Tomoe nunca imaginó que llegaría a salir a solas con Kojou, según el pensamiento común eso sería una cita y aquello la tenía nerviosa, ya por la misma razón buscó estar lo mejor presentable posible. Terminó agarrando una blusa color azul cielo con una falda café, se arregló su cabello y zapatillas, se miró al espejo.

- Creo que está bien… seguro dirá que estoy linda… - Se sonrojó levemente. – Mejor me voy ahora. – Al descender las escaleras de su habitación, ahí estaba su madre.

- Tomoe ¿por qué tan arreglada? ¿No me digas que tienes una cita?

- ¡No es eso! – gritó con vergüenza. – Solamente iré a ver una película con un amigo, es todo.

- Ya veo… - la sonrisa de su madre no era nada disimulada. – Diviértete.

- Si… - Salió de su hogar para ir al punto de reunión con el peliverde, no lo sabía pero ella estaba sonriendo por reunirse con él. Así llegó hasta el punto aunque aún no lo veía. – (Quizás llegué algo temprano.) – Revisó su teléfono para ver la hora, quizás había llegado unos veinte minutos antes de lo acordado.

- Kawakita-san. – Se alegró al escuchar la voz de Kojou que había llegado en ese momento. – No pensé que llegarías temprano.

- Es que no tenía bastante qué hacer… igual saliste antes.

- Quería obtener buenos lugares. – En eso vio su ropa. – Por cierto, te ves linda. – Al escuchar eso, ella se sonrojó.

- G-Gracias… - Bajó la mirada, estaba avergonzada pero feliz. – Entonces ¿vamos?

- Claro. – Los dos comenzaron a caminar directo al cine. La pelinegra no tenía mucho que decir, ya el hecho de salir con él le hacía feliz, como una forma de recuperar esos momentos que tuvieron cuando eran más pequeños.

- Por cierto ¿Qué película iremos a ver? – Preguntó ella, una gran sonrisa se formó en el rostro de Kojou.

- Una de mis favoritas, a decir verdad, esperaba bastante para este día cuando finalmente llegó, con solo decirte que había obtenido los boletos en preventa, así que estoy bastante ilusionado.

- Debe ser una buena película.

- Ya verás. – Así llegaron al cine, Tomoe revisó la cartelera y le sorprendió la cantidad de películas románticas que había en exhibición.

- (Todas son de romance… quizás Minamoto-kun es alguien que le guste estas películas…) – Sonrió por debajo. – (Es alguien muy romántico…)

- Listo, tengo los boletos, es la sala 15. – Así ambos se dirigieron a la sala, antes fueron a comprar palomitas, nachos y refresco, todo pagado por el peliverde y entonces llegaron a la entrada.

- Tomen esto, artículos oficiales. – Un trabajador del cine le dio dos bastones a cada uno, Tomoe los vio con curiosidad.

- ¿Para qué es esto Minamoto-kun?

- Para la película, ya verás. – Así ambos entraron a la sala, Tomoe se sorprendió por la presencia de muchos chicos en la sala.

– (¿Todos estos verán romance?)

- Prepárate Kawakita-san, esto será emocionante. – Debido a la ansiedad de Kojou, quizás era buena. Así finalmente empezó la película.

"Bang Dream!: El concierto 3D Oficial hecho película"

Todos los chicos comenzaron a gritar y agitar sus bastones, Tomoe se quedó sorprendida.

- ¡Que!

- ¡Vamos Kawakita-san, agita esos bastones! – Kojou estaba totalmente eufórico mientras veía a chicas anime tocar canciones como una banda y todos en la sala como animadores en un concierto, Tomoe estaba tan asombrada que no sabía como reaccionar, solo pudo quedarse quieta.

- (Así que… Minamoto-kun tiene estos gustos…)


- ¡Que buena película! – Kojou seguía feliz. – La última canción realmente me llegó al corazón, Popipa realmente me anima ¿no lo crees Kawakita-san?

- E-Esto… si, fue emocionante. – No quería lastimar su ilusión, al menos estaba feliz por él. – No pensé que te gustara ese tipo de cosas.

