Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.

Star Wars: Clone Wars

¡Una Galaxia dividida!

¡Después de obtener la victoria en la batalla de Geonosis, el ejercito de droides del Conde Dooku, ha tomado el control de las principales rutas del hiperespacio, aislado a la republica de gran parte de su Ejercito de Clones!

¡Con pocos clones disponibles, los generales Jedi no pueden controlar el Borde Exterior, conforme más y más planetas se unen, a los Separatistas de Dooku!

¡Pero una serie de extrañas e inexplicables revoluciones en cientos de planetas Separatistas, han acabado en la destrucción de cientos de fábricas de Droides de batalla y liberaciones de estos planetas!

¡Mientras los Jedi están ocupados con una guerra, no queda nadie para resguardar la paz, el caos y el crimen se extienden, mientras que los inocentes se vuelven víctimas, en una Galaxia sin ley!

¡El hijo de Jabba el Hutt, ha sido secuestrado por una banda de criminales rivales, desesperado por ayuda, envía una señal de auxilio!

¡Una señal que los Jedi responden con cautela!

Capítulo 80: Una Padawan sorpresa, para un Maestro sorpresa.

En la sala del Canciller, donde este se reunía con Mace Windu, Luminara Unduli y Plo Koon, apareció Jabba y su droide traductor, a través de un holograma.

—Jabba solicita, que cualquiera que pueda ayudar, envié toda la información, que tengan disponible. —Dijo el Droide traductor.

—Tenemos que ayudar a Jabba, es una oportunidad que estábamos esperando —dijo el Canciller Palpatine. —Los Jedi deben de rescatarlo, así él estará en deuda y nos permitirá pasar por sus rutas.

—Tratar con ese bajo criminal... —gruñó Mace Windu, enfadado.

—Estoy de acuerdo con usted, maestro Windu, ¿pero, ¿cuáles son nuestras opciones? —preguntó el Canciller. —Los Hutt controlan las rutas del Borde Exterior, y nos serían útiles, para movilizar a nuestras tropas.

—Debe de haber más de lo que parece, detrás de este rapto —dijo Windu.

—Entonces, enviemos a todos los Jedi que podamos —sugirió el Canciller, pero Windu negó con la cabeza.

—Imposible Canciller. El general Grievous, nos ha debilitado. —Dijo Windu, el Canciller parecía molesto, pero la realidad era que no lo estaba. —Skywalker y Qui Gon, acaban de capturar el planeta Christophsis.

—Contáctelos de inmediato —pidió el Canciller.

-/-/-/-/-

En un crucero Jedi, llegó un mensaje urgente de los maestros Yoda y Windu, quienes expresaron tener que ponerse en contacto con Qui Gon, pero el capitán al mando de la nave, dijo que eso era imposible.

Que probablemente sería una tormenta solar, lo que les impedía hacerles llegar la señal.

—Una mensajera enviaremos, con importantes órdenes para el general Qui Gon. —Dijo el maestro Yoda.

—Asegúrese de que llegue a él, lo antes posible —pidió el maestro Windu.

—Sí señor, en cuanto descarguemos las provisiones —aseguró el capitán.

—Tiempo no hay, de inmediato la mensajera debe ir —dijo Yoda.

—Lo entiendo señor, pilotearé personalmente una nave sin carga, para llevarla —prometió el capitán. —Luego volveré por mis refuerzos.

-/-/-/-/-

En Christophsis, el escuadrón 705 estaba abriendo fueron contra sus enemigos.

― ¡Han vuelto! ―dijo Anakin.

―Te dije que era una victoria demasiado fácil, Anakin. ―Se quejó Qui Gon. ―Jamás debimos de haber enviado la nave por provisiones.

― ¿Morir de hambre o en batalla, cual prefieres maestro? ―preguntó Anakin sonriente, antes de hacer que su maestro se desmayara, desenfundó su otro sable de luz y arrojó los tres sables (los dos suyos, y el de su maestro), hacía los droides, haciendo que los sables giraran en el aire y actuaran como sierras, cortándolos. ―Rex, sígueme con Cincos y O'Niner.

A pesar de los cañones y los soldados, seguían siendo derrotados, de todos modos, estaban logrando derrotar a unos cuantos, cosa que levantaba la moral de los soldados Clon.

Anakin, Rex, Cincos y O'Niner, se subieron a un edificio, mientras el Jedi se concentraba, y hacía usó del Desarme Droide de La Fuerza, logrando literalmente, desarmar a unos cuantos droides, antes de comenzar a apretar los puños, y convertir a otros droides de chatarra.

― ¿Cuál es el plan de ataque, señor? ―preguntó Rex.

