El Regreso de Dumbledore a Hogwarts
Enero se convirtió en febrero. El domingo, Frank y Lily habían impartido su lección habitual a la Joven Orden. Secretamente, Severus de algún modo había tenido la esperanza de que Sirius y Pettigrew también se habrían unido tras la fiesta. Pero no hubo tanta suerte. Evan también había regresado. Había sido dado de alta de la enfermería por una matrona muy frustrada tras su escapada. Sin embargo, no estaba dispuesto a enseñar Oclumacia al grupo todavía.
En un apunte positivo, Dumbledore había regresado al castillo, lo que significaba que Severus podría volver a reunirse con el director el siguiente lunes.
Tanto como fue posible, Severus había estado siguiendo a Evan durante el día. Lo único que Severus encontró peculiar fue que Evan y Emma apenas parecían estar pasando tiempo juntos, ya que Evan se retiró a la biblioteca después de su última clase en un rincón oscuro rodeado de un montón de deberes. Aun así, Severus no iba a dejarlo pasar hasta que encontrara respuestas.
Mientras Lily estaba pasando unas horas en la biblioteca con Frank para estudiar Herbología curativa, Severus regresó al laboratorio para trabajar en unas pociones después de darse por vencido con Evan por hoy. De camino, Severus se encontró con la profesora McGonagall, y se dirigió a ella.
'Supongo que nuestra pequeña apuesta de quidditch se anula,' declaró él.
McGonagall se asomó por encima de sus gafas y movió los ojos para asegurarse de que nadie estaba escuchando. 'Eso supongo, señor Snape,' respondió. 'No puedo recordar tener un acuerdo acerca de unirse a un equipo real mientras la apuesta estaba en pie.'
'Yo tampoco,' dijo Severus, 'y aun así gané a pesar de unirme al equipo Slytherin.'
Una leve chispa había comenzado a relucir en los ojos de McGonagall. 'Señor Snape, a pesar de no estar segura de si su victoria puede considerarse legítima teniendo en cuenta las circunstancias, nunca podría enseñarle a convertirse en Animago hasta que sea mayor de edad.'
Clásico de McGonagall, pensó Severus para sí mismo. Siempre capaz de encontrar lagunas en las estrictas reglas que supuestamente mantiene. Quizá es por eso que fue seleccionada en Gryffindor en lugar de en Ravenclaw.
'Perfectamente comprensible, profesora,' dijo Severus con un asentimiento. 'Y además, el ministerio nunca me lo permitiría a menos que tuviera una buena razón para convertirme en uno, lo que honestamente no tengo.'
'Entonces será mejor que comience pensando en tener una muy buena razón, señor Snape,' dijo McGonagall con un centelleo en los ojos. 'Que tenga un buen día.'
'También usted, profesora,' dijo Severus antes de que ella se marchara, y se encaminó al laboratorio.
Severus había pensado en si quería hablarle a Dumbledore de su habilidad de volar sin escoba, pero conociendo a Dumbledore, no lo consideraría relevante. El Señor Tenebroso había intentado una vez enseñar a todos los Mortífagos en su círculo interno cómo utilizar el vuelo sin soporte en combate, pero su intento había sido en vano ya que sólo él había logrado aprender.
Aparte de eso, Severus sabía que Dumbledore, o bien tenía otro recuerdo para mostrarle, o había obtenido más información con respecto a lo que sea que estaba pasando en el Ministerio. Después de cenar se encaminó al despacho de Dumbledore, donde una vez más fue recibido con una taza de té.
'Me alegro de ver que ha regresado, Director,' dijo cuando se sentó.
'Y yo me alegro de estar de vuelta,' dijo Dumbledore en respuesta. El alivio de ya no estar en el Ministerio era evidente en sus palabras.
'¿Hay algo importante que me haya perdido durante los pasados días?' preguntó Dumbledore.
'Algunas cosas,' respondió Severus. 'Logré crear la poción de acónito para Remus Lupin, y ahora está tomándola a diario hasta el próximo plenilunio.'
'¿Lo tomo como que quieres observar el fruto de tu trabajo?' preguntó Dumbledore.
'Lo hago,' dijo Severus, 'Y planeo asumir el riesgo de acompañarlo dentro de la Casa de los Gritos cuando llegue el día.'
'Me alegro de ver que tienes fe en tu capacidad para elaborar pociones, Severus,' dijo Dumbledore con una sonrisa, 'pero prométeme que no irás solo.'