- ¿Qué dices? Desde que empezó la franquicia he sido fan, tanto que tengo todos los artículos coleccionables en mi habitación y además, por haber comprado los boletos en preventa obtuve estos llaveros exclusivos. - Mostró dos llaveros de dos de las protagonistas. – Solamente podía obtenerlos aquí, por eso quise invitarte.

- Ya veo… - Soltó un suspiro, en cierto modo estaba decepcionada de que no haya sido una película de romance. – Me alegra haberte ayudado, pero quizás pudiste haber invitado a alguien más, uno de tus amigos.

- Eso tuve en mente, pero igual sentía que quería ir contigo, no hemos tenido muchas oportunidades después de todo. – Tomoe se sonrojó levemente.

- ¿En serio? – Estaba feliz. – Me alegra que pensaras en mí de primero.

- Ya que finalmente obtuve lo que quería, podemos ir a otro lugar. – Así ambos salieron del cine, al mismo tiempo Honjou y Kiribe salían de una sala.

- ¿Qué tal Kiribe-kun? Esa película tuvo muchas escenas eróticas ¿no te excita hacer lo mismo? – Preguntó con voz seductora, el pelimorado se sonrojó.

- S-Senpai, no es momento para decir algo así.

- Vamos, ya que finalmente te invité al cine por esta película, quizás para obtener algo de inspiración cuando volvamos a mi hogar, mis padres no están el día de hoy.

- B-Bueno… no me molestaría… ya que empezamos esta relación y todo… pero no pensé que quisieras acostarte tan pronto, solo fue hasta el fin de año cuando lo hicimos.

- Fue mágico ¿no? fuiste como un bebé cuando chupaste mis pechos y yo chupé tu ver…

- ¡No digas nada más! – Exclamó totalmente rojo. – Estamos en público.

- Jeje, lo siento. Ya que estamos aquí me dio hambre, vamos a comer. – Los dos se movieron al sitio de restaurantes, al mismo tiempo, Kojou y Tomoe llegaron a entrar directamente al restaurante de Saki, ella estaba sirviendo.

- Kawakita-san, hola. – Saludó. – No pensé que estuvieras en una cita.

- ¡No es una cita! – gritó con vergüenza, Kojou también, la peliazul soltó una pequeña risa.

- Descuida, no diré nada a las demás si así quieres. – Escondió su sonrisa burlona. – En un momento les atiendo. – Fueron a sentarse, la pelinegra soltó un suspiro.

- No quisiera que hubiera un malentendido…

- Es entendible, puesto que solo somos nosotros dos.

- Sí, al menos Kondo-san no es tan problemática como Nitta-san o Nagai-san, ellas si propagarían la noticia.

- Es verdad. – Soltó una pequeña risa. – Y bien ¿disfrutaste del día de hoy?

- Bueno… - No podía decir nada sobre la película. – Si, fue divertido.

- Me alegra, creo que por ahora eres la única que sabe esta faceta mía.

- Entonces es un secreto entre ambos. – Soltó una pequeña risa. – Todo esto lo descubriste en Tokio ¿no?

- Si, mi tratamiento ahí duró bastante tiempo, pero igual hubo varias cosas que me ayudaron a salir adelante, ver Bang Dream! Me hizo creer que es posible avanzar y querer esforzarme, así como Kasumi-chan lo hizo con su banda, es una de mis inspiraciones.

- ¿Te gustaría tocar música? – Preguntó ella.

- Sabía que preguntarías eso. – Empezó a reír el peliverde. – Aunque me gusta, realmente no soy bueno y buscar aprender, admito que me daría flojera.

- Entonces ¿Qué harás en el futuro? – Kojou se puso a pensar.

- No tengo una meta en concreto, por ahora me estoy enfocando en disfrutar el día a día como puedo, yo veo que andas muy comprometida con el equipo.

- Sí, en un inicio solo me uní porque Tsubasa-chan me empujó para ello pero ahora quiero darlo todo, sin querer fui contagiada por la misma emoción y alegría de jugar béisbol… supongo que podría enfocar mi futuro en esto.

