Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto

—Después de tu combate contra Kiba, aún quedaban cuatro combates por disputarse. A Hinata le tocó luchar contra su primo.—comenzó explicando Kurenai.

—Neji ...—susurró Bakugo apretando los puños con fuerza

—Hinata luchó con todas sus fuerzas, pero Neji es un ninja mucho más experimentado y acabó ganando. Los médicos no están seguros si podrá continuar siendo una kunoichi—resumió Kurenai sacando otro pañuelo limpio para limpiarle los restos de sangre de la boca de la genin.

A Bakugo le oprimía el pecho el ver a la chica en tan mal estado. Apartó la mirada, y ya que no tenía a Neji delante para cargar su furia, arremetió contra Kurenai.

—¿¡Por qué no paraste el combate antes de que la ojos raros acabara tan mal?!—dijo Bakugo, entrecerrando los ojos y señalando a Kurenai con el dedo. —¡Sabías que ese bastardo de mierda era mucho más fuerte y aún así no hiciste nada para proteger a tu alumna!—

—Ella quería seguir luchando. Siempre ha sido una chica tímida e introvertida. Dejando que Kiba o Naruto tomaran toda la iniciativa en las misiones. Nunca la había visto tan decidida y con tanta convicción para luchar —se defendió Kurenai. Sacó un paño húmedo para secar el sudor de la frente de Hinata —Nunca me habría perdonado ni ella ni yo misma el parar el combate.—

—¡Esa es tu excusa de mierda! ¿Qué no te iba a perdonar si parabas el combate?—exclamó Bakugo, haciendo un esfuerzo sobrehumano para no alzar la voz. —¡Ella es una cría, tú eres la jodida adulta! ¡Tú deber era protegerla!—

—Si hubieras presenciado el combate te habrías dado cuenta que Hinata ya no es una niña. —contraatacó Kurenai harta de los reproches del rubio ceniza.

—¡Si hubiera estado allí la ojos raros no estaría en este estado de mierda!—gritó Bakugo, perdiendo la compostura y señalando a Hinata.

Hinata se removió por la cama a causa del griterío, pero siguió durmiendo

—¡Habla más bajo, Bakugo! ¡La despertarás!—exclamó Kurenai, enfadada con el rubio.

—¡MEJOR! ¡ASÍ SABRÁ QUE ESTÁ ASÍ POR TI! —rugió Bakugo fuera de sí. Luego señaló con el índice a Kurenai a escasos centímetros de la nariz de la jonin—¡TÚ ERES TAN CULPABLE COMO ESE TROZO DE MIERDA QUE DICE SER SU PRIMO!—

—...—Kurenai apretó los dientes. El ataque verbal del rubio hizo que los ojos se le aguaran. —Piensa lo que quieras, Bakugo. No me arrepiento de no parar el combate. Fue su decisión y la respeté. Admiro que dejara de huir.—

Bakugo dio un paso atrás, conmocionado por la última frase de Kurenai, le resonaban las últimas palabras que escuchó de Hinata.

—No huiré.—

—¿Por qué has empleado esas palabras? ¿Por qué dices que admiras que dejara—dijo Bakugo, casi en un susurro, dando otro paso atrás y con temor a la respuesta de Kurenai.

—Cada vez que caía al suelo y Neji le sugería que se rindiera, ella se levantaba y negaba con la cabeza. Y repetía una y otra vez que estaba cansada de huir. Nunca más se escondería de nuevo.—explicó Kurenai,

—Antes, cuando te he dicho que quizás fueras mi rival se te ha cambiado la cara. Has puesto una cara de alguien de una persona que no quería luchar. Así que si quieres huir, huye ahora. Aún estás a tiempo. Pero te advierto que llegará el día en que tendrás que dejar de huir. Y una última cosa, si nos enfrentamos y no lo das todo jamás te lo perdonaré. —

A Bakugo se le formó un nudo en la garganta. Otra vez alguien acaba mal por su culpa. All Might, Best Jeanist, Uraraka, Hinata ... La lista empezaba a ser demasiado larga para el rubio ceniza.

Kurenai se dio cuenta del cambio de actitud en Bakugo. No era difícil eso, ya que ahora parecía enfermo cuando instantes antes mostraba una actitud beligerante. La jonin decidió ignorar eso y centrarse nuevamente en su genin.