―Esta es la fase uno ―dijo Anakin, mientras hacía levitar las granadas de Rex, Cincos y O'Niner de sus compartimientos, las granadas fueron rodeadas por una extraña aura violeta, antes de ser lanzadas contra las tropas droides y explotar, de forma más violenta y con un poder más grande, del que lo hacían normalmente. ―Fase dos: Que no avance. ―Y se lanzó a la cabeza de un cañón-trípode, cuando otro cañón vio que su compañero tenía un enemigo encima, comenzó a disparar, el cañón se distrajo, permitiendo a los tres clones, destruir las patas de varios de los cañones-trípodes, haciendo que cayeran unos sobre otros, siendo destruidos y, además, varios androides también fueron destruidos.

― ¡A la carga! ―ordenó Qui Gon.

― ¡Acábenlos! ―ordenó N-5612, mientras avanzaban contra los droides.

Las tropas de droides, comenzaban a caer, y también los cañones-trípodes.

― ¡Necesitamos refuerzos! ―dijo Anakin, mientras devolvía los disparos láser.

― ¡No hemos podido contactar al almirante! ―dijo Qui Gon, haciendo lo mismo que su alumno.

― ¡Señor, los cañones están listos para disparar! ―avisó N-5612. ― ¡FUEGO!

― ¿Por qué se detuvieron? ―preguntó el capitán de las tropas droides.

―Sus cañones no nos dejan pasar, señor ―dijo el capitán droide.

― ¿Cañones?, eso es imposible ―dijo el capitán desconcertado, antes de ver un cañonazo que destruyó uno de los tanques. ― ¡Que regresen las tropas!

― ¡Retrocedan, retrocedan! ―ordenó el capitán droide.

― ¡Entendido!

― ¡Entendido!

― ¡Entendido!

― Se retiran ―dijo Anakin, sorprendido.

― ¡Alto el fuego, es una nave aliada! ―dijo Rex, cuando una nave los sobrevoló.

―Parece que llegó ayuda ―dijo Qui Gon, mientras se dirigía en esa dirección, junto a Anakin y Rex. ―La nave ya debió de haber vuelto.

―Lo que significa, que los refuerzos llegaron ―dijo Anakin, más calmado, mientras caminaban hacía la nave que acababa de aterrizar.

―Parece que se acabaron, nuestros problemas ―dijo Qui Gon. ―Tropas nuevas, provisiones. Tal vez un nuevo Padawan.

Anakin enseñó una sonrisa. ―Sé que perdimos demasiados Jedi en Geonosis, pero involucrar a un Padawan en esto, me parece... incorrecto.

―Hablé con el maestro Yoda sobre esto. ―Dijo Qui Gon. ―También deberías de solicitar uno, serías un buen maestro.

―No gracias.

―Anakin, enseñar es un privilegio. Y es parte de la responsabilidad de un Jedi, entrenar a la siguiente generación.

―Un Padawan solo me frenaría. ―Dijo Anakin, desechando la idea. Así mismo, temía inconscientemente, acabar pasándole a una mente joven, inocente e influenciable, los conocimientos del lado oscuro, que estaba adquiriendo de su madre. La nave se abrió y descendió una joven Togruta de piel anaranjada, sus leku eran de color blanco y gris azulado, de ojos azules, llevaba unos guantes escarlatas, un top también carmesí y una falda del mismo color, unas largas medias blancas, botas carmesíes. ― ¿Una niña?

La joven Togruta se colocó ante ambos Jedi. ―Soy Ahsoka, el maestro Yoda me envía y me ha pedido decirles, que vuelvan al templo Jedi de inmediato. Hay una emergencia.

Anakin dio un par de pasos al frente. ―Escucha, pequeña, no sé si no te has dado cuenta: pero, también tenemos una emergencia aquí.

―El sistema de comunicación, ha estado fallando, pero necesitamos ayuda ―dijo Qui Gon.

―El maestro Yoda, no sabía nada de ustedes, así que me envió para darles el mensaje ―explicó Ahsoka.

―Genial, ni siquiera sabe que estamos en problemas ―gruñó Anakin.

―Tal vez puedan enviar una señal, desde el crucero que acaba de traerme ―dijo la joven Togruta, así lo hicieron, pero en el espacio las cosas tampoco estaban bien.

El maestro Yoda apareció. ―Maestro Qui Gon, que Ahsoka lo haya encontrado, gusto me da.

―Maestro Yoda, nuestra situación no es la mejor, nuestras naves de apoyo han sido destruidas ―dijo Qui Gon.

―Refuerzos les enviaremos, entonces... ―la comunicación fallo.

