—¿Ehhh?... ¿Pero por qué no puede contarnos lo que vio?...
La pregunta de Mallow puso en una posición muy difícil a los tres adultos. Si tan solo tuvieran unos dos años más, entonces tendrían que explicarles todo pero a los diez… Consideraron que todavía era muy temprano para ellos.
Justo cuando Kukui abrió la boca para responder, Chris negó enérgicamente con la cabeza.
—¡Yo no quiero saberlo!— exclamó, poniendo cara de asco— Seguramente eran cosas como citas, besos y esas cosas de pareja.
—Bueno…— Ketchum volteó a ver a los profesores. Él no tenía idea de lo que estaban haciendo Ash-2 y Lillie-2, pero sí vio que se habían besado— En parte sí.
Los adultos sintieron alivio pero no lo demostraron. Eso haría que los niños perdieran el interés.
—No me interesa mucho escuchar ese tipo de… cosas— dijo Kiawe, cruzándose de brazos.
—A-A mí tampoco— Go desvió la mirada, luciendo apenado.
—La verdad, opino lo mismo— asintió Hau.
Eso solo aumentó el alivio de los adultos, hasta que…
—¡Si ellos no quieren escuchar, entonces cuéntanos a nosotras, Ash!— le dijo Mallow al azabache, con ojos llenos de ilusión.
—¡Puedes contarnos!— secundó Lana.
Koharu no dijo nada, pero asintió fuertemente. Sus ojos hablaban por ella.
El alma se les cayó a los pies, pues no contaban con que, al contrario que a los niños, las niñas solían estar mucho más interesadas en esos temas.
—¿Ehhh?... No quiero…— dijo Ash, luciendo no muy cómodo con el tema— Los profesores y el señor Hala dijeron que no era algo que debía ver, así que no sería bueno contarlo.
—¡Vamos, Ash!— Mallow infló las mejillas, viéndose desilusionada al igual que las otras dos niñas— ¡Solo un poquito!
—Nooope— le dijo, quitándose los zapatos y metiendo los pies en el río.
Los tres adultos escucharon con un inmenso alivio los sonidos de decepción de las niñas. Agradecían enormemente que Ash fuera tan buen niño.
—Ash, acabo de obtener información muy relevante que me gustaría discutir con todos. ¿Tienes problemas con quedarte aquí un momento?-Roto— le preguntó la Pokédex con seriedad. No le gustaba esconderle cosas a su amigo, pero sabía que no podía evitarlo.
Ketchum le sonrió y asintió.
—Por eso me senté— le dijo, chapoteando un poco. Pikachu y Wimpod se bajaron de su hombro y cabeza respectivamente, sentándose junto a él.
—Gracias, Ash. Volveremos pronto-Roto— dicho esto, dio la vuelta y les señaló con una mano a todos que lo siguieran lo más lejos posible.
—¡Cuando vuelvan les diré la siguiente localización!— les gritó el niño desde la distancia.
Finalmente, se alejaron lo suficiente.
—Finalmente llegó este momento… Veamos qué tanto me duele la cabeza— murmuró Chris con el ceño fruncido.
—La nueva frase de la voz nos acaba de dar una pista realmente importante— dijo la Pokédex. Los adultos ya parecían ser conscientes de ello, pero dejaron que hablara—. "… entonces él deberá ser consciente de esta conversación." Anteriormente mencionamos que había varias condiciones para que la voz pudiera separar las almas de Ash-2. Teníamos casi seguro que una de ellas era Lillie y al parecer, ahora sabemos que Ash debe "ser consciente" o recordar una conversación-Roto.
—La conversación entre la voz y Ash-2— supuso Go, frunciendo levemente el ceño. Rotom asintió.
—Es justamente eso. Antes pensábamos que todos los recuerdos eran la forma que tenía Ash-2 de preparar a Ash para la gran revelación, pero ahora creo que es la forma que está usando junto con la voz de mostrarle la conversación que tuvieron-Roto.
—Entonces… ¿la verdad le será revelada a Ash cuando recuerde la conversación?— preguntó Koharu, curiosa.
—Probablemente así sea— Burnet se cruzó de brazos—. Conocemos tres posibles condiciones. La primera es que Ash entre en contacto con Lillie. La segunda es que recuerde la conversación entre Ash-2 y la voz. La tercera es que Ash tiene que creer algo, ¿pero qué?
—Creo que todo apunta a que Ash tiene que creer que hay dos almas coexistiendo en su cuerpo— respondió Kukui, haciendo que su esposa asintiera.
—Opino lo mismo— dijo ella.
Los niños sonrieron.
—Pasamos de no tener ninguna respuesta a dar con todas las condiciones necesarias— dijo Mallow, realmente contenta.
—Solo una de las condiciones no se cumplirá al ver todos los recuerdos y esa es encontrarnos con Lillie— Kiawe se veía pensativo.
—Podríamos contactarlos con ayuda de Wicke. Si les dijéramos por lo que está pasando Ash, vendrían a ayudar, ¿no?—preguntó Hau.
—Aunque ahora mismo están buscando a su papá…— Chris se veía un poco dudoso.
—La familia de Lillie aprecia mucho a Ash— le recordó Lana. Sus ojos mostraban lo opuesto a los de Chris—. Ellos vendrían.
—Por suerte, hemos llegado a un punto en el que pensar en las cosas no sirve de mucho— Hala lucía sonriente—. Si simplemente seguimos el plan original, entonces todo saldrá bien. Podemos ir concretando la reunión con Lillie en el camino.
—El señor Hala tiene razón— Kukui estaba cruzado de brazos y también sonreía—. No hay frase de la que tengamos alguna duda de momento, por lo que no sirve de nada pararnos a pensar de más. Deberíamos volver con Ash ahora que hemos discutido todo lo necesario.
Los niños parecieron esforzarse por obtener nuevas dudas y cuestionamientos, pero no encontraron nada.
—El profesor tiene razón, aprovechemos para irnos ahora que no nos duele la cabeza— Chris parecía bastante contento de poder decir eso.
Todos estuvieron de acuerdo. Con sonrisas de satisfacción en sus rostros, regresaron donde Ash.
Encontraron al niño en el río. Estaba lanzándole agua a Pikachu y este último hacía lo mismo. Wimpod nadaba tranquilamente, con una expresión apacible en el rostro.
—¡Ash, volvimos!— le avisó Go, elevando un brazo al aire.
—¡Oh, eso fue rápido!— les dijo Ketchum tras reparar en su presencia— ¿Vamos ya a la siguiente ubicación?
—Si todavía no nos la has dicho— le recordó Kiawe, riendo.
—¡Cierto!— Ash se rascó la cabeza, un tanto apenado. Salió del río, sacudiéndose los pies— ¡Entonces vamos! ¡Conocemos el camino al Altar del Sol!
Todos voltearon a verse. El lugar estaba realmente cerca. Claro que había dos personitas que no sabían eso.
—El lugar donde… ¿era Nebulilla?— Lana le asintió a Koharu— Donde Nebulilla evolucionó a Solgaleo, ¿verdad?
—¡Sí!— Ketchum sonreía— Les apuesto a que este recuerdo tiene algo que ver con la vez que Ash-2 fue junto con sus amigos a rescatar a la mamá de Lillie-2.
—Bueno, ¿de qué otra cosa podría ser?— preguntó Chris. Era el único recuerdo "memorable" que Ash parecía tener del Altar del sol en el mundo de Ash-2.
—¿Vamos a ir caminando?— escucharon preguntar a Kiawe— Recuerdo que en el camino había una manada de Jangmo-o y Hakamo-o salvajes…
Burnet sonrió instintivamente al recordar ese lugar. Otro de los motivos por los que se había enamorado de Kukui era precisamente por lo vivido con esos Pokémon.
—Kiawe tiene razón. Si queremos evitar que Ash combata, entonces lo mejor sería regresar e ir en avión hacia el Altar del sol— les dijo el investigador.
Todos notaron la evidente decepción y desagrado que el rostro de Ash mostraba, pero solo pudieron reír ante ello. El azabache parecía estarse acostumbrando a los repentinos recuerdos como lo mostraba su rápida recuperación, pero eso y esto eran cosas distintas. No podían arriesgarse a que Ash se quedara en trance en medio de una situación peligrosa.
Fue así que no tardaron en fijar el rumbo de regreso a la entrada del Cañón de Poni.
—Al menos nos ahorraremos la caminata— dijo Chris con gran alivio—. Llegaremos realmente rápido si vamos en avión.
—Apuesto que será como un parpadeo— asintió Lana.
—He notado que a Chris realmente no le gusta caminar— Go estaba cruzado de brazos, dirigiéndola una sonrisa un tanto burlona al pelirrojo. Los demás niños se rieron.
—¡B-Bueno, no creo que a nadie le guste realmente caminar! ¡Apuesto a que todos elegirían volar si tuvieran la oportunidad!— el niño parecía un tanto apurado por mostrar su punto.
—No sé, yo pienso que un paseo ocasional es realmente relajante— comentó Hau, sonriendo—. Te ayuda a centrar tus ideas.
—Opino lo mismo— secundó Koharu—. A veces las lecciones de la escuela son más sencillas de entender cuando caminas por el lugar adecuado.
—Cierto. Vas a una escuela normal, ¿verdad, Koharu?— le preguntó Kiawe, haciendo que la niña asintiera— ¿Quieres ir a la universidad?
La niña de Kanto se mostró un tanto indecisa y frunció un poco el ceño.
—Realmente… no sé qué es lo que quiero hacer. No lo he decidido todavía— respondió, volviéndose el centro de atención.
—Mmm…— Mallow levantó un índice— ¿No tienes algo que te guste mucho? Algo que te haga decir: "Realmente quiero ser esto en el futuro".
Koharu negó con la cabeza.
—No realmente.
—Tu papá es investigador Pokémon, ¿no es así?— preguntó Chris de pronto— ¿No te gustaría ser una?
Al escuchar hablar a Chris, el rostro de Koharu mostró un evidente rechazo.
—No… realmente…
El pelirrojo se le quedó viendo y entonces, simplemente se encogió de hombros.
—Bueno, los hijos no siempre tienen que ser como los papás— dijo, sonriendo—. Papá es ingeniero en sistemas, pero yo quiero ser astronauta. No es lo mismo.
—¿¡Eh?! ¡¿Tu papá también es ingeniero en sistemas, Chris?!— preguntó Go, sorprendido.
—¡¿El tuyo también, Go?!
Los dos niños comenzaron a hablar, sin darse cuenta del rostro de Koharu. Esas palabras realmente habían resonado en ella.
—No somos el mejor ejemplo, pero Chris tiene razón— Kiawe le sonrió a la niña—. Mi sueño es ser Kahuna de Akala, igual que lo fue mi abuelo.
—¡Yo quiero crear comida que tanto humanos como Pokémon puedan disfrutar!— exclamó Mallow, dando una vuelta.
—Descubrir nuevos Pokémon que se encuentren en el fondo marino— Lana lucía orgullosa de su propio sueño.
—¡Yo también tengo el mismo sueño que Kiawe!— exclamó Hau, haciendo que el mencionado volteara a verlo.
—¡¿CÓMO?!
—¡A-Ah, solo que yo quiero ser Kahuna de Melemele!— se apresuró a decir, haciendo que las llamas de la rivalidad de Kiawe se enfriaran.
