Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto
—No sé si esos bastardos tienen a mi sensei. Pero estoy cien por cien seguro que esos hijos de la gran puta tienen a mi compañera. Y la tienen porque la muy idiota vino a buscarme. ¡La tienen por mi culpa! —gritó de manera desgarradora. —¡No puedo perder más tiempo! ¡Así que suéltame de una puta vez y deja que la busque!—
—Mmm. No.—replicó Minato ganándose una mirada aterradora por parte de Bakugo.
—¡¿CÓMO HAS DICHO, MALDITO HIJO DE PUTA?!—rugió el rubio ceniza.
—Antes de que frunzas aún más tu ya fruncido ceño, contéstame a unas preguntas. Si puedes responderme adecuadamente te libero ahora mismo. —explicó Minato.
—¡ESTOY HASTA LOS HUEVOS DE TUS JODIDAS PREGUNTAS! ¡SUÉLTAME DE UNA PUTA VEZ O TE JURO QUE SI NO LO HACES EXPLOTARÉ EL PUTO HOSPITAL CUANDO ME LIBERE!—amenazó Bakugo, haciéndose daño en la muñeca para liberarse de la esposa que lo ataba a la cama y le impedía utilizar chakra.
—Supongamos que te libero, ¿a dónde irías, Bakugo?—cuestionó el Yondaime
—¡ERES UN JODIDO BASTARDO!—gritó Bakugo.— ¡NO HAS OÍDO ESCUCHADO DE LO QUE TE HE CONTADO! ¡Iré a salvar a mi compañera de Orochimaru y su compinche!—
—Sí que te he escuchado, Bakugo-kun. Eres tú el que no me escuchas. Te he preguntado a dónde irías, no lo que harías.—dijo el Hokage
—¿Es qué eres retrasado? ¡Es obvio que Uraraka debe estar en el escondite de esa serpiente bastarda! ¡Así que iré donde se esconden esas ratas, las mataré y luego rescataré a Uraraka!—exclamó Bakugo, enfadado.
—¿Y dónde está el escondite de Orochimaru?—insistió preguntando Minato.
—¿Eh? Mmmm... —Bakugo se quedó pensando unos segundo. No había planeado donde buscarlo. Pero afortunadamente, se le encendió una bombilla en el cerebro.—¡Pues claro! ¡Ese bastardo llamó a la momia bastarda, al pelo pincho y a la perra del sonido sus estudiantes! ¡Debe ser el uno de los líderes de esa aldea! ¡Incluso puede que sea el Kage. ¡Iré a la aldea oculta del sonido y explotaré es jodido lugar hasta descubrir dónde está Orochimaru!—
—Mmmm. Ese es el primer problema que veo si te dejo marcharte.—expresó Minato con preocupación
—¿De qué mierdas estás hablando?—se interesó Bakugo
—Ahora mismo, todas las países estamos en un período de paz que quiero que dure mucho tiempo. No puedo ayudarte a iniciar una guerra, por mucho que lamente la situación en la que te encuentras. Tengo que velar por todos los que habitan Konoha. No puedo poner a mi aldea en peligro solo por la simpatía que te tengo.—explicó el Yondaime
—¿Y cuándo te he pedido ayuda a ti o a alguno de tus ninjas, viejo? ¡Iré solo! Así que no te preocupes por ellos. ¡Problema solucionado! ¡Ahora suéltame, joder!—dijo Bakugo
—Por desgracia, si tú, como genin de Konoha irrumpes en Otogakure sin permiso y explotando todo lo que encuentres, es muy probable que lo consideren un acto de guerra. Así que el problema sigue estando ahí.—trató de razonar Minato
—¡No llevaré la bandana! ¡Nadie sabrá que soy de Konoha!—argumentó Bakugo.
—Por lo menos Kabuto y Orochimaru sí que lo saben. Y no descarto que lo sepa mucha más gente de allí. Es muy probable que Orochimaru haya hablado con su gente de confianza de ti. Al fin y al cabo, eres uno de los que él considera especiales por venir de Japón.—replicó el Yondaime
—¡Pues bórrame de los registros de Konoha! ¡Renuncio a ser ninja!—dijo Bakugo con determinación.
—Bakugo, no sabes lo que estás diciendo. —negó con la cabeza Minato.—Si hago lo que me pides te convertirías en un Nukenin.—
—¿Un Nukenin?—arqueó una ceja el rubio ceniza.