― ¡Maestro Yoda! ―dijo Anakin.

―Los contactaremos después, debemos salir de orbita... ―Y la comunicación con la nave, también se perdió.

―Te ofrezco una disculpa, no nos hemos presentado formalmente. ―Dijo Qui Gon, a Ahsoka.

―Soy la nueva Padawan señor, soy Ahsoka Tano.

―Mi nombre Qui Gon-Jinn, tu nuevo maestro.

―Estoy para servirle, maestro Qui Gon ―dijo Ahsoka, mirando de reojo a Anakin. ―Pero creo que ha habido, una confusión. He sido asignada al maestro Skywalker ―al decirlo, lo señaló.

― ¡¿Qué?! ―se sobresaltó él. ―No, no, no. Debe haber un error, él es el que quería un nuevo Padawan.

―No. El maestro Yoda fue muy claro, he sido asignada a Anakin Skywalker. ―Aseguró Ahsoka.

―Debemos de arreglar sus diferencias después, debemos de detener el avance de los droides ―dijo Qui Gon.

―Iré con Rex, para ver qué podemos hacer. ―Dijo Anakin.

― ¿Por qué no la llevas contigo? ―sugirió Qui Gon sonriente, colocándole una mano en la espalda a Ahsoka, para que siguiera a Anakin, la Togruta asintió y siguió al castaño.

―Perdona por favor, la forma en la cual he reaccionado. Pero no esperaba que enviaran a una Padawan, en plena batalla ―explicó Anakin, mientras escalaban unos escombros.

-/-/-/-

Asajj Ventress, se comunicaba con su maestro.

―Traje al hijo de Jabba, a un monasterio abandonado. Aquí estará... seguro. ―Aseguró Ventress.

―Bien, ¡bien! Todo marcha, según los planes ―dijo Dooku.

―Sí, maestro ―dijo Ventress.

Sidious apareció, en una segunda transmisión. ―Pronto los jedi, no solo estarán en guerra con usted, Conde. Sino también, con el clan Hutt.

-/-/-/-

― ¿Qué reportas, Rex? ―preguntó Anakin.

―Todo tranquilo, señor ―aseguró el clon de pintura azul. ―Pero se preparan, para otro ataque. ―Entonces, se dio cuenta de que su superior venía acompañado. ¿Quién es la niña?

―Soy la Padawan del maestro Skywalker, me llamo Ahsoka Tano ―dijo la Togruta.

― ¿No dijo que jamás, tendría un Padawan? ―preguntó Rex, resistiendo las ganas de reír.

―Solo es una confusión. Lo hablaré con el maestro Yoda, él sabe que soy...

― ¿Peligroso? ―preguntó Rex, de buen humor.

―No soy un ejemplo a seguir, Rex. Ambos lo sabemos. ―Dijo Anakin, mirando a Ahsoka. ―No podría entrenar a la pequeña...

― ¡Hey!

―Es en serio, pequeña: soy una mala influencia. Soy bueno luchando, pero no soy el mejor ejemplo a seguir, ni soy calmado, ni mucho menos soy espiritual. ―Explicó Anakin. ―Rex, por favor enséñale a la pequeña...

― ¡Padawan! ―le riñó.

―...El procedimiento. ―Continuó Anakin.

―Por aquí, por favor ―pidió el Clon de azul, Ahsoka le siguió.

― ¿No ha considerado retirar ese frente, capitán? ―Preguntó Ahsoka. ―Así tendrían, mayor ventaja.

―Gracias por la sugerencia, pero el general Skywalker, cree que allí está bien. ―Explicó Rex.

―Entonces, si usted es un capitán, y yo soy una Jedi en teoría soy su superior. ―Dijo Ahsoka astutamente.

―En mi opinión: La experiencia pesa más, que cualquier rango. ―Dijo Rex, la chica le comenzaba a caer bien.

―Creo que deberé de empezar a obtenerla... ¿Qué es eso? ―preguntó Ahsoka.

Rex miró una especie de caja y un domo de color rojo, que comenzaba a expandirse. ― ¡Oh, no! Tienen un escudo de energía, eso hará que la misión sea imposible. Si querías experiencia, joven Tano, estás a punto de obtener bastante.

Rex y Ahsoka, fueron a encontrarse con Anakin y Qui Gon, para contarles el problema.

―Hay que llegar al generador del Escudo y destruirlo ―dijo Anakin.

―Quizás, podríamos ir por los edificios, después de todo: el escudo solo evita la entrada de los disparos láser, pero no evita que un organismo basado en carbono, ingrese ―dijo Ahsoka.

―De acuerdo, vayan juntos ―ordenó Qui Gon.

