para mandar el ataque final.

En el exterior de la barrera los ninjas veían con impotencia como Sarutobi luchaba por seguir de pie delante de los fallecidos libres de la aldea, iban a atacar una vez mas con todo su poder, Sarutobi lo sabía bien , otro ataque como ese sería el fin de su vida y no podía permitir algo como eso en este momento, la sonrisa del hombre de ojos amarillos solo creció un poco mas antes de darse cuenta de eso, algo en el aire había comenzado a sonar suave y dulce, una melodía estaba llenando el área, la melodía de una flauta… loa presentes solo pudieron detener todo lo que estaban haciendo cuando la bella música comenzó a escuchase en el sitio, los mismos kage resucitados se detenían para poner atención en esa melodía que estaba llegando a todos desde algún lugar, el sonido de las posos hizo eco cuando la figura de la sirena de cabello azulado apareció en el sitio, usaba su armadura ajustada a su figura, en sus manos justo delante de sus labios estaba aquella flauta que dejaba salir la bella música que había detenido todo el movimiento en la zona, un aura ligeramente verde envolvía a Juvia mientras ella caminaba despacio pasando entre los ninjas inmóviles hasta quedar cara a cara con la barrera de Orochimaru, — Naruto_sama quiere mucho al hokage, es como su abuelo y Juvia no va a permitir que alguien a quien Naruto_sama quiere sea herido — indicio la sirena ganándose una sonrisa siniestra de Orochimaru, era claro que ella era de esos usuarios del poder extraño que sujetaba con creces al chakra, pero aún con eso ella estaba afuera de la barrera y nada ni nadie podía atravesar la misma hasta que los pilares que la sostenían dejaron de estar entonados en ella, y eso no iba a pasar hasta que el sandaime estuviera muerto, — Juvia lo salvará y Naruto_sama le dará un premio — las palabras de la chica causaron que a mas de un ninja le saliera una gota en la nuca, después de todo ella parecía estar haciendo esto solo por la idea de la recompensa que la hacía sonreír.

— Kukuku es una pena que estés afuera , jamás tendrás tu premio estando ahí kukuku— la risa burlona de Orochimaru hizo eco dentro de la barrera cuando el cosmo de Juvia se dejo ver aún más grande que antes.

— Esta pared no es nada para Juvia, ella lucha por la gloria de Poseidón_sama y el amor de Naruto_sama, Juvia no se va a quedar afuera — la peliazul levanto su flauta a un lado concentrando su cosmo antes de lanzar una estocada a la barrera.

Los ojos del sanin traidor se abrieron con asombro, la flauta de Juvia atravesó la barrera como si esta fuera mantequilla bajo un cuchillo caliente, con un ligero empuje de su cosmo Juvia hizo que las grietas llenarán la barrera que como si fuera un cristal frágil se despedazo cayendo por todos lados, en sus sitios los cuatro ninjas del sonido se habían desplomado al suelo gimiendo, nunca antes habían sentido tanto dolor por un simple ataque , y mucho menos alguien habían sido capaz de derribar su barrera con tal facilidad — Tu… ¿Cómo hiciste eso?— exigió saber Orochimaru con una mirada llena de enojo y asombro, fue tan simple y delicado, hizo ver a su gran barrera como un jutsu frágil y simple, cuando era la cúspide de la defensa en la aldea del sonido — una barrera así es nada para Juvia, ella es mucho más fuerte y ahora tu vas a morir con su bella música — la flauta fue a los labios de Juvia antes de que nadie hiciera nada, el sanin sintió terror cuando los ojos fríos de la sirena estaban sobre el y sólo pudo mandar a los kages por ella, dejaron de lado a Sarutobi atacando veloces a Juvia cuando esta ya estaba comenzando a tocar de nuevo, ligeras ondas de sonido verde aparecían en toda la zona deteniendo en su sitio a los hombres traídos de la muerte, todos quienes escuchaban la música podían sentir sus cuerpos paralizados por la melodía de la sirena que seguía tocando sin dejar de ver a los hombres inmóviles — Vuelvan al otro mundo, con esta melodía de sirena — la música se aceleró cuando desde la espalda de Juvia la figura de bellas sirenas añadas volaban por toda la zona, los kages se movieron sintiendo como sus cuerpos ardían con el cosmo de la mujer, la forma de las sirenas añadas los rodearon casi como buitres antes de que sus sonrisas dulces se deformasen en muecas siniestras para al ritmo de la música de flauta desgarrar a los hombres en una lluvia de energía verde que se aceleró más y mas, las sirenas volaron al cielo junto a la música dejando en el suelo solo los cuerpos sin vida de los sacrificios usados por el sanin, estaban muertos y sus mejores armas habían sido sometidas con una dulce melodía.

