Azul Eléctrico
Pijamada Inesperada
—Este lugar esta lleno de polvo, vas a ensuciarte— dijo Kakashi calmado
—No me parece bien rezar de pie.— argumente sin girarme
—Si te adentras en el distrito Uchiha podrás ver que hay un templo.— me explico pero no me moví —Vamos.— insistió
Suspire y decidí acompañarlo aunque aun no quería mirarlo a la cara.
—¿Cómo sabes del templo?- pregunté
—No eres la única que reza por un Uchiha.— dijo mirando al frente y yo sabía que no se refería a Sasuke pero esta vez no pregunte nada más.
Avanzamos solo unos cuantos metros cuando Kakashi rompió el silencio de nuevo.
—¿Solamente venias a rezar, a estas horas?— preguntó mirándome a los ojos y suspire, no podría mentirle, era inútil porque el ninja de cabellos plateados sabría si mentir.
—Todos los chicos hicieron una pijamada en mi casa.— dije intentando que no preguntara más pero no dejo de verme, alentándome a que hablara —Venia a rezar por el y después iría a casa de Sasuke.— confesé y pareció satisfecho de que me ahorrara las mentiras.
No dijo nada más porque finalmente habíamos llegado al tempo, era un pequeño y se veía abandonado pero no parecía atemorizante ni nada por el estilo. Kakashi abrió las puerta y entró como si estuviese acostumbrado a ese lugar, después tomó un cerillo y una por una encendió las velas de aquel pequeño templo. Entre después de el y sin pensarlo mucho me arrodillé en la parte del templo destinada a ello. Cerré los ojos implorando a Kamisama que protegiera a Sasuke y que me lo regresará a cambio de rezarle a diario. Rece por lo mínimo una hora mientras Kakashi me esperaba pacientemente en la puerta. Cuando finalmente termine se acerco y apago las velas, acto seguido camino hacia la salida del templo y salí tras el.
—No te hace bien ir a su casa Naruko.— me explico suspirando como si quisiera decirme algo más.
—No puedo quedarme en la mía.— explique intentando que sonara como una excusa convincente, porque si quisiera el podría regresarme a mi casa sin que yo pudiera evitarlo.
—¿Porque no te quedas con Ino, Sakura, Hinata o Tenten?— preguntó mirando a la luna
—Es muy tarde para ir a sus casas.— dije mirándolo pero no parecía dispuesto a dejarme ir a casa de Sasuke.
—Odio decírtelo pero alguien tiene que hacerlo.— dijo finalmente bajando su mirada de la luna a mis ojos —Sasuke no va a volver, aunque cambiara de opinión, ahora está en las garras de Orochimaru y estoy completamente seguro de que tiene planes para él.— me explico con tristeza
—Algún día lo hará.— dije intentando sonar segura aunque por dentro estaba consumiendo en ansiedad
—Solo Kamisama sabe eso.— explicó intentando no darme la contraria completamente—Pero no quiero que un día nos llegue una carta diciendo que está muerto y te hayas obsesionado al punto de hacer una locura.— dijo con preocupación
—Eso no va a pasar.— dije pero mi voz se quebraba con cada palabra
—No voy a dejar que cometas una locura.- me explico y suspiro —Este es un mundo frío y cruel, esas cosas suceden y yo he visto a mucha gente hacerlo, esperan a sus seres queridos mientras día con día se va volviendo una obsesión y cuando el verdadero día llega el comunicado informando que la persona a la que tanto esperaban y casi idolatraban ha muerto, se suicidan poco después.— explicó mirándome a los ojos
—Eso no va a pasarme.— dije con el corazón a mil por hora
—He visto que pase en muy poco tiempo y a más personas de las que puedo recordar, pregúntaselo a quien quieras, eso es algo que ha sucedido a través de la historia Shinobi como una maldición incompleta, una detrás de otra.— dijo mirándome, aunque podia sentir como sus ojos estaban mas allá de mi, quizá en algún oscuro recuerdo de su pasado
—Sasuke va a volver.— dije pero sentía como mis latidos se aceleraban aun mas—Va a volver y todo va a ser como antes.— alcance mientras las lagrimas se reunían en mis ojos y pocos segundos después finalmente me venció el llanto
Kakashi me abrazo mientras seguía llorando desconsoladamente. Estaba tan asustada, solo había pensado en que a Sasuke le podría haber pasado algo, pero nunca me cruzo por el pensamiento que podría no volver jamás. Me sentía infinitamente vacía y las lágrimas seguían corriendo por mi rostro mientras Kakashi me abrazaba más fuerte, lo que me hizo recordar la noche que Sasuke me había abrazado y llore aún más si es que eso era posible
Nos quedamos así hasta que finalmente me quede sin lagrimas, después me soltó de sus brazos y me miro de nuevo con ese rostro que desbordaba preocupación.
