El Nuevo Lord Protector:

Capítulo 72: Rin, duerme, niña


3 de mayo de 1504 – calendario Juliano

—Déjala aquí, hijo, y vete. No es ya momento de que estés a su lado.

Una mirada de odio por parte de Sesshomaru se dirigió a Irasúe.

—Sesshomaru, tranquilo. Todo lo que tenga que pasar, pasará, todo lo que me ayudará tu honorable madre ya me lo sé. —le dijo poyando delicadamente la mano en su mejilla, Sesshomaru aún renegaba a dejarla en el suelo. —En serio. Me duele separarme de ti, pero ahora tengo que hacerlo.

—Está bien. —En un suave movimiento la soltó y ayudó a ponerse de pie —Sabes que no me separaré de ti, estaré lo más cerca que pueda todo el tiempo.

—No hace falta, Sesshomaru. —Dijo mirando a Irasúe. Estoy en buenas manos.

Dicho esto, comenzó a caminar en el interior de la estancia, maravillándose de todo. Estaba finamente decorado con paneles lleno de los cálculos que necesitaba la diosa canina, y otros llenos de los patrones de flores preferidos por rin. En el centro, la esperaban las mujeres vestidas de blanco y, en ese espacio, todo estaba cubierto de un futón enorme y almohadones diferentes. Aunque lo que más fascinante era que habían hechizado el techo de la estancia para que a través de él se pudiera ver directamente el cielo. Pero Rin no quería distraerse con lo bello del lugar. Comenzó a caminar decidida hasta donde estaban las mujeres, y sólo se detuvo un momento a mirar atrás. Sesshomaru la miraba estoicamente desde el otro lado del umbral de la puerta, y sólo desapareció de su vista cuando Haru cerró el panel corredizo desde adentro, separándolos definitivamente.

—Ya sabes lo que tienes que hacer, doncella de fuego fatuo.

—Sí, señora —respondió automáticamente, y acto seguido fue a dibujar sellos de protección en la puerta.

Rin miró con curiosidad lo que estaba haciendo su doncella.

—Irasúe-sama, ¿para qué son esos sellos? Creo que aquí en ciudad-palacio protegidos por los demonios de montaña y por Sesshomaru estaremos bien.

—Es precisamente de mi hijo de quienes nos quiero proteger. Eres su humana, gritarás de dolor, te acercarás a la muerte. No necesito su ira de perro guardián aquí, sólo va a estorbar.

A Rin no la dejó tranquila del todo el hecho de que la fueran a separar de Sesshomaru, pero ver a Atsuko y a Fumiko completamente seguras al lado de Irasúe la tranquilizaba. Se acercó a ellas, hasta quedarse al lado de la demoniza mayor. No esperaba verla sin tantos ropajes ricos que solía verla vestir, sino que llevaba un simple hanfu blanco y un hakama lleno de bordados dorados describiendo un texto que Rin no alcanzaba a entender. Mientras se quedaba ahí parada, Atsuko se levantaba para acercarse con otros ropajes en sus manos, hechos de dos piezas.

—Esas ropas que llevas son un tanto imprácticas, si necesitamos que lleves tu vientre al descubierto para hacer o que necesitamos.

Rin asintió en silencio, y se dejó desvestir, algo cohibida, y luego vestir con un traje de dos piezas completamente blanco también. Éste era cruzado arriba y le cubría hasta la cintura. Y luego una falda simple cruzada a la altura de la cadera.

—Ya estás preparada, ahora ven, queda poco tiempo.

Tragó duro, y con algo de ayuda, se sentó en el centro del futón, sorprendiéndose de sentir inmediatamente a Irasúe abrazándola por detrás.

—Esto… ¿Irasúe-sama…?

—Te lo he explicado antes, ponte cómoda, esto va a doler.