―Entendido, maestro Qui Gon.

―Bien, pero lo haremos a mi modo ―dijo Anakin.

―Como usted diga, maestro ―dijo Ahsoka, mostrando respeto.

―Rex y yo, los enfrentaremos en este punto ―dijo Qui Gon.

―No tendrán mucho tiempo, los droides nos superan en número y munición ―alertó Rex. ―Y nuestra capacidad de pelea se limita mucho, sin los cañones. Marcharán bajo la protección de su escudo, hasta que lleguen nuestros cañones. Y entonces, los harán volar. ―Advirtió el capitán clon.

―Buscaremos la forma ―aseguró Ahsoka, para luego mirar al Elegido. ― ¿Listo maestro? Vámonos.

―Si sobrevivimos, tu y yo vamos a hablar ―le juró Anakin.

―Parece... que hacen una singular pareja ―dijo Rex ― ¿Cree que lo logren?

―Más les vale. Si no destruyen el escudo, antes de que lleguen a los cañones, ninguno de nosotros escapará. ―Advirtió Qui Gon.

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Mace Windu, recibió un mensaje. ― ¿Sí comandante? ―preguntó, al ver al clon en una armadura de camuflaje.

―Jabba de Hutt, también contrató Caza-recompensas, para buscar a su hijo, y los seguimos, hasta un monasterio del planeta Teth, pensamos que aquí tienen al niño. ―Dijo el Comandante Clon. ―Pero la base, está muy bien vigilada, como para que nosotros lo hagamos solos, señor.

―Comandante: que no los detecten, y esperen instrucciones ―ordenó Windu.

-/-/-/-

― ¿Cuál es el plan, maestro? ―preguntó la Togruta, mientras Anakin usaba unos binoculares.

―Creí que era tu plan.

―Ambos sabemos, que así no funciona. ―Dijo Ahsoka, saltando de donde estaba sentada. ―Tu eres el de la experiencia, y yo la del entusiasmo, mientras espero poder aprender algo.

―El problema, es que son demasiados, atravesar sería casi imposible.

―Mi primera lección, será esperar mientras formas un plan.

―Primera lección: Nada es imposible. Segunda lección: Aprender a crear estrategias de combate. Tercera lección: Aprender a infiltrarte, incluso si parece imposible. ―Enumeró Anakin. ―Vamos, ya tengo un plan.

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Los cañones droides disparaban, contra las tropas clones, los cuales usaban todas las granadas que tenían a la mano.

Pero poco, lograban hacer los disparos, debido al escudo que seguía expandiéndose.

Anakin y Ahsoka, se ocultaron debajo de una caja de metal, y sentían a los droides pasarles por el lado, sin ser detectados.

― "Esto es absurdo" ―Se quejaba Ahsoka.

― "Su escudo ya nos atravesó, y sus tropas caminan entre nosotros" ―susurró Anakin. ― "Prepárate, Ahsoka"

Ambos apoyaron sus manos en el suelo, y liberaron la atracción de La Fuerza.

Como si el suelo hubiera sido magnetizado, los droides cayeron al suelo, imposibilitados de moverse.

Los cañones comenzaron a dañarse.

Los ejércitos clones y Qui Gon, descendieron al campo de batalla, usando tirolinas, atravesaron los escudos sanos y salvos, y abrieron fuego, contra sus enemigos.

Anakin y Ahsoka siguieron su camino, hasta golpearse, con un Droideka.

― ¡Ahsoka corre! ―ordenó Anakin, mientras que ambos usaban sus sables de luz, desviando los disparos enemigos.

― ¡Los Jedi no corren!

― ¡Ahsoka! ―A regañadientes, la chica corrió. ― ¡Alto Ahsoka!

― ¡Decídase, maestro! ―riñó la chica.

― ¡Alto! ―así lo hizo ella, momento en el cual Anakin, destruyó al Droideka, con su sable de luz. ― ¿Sabes desarmar un droide?

―No señor. ―Droidekas y droides B2, se acercaban a ellos.

―La Fuerza, no solo sirve para sentir la vida, también las cosas... inanimadas, y en teoría... ―Comenzó a decir Anakin, mientras los droides se acercaban cada vez más, a ellos.

―Los droides son objetos inanimados, pero pueden moverse, entiendo. ―Sonrió Ahsoka, mientras se concentraba.

―Ahora... usa la telequinesis de la Fuerza, para desarmarlos ―Dijo Anakin relajado.

Los droides ante ellos, comenzaron a caer en pedazos.

Ahsoka obligó a dos tanques, a que se giraran 360 grados, y abrieran fuego, contra otros tanques.