—Además, confío en las palabras del Yondaime. Según él, traerá a la aldea a una experta en jutsus médicos que sanarán a Hinata. —dijo Kurenai.

El rostro de Bakugo se contrajo.

—He pedido a uno de los otros dos sannin que regrese a la aldea. Y se lo he pedido porque es la única persona con los contactos suficientes para encontrar a la última integrante de los legendarios Sannin. Quiero que le acompañes a buscarla.—

—Ja ¿Y por qué iba a hacer tal cosa?—

—Porque es la única persona que conozco que tiene las habilidades necesarias para curarte los brazos.—

Bakugo echó una última mirada a Hinata antes de darse la vuelta y desaparecer de la habitación de Hinata cerrando tras de sí la puerta con fuerza.

Salió del hospital a toda prisa, con una sensación desagradable en el pecho. Afuera vio una roca gigantesca y descargó contra ella toda la tensión y estrés que llevaba acumulado.

—¡SHINEEEE! ¡SHINEEEE! ¡SHINEEE!—Bakugo lanzó una ráfaga de puñetazos a la enorme piedra que hizo que le sangraran los nudillos. —¡SHINEEEEE!—el último puñetazo lo lanzó con todas su fuerzas.

El dolor momentáneo que sentía en las manos le ayudaba a olvidarse del dolor que estaba sintiendo en el pecho.

Luego se tumbó en el césped y contempló las nubes recordando algo de un pasado muy remoto.

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FLASHBACK

El día siguiente al examen práctico del primer semestre, Aizawa mandó que cada pareja de alumnos revisaran el vídeo de su combate con su examinador.

(N/A: el examen es los combates en parejas contra un héroe profesional. Bakugo y Deku se enfrentaron a All Might. Todoroki y Momo a Eraserhead, etc. Para más concreción para los más despistados, el combate entre Bakugo y Deku contra All Might ocurre en la temporada 2 episodio 24)

Una vez terminaron de ver, todas las parejas, sus combates grabados volvieron a las clase 1-A. Kirishima y Kaminari se acercaron a un malhumorado Bakugo que estaba sentado y dando la espalda al resto de la clase, que se la pasaba hablando entre ellos aprovechando que no había ningún profesor.

—¡Bakugo! Juguemos a esta cosa ...mmmm ...¿Cómo se llamaba, Kirishima?—dijo Kaminari llevándose el dedo índice a la frente.

—¡No importa como se llame el juego! ¡Es esa cosa tan varonil que se juega con los pulgares! ¡Juguemos juntos, Bakubro!—exclamó Kirishima irradiando una sonrisa. Kaminari asintió con otra gran sonrisa.

—¡CALLAOS, FRACASOS HUMANOS!—gritó Bakugo sin ni siquiera voltearse para verles la cara.

La sonrisa de ambos estudiantes desapareció al instante. La alegría que sentían Kirishima y Kaminari fue sustituida por depresión al recordar sus derrotas contra Cementoss y el director Nezu respectivamente.

—Grrrr... Ese bastardo de Deku... ¡Hizo todo mal en el examen!—pensó Bakugo, frustrado y apretando los dientes. —No pude decirle nada ya que All Might estaba allí, pero ahora se va a enterar ...

—¡Se supone que debías correr solo hasta la meta, ratón de biblioteca!—gritó volteándose de su pupitre. Pero en el pupitre donde se supone que debía estar Deku, estaba Uraraka.—¿Eh?—

N/A: recordad que el pupitre de Deku está justo detrás del de Bakugo.

—Si estás buscando a Deku-kun, se ha ido al baño. —dijo Uraraka apoyando las manos en la mesa de Deku.

—¿¡Y qué cojones haces sentada en el pupitre de Deku, cara redonda?!—cuestionó Bakugo.

—Sentí tu estado de ánimo explosivo ...—respondió Uraraka entrecerrando los ojos imitando al detective Conan.—Estabas apunto de gritarle otra vez, ¿a qué sí?—

—¡No jodas, Sherlock! —dijo Bakugo con sarcasmo. —¡Ahora, fuera de aquí!—

—¿No podrías intentar llevarte bien con él?—preguntó Urarka ignorando la orden del rubio.

