Harry Potter pertenece a JK Rowling.
Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)
Harén de Harry.
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
Star Wars: Clone Wars
Capítulo 89
Centinelas y Holocrones.
Centinela Jedi, es el nombre otorgado, a una de las tres escuelas de pensamiento de los Jedi.
El Centinela Jedi, era el tercer camino.
Un Cónsul Jedi era aquel Jedi que empleaba la Diplomacia o la Ciencia. Por ejemplo, estaba la bibliotecaria: Jocasta Nu, o la maestra Adi Gallia.
Un Guardián/Caballero Jedi, era aquel que cumplía con las misiones encomendadas por el Consejo, era aquel que combatía, aquél que era lo que más se le venía a la cabeza a una persona, cuando escuchaba la palabra "Jedi", alguien que enfrenta a los villanos, con un sable de luz en mano y extraordinarios poderes, como: Anakin Skywalker o Aayla Secura.
El Centinela era alguien que podía tomar uno de los dos caminos anteriores, y luego aprender algo más: Campos de seguridad, hackeo de computadoras, técnicas de sigilo, demolición o medicina.
Tratando de entender la creatividad como un aspecto central de la voluntad de la Fuerza, el arte perseguido por los artesanos Jedi, se manifestaba típicamente en la construcción de sables de luz y Holocrones. Teniendo una grandiosa habilidad con las herramientas y las máquinas, los artesanos unieron su conexión con La Fuerza con su habilidad mecánica para guiar el uso de herramientas para crear objetos verdaderamente artísticos y únicos, que tuvieran una conexión artificial con La Fuerza viva.
Algo especial tuvo que haber visto, en Harry Potter y Susan Bones, la maestra artesana Faora Xamandi, quien les dijo haber encontrado en ambos, aptitudes dignas de un artesano, incluso si el sable de luz de Harry era negro. (La mujer se mostró mucho más amable o incluso un poco maternal, con Susan, seguramente por el color de su sable de luz), ambos comenzaron un curso intensivo para aprender, todo cuánto un Centinela Jedi, debía de conocer. Aprendieron sobre muchos tipos de armas y artefactos tecnológicos Jedi, como -por ejemplo- los Holocrones, para lo cual tendrían que especializarse en ser espías (para recopilar información), archiveros en la biblioteca (para saber clasificarla), Hackers (para desbloquear los Holocrones, en caso de ser necesario) y artesanos (para crear). Comenzaron a tomarse su tiempo para entrenar en los poderes de la Fuerza lumínica (y oscura, en el caso de Harry), esgrima y a hacer las tres restantes actividades, bajo la atenta mirada de la maestra Xamandi.
Gracias a la tecnología Holocrónica, Hermione se sintió inspirada y comenzó, una larga investigación de fauna y flora, alrededor de los planetas republicanos, y cuando descubrió muchas plantas o animales, que podían ser usadas en todo tipo de pociones, o incluso en la confección de varitas mágicas, pasó esa información a un Holocrón.
Harry, comenzó a dictar a un Holocrón, que él mismo construyó, dictó sobre su estilo de pensamiento, algunos datos sobre su vida, sobre la magia, transcribió conocimientos sobre la magia, sobre la Fuerza, el cómo comenzaba a investigar los límites y la diferencia entre magia y Fuerza, y sobre sus estilos de esgrima.
¡La Flota de la República está a la defensiva, y presionada al máximo!
Conforme continúa la guerra, en los peleados territorios del Borde Exterior, aumenta el caos y el miedo.
Mientras los Separatistas combaten contra las naves de la República en desventaja.
En los confines remotos del sistema Cuel, Anakin Skywalker y su Padawan, Ahsoka Tano, atraviesan la galaxia para ayudar a la pareja Jedi: Harry Obaset y Aayla Secura, quienes luchan desesperadamente por sus vidas conforme se acerca el siniestro ejercito de Droides.
Jedi Accidentado.
― ¡Ya no hay escudos! ―alertó el almirante clon.
―Aayla, quizás deberíamos de intentar desarmar las naves, al igual que solemos hacerlo con los Droides. ―Aconsejó Harry.
―No sé si vaya a funcionar, Harry ―dijo Aayla preocupada.
―Los tenemos, manden a los Droides B2 ―ordenó el almirante Droide, mientras que una escotilla se abría, y los Droides iban hacía la nave Republicana.
La nave donde estaban Harry y Aayla, comenzó a disparar con todo lo que tenían, incluso sabiendo que estaban en desventaja, y su nave iba cayendo.
