El Ferrocarril a Edimburgo
El sol no había salido todavía cuando Severus estaba esperando a Remus en el vestíbulo de entrada.
'¿Te das cuenta de que vamos a salir en público, Remus?' dijo Severus cuando vio bajar a Remus llevando su túnica.
Remus soltó un gemido ahogado cuando bajó la vista a lo que llevaba. 'Lo siento, no pensé en eso.'
'Ahora no importa,' dijo Severus. 'Tengo algo con lo que puedes cambiarte una vez estemos en el tren.'
'Gracias,' dijo Remus tímidamente mientras intentaba frotarse el sueño de los ojos.
'Espero que no te importe que diga esto,' dijo Remus cuando dejaron el castillo tras ellos, 'pero te ves un poco como Sirius cuando no está en el colegio.'
'No estoy seguro de si debería tomarme eso como un cumplido o no,' dijo Severus.
'Son sólo todas las cosas de motorista que llevas,' dijo Remus.
'Me gustan las motocicletas,' dijo Severus. 'En realidad estoy ahorrando para una. Con suerte podré comprar una el próximo verano.'
'Entonces también tienes eso en común con Sirius. Creo que él estaba mirando comprar una Triumph Bonneville o algo así.'
'Tienes que estar bromeando,' gruñó Severus.
Remus no pudo evitar sonreír ampliamente. 'Adivino que estás buscando lo mismo.'
'Sí,' admitió Severus, 'pero ahora ya no estoy seguro.'
A medida que se aproximaban a Hogsmeade, Remus parecía andar con más cautela. 'No hemos estado aquí desde el ataque,' dijo.
'Quizá eso sea bueno,' respondió Severus.
'¿Por qué sería bueno?'
'Porque ahora no tenemos que lidiar con el día de San Valentín,' respondió Severus con una amplia sonrisa.
'Supongo que tienes razón,' dijo Remus. 'Aun así, caminar por el pueblo ahora ya no se siente igual. Como si ya no fuera seguro.'
'Un montón de cosas pronto comenzarán a sentirse de ese modo, Remus,' dijo Severus de manera seria. 'Cuanto más aumente el poder del Señor Tenebroso, más cosas comenzarán a sentirse como si ya no pudieras confiar en ellas.'
Remus miró a Severus con preocupación, pero no continuó explicando. 'Parece que el tren todavía no está aquí,' dijo cuando se aproximaron a la estación de tren.
Se sentaron en un banco, y Severus sacó de la mochila un mapa de Edimburgo que le había prestado Lily.
'Pensaba que el señor Belby iba a recogernos en la estación de tren,' preguntó Remus.
'Sí,' dijo Severus. 'Pero imaginé que podríamos aprovechar la mayor parte del tiempo que nos concedieron explorando un poco más Edimburgo.'
'Me gusta esa idea,' dijo Remus, ahora mirando el mapa con Severus.
'Me han dicho que hay un montón de lugares mágicos aquí en el distrito de Morningside,' dijo Severus mientras señalaba en el mapa. 'Hay una biblioteca allí que creo que tiene una sección oculta, y hay algunas tiendas victorianas que creo que venden suministros de pociones.'
'Yo seguiré lo que digas,' dijo Remus. 'Aunque si tenemos tiempo, también me gustaría ver el castillo.'
'Veremos qué podemos hacer,' dijo Severus mientras volvía a meter el mapa en la mochila.
Con la llegada de los primeros rayos de sol, la máquina de vapor también apareció en la distancia. Abordaron el tren y se sentaron en lados opuestos junto a la ventanilla.
'Me iría bien un poco de café,' dijo Severus mientras sofocaba un bostezo.
'También a mí,' dijo Remus. 'Espero que tengan servicio en este tren.'
'Toma,' dijo Severus mientras sacaba algo de ropa de su mochila. 'Lo traje sólo por si acaso, pero como regresaremos mañana, en realidad no la necesito.'
'Gracias,' dijo Remus mientras cogía la camiseta y vaqueros de Severus. 'Te lo agradezco de verdad.'
