Una Invitación para Visitar Edimburgo
Severus cumplió la promesa que le había hecho a Dumbledore y no fue a clase al día siguiente. Había sido capaz de relajarse dentro del laboratorio todo el día, y lo había disfrutado tanto, que decidió tomarse libre también el día siguiente a pesar de que ya se sentía mucho mejor.
Otra razón por la que se tomó el día libre fue que se suponía que los introducirían a los boggarts, que era lo último a lo que quería enfrentarse ahora mismo, y estar enfermo parecía una buena excusa para evitar el problema.
El calamar gigante había venido de nuevo a decir hola. Lily había hecho una base perfecta para la poción de acónito. Él había logrado ponerse al día con todos los deberes que le habían quedado y elaboró un nuevo suministro completo para que Lily lo vendiera. No tener que socializar durante dos días había sido una distracción bienvenida.
Su mente divagaba de vez en cuando. Principalmente anticipaba la respuesta de Damocles. Haber creado una poción revolucionaria era una cosa, pero llevarla al mercado era otra.
Otra cosa que mantenía su mente ocupaba era Evan. Evan parecía estar volviéndose más distante con todos cada día. Vagando distraído por el colegio. Ocultándose en rincones oscuros. Lily también había estado vigilándolo, pero no pudo encontrar nada fuera de lo ordinario, aparte de que su estado depresivo empeoraba.
Parecía que habían pasado años desde que Severus pudiera simplemente tumbarse en la cama y leer un buen libro. Lily había dejado los libros que le habían regalado sus padres por su cumpleaños en el laboratorio para que Severus los leyera. Las horas pasaban mientras Severus pasaba página tras página, hasta que entró Lily, haciendo flotar dos platos ante ella con su varita.
'Traje la cena para nosotros,' dijo Lily cuando entró al laboratorio.
'¿Otra vez?' preguntó Severus cuando levantó la mirada de su libro, captando el aroma de boniatos.
'No te acostumbres,' dijo Lily cuando puso los platos sobre el escritorio.
Severus dejó el libro a un lado y se unió a ella.
'Se te ve mucho mejor, Sev.'
'También me siento mucho mejor,' confirmó él. 'No hacer nada durante dos días me ha sentado mejor de lo que esperaba.'
Lily frunció los labios. 'No veo cómo puedes llamarle no hacer nada a hacer todos los deberes, Sev. Pero bueno, siempre has sido un poco ratón de biblioteca.'
'No veo vergonzoso obtener logros académicos,' dijo él con una pizca de orgullo. 'Me gusta estudiar. Me siento a gusto.'
'Cuidado, Sev,' bromeó Lily. 'Tu Ravenclaw interior está asomando.'
Lily conjuró un frasco de jugo de calabaza y dos tazas de la nada y les sirvió una taza. 'Honestamente, no me sorprendería que obtengas Extraordinario en todas tus asignaturas.'
'Yo tampoco,' dijo Severus con confianza. 'Pero, ¿qué bien hace tener Extraordinario en todas las asignaturas cuando hay una guerra ahí afuera que no se puede ganar con buenas notas?'
Lily dejó su taza y le echó una buena mirada a Severus. '¿Qué te ocurrió el verano pasado, Sev? Perdona por seguir preguntándotelo, pero el año pasado yo, y todos los demás para el caso, te recordamos como el sobresaliente de Slytherin, y ahora es como si hicieras cualquier cosa y aun así obtuvieras buenas notas.'
'¿Qué puedo decir?' dijo Severus encogiéndose de hombros. 'Simplemente me resulta fácil.'
Lily soltó un gemido de frustración. 'Desearía poder tener tu cerebro por un día,' dijo. 'Eso haría el paso por el colegio mucho más fácil.'
'Te prestaría mi cerebro con gusto,' dijo Severus después de tragar una patata, 'si con eso también estás dispuesta a llevarte mi lote de mierda de preocupaciones, frustraciones y ansiedades.'
Lily pareció considerarlo por un momento, pero luego sacudió la cabeza, 'Nah, pasaré.'
'Bien,' dijo Severus, 'porque mi mente es un tren descarrilado.'
'¿Casi has terminado de comer?'
'Sí,' confirmó Severus mientras pinchaba una judía verde, '¿por qué?'
'Porque tengo algo para ti.'
Severus dejó su tenedor y miró a Lily atentamente. '¿Qué es?' preguntó con curiosidad.