— Ahora Juvia se hará cargo de mandarte al infierno — la sonrisa dulce de Juvia tomo tintes siniestros mientras Orochimaru retrocedía sintiendo por primera vez en muchos años miedo… un miedo muy genuino.

La flauta estaba en sus labios una vez mas comenzando a emitir una suave melodía que llevaba a todos una vez mas a la parálisis total, no era como si alguno de los ninjas presentes fuera siquiera a intentar hacer algo en contra de la sirena, la habían visto acabar con dos de los hombres más fuertes en la historia de la aldea como para que simples ninjas comunes tratarán de hacer algo contra ella, la música de Juvia subió poco a poco de intensidad cuando dio paso una vez mas a la visión de las ondas de tintes verdes que flotaban en el aire, junto a ellos la formas de las sirenas con alas habían aparecido volando en todas direcciones como si fueran una parvada de aves de presa que comenzaban a rodear a Orochimaru, el sanin de las serpientes solo podía tratar de escapar, su cuerpo entero estaba paralizado, por mas que su mente gritaba que se moviera este simplemente no reaccionaba ante la visión de las sirenas rodeándolo, Juvia emitía un brillo un poco mas intenso de su cosmo antes de dar un paso como si buscará hacer que el sonido llegara con mas intensidad al hombre de ojos amarillos, Orochimaru le lanzó una mirada llena de miedo a la sirena alada , —Es hora de que la bella música de Juvia te arrastré al infierno — la flauta sonó aun más fuerte que antes, el cuerpo del hombre recibió un espasmo doloroso que lo recorrió de pies a cabeza mientras Juvia solo seguía tocando, la música de la flauta era tan bella, envolvía todo y a todos callando cualquier sonido que no fuese la melodía que salía de ella, Orochimaru lo sintió, algo dentro de el se agitó y una especie de vapor extraño comenzó a salir de su ser, grito, grito como nunca antes lo había hecho, sus manos iban a sus oídos libres al fin , solo podía luchar con la música cubriendo los mismos en un intento por callar la melodía pero era imposible Juvia lanzaba su ataque directo a la mente del hombre, Orochimaru cayó de rodillas gritando con extremo dolor para en un ataque de desesperación arrancarse las orejas, la sangre cayó en la zona pero aun así la música seguía llegando a sus oídos, para todos fue un espectáculo aterrador, el traidor considerado como uno de los enemigos más poderosos de la aldea estaba en el suelo de rodillas, estaba herido y no dejaba de gritar pero nadie escuchaba sus gritos, todo lo que se escuchaba en el aire era la música de Juvia que parecía ser todo lo que había, pues por más que gritaba de dolor tratando de hacer notar su sufrimiento nadie escuchaba nada de Orochimaru, solo lo veían retorcerse en el suelo con dolor acompañado de la música.

