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YYY
Capítulo 68. Coqueteo descarado
Midoriya Izuku sabía que estaban locos. Todos sospecharían si seguían continuando mandándose esas miradas cargadas de deseo, pero no era como si simplemente pudiera evitarlo. Cuando veía al rubio pasearse delante de él con únicamente su bóxer, o con una toalla envuelta en su cintura mientras le resbalaban un montón de gotas de su reciente ducha, se sentía como un enfermo porque no podía apartar la mirada. Katsuki lo sabía, por lo que le devolvía esa sonrisa satisfecha y maliciosa, esa que le indicaba que en el momento en que quisiera estaba dispuesto a pasar de nuevo un buen rato con él.
Lo que tenía loco a Izuku, porque realmente deseaba fervientemente que aquello pasara. No debería pero estaba demasiado ansioso porque así fuera. Lo que le nublaba el juicio a la hora de dedicarle miradas cargadas de doble significado a Bakugo o peor aún, cuando sabía que lo estaba viendo entrenar y apropósito movía el trasero y sus caderas, para resaltar sus atributos.
Para ambos, pocos habían notado sus coqueteos pero los que los notaron, pues pensaron que se habían quedado locos o algo por el estilo, y lo estaban. Eran dos adictos a uno al otro de manera peligrosa, ahora estaban en medio de un juego estúpido, quien lograra ceder para dar el primer paso para su segundo encuentro sexual, sería el claro perdedor. Ninguno de los dos se lo estaba dejando fácil al otro, pues entre Bakugo paseándosele delante o Izuku moviendo el trasero a propósito para incitarlo, pues todo se estaba volviendo un claro tira y afloja. Izuku quería que Bakugo se dejara de juegos para tomar lo que ambos necesitaban. Izuku ya no sabía qué hacer, entre su insana necesidad de que esas manos se posaran de nuevo sobre él de forma ruda y caliente, al igual que la ansiedad de tenerlo dentro; como su deseo ferviente de superarlo. Hablaba con All Might, sobre sus progresos y escuchaba conscientemente sus consejos. Entrenaba bajo la dirección de Mirio quien era enérgico pero sabía lo que hacía, también los cuidados a su salud recomendados por Chiyo, y se dejaba apoyar por Tsuyu, quien lo ayudaba a seguir rigurosamente su plan de comida, descansos y lo que debería darle para hidratarlo y en los tiempos establecidos por la médico del chico.
Solamente que ese encuentro sexual volvía a su mente para llenarlo de una desesperación enorme porque quería volverlo a hacer. Ambos lo querían, era obvio. Por eso las miradas cargadas de fuego eran lanzadas de ambos lados.
─ Deberías de saber que estamos por lograrlo, ¡¿no es fantástico, Midoriya-kun?!
Entró enérgico Mirio solo para quitar al pecoso de su mente llena de Katsuki, quien de hecho estaba ahí mirándolo, con esa sonrisa ladina que le invitaba a meterse en problemas.
─ ¿eh? Disculpa, Mirio-san ¿Qué es tan importante?
─ ¡Por fin estas a unas cuantas semanas de lograrlo, de por fin tener tu primer encuentro en el ring!
Katsuki se paralizó, pues cualquiera pudo haber escuchado aquello por el tono tan fuerte que utilizó para decirlo, que hizo que más de uno los escuchara.
Por fin, Midoriya dejó de pensar en nada que no fuese en esa tamaña oportunidad, su pecho se infló en orgullo por lo que había logrado.
─ ¡¿De verdad?!
Brincó enérgico hacia donde estaba su entrenador rubio, quien sonrió con esa sonrisa tan encantadora suya.
─ ¡Felicidades, Midoriya-kun!
─ Sigue entrenando duro, para que logres llegar más alto, kero.
El apoyo de ellos le llenaba su corazón de ánimos y de la energía para continuar con su riguroso entrenamiento, ahora si ya sin aquel descarado coqueteo que se estaba haciendo hacía poco con Bakugo, lo que pasó incluso a desaparecer de su mente, centrándolo únicamente en su objetivo.
Cosa que Katsuki definitivamente notó, que le hizo enfurecer ¿Cómo se atrevía ese maldito a cambiar sus pensamientos llenos de él para ahora pensar únicamente en entrenar? Se las iba a cobrar muy caras al mocoso, definitivamente lo haría.
Porque ignorarlo no era precisamente lo que debería de estar haciendo cuando los dos estaban en medio de su juego de miradas favorito. Ya pensaría en una forma muy interesante de enseñarle a no dejarlo a mitad de algo.
YYY
─ Escuche que Midoriya pronto podría sacar una pelea con algún novato para que sea un debut doble.
Comentó Momo a su novio, pues ella ya estaba al tanto de lo que su pareja hizo por el chico que le tenía tan preocupada, quien hasta hacía poco, fue de las desafortunadas en notar ese juego que estaban haciendo de miradas con significado oculto antes de que fueran interrumpidos. Ahora de nuevo estaba preocupada.
YYY
¿Qué pasara? Pues para saberlo, ve el próximo: Capítulo 69. Reapareció el demonio