'No lo haré,' le aseguró Severus.
'¿Hay algo más que necesite saber, Severus?'
'Nada en particular,' respondió Severus. 'Sustituí a Evan Rosier en el equipo de quidditch Slytherin después de lo que sucedió en Hogsmeade. No es necesario decir que lo hice una vez y nunca volveré a hacerlo.'
'No eres un gran jugador de equipo, ¿verdad, Severus?' preguntó Dumbledore.
'En absoluto,' confirmó Severus. 'Lo que me recuerda, ¿cómo es que Mulciber y Avery siguen asistiendo al colegio?'
Dumbledore hizo girar la taza de té en sus manos. 'Admitiré que he considerado la expulsión, hasta que me recordé a mí mismo que si lo hubiera hecho, ambos habrían estado destinados a servir a Lord Voldemort. Sin embargo, mientras permanezcan en el colegio, pueden mantenerse apartados de la tentación de unirse a los Mortífagos.'
'Supongo que tiene razón en eso. También he estado vigilando a Evan Rosier. Tratando de averiguar lo que Bellatrix Black y Malfoy estaban buscando, ya que dejaron muy claro que era algo que tenía en su poder.'
'¿Has tenido suerte hasta ahora?'
'No hubo suerte hasta ahora, pero todavía no me doy por vencido,' dijo Severus. '¿Le importa si le pregunto qué es lo que estuvo haciendo en el ministerio, señor?'
'Como puede que sepas, Severus, hay una pequeña crisis en el ministerio en este momento.'
'¿Están lidiando con una infiltración?' preguntó Severus con curiosidad.
Dumbledore asintió. 'Más y más Mortífagos están mezclándose entre el personal del Ministerio sin su conocimiento,' dijo con tristeza. 'Hay al menos una detención cada dos días.'
'¿Y tiene alguna noticia con respecto a Lucius Malfoy?'
Dumbledore sacudió la cabeza. 'Por desgracia, no. El Señor Malfoy está ganando velozmente un estatus importante dentro del Ministerio y tiene a Crouch para respaldarlo siempre que lo necesita.'
'Más bien comprando su camino en el ministerio,' murmuró Severus por lo bajo.
'¿Lo tomo como que has recibido un mensaje del Señor Evans?' preguntó Dumbledore, ignorando las quejas de Severus.
'Lo hice, y es seguro asumir que usted también está en contacto con él.'
'Ésa es una asunción segura,' dijo Dumbledore. 'Y con eso, también puedo decirte que no hay noticias concernientes a tu padre. Todo lo que sabemos es que está en prisión, y sobrio, y hasta hoy no recuerda cómo acabó en la ciudad después de lo que os hizo a ti y a tu madre.'
Severus bajó la mirada a sus manos. '¿Cree que alguna vez averiguaremos la respuesta, Albus?' dijo sombríamente.
'Me temo que no puedo responderte a eso,' dijo Dumbledore, 'pero traigo algunas buenas noticias si estás dispuesto a oírlas.'
Severus asintió. 'Por favor, hágalo.'
'He logrado rastrear el anillo de la familia Gaunt que vimos en los recuerdos. Todavía está oculto dentro de la casa donde Riddle lo robó, protegido por hechizos muy poderosos.'
'¿Y cree que puede recuperarlo, señor?' preguntó Severus.
'No próximamente,' dijo Dumbledore con una pizca de decepción. 'Sugiero que tú y yo vayamos después de que termine el colegio este año. Estoy bastante seguro de que el anillo no va a ir a ninguna parte hasta ese momento.'
Una leve sonrisa se formó en el rostro de Severus. 'Es un comienzo.'
Dumbledore dejó su taza vacía sobre el escritorio. 'Severus, ésta es la primera vez que voy a asignarte una tarea.'
'¿Y cuál sería esa tarea, señor?'
'Necesito que hables con el profesor Slughorn y encuentres el modo de recuperar un recuerdo en particular.'
Severus se enderezó, interesado en lo que Dumbledore estaba a punto de decir.
'Como puede que sepas, el profesor Slughorn es uno de los pocos maestros que estaban por aquí cuando Tom Riddle era estudiante. Ahora bien, el profesor Slughorn y Riddle tenían en aquel momento una relación cercana.'
'¿Está diciendo que el profesor Slughorn puede saber algo en particular sobre el Señor Tenebroso que nosotros no sepamos?' preguntó Severus.
