Pasarela
Cuando nos invitaron a participar en una pasarela, muchas cosas vinieron a mi mente. Primero llegó la inevitable pregunta de si esto era algo que otros idols realizan con frecuencia o es una de las excentricidades en las que nos hemos visto envueltos sin una razón aparente. No es extraño ver a alguna celebridad participar en la promoción de alguna marca de ropa o utilizar alguna prenda de diseñador en algún evento. Es algo habitual en el medio y por completo comprensible; sin embargo, no recuerdo la participación como modelos de un grupo de idols en un desfile de modas. Lo normal sería ofrecer un pequeño concierto durante el evento en lugar de participar en la pasarela. Sin embargo, nuestro contrato especificaba. En un principio, me pareció una cosa sencilla comparada con nuestro trabajo habitual. Pronto dejé de pensar tal cosa.
Mis reflexiones me llevaron a reconsiderar el mundo del modelaje profesional. Mirándole desde el exterior y como una persona cuyos conocimientos acerca de este ambiente son escasos, las cosas parecen demasiado fáciles. Solo hace falta ponerse la ropa que te dan, soportar el tiempo que lleve maquillarse (a lo que ya estoy acostumbrada), caminar por un pasillo rodeado de gente y listo. Lo sé, es una visión por demás simplista y, como aprendí en estos días, errónea.
Quienes se dedican al modelaje tienen sus propias preocupaciones y exigencias, mismas que son tan complicadas cómo las mías al ser una idol. Tan solo comprando nuestra dieta me doy cuenta de la gran diferencia que existe entre ambos mundos y, por si fuera poco, a estas personas se les prohíben más alimentos que a mí. Creí tener una dieta estricta hasta hace poco. Al menos yo sí puedo comer una barra de chocolate sin sentir culpa. Las pruebas de vestuario y maquillaje son relativamente parecidas a las que acostumbro, aunque más extensas. En cuanto a desfilar, me topé con una gran sorpresa. No pensé que fuera tan complicado solo caminar en línea recta, pero, al menos en este mundo, tiene más dificultad de lo que podría imaginarse. Recibí indicaciones de cómo dar un paso, la manera en que mis piernas deben moverse al caminar, la posición en que debo pararme... en verdad es mucho más complicado de lo que pensé.
Sin embargo, en estos días hubo algo que me preocupaba más que la pasarela o nuestra apretada agenda. Gran parte de mi atención se enfocó en Miku y sus numerosos fracasos con Master. Lleva un mes decidida en confesarle nuestra relación, por fin logró reunir todo el valor necesario para lograrlo, pero por más oportunidades que se le han presentado desde que inicio esta incursión en el mundo del modelaje, no lo ha logrado. Siempre le ocurre algo que se interpone entre Master y ella cuando está a punto de hablarle. Al final se propuso a confesarlo esta noche. Si bien, el plan original era hacerlo antes de la pasarela, otra de las frecuentes interrupciones llegó para evitarlo. En cambio, el mismo Master propuso escuchar aquello tan importante en cuanto terminara el evento, sin importar que o quien se interpusiera. El único inconveniente es la actitud de Master; no sé qué le diría Miku, pero nuestro representante ha estado muy nervioso durante todo el evento.
—En serio… ¿Qué le dijiste? —tengo que preguntárselo. Apenas hemos hablado durante toda la pasarela y quiero asegurarme de que las cosas no se compliquen... más de lo que ya se han complicado.
—Solo le dije que debíamos hablar después de esto —me responde con la mirada baja—. De algo que podría afectar al grupo.
—Con razón estaba tan ansioso.
—¡Ya sé que no fue la mejor manera de pedirle un momento a solas! Pero me puse nerviosa y… me estaban esperando para iniciar. ¡Ah! ¿Por qué tiene que ser tan difícil? Solo compliqué las cosas más de lo debido. ¡Soy una tonta! ¡Y cobarde! Todas las oportunidades que he tenido para decírselo a la basura. Siempre me dio miedo, me ponía nerviosa y no logré decirle nada, pero cuando al fin reúno el valor, alguien nos interrumpe. Todo por ser una miedosa.
No Miku, no debes ser tan dura contigo. Estamos revelando algo muy sensible y, aunque nuestros amigos más cercanos lo han tomado de una buena manera, no sabemos cómo lo verá Master. Ambas sabemos que él nos aprecia, incluso estoy segura de que nos brindará su apoyo en todo lo que haga falta, sin embargo… hay muchas cosas en juego. Y para ser sincera, yo también tengo miedo de las consecuencias.
