Harry Potter pertenece a JK Rowling.
Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)
Harén de Harry.
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
Star Wars: The Lost Days of the War
Capítulo 78: Un Enemigo Interesante.
Harry, Daphne y Padma, en su calidad como Usuarios del Lado Oscuro, fueron enviados a una misión, para desestabilizar a un grupo de misteriosos nativos de una raza invasora, en el planeta Groth XI.
—Están muy bien armados. —Gruñó Harry viendo las armas de sus enemigos, ni siquiera podía entender del todo, esas armas, pero sin lugar a dudas, se veían avanzadas.
Eran centauros de piel literalmente negra, con reflejos blancos y azules, solo ocasionales, y de ojos blancos, quienes cargaban, lo que parecían ser escopetas o cañones.
—Es una ciudad... una fortaleza, ingresar no será fácil —dijo Padma enfadada.
Estaban a una distancia, segura.
—Usen la Fuerza, chicas. Yo atacaré de frente —dijo Harry, mientras activaba su sable de luz naranja, y daba un poderoso salto, que le llevó a caer frente a los guardias de la ciudad, quienes abrieron fuego, sin mediar palabra, a lo cual Harry empleó su sable, para devolver los disparos, acabando con sus enemigos, luego usó la Fuerza, para hacer levitar las armas y hacer que estas, dispararan contra los otros soldados centauros, que se acercaban.
Las chicas atacaron con una doble y devastadora Onda de la Fuerza, un poder que arrasó cruelmente con sus enemigos, dejando la ciudad devastada.
Harry volvió su mirada hacia atrás, mientras que Daphne y Padma se acercaban sonrientes, burlonas y enganchadas del brazo, besando las mejillas de su amado e ingresando en la ciudad, mientras que Harry refunfuñaba y desactivaba el sable de luz.
Las naves piramidales, comenzaron a descender en el planeta y sus acompañantes, descendieron de las naves, para repoblar las ciudades, y buscar los templos Siths, en el planeta.
Era obvio, que esa no era una única ciudad habitada, por aquella especie nativa. Pero ya se harían cargo de ese problema.
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— ¡General Kenobi, general Kenobi! —se escuchaba por el intercomunicador.
— ¿Sí, maestro Barrek? —preguntó Obi-Wan, en el holograma se veía al Jedi empuñando su sable de luz, de forma desesperada.
—Necesitamos refuerzos en el planeta Hypori. No aguantaremos mucho, el general Grievous nos persigue —dijo el maestro Barrek, quien enfrentaba a un enemigo, que no se lograba ver en el holograma. —Dense p...
— ¡Maestro Barrek, responda! —dijo Obi-Wan, cuando el mensaje se cortó. — ¡Maestro Barrek!
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Al mismo tiempo, en el planeta Hypori.
Sha'a Gi, Padawan del fallecido maestro Barrek.
Se encontraba junto a Ki-Adi-Mundi, Aayla Secura, Shaak Ti, K'Kruhk, Raana Tey, Sha'a Gi y Tarr Seirr, todos ellos, estaban usando una derribada nave Acclamator como barricada, mientras que eran rodeados por cientos de droides.
Fueron atacados, debido a que horas antes, fueron al planeta Hypori para destruir una enorme fabrica que existía en el planeta.
―Ese sujeto, es invencible. ―Gruñó K'Kruhk. El alienígena de rostro alargado y cuerpo cubierto de pelo, mientras empuñaba fuertemente su sable de luz.
―Está rodeándonos. ―Dijo Tarr Seirr, quien pertenecía a la misma raza que el maestro Mundi. Al escuchar las pisadas pesadas de su enemigo, Tarr Seirr encendió su sable de luz.
―Mantengan la calma ―pidió el maestro Mundi. ―Somos Jedi. Mantengan la calma. ―Aayla, se acercó a la pared de la nave derribada y cerró los ojos, tuvo que concentrarse bastante, hasta poder sentir los componentes de los droides que los rodeaban. ―Esperen. ―Sha'a Gi lanzó un grito de guerra y corrió fuera. ― ¡NO! ―Gritó el maestro Mundi, justo cuando Aayla abrió sus ojos, y con decisión cerró su otra mano en un puño, se escucharon explosiones de los droides, siendo destruidos por la Fuerza de la Twi'lek.
El general Grievous aplastó a Sha'a Gi, como si fuera una cucaracha. ―Nada mal, destruyendo a mis tropas ―dijo Grievous, mientras agarraba el sable del Padawan fallecido y lo colocaba en su cintura, también tenía el sable de Barrek. ―Pero yo, sigo en pie. ―El ciborg saltó, desapareciendo de su vista.
― ¡Circulo, ahora! ―ordenó Mundi.
―Tranquila, Aayla ―dijo Shaak Ti, a su ex-Padawan.