De nuevo con el último de los jueces del inframundo este estaba en medio de una gran batalla, su cosmo agresivo y viento estaba chocando contra el poder de Sid el cual no dejaba de empujar su propio cosmo en contra del enemigo, las manos de ambos hombres estaban entrelazadas mientras empujaban contra el tratando de ganar terreno ene es batalla de voluntad, el suelo bajo los pies de ambos hombres estaba comenzando a quebrarse más y mas ante las formas que luchaban sobre ellos, el gran ser alado no dejaba de soltar golpes con su cosmo en contra de la visión del dragón Marino que rugía tratando de empujar a la bestia lejos del agua, el choque de fuerza era tan grande que inclusive las armaduras de los caballeros comenzaban a ceder ante la presión, los protectores de los brazos de ambos se estaban llenando de grietas ante el choque de presiones opuestas que parecían no desear detenerse por nada ni nadie , el cosmo morado agresivo creció un poco mas cuando Aiacos sonrió su armadura comenzar a agrietarse más arriba cerca del hombro, la presión que ejercía el general parecía ser mucha más de la que el mismo estaba creando, no lo admitiría pero este hombre era por mucho el más fuerte de todos los generales que alguna vez conoció en su basta existencia — Esto es aburrido — Aiacos abrió sus brazos a los lados de su cuerpo atrayendo a Sid sobre el, su rodilla subió con un fuerte golpe al estómago del general, la parte rasgada de su armadura dejaba un camino directo a su cuerpo que el espectro no dejó pasar , con su mano libre lanzó un golpe poderoso a la zona herida clavando su puño en ella una gran cantidad de sangre salpicó la zona antes de que Sid diera un paso atrás solo para ser pateado en la cara por el hombre que sonriendo le miraba una vez mas en el suelo sujetando la zona donde fue golpeado — Eres un estúpido, luchar conmigo con esa herida es poco menos que un suicidio, jamás me derrotaras — la sonrisa de Aiacos creció aún más que antes cuando estaba a un lado de Sid listo para clavar su puño en la nuca del general, con un estallido de cosmo verde el hombre se puso de pie lanzando su mano derecha al frente casi como si tratará de emular una espada, la sangre voló por el aire junto a los restos de la armadura negra, los ojos de Aiacos estaban abiertos de par en par cuando sintió como su hombro era atravesado por la mano del general — esto lo empareja — sacó la mano de golpe salpicando la sangre por la zona antes de extender la palma izquierda al frente, su mano derecha bañada en sangre agarro su muñeca cuando ataco de nuevo.

— ¡Aliento de dragón!— la ráfaga de poder esmeralda salió desprendida del general tomando por sorpresa al espectro que solo pudo gritar al ser atrapado en la ráfaga del general Marino.

El espectro una ves mas estaba en el suelo después de haber recibido el ataque del hombre que sólo estaba de pie delante de el con su mano extendida al frente viendo como su ataque desaparecía poco a poco dejando la zona en calma, todo con el hombre en el suelo, había rastros de sangre en todos lados por donde el había rodado después del ataque del general que se mantuvo firme en su sitio viendo como el enemigo estaba quieto solo un segundo, Aiacos gimió adolorido antes de comenzar a piense de pie una vez mas, sus ojos estaban inyectados con ira y odio al tiempo que se sujetaba el hombro, era una herida profunda la que recibió de manos de Sid dejando en claro que no debía subestimar más al hombre, si bien para el espectro los generales de Poseidón eran poco menos que un caballero de Athena seguían siendo los guerreros élite de un dios por lo que debían tener una cantidad considerable de poder, ahora mismo el espectro estaba seguro de que este hombre frente a el debía estar a la altura de un caballero dorado, quizá no el más poderoso de ellos pero si alcanzaba esas dimensiones en su cosmo cuando la situación lo ameritaba, detestaba tanto esa idea, saber que estaba luchando de igual a igual con uno de los guerreros que siempre eran derrotados por los caballeros de Athena era molesto y humillante a los ojos del juez que ya de pie gruñía molesto, veía con atención su hombro herido de donde no dejaba de salir la sangre al tiempo que su armadura quebrada dejaba en claro que de haber ido al centro el golpe bien pudo acabar con un agujero muy grande en el cuello y de eso ya no se habría levantando — Jejejeje parece que eres más idiota de lo que pensaba — una de las cejas de Sid se alzó ante las palabras del hombre que señalaba a su herida en el hombro, — Si hubieras apuntado a mi cuello estría muerto, pero elegiste muy mal el blanco jejejeje y eso me da la oportunidad de acabar contigo — la sonrisa maliciosa de Aiacos se volvió un poco mas grande y sombría cuando Sid solo alzaba sus manos listo para la batalla.