—¡Atrapar a todos los Pokémon para hacerme camino hacia Mew!— Go cerró un puño frente a su rostro.
—¿Tú no estabas hablando con Chris?— le preguntó Mallow, riendo.
—¡Derrotar a Leon!— escucharon exclamar a Ash— ¡Y convertirme en un Maestro Pokémon!
—No, en serio, ¿qué es un Maestro Pokémon?— le preguntó Go, frunciendo el ceño.
—¿Ehh? Te lo he explicado muchas veces…
—¡Y yo te he dicho muchas veces que "Dokaaan", "Zubababamp" y "dekirín" no es una explicación!
Koharu se dio cuenta de que la conversación había pasado de ser sobre su sueño a ser sobre el sueño de los demás. Y sorprendentemente, eso la hizo increíblemente feliz.
Que fueran capaces de hablar sobre sus sueños, sabiendo que ella no tenía uno, era extrañamente conmovedor. Tal vez estaba acostumbrada a que todos dejaran de hablar sobre sus planes del futuro cuando ella estaba cerca para que así no tuviera que sentirse mal; tal vez la razón era otra, pero eso a Koharu no le importaba.
Se rio mientras escuchaba la irracional explicación de Ash sobre lo que era un Maestro Pokémon.
Apenas llegaron a donde estaba Wicke pudieron ver el rostro sonriente de esta. La mujer lucía realmente contenta y no tardó en explicar el motivo.
—¡La presidenta Lusamine viene a Alola!
Todos se quedaron quietos por un momento, procesando la información.
—¡WOAAAAAAAAH!— gritaron Mallow, Lana, Chris, Kiawe, Rotom y Ash al mismo tiempo. Go, Hau y Koharu sonrieron al verlos así de contentos.
Pikachu, Nagisa y Togedemaru pudieron entender lo suficiente como para emocionarse. Los Lucario se sorprendieron por el repentino grito, mientras que Wimpod y Sobble se asustaron.
—¡¿En serio?!— Burnet corrió hacia Wicke, tomando a Lei en brazos. Se veía tan contenta como su colega.
—¿Podrías contarnos los detalles, Wicke?— le pidió Kukui. Tenía una sonrisa en el rostro.
—¡Sí! Al parecer recibió nuestro correo y escribió uno antes de tomar su vuelo. Faba acaba de enviármelo— carraspeó, preparándose para leer el texto mostrado en su tableta.
"Querida Wicke, espero que se encuentren mejor en el momento en el que reciban este correo. Actualmente, debido a las instrucciones de la voz, nos hemos visto en la necesidad de tomar un avión de urgencia con destino a Alola. Sean cual sean las instrucciones de la voz, parece ser que su intención es reunir a Lillie con Ash. Con respecto a toda la información que me han proporcionado, realmente estoy sin palabras. Aunque me quita un enorme peso de encima el saber que mi niña no es la única que presenta esta condición, hay demasiada información que asimilar, pero creo firmemente en que todo lo escrito es cierto. No sé cómo haya progresado su investigación hasta el momento, pero espero que hayan dado con nuevas respuestas que faciliten el asunto. Por nuestra parte, también hemos conseguido información valiosa que espero, sea de utilidad para ustedes. A través de recuerdos mostrados a Lillie, ella pudo concluir con que la mujer fantasmagórica que mencioné en el correo anterior se trata en realidad de, como ustedes la llaman, Lillie-2. Aunque, por una teoría mía, creemos que se trata en realidad de la voz utilizando su apariencia física. No tengo claros los motivos del por qué hace esto, por lo que espero que podamos discutirlo a mayor profundidad una vez que lleguemos a Alola. Otra cosa de interesante mención son las oraciones que llegaron repentinamente a Lillie junto a gran parte de los recuerdos de Lillie-2. Adjunto las oraciones, esperando que alguna de ellas guarde algún significado valioso para Ash y lo ayude a desbloquear nuevos recuerdos. ¡Por favor, no se rían de mi pequeña, a ella realmente le costó trabajo permitir que estas oraciones sean transmitidas!
-Esperando un alegre reencuentro, Lusamine."
La simple revelación de que la mujer fantasma podía ser en realidad la voz ya hacía que el correo valiera todos sus kilobytes en oro y eso solo aumentaba al saber que la familia de rubios volvería a Alola. Lo primero también le quitó un enorme peso de encima a los adultos, pues eso les decía que las probabilidades de que Lillie-2 hubiera tomado su propia vida se reducían drásticamente.
—Ejem, a continuación, las oraciones mencionadas por la presidenta— Wicke se veía un tanto sonrojada, cosa que despertó la curiosidad de todos—. "Puede ser... ¿que estés perdido?". "Un gusto, Ash, mi nombre es Lillie". "No puedes ir, Ash. Tiene que haber otra forma". "Es un lugar hermoso, ¿no lo crees?". "Lo siento… Lo siento tanto, Ash". "Espera, no te rías, me duele el estómago". "Lo que quiero decir es que… a pesar de todo, tú logras sobreponerte a las adversidades". "Así que dame dos meses". "Soy una entrenadora, Ash. Una entrenadora igual que tú". "¿Podemos…? ¿Podemos hacer un juramento?". "Aquí y ahora, con el sol y la luna de Alola como mis testigos…". "Estoy enamorada de ti"…
Ash pudo escuchar el gritito de emoción que dejaron salir las niñas y Burnet, pero fue lo último. Retrocedió lentamente, con los ojos abiertos como platos. Podía ver como Wicke seguía hablando, pero no podía escuchar nada de lo que decía ya que su cerebro estaba lleno de otra voz.
—Durante tanto tiempo… Había querido verte… desde hace tanto tiempo…
—¡¿Por qué ahora?! ¡¿Por qué apareces ahora?!
—¡Dime que hay una forma! ¡Una manera de hacer que vuelvas!
—Eres tan… cruel…
—Haré lo que me digas. Aunque sea lo último que haga, voy a ayudarte.
—Sheesh… Eres tan seso muerto como el día en el que moriste…
—Supongo que ya es hora de apresurar más las cosas, ¿verdad?...
—Vive. Por ti, por los que no tienen la oportunidad y por los que la desperdiciaron.
—No permitas que ellos sufran lo mismo que nosotros, ¿de acuerdo?
—Te amo, Ash.
—Aquí y ahora, con el sol y la luna de Alola como mis testigos…
—"Te amo, Ash". "Y un auto. No olvides el…"
—Los escuché— todos voltearon a ver a Ketchum, quien lucía perplejo—. Escuché la última conversación que tuvo Ash-2 con Lillie-2.
—¡¿Qué?! ¡¿Recuerdas todo lo que dijeron, Ash?!— Kukui se adelantó hacia Ash. Los niños dejaron de lado sus expresiones de desagrado y las niñas sus rostros emocionados. Todos miraban fijamente al azabache.
Sin demora alguna, el azabache comenzó a dictar y Kukui a escribir. Tras terminar el dictado, todos en el lugar se veían realmente pensativos.
—Oraciones sin contexto dichas por Lillie-2…— murmuró Hala— ¿Será que ese fue el momento en el que Lillie se convirtió en el catalizador que ayudaría a despertar los recuerdos de Ash?
—Es una posibilidad, en efecto— asintió Wicke.
—Fue al escuchar ese juramento— dijo Ash. Parecía estar esforzándose en recordar algo—. Ese juramento hizo que los recuerdos llegaran de pronto…
—Ya veo…— murmuró Kukui— Eso quiere decir que no solo Lillie es el catalizador, sino que también lo es ese juramento. Por algún motivo, parece ser realmente importante el que sea dicho completamente.
—Pero si solo necesita escuchar ese juramento, ¿entonces por qué simplemente no hacen que Ash vaya a un lugar donde lo recuerde?— preguntó Kiawe.
—Puede que no sea tan sencillo…— Burnet miró a Lei, quien se había distraído con el movimiento de las antenas de Wimpod— No se me ocurre ningún motivo, pero hasta ahora, los movimientos de la voz no han sido al azar.
—Al parecer ahora se une a la lista de condiciones el que Ash recuerde ese juramento…— suspiró Chris.
—¿Condiciones?— preguntó Ash, curioso.
Todos voltearon a ver de inmediato al pelirrojo, quien se sobresaltó de inmediato.
—¡O-Olvida eso! ¡Es súper confidencial!— aseguró. Ash no perdió el interés del todo, pero decidió que no quería seguir indagando.
—¡Pero piensen que muy seguramente no sea nuestro Ash quien tenga que recordar el juramento!— escucharon exclamar a Go— Si Lillie también está recibiendo recuerdos de Lillie-2, quien ahora sabemos parece estar ayudando a la voz y a Ash-2, eso quiere decir que muy posiblemente no podamos resolver el rompecabezas completo sin los descubrimientos que ella haga.
—Entonces… ¿Lillie es quien tiene que recordar el juramento?— le preguntó Hau, un tanto confundido.
—¡Eso pienso! Nuestro Ash nunca mostró señales de recordar el juramento, por lo que muy seguramente no sea labor suya hacerlo— Go se cruzó de brazos—. ¡Deberíamos seguir con el plan original! ¡Alterarnos y hacernos preguntas rebuscadas no nos llevará a ningún lado!
—Eso es sorprendentemente maduro viniendo de ti, Go— le dijo Koharu, sorprendida.
—Voy a omitir las posibles segundas intenciones de tu comentario…
Escucharon que los adultos se rieron y voltearon a verlos.
—Go tiene razón. Mejor mantengámonos relajados y vayamos hacia nuestro siguiente destino— les dijo Kukui, mirando hacia el avión—. Con suerte, descubriremos nuevas pistas una vez que lleguemos al Altar del sol.
Todos miraron hacia el interior del Cañón de Poni. Las respuestas estaban a la vuelta de la esquina.
—Oigan… ¿y a qué hora van a llegar Lillie y Gladio?— preguntó Ash.
—No puedo creer que olvidé escribir la hora de llegada…— murmuró Lusamine con las manos en la cabeza. Lillie dormía sobre su hombro.
Gladio, sentado en el asiento atrás de su madre, la veía con los ojos entrecerrados. Lusamine a veces podía ser muy torpe…
Ash prefirió no fijarse por las ventanas mientras se movían hacia el Altar del sol. Quería que los recuerdos llegaran a su mente una vez que estuviera en el lugar, no en el camino. Por algún motivo, sentía que de verdad era mejor de esa manera.
—Llegamos— escuchó decir a Kiawe y tras unos segundos, el avión perdió velocidad hasta comenzar a descender lentamente.
Cuando el avión tocó piso, unas pequeñas escaleras se desplegaron y permitieron que todos bajaran sin tener que dar un salto. Hubo alguien que las ignoró por completo.
Ketchum tomó un poco de carrerilla y con los ojos cerrados, saltó directamente hacia el suelo.
—¡C-Cuidado!— exclamó Koharu y justo en ese momento, el azabache abrió los ojos.
Pero…
—¿Nada?...— murmuró Ash, mirando hacia todos lados. Comenzó a caminar hacia la gran estructura de piedra— El Fwoosh me dijo que era este lugar…
Todos voltearon a verse entre sí. Era obvio que algo estaba pasando… o más bien, algo no estaba pasando.
