La pasión del cerezo
Ninguna de las dos era capaz de comprender como las cosas habían llegado a este nivel de gravedad, todo lo que hicieron fue llevar a Fae a un prado relativamente cercano al castillo para recolectar algunas flores para un regalo y, lo siguiente que sabían era que estaban siendo atacadas por un escuadrón de guerreros de Embla armados hasta los dientes.
La terrible persecución las hizo llevarse varias heridas, pero a pesar de las dificultades lograron que Fae escapara en busca de ayuda, su frenética carrera las llevó a esconderse en una zona boscosa algo retirada del castillo, no pasó mucho para que el lugar comenzara a llenarse de los pasos de los soldados de Embla.
Ambas se encontraban tras unos brumosos arbustos que eran lo suficientemente grandes para cubrirlas, sintiendo que en cualquier momento el corazón se les saldría del pecho… si no encontraban una manera de escapar y buscar otro lugar más seguro… Sakura hizo lo posible por no imaginarse aquel terrible escenario.
-S-Sakura…-murmuró Elise asustada y temblorosa, siendo cubierta por la vegetación de su escondite.
Sakura contemplo a su amiga muy preocupada, aun después de todo lo que entrenaron, no estaban preparadas para enfrentar un grupo tan grande de soldados ellas solas, en especial cuando no tenían a alguien que pudiera protegerlas mientras atacaban a distancia... aun si sus ataques fueran constantes, no serían suficientes para prevenir que alguno que no fuera alcanzado por su magia las atacara antes de que pudieran contraatacar.
Observando a la pequeña princesa, Sakura pronto se percató de que Elise ya no era capaz de contener su llanto… aquella visión fue mucho más dolorosa que cualquiera de las heridas que había recibido en aquel ataque sorpresa, se acercó con cuidado a ella antes de abrazarla con gentileza, sintiendo como la joven princesa no dejaba de temblar… tenía que mantenerla a salvo pasara lo que pasara.
El ruido de unos pasos las alerto a las dos, Sakura la mantuvo abrazada protectoramente mientras escuchaban los pasos acercarse, contuvieron el aliento esperando lo peor, Sakura se juró en ese momento que si las encontraban, haría todo lo que estuviera en su poder para que Elise al menos fueran capaz de escapar con vida.
Los pasos pronto comenzaron a alejarse, pero a Sakura le dio la sensación de que no estaban tan lejos de su escondite, volvió a observar a Elise, notando que se aferraba con más fuerza a ella… no importaba que tan peligroso fuera lo que estaba a punto de hacer, lo único que le interesaba en esos momentos era proteger a Elise.
-Elise, escucha, tengo un plan-susurró Sakura, tratando de sonar tan segura como le fuera posible, Elise levantó su mirada llena de lágrimas-Yo los distraeré para que en medio de la confusión puedas escapar del bosque y ponerte a salvo-explicó Sakura en tono seguro.
-Pero Sakura…-comenzó Elise a protestar, cuando Sakura la calló con suavidad.
-Todo estará bien, además sabes que gracias a mi habilidad puedo llegar hacia donde estas en unos instantes, así que no te preocupes, no correré peligro-afirmó Sakura mostrando su mejor sonrisa tranquila.
-Aun así…-trató de decir Elise cuando Sakura volvió a interrumpirla con gentileza.
-Descuida, te aseguro que no me pasara nada-continuó Sakura sonriendo con suavidad.
-Me niego-exclamó Elise con cierta fuerza, tomando por sorpresa a Sakura-No quiero que te pongas en peligro por algo que fue mi culpa-suplicó sin poder frenar sus lágrimas, ella fue la que las convenció a ir a ese prado… no quería que Sakura saliera más lastimada por su culpa.
Apenas soportando el dolor de ver a su amiga así, Sakura comenzó a limpiar las lágrimas del rostro de Elise con gentileza, verla en ese estado tan frágil solo reafirmo su motivación, no iba a permitir que esos soldados tocaran ni un solo cabello de la dulce princesa.
Las voces de sus perseguidores pronto se hicieron más fuertes y cercanas, asustando a las dos princesas, ya no les quedaba mucho tiempo antes de que las encontraran, Sakura le suplicó con la mirada a Elise que hiciera lo que le pidió y contra todo pronóstico, finalmente Elise acepto su silenciosa petición quitándole un pequeño peso de encima a Sakura.
Mientras observaba como Sakura se movía tan sigilosamente como le era posible para comenzar un ataque desde otro lado, Elise se recriminaba a si misma por no ser capaz de decirle que no a Sakura cuando la miraba de esa forma.
