Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.

Star Wars: El Ataque de los Clones

Hay inquietud en el Senado Galáctico.

Varios miles de sistemas Solares han declarado sus intenciones de abandonar la República...

El movimiento separatista, bajo el liderazgo del misterioso Conde Dooku, han hecho difícil que el número limitado de Caballeros Jedi mantengan la paz y el orden en la galaxia.

La Senadora Amidala, la ex reina de Naboo va a regresar al Senado Galáctico para volar sobre la cuestión crítica de formar un EJÉRCITO DE LA REPÚBILICA para ayudar a los abrumados Jedi...

Capítulo 72: Kamino.

Padme Amidala y Anakin Skywalker, visitaron a los Amidala, Anakin sintió lo que era el deber de un Jedi: cuidar de todos. En este caso, de la familia Amidala, y rápidamente, las sobrinas de Padme, arrastraron a Anakin a jugar con ellas, mientras convivía con los padres de Padme, conociéndose poco a poco.

― ¿Por qué no nos has hablado de él? ―preguntó Sola, la hermana de Padme interesada en Anakin.

Padme miró al Padawan, tratando de acallar los gritos de su corazón: Se estaba enamorando de Anakin Skywalker. ―Es solo un chico.

― ¿Solo un chico? ―preguntó Sola, enseñándole una sonrisa.

Padme suspiró. ―Es un Jedi. No podría tener una relación abierta con él, aunque lo quisiera.

―Pero aquí, nadie sabe quién es él. Podrías al menos, saborear el amor que le tienes. ―Dijo Sola, sorprendiendo a Padme, ella no era tan obvia, ¿verdad?

―Sería un gran partido. Es atractivo y tiene un compromiso con lo que hace. ―Dijo Jobal, sonriente.

―Mamá ―rogó Padme.

―Ya cumpliste con tu deber hacía la república. Dales tiempo a los Jedi, a que puedan darle fin al conflicto Separatista, y luego ve en busca de un nuevo hogar, mi niña ―pidió Jobal. Padme suspiró. Su madre tenía parte de razón, pero no podía simplemente dejarlo todo de lado, o al menos, no en este momento.

Al mismo tiempo, el padre de Padme, Ruwee conversaba con Anakin.

―Dime hijo, ¿Cuál es el auténtico peligro que corre mi hija? ―preguntó Ruwee. ―Por favor muchacho, necesito saberlo.

Anakin suspiró. Decidió ser totalmente sincero con él. ―Ha habido dos atentados contra su vida. Los Separatistas... verdaderamente desean deshacerse de los Senadores Republicanos. ―Anakin miró a Padme. ―Verdaderamente, desean terminar con los Senadores que buscan la paz, con aquellos que no apoyan el plan de los clones.

― ¿Los clones? ―preguntó Ruwee.

―Son... son solo rumores, que corren en el Templo Jedi: Los Jedi no deberíamos de estar empuñando nuestros sables de esta forma, pero lo estamos haciendo. ―Reveló Anakin. ―Se dice, que alguien prestó su ADN, un soldado de algún tipo, uno de los mejores de alguna armada y se están creando clones, que estarán bajo el mando de los caballeros Jedi, para así tener una fuerza de impacto y ayuda, en contra de los Droides Separatistas.

Dieron un paseo nocturno. En parte para despistar a los posibles terroristas, y en parte porque Padme necesitaba tomar aire, y quería recuperar el tiempo perdido con su querido amigo.

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Obi-Wan veía las estrellas, no convertidas en puntos, sino en líneas, y pasaba rápidamente a sus lados, a causa del propulsor de Velocidad Luz. Finalmente, se fue deteniendo, y vio el supuesto planeta. Allí estaba, existía, era real. ―Aquí está R4, Kamino. Efectivamente, fue eliminado de los Archivos. ¿Por qué? ―R4 hizo lanzó algunos pitidos. Ingresaron al planeta. ―Prepara modalidad submarina, R4. ―Un pitido de afirmación, uno grave, uno más grave y uno agudo; al tiempo que la nave Caza, se sumergía bajo el agua y se dirigieron a la Ciudad Tipoca, la cual estaba hecha por domos de cristal y en su interior muchos edificios. Rápidamente, recibió un mensaje, un permiso para el aterrizaje y siguió las ordenes, hasta la plataforma submarina, la cual se abrió y se llenó de agua, pero segundos después, el agua fue absorbida, y todo quedó seco. Momento en el cual, Obi-Wan salía de su nave, y ante él aparecía un Kaminoano, un alienígena alto, de cuello largo, cabeza pequeña y grandes ojos negros.

