La mujer estaba cansada, los ojos los sentía pesados y tenía un ligero dolor de cabeza, pero a pesar de eso se levantó de la cama lo más despacio que pudo, luego calentó un poco de agua, Flammy empezó a cepillarse el cabello con agilidad, se hizo un chongo alto, luego se trenzo el pelo, por último enredo la trenza en el chongo formando una cebolla, la joven estaba tan concentrada acomodando su fleco frente al espejo que no se percató que era observada por el caballero que reposaba en su lecho hasta que escucho como George se removía, al verlo este le sonrió con amabilidad, la dama correspondió la sonrisa de manera espontánea, que ella misma se sorprendió de su actitud involuntaria y luego dijo — buenos días
— hola bella Selene, diosa de la luna
Con un poco de pesar Flammy contestó —no soy una diosa... Solo soy una chica común, una diosa no viviría en un lugar tan pequeño carente de lujos como este
El joven se puso a analizar la situación y las palabras de la enfermera luego hablo con calma — tienes razón no eres una diosa, solo eres una jovencita, pero a pesar de eso me gusta lo que veo
Flammy no se esperaba la respuesta del joven Andrew, y pensaba mientras que sus mejillas se tornaban de un color carmesí "soy la misma muchacha que trabajo en la mansión de lakewood como sirvienta, lo atendía casi todos los días y jamás se percató de mí existencia, y... ¿De buenas a primeras dice que le gusta lo que ve?" Luego ella habló —estoy muy delgada
—si... Es parte de tu encantó
La mujer solo dejo pasar la conversación para utilizar el agua que había puesto a calentar y darse un baño rápido.
Al salir de la ducha Flammy se sorprendió al ver dos tazas de café humeante en la pequeña mesa al mismo tiempo que George la invitaba a sentarse. La joven caminaba hacia la mesa vestida sencillamente solo con una falda de color azul marino y una blusa blanca, al llegar al lado del joven este le acomodo la silla para que se sentara mientras decía —provecho
La dama dijo con asombro — ¿ Tú lo preparaste?
—si...¿Por qué la desconfianza?
—es que no es común que un hombre prepare la comida
—es solo un café...
—hay hombres que dicen que " preparar cualquier tipo de alimentos es solo para mujeres y el café forma parte de los alimentos"
—eh escuchado muchas barbaridades... Pero yo puedo preparar café y por eso lo hice, además tengo entendido que trabajas, como no te deje dormir a tus horas tenía la obligación de tener aunque sea un pequeño detallito para ti
—gracias
—hmmm lo que no me da orgullo es que tuve que husmear tu alacena para encontrar las cosas y de pura casualidad se me atravesaron estás galletas
—jajaja no hay problema... Sabes eres increíble, este café es el mejor que eh probado, no es tan fuerte ni tan simple, es como...
—jajaja es como si tuviera la cantidad exacta de café, endulzante, agua y con un ligero sabor a canela
—¡Si! Oh... Le echaste canela, ¿Así te gusta?
— sí
—ahora comprendo
—¿Qué?
—nada... Es la desvelada, no se lo que digo
La verdad que Flammy recordaba cuando ella personalmente le llevaba a George el café que tenía un olor exquisito y al mismo tiempo indescifrable, ella no sabía cómo se lo preparaba la cocinera por que solo se encargaba del cuidado de la señora Andrew, en aquellos tiempos cuando los dos vivían en lakewood.
Después la mujer se cepillo los dientes, tomo su bolso y dijo — me tengo que ir... Se me hace tarde para el trabajo, hmmm cuando salgas jala la puerta y solo se cierra, no te preocupes por mí, yo traigo llaves
George fue inmediatamente al baño a asearse y dijo con un gritó —esperame... yo te acompaño
Flammy si escucho pero sabía que había dejado llegar muy lejos a George, la dama no quería abrir su corazón por que no quería que le hicieran daño y armándose de valor contestó — ¡gracias pero no! me tengo que ir por que se me hace tarde
La enfermera salió casi corriendo del edificio, al estar en la calle sintió una pequeña sensación de estar haciendo las cosas mal pero ya era demasiado tarde para arrepentirse y mejor se fue a su trabajo.
Mientras tanto George salía del baño, al darse cuenta de que ella no estaba en la habitación sintió el lugar deprimente, salió en busca de Flammy, pero no la encontro, camino por las mismas calles por donde paso con la enfermera en la madrugada pero no encontró rastros de ella, con un suspiro pesado se subió a su coche y se fue a cambiarse de ropa por que tenía una junta importante que no podía desatender.
En Italia se encontraba un jovencito rubio practicando su italiano con su adorable madre, después de visitar la capilla Sixtina de Miguel Ángel, apreciando la pintura al fresco llamado "la creación de Adán" que decoran la bóveda de la capilla.
La familia Brower pasaba una tarde agradable en el país de la cuna del arte renacentista.
En lakewood estaba un chiquillo inventor que leía un cartel que decía "concurso de cometas" con gran entusiasmo fue a inscribirse pues a Steer le fascinaba verlas volar por el aire.
En una mañana fresca estaba Annie observando a su hermana batallar con su cabello enredado hasta que sintió compación por la rubia y decidió ayudarla, tomo un poco de aceite de almendras para untarlo en la cabellera dorada, después empezó a cepillar de abajo hacia arriba y por último le hizo una trenza sencilla pero que a Candy la hacia verse adorable. La pecosa agradeció con una enorme sonrisa —gracias Annie
—no tienes que agradecer... Lo hice con gusto
—aunque falta algo
—¿que?
—mis cintas
—las ocupas tanto que las vas a desgastar
—me las regalo alguien especial
—lo sé...
Candy tomo una cinta roja para utilizarla de diadema y con la otra se hizo un moño en la punta de la trenza. Luego Candy le dió un fuerte abrazo a su hermana quien correspondió con el mismo entusiasmo para después ir a desayunar junto a sus padres adoptivos.
En el colegio San Pablo caminaba el príncipe por los pasillos del instituto escuchando murmuraciones tras su espalda, los cuchicheos incrementaba a cada paso que daba, la gente murmuraba con malicia " hay una bastarda con nosotros", " no debemos permitir que este en este prestigioso colegio , que es solo para la gente bien", " que atrocidad, que vergüenza estar con esa gentuza", " debemos exigir que la corran", "si... Por que si no hacemos nada después cualquier persona del bajo mundo querrá codearse con nosotros", " no podemos permitir que eso pase". Esos comentarios mal sanos al joven Andrew le provocaba malestar mientras que a lo lejos podía ver la sonrisa maliciosa de Robert Hathaway.
Continuara...