Su señal vino cuando escucho gritar a los soldados de dolor, sin perder tiempo Elise corrió entre los arboles tratando de salir lo más rápido posible del bosque, rezando porque fuera de este estuvieran no muy lejos de ahí el resto de sus amigos, pero lo que ninguna de las dos princesas se percato… fue que el grupo de soldados, era mucho más numeroso de lo que habían contemplado…
Pasaron los minutos más largos que Sakura había experimentado desde la invasión al castillo de Múspell, apenas había logrado refugiarse detrás de un árbol, su corazón latía como no lo hizo en mucho tiempo, estaba cansada, apenas era capaz de canalizar magia y su cuerpo no dejaba de temblar…
Había sobreestimado su habilidad de "Alas piadosas", todo indicaba que tenía un límite de distancia entre el objetivo al que quería llegar y en esos momentos, Elise estaba demasiado lejos como para que su habilidad funcionara… con tantos enemigos al asecho no había forma en la que pudiera escapar de esa situación…
Sus piernas comenzaron a ceder, aterrizando duramente en el suelo apenas aferrándose a su bastón, el pánico se apoderaba rápidamente de ella, su respiración se volvía más errática y ya no era capaz de contener sus lágrimas…
…
A pesar de todo su esfuerzo… de todo lo que hizo… ella iba a…
-¡Encontramos a una de las princesas!-el bramido de uno de los soldados la saco de aquellos pensamientos… ellos… habían encontrado a Elise…
Inmediatamente se puso de pie, antes de salir de su escondite corriendo hacia la dirección que debió de haber tomado Elise, los soldados en cuanto la vieron comenzaron a darle caza, disparando una lluvia de flechas que Sakura a duras penas estaba consiguiendo evitar.
Apenas se percató cuando una de ella logro clavarse en su hombro, otra le arranco parte de la capa que usaba como vestimenta y otra no estaba segura si le había arrancado la oreja, lo único que le interesaba en esos momentos era proteger a su querida amiga Elise.
Pese a sus mejores intentos Elise había sido acorralada en un claro del bosque del que no era capaz de escapar, pronto había sido rodeada y a pesar de que no había dejado de atacar con la magia de su bastón, no fue capaz de derribar a tantos soldados como espero.
Ya no era capaz de catalizar bien su magia y sus heridas comenzaron a escocerle con mayor fuerza, cayó de rodillas cuando su cuerpo cedió por el dolor, trató de ponerse de pie usando su bastón como apoyo, pero simplemente fue inútil.
Uno de los soldados heridos por su magia se acercó a ella tan rápido como su cuerpo le permitió, preparado para matarla de un solo tajo, Elise llorosa cerró sus ojos esperando su inminente fin, el ataque no llego y fue reemplazado por el eco de un choque entre dos objetos de metal, Elise abrió los ojos sorprendida, quedándose sin palabras por lo que observaba.
Envuelta en una tenue luz que estaba apagándose poco a poco y, rodeada de algunas plumas blancas producto de su habilidad, Sakura estaba al frente de ella, deteniendo el ataque de aquel soldado con su bastón, soltando un grito de guerra que Elise jamás había escuchado a Sakura antes, logró hacer caer a su oponente antes de comenzar a atacarlo sin piedad con su bastón.
Sakura ignorando no solo el dolor de su maltrecho cuerpo, sino también el malestar que le provocaba el sonido de su bastón moliendo los huesos, la carne y el cráneo de su oponente, continúo golpeando a su oponente haciendo caso omiso a sus suplicas de que se detuviera.
Golpeo y golpeo, concentrando cada gramo de fuerza que aún le quedaba en su cuerpo, no iba a permitir que su enemigo volviera a intentar lastimar a su querida Elise, finalmente se detuvo cuando aquel soldado no se movió más, su cuerpo quedo en una extraña pose contorsionada debido a los fuertes golpes que le dio en sus articulaciones y la cabeza estaba completamente hundida… desparramando su contenido por el suelo.
La visión fue completamente nauseabunda para Sakura, aterrándose de lo que había hecho, pero al escuchar el sonido de más soldados acercándose, soportó lo mejor que pudo aquella sensación y mantuvo su bastón en una posición de combate, esto no había terminado y tenía que hacer todo lo posible por mantenerlas a salvo.