—Déjame quedarme ahí una noche más.— le rogué —Lo necesito.— dije con desesperación pero no pareció convencerlo.
—Vamonos.- dijo tomándome de la muñeca y camine detrás de él hasta salir del distrito Uchiha.
—¿A dónde vamos?— pregunté hasta estar segura de que mi voz no iba a quebrarse
—Puedes quedarte en mi casa.— dijo tomándome por sorpresa pero no dije nada, ya estaba muy cansada para discutir algo que no iba a ganar.
Caminamos en silencio hasta llegar a un apartamento en el centro de la aldea, después entramos sin hacer ruido y mire los alrededores, era un apartamento de soltero pero no por eso era descuidado e inclusive me atrevo a decir que era bastante elegante, las paredes eran blancas, a la derecha estaba la habitación que debía ser la cocina, a la izquierda estaba una agradable sala con un par de amplios sillones negros casi nuevos y una televisión, enseguida había un comedor y a la derecha y estaba lo que debería ser la habitación de Kakashi, que era la única habitación del lugar. Camine detrás de él en dirección a la habitación principal, dentro había una cama matrimonial con una colcha verde hoja con formas de shuriken en un tono de verde más oscuro, un par de muebles perfectamente acomodados, una ventana del tamaño de toda una pared con cortinas blancas a juego con la casa y una pequeña planta sobre la mesita de noche.
—Yo dormiré en la sala.— dijo y camino saliendo de la habitación cerrando la puerta detrás de él.
Suspiré pesadamente con resignación, sabia que no iba a poder escaparme de aquí así que mejor comencé a sacar mi ropa, era una pijama parecida a un kimono blanco sencillo pero con las mangas hasta los codos y que me llegaba dos manos por encima de la rodilla. Me vestí y guarde la ropa que traía anteriormente en la pequeña mochila y la deje a un lado de la mesita de noche. Me acosté en la cama, era más pequeña que la de Sasuke y no tan suave pero no me queje, estaba demasiado cansada para algo así, tanto que en un par de minutos ya me había quedado profundamente dormida.
—Naruko, Naruko.— me llamaba rápidamente una voz y al abrir los ojos reconocí a Kakashi frente a la cama vestido únicamente con un pantalón de pijama verde.
—¿Sucede algo?— pregunté confundida
—Estabas gritando.— explicó con la mirada cansada, aún tenía puesta la máscara,
—Lo siento.—dije aun medio dormida
—Son las dos de la mañana.— dijo mientras caminaba al otro lado de la cama y se metía en ella.
Kakashi suspiró pesadamente como si estuviera cansado y así debió ser porque en cuestión de minutos se había quedado completamente dormido. Me di media vuelta de manera que quedamos frente a frente en su cama. Tenía la cara cubierta por esa máscara pero aun recordaba vagamente su rostro, era demasiado tentador verlo y parecía estar dormido, así que era la oportunidad perfecta.
Acerque la mano despacio hacia su rostro para no despertarlo y justo cuando estuve a un par de centímetros me di cuenta que mi corazón estaba acelerado de emoción. Acaricie con cuidado su rostro hasta que deje que mis dedos se detuvieran donde comenzaba su máscara. Comencé a bajarla como si fuera algo sumamente prohibido, un tabu, un misterio escondido justo a la palma de mi mano y a cada segundo iba admirando como su rostro quedaba mas y mas al descubierto. Era más atractivo de lo que recordaba, con esa cara de porcelana y una nariz inmaculadamente recta. Continue bajando despacio hasta que finalmente la máscara llego hasta debajo de sus labios y un suspiro se escapó, eran tan perfectos, esos si los recordaba bien por alguna razón. Estuve a punto de bajarla la mascara completamente cuando su ojo gris oscuro se abrió de par en par. Sonrío como si esto le pareciera divertido y en un pestañeo me tomó la muñeca de la mano con la que le estaba bajando la máscara y me giro en un solo movimiento, de manera que quede a espaldas a él mientras me abrazaba sosteniéndome ambas manos con una sola de las suyas, cual esposas.
—Quédate quieta.— dijo Kakashi y me pareció que su voz grave y aterciopelada resonó por toda la habitación y luego por mi cuerpo
No pude evitar sonreír divertida, guarde el recuerdo de su rostro en mi mente antes de quedarme dormida entre sus brazos, quien sabe hasta cuando podría verlo de nuevo
• ────── ✾ ────── •
Jose, que milagro volver a saber de ti, ha pasado una eternidad
Genesis que bueno que estas bien, estoy muy feliz de volver a hablar 3
Lapislazuli, hello, hace cuanto que llegaste a esta historia