'Eres tan flaco como yo, así que deberían irte bien.'
Remus le echó una mirada a la camiseta que Severus le había dado. 'He aquí otra cosa que tú y Sirius tenéis en común.'
'¿Y qué sería?'
'A ambos os gusta Led Zeppelin.'
'Fui a uno de sus conciertos con Lily. Consiguió entradas para mi cumpleaños allá en el invierno del setenta y tres.'
'Creía que la última Navidad fue la primera vez que fuiste a casa.'
'Sí, y no,' dijo Severus. 'Lily me envió una carta diciendo que su padre había conseguido entradas y quería que fuéramos, así que no fui hasta después del día de año nuevo. Así que sí, he estado allí en invierno, sólo que nunca en la misma Navidad.'
'Vale,' dijo Remus. 'Es genial que pudieras ir a uno de sus conciertos. Apuesto a que Sirius estaría celoso si lo supiera.'
'¿Cómo lo ha llevado Black últimamente?' preguntó Severus con curiosidad.
'¿Por qué lo preguntas?' dijo Remus con una ceja alzada.
'Soy más cercano a su hermano pequeño que a él,' dijo Severus. 'Sé que las cosas no van bien en su casa.'
'No estoy seguro de si debería ser yo quien te contara esto,' dijo Remus, 'pero Sirius no quiere ir a casa. Creo que James sigue intentando convencer a sus padres de que Sirius pueda mudarse con ellos.'
'¿Y cómo le está yendo?'
'No muy bien,' dijo Remus. 'No creo que los padres de James confíen tanto en Sirius, siendo un Black y todo eso.'
El tren comenzó a moverse, y Remus aprovechó la oportunidad para cambiarse rápidamente de su túnica a la ropa que Severus le había prestado. 'Es tan extraño,' dijo mientras se miraba, 'volver a llevar ropa Muggle, digo.'
'Sé a qué te refieres,' dijo Severus. 'Yo crecí entre Muggles y hasta el día de hoy no puedo acostumbrarme a llevar ropa Muggle. Remus,' continuó Severus, '¿no hay posibilidad de llevar a Black a tu casa?'
'Créeme, he pensado en ello,' dijo Remus. 'El problema es que mi familia se muda un montón.'
'¿Y eso?'
'Bueno,' dijo Remus con una pizca de vergüenza, 'cada vez que nos mudamos a algún lugar, debido a mi licantropía los vecinos comienzan a sospechar en algún momento, y es mejor para todos que nos marchemos a alguna otra parte.'
'Eso es terrible,' respondió Severus con un tono de voz genuino. 'Pero ahora que tenemos esta poción puede que no tengáis que hacerlo más.'
A Remus se le puso una sonrisa en la cara ante esa idea. 'Es un alivio,' dijo, 'saber que mis padres pueden asentarse por fin.'
'Creo que veo un carrito llegando,' dijo Severus mientras miraba por la ventana de la puerta del compartimento. Severus abrió la puerta y compró dos tazas de café solo para él y Remus.
'Gracias, ¿quieres un pitillo?' preguntó Remus mientras le tendía un paquete a Severus.
'Cogeré uno,' dijo Severus, y lo encendió con un chasquido de los dedos. 'Me recuerda que deberíamos tener cuidado de no usar nuestras varitas ahora que ya no estamos en Hogsmeade.'
'Tienes razón,' dijo Remus. Cogió su cartera de cuero y sacó un libro de aspecto pesado.
'¿Qué estás leyendo?' dijo Severus mientras sacaba la obra de Poe que le había prestado Lily.
'Guerra y Paz' dijo Remus mientras levantaba el libro de Tolstoy para que lo viera Severus. 'Posiblemente el tostón más duro que nunca he intentado leer.'
'No lo he leído desde hace mucho tiempo,' dijo Severus. '¿Qué te parece?'
