Más batallas en el fondo del mar.

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RinMakoto. Asuka ya maneja la Armadura de Libra y sus armas las cuales serán de mucha utilidad para que puedan derribar los pilares y Rafael ahora va en ayuda.

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El Redentor 777. Asuka está mejorando bastante y ahora que maneja las armas será mejor y por cierto, no es Ramón el que mandó ayuda, fue Rafael que mandó la Armadura de Acuario.

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Sin más, comencemos…

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En el Pilar del Océano Ártico, Nagisa les estaba dando batalla a las Saintias de Athena que se encontraban ahí.

La General Marino de Kraken estaba batallando al mismo ritmo de ellas, incluso superior, más cuando podía usar la técnica de los Caballeros de Acuario, la Ejecución de la Aurora.

- ¡Ave Fénix!

- ¡Ejecución de la Aurora! – ambos ataques chocaron entre sí, el calor del ataque de Kurashiki y el frio de la rubia estaban causando otra onda expansiva.

- Dios, sus poderes son realmente fuertes – dijo Aoi mientras veía como ambas chicas seguían chocando sus poderes.

- No por nada Maiko es de las más fuertes – dijo Iwaki mientras se paraba al lado de Aoi - ¿deberíamos atacar también?

- No, solo si es una situación de vida o muerte, si solo es un enemigo, por más fuerte que este sea, batallaremos uno a uno en vez de ser cobardes y batallar entre grupo.

- Lo sé, a veces odio esa regla – dijo la peli mostaza suspirando.

- ¡Golpe Fantasma del Fénix! – exclamó la peli roja mientras que se miraba como esta lanzó hacia la General un poco de cosmos el cual dio en el cerebro de Nagisa y esta quedó algo atontada.

- ¿Qué demonios? – la rubia se sacudió la cabeza y cuando pensó que esta estaba bien, cargó más cosmos hacia la peli roja y lanzó su ataque - ¡Ejecución de la Aurora!

- ¿Qué? – Kurashiki no pudo contra el ataque de la General y la corriente de aire frio dio de lleno en su cuerpo el cual voló por los aires hasta que cayó con bastante fuerza al suelo, cosa que sorprendió a Iwaki y Aoi, pero fue peor cuando miraron como es que la peli roja estaba envuelta en un charco de sangre.

- ¡Maiko, ¿estás bien?! – ambas chicas mayores revisaron a la peli roja, pero esta no dio señales de estar vida ya que no se movía ni respondía a nada.

- N-No puede ser… ¡¿Qué le hiciste a Kurashiki?!

- Pues ella fue la primera, ahora van ustedes – Nagisa cargó su cosmos y de nuevo, lanzó su ataque insignia - ¡mueran Saintias de Athena! ¡Ejecución de la Aurora!

- ¡No! – Iwaki y Aoi fueron chocadas con la ráfaga de aire frio y de nuevo fueron mandadas por los aires hasta que sufrieron el mismo destino que la peli roja y terminaron cayendo.

- Vaya, eso fue fácil – río la rubia mientras que solo se acercó a las 3 Saintias las cuales al parecer estaban muertas - ¿y que esperabas Fénix? ¿Crees que mi hielo iba a ceder a tu fuego tan débil? No me hagas reír.

Cuando la General de Kraken se acercó y tocó un poco la sangre de la peli roja, esta sin más, comenzó a quemarse de la nada y no entendió porque pasó eso.

- ¡¿Qué demonios?! – exclamó la rubia mientras trataba de apagarse las llamas con su hielo, pero esto no ocurría, cosa que le extrañaba y se echaba al suelo tratando de quitarse las llamas, pero de nada servía, hasta que finalmente sintió como su cuerpo se empezaba a derretir hasta que cayó al suelo.

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- ¿Eh? – Nagisa despertó sin más, todo bien. La chica no entendía que había pasado con todo eso, se miraba el cuerpo y no tenía ninguna quemadura - ¿Q-Que mierda pasó?

- ¿Sufriste alguna alucinación? – preguntó Kurashiki la cual estaba al frente de ella y se miraba bien, como si nunca hubiera recibido algún ataque.

- ¿Qué pasó? ¡Se supone que yo te ataqué y moriste! ¡También maté a…! – la rubia miró de reojo a las otras dos Saintias las cuales estaban de igual forma bien - ¿Cómo es que están vivas?

- Parece que pensaste que habías ganado la batalla, pero no te diste cuenta de mi ataque que te di antes de todo ¿verdad? – Kurashiki miró de reojo a Nagisa la cual quedó confundida, pero recordó todo eso y quedó sorprendida - ¿lo sabes?

- ¿Qué me hiciste?