―Lo intento maestra ―aseguró la joven Twi'lek, estando muy nerviosa. Estaban contra las cuerdas, iban a morir. ―Maldición, ¿Cómo llegamos a esta situación?
Raana Tey, tuvo una visión veloz y empleó el Aturdimiento de la Fuerza, se escuchó un quejido y Grievous, cayó en medio de ellos, pero logró ponerse de pie, y empuñó un sable azul y uno verde, comenzando a hacer girar su torso, y así hacer girar sus sables de luz, en un anillo de muerte azul y verde, atacando al maestro Mundi, quien bloqueaba los sables de su enemigo, como bien podía.
K'Kruhk, se lanzó hacía su enemigo de un salto, Grievous se giró y atacó, pero Raana Tey, usó la atracción de la Fuerza, haciendo a Grievous extender su brazo derecho, pero Grievous bloqueó el ataque de K'Kruhk, con el brazo izquierdo, y así enfrentó al mismo tiempo a Adi Mundi y a K'Kruhk, con un único sable de luz.
Raana se concentró y empleó otro poder de la Fuerza, generando desde los dedos de una de sus manos, hilos brillantes de color azul, que se enredaron, alrededor del brazo derecho de Grievous, destruyéndolo totalmente, y haciendo que ese brazo del ciborg, se zafara y cayera al suelo.
Grievous saltó y luego cayó al suelo, generando un cráter.
― ¡K'Kruhk, no! ―gritó Raana, pero ya el Whiphid, cayó ante el sable de luz de Grievous.
Shaak Ti, atacó con fragmentos de rocas, trozos de metal, mangueras y todo cuanto había, en esos trozos de la nave destruida, pero Grievous movía los sables de luz teniendo una gran maestría en la esgrima del estilo VI. Tarr Seirr le atacó de frente, pero fue agarrado por una pierna en garra de Grievous y mandado a volar, cuando Shaak Ti se lanzó al ataque, por la espalda del ciborg, solo para terminar siendo golpeada por Tarr Seirr.
Shaak Ti se recuperó y atacó junto al maestro Adi Mundi, al mismo tiempo, pero su enemigo hizo girar sus manos robóticas, generando unos peligrosos anillos azul y verde, con sus brazos, para luego patear a Mundi a la distancia.
― ¡NO! ―Gritó Aayla, no estando dispuesta a ver la muerte de su maestra, y atacando a su enemigo, Shaak Ti se unió a su Padawan, luego Tarr Seirr las apoyó, antes de que Mundi usara la Fuerza y cerrara su mano, destrozándole el vientre y la pelvis al ciborg.
Momento aprovechado por la Togruta vidente, para lanzar un corte vertical descendente, por todo el torso del ciborg, hiriéndolo de gravedad.
Una nave de Transporte de Asalto de Baja Altitud, aterrizó en ese momento y los clones descendieron de la nave, yendo en busca de los maestros Jedi, logrando encontrarlos, y dándoles fuego de cobertura, logrando hacer que el General Grievous se fuera, y logrando extraer del lugar, a los Jedi.
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El objetivo de los usuarios del lado oscuro, que habían ido en aquel éxodo, no era tomar el planeta del control de los Nativos.
No querían provocar un homicidio, sino tomar control sobre el templo de Groth XI.
Formaron grupos de tres o cinco usuarios, y trataron de atravesar las aldeas o de rodearlas, para llegar sanos y salvos, hasta el templo, trataron de llevarlo en paz con los nativos, pero ellos los atacaron, así que entraron en guerra contra sus enemigos, empleándose a fondo.
Los que eran únicamente expertos en la esgrima (independientemente de si era con Sables o armas de asta) y en los poderes de La Fuerza, atacaban de frente a sus enemigos.
Los que eran buenos con arcos de energía y otras armas que se usaban a distancia, atacaban, para que los nativos no se acercaran a ellos.
Los usuarios de La Fuerza, destruían las catapultas de los enemigos.
Se encargaron de minar la moral de sus atacantes, mientras atravesaban parte del continente, con destino al templo Je'daii.
Una vez que lograron organizarse, habiendo explorado la base al completo, y poder elegir habitaciones y organizar sus objetos personales, así como colocar en la milenaria biblioteca, la información que sacaron de Korriban, organizaron una forja y repararon el Dōjō, además de haberse aliado con las tribus Calfuray y Halo'ke, para poder cuidarse de otras tribus de nativos, si es que querían intentar dañarlos, ya fuera por simple y básica xenofobia, o por las masacres que causaron contra otras tribus, que no querían dejarlos atravesar, hasta ese templo Je'daii.
Grandes secretos de los lados lumínicos y oscuros, les esperaban en ese lugar.
Harry ingresó en la que era, su habitación.
Una habitación bien equipada, aunque los colchones no eran de la mejor calidad, debido a que tenían colchones, hechos de remiendos de pieles de animales, rellenos de plumas y algodón.
Cerró los ojos, cuando sintió algo.