—¿Sucede algo, Ash?— preguntó Burnet, pasándole el cuidado de su hijo a Kukui.
El azabache volteó a verla. Lucía claramente confundido.
—Es solo que no estoy recordando nada. No tengo escalofríos, no siento los pinchazos en mi cabeza y tampoco confundo las cosas— respondió, cruzándose de brazos. Pikachu y Wimpod lo veían, curiosos.
—Eso es… ¿inusual?— Wicke no sabía definirlo bien. En la situación actual, ¿qué podía considerarse "usual"?
—Intenta preguntarle al Fwoosh, Ash— le sugirió Hau, dando un paso hacia el frente. El resto de presentes asintieron.
—Eso haré…— asintió, cerrando los ojos y frunciendo un poco el ceño.
Se concentró tanto como pudo y habló para sus adentros. No sabía de qué lugar lo escuchaba el Fwoosh, pero era un hecho que podía escuchar sus pensamientos.
Primero se lo pidió amablemente. Pidió por una pequeña pista que lo ayudara a desbloquear el recuerdo. Tras casi cinco minutos de espera e insistencia, nada pasó.
Un poco más impacientado, comenzó a decirle que realmente necesitaba su ayuda. Había cosas que no comprendía y todo avanzaría más rápido si lo ayudaba. Luego de no obtener respuesta alguna nuevamente, se sintió un tanto irritado.
"Quiero ayudarte, pero realmente no me lo estás poniendo fácil". Ash le preguntó al Fwoosh si realmente era ese el lugar al que debía ir. Cuestionó si se había equivocado o no. Era claro que al azabache le molestaba un poco que el Fwoosh simplemente no le dijera nada cuando antes se mostraba realmente cooperativo.
Y tras darse cuenta de que no había respuesta, rogó. Solo necesitaba su ayuda. Si el Fwoosh le daba una pista, entonces podrían terminar más pronto con todo lo que estaba sucediendo. Las cosas se solucionarían para ambos. Y de nuevo, no hubo respuesta.
Ash se quedó en blanco y finalmente, se rindió.
"Si no quieres hacerlo, está bien. Te ayudaré cueste lo que cueste, así que solo espera un poco más". Abrió los ojos, dispuesto a decirles a sus compañeros que no había respuesta alguna, pero entonces lo escuchó.
—Perdóname…
Esa forma de decirlo… El tono de voz y el sentimiento empleado…
—Ah, me suena de algún lado…— pensó Ash, antes de sentir un fuerte dolor de cabeza. Se llevó las manos a las sienes y luego, un fuerte pitido reemplazó todos los sonidos de su alrededor.
Su mirada comenzó a vagar por todo el Altar del sol y pronto, se vio rodeado por sus amigos. Tenían expresiones llenas de preocupación pero eso no era lo que Ash tenía que ver. Los apartó de su camino con suavidad y, sin dejar de sentir todo ese dolor, caminó.
Montones de imágenes pasaban por su cabeza. Imágenes intermitentes que reemplazaban la realidad. Su mirada se posó en un rincón del Altar del sol y en un parpadeo, este estaba cubierto por un charco de sangre y agua.
Ahí por donde pasaba su mirada, las imágenes llegaban. Primero el Altar del sol estaba en las condiciones de siempre y luego, tras un parpadeo, estaba realmente destruido.
De un momento a otro había tiendas de campaña, catres, helicópteros, montones de personas que no conocía y muchas a las que sí. Cynthia, DIanta y Lance, por decir algunos.
Fue entonces que su mirada se posó en un lugar. Tras parpadear, visualizó a un adulto. A un adulto que no conocía ni de vista pero que a la vez, sí.
El dolor se fue y sus sentidos comenzaron a desvanecerse. Antes de sumergirse por completo en el recuerdo, Ash pudo ver como la figura de Red Ketchum desaparecía.
—¡Dense prisa, conténgalo!— gritó un miembro de la Fundación Aether. Sus instrucciones apenas podían escucharse por sobre el fuerte grito de desesperación que emanaba de Red— ¡El señor Red está realmente herido, no podemos dejar que siga haciendo movimientos como estos!
Seis reclutas de la Fundación Aether trataban de retener al Campeón de Kanto con todas sus fuerzas pero les resultaba realmente complicado. Red había entrado en crisis y, pese a su debilitado estado, aún era más fuerte que un adulto promedio. Se agitaba de forma realmente brusca mientras que tenía las manos en el cabello, estirándolo con fuerza.
Fue hasta que Steven, Alder, Lance y Cynthia intervinieron que pudieron someterlo. Un equipo médico de la Fundación lo subió a una camilla mientras él seguía retorciéndose.
—¡ASH! ¡ASH! ¡MI HERMANO…! ¡MI HERMANO ESTÁ…! ¡MI HERMANITO! ¡¿DÓNDE ESTÁ MI HERMANITO?! ¡¿ASH?! ¡ASH! ¡NO, OH NO! ¡NO, NO, NO! ¡PERDÓN, MAMÁ! ¡MAMÁ, PERDÓNAME! ¡MAMÁ, MAMÁ!— Red continuó gritando cosas como esas mientras lo sacaban del lugar, de vuelta a uno de los tantos puestos médicos.
—Iré con Red… Puede que los médicos necesiten ayuda para anestesiarlo— les dijo Steven. Tenía un gesto sombrío en el rostro.
—Contamos contigo, Steven— lo despidió Cynthia, mirando hacia el resto de presentes. La entrenadora más fuerte del mundo había visto demasiada muerte y ahora, lidiaban con las consecuencias de la misma.
—Voy a dirigir una expedición— les dijo Alder, girándose hacia un helicóptero—. Alguien… necesita reunir todos los Pokémon de Ash.
Lance, Dianta y Cynthia asintieron. Esa también era una labor importante.
El Campeón de Johto, tras algunos segundos de seriedad, finalmente caminó hacia una columna de piedra cercana y se recargó contra ella.
—La gente y los dioses lloran— murmuró, quitándose la capa y arrojándola lejos—. Creí que este sería un momento de júbilo… Desde un inicio… ¿se tenía permitido que celebráramos la victoria en una guerra que se cobró tantas vidas?...
Cynthia se sentó a su lado. Se quitó los adornos del cabello, guardándolos en su bolsillo. Estaba realmente sucia y lo único que quería en ese momento era dormir por al menos una semana.
—Incluso el propio Arceus se ve disconforme con la situación— dijo, mirando fijamente al Dios Pokémon— ¿Qué dirías al ver a nuestro dios en este estado, abuelita?...
Dianta no pensaba en esas cosas. Dianta miraba directamente hacia una persona. Veía a Lillie, quien lloraba de forma desconsolada en los brazos de los profesores. Sus gritos y los de Red eran los que más le rompían el corazón.
Nada más verlos juntos, Dianta supo que la rubia y el azabache habían tenido una conexión especial. Una conexión especial que se formalizó la siguiente vez que los volvió a ver. Fue al ver eso que la Campeona supo que la anterior compañera de viaje de Ash no había hecho un movimiento; que no había sido capaz de conquistar a su amigo.
Y ahora, era ese pensamiento el que más la lastimaba. Saber que Ash Ketchum apenas acababa de descubrir el amor y ahora, ya no estaba. Como una Kalosiana, el amor era especialmente importante para Dianta; era el equivalente a lo que la amistad significaba en Kanto o lo que la familia significaba para Alola. El amor era una fuerza incomparable y ahora, posiblemente más de una jovencita sufría al saber que la persona hacia la que tenían dicho sentimiento no volvería nunca.
Dianta se secó una lágrima que comenzó a descender por su mejilla. Pensó en que debía ser fuerte para quienes no podían serlo. Como Campeona, era su deber. Pero antes de ser la Campeona de Kalos, era una persona.
Tomó asiento en una roca cercana y se cubrió los ojos, sin darse cuenta de que no era la única que había dado rienda suelta a sus propias emociones.
La guerra había quitado y dañado por partes iguales. Steven Stone, Alder Moore, Cynthia Kunashir, Dianta Legrand y Lance Ryutaro eran conscientes de ello. Conscientes de que, al final, en esa guerra no habían ganado la más mínima cosa.
Solo habían perdido.
Arceus dio varios pasos hacia el frente y miró fijamente el lugar en el que antes había estado el Ultraumbral. Se reverenció.
El Dios Pokémon se había reverenciado ante un simple humano. Ese era un gesto que nunca sería olvidado.
—... podría no funcionar; incluso podría haber graves consecuencias.
Ash entonces se dio cuenta de que alguien lo miraba fijamente. Retrocedió, exaltado. ¿Podía ser posible?...
Fue así que por fin lo recordó. Recordó al dueño de la voz.
Nuevamente, el cielo se había teñido de naranja y morado. Volaban directamente hacia el Paraíso Aether a través del mar.
—No puedo creerlo…— Burnet miraba hacia la libreta, con el ceño fruncido.
Kukui, quien estaba arrullando a Lei, asintió. No era información fácil de digerir.
—¿Por qué hacer todo esto?... ¿Por qué hacer algo tan enrevesado; algo tan confuso? Con todo el poder que tiene, algo como revivir a Ash-2 debería ser pan comido…— murmuró la profesora, cerrando el cuaderno y frotándose una sien.
—Piense que no son la misma entidad, profesora— le dijo Hala, cruzado de brazos. Tenía un aire reflexivo—. El mundo de Ash-2 y el nuestro no es el mismo. Por lo tanto, ellos dos tampoco son el mismo. Pueden existir múltiples motivos por los cuales el asunto se complicó hasta llegar a estos extremos. ¿Qué pasaría si de repente una persona fallecida regresara a la vida? No sabemos cómo podría afectar eso en el balance natural de las cosas.
Kukui asintió, dándole la razón a Hala.
—De momento, solo tenemos que confiar en su plan— dijo, notando que su hijo se había quedado dormido—. Solo hay que seguir con lo que él estableció. Verán que todo saldrá bien mientras nadie le diga nada a Ash.
Hablando del azabache… Miraron hacia los asientos ocupados por los niños, notando que tanto ellos como sus Pokémon y Rotom estaban dormidos. Había sido un día largo y habían tenido que usar mucho sus cerebros. Era normal que estuviesen cansados. Incluso los adultos lo estaban.
—Ya hice los preparativos para su estadía en la mansión de la Fundación— les dijo Wicke, apartando su teléfono celular—. También hemos investigado sobre todos los vuelos que salieron de Galar a Alola en el margen de tiempo en el que fue enviado el último correo de la presidenta, por lo que determinamos una hora de llegada aproximada. Un equipo de extracción estará esperando por la presidenta Lusamine en el aeropuerto de Melemele a partir de las cuatro de la mañana.
Burnet dejó escapar un suspiro.
—Falta muy poco…— murmuró mientras se recostaba todavía más en su asiento— Muy poco…
Cuando llegaron al Paraíso Aether, los únicos que seguían despiertos eran Kukui, Wicke y Hala. Los empleados estaban retirándose para ir a descansar y aquellos del turno nocturno estaban tomando el relevo. Fueron recibidos y rápidamente trasladados hacia la mansión en la que Lusamine solía vivir antes de salir de Alola.