Anakin se sintió orgulloso, de la rápidamente y ágilmente de la chica, e hizo lo mismo que ella, logrando disminuir las tropas enemigas.

Cuando llegaron hasta el generador, Ahsoka avanzó y activó a muchos droides, pues estos tenían sensores de movimiento.

― ¡Lo siento, maestro!

― ¡Coloca las cargas explosivas, Ahsoka! ―ordenó Anakin, mientras cortaba a los droides con su sable índigo, o desviaba sus disparos.

― ¡Entendido! ―dijo ella, mientras lograba colocar los rectángulos de metal adhesivo al generador del escudo.

― ¡Rayos! ―gruñó Anakin, desviando disparos.

― ¡Skywito, no te muevas! ―ordenó Ahsoka, al ver el muro detrás de su maestro, y usó la Fuerza.

―No, no, no, no, ¡NO! ―Gruñó Anakin, cubriéndose con los brazos, pero el agujero siguió su cuerpo, él no recibió daños, no así los droides, quienes fueron aplastados. ―Bien pensado, Ahsoka. Comenzaré a creer más en ti. Actívalas. ―Así lo hizo la Togruta, y el escudo cayó.

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― ¡ATAQUEN CON TODO! ―Ordenó Rex.

― ¡Sí señor! ―dijo Cincos, siendo el primero en abrir fuego, a ellos les siguieron los restantes clones de la 501.

Luces azules, comenzaron a hacer disminuir las luces rojas.

Los droides y sus tanques comenzaban a caer.

Los cañones volvieron a estar en línea, y los disparos llovieron sobre los androides.

Los refuerzos llegaron y el general separatista, fue tomado como prisionero.

-/-/-/-/-

―Jamás lo lograrías, como Padawan de Qui Gon ―dijo Anakin, haciendo que Ahsoka se sintiera mal. ―No piensas, antes de actuar. Eres descuidada. Te preocupa más la tarea, que tu bienestar ―entre más hablaba Anakin, más miserable se sentía la Togruta.

―Yo...

―Bienvenida a la 501. Un transporte llegó hasta ellos. ―Rex, me alegro verte.

―Me alegro de verlo, General Skywalker, por un momento creí que no lo lograríamos. ―Dijo el clon. ―Buen trabajo, para ambos, bienvenida a la 501, Comandante Tano.

La nave los transportó, no muy lejos del lugar donde habían estado, a donde se encontraban el maestro Qui Gon y el maestro Yoda.

―Le explicaba al maestro Yoda, lo ocurrido.

―Quizás mi equivocación fue. Quizás, la paciencia para una Padawan no tienes, joven Skywalker. Para luchar el mejor eres, pero para enseñar...

―Nadie nació aprendiendo a hacer una cosa u otra, maestro Yoda. ―Dijo Anakin. ―Algo de paciencia de mi parte, y más convivencia con Ahsoka, quizás puedan permitirme encontrar el instinto educativo, para ella. ―Ahsoka le enseñó una sonrisa emocionada.

―Con ustedes irá entonces, al sistema Teth ―dijo Yoda.

― ¿A Teth? ―preguntó Anakin asombrado. ―Maestro Yoda, eso forma parte del Estado Salvaje, ni siquiera los Separatistas, tienen presencia en ese lugar.

―Secuestrado, el hijo de Jabba el Hutt ha sido. ―Explicó el maestro Yoda.

― ¿Y quiere que vaya, y lo rescate? ―preguntó Anakin sin entender nada.

―Anakin, necesitamos una especie... de paz fría, con los Hutt para ir y venir de las Regiones Desconocidas. ―Explicó Qui Gon-Jinn.

― ¡Ani, es hora de irnos! ―dijo una voz femenina. Un asombrado Anakin se giró.

―Pero... ¿Qué haces aquí? ―preguntó Anakin, mirándola asombrado, mientras unos cuantos clones, la seguían.

― ¿Quién es ella, maestro? ―preguntó Ahsoka, mirando a la bella y despampanante Jedi vestida de azul y negro.

―Mi madre. ―Ahsoka quedó impactada, no entendía nada. ―Pero los Jedi, no pueden tener hijos. ―Pensó desconcertada.

―Un extenso entrenamiento en el lado luminoso, Jenna ha comenzado. Un nuevo sable de luz, ahora hacía el lado luminoso, en su poder ella tiene. ―Explicó Yoda.

― ¿Acaba de llamarte "Maestro", Ani? ―preguntó Jenna sonriente, y lanzando una risilla. ―Un placer, jovencita. Jenna Rish-Skywalker.

― ¡General Qui Gon, general Skywalker, comandante Tano, estamos listos para partir! ―dijo Rex.