'¿De verdad has leído esto?' preguntó Remus, sopesando el pesado libro en sus manos. 'Honestamente, todavía no estoy seguro de qué pensar. Es bastante confuso considerando la cantidad de personajes que hay.'
'En realidad lo he leído un par de veces,' dijo Severus. 'Me gusta su postura sobre la resistencia no violenta.'
'Bueno, hasta ahora he disfrutado del personaje de la princesa Elena,' dijo Remus encogiéndose de hombros. 'Pero no puedo decir que comprenda la guerra lo suficiente como para saber por qué algunas cosas se hacen como se hacen.'
Severus tuvo que reírse de eso. 'Hay un montón de personajes femeninos interesantes, pero te recomiendo que lo leas al menos una o dos veces después de terminarlo para comprenderlo todo. Hay mucho que asimilar.'
'En serio, Severus,' dijo Remus, '¿cómo es que no fuiste seleccionado en Ravenclaw?'
'Porque nunca deberías confundir conocimiento con inteligencia,' dijo Severus, ahora abriendo su propio libro.
Las montañas coronadas de nieve de Escocia pasaban mientras se perdían en sus libros, y antes de que se dieran cuenta, Edimburgo ya estaba a la vuelta de la esquina.
. . . . . . . . .
Cuando el tren entró rodando en Edimburgo Waverley, Severus pudo ver a Damocles en pie en el andén, vistiendo el típico púrpura y verde mágico, ya esperándolos.
'¡Me alegro de volver a verte!' dijo Damocles alegremente cuando se estrecharon la mano.
'Yo también me alegro de verte,' dijo Severus. 'Damocles, me gustaría que conocieras a mi uhm… mi amigo, Remus Lupin.'
Mientras Damocles y Remus se presentaban entre sí, Severus echó una buena mirada alrededor de donde estaba parado. Sobre una colina no lejos de donde estaba, se elevaba el castillo de Edimburgo, magníficamente encaramado sobre una colina, pareciendo una versión mucho más pequeña de Hogwarts.
'Es una hermosa vista,' dijo Remus cuando miró en la misma dirección.
'A la una en punto podréis oír el Obús siendo disparado desde la Batería del Monte Mills, que está en la cara norte,' dijo Damocles. 'He vivido aquí desde hace bastantes años, y todavía me pilla por sorpresa en ocasiones.'
'Me gustaría verlo,' dijo Remus, incapaz de apartar los ojos del castillo.
'Si tenemos tiempo os llevaré a ambos allí esta noche,' dijo Damocles, 'pero sugiero que primero vayamos a mi casa y comamos algo.'
'Buena idea,' dijo Severus, sintiendo su estómago gruñir ante la idea de comida.
'Vivo en Morningside,' dijo Damocles mientras se dirigían hacia los autobuses. 'Es la parte más mágica de la ciudad.'
'¿Alguna opción de que podamos visitar la biblioteca de allí?' preguntó Severus.
'No estoy seguro de si tenemos tiempo para eso hoy,' dijo Damocles, 'y también está cerrada los domingos, pero veré qué podemos hacer.'
'¿Qué es exactamente lo que vamos a hacer hoy?' preguntó Remus cuando entraron al bus.
'Bueno, ya que Severus y yo creamos esta poción juntos, hay algunos procedimientos legales que tenemos que discutir,' dijo Damocles. 'Junto a algunas otras cosas, considerando el hecho de que no logramos exactamente los mismos resultados.'
Veinte minutos más tarde, bajaron del bus y caminaron hacia el Parque Abbotsford.
'Aquí es donde vivimos mi esposa y yo,' dijo Damocles mientras señalaba una enorme casa victoriana.
'Es una morada bastante impresionante la que tenéis,' dijo Remus levantando la vista a la antigua casa.
'Gracias,' dijo Damocles con una pizca de orgullo. 'Todavía me considero extremadamente afortunado por vivir aquí.'
Damocles condujo a los dos hombres a través de la puerta, y tras entrar en la casa, Remus no pudo apartar los ojos de los candelabros y pinturas que decoraban los techos y paredes de la casa.