Todos se veían cansados y sin ganas de hablar mucho. Sentían que hacerlo, a esas alturas, no servía mucho. Internamente lo que todos querían era descansar. Entre más rápido se fueran a dormir, antes podrían terminar todo.
Eran conscientes de que, muy posiblemente, todo se resolvería al día siguiente. El sonoro bostezo de Ash los hizo reír un poco y luego, el rugido de su estómago solo sirvió para incrementar las risas.
Cenar no sonaba como una mala idea antes de un bien merecido descanso.
Apenas entraron a la mansión, vieron al agitado Faba, quien rápidamente abrió la boca para decir algo.
—Ahora no, Faba— lo interrumpió Wicke, poniendo una mano frente a ella—. Te contaremos todo con detalles, pero ahora los niños simplemente quieren cenar.
El rubio se vio un poco frustrado pues toda la información que le habían dado sonaba en extremo fascinante. Se contuvo a sí mismo lo mejor que pudo.
—Supongo que puedo esperar…— dijo, cerrando los ojos y cruzándose de brazos.
Go y Koharu supieron al instante quién era el individuo frente a ellos. Habían oído cosas no muy buenas de él, algunas otras graciosas pero en general, no tenían una opinión particular con respecto a su persona. Lo que más los ponía alerta era el saber que en otro mundo había sido una persona realmente mala.
Caminaron hacia el comedor y se sentaron, esperando porque la cena estuviera lista. Los niños de Carmín no dejaron de apreciar en todo momento lo lujosa que era la mansión.
—¿Sabían que justo en esta silla donde estoy sentado, se sentó Ash-2 para cenar después de que hizo un desastre en el Paraíso Aether junto a sus amigos para rescatar a Lillie-2?— les preguntó Ash, sonriendo.
—Nos contaste algo sobre eso, pero muy por encima— recordó Kiawe, viéndose curioso.
—Quiero saber la historia completa— Lana decidió que era la mejor manera de matar el tiempo mientras esperaban la cena.
Las miradas se posaron sobre Ketchum, quien comenzó a relatar todo como mejor recordaba. El relato fue bastante… explicativo.
—¡Y todo terminó cuando los Pokémon chocaron con un putuplaplaplam! ¡Luego de eso, la mamá de Lillie-2 hizo fiuuum por un Ultraumbral y desapareció!— Ash extendió los brazos hacia los costados, con una sonrisa triunfal— ¡Y así fue como rescataron a Lillie-2!
Burnet, Kukui y Wicke le aplaudían; Hala, Koharu y Hau se veían claramente confundidos. Los amigos de Ash que lo conocían de más tiempo, por otra parte, se veían resignados. Habían esperado demasiado de una narración de Ash que contuviera acción.
Las puertas se abrieron, dando por fin paso a la comida, la cual todos vieron con ilusión. Apenas les fue servida, todos agradecieron por ella y procedieron a comerla.
Se intercambiaron ocasionales palabras sobre el relato de Ash, pero la mayor parte del tiempo estuvieron en silencio. Todos eran conscientes de que la cena y la atmosfera en general era un poco incómoda, pero simplemente no podían dejar de pensar.
Habían tenido la respuesta frente a sus caras todo el tiempo y nunca se habían dado cuenta… Se sentían un poco estúpidos, pero no era nada que no pasara con una buena comida. O eso esperaban.
La cena transcurrió con solo unas cuantas palabras más de por medio y finalizó en completo silencio. Cuando todos terminaron de comer, se quedaron sentados viendo a la nada.
Habían estado pensando tanto tiempo en cuánto les tomaría llegar al final del asunto que, ahora que por fin estaban ahí, no sabían qué harían.
Todo saldría bien, ¿no? Eso era lo que más les preocupaba. Pensar que algo podría no hacerlo.
—Entonces, niños— Wicke se puso de pie, con una sonrisa—. Los guiaré a sus cuartos. Por favor, síganme.
—Oh, yo podría llevarlos, Wicke— le dijo la Pokédex—. Tú todavía tienes cosas de las que hablar con los profesores, Faba y el señor Hala, ¿cierto? Solo dame las indicaciones y yo lo haré-Roto.
—Realmente lo agradezco— Wicke hizo una pequeña reverencia y se acercó hacia Rotom. Comenzaron a intercambiar palabras.
Fuera de la conversación entre Wicke y Rotom, nadie más hablaba. Lenta e instintivamente, todos dirigieron su mirada hacia Ash.
El azabache acariciaba el moflete derecho de Pikachu, quien recibía gustoso la muestra de afecto. Estaba sonriendo, pero todos se preguntaban si realmente se sentía tranquilo.
Fue entonces que Rotom finalmente los llamó.
—Síganme. Seré yo quien los lleve a sus habitaciones-Roto— les indicó, levitando hacia la salida del comedor.
Los niños se levantaron de uno en uno y comenzaron a caminar hacia la salida. Antes de que todos se fueran, Kukui elevó un poco la voz.
—Mañana nos veremos temprano en la mañana— les dijo, sonriendo—. Así que asegúrense de tener más energía que un Rayo carga.
Todos los niños le devolvieron la sonrisa.
—¡Hasta mañana!— exclamaron al mismo tiempo.
Fue cuando finalmente subieron al segundo piso de la mansión que Ash sintió un escalofrío. Si los Lucario hubieran estado ahí, Ketchum estaba seguro de que se habrían puesto en posición defensiva inmediatamente.
Conforme Rotom los guiaba, los escalofríos de Ash solo fueron en aumento.
—Las chicas van por aquí— indicó Rotom, señalando unos cuartos al final del pasillo por el que ahora pasaban—. Hay una cama y un sofá. Espero que no les moleste repartir los lugares entre ustedes-Roto.
Las niñas negaron con la cabeza.
—Yo tomaré el sofá— dijeron las tres al mismo tiempo. Inmediatamente voltearon a verse entre sí.
—Mallow y Lana se conocen mejor, creo que todas nos sentiríamos más cómodas así— explicó Koharu.
Las dos niñas de Alola intercambiaron miradas. Ellas personalmente no se sentirían incómodas compartiendo la cama con Koharu, pero entendían que ella era más reservada al respecto.
—Lo siento, Koharu…— murmuró Mallow. Lana se veía igualmente apenada.
—No se preocupen, yo fui quien tomó la decisión— les dijo, sonriéndoles.
—Supongo que nosotros también tendremos que decidir cómo repartirnos— murmuró Go, luciendo pensativo. Miró hacia Ash— ¿Tú que prefieres, cama o sofá?
Pero toda la atención de Ketchum estaba centrada en una sola cosa: la puerta frente a él.
—Oye, Rotom— llamó, señalando la gran puerta de madera—. ¿Qué es esta habitación?
—¿Mm? Oh, esa es la habitación de la presidenta Lusamine— el gesto de la Pokédex cambió de inmediato—. ¿Acaso hay un recuerdo adentro? Podemos echar un vistazo rápido si lo necesitas-Roto.
Ante la mirada de todos, Ketchum decidió. Asintió.
La Pokédex levitó hacia el pomo de la puerta y entonces, lo giró.
Apenas pudo ver el interior de la habitación, un recuerdo inundó la mente del azabache. Un recuerdo de hacía… ¿mucho tiempo?
—Has sido realmente fuerte… Ya, ya… No tienes que cargar con ese peso tú solo. No de nuevo— le murmuraba Lillie mientras acariciaba su cabello.
El llanto de Ash tenía varios minutos que se había convertido en sollozos. Abrazaba fuertemente a la rubia, incapaz de calmarse totalmente.
—Que muchacho tan valiente… Mira que hacer las cosas que has hecho a tu edad...— Lillie continuaba murmurando— Estoy segura de que fuiste bendecido por el mismísimo Arceus, de otra forma, no puedo explicar por qué eres tan genial.
Ash no contestaba nada. Solamente seguía sollozando.
—Oh, Ash… Si tan solo pudiera expresar en palabras lo mucho que te admiro…— la rubia sonrió. En ningún momento había dejado de abrazarlo o de acariciarlo— Después de todo, ¿qué sería de Lillie Aether sin Ash Ketchum?... No, ni siquiera habría Lillie Aether si Ash Ketchum tampoco estuviera. ¿Te has puesto a pensar en eso? Es gracias a ti que yo estoy viva… ¿No te parece que eso te hace asombroso? Ser alguien que da tanta…
—Debe de ser algo que exista en ambas realidades; algo que guarde significado para los dos.
—… luz… Ahh… Realmente eres… muy asombroso…
—¿Recordaste algo, Ash?-Roto.
Ketchum se rascó la cabeza y finalmente, negó.
—Nope, nada que valga la pena mencionar— respondió, sonriendo.
Y en cierta parte, era verdad. La voz no había dicho nada que no supieran ya.
Para cuando el avión finalmente aterrizó en Alola, Lillie despertó. Miró hacia su madre, dándose cuenta de que estaba dormida también. Miró de reojo a su hermano.
—El viaje de verdad debió ser largo si incluso mi hermano se durmió…— pensó la niña, mirando por la ventana del avión. Todavía estaba oscuro afuera— Madre, tienes que despertar. Ya hemos llegado— le dijo, moviéndola suavemente.
Al cabo de unos segundos, Lusamine abrió los ojos. Algo adormilada, volteó hacia Gladio y lo agitó también.
—Despierta, querido. Hemos llegado a Alola— no necesitó insistir más pues al instante, el rubio despegó sus párpados.
—Finalmente— dijo, sonriendo. Parecía que no se sentía somnoliento en lo absoluto.
Tanto Lillie como Lusamine voltearon a verse. ¿Por qué Gladio se veía tan emocionado? Solo habían llegado a…
Los ojos de ambas se abrieron de par en par al terminar de procesar todo.
Habían vuelto a Alola.
Uno por uno, los pasajeros del avión fueron descendiendo. Al estar en los asientos de más al fondo, los rubios salieron casi al final. Bajaron las escaleras del avión y miraron con gran ilusión sus alrededores. Sus ojos brillaron al saber que habían vuelto a casa.
—¡Presidenta Lusamine!— escucharon gritar. Cuando se giraron, se encontraron con dos reclutas de Aether corriendo hacia ellos— ¡Es un gusto recibirla con bien a usted y a sus hijos, presidenta!
Ser llamada así después de tanto tiempo pareció poner nostálgica a Lusamine.
—¿Los envió Wicke?— preguntó, sonriendo. Ambos reclutas asintieron.
—Tenemos instrucciones de llevarla al Paraíso Aether— respondió uno de ellos—. Los invitados ya se encuentran en el lugar. La señorita Wicke dijo que usted sabría lo que significa. También nos dijo que le entregáramos esto.
La presidenta tomó entre sus manos una tableta que no tardó en desbloquear. Comenzó a leer atentamente.
Lillie, por otra parte, tenía la cabeza en otro lado. La niña realmente quería ver a todos sus amigos, pero encontrarse con Ash… ¿Sería demasiado incómodo?... No soportaría no poder reencontrarse con su amigo como se debía por la vergüenza.
—Entendido— Lusamine asintió, frunciendo el ceño—. En cuanto recojamos nuestro equipaje, podremos partir.
—Iremos a buscarlo por usted, presidenta— le dijo uno de los reclutas—. Por favor esperen aquí.