Rin se acomodó en el abrazo de ella, mientras su nana y su doncella la ayudaban a estar lo más cómoda posible, bajo la atenta mirada de Fumiko, quien no había dicho ni una sola palabra, ni le había quitado la vista de encima desde que entró en la estancia. Empezó a sentir los dedos de ella tantear su vientre, estaban ligeramente fríos, como las manos de su esposo. Debería estar acostumbrada. Comenzó a temblar.

—Espero que no vayas a echarte atrás.

—N-no… —tartamudeó —tengo miedo, pero quiero hacerlo. Es por mi bebé.

Rin vio a Fumiko asentirle a Irasúe, al tiempo que la notaba dejar de mover las manos.

—Sólo será un momento —Le dijo Atsuko tomándole una de las manos —Muerda esto, mi señora, va a necesitarlo.

Rin aceptó morder aquella tira de cuero envuelta en seda, y sintió el mayor dolor que había sentido en toda su vida. Irasúe había clavado sus garras venenosas en el vientre de ella, hundiendo sus dedos hasta poder sujetar delicadamente con la punta de sus garras el útero en el que se gestaba el cachorro. El dolor fue demasiado, y Rin se desmayó.

6 de mayo de 1504 – Calendario Juliano

Rin pensaba que tendría que sentir dolor, pero realmente no sentía nada de cintura para abajo. Tampoco sentía que se pudiera mover. Se sentía encerrada en su cuerpo, y apenas había comenzado a escuchar el eco lejano de las conversaciones alrededor.

—Fumiko, confírmame que todo va bien, el cachorro aún no puede nacer, sería una tragedia que después de todo este trabajo y tener su vida en vilo naciera en luna nueva.

—No, honorable señora, el cachorro está tranquilo. No da muestras de querer nacer aún.

—Irasúe-sama, la señora Rin sale de cuentas dentro de cinco semanas, aún falta mucho.

—Cinco semanas es demasiado también. Lo mejor sería que naciera dentro de tres, en luna llena.

—¿Y si eso no pasa?

—Su esfuerzo será en vano.

¡No! No puede ser. ¿Acaso no había más posibilidades? Tengo que poder hacer algo más, pero no puedo abrir los ojos, no puedo moverme….

—Honorable señora, Rin-sama parece despertar.

—No puedo permitir que se mueva aún, podría traerle problemas. Supongo que tendré que ajustar la dosis de veneno nuevamente.

¡No! No, no, por favor, Irasúe-sama, quiero hablar con usted…. No… no quiero dormirme aún…

…..

—No aún, pequeña humana, tienes que dormir un poco más.

Rin escuchó la voz calma de Irasúe en su cabeza, y sintiendo una nueva oleada fría de veneno, se volvió a dormir.

10 de mayo de 1504 – calendario juliano

Parecía como siempre haber calma en la estancia de parto. Irasúe como siempre absorta mirando al cielo, Fumiko observando atentamente al cachorro desarrollarse en el vientre de su madre, y Atsuko junto con Haru a la espera de nuevas órdenes. Pero a Atsuko le estaba resultando absolutamente tenso el silencio. Estaba mortalmente preocupara por Rin.

Interrumpió el silencio aclarándose la garganta. Esperaba que al menos la miraran para empezar a hablar, pero no obtuvo respuesta alguna. Las mononokes se hallaban completamente concentradas en lo suyo.

—Emmm… Irasúe-sama, Rin-sama lleva dormida una semana, apenas hemos conseguido que bebiera un poco de agua más la infusión para resistir el veneno. Si sigue sin comer, se va a morir.

Silencio durante unos momentos que le parecieron eternos. Pero si algo había aprendido esos días al lado de la mujer, es que no había que repetir nada. Si no contestaba o ignoraba, era totalmente deliberado y no había manera de evitarlo. Pero esta vez pareció tener suerte.

