Este fic participa en el minirreto de abril para La Copa de la Casa 20/21 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black

Resumen: Es la segunda vez que ve a la Reina dispuesta a pagar lo que sea que cueste la magia que Merope pueda proporcionarle.

Personajes: Merope Gaunt.

Época: Baja edad media.

Beteado por Miss Lefroy Hrafna


Loba de Francia

Hush, child, the darkness will rise from the deep
And carry you down into sleep
Child, the darkness will rise from the deep
And carry you down into sleep
Guileless Son, I'll shape your belief
And you'll always know that your father's a thief
And you won't understand the cause of your grief
But you'll always follow the voices beneath

Mordred's Lullaby


Es la segunda vez que ve a esa mujer en su vida. La primera vez era una adolescente desesperada que le llenó de lágrimas la falda mugrienta del vestido, rogando por una solución a su mal.

Merope había chasqueado la lengua.

«Todo tiene solución si estás dispuesta a pagar el precio, Isabella».

Y la joven Reina de Inglaterra había asentido, muy segura, asegurándole que deseaba un filtro de amor, aunque fuera éste pasajero.

—¿A qué debo el honor de la presencia de Vuestra Majestad?

—Busco un remedio.

Ah, como la otra vez.

Pero ahora Merope sospecha que no en el mismo sentido. Isabella de Francia, Reina de Inglaterra, está lejos de ser una adolescente desesperada porque su marido voltee a verla, en lugar de a sus favoritos. Ha coronado a su hijo después de aliarse con el traidor Mortimer, ha puesto de su parte a los Lores, arrastró a los Despenser fuera de Londres y se ha aliado con todos los enemigos de su marido.

—¿Qué deseáis, Majestad? —pregunta Merope.

Arrastra sus palabras con falsa adulación, no está acostumbrada a tener a la Reina Madre enfrente, con un mechón de pelo escapándosele del velo. Sus ojos son más duros que la primera vez que la vio. Ha cambiado.

Merope no presta atención a las habladurías de la gente; prefiere estar sola, donde los defensores del Estatuto no puedan alcanzarla, pero ha oído decir que la familia de la Reina está maldita.

«Tres hermanos, los tres reyes de Francia… ¿cuándo morirá el que le queda?».

—Busco a la muerte —declara la reina.

Incluso en aquella choza llena de mugre y calderos con pociones que borbotean a medio hervor, su porte es regio, sus palabras poderosas.

Merope asiente.

—Mal asunto, la muerte. ¿A quién deseáis matar vos, Majestad?

—A mi marido.

Eduardo II. Anteriormente Rey de Inglaterra. Derrocado por su propia esposa, que en su lugar puso al primogénito de ambos, Eduardo III. Ahora nadie sabe qué ha sido de él. Está encerrado, lejos, en algún castillo, pero a la gente del pueblo no le importa.

—Mala cosa, la muerte, Majestad. ¿Estáis dispuesta a pagar el precio?

La magia nunca llega sin llevarse algo a cambio. Menos en manos muggles. Merope lo sabe, pues no en vano una de las pociones que borbotean está destinada al guapo hijo del Conde del pueblo. Tom Riddle. Está dispuesta a todo con tal de que sea suyo, pagará el precio para obtener su amor.

Pero primero la Reina, que tiene monedas de oro y puede ayudarle a cumplir su sueño.

—Lo que sea necesario.

Merope asiente; examina a la reina: parece muy segura del trato que está haciendo. Extiende la mano.

Sobre ella, la Reina deposita varias monedas de oro.

—No olvidéis nunca el favor que os estoy haciendo, Isabella —le recuerda—. Quizá algún día necesite yo de vuestra ayuda. —Deja las monedas sobre la única mesa, llena de frascos con diversas yerbas—. Tendré un veneno listo para vos dentro de tres días.


Palabras: 500.

1) Un minuto de silencio por la creencia de Miss Lefroy sobre que Merope era una squib.

2) Las notas son largas. Isabella o Isabel de Francia fue la única hija mujer de Felipe IV el Hermoso, rey de Francia y Juana I de Navarra. También fue la única que pasó de los 33 años de edad, debo decir, puesto que sus tres hermanos se murieron. La casaron muy joven con Eduardo II de Inglaterra. Fue muy alabada por su belleza, «la bella entre las bellas», dijo Geoffrey de París. ¿El problema? Su marido no estaba interesado en ella. De hecho, en ninguna mujer. Era muy y mucho gay. Tuvo muchos favoritos. Pero a pesar de eso cumplió el deber marital y engendró hijos con ella (cuatro, para ser exactos, aunque se hizo del rogar).

3) Tal parece que Isabella estaba muy resentida con su marido o sólo quería huir de él. Aprovechó la oportunidad pasados varios años de su matrimonio, cuando fue a visitar a su hermano Carlos IV de Francia (tercero de sus hermanos en llegar al trono, antes de él fueron Luis X y Felipe V, al que le debemos la ley sálica de Francia en la que TODAS las mujeres quedaban excluidas del trono) y allí se topó con Mortimer, que había escapado de la torre de Londres, se hizo su amante, planeó la insurrección y bah, pasaron cosas, el caso es que le quitaron la corona a Eduardo II y más o menos por esos tiempos está ambientada la historia. Ella fue regente de su hijo, al que igual conocen porque empezó la Guerra de los Cien Años.

4) Isabella, She-Wolf of France (o Isabel, la Loba de Francia), Reina de Inglaterra es mi personaje favorito en la serie de libros de Los Reyes Malditos de Maurice Druon. Adoro esos libros.

5) Usualmente uso el tú/usted incluso cuando escribo cosas medievalistas, pero aquí por cosas de tono consideré el vos formal, aunque Miss Lefroy sufrió con mis errores.


Andrea Poulain