Y tras decirles eso, ambos salieron corriendo hacia el interior del aeropuerto.
—¿Qué fue lo que te entregaron?— preguntó Gladio, mirando fijamente la tableta.
—Nuevas noticias y descubrimientos— respondió Lusamine—. Los pondré al tanto en cuanto yo lo haga.
Ambos hermanos asintieron. Los esperaba un viaje en helicóptero por lo que tendrían algo de tiempo.
Lillie entonces decidió mirar a sus alrededores, topándose con el helicóptero que tenía el logo de la Fundación Aether. Supo al instante que ese era su transporte y sonrió.
Después de lo que se había sentido como una eternidad, volvería a ver a sus amigos. Le pesaba mucho el hecho de que no había vuelto a Alola con su padre, pero sabía que no tenían opción; no cuando Ash estaba en un potencial peligro.
Sacó la Pokéball de Shiron, sabiendo que ella también estaría muy feliz de ver nuevamente a sus amigos Pokémon.
Lillie habría seguido sonriendo de no ser porque la vio. A la distancia, tal vez a unos sesenta metros, estaba ella.
La mujer fantasma.
La rubia tomó aire y entonces, frunció un poco el ceño. Comenzó a caminar hacia ella.
—¿Lillie?— la llamó su madre, confundida por su repentino movimiento— ¿A dónde va…?— pareció darse cuenta al seguir con la mirada la ruta que su hija estaba tomando— ¡E-Espera, Lill…!
Gladio la detuvo. Lusamine volteó a ver a su primogénito rápidamente y este le negó con la cabeza. Le estaba diciendo que no la interrumpiera.
Lillie necesitaba obtener las respuestas y preguntarlas directamente no estaba prohibido.
Tras un corto tiempo, la pequeña rubia finalmente la encaró. Estaba frente a frente con la mujer fantasma. Frente a frente con Lillie-2.
Recordó las notas que su madre le había escrito ya que no podían hablar de todas esas cosas en el avión. Y fueron precisamente todas esas cosas las que llegaron a su mente.
—Tú… no eres ella, ¿verdad? No eres Lillie-2…
Negó.
Lillie bajó la mirada, entrecerrando los ojos. Elevó la cabeza solo un poco.
—Se ve… realmente cansada… Debió haber sufrido muchísimo…
Asintió, haciendo que las cejas de la pequeña rubia temblaran un poco.
—Dime… Con todo esto que estamos haciendo, ¿podremos borrar su sufrimiento?...
Negó.
Lillie apretó con fuerza sus puños, con la mirada gacha.
—Entonces, ¿por qué?...
—El Altar del sol al amanecer. Lo sabrás todo.
La rubia subió rápidamente la cabeza y ya no la encontró. Supo en ese momento que la teoría de su madre era cierta. La mujer fantasma y la voz eran, en efecto, el mismo ser.
Tragó saliva y salió corriendo directamente hacia su familia.
—¡Madre, ¿qué hora es actualmente?!— preguntó apenas llegó a donde ellos.
—¿P-Por qué tan de repente?... ¿Qué fue lo que te di…?
—¡Madre, por favor, necesito saber la hora!— el rostro lleno de urgencia de su hija hizo que Lusamine dejara de lado todas sus dudas. Sacó de inmediato su reloj de bolsillo.
—Son las cuatro cuarenta y tres de la mañana— respondió, mostrando el reloj— ¿Tenemos que movilizarnos?
La niña asintió fuertemente.
—¿Cuál es el destino?— interrogó Gladio.
—El Altar del sol— respondió Lillie, frunciendo el ceño—. ¿Podremos llegar ahí antes del amanecer?
Lusamine sonrió con orgullo.
—Mamá no compra cosas a menos que sean lo mejor de lo mejor— dijo, llevándose una mano a la cintura.
Lillie y Gladio voltearon a verse. Eso había sonado genial.
Ash abrió los ojos. No había dormido lo más mínimo. No después de ver todas las cosas que vio.
Ash-2 estaba tratando de volver a eso. A un mundo que estaba lleno de dolor y pérdida… Al principio, el niño de Paleta no lo entendía. ¿Por qué querer volver a un lugar como ese? No tenía sentido para él.
Fue después de horas de agitarse en la cama que lo comprendió. Él solo, sin ayuda del Fwoosh.
Para Ash-2, debía ser mucho más doloroso el no poder lidiar con ese dolor a tener que hacerlo. Ash-2 quería; anhelaba poder sentirse herido.
Porque sentirse herido sería la muestra de que estaba vivo. De que tenía la oportunidad de sobreponerse a ese dolor y aprender a vivir con él. Ash-2 no quería la "salida fácil".
Escuchó a Go murmurar unas cosas en su costado y volteó a verlo, dándose cuenta de que estaba dormido. Sonrió.
Tan lentamente como pudo, se levantó de la cama y comenzó a caminar hacia la salida. Antes de poder llegar a la puerta, alguien se posó sobre su hombro.
—Pikachu…— murmuró, viendo a su fiel amigo. El roedor le estaba sonriendo y él, instintivamente, le devolvió la sonrisa— Vamos a salir un rato, amigo.
El tipo Eléctrico simplemente asintió y así, salieron de la habitación.
Ash caminó por todo el pasillo, uno distinto a donde se encontraba la habitación de las niñas, y tras unos segundos, llegó a las escaleras que llevaban al primer piso. No necesitó iluminación en ningún momento pues el lugar estaba lleno de tenues luces.
Lo que si no era tenue era la luz que había en la sala de estar. Curioso por esto, Ash se acercó al lugar de forma tan silenciosa como pudo. Pikachu le tapó los oídos de inmediato y Ketchum rio un poco. El Pokémon tenía razón, tal vez los adultos estaban hablando de temas importantes.
Asomó la cabeza, topándose con que, en efecto, los adultos estaban ahí.
Hala, Wicke y Faba estaban sentados en sillones individuales, mientras que Kukui y Burnet compartían uno familiar. Las únicas dos personas despiertas eran Wicke y Kukui, este último se encontraba cuidando a un durmiente Lei.
—Debería descansar un poco, profesor— le sugirió Wicke—. La presidenta llegará pronto y será mejor que estemos bien despiertos para cuando lo haga.
—No, estoy bien, Wicke— negó Kukui—. Ya dormí cuatro horas. Quiero dejar que Burnet también descanse.
Wicke rio por lo bajo.
—Ojalá Faba tuviera su misma consideración…
El rubio roncaba mientras su cabeza estaba recargada contra el respaldo del sofá. No parecía tener intención de despertarse.
—¿Profesor Kukui?— fue entonces que Ash habló y antes de que alguno de los dos adultos pudiera responder, Burnet abrió los ojos.
—¿P-Pasa algo, Ash?— preguntó, en un estado entre dormida y despierta. Sus ojos mostraban que no estaba completamente lúcida, pero era obvio que tampoco estaba sonámbula.
—Lo siento, profesora Burnet. No quería despertarla…— murmuró algo apenado el niño.
La adulta negó con la cabeza, tallándose los ojos.
—No, no pasa nada… ¿Tienes problemas para dormir?— le preguntó, separándose un poco del respaldo del sofá.
Ash asintió, haciendo que Kukui se pusiera de pie.
—Eso no es bueno— dijo, pasándole el cuidado del bebé a su esposa—. Veamos qué podemos hacer con ese insomnio, Ash.
—En realidad…— Ketchum miró a los tres adultos— me estaba preguntando si podría salir a caminar. Tal vez recuerde algo más si lo hago.
Wicke, Burnet y Kukui se miraron entre sí. Al final, la primera asintió.
—Puedes ir a cualquier lugar que quieras, Ash. Siéntete en confianza— le dijo, sonriéndole.
—En ese caso, creo que debería acompañarlo yo— Burnet también se puso de pie y volvió a pasarle al bebé a Kukui.
—Es la mejor idea— admitió el profesor, volviendo a tomar asiento—. Regresen cuando encuentren algo y no olvides tu celular, Burnet. Te llamaremos si pasa algo.
—Entendido— la profesora mostró su teléfono, sonriendo—. Vamos, Ash. Demos una vuelta por los alrededores.
—Sí.
Tanto la adulta como el niño salieron de la mansión. Con Burnet como su guía, era imposible que Ketchum pudiera siquiera perderse.
Se dirigieron instintivamente hacia la recepción mientras caminaban en relativo silencio.
—Entonces, ¿cómo te sientes, Ash?— preguntó Burnet apenas llegaron al lugar.
—Bueno… Creo que no tan bien como debería— respondió, rascándose la cabeza. Había dejado su gorra en la habitación, así como sus zapatos.
—¿Hay algo que te preocupe?— Burnet saludó a uno de los guardias nocturnos mientras activaba el elevador hacia la Reserva.
—Pienso que…— se interrumpió a sí mismo, riendo de forma nerviosa— En realidad, no sé muy bien lo que pienso.
—Oh, créeme, eso se pondrá peor en unos años—le sonrió, riendo un poco.
—¿Eh?— Ash se veía confundido y por ende, Pikachu también.
—Me refiero a cuando seas adolescente— la profesora caminó hacia la salida del elevador, comenzando a recorrer los caminos de la Reserva—. Los adolescentes suelen ser muy diferentes a cuando eran niños. Solo espero que tú no seas de esos que no se dejan abrazar. Eso me pondría muy triste, ¿sabes?
Ketchum se rio.
—Me gustan los abrazos— respondió y luego, entrecerró los ojos—. Aunque otros no tanto…
—¿A qué te refieres?— Burnet se veía curiosa.
—Bueno… Quiero decir que hay veces en las que te abrazan demasiado fuerte y sientes como tus huesos hacen kurukuru. No se siente bien— recordó algo que no tardó en decir—. Tampoco me gusta cuando me abrazan como si fuera un niño pequeño.
Burnet suspiró, confundiendo a Ketchum.
—Eso es precisamente lo que piensan los adolescentes que no se dejan abrazar…— murmuró, encorvándose un poco.
—Oh no…
—Oh no, en efecto…
—Pika…
Ash miró hacia su costado izquierdo, viendo como varios Slowpoke dormían.
—Profesora, ¿usted nunca ha tenido momentos en los que no sabe qué hacer? Momentos que la hayan hecho pensar: "Oh vaya"— la mirada curiosa de Ash hizo que Burnet se mostrara realmente pensativa.
—Bueno… Está esa vez que Kukui me pidió matrimonio— respondió, mirando al niño a los ojos—. En ese momento mi cabeza fue un desastre. Mis pensamientos eran algo como: "Esto es tan repentino", "Estoy realmente feliz", "¿Casarme yo?" y "¿Qué tengo que decir ahora?". Al final, recuerdo que solo me reí y le dije: "Sí, me atrapaste".
Ash normalmente reaccionaría diferente al escuchar esa, en su opinión, empalagosa historia de amor, pero había algo en el rostro de la profesora Burnet que le impedía poner un gesto de desagrado. Había algo en esos ojos llenos de amor y alegría; algo que solamente lo ponía de buenas.
Y por otro lado, también estaba el hecho de que comprendía un poco más el por qué a la gente le interesaba tanto el romance, todo gracias a Ash-2.
Un compañero humano que estuviera contigo en cada aventura, en cada logro y en cada tropiezo. Sonaba como algo realmente bonito.