― ¿Lista, Aayla? ―preguntó el pelinegro sonriendo.
La Twi'Lek suspiró. ―Vamos.
Ambos Jedis abandonaron el puente de mando, siendo seguidos por los clones, el capitán Ken tenía detalles de color rojo en su casco y armadura; mientras que el comandante Bly, guiaba a un puñado de su gente, enfundado en su traje de líneas amarillas.
Pronto, los droides B2, se encontraron haciendo frente a los disparos láser azules, de los clones y con sus propios láseres rojos, siendo reflejados hacía ellos.
Anakin, Ahsoka y parte de la legión 501, les seguía de cerca, pero acabaron estrellándose contra la nave de Aayla y Harry, cuando perdieron los motores, aun así, les asombraba el seguir vivos, logrando abordar la nave, para apoyar a sus camaradas.
Rápidamente, Anakin y Ahsoka, comenzaron a reflejar disparos de droides, quedando los droides heridos por sus propios disparos, y los disparos de los clones.
Pronto, llegaron Harry, Aayla, el comandante Bly y el capitán Ken, junto a sus soldados, auxiliando a Anakin y Ahsoka.
Los Jedi cortaban a los droides como si solo fueran mantequilla, los mandaban a volar, para que golpearan a otros clones. (O en el caso de Harry, quien los desarmaba y usaba sus propias armas, contra ellos)
―Buena entrada Skywalker ―dijo Aayla mientras bloqueaba dos disparos, saltaba en el aire, giraba verticalmente, antes de cortar los torsos de dos robots B2. ―Dime, ¿Cómo piensas sacarnos de este lío?
―Hay una nave aterrizando en el hangar inferior, en este momento. ―Informó Ahsoka, mientras usaba algunos Droides como escudo, para los disparos de otros droides, o saltaba sobre uno de ellos, y rebanaba a dos.
Cuando llegaron al pasillo, creyeron tener la ventaja, ante un solitario droide B1, solo para que la puerta se abriera y aparecieran otros diez droides B1 y unos siete B2, obligando a los Jedi a huir, y tomar otro camino, logrando llegar a la puerta, desplegar el puente de conexión entre ambas naves.
―Logramos ―dijo Ahsoka, mientras atravesaban el puente, hacía la nave.
― ¡Todo listo, señor! ―dijo uno de los clones pilotos, de la nave que los sacaría de allí.
La explosión se iba extendiendo, Anakin los arrojó a todos en la nave de escape, él selló las puertas, y trató de contener la explosión con La Fuerza, pero fue malherido y quedó inconsciente, Ahsoka abrió las puertas, que separaban la nave, de donde se quedó Anakin y lo trajo, mientras que salían de allí.
Por desgracia, el disparo de una nave droide, mató a uno de los copilotos, cuya cabeza golpeó el tablero de viaje hiperespacial, saliendo en un curso desconocido, al tiempo que el almirante ordenaba que rastrearán su nave.
Harry usó la Medimagia, para atender a su inconsciente amigo, al tiempo que Aayla usaba la Curación de La Fuerza, y Ahsoka solo miraba impotente.
El comandante Bly llegó a la enfermería. ―General Secura, general Potter, hay problemas.
― ¿Qué sucede, comandante Bly? ―preguntó Ahsoka.
―Las coordenadas fueron al azar, y ahora nos dirigimos hacía una estrella ―dijo Bly.
Los tres Jedi, corrieron al centro de control.
―Reinicien la nave ―ordenó Aayla.
―No. Eso apagará el respirador de Anakin ―dijo Ahsoka, aterrada.
―A mí tampoco me gusta, pero es un riesgo que debemos de correr ―dijo Aayla.
―Descuiden, yo lo mantendré con vida y respirando ―aseguró Harry, mientras corría a la enfermería. ―Solo espero que fusionar los hechizos Anapneo y Casco-Burbuja sirvan. ―Tan pronto como ingresó allí, los sistemas fueron desactivados y él activó ambos hechizos, sobre su amigo. ―Padma es mejor en esto de la Medimagia, que yo.
La energía auxiliar y principal, fueron apagadas, y con eso, también la gravedad artificial dentro de la nave.
― ¡Salimos del Híper-espacio, vuelvan a encender los generadores! ―pidió Bly, pero Rex se soltó y golpeó a Aayla, alejándola de la palanca, mientras que se acercaban a la estrella. ― ¡¿Qué están esperando?! ―Bly intentaba virar la nave, mientras se acercaban cada vez más. ― ¡Ahora, ya! ―Aayla usó La Fuerza, para restablecer la energía, gracias a la palanca de encendido y apagado, logrando Bly virar la nave, justo a tiempo.
