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YYY

Capítulo 55. Entrenamiento ardiente

A la mañana siguiente luego de un examen físico bastante favorable, Izuku se preparó porque su nuevo entrenador se puso a organizarle sus horarios de entrenamiento, junto con Chiyo y un nutriólogo se encargó de ponerle un plan alimenticio, incluido los horarios en que debería de comerlo.

¿Cómo en un solo día ya tenían todo listo? Eran un equipo muy bueno después de todo. Por eso, estaba en su desayunador, a la hora indicada, comiendo exactamente lo que se le indicó con las medidas exactas. Luego de esto, preparó su bolso para entrenar y se dispuso para salir de ahí para que la gente lo esperara Salió súper enérgico y emocionado ¡Hoy sería un gran día!

YYY

─ ¡Me encanta que seas tan enérgico desde tan temprano!

Fue lo que dijo Mirio cuando llegó a las 7 am y ya estaba en una intensa sesión de calentamiento para iniciar con su entrenamiento, a su lado estaba Tsuyu que había puesto las vendas de Izuku de manera impecable y el masaje estuvo fantástico. Era buena haciendo su trabajo.

─Buenos días, Tsuyu-chan.

Saludó el rubio acercándose demasiado a su amiga.

─Mantente lejos de mí, pero buenos días para ti también Mirio-chan.

─Buenos días Mirio-sempai ¡Ya estoy iniciando con lo que me dijo que me prepara y desayune lo que me pidió!

El rubio sonrió como de costumbre.

─ ¡Me alegra ver que haces las cosas como se deben de hacer, será bueno trabajar contigo! ¡Ahora inicia el verdadero calentamiento!

─ ¡Estoy listo para todo!

─No creo que sea bueno que se sobre exijan. Kero.

La chica de cabello negro hizo su típico gesto de inclinar su cabeza y poner su dedo en la boca, comenzó Mirio a reírse a carcajadas porque aunque de todas maneras iban a hacer las cosas como ellos consideraran pero de verdad que la pobre Asui estaba preocupada, si estos dos se pasaran de listos, ella iría con Chiyo para que los calmase.

YYY

Ya llevaban una hora en su entrenamiento, y demonios que era extenuante, estaba tan casando Midoriya pero en lugar de quejarse seguía esforzándose, con cada nueva orden o ejercicio solamente decía "¡Si señor!" lo que era adictivo de ver. Siempre enérgico y con buena disposición. Si no fuera así, Katsuki aparte de todo no se explicaría porque diablos también miraba a Izuku entrenar como loco, bueno aunque posiblemente esos leggins apretados a su cuerpo como una segunda piel eran en parte los culpables. Pues vaya que si le favorecían para ver sus músculos tensarse al tiempo que el mencionado se movía.

─Siempre lo miras como si quisieras cometerlo.

Dijo una molesta voz a su lado, ella se le quedó mirando fijamente al tiempo que se le ponía al lado. Él solamente gruñó.

─ Lo dice la perra que lo ve como si fuera lo último que existiera.

Ella siguió mirando a Deku entrenar con esa fiereza y con tantas ganas de hacer las cosas, como si nunca se cansara. Como si jamás pudiera detenerse a mirar a su alrededor porque siempre tenía la mirada puesta en una meta lejana. Como si jamás pudiese dejar de avanzar y crecer a un ritmo que dejaba a todos impresionados.

Aparte de todo lo maravilloso que era verlo con esa determinación tan apabullante, también era ardiente ver el sudor caer por su cuerpo caliente que tenía las mejillas sonrojadas por el esfuerzo, y al paso del tiempo, marcaba sus músculos que eran tan visibles con esos leggins que lo favorecían tanto.

Katsuki y Uraraka aparte de notar aquello, también notaban las odiosas miradas que le ponían los demás sobre Izuku, ellos lo notaron antes de todo aquello, cuando era el flacucho pero muy dulce pecoso que era tímido. Ahora, muchos ponían sus sucias miradas en su cuerpo y era todo aquello una tortura.

Ellos terminaban calientes y furiosos siempre luego de presenciar algún entrenamiento de ese hombre pecoso que simplemente seguía creciendo, arrasando con todo a su paso.

YYY

─ Ya es hora de terminar, Kero.

Entonces Izuku volteó su mirada hacia su asistente quien para evitar que siguieran ignorándola, puso una toalla en la cara de Midoriya para llamar su atención.

─ Pero Tsuyu-chan…

─ Nada de peros, la vieja Chiyo dijo que tenías que comer con tranquilidad e iniciar en esto gradualmente. Ya llegó el tiempo de tu hora de recuperar algo de la fuerza perdida. Tomaras lo que te di para hidratarte posteriormente tomaras el batido que te recomendaron para después del ejercicio.

─ ¡Oh vamos Tsuyu-chan…!

─ Mirio-chan no dejes que se sobre esfuerce, si permites que se propase con su entrenamiento, le diré a la vieja Chiyo.

Mirio sonrió con nerviosismo, vaya que la querida chica de ojos verdes era muy protectora cuando se lo proponía, así que decidió que era tiempo de un descanso.

Vaya que si había sido un entrenamiento muy ardiente, y en eso también estaban de acuerdo Katsuki y Uraraka.

YYY

¿Izuku extraña a su amiga? Capítulo 56. No una simple fan