—Sus pensamientos no eran para nada como lo que terminó diciendo, profesora— Ash se rio, haciendo que por consiguiente, Burnet también riera. Pikachu veía todo con una sonrisa.
—Es lo que sucede cuando no sabes cómo reaccionar ante lo inesperado. Al final, lo que piensas y lo que terminas haciendo son cosas realmente distintas— le dijo, volviendo a presionar el botón del ascensor, el cual los llevó de nuevo a la recepción—. Por más que crezcas, nunca te acostumbras a lo inesperado.
Ash, esta vez, si puso un rostro de desagrado.
—¿Entonces qué ventajas tiene el ser adulto?...
Burnet se rio otra vez.
—¡Esa es una buena pregunta! Te la responderé cuando yo misma lo averigüe.
Ketchum la miró de reojo y entonces, se rio.
—Por cierto, Ash— tras terminar de reírse, la profesora lo llamó—. ¿Quieres ver algo realmente genial que estamos inventando?
—¡Quiero!— respondió de inmediato el niño, haciendo que Burnet sonriera.
—Normalmente no podríamos ir a los laboratorios sin antes pedir muchos permisos, pero ya que Wicke dijo que podíamos ir a donde quisiéramos…— una sonrisa un tanto maliciosa apareció en el rostro de la adulta— Hacer una o dos travesuras tampoco está mal, ¿verdad?
Ash y Pikachu voltearon a verse entre sí. Menos de un segundo después, tenían en sus rostros la misma sonrisa que Burnet.
—Para nada.
—Pika Pi.
Y entonces, el ascensor comenzó a moverse.
—Cuando la Fundación Aether quiere ayudar algunos Pokémon, hay veces que estos se ponen realmente agresivos por el miedo o porque así es su naturaleza— comenzó a explicar Burnet, haciendo que Ash pusiera atención—. Por eso, estamos desarrollando unos escudos realmente geniales que se generan gracias a una pequeña pulsera. ¿Puedes creerlo?
Ash la miró fijamente y luego, sonrió.
—¡En el mundo de Ash-2 esos ya existen!
Burnet se recargó contra la barandilla del elevador.
—Esta es… una derrota moral…
Ketchum simplemente se rio. Burnet sonrió tras terminar su actuación, pero tras unos segundos, dicha sonrisa se borró. ¿El motivo? La forma tan abrupta en la que Ash había dejado de reírse.
Cuando la profesora miró a Ketchum, se dio cuenta de que algo definitivamente estaba sucediendo. El niño parecía tener alguna especie de dolor de cabeza.
—¿Pasa algo, Ash?— preguntó Burnet, acercándose a él. Pikachu se veía igualmente preocupado— ¿Estás recordando algo?
—N-No lo sé…— respondió el azabache— Es una sensación muy extraña… Siento… Siento como si no estuviera en el lugar correcto… Como si… nada de esto existiera…
—¿Deberíamos regresar?...
Burnet miró atentamente a Ash y cuando este negó con la cabeza, ella asintió.
—Entonces, sigamos— la profesora ya no reía. Su rostro estaba totalmente serio.
Cuando el elevador por fin se detuvo, Ash bajó de este con ayuda de la profesora, quien servía de soporte para evitar que accidentes pasaran.
Ash se sentía igual que hacía algunas horas, cuando Rotom los estaba llevando a sus habitaciones. Era como si se estuviera acercando gradualmente a algo que debía ver.
Conforme la profesora Burnet lo guiaba, el dolor de cabeza y esa extraña sensación de no pertenecer a ese lugar aumentaban.
Era extraño. Ash se sentía como si, al ver los laboratorios, estuviese viendo un pueblo fantasma. Era extraño precisamente porque el lugar no tenía nada de "fantasma" o "abandonado".
Fue conforme se acercaron a un laboratorio específico, uno que no destacaba absolutamente en nada al resto, que Ash sintió que debía correr. Burnet notó el gradual aumento en la velocidad del niño por lo que ella también incrementó la suya.
Al cabo de un rato, llegaron.
—¿Es aquí?— le preguntó Burnet, mirando fijamente la entrada del laboratorio— Este lugar es casi una bodega… Es aquí donde van los prototipos que todavía no son aprobados…
—Es aquí— asintió Ash—. No hay duda.
Burnet confió en él y sin vacilar, abrió la puerta.
Ash estaba preparado. Preparado para cualquier recuerdo que llegara de pronto a su mente. Preparado para recibir la información que necesitara recibir.
Pero no obtuvo nada.
Lo primero que pensó fue: "¿Otra vez nada?". Luego, se preguntó si el Fwoosh estaba jugando con él o algo así y finalmente, lo sintió.
En su vida, Ash nunca se había sentido más descolocado. Antes, cuando confundía su realidad con la de Ash-2, se sentía realmente perdido, pero una parte suya era capaz de comprender lo que pasaba.
Ahora no. Todo su ser era un gran caos; un revoltijo de pensamientos. Ninguno de ellos era bueno.
"Este es el lugar". "No me equivoqué, es este". "¿Qué se supone que es este sitio?". "No…, este lugar ya no existe". "¿Seguro que es aquí?". "¿Qué rayos está sucediendo?". "Oh, amigo… Me duele la cabeza…". "Es aquí donde debía de estar". "Este es su sitio". "¿Por qué no está aquí?". "¿Dónde está…?"
—Debe ser ella. Tiene que ser Lillie.
Ash abrió los ojos como platos y por fin, todo cobró sentido. Efectivamente, estaba en el lugar equivocado. No la encontraría ahí, no, pero sabía dónde si lo haría.
Se giró rápidamente hacia la profesora Burnet y pronunció las siguientes palabras.
—¡Tenemos que ir al Estadio Manalo!
Diez minutos atrás, un helicóptero había aterrizado en el Altar del sol y de él, habían bajado todos los pasajeros.
—No lo entiendo, presidenta… ¿No podemos esperarla en el helicóptero?— preguntó el piloto, luciendo realmente confundido.
—Lo lamento mucho. Algo… realmente importante va a pasar y lo mejor sería que no lo vieran— le respondió, haciendo que caminaran hacia un lugar en específico—. Si pudieran esperarnos al pie de las escaleras…
Los dos reclutas de Aether y el piloto del helicóptero miraron hacia abajo. Esos eran, fácilmente, más de doscientos escalones.
Suspiraron.
—A la orden, presidenta…
—De verdad se los agradezco— dijo, haciendo una pequeña reverencia.
Por otra parte, Lillie y Gladio estaban de pie frente en medio de la plataforma central del Altar del sol. Ambos veían hacia el gigantesco monumento de piedra que había frente a ellos.
—¿Te sientes preparada?— le preguntó Gladio, sin voltear a verla— Toda la información nueva que nos llegó no es fácil de procesar…
—Sea lo que sea, podré manejarlo, hermano— respondió, sonriendo. Ella sí que lo miró—. Tantos misterios me estaban quitando el sueño.
El rubio cerró los ojos y sonrió levemente.
—Ciertamente…
Lillie sonrió durante unos segundos más y luego, con seriedad, miró el reloj de bolsillo de su madre. Eran las cinco cincuenta de la mañana.
Tragó saliva. Aunque le había dicho eso a Gladio, lo cierto es que se sentía realmente nerviosa e incluso, se podría decir que tenía un poco de miedo.
Aquel recuerdo en el que vio a la deteriorada Lillie-2 no había dejado de perseguirla en ningún momento. Escuchar sus gritos, su llanto, el repentino cambio de humor, la forma en la que hablaba de la persona que amaba y su posterior arrepentimiento… ¿Y si la voz le mostraba algo peor que eso?
Lillie era consciente de que su vida había sido realmente feliz y plena a comparación de la de Lillie-2. Ella realmente quería ayudarla, así que cuando la voz le dijo que nada de lo que hacían borraría todo el dolor de su versión de otro mundo, se sintió devastada.
¿Simplemente sería testigo de todo ese dolor y luego, cuando todo terminara, seguiría su vida como si nada? Lillie sabía que el recuerdo del sufrimiento de Lillie-2 posiblemente la perseguiría por mucho tiempo.
Así que, pese al nerviosismo y miedo que sentía, también tenía esperanza. Esperanza porque, dentro de todo lo que la voz le contaría, hubiera algo que le permitiera estar en paz. Un final feliz para Lillie-2. Eso era lo que quería.
—Lillie— escuchó que la llamaron y entonces, volvió en sí. Miró hacia su hermano, quien señalaba a sus espaldas, hacia el este.
El sol comenzaba a salir por el horizonte y Lillie era consciente de lo que eso significaba. Todos lo eran.
Sintió unos delicados toques en su hombro y volteó a ver a su madre. Lusamine señalaba hacia una dirección, esta vez, hacia el frente.
Ahí estaba ella de nuevo. O él.
—Finalmente estás aquí.
Al escucharlo hablar, todos retrocedieron por inercia. Escuchar esa voz salir de ese cuerpo era… simplemente extraño.
Luego de algunos segundos de silencio, Lillie se decidió.
—E-Estoy aquí… y tal como dijiste, espero respuestas— dijo con el ceño fruncido.
La voz asintió.
—Tenía que ser este lugar. A esta hora del día— los ojos de la voz recorrieron todo el Altar del sol—. Puede que ya lo hayan deducido, pero yo no pertenezco a esta realidad.
—¿Reali… dad?— repitió Lillie. Gladio se veía igualmente confundido y Lusamine, por otra parte, parecía fascinada por algo.
—Todo este tiempo, sé que han estado pensando que el lugar del que provengo es solamente "otro mundo"; otro sitio al que puedes llegar cruzando un Ultraumbral. Un lugar al que podrías acceder con el suficiente tiempo y esfuerzo— la voz los miró fijamente—. Esto que está pasando ahora, no es algo tan pequeño como "otro mundo" u "otra dimensión". Es algo que va mucho más allá de eso.
Ni Lillie ni Gladio podían entender del todo bien lo que estaban escuchando.
—Vengo… No, venimos de un sitio cuya existencia es paralela a la de su hogar. Una de las reglas primordiales es que nada de lo existente en mi realidad puede encontrarse alguna vez con algo que provenga de la suya— la voz les dio la espalda, mirando hacia el cielo—. Pero dado que, en cualquier realidad, yo soy quien hace las reglas, entonces decidí romperla por una vez en los eones que tengo de vida.
—No… entiendo…
—Comprendo eso. No es algo fácil de asimilar y menos a tan temprana edad— la voz esta vez los miró—. Déjame explicarlo con un ejemplo. Compara una película en la que salgan humanos con una en la que haya dibujos animados. ¿Dirías que se rigen bajo las mismas leyes? ¿Dirías que sus realidades son las mismas?
Lillie negó lentamente con la cabeza. Incluso con el ejemplo, seguía sin entenderlo del todo bien.
—En efecto. No lo hacen— la voz cerró los ojos—. En tu realidad, existen ciertas leyes inamovibles. El flujo del tiempo, la existencia o ausencia de gravedad, la forma del espacio. Si te diriges a cualquier dimensión de tu realidad, entonces te darás cuenta de que todas ellas comparten las mismas leyes inamovibles. Por otra parte, en mi realidad, las leyes que tú conoces funcionan de forma distinta.