―Hora de trabajar ―dijo Jenna sonriente.

―Muchas sorpresas en un día ―dijo Anakin, mientras subían al transporte.

― ¿Su madre es también una Jedi, maestro? ―preguntó Ahsoka. ― ¡Maravilloso!

―No lo fui, querida. Pero sí era sensible a La Fuerza ―dijo Jenna, mirando por la ventana. ―Yo... crecí en un barrio humilde, en un planeta bajo el control de una mafia Zeltroniana. Y.… un día, ―suspiró. ―Tus abuelos me vendieron, solo por poder tener sus... narcóticos y acabé en un club nudista, hasta que un día, un usuario de la Fuerza Oscura, vio algo en mí, me sacó de allí y me entrenó.

―Jamás dices quien fue tu maestro, madre ―dijo Anakin, aquello asombró a Ahsoka.

―Un Casi-Humano. Jamás me dijo su nombre, ni su alias, era un anciano cuando lo conocí, me entrenó, hasta que pensó que estaba lista, y me dejó ir, sin hacer caso alguno de La Regla de Dos de Darth Bane ―contó Jenna.

-/-/-/-

Qui Gon-Jinn abandonó preocupado el planeta de Jabba, pero comunicarse con Rex no fue difícil. ―Rex, necesito que les digas a Anakin y Ahsoka, que deben traer al secuestrador, junto al niño. Jabba debe de querer...

― ¿Hacer justicia por mano propia, general Qui Gon? ―preguntó Rex.

―Exacto.

―Nos haremos cargo, señor. ―Aseguró Rex. ―Lo último que necesitamos, es también estar en guerra, contra los hombres de El Hutt ―pensó el Capitán Clon, enfadado.

-/-/-/-

Gracias a Cincos y a Twitch, lograron encontrar una serie de señales térmicas muy extrañas, pero más extrañas, eran unas raras señales de radio, que parecían venir del planeta y del aparente lugar, donde podría llegar a estar el hijo de Jabba, pero bueno: Anakin nunca cuestionaría, las grandiosas habilidades de sus compañeros clones, para descubrir señales y pistas, donde nadie más las veía, en realidad: se alegraba de tener a ese par en la legión 501.

―Algo se aproxima ―dijo uno de los droides, el cual tenía unos binoculares. ―Pero no logro ver lo que es.

― ¡Prepárense para atacar! ―dijo el sargento droide.

― ¿Y si es uno de los nuestros?

― ¡Aquí yo estoy al mando!

― ¡Entendido sargento!

― ¡General Skywalker, general Rish, nos disparan! ―dijo Jesse (CT-5587)

― ¡Maniobras evasivas CT-5587! ―Ordenó Jenna.

―Su apodo es Jesse, madre ―gruñó Anakin.

―No me acostumbro ―dijo ella.

―Ahsoka, quédate cerca de mi madre y de mi ―pidió Anakin.

―Maestro...

―Por favor ―pidió el castaño.

―Sí maestro.

― ¡Luz verde! ―la luz se encendió, la nave descendió, sin dejar en ningún momento de disparar, y las puertas se abrieron, mientras que los soldados descendían.

Los disparos comenzaron a caer sobre ellos. Ahsoka, Anakin y Jenna, comenzaban a desviarlos o a devolverlos.

― ¡Concentren en fuego en el sector 1137-425! ―ordenó el sargento droide.

―1137... ¿le importaría repetirlo? ―preguntó otro droide

― ¡Solo dispara hacía allá! ―el droide señaló un área.

―Entendido.

― ¡Acérquense al muro del peñón y no se despeguen de allí! ―ordenaron madre e hijo, antes de mirarse mutuamente.

―Soy el general de esta operación, madre―dijo Anakin.

―Lo que diga, general ―le molestó Jenna, sonriéndole.

― ¡Cables de escalada, ahora! ―ordenaron nuevamente al mismo tiempo, y solo soltaron un suspiro de hartazgo.

Los tres usuarios de sables de luz, fueron por el frente, desviando o devolviendo los disparos láser, con la esperanza de dañar a sus oponentes.

Ahsoka se balanceó, hasta uno de los tanques que estaba subiendo verticalmente por la pared de la montaña, hasta que otro tanque fue destruido, un disparo separó al tanque de la pared, amenazando con lanzar a Ahsoka a una muerte segura.

Anakin vio como unos droides venían en unas especies de motocicletas voladoras, y destruyó a un droide, agarró otra moto y salvó a Ahsoka y al tanque. ― ¡Síganme!

― ¡Oye, no me dejes atrás, maestro! ―le riñó Ahsoka.

