Azul Eléctrico
Depresión
*tw: Cuando escribía estos capítulos hace cinco años yo estaba cronicamente deprimida, así que estos caps contienen mucha descripción de tristeza e incluso un intento de suicidio (no tan explícito) por loí que si alguien le afectan estos temas quizá seria mejor que no los leyeran, solo asuman que Naruko estaba sufriendo mucho y salten al capitulo Jiraiya
Ese fue el inicio, el tiempo pasó con rapidez, primero eran los días, después las semanas en las que pasaba más tiempo dormida que despierta. Ya había salido del hospital pero pasaba todo el tiempo en casa. Me perdí tanto que me costaba recordar que día de la semana era y únicamente sabía que era de día o de noche al mirar por la ventana para comprobarlo. Mis amigos venían a visitarme seguido las primeras semanas hasta que comprendieron que preferiría estar sola, venían igualmente pero cada vez con menos frecuencia. Cada semana llegaba el día que tenía que salir de casa para ir al hospital ya cuando Tsunade me evaluó para darme de alta ordenó que tomará antidepresivos dos veces al día. Me daba los suficientes para una semana y cuando se agotaban me veía obligada a ir al hospital por un frasco nuevo.
Me desperté sin saber qué hora era como era usual. Me levante de la cama y vi que Naruto ya no estaba, por lo que probablemente ya había pasado el medio día. Limpié la habitación, después todo el apartamento, me agradaba hacerlo porque en esos momentos lograba tener la mente en blanco. Saque una playera negra de Naruto, un short del mismo color y me metí a la bañera. Me desvestí y me bañe con deliberada lentitud, lave mi cabello hasta las puntas y una vez que termine de bañarme lo cepille por veinte minutos.
Hacía mucho que no me peinaba en una coleta alta así que decidí ir al espejo del baño para peinarme. Me detuve cuando me mire en el espejo, no parecía yo misma. Mi cabello había crecido un poco más pero ahora el rubio remarcaba más lo clara que se había vuelto mi piel, jamás se había puesto tan blanca, supongo que por la nula exposición al sol que tenía recientemente. Pase los dedos por las tres marcas a cada lado de mis mejillas para explorar las nuevas facciones que tenía. Era imposible decir que no me veía más delgada, demasiado delgada. Normalmente me salteaba una o dos comidas al día, Naruto de vez en cuando me compraba Ichiraku pero como yo solía cocinar antes de que Naruto volviera, simplemente cocinaba solo para él y le decía que había tenido tanta hambre que no había podido esperarlo así que me había servido una ración antes de que él llegara y por lo tanto ya no tenía hambre. Normalmente me creía pero de vez en cuando se encaprichaba a que me sirviese de nuevo y comiera con el.
Desilusionada con mi propia visión en el espejo, trace despacio con los dedos las delgadas líneas que marcaban mis pómulos y deje el cepillo ahí, ya no tenía ganas de peinarme. Camine despacio hasta mi habitación y justo cuando me deje caer pesadamente sobre la cama tocaron la puerta estruendosamente. Suspiré, solo mis amigos tocaban la puerta así.
Me puse de pie de nuevo y camine hasta llegar a la entrada, abrí la puerta despacio y del otro lado estaban Sakura, Ino, Tenten y Hinata.
—Venimos a visitarte.— dijo Hinata tímidamente, con una caja en las manos
De verdad deseaba decirles que no estaba de humor, que me dejaran en paz pero tuve que tragarme mis palabras, no podía dejarlas simplemente ahí en la puerta.
Di un paso para atrás y abrí completamente la puerta, entraron con cautela y se sentaron en la sala, cerré la puerta y me senté en el sillón individual.
—Maldita sea Naruko.— se quejó Ino —Parece que hubieras muerto.— dijo mirándome
—Te ves algo delgada Naruko.— dijo Hinata con sus ojos perla
—Parece que tienes sueño, quizá no deberíamos haber venido.— dijo Tenten
—Es por la medicina.— explique —Me causa mucho sueño.— dije tranquilizándolas
Hinata abrió la caja y la colocó en la mesita entre los sillones, dentro había un montón de pastelillos que había preparado Hyuuga.
—Los he preparado para ti.— me dijo con una cálida sonrisa
—Gracias Hinata.— dije tomando uno de los pastelitos
Todas comimos un par de pastelillos cuando de pronto nos quedamos en silencio mientras Ino miraba acusadora a Tenten.
—¡Qué!— preguntó Tenten
—Ya sabes que.— respondió Ino mirándola burlonamente
—Explícate Yamanaka.— se quejó Tenten cruzándose de brazos
—¿Qué ha pasado con Lee?— preguntó traviesa
—Ino-puerca, siempre tan metíche.— se quejó Sakura
—¿Yo? Pero si has sido tú quien me pidió que le preguntara.— se quejó Ino
Sakura cambió completamente de color hasta ponerse roja como un tomate y todas rieron.
