Azul Eléctrico
Sol & Luna
Cuando recupere la conciencia no pude abrir los ojos y me asuste. Me lleve las manos a la cara y me di cuenta de que tenía una venda tapándome ambos ojos.
—Ya despertó el travieso zorro al que le gusta tomar mi forma.— dijo Kakashi
—Kakashi.— lo llame, me sentía muy desorientada para saber de dónde provenía la voz —¿Porque tengo esta venda?- pregunté confundida
—Los doctores dijeron que mientras te dejabas llevar por el Chakra del zorro te golpeaste la cabeza, además tenias un golpe reciente en el cráneo y con el segundo impacto tu cerebro comenzó a tener problemas para mandar las señales correctas a tus ojos, así que lo mejor sería que descansaras la vista para recuperarte pronto.— sentenció Kakashi
—Me duele la cabeza Kakashi.— dije sin saber a dónde voltear
—Entiendo que te golpeaste la cabeza contra el jutsu de prision cuando te rodearon las colas pero ¿Cuándo te diste el primer golpe?— preguntó Kakashi
—Sasuke.- dije, me era más fácil recordar con los ojos cerrados —Sasuke me golpeó tan fuerte con el Chidori que me lanzo de cabeza hasta la pared de piedra de la cascada.— dije y un escalofrío me recorrió
—Sasuke.— repitió Kakashi con un claro tono de decepción
No intente decirle que Sasuke había cometido un error, ya no, ya me había cansado de mentir.
—Tengo sueño Kakashi.- dije cansada
—¿Cansada? Has dormido una semana completa y te has quedado dormida de nuevo por cinco horas.— dijo Kakashi intentando animarme —Tenemos que esperar al doctor, además, hay dos personas que han estado esperándote.— dijo Kakashi
—¿Hay más personas aquí? Me siento demasiado desorientada para siquiera saber de dónde proviene tu voz.— dije
—Hemos esperado toda la tarde Naruko-san.— dijo el Anbu oso
—Oso.— dije sorprendida
Oso y Pájaro rieron al unísono.
—Es cierto, no conoces nuestros nombres.— dijo el Pájaro —Pero porque no lo sigues llamando Oso y a mí me dices Pájaro.— dijo divertido
—Esta bien.— dije —¿Porque me han esperado? Ustedes deberían estar descansando.— recordé
—¿Porque te has transformado en Kakashi-sempai y nos has traído flores? Deberías estar descansando.—me reclamo Oso
—El pequeño zorro espero a que saliera de la habitación para hacerse con mi apariencia.— dijo Kakashi regañándome
—No podía quedarme sentada cuando había dos personas que estaban heridas por mi culpa.— dije sería
—Recién despertabas.— reclamo Oso
—¿Sabes? Si alguien me hubiera asesinado.— un suspiro se escapó de mis labios —Me gustaría que se disculpara conmigo.— dije a sabiendas de que ellos jamas entenderían el dolor y los recuerdos enterrados en aquellas palabras.
—Naruko-san acabas de despertar y ya dices cosas tan graciosas.— dijo Oso riendo y pude escuchar una risa baja de Pájaro
—Oso salió detrás de ti, me dijo que se había quedado preocupado porque saliste de la habitación con una mirada vacía.— dijo Pájaro poniéndose serio
—Te desmayaste en cuando tocaste la puerta, alcance a atraparte en mis brazos, pájaro llamó al doctor y creímos que habías caído en coma de nuevo.— dijo Oso preocupado
—Todos los días recibes visitas pero aún no hemos informado a nadie que despertaste.— dijo Kakashi
—Díganselo a Naruto.- le pedí
—Con la apariencia que tienes ahora mismo se preocuparía más, además tu hermano ya debe haberse dormido.— dijo Kakashi
En ese momento entro por la puerta alguien más, por la conversación que tuvo con Kakashi comprendí que era el doctor. Mientras me hacía un chequeo el doctor le agradecía una y otra vez a Kakashi que no hubiera dejado que me durmiese sin la medicación. Me inyectaron un par de veces y me dieron un puño de pastillas que me estaban causando sueño. Oso y Pájaro se retiraron pero Kakashi se iba a quedar toda la noche, así que pasado un rato el doctor salió de la habitación dejándonos solos.
—Kakashi.— lo llame
—Si Naruko.— contestó acomodándose en el sillón
—¿Los Girasoles son de Neji?— pregunté cansada
—Si Naruko, los girasoles son de Neji.— dijo Kakashi como si se lo explicase a un niño pequeño y después de eso me recargue en la cama entregándome profundamente al sueño.