―Maestro Jedi, soy Taun We, un placer conocerle ―dijo la Kaminoana.

―Soy Obi-Wan Kenobi, señora Taun We ―dijo el Jedi.

―Por aquí, por favor Lama Su le explicará todo. Estábamos impacientes por verlo, el maestro Jedi Sifo-Dyas, dejó todo cuanto necesitábamos para el proceso de creación, y nos dio la seguridad de que el proyecto sería exitoso. ―Las palabras de Taun We, no parecían tener sentido para Obi-Wan, quien solo la siguió, hasta la oficina de otro Kaminoano.

―Gracias Taun We, yo me haré cargo de todo ―dijo el Primer Ministro. ―Soy Lama Su, sea bienvenido a Kamino, por favor permítame enseñarle nuestras instalaciones y como hemos cumplido, con la petición del maestro Sifo-Dyas.

― ¿Sifo-Dyas? ―preguntó Obi-Wan extrañado. ― ¿Qué pasó, exactamente?

―Sifo-Dyas... consiguió planos de creación de los modelos de Droides 02 y 03, supo cuan complicado sería derrotarlo. Lo descubrió, hace una década y fue en ese momento, cuando vino a nosotros. Estará complacido con el programa de entrenamiento de los clones. ―Dijo Lama Su, mientras que el Kaminoano y el Jedi, atravesaban una puerta, llegando a un puente de cristal, en las alturas, al mirar hacia abajo vio cientos de clones, muchos de ellos ya tenían sus armaduras blancas, siguieron por el puente, viendo a los clones. ―Los de armaduras blancas son los soldados rasos. Los de pintura los verdes eran los sargentos, azules: tenientes, los rojos: capitanes y los amarillos: comandantes.

Un ejército que fue encargado por un maestro Jedi. ¿El consejo estaba al tanto?, ¿lo estaban los maestros Yoda y Windu?, ¿y que había del senado?

―Comprenderán la responsabilidad de dar pie a un ejército así, ―dijo intentando cubrir su confusión. ―Esperamos y queremos lo mejor.

―Por supuesto, maestro Kenobi ―dijo Lama Su, con tono confidente. ―Debe usted de estar impaciente, por examinar personalmente, las unidades.

―Por supuesto que lo estoy ―dijo Obi-Wan. Grandes esferas de cristal, pronto se abrieron paso, ante los ojos del Jedi. ―Incubación.

―En diez años, será un... un hombre maduro, ya habrá aprendido a usar un blaster, pilotear una nave, y todo cuanto hará falta, para que sea un soldado hecho y derecho. ―Dijo Lama Su, mirando con orgullo los tubos. ―Por aquí, por favor. ―Le guio hasta una habitación, donde niños clones de diez años, recibían algún tipo de clase, por otro Kaminoano.

―Habló de crecimiento acelerado.

―Oh sí, es esencial, sin esto, les tomaría toda una vida llegar a la edad adulta. Ahora, podemos hacerlo en la mitad de tiempo. ¿Desea conocer el producto final? ―preguntó la Kaminoana, y Obi-Wan asintió, sintiéndose algo perturbado por la insensibilidad de la alienígena. Siguieron el camino, hasta un grupo de clones de unos veinte años, comiendo sus alimentos. ―Descubrirá, que son totalmente obedientes. Por supuesto, modificamos su estructura genética para hacerlos menos independientes que el original.

― ¿Quién fue el original? ―preguntó Obi-Wan.

―Un Caza-recompensas llamado Jango Fett. Pensábamos, que quizás sería mejor un Jedi, pero el propio Sifo-Dyas eligió a Fett.

La idea de haber podido ser usado un Jedi, paralizó por unos instantes a Obi-Wan, ¿un ejército de hombres en armaduras, y capaces de usar La Fuerza?, siguieron caminando y vio a un grupo de clones ingresar a unos tubos, cerrando los ojos y durmiendo. ―Son muy disciplinados.

―Disciplinados, pero con la capacidad de pensar de manera creativa. Sifo-Dyas, nos expresó el desprecio de los Jedi hacía llegar a comandar un ejército Droide. ―Dijo el Kaminoano. ―Que solo podrían mandar un ejército de formas de vida. ―Siguieron el camino, hasta ver cientos de naves, a las cuales parecían desfilar hacía el interior, millones de clones. ―Magníficos, ¿verdad?

―Lo son. Verdaderamente, son el refuerzo que necesitamos para poder darle fin, a la guerra ―dijo Obi-Wan, sabiendo que eso era, lo que tanto quería escuchar el Kaminoano. Pero por primera vez, Obi-Wan apreció la cruzada de la senadora Amidala para impedir la creación de un ejército. Vio hacía donde los dirigía esto inevitablemente: La Guerra.