Lillie abrió la boca pero fue interrumpida.
—Piensa en los Ultraentes que has conocido a lo largo de tu vida. Piensa en el Necrozma que conocieron— la voz abrió los ojos y estos se afilaron—. ¿Podrías decir que son los mismos Ultraentes y Necrozma que viste en todos esos recuerdos?
La niña tragó saliva y luego, negó.
—En tu realidad, los Ultraentes solo son seres perdidos que actúan de una forma u otra por su propia naturaleza. En tu realidad, Necrozma es solo un ser hambriento y desamparado— se cruzó de brazos—. En la nuestra, los Ultraentes son esbirros sanguinarios que fueron adoctrinados; no son malos por naturaleza, pero toda su vida fueron formados para hacer el mal. Necrozma, por otra parte, es su líder. En nuestra realidad, fue un ser codicioso, malévolo, hambriento y destructivo que buscaba su propio beneficio sin importar las vidas que tomara… En ese aspecto, envidio un poco su realidad.
—Ya entiendo…— los niños voltearon a ver a su madre, quien tenía el rostro algo pálido— Si su mundo solo fuera otra dimensión, entonces los Ultraentes serían los mismos; Necrozma sería el mismo.
—Al parecer, sin importar la realidad que sea, sigues siendo alguien realmente brillante— la voz elogió a Lusamine, provocando que esta se sonrojara un poco—. Es como bien dijo tu madre— esta vez se dirigió a Lillie—. No puede existir más de un Necrozma en una realidad. Es completamente imposible.
Gladio frunció el ceño y entonces, puso la mano derecha en horizontal frente a su rostro.
—Voy a imaginar que mi mano es una realidad— le dijo a la voz, atrayendo su atención. Con el índice izquierdo, señaló la uña del índice derecho—. Supongamos que nuestro mundo está aquí…— la voz asintió y entonces, Gladio señaló con el índice derecho la uña de su índice izquierdo— entonces, su mundo está aquí, ¿no es así?
La voz asintió.
—Es una forma interesante de verlo y es bastante acertada.
—Es tal y como dijiste antes…— murmuró Lillie— Somos existencias paralelas…
—Así es. Estamos destinados a no tener contacto nunca.
—¿Entonces por qué estás…?
—Sabes la respuesta a esa pregunta, Lillie— interrumpió la voz—. Han descubierto más de lo que imaginaba.
—Revivir a Ash-2…— murmuró Gladio, entrecerrando los ojos.
—Por ciertos motivos de las reglas primordiales, me vi en la obligación de dejarlo aquí un tiempo. Han sido ochenta y dos años desde que vine a traerlo…
—¡¿Ochenta y…?!— Lillie tenía los ojos abiertos de par en par al igual que su familia— ¡P-Pero espera, dijiste que tú habías inventado las reglas primordiales! ¿N-No puedes ignorarlas?...
—No, por algo las creé. Solo fui capaz de ignorar esta porque no altera ningún aspecto vital de su realidad o de la nuestra.
—Entonces, ¿no puedes revivir a Ash-2 en su tiempo y espacio originales?…— preguntó Lillie con un poco de esperanza.
—¿Hacer que un alma vuelva a la tierra cuando su tiempo ya ha pasado?— la expresión de la voz decía que ciertamente había escuchado algo estúpido—. Es una locura. Las consecuencias por llevar a cabo tremenda falta de respeto contra el ciclo mismo de la vida son catastróficas y pueden culminar con la destrucción de dimensiones enteras, sino es que con la destrucción de la propia realidad en sí. Un alma está destinada a un solo cuerpo y si el cuerpo ha agotado su tiempo en la tierra, entonces nada puede ser hecho.
Lillie, Gladio y Lusamine tragaron saliva. Todo parecía tener una escala mucho mayor a la que creían originalmente.
—Antes dijiste que han pasado ochenta y dos años desde que trajiste el alma de Ash-2 a nuestra realidad… ¿A qué te refieres con eso?— preguntó Gladio, frunciendo el ceño.
—Ah, claro… El tiempo, sin importar la realidad, fluye de formas diversas y extrañas. Lo que puede ser un día en tu realidad, pueden ser ochocientos años en la mía y al mismo tiempo, mientras que en mi realidad solo pasaron dos segundos, en la tuya ya habrán pasado tres milenios— los tres rubios se quedaron en blanco, totalmente confundidos—. Explicar las leyes inamovibles puede ser complicado de entender para los humanos, así que simplemente piensen en ello como "la relatividad del tiempo".
—E-Entendido…— Lusamine tragó saliva— ¿Viniste a nuestra realidad en este preciso momento porque…?
—Fueron informados, ¿no es así? Sobre el sustituto que prometí crear— la voz se cruzó de brazos al verlos asentir—. Duplicar un alma a partir de su esencia original es una labor tardada y delicada, incluso para mi poder.
La boca de Lillie se frunció un poco y entonces, preguntó algo que tenía varios minutos queriendo preguntar.
—So-Sobre Lillie-2… Ella… ¿¡Ella está…?!
—"Lillie-2" está muerta en mi tiempo y espacio originales— respondió con seriedad—. Murió de vieja a la edad de noventa y dos años.
Lillie sabía eso. Sabía que, si habían pasado ochenta y dos años, entonces lógicamente Lillie-2 no podría estar viva. Solo que ella no quería saber eso…
—Si fue feliz o no, temo que no puedo decírtelo. Hay una persona a la que debo contárselo antes que a nadie pues también lo prometí— la voz descruzó los brazos—. Pese a decirte que te daría todas las respuestas, debo ocultarte una. Lo siento por ello.
La niña negó con la cabeza.
—No… Está bien— le sonrió—. Ash-2 debe ser el primero en saberlo, lo entiendo.
La voz entonces frunció el ceño.
—Pese a mi poder, al no estar en mi realidad, todas mis habilidades se han visto realmente reducidas— explicó de pronto la voz—. Es por ello que todas las instrucciones que te di a lo largo de tu viaje fueron para que llegaras a este lugar, exactamente a esta hora del día. Es por eso que ahora puedo hablar de la forma en la que estoy hablando y mostrarme ante ti por tanto tiempo.
—Por eso no podías explicarme nada antes…— murmuró la niña.
—Por eso y porque no me gusta dar explicaciones a medias.
—Pero no lo entiendo… ¿Por qué aquí?— preguntó Lillie.
—Mi poder aumenta significativamente al ser este el lugar en el que aparecí, y al ser esta la hora del día en la que llegué a su realidad.
—Ya… veo… Pero, ¿por qué…?
—Aunque realmente me gustaría explicar el porqué de mi decisión y estoy volviendo a faltar a mis palabras, me temo que debemos apresurarnos— interrumpió la voz—. En unos pocos minutos mi poder volverá a reducirse y debo darte las respuestas más esenciales. Si no lo hago ahora, tendrá que ser mañana y no puedo esperar tanto tiempo. No puedo permitirme el seguir perdiendo fuerza.
—Yo…— Lillie se veía claramente inconforme. Gladio y Lusamine sabían que ella era curiosa por naturaleza y no ser capaz de saciar dicha curiosidad debía de apestar— Entiendo… Entonces si pudiera…
Y antes de que la pequeña rubia terminara de hablar, algo entró a su cabeza.
—Ah…
Voces e imágenes pasaban por su cerebro a velocidades de vértigo y tras menos de un segundo, se detuvieron.
—¿Lillie?... ¿Por qué estás…?
Ante el llamado de su madre, la niña reaccionó. Rápidamente apartó las lágrimas que habían salido de sus ojos y se obligó a ser fuerte.
—Ahora entiendo todo— le dijo a la voz, mirándolo con el ceño fruncido—. Sé lo que debo de hacer.
La voz se le quedó viendo unos segundos y luego, sonrió.
—Lo sé— dijo, dándose la vuelta.
Justo cuando el cuerpo de la voz comenzó a desaparecer, Lillie lo interrumpió.
—¡¿Por qué estás usando el cuerpo de Lillie-2?!— preguntó.
—Porque mostrarme con mi verdadero cuerpo sería un pérdida de poder y necesitaba una figura que llamara tu atención.
—¡¿Por qué este lugar y esta hora del día?!
—Este lugar fue el último lugar de la tierra en el que estuvo Ash-2 en nuestra realidad antes de morir. La hora de llegada fue deliberada pues el amanecer es imperdible.
—¡¿Quién eres?!
—Veo que los pusieron al corriente de muchas cosas pero no de una realmente importante… Creo que a estas alturas, ya debieron de haberlo descubierto. ¿Quién más podría hacer las cosas que yo hago? Soy…
—Arceus…
Nadie comprendió lo que quería decir Ash. ¿Era la expresión o…?
—El dueño de la voz… es Arceus…— Ketchum los miró con los ojos realmente abiertos y entonces, lo comprendieron.
—¡¿A-A-A-ARCEUS?!— gritó Chris, con el rostro pálido.
Todos en el lugar tenían expresiones igualmente sorprendidas.
—¡¿Estás seguro de eso, Ash?!— preguntó Kukui mientras Lei estiraba su barba.
—No hay duda… Es la voz de Arceus…
Todos se pusieron a pensarlo y sintieron de inmediato ganas de golpearse los rostros. ¿Quién más tendría la capacidad para hacer esas cosas si no era el Dios Pokémon, creador de todo lo existente?
Ash entonces se dio cuenta de algo. De algo que había pasado por alto todo ese tiempo.
—En todos los recuerdos, alguien siempre mencionaba a Arceus…— les dijo, sin dejar de lucir sorprendido— Nunca habló antes de que alguien mencionara su nombre… Nunca.
—Entonces… ¿Arceus eligió lugares que fueran significativos para Ash-2 y Lillie-2, así como momentos en los que se dijera específicamente su nombre?— preguntó Go. Al cabo de unos segundos, a nadie le quedó más remedio que asentir.
—Ya veo… Entonces como fue Arceus con quien habló Ash-2, él esperaba que al escuchar su nombre, Ash recordara la conversación que tuvieron antes de que todo esto comenzara…— murmuró Hala.
—No puede ser… Una pista tan buena y nunca pudimos contar con ella-Roto…
En el lugar, todos estaban en silencio. Arceus era la voz… Una respuesta tan obvia pero que nunca tuvieron en cuenta…
—Me duele la cabeza…— escucharon murmurar a Koharu y todos se sintieron identificados al instante.
—Entonces, Ash…— Burnet parecía estarse esforzando mucho por dejar de pensar en el nuevo descubrimiento— ¿descubriste algo nuevo con este nuevo recuerdo?
Ketchum se quedó pensativo. También parecía costarle el alejar los pensamientos relacionados con Arceus de su mente.
—Bueno… Arceus dijo: "… podría no funcionar; incluso podría haber graves consecuencias".
Al escuchar eso, todos voltearon a verse. Tenían razón al sospechar todo ese tiempo…
—Era por eso que no podían decirme nada, ¿verdad?— preguntó Ketchum, recibiendo múltiples asentimientos. Sintió un escalofrío; uno de los normales, no uno provocado por el Fwoosh— Menos mal que no me dijeron nada…
Kukui, por otro lado, se veía pensativo. ¿Todo podría ser en vano si alguien le revelaba la verdad a Ash? ¿Si alguien le decía que Ash-2 estaba en su cuerpo?