'Eso es exactamente lo que estoy diciendo, Severus,' dijo Dumbledore, 'y tu tarea es averiguar qué es.'
'Eso es un poco impreciso, ¿no?' dijo Severus, un poco confundido por el críptico encargo de Dumbledore.
'Eso me temo,' dijo Dumbledore. 'Sabes cuánto le gustan al profesor Slughorn las personas especialmente talentosas e influyentes, y no me sorprendería si en algún momento pudo haberle dicho a Riddle un poco demasiado sobre algo de lo que nunca debería haber hablado.'
'Haré lo que pueda, señor,' dijo él, sin estar seguro de cómo podría comenzar una conversación sobre el Señor Tenebroso con Slughorn sin asustarlo.
'Tengo fe en ti, Severus,' dijo Dumbledore en un genuino tono de voz. 'No espero que tengas el recuerdo para la próxima semana, pero aun así quiero invitarte a venir conmigo para otra sesión.'
'¿Y qué sería exactamente, señor?'
'Quiero encontrarme contigo en la linde del Bosque Prohibido junto a la cabaña de Hagrid después de que hayas terminado tus clases. Te contaré todo mi plan cuando estemos allí.'
Severus le lanzó una mirada confundida, pero no fue respondida por parte de Dumbledore.
'Supongo que es hora de marcharme,' dijo Severus cuando terminó su té, y se levantó de detrás del escritorio.
'Hasta la próxima semana,' dijo Dumbledore cuando también se puso en pie.
Severus estaba a punto de abrir la puerta cuando Dumbledore lo llamó. 'Ah, y Severus, la próxima vez que sientas la necesidad de dar una fiesta en las cocinas, al menos asegúrate de que el resto del personal no pueda oírlo.'
A juzgar por la chispa en los ojos de Dumbledore, Severus se dio cuenta de que el anciano no estaba enojado con él. Sin embargo, no pudo evitar sentir algo de vergüenza cubrir su rostro. 'Le prometo que lo mantendré controlado la próxima vez, señor.'
'Bien,' dijo Dumbledore. 'Ahora puedes marcharte.'
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'¿Cómo fue?' preguntó Lily cuando vio a Severus entrando en el laboratorio. Estaba inclinada sobre un caldero de Félix Felicis, agitándolo lentamente. '¿Pudiste hablar sobre esa cosa que hiciste durante el partido?'
'Muy brevemente,' respondió Severus cuando se sentó a su lado. 'Hablamos de un par de cosas, incluido lo que está pasando en el ministerio en este momento.' Severus le hizo a Lily un resumen de todo lo que él y Dumbledore habían hablado, salvo su encargo de recuperar un recuerdo de Slughorn.
'Así que Malfoy es básicamente intocable,' dijo Lily con mirada de disgusto. 'De ese modo nunca averiguaremos de qué andaba detrás.'
Severus se encogió de hombros ante su comentario. 'Todo lo que puedo hacer es vigilar a Evan y ver si está dispuesto a cantar en algún momento.'
'Eso espero,' dijo Lily con tristeza, 'porque creo que él y Emma han roto oficialmente. Justo después de cenar,' añadió Lily, 'dijo que sólo quería que lo dejaran en paz y escribir, y creo que eso fue el límite de Emma.'
Severus cerró los ojos para pensar. Evan estaba comenzando a parecer más y más como el antiguo yo de Severus, excepto porque Evan estaba luchando contra lo que el Señor Tenebroso defendía, en lugar de luchar por una manera de ser aceptado entre ellos como él mismo había hecho.
La voz de Lily lo trajo de vuelta de su proceso de pensamiento. '¿Qué piensas, Sev?' le preguntó mientras señalaba su Félix Felicis.
'Muy bien hasta ahora, creo,' dijo Severus con un asentimiento de aprobación. 'Quizá deberías masajearte un poco la muñeca por toda la agitación. Tus movimientos se están volviendo rígidos.'
'Tengo que decir,' dijo Lily mientras dejaba su espátula y se masajeaba la muñeca, 'que me alegro de verte llevándolo tan bien a pesar de todo lo que te ha ocurrido durante los últimos meses.'
'Gracias,' murmuró Severus tímidamente.
'De verdad, lo digo en serio,' añadió Lily. 'Se necesita mucha fuerza para mantenerse en pie después de todo lo que has pasado, y creo que eso es muy valiente.'
Severus se inclinó y apoyó la cabeza en el hombro de ella. 'Te lo debo todo a ti.'