— ¿Quién te dijo que apunte mal? — la respuesta del general logro hacer que el hombre alzará una de sus cejas ante tales palabras , acaso el en verdad decidió atacar su hombro en ves de su cuello.

— Eso te hace más imbécil aun, debiste apuntar al cuello, si apuntabas al hombro desde el inicio sabiendo que bajaría la guardia tanto, entonces eres un genuino estúpido que merece morir — comentaba Aiacos con esa sonrisa cruel en los labios.

El cosmo del espectro había comenzado a emerger una vez más iluminando la zona mientras el poder del general marino hacia arriba de presencia para demostrar que no estaba en inferioridad como tantas veces lo había señalado Aiacos, el poder de ambos crecía cada vez un poco más cuando las visiones de las grandes bestias aparecían una junto a la otra emitiendo gestos de amenaza para su oponente como tratando de ganar la batalla antes siquiera de empezar, era obvio para ambos hombres que este tenía que ser el último ataque, sus cuerpos estaban tensos en su sitio y ninguno movía un solo músculo mientras su cosmo crecía al punto de comenzar a chocar uno contra el otro buscando tomar la delantera en esta batalla de poder, los caballeros se lanzaban miradas agresivas y firmes anunciando que solo hacia falta un ligero descuido para que el otro atacara con todo su poder, ninguno hizo algún movimiento, sólo estaban ahí firmes y tensos listos para lo que fuera a pasar de manos de su oponente, con un gruñido agresivo Aiacos separó un poco mas las piernas listo para arremeter contra el general que como el se alertaba , los ojos de ambos pasaban de un lado a otro evaluando a su oponente sin dejar un solo cm descuidando para el ataque del otro, en ese momento pasó, un resplandor dorado distrajo por un segundo a los guerreros que vieron como una armadura dorada llegaba a Konoha para caer en la avenida principal solo unos instantes antes de que el cosmo de Naruto llenara por completo la aldea desatando el alcance de su poder, una ligera sonrisa apareció en los labios de Sid al darse cuenta de que el flamante hijo de Poseidón en realidad era mucho más poderoso de lo que había pensado al inicio cuando lo conoció, eso le hacía pensar mejor de el ya que debía cumplir con los estándares de ser el hijo de una pareja de deidades muy importantes, por desgracia su mente se distrajo solo un instante en eso y fue la ventana que Aiacos estaba esperando —¡Hora de morir!— rugió el espectro desatando su ataque , su cosmo creo una ráfaga de poder que envolvió a Sid mientras lo empujaba por el suelo, pronto el espectro estaba delante de el con sus manos, la figura de aquella ave monstruosa había aparecido una vez mas ansiando las alas a los lados del general marino.

— Esta ves te mandare hasta el espacio para que jamás regreses…¡Golpe del ala de Garuda!— un estallido de cosmo inundo la zona cuando la forma de un gran vórtice sacudió el lugar, una columna de viento y energía ascendió con todo el poder arrancando trozos del suelo mismo en su camino hasta el espacio directo a las estrellas en un camino sin retorno.