—Un ninja renegado. En tu primera misión de rango C, Kakashi, Sasuke, Sakura y tú os encontrasteis con uno de ellos. ¿No me digas que ya te has olvidado?—dijo Minato
—¿Cómo voy a olvidarme de ese bastardo sin cejas? ¡Fue ese el que me dio la cosa más inútil del mundo!—exclamó Bakugo señalando el armario que había abierto antes Minato que en su interior estaba Deku
—¿Y por qué si es tan inútil me has preguntado antes dónde estaba? —preguntó Minato.
Bakugo no contestó, pero el rubio ceniza le había cogido cariño a su espada. Le recordaba a su máximo rival. Siempre presente. Siempre pareciendo inútil, hasta que demuestra de lo que es capaz de hacer.
—Bueno es igual. Lo importante es que si te conviertes en un Nukenin no podrás volver a ser un ninja. Ni aquí ni en ninguna otra aldea. Y si lo haces, tu nombre entrará en el Libro Bingo. Se te dará caza hasta que acabes muerto.—explicó Minato con rostro serio
—Je. —dijo Bakugo mirando al techo de la habitación del hospital. —Cuando venías al orfanato a insistirme en que me matriculara a la academia ninja ...¿recuerdas lo que te constestaba?—
—Qué jamás serías un ninja, que eso era para perdedores. Por suerte, cambiaste de opinión.—respondió Minato.
—No cambié de opinión. Sigo pensando que ser ninja es para perdedores.—dijo Bakugo con la mirada aún perdida en el techo
—¿Y entonces? ¿Por qué te apuntaste a la academia? Tenías un potencial enorme y por eso quería que fueras un ninja de Konoha, pero podrías haber seguido otra forma de vida. ¿Por qué me pediste que te apuntara a la academia?—dijo Minato sin comprender
—La pregunta importante es cuándo te pedí que me apuntaras a la academia.—contrapreguntó el rubio ceniza
—...—se quedó callado Minato, recordando la fecha exacta
—¡DILO! ¡DI CUANDO TE PEDÍ QUE ME APUNTARAS A LA ACADEMIA NINJA, VIEJO!—exigió Bakugo
—El día después de la masacre del clan Uchiha.—contestó Minato, con algo de dolor en el rostro
—¡Exacto! Bien, mister preguntitas. Ahora se cambian las tornas y voy a ser yo el pesado de las preguntas. ¿Recuerdas la razón que te di para querer apuntarme a la academia el día después de la masacre de los Uchiha?—preguntó Bakugo
—Dijiste que te convertirías en mi sucesor. Dijiste que te convertirías en el Godaime Hokage.—respondió el Yondaime
—Ya qué eres tan listo, ¿por qué crees que quiero ser el Godaime Hokage si me importa una mierda ser un ninja?—dijo Bakugo observando de cerca a Minato.
La situación había dado un vuelco de 180 grados. Ahora era el Hokage el que estaba siendo hostigado con las preguntas del joven rubio
—No lo sé.—dijo con sinceridad Minato
—No lo sabes. Je, me tenías convencido que eras el super detective Minato Namikaze. —dijo Bakugo sarcásticamente. —No pasa nada. Yo contestaré a la pregunta... Se lo debo a Mikoto.—
—¿Mikoto?—dijo Minato, extrañado
—Mikoto Uchiha.—aclaró el rubio ceniza
—¿Ella te pidió que te alistaras a la academia para sucederme algún día?—preguntó Minato con desconfianza.
—¿Qué cojo ...?¡NO! ¡Ella no me pidió nada! ¡Pero Itachi la mató delante de mí y debo descubrir por qué alguien haría algo tan horrible a una de las personas más maravillosas del mundo!—exclamó Bakugo.
—¿Una de las personas más maravillosas del mundo? Pero si apenas la conocías, le dijiste a Danzo que estabas ahí ese día para jugar una partida de shogi con ella y solo porque te gustaba ganarla al dársele mal.—dijo el Yondaime
—Mentí. Mikoto se comportó como una madre conmigo. Es más, ella ya estaba haciendo los trámites para adoptarme. —se sinceró el rubio ceniza
—¿Por qué mentiste ese día?—preguntó con interés Minato
—¡Tú tienes el valor de preguntar el porqué mentí ese día! ¡PRECISAMENTE TÚ! —rugió Bakugo.—Tú y yo sabemos que no fui el único que mintió el día.
