¡Hola! - ¡Los personajes de K-ON! no me pertenecen. Los que inventan yo si (I_x!..

Notas:

- Cuando los diálogos este en cursiva y entre comillas, es porque está hablando en español. Así, nos evitamos problemas de idioma.


- Bienvenidos ¿en qué puedo ayudarlos?

- Vamos, di algo.- Te susurró Azu.

- Habíamos acordado que tu darías el primer paso.- Susurra comió de vuelta.

- Nada de eso. Tu eres el esposo aquí.

- Bueno, tú es la esposa. Así que estamos en las mismas.

- Se hombrecito, habla de una vez

- Y tú se mujercita y habla primero.

- Entonces... ¿qué puede ayudar en algo o solo están viendo?

Ambos se miraron con los ojos, acordaron decirlo al mismo tiempo.

- Esto... Estamos buscando camas matrimoniales.

- ¿Así que convivirán por primera vez? Que romántico. – la vendedora les dio una sonrisa y el guio hacia el pasillo en cuestión.

Ambos eran rojos como un tomate.

- Bueno... Algo así. Solo que ahora si estamos casados, jeje. ¡ ay! – Azu te dio un codazo.- Lo siento.

-x-

Olvidaste tu corrector y necesitabas borrar. Tenías que tratar de conseguirte uno con tus compañeras. Te encontrabas en tu primer año, específicamente las primeras semanas. Aún ni te habías unido al club de música ligera. Menos aún había confianza con tus compañeras de curso, un pesar de que ellas te gastaban muchas bromas.

Te acercaste a la chica de la derecha.

- Etto. Hola.

- Hola. ¿Qué necesitas?

- Tienes... Etto.. Ehh. "¿Cómo se decía corrector en japonés?". .

- Moo. Si quieres saber de que el color es mi ropa interior solo debe preguntarlo?

Te pusiste rojo como un tomate, mientras que las chicas cercanas se reían. En lo que te ponías rojo como un tomate de vergüenza, se te ocurrió un remate para esa burla.

- Ja, no gracias. No hay saber que lleva una ropa interior rosada con figuritas de oso.

La chica se puso de un rojo tomate intenso, mientras que se tapaba la falsa con sus manos.

- Espera, espera. ¿Qué tal Acabó de Acertar? Solo lo dije lo primero que me se ocurrió.

- N-no. Yo llevo unas blancas... sin di-dibujo.- Su roborado rostro que estaba mintiendo.

-X—

- Tock Tock.- Gritó La puerta.

- ¡Ya voy! – Dijiste molesto.

- "Mauricio, ¡necesito tu ayuda!" – Dijo un Javier nervioso.

Después de tomar un vaso de agua y calma, tu amigo te contó que fue invitado a almorzar con la familia de Ui. Los padres de Yui siempre y de viajes por trabajo, no hay recuerdas haberlos vistos en estos 6 años que ya llevabas en Japonlandia. Al pensar esa oración anterior, te percataste de porqué era nervioso tu amigo.

- ¡Conocerás a los padres de tu novia mañana por primera vez!

- Sí, sí. Por eso quiero preparar un tarta de yogur para no llegar con las manos vacías.

- Ok. ¡Llegaste en el mejor momento! Justo había cancelado una cita con Azu. - Sollozante un poco.- Hoy tiene que juntarse con una compañeras para un trabajo de la universidad.

Fueron los que compraron los ingredientes para el pastel, mientras comentaban las estupideces que se habían hecho en el campus de la Universidad.

- "No sé cómo aún no nos han echado de la U". - Dijiste.

- "Tal vez se debe a nuestras buenas calificaciones".- Dijo riendo.

- Yo creo que también se debe a los premios que tenemos ganado frente a ese rival de la Universidad.

- oh. Me acordé de ese campeonato de Química. Daniel se puede... O el de basquetbol que ganamos con Camilo.

- Dejamos bien parada a la U en esas cosas. Jajja.

Se pusieron en contacto con una excompañera del club de cocina vía videollamada para que los guiaranan en los pasos, pues a pesar de tu experiencia como cocinero, la parte de repostería sigue siendo tu debilidad.

Después de 2 intentos... y cuatro intensas horas, por fin se alzaba impecable una tarta de yogur, la poderosa luz de la creación iluminaba toda la cocina, mostrando todo el desastre que había dejado.

- Muchas gracias por ayudarnos.- Dijiste.- Este fin de semana, si quieres, puedes venir con tu novio y les preparamos una comida típica de nuestro país.