Aiacos solo pudo sonreír malicioso cuando la figura de Sid desaparecía dentro de su ataque que no dejaba de fluir al espacio con tal poder que sólo el sonido del mismo era lo que escuchaba en esa zona casi del mismo modo en que solo la flauta de Juvia se podía escuchar en el techo del estadio; Todos los que estaban presentes en el mismo estaban muertos de miedo , la música de aquella flauta era hermosa y dulce, una melodía que más de uno podría escuchar por mucho tiempo antes de siquiera llegar a pensar en por algo diferente, lo aterrador era lo que pasaba con ella de fondo, ante los ojos de todos el sanin de las serpientes había caído de rodillas con sus orejas sangrando al haber sido arrancadas de un tajo, aun con eso la música aun se escuchaba dentro de el, lo que era peor, el sonido de algún modo parecía estar reaccionando con su cuerpo que sentía caliente y adolorido, poco a poco la música subía de intensidad y el vapor que se desprendía de Orochimaru se hacia más grande, sus gritos de dolor estaban callados por la música bella que hacía compañía a tal espectáculo, todos podían ver como poco a poco el cuerpo del hombre comenzaba a marchitarse ante la sirena, la música estaba lejos de detener pues Juvia solo aumentaba la velocidad de la misma como si estuviera en un concierto donde el público estaba maravillado ante su melodía, Orochimaru solo alzaba la mirada al cielo lleno de dolor, nunca pensó que las cosas acabarían de este modo, se había aliado con los caballeros del caos en busca de tener el poder para acabar con sus enemigos y aplastar la aldea de la hoja pero ahora mismo estaba cara a cara con la muerte en la forma de esta mujer que rodeada de su cosmo seguía emitiendo esa música que acababa con su existencia, la idea era clara dentro de su mente , tenia que escapar ahora mismo o de otro modo iba a terminar muriendo el problema era que su cuerpo se negaba a responder a lo que su mente le estaba mandando, era como si se hubiera vuelto un pasajero dentro del mismo sin la posibilidad de decidir a donde era que tenia que ir o moverse, estaba atrapado por completo dentro de la música que seguía haciendo eco de su mente, poco a poco pasajes de la vida del sanin comenzaban a pasar delante de sus ojos yendo desde que fue tomado como alumno de Sarutobi hasta el día en que hizo su primer experimento o cuando fue sorprendido dentro de una de sus bases de experimentación, los ojos amarillos del hombre estaban llenos de terror , esta clase de remembranza era un intento desesperado de su mente por no apagarse ante el sufrimiento que experimentaba — Juvia espera que te pudras en el infierno — murmuró la sirena deteniendo la música solo un segundo para tocar aún más fuerte, la visión de las sirenas con alas apareció una vez mas y todas ellas con sonrisas siniestras volaron hasta estar sobre el hombre que miraba a la nada, su cuerpo estaba más pálido que de costumbre , su piel lucia marchita e inclusive su cabello estaba comenzando a perder el color cuando la sirenas lo abrazaron.

La música hizo una pequeña pausa nuevamente solo para que con un estallido de cosmo de parte de Juvia una carretada de ondas sonoras saliera de su flauta envolviendo el cuerpo del sanin, las sirenas volaron al cielo arrastrando tras de si la energía de Juvia junto con vapor y cosmo , el cuerpo de Orochimaru se quedó inmóvil antes de que comenzará a desmoronarse delante de los ojos de los presentes como si estuviera hecho de polvo o ceniza, los caballeros del caos le habían dicho que le darían su apoyo, pero ninguno de ellos fue capaz de ir en su ayuda cuando estuvo en problemas, Orochimaru los iba a utilizar para acabar con la aldea pero al final ellos habían sido los que lo usaron a el, paso de ser una mente maestra a un mero peón por culpa de sus ambiciones y deseos de venganza, su peor error fue aliarse con ellos para destruir Konoha y ahora había pagado el máximo precio, la vida de los ojos de Orochimaru desapareció cuando el cosmo de Juvia comenzaba a apagarse y el cuerpo del traidor se volvía solo ceniza que el viento se llevaba, Orochimaru estaba muerto al fin, nadie de los presentes tenia en verdad una idea de que decir ante lo que pasó, se suponía que este era uno de los hombres más fuertes que había dado la aldea a pesar claro de ser su enemigo y aún con todo eso esta mujer en armadura acabo con su vida con una facilidad tal que nadie ahí estaba seguro de cómo proceder a partir de este punto, nadie sabia como su concejo había actuado cuando ella y sus compañeros se presentaron ante el mismo, por su actitud desconfiada y algo hostil del mismo concejo solo podían suponer que no estaban en los mejores términos, la idea de que estaba mujer pasara a ser su enemigo en este mismo momento le daba escalofríos a mas de uno de los ninjas presentes, Juvia ignoró por completo a los hombres fuera de la zona de combate para ir directo a Sarutobi quien estaba derribado detrás de un montón de madera que lo mantenía preso, con un solo movimiento de su flauta brillante casi como si fuera una espada Juvia librero al hombre que cayó al frente jadeando con cansancio tras la batalla que libro.

— Muchas … muchas gracias — Sarutobi estaba cansado, quizá demasiado casando después de esta batalla que en mas de un sentido le demostró sus carencias como líder de la aldea.