—...—el Hokage se quedó callado tragando saliva con dificultad
—¿Ahora te callas? Bastardo hijo de puta. —susurró con odio. Suspiró unas cuantas veces para retomar el control.— Cuando te pregunté por qué Itachi mató a todo su clan, me dijiste que no lo sabías. Te vuelvo a hacer la misma pregunta. ¿Por qué Itachi mató a todo su clan, Namikaze?—
—...—Minato volvió a callarse no sabiendo que decir.
—Tsk. —masculló Bakugo negando con la cabeza. —Bueno, es un progreso. Al menos ahora no tienes la desfachatez de mentirme a ¡LA PUTA CARA!—
Ambos se quedaron en silencio unos minutos. Minato ocultando su rostro por la culpa y Bakugo haciendo un esfuerzo sobrehumano para contenerse de no escupir a la cara del Yondaime.
—En fin...—rompió el silencio Bakugo emitiendo un suspiro. —Por lo menos me he quitado este peso de encima que tenía dentro. —
—No te puedo decir nada, pero créeme que es mejor así.—dijo Minato, no muy convencido de sus palabras.
—¡Y una mierda que es mejor! No sé porque ocultas lo que sabes. Si para proteger a Sasuke, para proteger a la aldea o para proteger tu trasero. Me da igual. Yo sólo quiero saber la verdad. Yo ya suponía que no me ibas a decir una mierda. Tú mucho preguntar pero poco contestar. Por eso pensé en qué debía ser el quinto maestro Hokage. Era la mejor forma para descubrir la verdad. Pero eso ya no importa, mis prioridades han cambiado. Tengo que encontrar a Uraraka, y si por ello debo renunciar a ser el Godaime que así sea.—
Bakugo se mordió el labio por la impotencia haciéndose sangre.
—No pasa nada por no ser el Hokage. Ya encontraré otra forma de averiguar por qué Itachi hizo lo que hizo. Descubriré la verdad tarde o temprano ¡Pero lo qué es seguro es que es imposible rescatar a Uraraka si me quedo aquí parado no haciendo nada! ¡Así que apúntame en ese libro de mierda de ninjas renegados pero suéltame YAAAAAAAA!—gritó Bakugo, que ya había perdido la paciencia hacía rato.
—Mmmmmm digamos que te libero. —a Bakugo se le iluminó el rostro, pero luego se le volvió a apagar viendo que el Hokage aún no había acabado de hablar.— Vamos a suponer que Orochimaru sigue teniendo presa a tu compañera. Supongamos que, además, es cierto que él es uno de los líderes de Otogakure y que se encuentra allí. ¿Qué harás cuando lo encuentres?—
—Matarlo.—respondió Bakugo al instante.
—¿Cómo?—preguntó Minato. Bakugo arqueó una ceja confundido. —El Sandaime Hokage, Hiruzen Sarutobi, pensó en dos personas para sucederlo. Uno de ellos era yo, el otro era Orochimaru. La única razón por la que no se decidió por Orochimaru fue porque sospechaba de las prácticas ocultas de éste. —explicó. —Lo que quiero decir con esto es que Orochimaru y yo somos, más o menos, igual de poderosos. Incluso puede que ahora él sea más fuerte que yo, ya que desde que soy Hokage me he oxidado un poco por la falta de acción y el mucho papeleo que tengo.—
—Ya sabía que esa serpiente era poderosa, ¿a dónde quieres llegar a parar?—preguntó Bakugo.
—A qué en tu estado actual es imposible que le pongas un dedo encima a Orochimaru.—respondió con sinceridad el Hokage. —
—¡No me subestimes, viejo!—exclamó Bakugo enfurecido.
—No te subestimo, digo la verdad. Kakashi, aún usando su sharingan, es más débil que Orochimaru. ¿Cómo vas a derrotar a Orochimaru cuando no eres capaz de quitarle a tu sensei un cascabel? Por no mencionar que ni siquiera tuvo que usar su sharingan para evitar que se lo quitaras.—dijo Minato, recordando el informe que le había dado su antiguo alumno
—Eso pasó hace mucho tiempo.—se defendió Bakugo
—Es verdad ha pasado mucho tiempo. Antes no tenías tus brazos tan castigados.—contraatacó Minato
—¿De qué mierdas estás hablando?—dijo Bakugo, aunque sospechaba de qué se trataba
—Estos 9 días que has estado durmiendo, los médicos te han examinado. Detectaron que aún tenías rastro de veneno de serpiente, de droga anestésica y de infección.—explicó el Yondaime
—¿Y qué pasa? ¿Aún no me he recuperado de eso? Pues me encuentro perfectamente.—dijo Bakugo
—Eso es porque en este tiempo tu cuerpo ha conseguido eliminar el rastro de sustancias tóxicas de tu organismo. Pero los médicos también encontraron coágulos en tus brazos inoperables.—siguió explicando Minato
—Je. —sonrió con tristeza Bakugo. —Así que esa rata con gafas dijo la verdad en algo.—
—¿A qué te refieres?—cuestionó Minato arqueando una ceja
—El cuatro-ojos me advirtió que no siguiera usando mis explosiones si no quería perder mis brazos. Tenía una pequeña esperanza de que ese bastardo de mierda me había engañado.—respondió Bakugo mirándose los brazos
—Bueno, pues ahora que sabes que es verdad. Pensaremos en otra cosa. Se me ha ocurri ...—comenzó diciendo Minato.