'¡Catriona!' llamó Damocles. '¿Estás en alguna parte?'
'¡Estoy aquí mismo!' la dama llamada Catriona gritó en respuesta. Un momento después apareció desde la cocina con un trapo en la mano. Llevaba corto el cabello pelirrojo, tenía un cuerpo delicado revelando que estaba embarazada, y una amplia sonrisa de bienvenida en el rostro. Si no fuera por las cicatrices que la cubrían del mismo modo que a Remus, se habría parecido un montón a Lily.
'Catriona,' dijo Damocles con entusiasmo, 'éste es Severus Snape, el hombre con quien he estado trabajando, y Remus Lupin, el hombre que, como tú, estuvo dispuesto a ser el sujeto de prueba.'
'Una de las mejores decisiones que he tomado nunca,' dijo Remus mientras le estrechaba la mano a Catriona.
'Por favor, seguidme al comedor,' dijo Catriona con un movimiento de la mano. 'Acabo de servir té para todos.'
El comedor era igual de elegante que el vestíbulo. Té, junto con sándwiches amontonados en un plato, ya estaban preparados para ser servidos.
'Ahora, antes de que comencemos a hablar de cualquier procedimiento legal,' dijo Damocles cuando se sentaron a la mesa, 'me gustaría que tú, Remus, nos hablaras un poco de tu experiencia durante tu transformación.'
'Bueno,' comenzó Remus después de tragar un trozo de tostada, 'recuerdo principalmente marearme mucho cuando comenzó la transformación, y luego, después de un rato hubo un momento de claridad y fui capaz de mirarme como hombre-lobo por primera vez.'
Catriona estaba asintiendo, comprendiendo. 'Eso es exactamente lo que me pasó,' dijo. 'El dolor que llega con la transformación todavía estaba ahí, pero después de un rato decayó y pude verme de verdad como licántropo. Fue bizarro.'
Remus estaba mirando a Catriona con absoluta fascinación. 'Lo siento,' dijo, 'pero tengo que decir que nunca antes he tenido el placer de conocer a otro licántropo de un modo tan casual.'
'Yo tampoco,' respondió Catriona con una sonrisa. 'Ni siquiera puedo comenzar a describir cómo me alegro de conocerte.'
'He aquí una idea,' dijo Severus. '¿Qué tal si tenéis una charla en privado, y Damocles y yo repasamos las cosas que tenemos que discutir?'
Remus y Catriona asintieron accediendo y enseguida volvieron a su animada conversación de cómo ambos acabaron siendo licántropos. Damocles condujo a Severus a una parte separada del comedor y la cerró con paneles deslizantes de cristal.
'¿Tienes idea de lo fuerte que es tu amigo, Severus?' dijo Damocles con seriedad mientras miraba a Remus y su esposa teniendo una intensa conversación.
'Para ser honesto contigo,' dijo Severus, 'durante mucho tiempo pensé que no tenía mucho coraje. No siempre hemos estado de acuerdo.'
'Esto es lo que le ocurre a muchas personas que son mordidas,' dijo Damocles. 'O bien no pueden manejar la realidad de ser licántropos y escogen acabar con su propia vida, o acaban rindiéndose al licántropo en su interior y se vuelven malos.'
'Lo último es por lo que al Señor Tenebroso le encanta reclutarlos,' dijo Severus sombríamente. 'Normalmente son proscritos por la sociedad y se mueven hacia donde son aceptados, al igual que las manadas de lobos reales.'
Damocles estaba asintiendo en acuerdo. 'Lo que es tan especial de Remus y mi esposa es que ambos tienen un deseo muy fuerte de vivir, ya que ninguno de ellos se ha pasado al lado oscuro.'
'A menudo he oído a Remus hablar de que se había hartado de ser licántropo,' dijo Severus, de súbito inquietantemente consciente de que Remus debía haber considerado acabar con su vida más de una vez antes.
Damocles miró a Severus de manera seria. 'Entonces supongo que esta poción ha llegado justo a tiempo para él.'