— No tiene que agradecer, Juvia lo hizo porque Naruto_sama lo aprecia pero… es un hombre sabio que debe entender cuando ya no debería enfrentar cosas como estas — Juvia hablo con total sinceridad haciendo que Sarutobi asintiera a sus palabras, quizá era tiempo al fin de ceder el puesto de hokage.

A la distancia detrás de la montaña Juvia logro ver con claridad como una masa de poder subía al cielo con fuerza arrancando todo a su paso, era poderoso y veloz , un ataque digno solo de uno de los jueces del inframundo, también estaba segura de que el cosmo que sentía dentro de ese ataque solo podía pertenecer a una persona; Detrás de la montaña Aiacos solo podía ver con sus ojos en extremo abiertos como su mas grande ataque había desatado su poder ascendiendo solo para verlo sosteniéndose en medio de el, el cuerpo del general marino, los ojos de Aiacos apenas creían lo que estaban viendo delante de el, ese hombre estaba envuelto en su cosmo manteniéndose en el aire atrapado en su corriente ascendente sin subir más pese al empuje violento que esta le daba, estaba ahí con sus brazos cruzados sobre su pecho manteniéndose en el sitió —¿Cómo es posible eso?— exigió saber el espectro, en toda su existencia nunca había visto a alguien capaz de desafiar su técnica de ese modo era casi como si su poder fuera por completo inútil contra el hombre que sólo abrió los brazos de su cuerpo desatando todo el poder que había en su interior, el ataque comenzó a perder forma mientras la silueta de la gran bestia aparecía poco a poco rodeando Sid sobre Aiacos, el general marino sabia muy bien lo que debía hacer ahora mismo que tenia al espectro a su merced gracias a la sorpresa de su resistencia a este ataque — Siente mi verdadero poder…. ¡Bestia marina!— grito el general antes de que su cosmo explotara con toda su fuerza, el ataque de Aiacos se despedazo cuando la forma de un gran ser apareció, era semejante a una especie de plesiosauro con una cabeza más serpentina, era la forma del dragón del mar que ahora rugía como un verdadero monstruo viendo al suelo, Aiacos estaba paralizado ante la visión del ataque masivo frente a el, de pronto el paisaje de la aldea despreció para ser reemplazado por el amplio océano, el espectro estaba en medio del mismo sin un lugar a donde escapar mientras la ola se alzaba frente a el masiva y poderosa , sobre ellas la forma del dragón del mar surgía colosal antes de que el agua junto a su forma cayera sobre el espectro que únicamente atino a alzar sus brazos en busca de defender su cuerpo del golpe, fue un impacto masivo que sacudió todo el bosque, los ninjas cercanos jugaban haber visto la forma de un gran monstruo Marino cayendo del cielo mientras rugía con poder.

En la zona devastada, al centro del cráter de impacto se podía ver el cuerpo de Aiacos tendido en el piso, su armadura estaba destrozada junto con su cuerpo que era incapaz de responder a las órdenes de su mente, estaba por completo inmovilizado ante ese ataque masivo, nunca antes supo que uno de los generales fuera capaz de algo como esto, mucho menos que fuera capaz de general un golpe tan masivo que causará tal daño a su oponente, — la bestia marina, golpea con una fuerza igual al peso de 100 ballenas azules, ninguno caballero normal soporta tanta fuerza y presión — comentó el general a un lado del espectro caído, era ridículo, tanto poder en un solo golpe, una sonrisa irónica apareció en los labios de Aiacos, desde siempre pensó que los generales marinos eran solo basura comparados con los demás caballeros pero, olvido por completo que ellos servían directamente a un dios, no podían ser simples peones si uno de los 3 principales les consideraban dignos de luchar por ellos, Aiacos lanzó una última mirada al hombre antes de tratar de ponerse de pie, un último espasmo ataco su cuerpo antes de caer al suelo por completo inerte, el último de los tres jueves estaba derrotado al fin; En la aldea una preocupada Kushina no dejaba de caminar por las calles de la misma, Arashi había sido tan terco cuando ella llego por el, estaba herido y no podía solo salir a la calle , pero el pelirrojo estaba decidido a demostrar que era el mejor de todos los ninjas de la aldea, por eso mismo salió en busca de batalla, Kushina lo estuvo buscando desde ese momento hasta ahora que finalmente había dado con su hijo que estaba inmóvil viendo al frente , rápidamente Kushina se acercó a él pensando que quizá se había herido, no noto sus puños apretados mientras veía al frente a la calle principal, desde una distancia cercana el junto a la pelirroja que le buscaba vientos ese poder y aquel destello dorado por lo que suponían que había una batalla ahí, guiado por su arrogancia Arashi pensó que podría hacerle frente a lo que fuera pero nunca creyó que vería algo como eso, ante los ojos del pelirrojo en el centro de la calle rodeado de enemigos caídos estaba Naruto, usaba una armadura dorada y su cuerpo parecía irradiar un poder mayor inclusive que el que tuvo antes, Kushina a espaldas de Arashi solo veía al hijo que dejó de lado firme ante el enemigo luciendo imponente como jamás creyó que se vería, dentro de Kushina la culpa una vez mas la asalto haciendo que no se percatara de la mirada de envidia y enojo en Arashi, dentro de su cabeza el era mejor que Naruto y verlo de este modo era un insulto a sus creencias.