—Cállate...—dijo Bakugo en un susurro escalofriante interrumpiendo al Yondaime.
—¿Eh?—dijo confundido Minato.
—Estoy harto de escuhar tu puta voz. Estoy harto de estar aquí perdiendo el tiempo. Estoy harto de pensar en toda la mierda que debe estar pasando Uraraka. ¡Necesito actuar ya! ¿Qué no me quieres liberar? Pues entonces me liberaré yo solo... —miró su brazo esposado con asco.— aunque tenga que arrancarme este brazo a mordiscos.—cuando alzó la mirada, la ferocidad en el rostro de Bakugo provocó en su interlocutor el mismo escalofrío que había provocado muchas veces antes con otros tipos. —Solo necesito un brazo. Solo necesito una explosión. Me es igual quedar manco. Pero voy a matar a Orochimaru y a su esbirro. Y voy a liberar a Uraraka. Ni tú, ni nadie podrá impedir que lo consiga. ¿Te queda claro?—
—Sabía que este chico no era un chico normal ... —pensó Minato, recuperándose del escalofrío que había sentido. —Lo que no sabía es que se trataba de una bestia en el cuerpo de un niño. Por un instante he sentido lo que sentí cuando me enfrenté al Kyubi.—
—Voy a decirlo solo una vez más. Libérame, Namikaze. —sus ojos carmesíes adquirieron una tonalidad más parecida a la del fuego.
Minato le lanzó las llaves y Bakugo las cogió en pleno vuelo con su mano libre
—Ya que parece que es imposible que me hagas caso. Te propongo una alternativa a tu locura de ir solo a Otogakure.—propuso Minato
—Tienes de tiempo hasta que abra estas esposas y me vista, así que sé breve. —dijo Bakugo, sin mirar al Hokage ya que estaba ocupado abriendo la cerradura de las esposas con la llave.
—¿Has oído hablar de los legendarios Sannin?—cuestionó el Yondaime
—Recuerdo haber visto esa palabra leyendo algún libro de por aquí. ¿Qué es un Sannin?—preguntó mientras acaba de liberarse completamente. Movió la muñeca para recobrar la movilidad y fue al armario en busca de sus pertenencias.
—El título que recibieron por parte de Hanzo la Salamandra, que es el actual líder de Amegakure, los tres ninjas que sobrevivieron a una batalla contra él durante la Segunda Guerra Mundial shinobi.—explicó Minato.
—¿Y por qué me debería importar eso?—preguntó Bakugo, mientras se quitaba el pijama del hospital y se ponía su camiseta negra que le caracterizaba.
—Porque Orochimaru es uno de ellos. —contestó el Yondaime
—¿Qué quieres decir? ¿Qué hay otros dos desgraciados tan psicópatas como él?—dijo Bakugo apretando los puños.
—No, por suerte Orochimaru no contagió su maldad con el resto de su equipo. —aclaró Minato.—Lo que he querido decir es que hay otros dos ninjas tan habilidosos como él. Y uno de ellos está en camino.—
—Ve al grano de una vez, estoy a punto de irme de aquí. —replicó Bakugo, poniéndose los pantalones y cargando a Deku en su espalda.
—He pedido a uno de los otros dos sannin que regrese a la aldea. Y se lo he pedido porque es la única persona con los contactos suficientes para encontrar a la última integrante de los legendarios Sannin. Quiero que le acompañes a buscarla.—dijo Minato mirando la espalda de Bakugo que se dirigía a la salida.
—Ja ¿Y por qué iba a hacer tal cosa?—preguntó Bakugo, abriendo la puerta de la habitación preparado para marcharse de Konoha.
—Porque es la única persona que conozco que tiene las habilidades necesarias para curarte los brazos.—respondió Minato.