—Tengo un perfecto control de mi veneno humana, no sólo estoy separando al cachorro de la sangre de su madre o manteniéndola dormida —dijo mientras miraba el cielo —también la estoy manteniendo con vida. Por eso me encuentro en la lamentable situación de estarle pidiendo a la niña Fumiko que se encargue de alimentarme mientras me veo aquí inmovilizada. Apenas queda nada para luna nueva. En cuanto consiga pasar la noche sin luna sin que el niño nazca haré que despierte.

Atsuko la miraba con preocupación. Pero Rin había confiado en esa extraña demoniza su vida y la de su hijo, y tenía que confiar en ella también.

—Entonces, iré a por la fruta fresca de su elección, Honorable Irasúe-sama.

—Eso está mejor.

Atsuko enseguida se levantó a cumplir con su cometido. Seguramente Irasúe, con algo de pereza por seguir hablando, le había hecho ya saber lo que quería. Sólo se oyó el frufrú de la tela al caminar la mujer, abrir y cerrar de puerta, y el inmutable silencio de la estancia había sido recuperado. Pero alguien que no sabía estar en silencio ni dormida, parecía estar comenzando a estar consciente de nuevo.

No entiendo nada… no puedo moverme… y creo que no debería ni moverme ni despertar. Se supone que estoy cómoda… creo. El abrazo de Irasúe-sama es cálido y suave, pero no moverme resulta cada vez más incómodo.

—Estate quieta, y tranquilízate. Dos noches más, tienes que superar dormida tú y el cachorro la luna nueva.

Pero… No entiendo del todo por qué me dice eso. Ni siquiera sé si me escucha todo el tiempo… Quizás debería haber escuchado más atentamente cuando me explicaba qué iba a pasar. Pero no paraba de entender que se habían alineado los planetas para que esto pasara, ¿no? Creía fuertemente en que todo lo que pasaba era por una razón, que todo lo malo de esta vida era una enseñanza hasta llegar a una recompensa. O de eso hablaba el monje Miroku cuando nos hablaba de las enseñanzas de Buda a los niños en el pueblo… Ojalá volver allí.

—Puedes volver allí en sueños. Descansa, niña.

Rin otra vez sintió el frío de Irasúe ajustando su dosis de veneno en su adormecido cuerpo. Y todo volvió a estar en la negrura silenciosa de la inconsciencia.

12 de mayo de 1504 – calendario juliano

Poco quedaba ya para el crepúsculo. Esa misma noche habría luna nueva, la primera luna del mes. Y como antecediendo lo difícil que sería esa noche, la estaba precediendo un atardecer de color sangre. Con la rojiza luz para iluminarlas, al contrario de lo que habían sido los días anteriores, mucha actividad se estaba realizando en la estancia. Fumiko estaba escribiendo una serie de complicados símbolos en el vientre de Rin, tras haber terminado de hacer los del suelo, que formaban un círculo donde el epicentro era el cachorro. Detrás de ella, Haru usaba los símbolos del suelo como guía para convertirlos en un sello hecho de fuego fatuo. Atsuko por su parte, ya había seguido las instrucciones de Irasúe y había hecho todo lo posible para acomodarla lo más posible a ella y Rin, y sólo estaba haciendo el último recado de colocar incienso de ofrenda, aromatizando la estancia.

—Espero que estéis todas preparadas como os he enseñado, niñas. Esta noche será difícil —dijo mientras miraba directamente al sol terminándose de ocultar detrás de las montañas.

—Entiendo que debamos sellar al cachorro para evitar que despierte y quiera nacer en la noche sin luna, ¿pero este sello no es demasiado? —Preguntó Fumiko algo consternada de estar utilizando un sello profano de tres puertas. Después de todo era un sello más utilizado para 'matar' cosas inmortales.

—No voy a subestimar la sangre de mi hijo, ni el veneno del que se ha alimentado los últimos diez días.

—Pero… el epicentro está muy cerca de la ama Rin —Intervino Haru, preocupada también, con un hilo de voz.