Puedes sentirlo verdad — decía Poseidón a su esposa la cual solo movía la cabeza dándole a entender que como el, ella también sentía como esa presión sobre su cosmo estaba desapareciendo al fin.

Los jueces han caído y esta batalla ha durado demasiado — Sara apretó el mango de su báculo antes de comenzar a caminar a la salida de la torre con su esposo viendo como ella se dirigía a la salida.

Puedo saber a donde es que vas? — preguntó Poseidón a la reencarnación de Athena que se detuvo un segundo en la entrada solo para lanzar una mirada a su esposo al responder " a acabar esta guerra"

La torre había estado siendo atacada de que inició la invasión a Konoha pero nadie había llegado más allá del vestíbulo de entrada, la razón era muy simple, para pasar siendo ninja o espectro tenias que pasar sobre las amazonas presentes, Unohana, Yachiru y Marin estaban acabando con todo lo que trataba de poner un pie en pilosos superiores, y aun si alguno por gracia de la suerte pasaba a las amazonas había un pequeño zorro demonio sentado en las escaleras sonriendo de modo siniestro a la espera del próximo que logrará llegar a el, era un camino sin salida más aun porque tratar de entrar desde el exterior de la torre era poco menos que un suicidio , las ondas de viento de Yachiru envolvían la misma cada que un grupo de ninjas comenzaba a subir por las paredes usando su chakra, mas de un escuadrón acabo con miembros perdidos gracias a esa barrera creada por las amazonas, el sonido de los pasos detuvo la pequeña batalla en la entrada, aunque ms bien parecía una masacre unilateral pues la música suave de Unohana estaba acabando con todo enemigo en un segundo , la música se detuvo así como los ataques cuando la forma de Sara apareció bajando, detrás de ella Poseidón la seguía con una sonrisa, el cuerpo de la diosa estaba rodeado de una fina aura dorada que pareció aterrorizar a los ninjas en la entrada que solo al verla salieron huyendo como si hubieran visito un demonio a la cara, la diosa salió de la torre poco a poco caminando con calma mientras su báculo golpeaba el suelo a cada paso que daba, poco a poco los ninjas que aún estaban en la zona protegiendo a los pocos civiles que aun estaban la torre detenían sus batallas solo para ver a la diosa de pie caminando rodeada de esa fina aura dorada que poco a poco estaba comenzando a ser más y más notoria, la forma de un ninja del sonido apareció a un lado de Sara listo para tratar de atacar a la diosa con una de sus armas, Unohana y las amazonas alrededor de Sara estaban por moverse cuando un destello amarillo llegó, el ninja estaba en el muro aplastado después de recibir un golpe frontal de parte del rubio que estaba a un lado de ella usando aquella armadura dorada, las amazonas veían a Naruto con pequeñas sonrisas antes de que Poseidón asintiera ante el intercambio de miradas con su hijo que ahora veía a la distancia — Gracias Naruto_chan pero no soy una damisela en desgracia — decía Sara para seguir avanzando mientras en aquel extremo de la calle un molesto Arashi apretaba las manos más que antes, Naruto se había movido a una velocidad que el jamás pensó fiera posible, quizá solo Gai sería capaz de alcanzarlo y no estaba seguro de por cuánto tiempo , a su lado Kushina veía con celos a la mujer que a un lado de su hijo, ella tomaba su cariño uno que por derecho era suyo y por si fuera poco se daba aires de superioridad, cuando en su opinión era una simple mujer.