—E-ese no es el tema.— repuso Sakura —Nos vas a decir ¿o no?— gritó Sakura apuntando a Tenten
—Ya, que va.— se resignó Tenten —¿Qué es lo que quieren saber?— preguntó mirándonos
—¿Qué tanto se han besado?— preguntó Ino
—Lo normal.— contestó Tenten
—Sabes a qué me refiero.— se quejó Ino —¿Cómo se han besado?— preguntó picara levantando una una ceja
—Pues, pues.— titubeo Tenten —Nos hemos besado con lengua mientras nos abrazábamos.— confesó Tenten hablando increíblemente rápido y cerrando los ojos mientras lo hacía.
Nos quedamos en silencio, me parecía perfectamente normal pero Sakura, Ino y Hinata, sobre todo Hinata, estaban completamente sonrojadas.
—Tenten, yo tengo una pregunta.— dijo Hinata nerviosamente
—¿Cuál?— preguntó Tenten curiosa
—¿Cómo puedes gustarle a un chico?— preguntó mirando al suelo completamente roja.
—Pues, depende del chico.— explicó Tenten —Lee dice que se enamoro de mis ojos marrones.—explicó sonriendo
—Por ejemplo.— intento explicar Sakura —Ino y yo creíamos que a Sasuke le gustaban las chicas con cabello largo.— dijo Sakura
La sola mención de su nombre me hacía sentir como si me atravesará una flecha, quería que Sakura se callara pero tenía que mantener la compostura y en ese momento Hinata me miró como si supiera lo que estaba sintiendo, me miró como pidiéndome perdón por las molestias que me causaba Sakura y no tuve más opción que quedarme callada en mi asiento, Hinata era ridículamente amable y sus ojos blancos habían visto a través de mi.
—Por supuesto que a Sasuke le gusta el cabello largo.— repuso Ino —Porque crees que he sufrido tanto con este cabello tan corto.— se quejó Ino
—Naruko no lo sabe.— interrumpió Tenten y luego se giró para mirarme —Sakura e Ino tenían el cabello largo hasta que en los exámenes chuunin tuvieron que cortárselo ellas mismas en combate.— explicó Tenten
—Pero fue algo bueno.— dijo Sakura
—¿Qué le ves tú de bueno? Frente de marquesina.— se quejó Ino tocándose el cabello
—Bueno, pues a pesar de lo que creíamos, estoy completamente segura de que no dejaba de mirarme desde que lo corte.— presumió Sakura
—¿Es decir que le gusta el cabello corto?— preguntó Ino asombrada
—Así es.— dijo Sakura enredándose los dedos entre el cabello
Qué interesante, al parecer a Sasuke no le gustaban las chicas de cabello largo.
—Naruko-san.— me llamo Tenten sacándome de mis pensamientos
—Ah, dime.— dije mirando a Tenten
—Pareciera como que tienes algo que decir.— dijo Tenten curiosa
—No es nada en realidad.— dije con una media sonrisa —Es solo que el dato me tomo por sorpresa.— explique, si a Sasuke le gustaba el cabello corto entonces jamás haría un solo corte.
—¿Cómo le gustara el cabello a Naruto?— preguntó Hinata confundida
—Largo.— conteste y todas me miraron —Le gusta el cabello largo.— repeti
Hinata se llevó las manos a la cara con preocupación
—¿Qué sucede Hinata?— preguntó Uno
—He tenido el cabello corto desde que conocí a Naruto.— decía preocupada
—No te preocupes por eso Hinata.— dije consolándola —Puedes dejar que te crezca el cabello, además, Naruto no es superficial, apuesto lo que quieras a que llegara el día en el que se de cuenta de lo hermosa y amable que eres.— dije y Hinata se lanzó rápidamente a mis brazos.
—Eres tan amable Naruko-san.— dijo abrazándome
Todas las chicas rieron ante la felicidad de Hinata. Pensándolo bien, me gustaría que Hinata se convirtiera en mi cuñada.
—Creo que Naruko está equivocada.— dijo Sakura cruzándose de brazos
—¿Qué quieres decir frente de marquesina?— preguntó Ino levantando una ceja
—Bueno, tengo el cabello corto y le sigo gustando a Naruto.— dijo Sakura arrogante
Hinata cambió completamente de expresión mientras volvía a su asiento.
—A Naruto solo le gustas, pero como dijo Naruko, algún día se dará cuenta del amor de Hinata.—dijo Tenten molesta
—Puede ser.— dijo Sakura con una sonrisa fastidiosa —Pero quizá nunca deje de quererme.— siguió la pelirrosa
Hinata cada vez se veía más decaída y se había creado una tensión en el ambiente casi palpable. Sakura seguía pregonando que Sasuke y Naruto se morían por ella, Hinata se veía más triste con cada palabra que salía de la boca de la pelirrosa, Tenten estaba notablemente furiosa y contradecía a Sakura, Ino miraba a Sakura con intención de que se callara ya, apenada por su amiga, pero Sakura la ignoraba deliberadamente. Yo estaba cada vez más furiosa en mi asiento apretando los puños, Sakura seguía diciendo estupideces y Hinata estaba al borde del llanto.