―Bien, no chocaremos en la estrella, pero definitivamente sí, en ese planeta ―dijo Ahsoka, mientras que ingresaban en la atmósfera del planeta amarillo mostaza. Y como si tener la nave en llamas, no fuera suficiente, perdieron una turbina de la nave, y aterrizaron como mejor pudieron hacerlo, Rex y Bly abrieron la puerta con varios disparos.
― ¡Todo el mundo, fuera! ―ordenaron Rex y Bly, todos salieron, mientras que Ahsoka traía a Anakin cargándolo en la espalda, y la nave explotó detrás de ellos.
―Me alegra que no estuviera despierto, para ver ese aterrizaje ―dijo Ahsoka.
―Te habría felicitado ―dijo Aayla.
―Conociéndolo como lo conozco, lo hubiera hecho, Ahsoka ―dijo Harry sonriente.
Crearon un refugio improvisado donde colocar a Anakin, encendieron una fogata y pronto se separaron en varios grupos, para buscar comida y un mejor refugio.
―Temo que Anakin no tenga mucho tiempo, tenemos que buscar ayuda ―dijo Aayla.
―Maestros, vayan con Bly al sur ―pidió Ahsoka ―Rex y yo, nos quedaremos con Anakin.
―No Ahsoka ―dijo Aayla. ―Para conseguir ayuda pronto, todos tenemos que trabajar juntos.
― ¡No puedo dejarlo! ―se quejó la Togruta.
―No te pedimos que lo dejes, Ahsoka. ―Dijo Harry, colocándole una mano en el hombro a la Padawan, la cual sintió un raro cosquilleo en su ser, ¿Qué clase de raro efecto, tenía Harry Potter, sobre ella? ―Pero estamos en un planeta inhóspito, desconocemos en qué parte de la galaxia estamos, y necesitamos buscar un pueblo o recursos.
Rex volvió con una tablilla de arcilla, muy antigua. ―General Secura, comandantes Potter y Tano, miren. No estamos solos en el planeta, debe de haber alguna especie de... raza inteligente, en el planeta.
―Con todo respeto general Secura, ¿Qué buscamos? ―preguntó Bly.
―Buscaremos a los habitantes del planeta ―dijo Harry.
―En mi opinión, debemos de buscar árboles gigantes ―dijo Ahsoka.
―Muy observadora ―felicitó Aayla, sonriéndole.
Ahsoka se acercó se acercó al Anakin inconsciente. ―No te preocupes maestro. Rex se quedará contigo.
―No te preocupes, yo lo cuidaré bien ―aseguró el clon.
―Capitán Rex, encienda su localizador ―ordenó Aayla. ―Volveremos al amanecer, y espero... que sea con ayuda.
―Entendido ―dijo Rex.
El grupo se alejó.
―Eres muy cercana a Anakin ―dijo Aayla.
―No puedo evitarlo. Es mi maestro, pero... también es como mi padre ―dijo Ahsoka.
―No tienes de qué avergonzarte, Ahsoka ―dijo Aayla. ―Cuando la maestra Shaak Ti, me trajo al templo Jedi... fue el mismo día, en el cual un lord Sith asesinó a toda mi aldea, y.… a mis padres, frente a mis ojos. La maestra Shaak Ti, me salvó la vida, quedé bajo la tutoría de la maestra Luminara Onduli, pero luego sería la maestra Shaak Ti, quien completaría mi entrenamiento, debido a los largos periodos en los que la maestra Onduli, salía a misiones en las Regiones Desconocidas.
Lograron encontrar un árbol gigante, solo para que semillas del tamaño de naves, casi les cayeran encima, teniendo que esquivarlas. Sería la Harry, quien se daría cuenta de que muy rápidamente, algo o alguien, se había llevado una de las semillas, creando un sendero, el cual siguieron, solo para encontrarse con unas especies de aves cuadrúpedas, que mataron a Loki y Flesh, solo sobrevivieron Bly y Ken. El grupo siguió su camino, y al amanecer, encontraron las semillas gigantes, las cuales eran usadas para crear hogares, para una especie que evolucionó en ese planeta, muy similares a los lémures de la Tierra.
― ¿Qué hacen en esta aldea? ―preguntó el que parecía ser el líder.