Anakin logró subir hasta la plataforma, y cortó a los droides, o les devolvió sus disparos, logrando limpiar el área, para que sus tropas pudieran subir. Pero ante él, ahora había tres Droidekas. ―Maldición Ahsoka, te dije que no te alejaras de mí.

Un disparo de cañón, se deshizo de los tres enemigos. ―Hola, Skywito.

―Bien hecho. ―Dijo Anakin. ―Rex, que algunos auxilien a los heridos, toma las escopetas más potentes, y vamos.

―Sí señor.

Usando La Fuerza, entre Anakin, Ahsoka y Jenna, abrieron la pesada puerta del monasterio.

Un droide con ojos de mosca apareció, y les informó que fue capturado por los droides separatistas, que habían hecho algo en los pisos inferiores.

Los dos Jedi y la ex–Sith, siguieron su camino, junto a varios soldados; otros se quedaron atrás, para ayudar a los heridos.

Lograron encontrar al hijo de Jabba.

―Capitán: nos quedaremos aquí, hasta que el general Qui Gon, llegue con refuerzos ―dijo Anakin. Luego miró a Ahsoka. ― ¿Qué?

―Maestro, ¿en verdad crees, que podamos repelerlos? ―Preguntó la Padawan. ― Hay que abandonar este lugar.

―Nuestra obligación, es proteger a este Hutt. Y es lo que haremos, Ahsoka.

Pero Ahsoka replicó. ―Nuestra obligación, era llevar a este Hutt devuelta hasta Tatooine, y el tiempo se nos agota.

―Supongo que tienes un plan ―dijo Anakin.

R2 habló.

―Sí eso creo... según R2.

―Bien, confiaré en ti Ahsoka. ―Cedió Anakin. ― Capitán: Reténgalos el tiempo que pueda.

― ¡Sí señor! ―dijo Rex. ―Ya escucharon al General: Prepárense para convertir a los Droides en chatarra, y largarnos de este monasterio.

― ¡Cincos, cubre a Rex! ―ordenó Jenna, mientras seguía a su hijo y a la chica.

―Esa orden no es nueva ―dijo Cincos.

Anakin, Ahsoka, Jenna y R2, encontraron el mecanismo para abrir las puertas, y R2, intentaba descifrar las puertas.

―Bájalo ―pidió Anakin.

―No estoy cansada, maestro ―dijo Ahsoka.

―No te exijas demasiado ―pidió Anakin. ― ¿Qué intentas probar?

―Que no soy demasiado joven, o que no estoy indefensa, para ser tu Padawan. Vi... al maestro Plo Koon. Él y sus tropas, me salvaron la vida y luego... él me llevó al Templo, me entrené, y en verdad, en verdad deseo llegar a ser una Jedi. ―Contó Ahsoka, Anakin prestó toda su atención. ―Ver al maestro Koon, verlo luchar con su sable de luz, salvar a mi aldea. Su valentía, su forma de combatir al enemigo, que a nosotros nos había hecho sufrir tantas pesadillas, enemigos ante los cuales estábamos desprotegidos, y.… y verlo llegar, liberar a mi aldea, junto a sus clones, fue... fue... maravilloso. Mis padres, le rogaron que me llevara, que me diera una vida mejor. Yo no quería dejarlos, pero éramos demasiado pobres, él les dijo que podía hacerlo, que yo tenía La Fuerza, que él me llevaría, que me daría una autentica vida.

―Ahsoka. Mi maestro una vez me dijo, que todo pasa por algo. Es la voluntad de La Fuerza, que estés a mi lado. Yo necesito aprender a ser un maestro y a tenerte confianza, lo lograremos, lo haremos bien, te lo aseguro y: hay un amigo, el cual fue entrenado... bueno: ―Se sentó en el suelo, Ahsoka lo imitó. ―Ya escuchaste a mi madre, fue una Usuaria del Lado Oscuro. ―Ahsoka asintió. ―Bueno: Ella me ha entrenado, y así como yo, hay otro hombre de mi edad, se llama Harry, él junto a sus amigas, vienen de un lejano planeta llamado La Tierra, y hasta allí, llegó la nave de la maestra Sheda Obaset, y de un Usuario del Lado Oscuro, alguien que se hace llamar Darth Kaft, y bueno: Él entrenó a sus amigas, en los lados Luminoso y Oscuro. ¿Crees que personas como Harry o yo, podemos vivir en el intermedio absoluto, entre luz y oscuridad?

―No lo creo.

―La voluntad de La Fuerza, es a veces muy misteriosa. A veces, solo... solo debes de permitir que las cosas, ocurran ―dijo Anakin.