- Usé mi Golpe Fantasma del Fénix – sonrió la peli roja – esta técnica puede moldear sus efectos de varias maneras, generalmente tortura a la víctima con sus peores temores, angustias o miedos y le produce pesadillas espantosas y surrealistas casi indistinguibles de la realidad, mostrándole a la fuerza ilusiones o alucinaciones abominables creadas directamente en el propio cerebro de la víctima, inspiradas, en general, en su propia vida y su inconsciente, o bien revive momentos felices en su vida parodiado con un fin trágico o bien situaciones desagradables, como puede ser la muerte de un ser querido o la propia muerte. Todo ello acrecienta los miedos más ocultos de su alma hasta destruir su capacidad reactiva, la víctima se ve afectada por un pánico paralizante, se queda inmóvil, a veces sufre convulsiones o temblores, en un estado semi-catatónico o de coma, incapaz de atacar o defenderse.

- ¿Me hiciste pensar todo eso y simplemente fue una puta ilusión? – eso molestó enormemente a la General - ¡Maldita Saintia de Fénix!

- Atácame si puedes – exclamó molesta Kurashiki la cual también elevó su cosmos, pero antes de que hiciera algo, Nagisa se puso delante de ella y la envió a volar con un golpe en el estómago – mierda.

- ¡Pagarás por hacerme eso Fénix!

- Mierda, esta tipa recientemente no tenía un gran cosmos por lo de mi Puño Fantasma, pero de igual forma parece que el saber todo esto la molestó y elevó su cosmos.

- ¡Ten cuidado Maiko! – gritó Iwaki.

- ¿Qué? – Kurashiki notó como Nagisa ahora estaba detrás de ella y la golpeó en la espalda mandándola al suelo.

- Ahora acabaré contigo Fénix – la General de Marina siguió tratando de acabar con la peli roja, pero esta estaba atenta a que no la lastimaran.

- Por Athena, ¿Qué demonios tengo que hacer para ganarle? – exclamó molesta la peli roja mientras esquivaba los ataques de la General.

- ¡Es hora de que tu llama se extinga! – justo cuando la rubia iba a atacar, esta fue detenida por Aoi y Yoshimi las cuales llegaron al lado de la Saintia de Fénix – ¿Qué mierda les pasa a ustedes dos? No se metan en donde no las llaman.

- Pues aquí nos están llamando y a gritos, por lo que no puedo permitir que lastimes más a Maiko – la peli mostaza se le quedó mirando – además, recuerda que soy yo con la que tienes que pelear.

- Cisne – Nagisa quedó callada por eso y solo miró de reojo a Yoshimi – pues que bueno, porque podré a matar a las dos emplumadas de una vez.

- Eso lo veremos – sin más, la peli mostaza se dirigió rápidamente a la General la cual volvió a chocar poderes con Yoshimi, siendo una batalla entre dos guerreras de hielo.

- Yoshimi – Aoi quedó algo preocupada por su mejor amiga, pero de ahí enfocó su mirada en el Pilar del Océano Ártico – lo tengo, ¡ataquemos el Pilar!

- Cierto, ahora que Yoshimi-san tiene distraída a Kraken, podremos atacar sin problemas – dijo la peli roja y empezó a cargar su cosmos al igual que la peli morada y solo enfocaron su atención hacia la enorme edificación - ¿lista Aoi-san?

- ¡Sí! – ambas Saintias solo cargaron sus cosmos y lanzaron sus ataques - ¡Lágrimas Enjoyadas!

- ¡Ave Fénix! – los dos ataques fueron directos al Pilar y al estrellarse contra este, se mostró una gran luz en el lugar.

- El Pilar.

- Parece que ya te hemos derrotado – dijo Yoshimi sonriendo, pero esta se le fue rápida del rostro cuando miró como la General también sonrió - ¿y esa sonrisa de que es?

- No me preocupo por el Pilar, sé que con esos cosmos tan débiles que tienen no podrán hacerle ningún daño al Pilar.

- ¿Qué? – Yoshimi volvió a ver la edificación y notó que efectivamente como dijo Nagisa, el Pilar no tenía ningún rasguño.

- Te lo dije – sin perder tiempo, Nagisa y Yoshimi siguieron batallando mientras que Kurashiki y Aoi seguían disparando sus ataques hacia el Pilar sin ningún éxito.

Ambas Saintias siguieron en lo suyo, pero por más intentos que hicieran, no podían destruir el Pilar.

- ¿Cómo mierda hacemos que esto se caiga? Estamos usando nuestros mejores ataques y ni, aun así – decía la Saintia de Corona Boreal mientras que solo tomaba algo de aire.

- Esto está jodido.

- ¡Ejecución de la Aurora! – exclamó Nagisa dándole por la espalda a Yoshimi y esta pareció estar algo grave del golpe – parece que este es el fin de ustedes.

