Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling
POV DRACO MALFOY 34
Hermione, Violet, Harry, Ron, Daphne, Theo, Blaise y yo estábamos sentados en una mesa del Gran Comedor comentando el partido de Gryffindor contra Slytherin que iba a suceder en tres días. A la gente ya no le extrañaba que alumnos de Slytherin y Gryffindor se sentaran juntos. Mi hermano consiguió a través del miedo y el poder que nos vieran como compañeros de estudio.
—¡Por fin la gente va a ver mi habilidad en el quidditch! —dijo sonriente Blaise.
—No te lo tengas tan creído, estoy seguro que Taurus te enchufó en el equipo. —respondió Theo.
—¿Eh? ¿Y que me dices de ti, Theo? —preguntó Blaise indignado.
—Yo, a diferencia de ti, he sigo escogido tanto por mi habilidad con la escoba como por mi habilidad para planear estrategias. —dijo orgulloso Theo.
—¡Pues ojalá a mi me hubiera enchufado Wood! —dijo entristecido Ron. —¡Me muero de envidia! ¡Daría todo lo que tengo por estar en vuestra posición!
—El año que viene tendrás más suerte, Ron. —dijo Violet, tratando de reconfortarle dándole palmaditas en la espalda.—¿Estáis nerviosos por vuestro debut? —preguntó mirándonos a mi, a Blaise y a Theo. —Yo estaría muerta de miedo, con toda la gente mirándome. Puff, solo de pensarlo me dan escalofríos.—
—Gracias, Violet. —dije sarcásticamente. —Antes no lo estaba, pero ahora has conseguido que me empiece a entrar nervios.
—Tú tranquilo, yo estaba nervioso también en mi primer partido y a los cinco minutos me relajé. Además, gracias a tus entrenamientos con Taurus tienes mucha más experiencia que yo. —explicó Harry. —Aunque os advierto que mis compañeros y yo os vamos a machacar. —continuó mientras nos señalaba con el dedo. —Me tengo que vengar de la humillación de Taurus. —
—Hablando del rey de Roma ... —dijo Hermione haciendo un gesto con la cabeza para que viéramos lo que estaba viendo.
Lo que estaba viendo era a Taurus que se aproximaba a nosotros aún escayolado. ¿Aún escayolado? Que extraño, juraría haberle oído que le quitarían la escayola ayer.
—Hermanito ... —me saludó Taurus sentándose en una silla que estaba libre.
—Taurus ...—dije haciéndole un gesto con la mano a modo de saludo.
—Zabini. Nott, Greengras —continuó saludando con gesto de indiferencia mi hermano.
—Taurus.—contestaron a la vez los susodichos
—Enana...—
—¡Te dije que no me llamaras así, estúpido! —dijo Violet haciendo pucheros
—Comadreja—Taurus decidió ignorarla continuando con sus saludos.
—Malfoy.—contestó Ron apretando los dientes.
—Cara rajada.—siguió Taurus.
—...—Harry optó por no decir nada.
—Sangre sucia.—finalizó Taurus
—Taurus—dijo Hermione sin molestarse por el insulto. Parecía que ya lo había aceptado viniendo de él. —¿Por qué sigues escayolado?—preguntó preocupada Hermione.
—Es una historia larga que contar así que no os aburriré en detalles, pero básicamente mi lesión se ha alargado un poco más. —suspiró Taurus mirando al techo. — No voy a poder jugar el partido del sábado. —
—¡Pero tú eres nuestro capitán! —contesté.
—Lo sé. Acompáñame un momento, Draco. —dijo Taurus levantándose de su silla y caminando hacia un vestíbulo cercano del Gran Comedor. Yo le seguí con algo de preocupación. —Aunque no estuviera lesionado, no podría jugar porque me voy con padre a hacer unas cosillas. No volveré al colegio hasta la semana que viene. Y es por eso que estoy hablando contigo, Draco. Vas a ser, en mi ausencia, el capitán del equipo—dijo apoyando su mano buena en mi hombro.
—Pero, pero ... —dije con un nudo en la garganta.
—No te preocupes. Lo harás muy bien. Recuerda que eres mi hermano. —dijo Taurus sonriéndome. —Sé que cara rajada es tu amigo, pero machácalo. A él, a los gemelos comadrejas y al resto de perdedores de Gryffindor. —
—Lo intentaré ... —dije algo nervioso.
—Padre no estará viéndote por los asuntos que tenemos que tratar, pero padre me ha dicho que madre irá a verte. Haz que se enorgullezca de ti, hermanito. Confío en ti. Creo que puedes incluso ser mejor jugador de quidditch que yo. Solo te falta algo de confianza. —continuó Taurus. —Así que nunca digas que lo intentarás, di que lo harás.—
—Lo haré. —dije con seguridad.
—Así me gusta. Me voy. Mucha suerte, hermanito. —dijo Taurus revolviéndome el cabello. —Mmm, por cierto Draco ...—
—¿Sí?—pregunté.
—Mmm, a ver como lo explico ... Lo que voy a hacer ... Quiero decir, lo que padre y yo vamos a hacer ... Mmm. Mejor olvídalo. No es nada. —dijo Taurus mirando al suelo . —Hasta la semana que viene, Draco. —finalizó diciendo mi hermano dándome la espalda y caminando hacia el exterior del castillo.
Arqueé una ceja confundido. No quise preguntar nada, supuse que sería algún rollo de los negocios de Padre. Pronto averiguaría que estaba muy equivocado en mi suposición.
Volví al Gran Comedor con el resto de mis amigos. Cuando me vieron, todos me miraron con atención.
—¿Qué te ha dicho Taurus? —preguntó con mirada expectante Violet.
—Básicamente que soy el capitán para el partido contra Gryffindor. —dije con un tic en el ojo.
—¡Eso es genial, Draco! —dijo Hermione abalanzándose sobre mí.
Noté como sus brazos rodeaban mi cintura que hizo que me sonrojara un poco. El resto de mis amigos imitaron a Hermione y nos fundimos en un sentido abrazo.
—¡Me estáis asfixiando! —dije con voz débil.
—¡Dejad respirad a mi capitán! —dijo Blaise separando a mis amigos de mí. —Recuerda cuando tengas que elegir a los titulares que he sido yo el que te he salvado la vida, Draco. —
—Jeje, lo tendré en cuenta. —dije.
—¿Y Taurus? —preguntó intrigado Harry.
—Se va con mi padre a ...,mmm, la verdad es que no sé muy bien qué va a hacer. Vuelve la semana que viene así que supongo que a ayudar a mi padre en algún negocio de los suyos. —expliqué. —Harry—me puse serio. —voy a dar lo máximo para aplastar a tu equipo. Espero que también des lo máximo y no te contengas porque soy tu amigo.—
—Jamás haría eso, Draco. —me contestó mirándome fijamente. —Sea quien sea el que gane, me gustaría que no hubiera mala onda entre nosotros.
—Sin rencores. —secundé
—¡Así se habla! —dijo Hermione abrazándonos nuevamente a los dos.
—¡Abrazo!¡Abrazo! —dijo con una sonrisa Violet uniéndose.
Otra vez todos mis amigos me rodearon con sus brazos.
—¡Auxilioooo!—dije fingiendo que me ahogaba.