—Eso parece parte de una comedia romántica… o un fanfic —le digo en broma con la intención de romper un poco la tensión.
—Pues el escritor se la debe pasar bomba haciéndome sufrir.
—Miku… no seas tan dura contigo —la abrazo con fuerza. Aún tenemos los vestidos de la pasarela, así que debo tener un poco de cuidado para no manchar nada—. Mira, ya conseguiste el tiempo, ¿no? El mismo te prometió que apenas se libre de esas personas vendrá para acá. No te preocupes.
—De seguro esta noche nos va a tener de fiesta en fiesta —en verdad está frustrada. Todo el tiempo ha mantenido su cabeza baja y su voz pareciera estar a punto de romper en llanto—. Y sabes lo que eso significa.
—Cuidar a Kaito y Meiko, dejar que nos tomen fotografías, charlar con personas interesantes y otras aburridas. Sí, la parte frustrante de esto —me apoyo en su hombro. No me gusta verla así de decaída. Le doy un beso en la mejilla y veo como se inmediato se sonroja—. No digo que ser idol sea malo, lo pasamos genial juntas y hacemos algo que amamos, pero a veces las fiestas son insoportables. Y también las personas en ellas.
—Lo dices por el productor italiano, ¿verdad?
—¡El tipo es como Gakupo! Sigue enviándome correos —le abrazo más fuerte. Unas cuantas arrugas en el vestido no harán mucho daño, ¿cierto?—. Ja, si supiera la verdad.
—La verdad… —oh no, de nuevo su voz suena deprimida—. ¿Por qué es tan difícil decir la verdad? Ni siquiera pude confesarte que me gustas, tú y las demás malvadas me hicieron decirlo. Por eso siempre te he admirado. No le temes a nada y controlas mejor tus emociones.
No puedo evitar reír por el comentario. Tanto tiempo que tenemos de conocernos y ella aun me mira de la misma manera que cuando nos encontramos por primera vez en la escuela. Solo Miku podía ser tan directa con una completa desconocida. ¿Cómo en ese momento no le dio miedo decirme que me admiraba?
—No creas que soy así todo el tiempo. Que tenga un semblante serio no significa que no sea un manojo de nervios por dentro —le digo antes de darle otro beso en la mejilla—. Sabes que también tardé mucho en decirle a Thelma sobre nosotras.
—No estás enojada conmigo, ¿verdad?
—Para nada. Sé que te has esforzado mucho y que es difícil reunir el valor. Claro, desde febrero hasta el mes pasado estuvimos viajando por todo Corea y Japón, los momentos para tratar algo así de serio no se presentaron.
—Esto… tampoco hemos tenido un momento a solas desde entonces —¿y toda esa tristeza? De pronto desapareció y fue sustituida por una sonrisa traviesa acompañada por una voz igual de juguetona.
—Solo aquella vez que le jugamos la broma a los gemelos, cuando quise "exorcizarte".
Sabes muy bien que yo también puedo jugar así, Hatsune. Quería decirle algo más, pero de pronto se levantó de la silla y sin que lo esperase, me dio un beso en los labios. Rápido e inocente. Seguro que tenemos unos minutos antes de la llegada de Master. Le tomo de las manos y ahora soy yo quien la besa. No importa lo que pase después de esta noche, nosotras permaneceremos juntas a pesar de todo, ya sea que tengamos que enfrentarnos a la disquera o al mundo. Por un momento nos detenemos, no hacen falta las palabras para comprender nuestro sentir. Nuestras miradas se cruzan en silencio antes de volver a besarnos. Es un momento cuyo final quiero retrasar cuanto sea posible. ¿Uh? Me parece escuchar algo, ¿un chirrido?
—¡Perdón Miku! Pero el señor Kamui me retuvo y… y… —No puede ser. Esa voz… ¡esa voz! Mis manos se ponen heladas y solo puedo mirar la puerta. Ahí está él, mirándonos.
—Ma-ma-ma ¡Master! —grita Miku al verlo. Y yo… solo puedo quedarme callada. El corazón me golpea en el pecho por última vez antes de sentir un frio intenso en todo el cuerpo. No puede ser. ¡Nos ha atrapado!
Seré sincero. No tenía planeado subir nada hoy, pero viendo que día es (Día de la Visibilidad Lésbica) me decidí a publicar una de las baladas y comenzar así una pequeña saga dentro de este fic. Esta balada ocurre durante el capítulo 15 (Notre secret) de "Mi vida con VOCALOID". En unos días la continuación.