La conversación con Jango Fett, fue corta. Jango reveló que alguien que se hizo llamar Tyranus lo contactó y que así se comunicó con los Kaminoanos, dijo que el tal Tyranus, le dijo que el ejército no era para él, sino para un conocido y para auxiliar en la guerra contra los Separatistas.

Obi-Wan se dio cuenta, de que no podía forzar la charla con Jango Fett, claramente era alguien peligroso, tenía que contar a Coruscant, todo lo descubierto hasta el momento. Jango contó sobre alguien que usaba el alias de Tyranus, y que lo contactó en una de las lunas de Bogden.

¿Quién era ese tal Tyranus? Su instinto le gritaba a Obi-Wan, que podría tratarse de un usuario del lado Oscuro, así como el maestro de Harry Potter.

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Y, hablando del lado oscuro: estaban en ese momento en Nabboo, Anakin Skywalker y Jenna Rish, mirando hacía el suelo, mientras que Shmi Skywalker, reprendía a su amada por estar enseñándole a su hijo (al hijo de ambas, en realidad), algunas habilidades otorgadas por el Lado Oscuro. Jenna intentó sobreponerse a la situación, diciéndole a su esposa que Anakin, contaba con la suficiente fuerza mental y de voluntad, para poder diferenciar la luz y la oscuridad, y que era lo suficientemente fuerte mentalmente, como para entrenarse en ambos lados de la Fuerza, pero Shmi no quería escuchar nada, y sentenció que Jenna dormiría en el sofá.

Sin embargo, eso no evitó no solo un nuevo estilo de combate con sable de luz, para Anakin: Forma V + VII.

También enseñó a su hijo, algunos poderes de la Fuerza Oscura, pero nunca le enseñó absolutamente TODO, sobre la oscuridad, porque Shmi siempre estaba cerca, y sabía cómo mantener controlado el temperamento de su esposa e hijo, logrando mandarlos a ambos a meditar y Jenna dormiría dos meses en el sofá, para diversión de Anakin.

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Obi-Wan se comunicó con los maestros Yoda y Windu, por medio de un Holo-Disco, conversó cortamente con ellos, y descubrió (por las expresiones de los maestros Yoda y Windu), que efectivamente ellos desconocían de las intenciones de Sifo-Dyas, sobre la creación del Ejercito Clon.

―Un caza-recompensas, fue usado como material de clonación, para un ejército que peleará a favor de la Republica ―dijo Obi-Wan. ―Pero creo que ese caza-recompensas, está detrás de los intentos de asesinato de la Senadora.

― ¿Pero ¿quién encargó a este Ejercito? ―preguntó Mace Windu, confundido.

―El Maestro Syfo-Dyas ―contestó Obi-Wan. ―Dicen que tienen otro millón, listo para su... cultivo.

― ¿Un millón de soldados? ―preguntó Mace Windu asombrado, y un tanto incrédulo.

―Los Kaminoanos, dijeron que el maestro Dyas tuvo autorización del Consejo, hace ya diez años.

―Algo así jamás llegó a mis oídos ―aseguró Mace Windu, frunciendo el ceño.

―Interrogar a Jango Fett, debemos ―dijo Yoda.

Pero resultó ser más fácil decirlo, que hacerlo. Pues el Caza-Recompensas, resultó ser muy ágil y de rápido pensar, con muchos trucos bajo la manga. Pudo poner a Obi-Wan en problemas, pudo bloquear su visión con varias bombas de humo y bombas de luz, lo ató con un cable de fibra, y se dio al escape.

Era increíble, que pudiera hacer algo así. ¡Especialmente con un Jedi, del calibre de Obi-Wan!, el Jedi lanzó a la nave de Fett, un rastreador, luego fue a su propia nave Caza, y despegó siguiéndole, en medio del aire, pidió a su droide R-4, que retransmitiera la señal hacía R-2, para que Anakin le auxiliara en la misión.

Cuando R-2 recibió el mensaje, Anakin ordenó que lo transmitiera a la Sala del Consejo Jedi: Obi-Wan estaba en algún tipo de problema, en Geonosis donde estaba la Federación de Comercio y con un Ejército Droide, preparando un asalto contra Coruscant. Según el mensaje de Obi-Wan, era el Virrey Gunray quien estaba detrás de los atentados a Padme.

El Consejo pensó, que, si la Federación tenía su base en Geonosis, entonces deberían de intervenir de inmediato, para poner fin a la guerra, ahora y para siempre.