- Yo soy todo un experto en "Caldillo de congrio" o "Charquicán". Dijo Javier.

- Muy bien, iremos.- Dijo de inmediato, mientras cortaba la llamada.

- "Que agradable chica".

- "S-si... Etto. Bueno. Debemos limpiar este desastre".

- "S-si".

-x-

- Hoy es un lindo día para salir, ¿no? – Édgar Ritsu

- así es.- Dijo el.

- Perfecto para una cita en el parque de desvíos.

- Si. El clima es templado y no corre mucho viento.

- Entonces...

- ¿Entonces?

- ¡¿Por qué rayos estás aquí en vez de Camilo?!

- Camilo me dio dio esta entrada y me dijo que vendríamos con él, contigo y Azu.- Dijiste.

Ritsu era furiosa con Camilo y se estaba desquitando contigo, al ser el más cercano presente, dándote golpecitos en el brazo. Camilo se fue a la invitación usándote como reemplazo indirecto.

- Bueno, ya que estamos acá. ¿Entramos?

- ¿Azusa no se enojara?

- Posiblemente. Traté de llamarla, pero estoy sin cobertura... ¿o tal vez olvidé pagar la cuenta del celular?

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había ido un parque de desvíos. Pediste un mapa para poder guiarte un poco, pero no fue necesario. Ritsu te estaba llevando de un lado para otro sin parar. Una montaña rusa, tazas giratorias, unas cosas que subían y bajando una gran velocidad, atracciones de agua, más montañas rusas, casas del terror. No hay descanso.

Aprovechaste un momento para escapar unos minutos, con la excusa de comprar unas bebidas. Sabías que Ritsu era alegre y con muchas energías, pero no la habías visto con tantas como aquel día. Parecía que de verdad estaba disfrutando de la cita.

- Para mi este té helado… y para Ritsu… mmm ¿Qué había dicho? Lo olvidé…

Tomaste tu celular para preguntarle por mensaje, cuando te diste cuenta de que lo tenías apagado, sin batería.

- Que mala suerte.- Pensaste.- Primero sin señal y ahora apagado. Genial.

Elegiste una bebida al azar para Ritsu y volviste. Al llegar al lugar, viste que había dos chicos frente a Ritsu. Apuraste el paso por si acaso estaba en problemas.

- … muchas gracias, chao.

- Chao.- Dijo el otro.

Los tipos se. Fueron muy tranquilos.

- ¿Qué pasó aquí? ¿Me voy por unos minutos y ya me estabas cambiando por otros? - Dijiste de broma.

- …

- Etto. Ritsu. ¿Estas bien?

- Solo preguntaron dónde estaba la maquina expendedora.

- ¿Oh. A la que yo fui?

- Después de eso solo se fueron.

- Si, hacía la máquina esa.

Ritsu cayó de rodilla a al suelo, asustándote.

- Ni siquiera intentaron coquetear.- Dijo molesta.- Cuando salgo con Mio es lo mismo. Todos los tontos la molestan a ella, mientras a mi me preguntan por direcciones.

- Entonces, ¿quieres este té verde o esta cosa que no se lo que es porque lo saque al azar y olvide como se llamaba? - Preguntaste mientras te sentabas en el suelo, al lado de ella.

- Jeje. Tonto.- Dijo dándote un pequeño golpe.

- Claro, si te paras al lado de un diamante full HD hiper mega increíble, 100% real no fake… cualquier otra piedra preciosa pasa desapercibida, pero eso no quiere decir que no valga nada.

- Gracias… pero te acusaré a Azu de todas formas.

- No, por favor no.

Después de recorrer medio parque, quedaron muertos de hambre, así que se dirigieron al local de comida más cercano. Ritsu había pedido una hamburguesa mediana y papas, mientras que tú pediste una fajita. Ambos se zarparon la comida de dos bocados.

- Oye. ¿Tu no habías pedido un helado raro? – Dijo Ritsu.

- Si, dijeron que lo estaban preparando.- habían tenido problemas con la maquina de helados

Una mesera salvaje apareció, se acercó con un estrepitoso helado.

- Oh, mira, ese debe ser.- Dijo Ritsu.- Oh, espera… ese helado me suena. alguien que conozco le gusta mucho ese helado, ¿Pero quién era?

- Disculpen, ¿Quién pidió el helado super mega, con doble barquillo y chocolate?- Dijo la mesera

- ¡Aquí! – Dijiste al mismo tiempo que otra persona. Reconociste la voz de inmediato, era Azu.

