Yamato se dejó caer hacia atrás en la cama, distraído con el teléfono. Hacía un rato que habían llegado a casa y lo primero que habían hecho había sido echar a dormir a la pequeña, la cual había caído rendida entre las sábanas junto con los digimon. Él estaba notando ahora el cansancio del día, pero todavía era temprano para querer irse a dormir. A fin de cuentas, llevaba todo el día fuera, le apetecía poder estar un rato más despierto simplemente haciendo nada pero en compañía de Sora. Lo que no tenía demasiado claro era si ella ni iba a estar en las mismas condiciones que la pequeña.
Giró la cabeza cuando la escuchó entrar en la habitación, siguiéndola con la mirada y dándose cuenta de que traía entre sus manos un pijama. Seguramente habría ido a buscarlo al vestidor. Vio como lo dejaba encima de una de las sillas y se giraba hacia él.
- ¿Qué haces ahí echado con la ropa?
- No tengo gana de moverme – admitió con voz perezosa.
- Pero ponte el pijama… Así vas a estar más cómodo – divertida por los gestos de él, negó con la cabeza-. ¿Voy a tener que ayudarte como con Aiko? Mira que no sé si me voy a arreglar bien para moverte a ti, ¿eh?
Dejó ir una leve risa antes de acercarse hasta donde él estaba, decidiendo que donde mejor iba a estar en esos momentos era aprovechando que estaba echado. Se acercó algo más posando una rodilla encima de la cama y la otra por encima de él para acabar usándolo como asiento.
- Tienes cara de estar cansado – le dijo desde su nueva perspectiva, ampliando la sonrisa de antes al sentir como automáticamente posaba sus manos en sus rodillas.
- Un poco – admitió-. Pero puedo sobrevivir, no te preocupes.
- ¿Seguro? Mira que estaría muy feo que me dejaras ahora sola con una nena y un nene chiquitín en camino, ¿eh?
- No te preocupes, lo tengo todo controlado – se rio ligeramente por sus palabras-. Creo que si se me ocurre me pegan tal mordisco que se me pasa rápido. Lo raro es que no me lo haya pegado en todos estos años que lleva amenazando con hacerlo.
- Bueno… - se inclinó hacia delante, sonriéndole de forma traviesa antes de quedar a la altura de su oído para poder hablarle en él – debe de haber aprendido que hay según qué zonas que ahora son de mi exclusiva propiedad.
La respuesta de él, aparte de arquear una ceja fue mover sus manos por las piernas de ella hasta poder dejarlas precisamente en el lugar del cual estaban hablando, apretándola algo más de esa forma contra él.
- Oye, ¿qué se supone que te vas a poner para la comida a la que nos ha invitado Shiori? – le dijo ajustado mejor su posición a la de él.
- Ropa – contestó antes de reírse por la contestación que le había dado-. Pues… No lo sé, tengo que revolver por el armario a ver. Si te portas bien lo mismo te dejo que me ayudes a elegirlo.
- ¿Cómo que si me porto bien? – arrugó la nariz ligeramente -. Perdona que te lo diga pero yo siempre me porto bien – se revolvió un poco, buscando ahora dejar un beso en su cuello-. ¿O tienes alguna queja?
- Ni una sola – entrecerró los ojos con su gesto, la apretó con algo más de fuerza contra él-. Aunque…
- ¿Aunque? – arqueó una ceja, quedándose a la mínima distancia de él.
- Quizás no deberías de rondarme asi sin segundas intenciones… - pudo escuchar la risa que ella dejó ir ante sus palabras, viéndola levantar algo más la cabeza para observarlo frente a frente.
- No tengo ningún tipo de segundas intenciones, Ishida. Contigo siempre son primeras – le sonrió a la vez que se mordía el labio.
Automáticamente pudo notar que el gesto de ella le provocaba una punzada a la altura de la boca del estómago, una mezcla entre nervios y una descarga que lo recorría por completo. Reconocía esa sensación a la perfección y era algo que, por suerte, solo había notado estando con ella. Sonrió sin darse cuenta ante ese pensamiento antes de levantar la cabeza hacia ella para intentar poder besarla.
Lo consiguió a pesar de no fiarse demasiado de ella, esperando casi que se fuera a apartar por la forma en la que se había estado comportando hasta entonces. Movió una de sus manos por la espalda de la pelirroja hacia arriba para poder dejarla así finalmente en su nuca, manteniéndola sujeta.
- Mañana tienes que madrugar – le murmuró por lo bajo cuando se separó de él.
- ¿Y qué me quieres decir con eso? – le dijo divertido, volviendo a rozar sus labios con los de ella.