Hubo silencio. Demasiado silencio.
—Creo que quiero irme a dormir…— murmuró Lana. Al igual que ella, ninguno de los otros niños había podido sacarse de la cabeza la verdadera identidad de la voz por lo que parecieron agotarse mentalmente.
—Sí… Esa suena como una buena idea— dijo Wicke, mirando hacia los profesores y Hala.
Y mientras ellos se formulaban preguntas que en un futuro muy cercano les serían respondidas, el tiempo seguía corriendo.
Cuando estaban a punto de irse volando directo hacia el Estadio Manalo, Wicke fue interrumpida por una llamada telefónica "de urgencia". A regañadientes, la mujer la tomó y al cabo de unos segundos, le cambió el gesto. Asintió fuertemente varias veces y luego, colgó.
Los volteó a ver a todos, con ojos llenos de urgencia… Al parecer, el motivo de la llamada definitivamente era el correcto.
—Era la presidenta Lusamine— en cuanto dijo eso, todos se sorprendieron enormemente—. Llamó desde el teléfono de uno de los miembros del equipo de extracción. Dijo que acaban de llegar al Estadio Manalo— la sorpresa solo aumentó más—. Al parecer… Arceus apareció ante ellos y les indicó que fueran al lugar.
Llegó un momento en el que Chris comenzó a reírse. Todos voltearon a verlo en silencio y entonces, el pelirrojo estalló.
—¡¿NO ES ESTO DEMASIADO?!
Sí, estaban totalmente de acuerdo con esa opinión.
—¡Sea como sea, mayor prisa por apurarnos!— exclamó Kukui, indicándoles a todos con una mano que subieran.
Luego de casi un minuto, todos estaban arriba. Tomaron sus asientos y se abrocharon los cinturones de seguridad. Pikachu, Togedemaru, Eevee, Nagisa, Sobble y Wimpod se abrazaron a sus entrenadores.
—¿T-Tú sabías que estarían ahí, Ash?— preguntó Mallow, asomándose por detrás del asiento del azabache.
Ketchum negó rápidamente.
—¡P-Para nada!— exclamó— ¡Es solo que en el Estadio Manalo hay un recuerdo realmente importante que el Fwoosh me dijo que fuera a ver!
—¿Qué es lo que está pasando?...— se preguntó Koharu, con una mano en la cabeza. Apenas y había tenido tiempo para arreglarse el cabello.
—Tan temprano en la mañana…— murmuró Lana.
—No sé qué es lo que vaya a pasar a continuación— al escuchar hablar a Kukui, todos los niños voltearon a verlo—, pero sí sé que es el final.
El corazón de todos, con excepción de Lei, se aceleró un poco.
El final… Eso realmente los ponía algo nerviosos.
Tuvieron que cargar con todo su nerviosismo por casi cuarenta minutos, tiempo que tardaron en visualizar el Estadio Manalo y apenas, lo hicieron, se sintieron todavía más nerviosos.
Ash no se dio cuenta del momento en el que su pierna comenzó a moverse de arriba abajo pero otras personas si lo hicieron. Justo cuando Kiawe estaba por decir algo, se le adelantaron.
—Todo estará bien— le dijo Go, sonriéndole a su amigo pese al sudor que corría por su propio rostro—. Pase lo que pase, estamos contigo en esto, Ash. Hasta el final.
—¡S-Sí!— Kiawe le sonrió también— ¡Siempre estaremos contigo!
—¡Cuenta con ello!— exclamó Mallow.
—Somos un equipo— Lana le levantó un pulgar.
—A-Aunque no será muy aterrador, ¿cierto?...
—Chris…— le dijo Hau al pelirrojo, cruzándose de brazos.
Koharu vio como todos prestaban su apoyo. ¿Ella podía…?
—¡Por supuesto!— le dijo sin pensar a Ash, sonriendo ampliamente.
Al ver a todos sus amigos hablarle así, el azabache se sintió mucho menos nervioso. Correspondió sus sonrisas.
—Aquí vamos— dijo, desabrochándose el cinturón de seguridad al sentir como el avión tocaba suelo.
Todos se pusieron de pie y entonces, el nerviosismo que antes había desaparecido de Ketchum cambió por un gran sentimiento de urgencia. La forma en la que la puerta se abría le parecía extremadamente lenta a Ash, quien tenía su mirada clavada en ella.
Algo en su interior le decía que se moviera. Le decía que se apresurara. Le decía que corriera.
Y apenas se vio el exterior, la obedeció.
—¡Espera, Ash!
Ketchum ignoró ese llamado y comenzó a correr a toda velocidad apenas aterrizó. Pese a lo mucho que se apresuraba por llegar a su destino, Ash no podía dejar de sentir nostalgia al ver el lugar en el que se encontraba.
Era una sensación extraña. Mientras que una parte de él le decía que no parara de moverse por nada del mundo, otra le decía que mirara atentamente el lugar donde se había coronado Campeón.
Y así, con prisa y con lentitud al mismo tiempo, Ash tomó rumbo hacia un lugar en el que había tenido los mejores momentos de su vida.
Entró rápidamente por al interior del estadio, en el lugar donde se suponía debían estar los participantes de la Liga Pokémon y, aunque notó la presencia de los reclutas de Aether, no le tomó importancia.
Siguió corriendo hasta llegar a una sala de espera y la pasó de largo, dirigiéndose rápidamente hacia un largo pasillo. Podía sentir la forma en la que Pikachu se agitaba en su hombro y luego, miró detenidamente al frente.
Aquel largo pasillo estaba realmente oscuro mientras que al final, había una luz que indicaba la salida del mismo. Sin dejar de correr, Ash cerró los ojos y con determinación, los abrió.
Atravesó la oscuridad a toda velocidad, abriéndose paso hacia la luz del día.
Cuando finalmente se detuvo, estaba en el campo de batalla del Estadio Manalo. Con la respiración agitada, apretó los puños y entonces, comenzó a caminar hacia el frente.
Conforme más se acercaba al centro del campo de batalla, más lento se hacía su caminar. Fue tras unos segundos que finalmente todo su movimiento cesó. Pudo escuchar como un sonido de alegría salía de Pikachu e, instintivamente, él también se sintió así.
—Supongo que… nos estamos viendo, ¿no, Ash?— Lillie tenía las manos a la altura del estómago. Su rostro le decía a Ketchum suficiente.
Con una gran sonrisa, la saludó después de mucho tiempo.
—Sí. Nos estamos viendo, Lillie.
La travesía realizada en la búsqueda de respuestas ha llegado a su fin y ahora solo queda recibir la recompensa por el esfuerzo.
De la mano de dos buenos amigos, la misión finalmente culmina.
¡Ey! Pues… ¡penúltimo capítulo del arco! Ahora sí que sí, el siguiente capítulo es el cierre definitivo de este arco que ha estado con nosotros por más de cinco meses… Aunque tres de ellos estuve en hiatus XD
En el siguiente capítulo planeo dar todas las respuestas y joder, por mí bien espero que no se me pase absolutamente nada porque en serio, he estado planeando esto por tanto tiempo que sería un mal trago que de pronto me dijeran que me faltó explicar una parte XD
Bueno… Sobre el anime y esas cosas… ¡Está bastante bien! El VS Iris fue… bueno, algo parecido a la pelea contra Korrina, pero ey, al menos Dragonite se está chetando… ¡Esperemos que no lo liberen! Jajaja… ¿Ja? También fue lindo ver a Emolga y a Axew completamente evolucionado, por no mencionar el hecho de que Iris es Campeona de Unova. En mi historia yo le di un Druddigon y al parecer tiene un Goodra XD
¡El capítulo de este viernes también fue lindo! Me gustó ver el crecimiento de Go y ver como comprende mejor que los Pokémon tienen funciones que cumplir en el medio ambiente. Su empatía me conmovió.
Ahora bien, pasando a otro orden de cosas… Sobre las reviews. Chicos, lamento no poder responder las reviews de usuarios ni de anónimos. Espero que comprendan que responderlas todas es un proceso realmente tardado que a veces llega a costarme hasta dos horas el realizar y suelo utilizar ese tiempo para escribir los capítulos. Pero una cosa es que no pueda responderlas y otra muy distinta es que no las lea en absoluto.
Quiero agradecer, de verdad agradecer con todo mi corazón, a quienes me dieron sus buenos deseos y palabras de ánimo. A todos los que han mostrado que están ahí para ver como finalizo la historia. Este capítulo también va dedicado para ustedes.
Dedicado para unnamed guy (muchas gracias por estar ahí siempre junto a Trigon), glamorousdays (muchas gracias por tu palabras que me hicieron pararme, reflexionar y tomar decisiones), Tragikly (muchas gracias por dejar reviews que disfruto tanto leer), Invitado (muchas gracias por haberme hecho reír más de una vez con las variantes de tu nombre), Ultimate blazer (muchas gracias por estar desde tiempos tan lejanos que ya ni siquiera recuerdo el fanfic sin ti comentándolo), Grytherin18-Friki (que, aunque hemos pasado tantos años intercambiando reviews y respuestas, la escritura de tu nombre todavía sigue siendo un reto para mí), carlos29 (muchas gracias por darme siempre palabras de aprecio y por valorarme tan bien), bophee (muchas gracias por dejar reviews siempre tan llenas de sentimiento), PendulumGear (muchas gracias por darme siempre que puedes tu sincera opinión y constantemente darme palabras que me motivan, así como tus intenciones por mejorar la interacción lector-escritor), Ashpool y HashiramaUchiha (muchas gracias por leer mi historia aunque esta no sea en su idioma natal) y, aunque no puedo agradecerles específicamente, sé que están ahí; también es para ustedes, DeepaVII, WhitNight103, usuarix, jona-perfilador18, Matteens, gaelrei14, Deluxe, RAGM-0802, José Carbajal y sallymorgana. También hay lectores antiguos que no he leído en algo de tiempo pero a quienes también les tengo mucho cariño y aprecio como lo serían Jbadillodavila, ThRedDragonSlayer (agradezco de corazón las reviews que me dejabas en mis inicios; fueron realmente inspiradoras), ElTrigon, Silio (quien espero se encuentre gozando de buena salud), AlexanderP700, TEIET, Ricardo753, CCSakuraforever, dragon titánico, El Sawa, NesRedTrebol, DaniJIE, NeroAlmia (con quien compartí muy interesantes pláticas), Phrostix y unpendejoekisde. Aunque nos conocemos un poco menos, tampoco quiero olvidar a Black Knight Lucario, Ileo, Zim, , Auror DragonSlayer y Ryuuto779.
Lamento mucho si olvidé a alguien pero de momento, son las personas a las que recuerdo. Puede que esté pasando por algo a alguien que realmente conozco de hace mucho tiempo y si es así, por favor no me lo tengas en cuenta. Los aprecio a todos muchísimo.
Dejando de lado mi simpeo, creo que procederé a despedirme.
Espero que el capítulo final pueda resolver todas sus dudas… ¡En fin, lo que pase pasará, pero daré lo mejor de mí para hacer que todo sea más fácil de comprender!
¡Alola, chicos!
¡Por cierto! ¿Pueden creer que hace 100 capítulos se descubría la nictofobia de Ash? ¡Como pasa el tiempo!
