Hola mis amados lectores, si no comentas, vota.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 66. No lo vean.

Bakugo Katsuki estaba ahí mirando a ese lindo trasero entrenar. Todavía le gustaba verlo en licra en movimiento. Aunque seguía siendo un espectáculo que no era privado, a pesar de ya no estar la estúpida cara redonda, que era al principio su mayor preocupación aún estaban los extras de mierda jodiendo como moscas alrededor de lo que le pertenecía. Había pasado un mes y sin poder evitarlo, se había vuelto más posesivo. Solo él se podía follar a ese cabrón pecoso, por lo que con una mirada afilada, comenzó a ahuyentar a los espectadores, uno a uno. Incluso llegando al extremo de gruñirles como perro a algunos que no se iban a la primera mirada amenazante o acercándoseles para imponerles con su altura y fisonomía una clara advertencia "No lo vean". Todos le temían, por su reputación aterradora que lo precedía, por lo que alejarlos y mantenerlos a raya se le había hecho relativamente sencillo, eso no quitaba que fuera estresante y tedioso para él. Lo llevó al extremo de que con el tiempo, algunos huían con solo verlo aparecer. Era consciente de que no siempre podía estar cuidando al pecoso pero aun así, diario podía ir aunque fuera un par de minutos a marcar su territorio. Le importaba una mierda que los demás hablaran, de todos modos no sabían la historia completa, así que no podía darle más igual. Porque era obvio que aquel comportamiento resultaba extraño para más de uno. De pasar de solamente verlo junto con los demás, a literal asustar todo aquel que osara con mirarlo pues de forma indecente.

Pese a que las habladurías estaban cada vez más intensas, pues, llegaron a oídos incluso de Kirishima.

─ Katsubro ¿No podemos hablar?

Fue lo que le preguntó su pobre mejor amigo que no hacía más que arriesgar el culo por intentar a ayudar a ambos a llevarse mejor. De hecho, ahora iban de salida porque habían terminado de trabajar, pero últimamente su amigo iba cerca de Midoriya cuando era hora de salir a paseársele semi desnudo como haciéndolo apropósito, lo que sin duda llamaba la atención del pecoso, quien también estaba semi desnudo cambiándose y se dedicaban una mirada llena de algo que a Kirishima le puso los pelos de punta cuando los vio. Fue uno de los pocos en notar ese juego que hacían de obvio y descarado coqueteo. Porque tal vez fuera un tanto lento en notar esas cosas pero, Mina a veces le coqueteaba así a él así que, o era coqueteo o no sabía si era una alguna clase de reto de presumirse entre ellos como claros rivales los logros de su entrenamiento; por eso quería hablarlo.

─ ¿Qué mierda quieres ahora, pelos de mierda?

─ Pues… yo creo que es un tema delicado y no lo considero prudente que lo hablemos aquí en plena calle.

Katsuki se giró a por fin mirarle el rostro a ese estúpido de dientes de tiburón. Se notaba que el tema en cuestión lo iba a estresar pero si lo hablaban en la calle, sería peor.

Chasqueó la lengua, frustrado.

─ Sígueme, antes de que me arrepienta.

YYY

Llegaron al departamento del rubio explosivo. Siendo el auto proclamado mejor amigo del rubio, por supuesto que el pelirrojo ya había ido a ese sitio. Lo conocía bien y en más de una ocasión, había terminado ahí llorando borracho, porque Mina no lo quería. Aunque ahora tocaría un tema minado por el que debería de andarse con cuidado. Se sentó en el sofá de dos plazas.

─ ¿Entonces por fin te dejaras de rodeos y me dirás qué diablos quieres?

─ ¡Tú nunca me das tiempo ni de respirar, Katsubro!

Se quejó Kirishima, pues estaba nervioso y ni tiempo le daba de asimilar que palabras usar.

─ ¡deja de quejarte y solo di que mierda quieres o te sacare a patadas de aquí!

─ ¿Pasó algo entre Midoriya y tú?

El ambiente se tensó tras la pregunta tan directa. Katsuki cerró los ojos.

─No te importa una mierda.

Dijo, apartando la mirada.

─ ¡No lo negaste así que si pasó! Yo no lo veo golpeado, bueno si le note marcas en los vestidores, pero eran sutiles y casi le estaban desapareciendo unas marcas rojizas, pero luego de que lo golpeas… Bueno, aunque ninguno me lo dijera, aparte de los moretones yo lo veía tembloroso y asustado…Ahora te ve con una clara mirada de deseo…cuando te le paseas delante solo en bóxer, se pone a comerte con la mirada. Lo que no solía hacer antes…Lo peor es que tú lo haces apropósito, porque notas que te mira y le sonríes con esa sonrisa ladina tuya que haces cuando te sales con la tuya o estas planeando alguna maldad… También que últimamente le gruñes a todo aquel que se atreva a mirarlo de forma que no te agrade…

─ ¡¿Qué mierda estabas viendo tu fisgón de porquería, en primer lugar?!

Kirishima ignoró el grito, ató los cabos sueltos y se alteró sobre manera.

─ ¡¿Tuvieron sexo?!

El silencio y la expresión del contrario, le dieron a Kirishima la respuesta que necesitaba.

YYY

¿Qué tal si alguien más se enteró de las habladurías? Pues para saberlo, ve el próximo: Capítulo 67. No lo distraigas.