-Elise…-llamó Sakura con dificultad a su amiga que, afortunadamente estaba lo suficientemente retirada como para ver el estado del cuerpo del soldado que había matado-Yo los mantendré a raya mientras tú los atacas con magia-ordenó Sakura con firmeza, manteniendo su posición con ferocidad.
Su bastón estaba demasiado abollado para ese punto, por lo que le era imposible canalizar su magia en ese estado, Elise no tuvo tiempo de protestar antes de que más enemigos comenzaran a aproximarse hacia ellas, Elise concentró toda su energía en su bastón antes de disparar su potente magia de Dolor, no tenía permitido ceder ni por un instante si quería que Sakura y ella salieran con vida de ese lugar.
El bosque fue inundado de gritos y bramidos de una encarnizada batalla, tal parecía que el mismo infierno se estaba desatando en aquel pacifico lugar, la cruenta escaramuza siguió hasta que tan rápido como comenzó, un silencio sepulcral inundo por completo el lugar… una calma que nadie sabía que era lo que presagiaba.
Elise apenas con fuerzas miraba sus alrededores con una mezcla de alivio y horror a partes iguales, contra todo pronóstico, ellas habían sido capaces de eliminar a todo el pelotón de soldados que les había dado caza y, aunque la peor parte terminó, había algo más que preocupaba a Elise incluso más que los ataques de sus cruentos enemigos.
Usando las pocas fuerzas que le quedaban, Elise logro ponerse de pie con el apoyo de su bastón, a paso lento pero determinado, Elise comenzó a acercarse hacia donde estaba Sakura… su amiga se arriesgó demasiado colocándose tan al frente como podía para mantenerla a salvo y, a pesar de que estaba de pie, algo en su semblante inquietaba demasiado a Elise.
A pocos pasos de ella las sospechas de la princesa se confirmaron… había un charco de sangre debajo de Sakura, parecía que solo la fuerza de voluntad de su amiga era lo único que la mantenía de pie y si las heridas que pudo vislumbrar desde su posición se veían tan graves como creía… Sakura no se encontraba bien…
-Elise…-un endeble murmullo salió de Sakura tensando a Elise-¿Ya estas a salvo, verdad?-cuestionó con las pocas fuerzas que le quedaban.
-S-Si…-afirmó Elise sin poder contener sus lágrimas-E-Estoy a salvo gracias a ti Sakura-continuó débilmente apenas logrando pronunciar palabra debido a su hipido.
Apenas aquellas abandonaron sus labios, el cuerpo de Sakura colapso en el suelo como si a una marioneta le hubieran cortado los hilos, Elise gritó aterrada acercándose a ella tan rápido como podía, provocando que cayera al suelo con fuerza, sin importarle su maltrecho cuerpo Elise consiguió arrastrarse hasta llegar a ella, su corazón se detuvo por unos instantes al ver la condición de su amiga.
Sakura tenía un corte profundo en el costado que no dejaba de sangrar, estaba terriblemente pálida y su cuerpo estaba enfriándose a una aterradora velocidad, presa del pánico Elise conjuro su magia curativa, pero estaba tan débil que no fue capaz de sacar ni la más mísera pizca de ella.
Desesperada arranco todo los trozos de su vestido que pudo en un desesperado intento por hacer una venda y detener el sangrado, Elise no dejaba de llamar a Sakura en lágrimas, suplicándole que no se rindiera que tenía que seguir luchando, fue tanto así que ni siquiera se dio cuenta en el momento de que sus hermanos y varios de sus compañeros de la orden llegaron a su rescate.
Contemplando la escena desde un lugar seguro, Loki observaba la resolución de los acontecimientos que provoco, tal parecía que ni siquiera dándole un poco de ayuda a esos intento de soldados de Embla, eran capaces de matar a unas simples niñas, suspiro un poco cansada, a Verónica no le gustaría para nada el resultado de su último plan.
Tratando de ignorar los posibles reclamos que le daría su pequeña jefa, Loki se dirigía a la salida del bosque cuando una extraña, pero familiar energía capto su atención, aproximándose a una de las zonas donde la joven Sakura logró matar algunos solados, presencio algo preocupante.
Los cuerpos estaban siendo consumidos por unas flamas moradas que llevaba unas buenas décadas de no ver, los cuerpos desaparecieron por completo dejando tras de sí secciones de pasto que parecía más muerto que quemado.
Loki examinó mejor los residuos confirmando sus sospechas, parecía que no faltaba mucho para que "Ella" tratara de apoderarse de ese lugar y, estaba genuinamente interesada en saber como la invocadora de Askr, lidiaría con una fuerza que ningún mortal había vencido.
