Este fic participa en el minirreto de mayo para La Copa de la Casa 20/21 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black

Personajes: Ignotus Peverell ft. Muerte

Cambio: Ignotus pide la varita de sauco y Antioch la capa de invisibilidad.

Beteado por Miss Lefroy Hrafna


El señor de la muerte

You might wake up and notice you're someone you're not
If you look in the mirror and don't like what you see
You can find out, first hand, what it's like to be me
So gather 'round, piggies, and kiss this goodbye
I'd encourage your smiles, I'll expect you won't cry

The End., My Chemical Romance


Antioch fue un cabo suelto fácil de arreglar, incapaz de mantener sus grandes hazañas en secreto.

Ignotus usó la varita para quitarle la capa y, con ella, esconderse de la muerte. Teniendo la varita de sauco, más poderosa que ninguna otra, lo mejor era la cautela, pensó entonces. Ahora que se le acaba la vida, aquel cuidado importa más bien poco.

Cadmus fue más difícil. Atacarlo por la espalda parecía deshonesto —siempre fue su hermano favorito—; lo dejó marchar, pensando que obtendría para sí la piedra a su debido tiempo. No tardó demasiado en ir en busca de su prometida muerta e Ignotus robó la piedra antes de que La Muerte llegara por su alma.

Desde ese día, Ignotus Peverell fue el amo y señor de la muerte. Nadie podría derrotarlo mientras viviera.

Pero La Muerte está esperando. Lenta, pero inexorablemente, llegará el día en que el tiempo la acercará a él y ella reclamará sus tesoros y su alma, y él ya no será su amo. Había una canción vieja que su esposa cantaba para arrullar al niño cuando dormía. No era una canción de cuna.

«Vendrá la muerte y tendrá tus ojos…»

Cuando le preguntó dónde la había escuchado, su mujer se encogió de hombros. «Por ahí».

Y así supo Ignotus que aquellas palabras eran una advertencia.

El tiempo no se detiene y un día Ella llegará hasta su puerta y, fingiendo ser una vieja amiga, le tenderá la mano para que se una al resto de las almas que lleva cargadas bajo su capa.

Antes de eso tiene que asegurarse de poner sus tesoros a buen recaudo.

—¿Padre?

—Ah, eres tú —musitó él, desde la silla pegada al alféizar de la ventana.

—Madre ha dicho que querías verme.

—Sí, es importante.

Tiene una pequeña valija sobre las piernas. La abre cuando su hijo se acerca. Allí descansa una capa de una tela que le permite hacerse invisible, una pequeña piedra y la varita que Ignotus ha usado hasta ese momento.

—Hace mucho tiempo, la Muerte nos hizo tres regalos a los Peverell —le dice—: la varita de sauco, más poderosa que cualquier otra; la piedra de la resurrección, capaz de traer a los muertos a nuestros ojos, y su propia capa de invisibilidad. Ahora que siento que se acerca mi hora, quiero que los tengas tú.

Su hijo lo mira y en sus ojos hay el espectro de unas lágrimas que no se atreverá a derramar hasta después de su muerte. Ignotus pone la valija en sus manos, convencido de que será el próximo amo de la muerte. Y luego el hijo de su hijo; así, por los siglos de los siglos.

La Muerte lo saca de su error más tarde, al llegar.

—No ganó la varita, no podrá controlarla —dice al tenderle la mano—. Gastará su vida intentando hacerse con su poder, hasta que yo lo reclame. Y luego su hijo. Toda tu descendencia, Ignotus Peverell, perecerá en busca del poder para dominarme.


Palabras: 500.

1) La Muerte con mayúsculas es algo deliberado y estilístico como nombre propio.

2) Pueden imaginarse el futuro de esto como quizá dark Harry Potter o Harry Potter rompiendo el ciclo con La Muerte, quien sabe. Invéntense un futuro si quieren.


Andrea Poulain