- ¿Jugar profesionalmente? Seguro que puedes lograrlo. – Exclamó este, ella asintió.

- Llegamos. – En ese momento entraron Honjou y Kiribe. – Tomoe-chan, así que igual estás en una cita.

- ¡No es una cita! – gritó ella, la inglesa sonrió.

- No me engañas, nadie se vestiría tan adecuadamente para simplemente salir, y déjame decirte que deja ver una buena parte de tus piernas, eso es sexy~

- Ya basta senpai… - Exclamó la pelinegra. Ya ellos dos fueron a otra mesa al lado.

- ¿Ustedes salieron igual? – preguntó Kojou, la pelivino asintió.

- Fuimos al cine, invité a Kiribe-kun para ver una película.

- Nosotros igual fuimos. – Exclamó Tomoe con asombro.

- Fue raro que no nos viéramos, pero mejor, la película que vimos ambos fue muy romántica. – Ella sujetó al pelimorada del brazo, hundiéndolo entre sus pechos. - ¿Qué vieron ustedes?

- Bueno… - La pelinegra empezó a sudar frío. – Otra película que no es de romance.

- Oh… eso es una lástima, con la gran selección que hubo.

- Pero igual nos divertimos. – Exclamó el peliverde. Poco después llegó Saki para recibir sus pedidos, ya con ello al poco tiempo llegó la comida.

- Aquí tienen, romane, udon, katsudon, todo lo que pidieron. – Llegó cargando la gran bandeja.

- ¿Cómo no se te cae? – Preguntó Tomoe.

- Llevó atendiendo el restaurante desde hace años, sabes como llevarlo todo. – Soltó un guiño. Dejando la comida, empezaron a comer.

- Kiribe-kun, después de esto iremos a mi casa a ya sabes qué. – En ese momento el pelimorado se atragantó con su agua.

- ¡H-Honjou-senpai!

- ¿Ir a tu casa? – Preguntó Kojou, la inglesa sonrió.

- No se hagan los inocentes, que otra cosa más haría una pareja solos en casa. – Al escuchar eso, tanto él como Tomoe se sonrojaron. – Que tiernos, deberían probarlo, seguro se divertirán mucho cuando finalmente él te de duro por detrás y…

- ¡Demasiada información! – Exclamó la pelinegra. – No digas más.

- Solo les estoy dando un empujón, es que vamos, creo que entre todas las parejas, solo Kiribe-kun y yo hemos dado ese paso, me sorprende que, aun con todos los meses que llevan juntos, Shimazu y Maiko no lo hayan hecho.

- No todos son tan pervertidos como tu senpai. – Respondió Tomoe.

- Un día de estos lo harán, no podrán escapar por siempre del placer carnal, lo juro como la orgullosa pervertida que soy. – Exclamó con seriedad, los tres solo tuvieron gotones en su frente. Al terminar y despedirse de Saki, fueron por sus propios caminos. Tomoe y Kojou ya estaban por separarse igual.

- Me voy por aquí. – Señaló el peliverde.

- Entendido, nos veremos entonces, fue un día divertido, y… por favor, no hagas caso de lo que diga Honjou-senpai.

- Ciertamente, ella es algo totalmente distinto, adiós. – Así tomaron rumbos distintos, mientras Kojou avanzaba, no pudo evitar recordar lo hermosa que se veía Tomoe. – (Esa ropa realmente le quedaba bien… resaltaba bien sus pechos… ¿Qué estoy pensando?)

- Minamoto-kun se veía bien… ¿su torso se ha formado mejor? ¿Qué estoy pensando?) – Soltó un suspiro. – Creo que la plática de Honjou-senpai me ha afectado un poco.

Regresando ya cada quien a su hogar, los dos realmente se divirtieron y los sentimientos comienzan a florecer, pronto llegará un momento en el cual se desborden, y ambos se darían cuenta de ello.


Izumida estaba saliendo de un trabajo a medio tiempo al cual entró hace poco y este era… en una florería.