'Primero come,' declaró Lily, 'y luego te lo daré.'
Severus devoró el resto de sus judías verdes. 'Sea lo que sea,' dijo cuando apartó su plato, 'espero que sea bueno.'
'Yo también lo espero,' dijo Lily. Metió la mano en el bolsillo y sacó una carta, dirigida a Severus de Damocles.
'¡La has tenido en el bolsillo todo este tiempo!' dijo él incrédulo cuando le cogió la carta. '¿Por qué no me la diste enseguida?'
'Porque sé que si lo hacía, olvidarías comer,' dijo Lily estricta.
'Lily, no tienes que cuidarme así,' respondió Severus irritado.
'Les prometí a mamá y papá que lo haría,' dijo ella con una pizca de autoridad. 'Y tengo la intención de cumplir esa promesa.'
Severus gruñó algo indistinguible en respuesta.
'¿Vas a quedarte aquí sentado y quejarte,' dijo ella con los brazos cruzados, 'o vas a abrir la carta y leerla?'
Con un ceño en el rostro, Severus rompió el sello y desenrolló el pergamino.
'Ven a leerla conmigo,' dijo él rígidamente.
Lily se puso en pie, le puso las manos en los hombros y leyó con él.
'Sev, esto es estupendo,' susurró ella.
Mientras tanto, Severus asentía en acuerdo. 'Su poción también funcionó, aparte del hecho que quienquiera que la probó no podía hablar.'
'Y quiere reunirse contigo en Edimburgo este fin de semana,' señaló Lily. 'Ya se lo notificó a Dumbledore y todo.'
'Y quiere que lleve a Remus conmigo si es posible,' añadió Severus. 'Deberíamos ir a buscarlo ahora mismo.'
Juntos subieron los muchos pisos de escaleras hasta la sala común de Gryffindor. La dama gorda abrió el retrato después de que Lily le diera la contraseña, y se arrastró a través del hueco del retrato.
'Iré por Remus en un periquete,' dijo Lily. 'Podríamos ir con Dumbledore justo después.'
Después de un minuto o así, Lily regresó arrastrándose a través del hueco del retrato, seguida por Remus.
'Oí que tuviste respuesta del señor Belby,' dijo Remus. '¿Alguna buena noticia?'
'Lo averiguarás cuando visitemos a Dumbledore,' dijo Severus. 'Ven con nosotros, Lily. Estoy seguro de que a Dumbledore no le importará.'
Se detuvieron ante la gárgola al otro lado del séptimo piso. Severus dio la contraseña, haciendo que la gárgola se apartara a un lado y revelara la escalera de caracol.
Lily estaba mirándola maravillada. 'En realidad nunca había estado aquí arriba antes.'
'Puedo prometerte que Dumbledore no muerde,' dijo Severus. 'Aunque Fawkes podría, si no le gustas.'
Severus dejó que Lily encabezara la marcha escaleras arriba y llamara con la aldaba de latón a la puerta.
'¡Entren!' dijo una alegre voz desde el otro lado. Dumbledore estaba sentado a su escritorio, leyendo lo que parecía un libro Muggle mientras tomaba té.
'Hemos venido con algunas buenas noticias, director,' dijo Lily jovialmente.
Dumbledore empleó una pluma como punto de lectura y dejó su libro a un lado. 'Siempre es buen momento para oír buenas noticias.'
Severus se acercó a Dumbledore y le entregó la carta que le había enviado Damocles.
'Ah, sí,' dijo Dumbledore, 'también recibí una carta suya. ¿Estaríais dispuestos tú y el señor Lupin aquí presente a ir a Edimburgo este fin de semana?'
Remus levantó la vista sorprendido. '¿Ir a Edimburgo? ¿Por la poción que hiciste, Severus?'
'Sí,' confirmó Severus con un asentimiento, y comenzó a acariciar a Fawkes distraídamente. 'Podemos reunirnos allí con el señor Belby y discutir lo que tengamos que discutir.'
Remus tenía una amplia sonrisa en el rostro. 'Me encantaría,' dijo alegremente. 'Aunque primero tendría que avisar a mis padres.'
'Permítame hacerme cargo de eso por usted,' dijo Dumbledore. 'El señor Belby estará preparado para recogerlos en la estación de tren en Edimburgo el próximo sábado.'