—Creo que fui clara anteriormente. Sé lo que hago, cuáles son los riesgos, y no voy a permitir que ese niño quiera nacer híbrido.

El sol ya llevaba más de media hora que se había escondido detrás de las montañas, y la tarde rojiza dio paso a la penumbra. Enseguida, los ojos de las dos demonizas perro comenzaron a brillar en la oscuridad, y rebozaban de tanta energía demoníaca que comenzaba a ser perfectamente visible, incluso para personas sin pizca de capacidades espirituales, como lo era Atsuko, quien estaba cada vez más aterrorizada a pesar de que intentaba mantener el temple.

—Supongo que por su rostro hasta la sirvienta humana se da cuenta de que ha empezado todo, aunque espero que recuerde lo que le he explicado con anterioridad.

Reuniendo fuerzas de donde no sabía que quedaban, Atsuko miró directamente al rostro de la diosa canina, y respondió: —De alguna manera, la luna controla y os protege de vuestro propio poder demoníaco, y aunque sois más poderosos esta noche, también os encontráis más débiles ante las purificaciones, por eso esta noche se puede sellar a un perro demonio además de matarle. Esa es la razón por la que la señorita Haru debe esperar en aquél rincón —dijo, mirando a la susodicha, que esperaba sumisa y pacientemente.

—Y… y p-por eso Inuyasha-sama ha tenido suerte de siendo un h-híbrido haber nacido en luna nueva —Añadió una debilitada, pero definitivamente despierta Rin —Si hubiera nacido cualquier otro día, las noches de Luna nueva se liberaría su poder de demonio y se habría transformado desde muy joven hasta perder la razón.

Después de su intervención, las tres mujeres a su alrededor la miraban pasmadas.

—Yo… lo siento, Irasúe-sama, pero me he despertado antes de lo previsto…

—No quiero alarmar a nadie, pero el cachorro acaba de abrir por primera vez los ojos —dijo aterrada Fumiko, y por lo que podía entender Rin, seguramente no era la mejor noticia que querría escuchar Irasúe esa noche.

—Niña tonta… —empezó a decir.

Pero no le dio tiempo a más. Rin al despertarse se había movido ligeramente, y el sello ya no correspondía con lo que debía sellar. Podía verse en la superficie del vientre que el cachorro había despertado y había comenzado a moverse. Al despertarse, también había pasado gran parte de la capacidad sedativa del veneno, y con gran dolor, Rin abrazó a su vientre tomando a su vez las manos de la mononoke.

Se lo he dicho muchas veces ya, confío en la providencia, podemos hacer mucho y agradezco su ayuda, pero lo que tenga que ser, será —pensó, alto, claro, mientras cerraba sus ojos ya empapados en lágrimas.


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Hola mi gentecilla bonita! Quería publicar el finde pasado, pero me que querido tomar mi tiempo con este capítulo, ya que era algo más difícil de conseguir. Hasta he hecho algo que nunca hago: repasar lo que escribo XDDD

¿Qué tal os ha parecido el capítulo? yo quiero votaciones de si el niño nace ya o no :D

respuestas:

arual17: gracias por escribirme tanto! :3 Nope, Sesshomaru no sabe del todo lo que planeaba su madre y lo que había aceptado hacer Rin, y después de este cap creo que es obvio que era mejor que el señor no se enterase jajajaaj | No nos olvidemos de la falta de inteligencia emocional y de entender humanos que tiene Sesshomaru XD pero sí, os tenía que dar cosas tiernas, que este capítulo y los 2-3 que se vienen no es lo más bonito ever :_D

rmeza: hace mucho que no sabía de ti! gracias por escribirme :3| Me estoy esforzando bastante por asegurarme de que publico más o menos seguido, que no quiero dejaros tirados con la historia ^^U

Bueno bebes, esto es todo, muchas gracias a todos los que me leéis, espero que os haya gustado, un abrazo de oso panda y hasta la próxima! :3