Cuando me desperté me costó un par de minutos adaptarme a seguir con los ojos vendados. Me sentía miserable, cansada pero sobre todo me sentía débil y rota. Y es que así estaba, había entregado mi corazón a Sasuke, con sus palabras bonitas, con sus ojos más negros que la noche y más ardientes que el fuego, con sus defectos y virtudes, con su cabello negro y su piel blanca, con su misterioso pasado, con su complicada personalidad y con sus mentiras. Sasuke no había hecho más que romper cada parte de mi, me había entregado a sus brazos con todo mi ser y el había roto todo mi ser. Cuando creí que podía encontrar algún consuelo en Gaara, me dio la espalda y se burlo de mí y de mis sentimientos o al menos de lo que quedaba de ellos. Los dos amores, los dos hombres que tiempo atrás parecían perfectos me habían hecho pedazos, cada uno a su retorcida manera.
Pero ya no sentía nada, no sentía amor ni sentía odio, solo sentía lastima de mí misma, por haber sido doblemente estupida. Si Sasuke me amara no me hubiera dejado, si Gaara me amara no me hubiera humillado, me habían lastimado porque yo había dejado que lo hicieran, porque los deje convertiste en el centro de mi vida y la habían destrozado.
Estaba tan cansada, tan desesperada y tan vacía, era un sentimiento inefable pero si tuviera que ponerlo en palabras, diría que estaba tocando fondo. Sentía como las primeras lágrimas eran absorbidas por la venda pero llego un momento en el que lograron atravesarla y caían despacio por mis mejillas.
Había perdido todo sentido de orientación sobre la hora pero había llorado en silencio bastante tiempo, sin quejarme ni intentar limpiarme las lágrimas. Era una simple niña, débil, vendada y en el hospital, yo no era nada más que eso.
Escuche unas voces, eran Ino, Tenten, Naruto y Neji quienes conversaban animadamente acercándose cada vez más.
—Kakashi.— lo llame con la esperanza de que siguiera en la habitación
—¿Qué sucede Naruko?— preguntó adormilado
—Diles que estoy dormida.— pedí despacio
Kakashi se quedó en silencio mientras escuchaba que las voces se acercaban. No quería ver a nadie, necesitaba estar sola.
Finalmente tocaron la puerta y pude escuchar los pasos de Kakashi salir.
—Kakashi-sensei no sabia que estaba aquí.— dijo Tenten sorprendida
—No hace mucho que llegue.— mintió Kakashi
—Venimos a ver a mi hermana.— dijo Naruto animado
Escuchar la voz emocionada de mi hermano estuvo a punto de hacerme cambiar de opinión, pero no quería que nadie me viera, no quería hablar, no quería que me entrevistarán y contestar que estaba bien.
—Veras, Naruko está dormida ahora mismo.— mintió Kakashi con voz calmada
—¿Qué no ya había despertado del coma?— preguntó Ino preocupada
—Ya despertó, pero aún tiene que recuperarse y le han dado un montón de pastillas que le causan sueño.— dijo Kakashi, al menos eso era verdad.
—Si despierta nos avisa Sensei.— pidió Naruto
—Si, yo les aviso.— dijo Kakashi
—¿Puedo al menos cambiarle las flores?.— pidió Neri
—Esta bien.— accedió Kakashi
Maldije para mis adentros y escuche como la puerta se abría y los pasos de todos entrando en la habitación.
—¿Porque tiene una venda?— preguntó Naruto preocupado
—Su visión también tiene que recuperarse.— contestó Kakashi —Pero es algo temporal, unos días solamente.— explicó
—Se ve tan tranquila.— dijo Ino tocándome la cara
Escuche como Neji se acercaba y cambiaba las flores de mi mesita de noche, luego se paró junto a Ino y acomodo dulcemente un mechón de cabello que estorbaba en mi cara. Me inundó el olor a girasoles que tenia en la mano hace unos segundos. Los dedos de Neji eran ágiles y precisos, no gastaban un solo movimiento en vano.
Escuche como los gráciles pasos de Ino salían de la habitación, después Tenten, Neji y finalmente Naruto se quedo un momento más, se acercó despacio hasta quedar a un par de centímetros de mi oído.
—Vendré a verte yo solo al atardecer, ojalá después tengas ánimo para ver a los demás.— dijo dulcemente y salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él despreocupado.
Naruto era mi otra mitad, no podría engañarlo ni en un millón de años y esto no era la excepción, Naruto solía parecer descuidado, olvidadizo, torpe y necio cuando en realidad era una persona amable y considerada pero sobre todo, era una persona que irradiaba un agradable calor dondequiera que estuviese, el era ese tipo de persona que se gana el corazón de todo aquel que le conoce.
Naruto era tan cálido mientras yo me sentía infinitamente fría, tan completo mientras yo estaba completamente vacía, Naruto era un radiante sol mientras yo era una oscura luna.