'¿Supongo que cogeremos el tren desde Hogsmeade, señor?' preguntó Remus.
'El primer tren que sale por la mañana,' dijo Dumbledore. 'Por lo que vale, puedo asumir que ambos son lo bastante maduros para tomar las decisiones importantes con respecto a esta poción por sí mismos.'
Tanto Severus como Remus asintieron en acuerdo.
'Entonces les deseo a todos muy buenas noches,' dijo Dumbledore a modo de conclusión.
Severus le dio a Fawkes una última caricia en la cabeza y siguió a Lily y Remus fuera del despacho.
'Admito,' dijo Lily, 'que desearía haber podido apuntarme. Pasar un fin de semana en Edimburgo suena muy divertido.'
'Entonces, ¿por qué no lo haces?' dijo Severus con una amplia sonrisa. 'Simplemente roba la capa de invisibilidad de Potter y pégate a nosotros.'
'Por mucho que admire este repentino espíritu aventurero tuyo, Sev,' dijo Lily con una pizca de orgullo, 'si me marcho todo el fin de semana y me echan de menos, todo este castillo se volverá loco por el hecho de que una nacida de Muggles haya desaparecido.'
'Tiene más sentido común que tú, Severus,' dijo Remus riendo entre dientes.
'Habría estado bien si hubieras podido,' dijo Severus en un intento de salvarse.
'Creo que está bien que pases tiempo con personas que no soy yo,' dijo Lily. 'Te hará bien.'
Se detuvieron frente al retrato de Gryffindor. 'Lo que me recuerda,' añadió Lily, 'que voy a pasar tiempo con las chicas esta noche, así que te veré mañana en el desayuno.' Lily estrechó suavemente a Severus en la mano y abrió el retrato. 'Buenas noches, Sev,' dijo, y desapareció detrás del retrato.
Remus se volvió hacia Severus. 'Una sorpresa muy agradable ir a Edimburgo, podría decir.'
'Estará bien estar lejos del castillo por un rato,' dijo Severus.
'Lo estará,' dijo Remus. Un leve sonrojo de vergüenza cubrió sus mejillas. 'Es sólo, que no tengo mucho dinero y-'
'-No te preocupes por eso,' lo cortó Severus. 'Como puede que sepas, Lily y yo tenemos nuestros pequeños ahorros de vender pociones a los estudiantes. Podemos gastar eso.'
Pareció que Remus quería discutir, pero decidió que no. 'Gracias,' dijo en voz baja. 'Que pases buena noche.'
'Tú también,' respondió Severus con un asentimiento.
Severus se encaminaba a las mazmorras cuando una sombra llamó su atención. '¿Evan?' llamó, tratando de ver lo que estaba moviéndose. '¿Eres tú?'
'Sí.' La voz de Evan sonó fría y distante.
Severus conjuró un hechizo Lumos para iluminar el camino y vio a Evan contra la pared en un nicho de las mazmorras.
Severus lo agarró por el hombro para darle la vuelta, y lo miró directamente a los ojos.
'Evan, ¿sabes dónde estás?' preguntó Severus con claridad.
'En las mazmorras… creo,' respondió Evan con voz hueca.
'¿Cómo llegaste aquí?' preguntó Severus, más brusco esta vez.
'No lo recuerdo,' dijo Evan débilmente, mirando a su alrededor como si estuviera viendo las mazmorras por primera vez.
'Tienes sangre en las manos, Evan,' dijo Severus mientras agarraba el brazo de Evan y lo levantaba frente a su rostro, '¿Cómo ocurrió?'
'Me corté en Herbología,' dijo Evan. 'No es nada.'
'¿Dónde está la habitación que te dio el profesor Slughorn?'
'Allá abajo,' dijo Evan señalando con la cabeza en la dirección general. 'Quizá debería irme a dormir.'
'Entonces te llevaré allí.'
Llevó un rato encontrarla, pero finalmente Evan reconoció la habitación que le había dado Slughorn y la abrió con una llave similar a la que tenía Severus para el laboratorio.
'Ve a dormir, Evan,' dijo Severus autoritariamente. 'Volveré a preguntarte mañana para ver si puedes recordar algo.'
Evan le dirigió un rígido asentimiento y cerró la puerta tras de sí.
Fuera lo que fuera que hiciera que Evan actuara tan perdido, había más implicado que sólo una ruptura.