- No nos queda más opción que segur batallando – Kurashiki se puso en pose de combate mirando fijo a la rubia, pero en eso…

- ¿Eh? – las demás miraron como un brillo dorado llegaba hasta donde se encontraban y aunque la luz fue algo cegadora, unos segundos después se mostró lo que era.

- E-Esto es…

- ¿Qué demonios hace una Armadura Dorada aquí?

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En otro lado del fondo marino…

Akane Ukita, Saintia de Delfín se hallaba buscando a las demás Saintias, aunque no había tenido éxito.

- ¿A dónde estarán? – la castaña siguió buscando, pero no podía encontrar nada – ojalá pudiera encontrarlas pronto, quien sabe que pueda salir aquí.

Mientras la castaña seguía caminando, llegó sin darse cuenta a lo que parecía ser otro de los Pilares que sostenían los océanos.

Akane no perdió el tiempo y solo siguió caminando hasta que llegó al frente del Pilar, lo cual la hizo quedarse sorprendida por la gran forma que tenía y el tamaño.

Justo cuando iba caminando hacia este, de inmediato retrocedió cuando sintió un cosmos en el lugar y era mejor estar alerta por si las dudas.

- ¿Qué tenemos aquí? Una presencia no deseada en el lugar – dijo la voz de alguien la cual Akane no pudo ver de dónde provenía.

- ¿Eres un amigo o enemigo?

- Eso mismo debería preguntarte yo, tu cosmos no es familiar a los sirvientes de nuestro Emperador Poseidón, por lo tanto, eres un enemigo.

- ¿Quién eres? Preséntate.

- ¿Dónde están mis modales? – finalmente, la presencia que le había estado hablando salió desde detrás del Pilar.

- Tu eres… - la castaña con solo ver la vestimenta de la persona, supo que se trataba de uno de los Generales de Marina de Poseidón. Este llevaba la típica Scale que vestían, esta no era tan distinta a las demás, con la única excepción que el portador de esta llevaba un arma.

- Así es – la persona resultó ser una mujer la cual llevaba el cabello negro y la piel morena y ojos color negros – mi nombre es Alisha, General Marino de Crisaor.

- ¿General Marino de Crisaor?

- Así es y cómo puedes ver porto una lanza dorada – la peli negra mostró su arma apuntándola hacia la Saintia – esta lanza fue hecha el Oricalco, el mismo material con el que las Scales y las Armaduras de los Caballeros. Puede que no represente a ninguna bestia marina como mis camaradas, pero de igual forma, representa a alguien de gran importancia.

- ¿De gran importancia?

- Así es Saintia, que de igual forma no te has presentado.

- Akane de Delfín, Saintia de Athena.

- Pues qué lindo, tu criatura es alguien que vive en el mar, pero decidiste aliarte con Athena.

- Soy una guerrera que lucha por la justicia, por eso es que Athena siempre quiere lo mejor para nosotros, por eso lucho.

- Lindo discurso tan ingenuo – dijo la General riendo y solo mostrando su lanza de forma amenazadora – pues déjame decirte que este sitio, aquí en la base del Pilar del Océano Indico, será tu tumba, Saintia de Delfín.

- No perderé – Akane cargó algo de su cosmos mientras detrás de ella aparecía la imagen del Delfín al cual representaba su constelación.

- Adelante Delfín.

- ¡Maelstrom Celestial! – el ataque de la chica lo manifestó en forma de una patada la cual expulsó varias burbujas las cuales, aunque parecieran inofensivas, eran sumamente peligrosas, pero antes de que tocaran el cuerpo de la General, estas explotaron frente a ella sin darle nada - ¿Qué?

- Parece que esa fue un baño de burbujas en la tina, pero quiero saber…. ¿Cuándo lanzarás tu ataque?

- ¿Cómo es posible que mi Maelstrom Celestial no le afectara?

- Supongo que el rumor que las Saintias de Athena eran las más fuertes del planeta resultó ser una mentira, creo que tú debes ser la más débil de todas.

- ¡No soy débil!

- Pues eso lo veremos – sonrió la peli negra mientras que solo apuntó su arma hacia Akane la cual estaba atenta a lo que pasaría.

- No me detendré, lucharé con todo lo que tenga.

- ¡Cállate! – Akane intentó esquivar la lanza dorada de la General de Crisaor, pero de igual forma terminó clavándose en la zona del brazo derecho de la castaña la cual solo gritó un poco al sentir como el arma de la peli negra había atravesado su extremidad.

- D-Duele.

- Como puedes ver, mi lanza no es una lanza cualquiera – sonrió la peli negra mirando como su arma estaba algo bañada por la sangre de la castaña – mi lanza perteneció a Crisaor, quien fue hermano de nuestro Emperador de Poseidón, su nombre Crisaor proviene del griego y significa "Aquel que porta una Lanza Dorada", por lo tanto, te estás enfrentando al arma de un dios, la cual será la que te mate al final.