- Gracias, nos vemos. – Ella disfrutaba trabajar con flores y ayudar a los clientes, algo que contrastaba bastante con su imagen de pandillera. – (Pensé que me evitarían por mi imagen pero menos mal pasé…)

- Ey. – Vio un grupo de chicos acercarse a ella. - ¿Eres Izumida Kyoka? ¿La león rabioso?

- ¿León rabioso? – preguntó esta enarcando una ceja.

- Espera, yo escuché que la llaman el puma loco.

- Y yo que era el oso insaciable. – Entre ese grupo comenzaron a discutir sobre los títulos de la pelimorada, esta tuvo un gotón en la frente.

- ¿Desde cuándo me llaman así?

- Basta. – Habló el que era el líder. – No es momento de discutir, recuerden a lo que vinimos. Si podemos derrotarla ahora mismo, seremos reconocidos como el grupo de pandilleros más peligroso de la ciudad, rodéenla.

Los chicos comenzaron a rodearla, esta se puso seria, observó a cada uno de ellos, eran cinco.

- Bueno… ya que tanto desean una paliza, quizás deba…

- ¡Alto ahí! – Se escuchó una voz, voltearon a ver hacia arriba, ahí se encontraba un chico que sostenía una vara de hierro. - ¿No creen que es injusto que estén por atacar a una chica?

- ¿Y tú, quien mierda eres para decir eso? – El joven sonrió.

- Soy un defensor. – Este saltó de donde estaba y aterrizó cerca, se veía al joven que tenía cabello azul claro, ojos rasgados y sus dientes parecían colmillos por lo afilados que eran. – Yo, Kureiji Eizan seré su contrincante.

- ¡Serás idiota, atáquenlo! – Los chicos fueron contra este, él solo pudo sonreír cuando esquivó un golpe y entonces lanzó una patada al abdomen de este, derribándolo.

- (Esa patada…) – Kyoka estaba sorprendida, otro más fue a sus espaldas, este se apoyó del tubo para saltar por encima y entonces aterrizar con un golpe.

- ¡Hijo de puta! – Otro quiso tomarlo por sorpresa, en ese momento la pelimorada intervino con un golpe. - ¡Aaargh!

- ¡Que creen que hacen! – Exclamó esta con voz ruda, poniéndose al lado del joven peliazul claro. – No dejaré que pelees solo.

- … Bien. – Ambos se encargaron del grupo de matones que al final acabaron huyendo pro la fuerza de ambos.

- No vuelvan nunca. – Los despidió Izumida haciendo expresión de pandillera cuando finalmente se calmó. – Menos mal…

- ¿Estás bien? – Preguntó el chico, esta asintió.

- Sí… no puedo creer que realmente me atacaran, ya dije que no soy pandillera, por cierto, gracias por ayudarme.

- No es nada, ver a una delicada chica como tú en esa situación, no podía ignorarlo.

- ¿Delicada? – Se veía sumamente sorprendida.

- Ya no deberías estar en más problemas, así que me voy, hasta pronto. – Así el joven se fue, dejando a Izumida.

- Soy… delicada… nunca antes me habían llamado de esa forma… - Se sonrojó levemente, escondiendo una sonrisa. – Por primera vez… me ven como una chica…


Ninja Britten 11: Pues sí que ahí ella sabe poco o no se da cuenta, ya son casos que van ocurriendo de vez en cuando, quizás Issei si haya observado algo pero siendo ella un poco tosca estará complicado.

El Redentor 777: ya es algo que irá aprendiendo, como tal no es que vaya a rendirse y veremos como es que saldrán las cosas más adelante, después de todo tendremos mucho más para ver.

Así terminamos este cap, la salida al cine no fue lo que Tomoe esperaba y observó ese lado de Kojou que nunca supo, igual se toparon con Honjou y Kiribe, los consejos pervertidos de nuestra inglesa nunca fallan jaja, quizás pronto caigan en las redes y finalizamos con alguien que Izumida encontró, parece que alguien podría tratarla como dama, ya veremos sobre ello en el próximo cap. Saludos.