—¿Con ese nerd que gasta su tiempo burlándose de mí?—dijo Bakugo, con una vena hinchada.

—Realmente creo que vosotros dos podríais encontrar algo en común. —dijo Uraraka con convicción.

—JAJAJAJA—rió Bakugo a lágrima viva. —¿Qué mierdas te has fumado al venir a clase, cara redonda?—

—Estuviste tan genial cuando nos enfrentamos ...—dijo Uraraka recordando con alegría su pelea contra Bakugo a pesar de la derrota. —No entiendo por qué tratas a Deku-kun tan mal ... Es como si estuvieras mostrando tus colmillos adrede para que se distanciara de ti. ¡Porque en realidad le tienes miedo! —la cara de Bakugo iba tornándose cada vez más roja por la ira por cada palabra que decía su compañera.—¡Es una pena! Crecisteis juntos y ahora estáis en la misma clase. ¡Deberíais ser amigos en vez de pelear todo el tiempo!—Bakugo no aguantó más y se levantó como un resorte.

—¡¿ME ESTÁS PROVOCANDO, CARA REDONDA!? —gritó Bakugo haciendo una mini explosión al pupitre de Deku. —¡¿ES QUE ACASO QUIERES LA REVANCHA, URARAKA!?

—Ey, ¡cal ... cálmate!—dijo Uraraka algo asustada, gesticulando con los brazos.

En ese momento entraba un sonriente Midoriya.

—Qué bien se siente ir al ...—susurró para sí mismo. Su cara se transformó al ver la discusión que estaban teniendo sus compañeros. —¿Eh? Pe...Pero ...¿¡Qué está pasando aquí?!—preguntó Deku sudando a mares por los nervios y la preocupación que sentía.

—¡A ti te quería ver yo, nerd! ¡Después de que acabe con ella te daré tu merecido, Deku!—exclamó Bakugo mientras perseguía a Uraraka por toda la clase.

La puerta de la clase se abrió con fuerza, apareciendo la profesora Midnight cabreada.

—¿¡DÓNDE CREEIS QUE ESTÁIS?! ¿!EN UNA GUARDERÍA?!—dijo Midnight golpeando la puerta con su puño. —¡TODO EL MUNDO, SENTAOS DE UNA VEZ!—ordenó. —¡Es hora de la clase de historia del heroísmo moderno!—

Todos, incluído Bakugo, obedecieron y se sentaron en sus pupitres. Midnight estaba escribiendo en la pizarra lo más importante de la lección.

—Aunque el uso de protecciones pesadas eran lógicas en nuestra actividad, los ciudadanos se asustaban por la apariencia que tenían. Esa es la razón por la que los héroes tiene privilegios para poder expresar en sus uniformes una identidad o una temática determinada. Blablabla bla blabla blabla bla...—

—Qué interesante...—pensó Iida muy atento mientras tomaba apuntes.

A la que no le parecía interesante era a Uraraka que le daba vueltas a la discusión con su compañero.

—Ups ... No pude evitar decirle lo que estaba en mi mente... ¿Habré hecho bien?—pensó Urarka, mientras observaba a Bakugo en su pupitre que seguía con cara de pocos amigos.

—Esa extra es un jodido grano en el culo. ¡Recordaré esto, Uraraka!—pensó Bakugo, apretando los puños.

—Blabla ¿Alguien puede decirme que provocó la diversificación en los uniformes? ¿Bakugo?—preguntó Midnight, viendo que Bakugo era de los pocos que no estaban tomando apuntes y parecía distraído.

—¡El choque entre los payasos!—respondió Bakugo al instante.

—Ehh... Sí ... Correcto. —dijo Midnight, sorprendida porque Bakugo acertara. A pesar de su actitud gruñona, Bakugo era un chico muy atento en clase.

FIN DEL FLASHBACK

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—¿Por qué mierdas recuerdo ahora esto? —pensó Bakugo frustrado. —Uraraka y Deku son un jodido dolor de muelas con su mierda de superioridad moral.

—¡No huiré!—

—¡No me rendiré hasta convertirme en una heroína!—

—¡JODER!—gritó dando un puñetazo al césped. —¿Qué debería hacer?—