- N-No será eso posible – exclamó Akane quitándose la lanza del brazo. Su armadura resultó algo fracturada de ese lado del brazo derecho, pero tampoco fue algo realmente grave.

- Dices eso cuando tienes el brazo lastimado, realmente eres patética Delfín.

- ¡No será así! – reclamó Akane cargando su cosmos - ¡Maelstrom Celestial!

- Ya te dije que eso no funcionará conmigo – la chica volvió a usar su cosmos para detener el ataque de la castaña, aunque esta vez lo hizo con algo de dificultad ya que parecía que el ataque de la Saintia de Delfín daría de lleno con ella y que aumentaba de cosmos.

- Vamos, necesito más cosmos para dañarla – exclamó la chica mientras trataba de hacer que su Maelstrom Celestial aumentara de capacidad, pero fue interrumpida cuando sintió un dolor agudo en su brazo derecho, pero más debajo de donde la General le había hecho la primera herida. Resultó ser que la lanza de Crisaor se le clavó en esa zona.

- Te distrajiste – sonrió la chica mientras se acercaba a Akane - ¡recibe el poder de Crisaor! ¡Ola Gigante!

- ¿Qué? – la Saintia aún estaba quitándose la lanza del brazo cuando miró como el ataque de la General se manifestaba en una enorme Ola la cual dio de lleno en la castaña y sin más, cayó al suelo algo golpeada y a eso sumándole las dos heridas que tenía provocadas por la lanza dorada.

- Parece que me enfrento a la Saintia de Athena más débil, es tan humillante que te daría la oportunidad de que huyeras y volvieras solo para ver a la Tierra morir – decía la General - la razón por la que yo quiero que el mundo se inunde es el mismo que el deseo de nuestro señor Poseidón.

- ¿Q-Que desean ustedes?

- La Tierra se ha vuelto en un lugar muy corrupto y lleno de gente que desea cosas egoístas, dejando a un lado a todos los demás incluso si son de su propia familia, por lo que es el comienzo de un nuevo mundo, eliminando a todas las personas de la superficie, ayudará a que no sobrevivan los corruptos.

- P-Pero eso no es justo, no todas las personas son malas, además, luchamos por nuestros objetivos y sueños, los cuales solo…

- ¡Cállate! – Alisha solo se dirigió hacia la Saintia de Delfín con su lanza y cuando quiso clavarla en el pecho de Akane, esta logró esquivarlo y cuando quiso atacar a la General, esta actuó más rápido y le clavó la lanza en uno de sus costados, más específico en el derecho lo que causó un quejido de dolor de parte de la castaña.

- N-No puede ser.

- Te dije que no me ganarás, ahora veremos qué te parece eso – la General hundió más su lanza en el costado de la castaña haciéndola sufrir más y quejarse en voz alta del dolor - ¿te rindes o quieres sufrir más?

- N-No me rendiré… ¡Aaaaah! – la peli negra hundía más su lanza dorada y los gritos de la Saintia de Delfín eran más fuertes y la sangre salía de esa zona.

- ¡Ríndete!

- ¡N-No! ¡Maelstrom Celestial! – el ataque de la castaña logró hacer que la General se separara de ella haciéndose a un lado.

- Parece que aun quieres pelear, pero de nada te servirá, estás demasiado débil para eso – río la peli negra y Akane solo se sostenía el costado derecho de su abdomen el cual estaba ensangrentado y su brazo estaba igual.

- Por Athena… ¿Cómo le voy a hacer?

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De vuelta en el Pilar del Océano Ártico…

Una vestimenta dorada llegó al lugar y las Saintias se quedaron impresionadas por eso, igual la General de Kraken.

- ¿Qué hace una Armadura Dorada aquí?

- Ni idea, pero esa es la de Acuario – dijo Iwaki mirando – esa es de Rafael.

- Alférez-san – Kurashiki se acercó a esta y sin más, la vestimenta se despegó de su modo compacto y sin más, esta fue directo a donde estaba la peli roja y la envolvió.

Kurashiki luego se dio cuenta de que ahora portaba la Armadura de Acuario, aunque de igual le extrañó ya que el elemento que manejaba era el fuego y no coincidía con el de la constelación de Acuario el cual manejaba hielo y agua.

En todo caso, Iwaki sería la más recomendada por qué Hyoga de Cisne, su antecesor, manejó dicha Armadura Dorada, pero si esta la había escogido, no tenía nada que hacer.

- ¿Eres un Caballero Dorado?

- No lo soy, pero… - la peli roja miró de reojo a Nagisa – trataré de usar el poder de la Armadura Dorada para poder vencerte.

- Inténtalo si puedes – ambas chicas se enfrentarían en un combate de elementos contrarios, luchando hielo contra fuego, con la única ayuda que Kurashiki poseía el armamento dorado en ella.

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Continuará…