— Espectros, se han aliado con una fuerza maligna en busca de una venganza sin sentido — hablo Sara con una voz fuerte y llena de decisión al tiempo que su cosmo comenzaba a expandirse más y más — y por si eso es poco han usado ninjas para atacar a gente inocente, han estado matando y agrediendo pero eso se acabó ya mismo — los ninjas de la hoja no sabían que estaba pasando, nunca antes habían llegado a sentir algo como eso, no estaban seguros de que era, la energía que salía de Sara era poco a poco mas y mas grande, estaba plagada de una calidez que envolvía todo como una manta tibia en una noche fresca , pero también estaba llena de una imponente presencia y un creciente enojo — Todos los que no aprecian la vida y agreden a inocentes, no merecen la vida que tienen… aquí y ahora, ustedes van a desparecer — y el cosmo de Sara creció aún más al tiempo que ella levanta su báculo, la diosa emitió un brillo semejante al amanecer antes de que una gran onda dorada de energía saliera desprendida en todas direcciones, los ninjas de Konoha solo sintieron como ese poder los abrazaba antes de ir al enemigo, con un fuerte grito los espectros comenzaron a se tragados por el cosmo de Sara, su forma sombría era desvanecida dentro del brillo cegador de la diosa al tiempo que los ninjas enemigos caían presas del cosmo divino, los ninjas del sonido y la arena caían al suelo incapaces de moverse una vez mas, con la vida fuera de sus cuerpos a la vez que el cosmo de Sara envolvía toda la aldea como una burbuja de luz pura, la nubes negras que habían cubierto a la aldea de la hoja se desvanecían ante el poder de la diosa, con un fuerte golpe de su báculo al suelo el cosmo de Sara se extendió más allá de la aldea como una ola sanadora, el destello poco a poco se fue apagando para mostrar a una Sara de pie, su vestido y cabello se mecían en el viento mientras su aura dorada se mantenía sobre su cuerpo, y el sol brillaba de nuevo sobre Konoha, en el santuario en la casa de Virgo las cuentas faltantes del rosario se habían vuelto negras de un golpe, sin ninguna clase de limitación, Sara había barrido con un ejército entero de un solo golpe.


Y fin, ahí tienen el remate de este arco arco si que duro mucho tiempo la verdad, pero espero que les haya gustado como fue que todo acabó al final, después de todo vimos de lo que de verdad es capaz un general Marino, Orochimaru ya es historia y si bien muchos pueden pensar que los kages debieron dar más pelea a Juvia ellos no estaban a todo su poder además de que siendo técnicos ¿Qué ninja está a la par de un caballero con un cosmo tan grande? No olviden que el cosmo nunca se agota y pude seguir creciendo más y más a diferencia del chakra, igualmente creo que que final dejo en claro que con Sara no es bueno jugar, ella misma lo dijo , no es una damisela en desgracia.

Eso fue increíble — Kurai sonríe al ver como esta emocionada —

Siempre quise ver a Athena hacer eso — el autor asiente ante esa idea —

Se mita que sabían que ella no es como la Athena pasada — Todas asienten a esa idea —

Si puede ella va a aplastar a todos —. Kurai sonríe mucho por eso —

Bueno es una diosa debía tener algo de poder verdadero en ella — Kurayami sonríe ante todo lo que pasó mientras Kurai solo se imagina algo —

Y eso que solo atacó ella imagen junto a Poseidón

Hasta la próxima

Atte: Kurai-sho, Kurayami y las chicas

Pd: Que les pareció el final de la guerra?