—¡Deja ya de decir cuánto te quiere Naruto!— le gritó Tenten pero Sakura pareció tomarlo como una broma
—Hai, Hai.— dijo divertida —Bueno, ¿recuerdan cuando Rock lee estaba enamorado de mi en los exámenes chuunin? Peleo por mi varias veces y me decía lo bonita que era a cada rato, era tan pesado.— decía sonriendo y mirando retadora a Tenten, quien solo la miraba enojada
Si antes la tensión estaba palpable, ahora la podrías cortar con un cuchillo.
—Odio que se enamoren de mí los tontos como Naruto-Baka y Lee, cuando en realidad me gusta Sasuke-kun, y yo fui a la última persona a quien fue a ver, como si solo deseara despedirse de mí.— dijo y me miró con maldad
Ya estaba harta de la estupida Haruno, haberle dicho Baka a Naruto y a Lee, decir lo enamorado que estaba Sasuke de ella fue la gota que derramó el vaso. Sentía como la furia crecía sin control, estaba tan enojada en cuestión de momentos pero Sasuke era una fibra sensible en mí, Tenten estaba tan furiosa como yo, Ino estaba intentando desesperadamente que Sakura se callara de una buena vez y Hinata estaba casi llorando en su lugar.
—¡Si no cierras la maldita boca te juro que te mato!— grite desde mi asiento mirándola con odio
Sakura me miró completamente aterrorizada. Tomó su bolsa y se fue de la casa rápidamente. Nos quedamos en silencio cuando me di cuenta de que este odio era demasiado fuerte para lo que había hecho Sakura. Me puse de pie rápido y camine intentando tranquilizarme hasta llegar al baño, abrí la puerta sin cuidado y avance hasta mirarme en el espejo. Era justo como lo temia: mis ojos estaban completamente rojos, ya no había una sola pizca de azul en ellos. Mi autocontrol se acababa rápidamente. Tenía miedo de perder el control tan cerca de mis amigas pero ese miedo me hacía recordar la vez en la que Sasuke me había dejado, el miedo que había sentido ese día parecía regresar y a su vez era consumido por el odio tan rápido como un bosque en llamas era consumido por un creciente fuego, uno que quizás no sería capaz de detener.
—Deberían irse también, ya es tarde.— grite desde el baño
—¿Estás segura Naruko?— preguntó Tenten
—Si, váyanse ya.— dije ahora más desesperada
Escuche como se iban y finalmente me atreví a mirarme en el espejo de nuevo, me veía igual de salvaje que antes. Intenté respirar más profundo pero solo conseguí respirar agitadamente. Estaba asustada. Cerré los ojos pero únicamente venían recuerdos de la noche en la que Sasuke me había dicho que jamas iba a dejarme, porque esa era la mentira que más me enfurecía, las palabras que inevitablemente despertaban un mar de odio en mi.
Cada vez estaba peor pero no sabía qué hacer, se me ocurrió salír del apartamento para buscar a Tenzo quien al parecer había contenido al zorro la vez anterior llegaría demasiado tarde pero ni siquiera sabía como era su rostro, no podría reconocer aunque lo viera, ademas yo ya estaba fuera de control y de intentarlo lo más probable es que perdiera el control en medio de la aldea.
Estaba temblando en una horrible combinación de odio y miedo. Me senté justo donde estaba, todo era culpa de la estupida Sakura, si no hubiera sido tan fastidiosa y ofensiva no hubiese perdido el control, pero tenía que hablar de Sasuke, parecía que la cabeza de chicle no tenía ninguna otra idea que no fuera Sasuke, pero si algo era cierto era que ella era la última persona a quien Sasuke había ido a ver. Eso me enfurecía más, me había mentido y por si fuera poco me había hecho a un lado justo después de romper la promesa más importante que alguien me hubiera hecho jamás.
Quería romper algo, quería correr de dónde estaba, correr tan lejos como pudiera hacerlo; como si pudiera dejar todo atrás como la vez anterior. Dolería de nuevo pero al menos podría olvidarme de todo, sería sencillo dejarme llevar, dejar de pensar. Estaba temblando más a cada segundo y mi respiración agitada ahora se escuchaba por todo el baño. Intenté tranquilizarme, intente pensar en otra cosa pero cuando lograba armar un pensamiento tranquilo simplemente era consumido por un recuerdo doloroso o una idea de odio. Ya no encontraba manera de detenerme a mí misma. Era justo como Sasuke había dicho, yo no era más que una simple bestia esperando a destruir, a aniquilar todo a su paso. Iba a matarlos a todos si no me detenían y aunque lo hicieran, una vez transformada sin duda acabaría con la vida de muchos civiles. Tenía tanto miedo, tanto odio y tanto dolor pero la respuesta estaba justo frente a mis ojos rojos: Naruto había dejado su equipo Ninja en el baño después de llegar de entrenar y meterse a la bañera sin más. Justo frente a mí estaba un resplandeciente Kunai. Un afilado pedazo de metal que simbolizaba una manera de salir de todo esto, un final en el que solamente la bestia habría de morir.