- ¿Mauricio, que haces aquí? – Dijo mientras notaba que estabas con alguien.- ¿Con quién estas? – Su rostro cambió de sorpresa a uno de asesino.

- ¡Hola! – Dijo Ritsu levantándose de su mesa.- Eh… ¿Camilo?

Azusa se encontraba en una mesa con Camilo, quien aún no se enteraba de nada, pues seguía zarpando comida como si no hubiera un mañana. La chica se lanzó a abrazarlo, pero este ni se inmutó y siguió comiendo.

- Te estuve llamando todo el día. Estoy molesta. Yo preocupada por ti y tu aquí pasándola bien con Ritsu-senpai.

Para no haber una escena en el lugar, todos se sentaron en la misma mesa a conversar.

Como Camilo seguían comiendo sin enterarse de nada, comenzaste explicando lo sucedido.

- Camilo me dio una entrada, que nos juntamos aquí a las 9. Como no llegaron, decidimos usar los boletos y pasarla bien.

- ¿9? Camilo me dio la entrada y me dijo a las 12. Esta mañana fui a tu habitación, pensando que te habías quedado dormido, pero no te encontré ahí. Llamaba pero no contestabas. Sigo muy molesta.

- Lo siento, estoy sin batería… Si te doy este helado ¿disminuiría tu enojo? Oh, espera. tú pediste otro igual, ¿no?

- El otro lo compartimos entre los dos, ¿vale? - Dijo quitándote el helado.- 3

- Ok… entiendo porqué estas aquí Azusa… pero yo solo le di una entrada a Camilo. Y es la que este le dio a Mauricio.- Dijo Ritsu.- ¿de donde sacó otra para ti, Azusa?

- Creo recordar que dijo que se había ganado un par de entradas en un concurso.

- Igual que yo.

- Fuuu. Que estaba deliciosa esta comida.- Dijo Camilo.- Disculpa mis malos modales, Azusa. No puedo comer y conversar…. Ehhh ¿Mauricio? ¿Ritsu? ¿Cuándo llegaron?

Ritsu le dio un buen golpe por tonto.

-x-

Javier estaba caminando muy nervioso, se arreglaba el cabello, por quinta Vez en menos de 1 minutos, Chequeaba su ropa en cada paso. Hasta que se detuvo frente a una puerta. Tocó el timbre y esperó mientras trataba de calmarse.

- ¿Alo? ¿Quién es? – Dijo una alegre Yui.

- Soy. Yo, Javier.

- Oh. Entra.- Dijo sin emoción en su voz.

La casa de Yui y su hermana mayor. Ya había estado mil veces ahí. Ui Había invitado a su novio a almorzar, como otras mil veces, pero, la diferencia era que esta vez sus padres iban a estar presentes. Ellos habían vuelto del último viaje de negocios y Ui aprovechó para la oportunidad parar que Javier los conociera. El chico no tuvo tiempo para preguntarle a su novia si le había contado sobre su relación a sus padres, por lo que no sabía qué poder hablar y qué no. No quería meter la pata.

- Oh. Así que tú eres el famoso Javier-kun.

Una voz de mujer se escuchaba del segundo piso. Se encontraba bajando las escaleras. La madre de Ui. Era una mujer hermosa, cabello corto y castaño. Javier estaba seguro de que sí tuviera el pelo largo seria complemente un clon de Yui.

- Oh, cierto. Traje una tarta… es de yogurt, así que hay que dejarlo en el refrigerador.

- Que amable de tu parte. Se ve costoso, no debiste.

- No se preocupe, lo hice yo… con un poco de ayuda unos amigos.

- ¿Alguien dijo comida?

Yui se había ido de inmediato a su cuarto, dejando al chico solo con su madre, pero apenas Javier mencionó la tarta, ya estaba de regreso en la sala de estar, pero se volvió a ir a su cuarto al no poder comer nada, ya que era para después de almuerzo.

- Así que… ¿Qué cuenta el novio de mi hija? Eres un año más grande que ella, ¿no?

- Oh… ¿A-a-así que le contó que estamos saliendo?

- No, tenía unas sospechas, pero lo acabas de confirmar tú.

- Oh… bueno. E-entonces me vuelvo a presentar… S-soy Javier Vegas, soy el novio de su hija. Un placer.

- Entiendo. Pero sigues sin agradarme.

- Eh.

- Está bien que salgas con mi hija. pero no te daré mi aprobación… aunque admito que ganaste puntos con la tarta.