-/-/-/-/-

Rex fue descubierto por Asajj Ventress, luego de que él hubiera intentado dispararle, pero ella lo capturó y trató de controlarlo, y si bien lo logró. Anakin descubrió a Ventress, pues Rex no hablaba así.

Los droides de batalla, pronto rodearon a Anakin y Ahsoka, obligándolos a escapar, con el hijo de Jabba, pero se vieron rodeados, y tuvieron que escapar en unas libélulas gigantes, directo hacía una nave.

Justo cuando Qui Gon-Jinn llegaba al lugar, y salvaba a la tropa 501, con ayuda de la tropa 304.

Anakin y Ahsoka, devolvieron los disparos de los droides enemigos, destruyéndolos a ellos, y al droide traidor, que los había recibido al ingresar al templo, ascendieron a la nave, e inmediatamente abandonaron el planeta, mientras usaban a R2-D2, para avisarle a Qui Gon, que ellos llevarían al niño, con Jabba.

Al ingresar a la nave, Ahsoka llevó al niño a la sala médica y el droide doctor (que era más bien, una I.A Medica), les entregó un medicamento y el niño fue mejorando, con el paso de los minutos.

Anakin comunicó a Rex y a Qui Gon, que había tomado junto al hijo de Jabba y Ahsoka, una nave muy antigua, que llevarían al niño a Tatooine.

―Creciste en Tatooine, ¿verdad?

―Sí, sabionda.

―Para ti, ¿este viaje, es como ir a casa?

―Mi madre Shmi y yo, fuimos esclavos en Tatooine. En esa época, mi madre Jeena, era una agente del lado oscuro y estaba activa, tuvo que escapar. No quería abandonarnos, pero no tuvo otra opción, era perseguida, y no quería que algo malo nos pasara. Nos volvimos esclavos, y el maestro Qui Gon, me salvó, y me convirtió en un Jedi. ―Resumió Anakin.

Al llegar a Tatooine, rápidamente encontraron a Jabba, quien ordenó a sus hombres rodearlos, momento en el cual, gracias al droide traductor, se enteraron, de las mentiras del Conde Dooku, cuando el niño estuvo en manos de su padre, inmediatamente llamó vía Holograma, a Yoda y al Canciller Palpatine, informando de las mentiras de Dooku y que se les permitiría pasar por las rutas que Jabba controlaba en el Borde Exterior.

Pero Anakin sintió otra presencia en La Fuerza, y le ordenó a Jabba abandonar el lugar. Sobre una moto Speeder, viajaba el Conde Dooku, dispuesto a colisionar contra Anakin, quien saltó en el aire, y cortó la moto, haciendo que esta dejara de funcionar y el Conde tropezara.

―Entrégame al Hutt, Skywalker o morirás ―dijo Dooku, empuñando sus dos sables de luz, de un bello rojo carmesí, en posición de Jar'Kai. Pero Anakin le imitó con sus sables añil/índigo y naranja. ―No estaba enterado, de que dominaras el Jar'Kai.

― ¿Quieres ponerme a prueba, Dooku? ―preguntó Anakin, mientras respiraba y entraba en una forma de meditación/concentración, algo muy difícil, pero que tanto Qui Gon, como su madre Jeena, querían que él dominara, pero no era fácil para un hombre joven como él.

Era una técnica, la cual permitía a Anakin aprender cosas, de otras personas. Pero era muy difícil emplear ese estado de consciencia y combate.

Dooku, sin saberlo, comenzó a enseñarle a Anakin el Jar'Kai, siendo que Anakin comenzó a responder ante el Conde, con un bloqueo perfecto, de la técnica del Separatista, lo cual le sorprendió.

―Tu entrenamiento ha rendido frutos, muchacho ―declaró Dooku, mientras era obligado a defenderse, de los ataques de su enemigo, quien atacaba con poder y fuerza.

Al mismo tiempo, Ahsoka llegaba al palacio y entregó el niño a Jaaba, momento en el cual Padme Amidala, comunicaba a Jaaba, por medio de un comunicador Holográfico, que el tío de Jaaba, Ziro había sido quien secuestró al niño y planeaba matarlos a él y al niño, para luego hacerse con el control del Imperio Criminal de Jaaba.

El Hutt ordenó que un tratado fuera redactado y enviado al Senado: Les permitirían a los Republicanos (y a los Jedi), usar sus rutas.

Así, una joven Padawan encontró a su nuevo maestro.

Nuevas aventuras, venían en camino, mientras la guerra se recrudecía lentamente.

Y los engranajes del destino giraban.

¿Qué gobernaría la galaxia: La Republica o la Confederación?