- Solo te informo de ello…
- Pues en ese caso a lo mejor podríamos ponernos en serio a lo que nos traemos entre manos…
- ¿Ah sí? ¿Y según tú qué nos traemos entre manos? – se echó a reír sin poder evitarlo antes de revolverse-. Suelta.
- ¿Suelta?
- Sí, suelta… La puerta está abierta… - se la señaló con la cabeza antes de ver la cara de resignación que ponía él haciéndole caso.
- Vamos a tener que poner puertas de estas que se cierran solas…
Pudo escuchar como ella se reía mientras que la seguía con la mirada y terminaba de cerrar. Aprovechó el momento para dejar el teléfono encima de la mesita y no donde lo había tenido tirado hasta que ella había llegado, algo por detrás de él. Algo le decía que no era buen lugar para dejarlo si no quería tener que ir a comprarse uno bueno. Se quedó a medio incorporar, apoyado sobre sus codos, atento a que ella se le acercara de nuevo. Se dio cuenta entonces de que lo estaba vigilando con una sonrisa divertida en los labios.
- ¿Qué? – le preguntó al darse cuenta de su gesto.
- Pues estaba pensando que alguien me debe algo desde hace una buena temporada…
- ¿Yo? ¿El qué?
Divertida por la cara de confusión del rubio no puso más que reírse, optando por dejar de perder el tiempo y librarse del jersey que había llevado puesto aquella tarde y en vez de dejarlo caer, tirárselo a Yamato. Se echó al reír al notar como él se asustaba al no esperarlo, pero que conseguía cazarlo antes de que le diera en la cara.
Entretenido por el comportamiento de ella, dejó caer el jersey, todavía pensando en lo que podía deberle. Empezaba a tener las neuronas centradas en ella no se le podía pedir tampoco demasiado más. Sonrió de medio lado cuando en vez de acercarse a él directamente se llevó las manos a la camiseta que llevaba por debajo para quitársela también, ahora dejándola caer sin más. Lo primero en lo que posó la mirada fue en el vientre, cambiado el modo de pensamiento unos segundos al fijarse en que de verdad sí que se notaba ahora, que no había forma de que nadie pudiera no darse cuenta. Eso le gustaba mucho.
Volvió a levantar la vista hacia ella, cayendo por fin en lo que ella le había dicho antes. Recordó el episodio en la piscina cuando se habían ido de vacaciones y entendió lo que quería decirle. Iba a reírse mucho de él si confesaba que era bastante probable que le fuera a dar vergüenza. Era bastante probable que le quitara la tontería de una colleja y con toda la razón del mundo. Por suerte, por el momento no podía leerle el pensamiento como para saber el lo que estaba pensando en ese momento y pronto consiguió que se le olvidara al llevarse las manos al pantalón y librarse también de él.
- ¿Vas a dejarme aquí abandonado? – le dijo tras recorrerla con la mirada unos segundos.
- ¿Por? ¿Tienes prisa? Pues podrías ir avanzando un poco… - dejó caer, como si no fuera a acercarse, no tardando en darle el gusto y acercarse de nuevo a la cama.
La pelirroja sonrió al ver que también le hacía caso y que se quitaba la camisa directamente por la cabeza, para no perder el tiempo. Se adelantó algo más, entretenida con la vista, para poder darle un manotazo cuando lo vio llevarse las manos al pantalón, sin dejarlo hacerlo.
- ¿Primero me metes prisas y ahora no? – fingió protesta en su voz.
- Mira que te mando a dormir al sofá… - se arrodilló por fin en la cama.
Una vez en ella, se acercó hasta él como si buscara darle un beso, esquivándose justo en el último momento para poder empezar a recorrer su cuello, dejando ir una sonrisa al sentir el sonido de protesta que emitió él, y notando como dejaba salir el aire más lentamente, dejándola hacer. Agradeció que estuviera quieto por una vez, dedicándole atención a la piel de esa zona, posando su mano en su vientre para usarlo como punto de apoyo y a la vez jugando así con sus dedos.
Continuó bajando, llegando hacia su pecho. No volvió a subir como hacia otras veces, deslizándose algo más hacia abajo. No se solía dejar con tanta facilidad, ya que le costaba estarse quieto cuando estaban juntos íntimamente, pero cuando parecía querer colaborar, tenía que aprovechar. Y por eso empezó a recorrer su pecho con los labios, usando sus dedos como ayuda para acariciarlo, siguiendo cada una de las formas.
Llegó hasta la cintura del pantalón, entreteniéndose en dibujar un círculo en torno a su ombligo, levantando la mirada hacia él, sonriéndole al darse cuenta de que tenía los ojos clavados en ella. Aprovechó para incorporarse y quitarse de esa forma el sujetador también, dejándolo caer al suelo para que no molestara.