- Ehhh. ¿Gracias?

- En serio. Se que es preciosa, inteligente, hermosa, tierna. ¿Pero qué ella? Si quieres te regalo a Yui, pero deja a mi Ui.

- Lo siento, pero es de Ui de quien me enamoré.- Dijo Javier, con mucha determinación y al a vez con mucho miedo.

La situación estaba superando la cordura de Javier, quería cavar un hoyo y ser enterrado vivo. Sentía que en cualquier momento era asesinado… o peor aún, echado de la casa… hasta que.

- Hola. Volvimos.- Dijo su padre alegre.

El padre de Ui…padre llegó para salvarlo. Pensó, pero luego de unos segundos pensó: "¿Y si se pone del lado de la madre… y me matan entre los dos?"

-X-

Era un día tranquilo, habías salido a una cita matutina con Azu, ahora te encontrabas descansando en tu casita, en paz, quedándote dormido, hasta que la puerta comenzó a ser golpeada.

- ¡Ya voy! Dijiste de malas.

- Hola.- Se trataba de Javier, estaba nervioso.

- ¿Qué pasó? ¿Hoy no tenías un almuerzo con la familia de Ui?

- De ahí vengo. Acabo de recibir la desaprobación de su madre… y la aprobación absoluta de su padre.

- Eso si que es complicado. 2 contra 1.

- ¿Cómo que 2 contra 1?

- Yui aún no te acepta como su novio, ¿no?

- No, yo diría que esta a la mitad. Por cierto, la tarta estaba perfecta.

- Pues claro, si la hicimos entre los 3.

-X-

- ¿Así que tu primer novio es un extranjero? – Dijo mientras veía una foto del chico en el celular de Ui.

- ¡Papá! – Dijo ruborizada.- Por favor, no lo mates.

- ¿Matarlo, dices? A ver, según lo que me dijiste… extranjero, buen parecer, aprendió el idioma rápido, es inteligente, además de musico… ¿Que instrumento dijiste que toca?

- El bajo.

- ¡Igual que yo!

- Ehh. ¿Sabes tocar el bajo?

Ui estaba sorprendida, su padre nunca le había contado que estuvo en el club de música cuando fue estudiante. Mientras se dirigían a su casa, su papá le contó varias historias chistosas de su vida como estudiante, las cuales muchas les parecían similares a las que pasó ella en la preparatoria.

- Mejor nos apresuramos. Javier llegará en cualquier momento.

- Tienes razón, sería problemático si el pobre chico se queda a solas con tu madre… quizás lo mate.

- No, no creo. Dijo Ui.

- Bueno, si, tienes razón. Jajaja.

Ambos apuraron el paso.

-X-

- Ok. Este momento llegó. Tú y yo tenemos que arreglar esto. Ya que es por tu bien… No, no puedes evitar esto más, hoy es el día. Tiene que ser hoy.- Dijo Mio.

- Mio, en serio, no tienes que forzarte si no quieres.- Dijiste.

- No, debo hacerlo.- Además no estaba hablando contigo, sino con él.

La chica apuntó a tu perro.

- Hoy será el día en que me dejarás hacerte cariño.

- Guau.- Dijo en mala onda tu perro.

- Sigues sin caerle bien, Mio…. ¿Mio?

La chica se había desmayado de pie, del puro susto por el ladrido.

-X-

- Hola. Volvimos.- Dijo su padre alegre.- ¿Oh, Novio-kun ya llegó?

- ¡Papá! – Dijo ruborizada.- Aun no le cuento a mama sobre eso.

- Esto. Bueno, ya lo sabe.- Dijo un ruborizado Javier. (ocultando el miedo).

Ui salió corriendo hacia la cocina para hablar con su madre, dejando el pobre chico con su padre.

- Trágame tierra.- Pensó.

- ¿Así que eres bajista? Me dijo que tienes una banda. Eso es genial.

- ¿Eh? ah, si... Soy miembro de una banda, en unas semanas sacaremos nuestro segundo álbum.

- Eso es genial. De hecho, yo también se puede tocar el bajo, aunque lo dejé cuando sale de preparatorio.

- ¡¿En serio?!

Ambos se trata de hablar de sus bandas favoritas, un lo que el padre aprovechó de ir a buscar su bajo y el mini amplificador para tocar algunos solos. Sin darse cuenta, se había sido ganado el cariño y el respeto de su suegro.

hola. comenta si llegaste hasta esta parte :) !