Al abrir los ojos, se encontró frente a Hermione, quien se veía enfadada.
―Hola, cariño. ―Fue todo, lo que a Harry se le ocurrió decir.
―Aayla estuvo en Hypori. ―Confesó Hermione, tratando de mantener la calma. Ya había visto a su amiga, y no estaba bien de salud. Pero al no ver reacción por parte del pelinegro, supuso que ni él, ni tampoco Padma o Daphne, sabrían lo ocurrido en ese planeta, cosa que la hizo enfadar más. ―Casi muere a manos de un raro Kaleesh ciborg, que asesinó a K'Kruhk, al maestro Barrek y a su Padawan: Ese chico... Sha'a Gi.
El rostro de Harry reflejó desesperación, ¿su querida Aayla, estuvo a punto de morir? ― ¿Qué tanto saben sobre el Kaleesh este? ―Hermione enfureció, ante la pregunta de Harry.
― ¡Conoces a Aayla, antes que a cualquiera de nosotras! ―Le gritó enfadada. ― ¡¿Cómo es posible que me vengas a preguntar, que qué tanto sabemos sobre el sujeto que casi la mata, en lugar de que vengas o te asegures de su salud?!
Pero Harry estaba tranquilo. O al menos, evitaba hacer justamente, lo que Hermione acababa de decirle. ―Si hubiera muerto, o estuviera cerca de morir, entonces yo lo sentiría. Entre todos nosotros, hay una conexión. Incluso, ustedes la tienen con Maris, incluso si no la conocen personalmente, pues es una conexión que ella tiene conmigo, por ser mi novia. ―Hermione exhaló el aire de sus pulmones, tratando de calmarse, pero ambos sabían, que ella estaba lejos de estar calmada. ―No, Hermione. No es que ella o ustedes no me importen. Ni que me sienta más Sith, que Jedi, o que me esté insensibilizando por la guerra, pero si está viva, entonces tendré la oportunidad de encontrármela muy pronto.
El silencio se hizo entre ambos, hasta que Hermione lo preguntó. ― ¿Qué les pasó a ustedes cuatro?
Daphne habló. ―Un sujeto, el cual estamos seguros de que es Exar Kun, se rebeló contra el Tribunal, asesinaron al maestro Sesius, tiene a muchos de su lado y creemos que atacará la Republica, para una nueva Guerra Civil Jedi vs Sith.
―Estamos en un templo dedicado, tanto al lado lumínico, como al oscuro en Groth XI, pero creo que nos moveremos pronto, Lord Vadrix parece... nervioso ―dijo Harry, mirando hacia un lado, aunque allí no había nadie. Estaban hablando todos, por medio de la conexión en la Fuerza.
―Escuché al maestro de Harry, hablar sobre ir a Malachor V, pero parece inseguro de eso. ―Dijo rápidamente Padma.
Harry enseñó una sonrisa. ―A ambas, les falta mucho por descubrir sobre la historia de la Galaxia. Darth Revan, destruyó Malachor V con el Pulso de Masas Sombra. Pero sí, posible mente nos moveremos.
― ¿Cómo está eso, de un templo dedicado a ambos lados? ―preguntó Susan confundida.
―La Orden Je'daii fue fundada, por filósofos sintientes de La Fuerza y usaban luz y oscuridad. ―Resumió Harry muy rápidamente. ―Pero esto no le agrada mucho a Vadrix, Faett y Revan.
―No sabemos si verdaderamente, ella es Revan, Harry ―dijo Padma, Harry le enseñó una sonrisa de disculpa.
―Además de irnos moviendo a otra academia Sith, también es posible que varios equipos, se dirijan a destruir bases Separatistas y demás. ―Fueron las palabras de Maris, cuando apareció repentinamente, en ese lugar.
―Tengan cuidado ―pidió Hermione.
―La guerra se está encrudeciendo ―sentenció Susan.
―Sí. ―Dijo Harry.
―Robaré una nave, y trataré de destruir un par de planetas Separatistas... ciudades... o al menos, algunas de sus fábricas de clones. ―Dijo rápidamente Susan, sorprendiéndolos a todos.
―Iré contigo. ―Dijo el joven de cabello negro. ―Lo que cuentas, sobre este tipo... me preocupa. Volveré al lado Jedi, al menos por un tiempo prudencial. ―Miró a Maris, Daphne y Padma. ―Hablen con mi maestro, aconséjenle sobre buscar un futuro mundo, no tan lejano del centro.
―Yo le diré ―dijo Maris.
―Y aquí viene un "pero..." ―dijo Harry.
―Iré contigo y con Susan, a destruir fábricas de clones, no irán solos ―dijo Maris.
―No es buena idea, querida.
― ¿Crees que me importa? ―La Zabrak agarró por la nuca a su amado, y sus lenguas recorrieron la boca del otro.
―Nos vemos pronto, Susy ―dijo Harry, la pelirroja asintió.