―Somos Jedi, somos defensores de la paz. ―Dijo Aayla. ―De la Republica Galáctica. Nuestra nave se estrelló, y uno de los nuestros está gravemente herido.
El líder lémur señaló el sable de luz, que colgaba de la cintura de Aayla. ―La violencia, solo genera más violencia. No son defensores de la paz.
―Los Jedi luchamos, por la paz y la libertad en la galaxia. ―Dijo Ahsoka.
― ¿La paz y la libertad, requieren de miedo y muerte? ―preguntó el líder, fijándose en Harry. ―En ti muchacho, veo muchas muertes en tus manos. Veo cómo te mueves, entre dos bandos, entre luz y oscuridad, pero en algún momento, tendrás que elegir solo uno.
―Los primeros en mostrarme algo de cariño, o que me dijeron, que mi vida valía la pena, fueron una Jedi y un usuario del lado oscuro. ―Dijo Harry. ―Los honro, siguiendo ambos caminos, tratando constantemente, de encontrar el balance.
―Colonizamos este sistema, tratando de alejarnos de su guerra infernal ―dijo el líder. ―Venimos aquí, buscando paz. Tememos... que solo destruyan la poca paz, que aún queda en la galaxia. Solo provocarán, nuestra destrucción.
Aayla dio un paso al frente. ―A pesar de la guerra, y nuestra participación en ella, necesitamos su ayuda.
―Temo que debo hacer, lo que más conviene a mi pueblo. No los ayudaremos ―dijo el líder, mientras que se alejaba de ellos, y los restantes pueblerinos hacían lo mismo.
―Por favor... al menos... ―Ahsoka lo pensó un momento. ―Dennos provisiones médicas. Nuestro amigo está muriendo.
Uno de ellos, dio un paso al frente.
―No puedo ignorar una súplica de ayuda. ―Sentenció el líder. ―Enviaré a mi hijo Uak-Thú, para que ayude a su amigo. Pero solo uno de ustedes lo acompañará, los demás deben quedarse, como garantía. No queremos un ataque sorpresa sobre nuestra aldea, o que secuestren a nuestro único sanador.
―Ahsoka, ve con él. Nosotros esperaremos aquí ―dijo Harry.
―No. Ese clon armado no debe quedarse ―dijo el líder. ―Que vaya con la Togruta.
―Puedo ir sola.
―Esas criaturas siguen allá afuera, Ahsoka. Cuidado ―dijo Harry.
―Sí, Harry ―dijo Ahsoka sonriente.
Mientras que Ahsoka, Bli y Uak-Thú, volvían al campamento improvisado; Harry y Ahsoka acompañaron al líder de la aldea, hasta una de las casas, donde bebieron y escucharon las preocupaciones del líder.
―Los Jedi no iniciamos la Guerra de los Clones ―dijo Aayla.
―Aayla querida ―dijo Harry, colocándole una mano en el hombro. ―Al jefe, no le importa quien la inició. Le importa, que somos parte del conflicto.
―Una visión interesante, por parte de un Jedi, ¿Cuál es tu historia? ―preguntó el jefe.
―Nací, en una galaxia muy lejana, a la cual llegaron mis maestros. Evité... que se mataran, el uno al otro, lograron hacer la paz entre ellos, e iniciaron mi entrenamiento ―comenzó Harry, a contar su historia.
―Bueno... tendré algo, con lo cual entretenerme ―pensó Aayla sonriente, escuchando la historia de su amado.
-/-/-/-
Bly, Ahsoka y Uak-Thú llegaron, justo cuando Anakin y Rex, eran atacados por unas raras criaturas, rápidamente, Uak-Thú usó una cuerda, para enredar las patas de una de las criaturas.
Ahsoka usó la Fuerza, para calmar a la otra criatura.
-/-/-/-
―Luchar por la paz y la libertad, no justifica tantas muertes. ―Dijo el jefe. ―No justifica destruir todo, lo que encuentres a tu paso. En el momento en el que bajen las armas, y busquen el diálogo con sus iguales, entonces y sólo entonces, podrán afirmar que los Jedi son defensores de la paz.
Aayla y Harry, salieron de la choza y vieron que Anakin, venía en una camilla. El padre de Uak-Thú estaba enfadado, pero dejó que su hijo se hiciera cargo.
El joven curandero, ordenó que le quitaran la armadura, y dejaran su torso desnudo, colocándole el aceite de aquellas enormes semillas, en el pecho y el rostro.