- Deja de mirarme así – le dijo, intentando concentrarse.
- ¿Por qué iba a tenerlo que hacerlo? – le contestó de medio lado-. Porque lamento decirte que eso no está dentro de mis habilidades.
- Pobre astronauta altamente cualificado…
- Es que con las vistas que tengo, especialmente ahora que te acabas de poner roja…
- ¡Yamato!
El rubio se echó a reír automáticamente con su reacción, incorporándose para poder atraerla hacia él al posar su mano en su nuca, sujetándola para que no se le escapara, dándole ahora el beso que antes ella le había negado. Sonrió entre medias al notar como le echaba los brazos al cuello instantáneamente pegándose por completo a él.
Estuvo tentado de hacer fuerza para sentársela encima, recordando en el último momento que su ropa todavía estorbaba. Esperó a tener que separarse de ella, siendo él mismo el que se llevó la mano al cierre del pantalón, soltándoselo. Aquella vez no la sintió protestar, dejándolo hacerlo y después ayudándolo a quitárselos, especialmente cuando se dio cuenta de que él aprovechaba para llevarse también la ropa interior con ellos. Sonrió ante el gesto, delatando así las ansias de continuar de él. Volvió a acercársele para darle un beso de nuevo manteniéndola en la misma posición para poder deslizar sus manos por su cuerpo, acariciándola.
Cuando llegó a la última preda que le quedaba puesta a ella, hizo lo mismo que acababa de hacer con la suya, tirar hacia abajo para poder quitársela, notando como se apoyaba más sobre sus hombros para poder terminar de hacerlo. Sonrió al notar como una vez que lo habían conseguido, ella pasaba una de sus piernas por encima de las de él, acomodándose.
- ¿Vas a seguir sin dejarme ver lo que te vas a poner para el evento de la JAXA? – le murmuró al oído ella, aprovechando la posición de ventaja para tentarlo con sus movimientos.
- ¿Y tú? – le contestó, entrecerrando los ojos, por las sensaciones que ella le producía.
- Traidor – aprovechó para darle un ligero mordisco en el lóbulo antes de dejarse caer algo más sobre él.
Teniendo completo contacto entre ambos, podía moverse ligeramente para seguir provocándolo, retrasando un poco las cosas. Sonrió al poder enfocarlo de nuevo, notando sus expresiones, sintiendo como cerraba los dedos algo más en torno a su cintura mientras que ella se movía, siendo ella la que tuvo que dejar que un sonido escapara de sus labios al hacerlo algo más intensamente.
- También me debes… - cortó sus palabras de nuevo, aquella vez por culpa de su marido, el cual había posando las manos en su cintura con más firmeza, apretándola más contra él, provocando que notara más intensidad aún -… Me debes escaparnos los dos un fin de semana…
- Empiezo a deberte muchas cosas – le dijo divertido-. Debería de darme vergüenza – cerró el brazo con fuerza en torno a ella, asegurándose así que quedara algo más levantada así para poder ayudar a que se colocara de una vez.
Sonrió al verla reaccionar a ese movimiento, ganando así unos segundos para adaptarse él tambien antes de dejarla otra vez que empezara a moverse como quisiera, agradeciendo que se inclinara ligeramente hacia atrás para poder hacerlo en aquellos momentos, adelantándose él para poder empezar a besar aquellas partes de piel a las que llegaba. La dejó a ella llevar el control, sabiendo que con el bebé era mejor que ella estableciera con qué estaba cómoda y con qué no y en la forma en la que estaban al menos no tenía su peso sobre ella.
Levanto la cabeza cuando sitió como posaba su mano en su mejilla para atraerlo hacia ella y así poder besarlo con ganas, dejando así fluir más las sensaciones, volviendo a echarle los brazos al cuello y poder así quedarse del todo pegada a él, dejando su frente también apoyada en la suya cuando se separó mientras que seguía moviéndose.
- Yamato… - escapó de entre sus labios, consiguiendo que un escalofrío lo recorriera ante aquello, incluso en la situación en la que estaban.
Cuando notó que a la pelirroja le estaba empezando mantener el control, no queriendo girarla entonces, intentó ser él quien lo llevara a pesar de la posición, no necesitando seguirlo mucho tiempo más al no dejarlo ella. En el momento en el que llegaba al punto álgido, solo pudo volver a echarle los brazos al cuello y quedarse así abrazada a él, simplemente dejándose hacer ya al no poder controlar sus propias acciones. Por suerte, la forma en la que lo había estado provocando antes, había servido también para que apenas unos momentos después que ella lo hiciera él también, pudiendo así dejarse caer hacia atrás con ella sobre él, esperando a poder recuperar el aliento.
