Disclaimer:
Good Omens es una serie de televisión basada en la novela de 1990 Good Omens: The Nice and Accurate Prophecies of Agnes Nutter, Witch de Terry Pratchett y Neil Gaiman.
Todos los personajes utilizados aquí pertenecen a su autoría.
Este fanfic sucede en un Universo Omegaverse.
La sociedad se divide en tres géneros los: Alpha, Beta y Omega. Tienen unas diferencias muy particulares, sobre todo entre alfas y omega, los dos extremos de la jerarquía.
Si yo tú, si tú yo contigo
CCCXCV
"¡Bienvenido a casa amo Gabriel! ¡No esperábamos que nos visitará este fin de semana!" Verónica se apresuró a abrir la puerta, emocionada de recibir al Alpha "¡Su hermana ya están en casa, e incluso la pequeña Margaret también ¿quiere que les avise?"
"Ya te he dicho que solo me llames Gabriel…"
"P-pero amo…" La joven se enrojeció, llevando una mano a su mejilla.
"Oh, por cierto, hoy tenemos dos invitados más ¿podrían ayudarnos con una habitación extra?"
Tomando las manos de los mellizos apareció Beelzebub, quien solo observó a la joven con el ceño fruncido, mientras la expresión de enamorada desaparecía de su rostro.
"¡C-claro! ¡Iré enseguida!" Sin agregar más, la chica salió huyendo del lugar.
"Que raro, siempre es muy conversadora y hoy se fue sin más…"
"Si, rarísimo…"
Los niños entraron a la mansión, y aunque ya la habían visitado con anterioridad, no podían dejar de sentirse algo atemorizados por el tamaño y la cantidad de objetos que los rodeaban.
"¿Por qué no vamos con Michel? Ella y Margaret deben estar jugando afuera…"
"Y Lucifer…"
"Si, si… Lucifer…" Agregó de mala gana el Alpha.
"¡Heaven, Hell!"
Apenas hubieron pisado el patio, una pequeña mata de cabello rojo corrió hasta ellos, Margaret se detuvo un momento para coger aire, antes de saltar sobre el par de hermanos pelinegros.
"¡Los extañe!"
"¿También nos extrañaste a nosotros?" Gabriel se agacho y la pequeña no dudo en abrazarlo.
"¡Tío Gabiel! ¡Tío Bubulu!"
"¡Es Beelzebub!"
"¡Beelzy!" Lucifer al lado de Michel se acercaron a la pareja y el Beta derrotado solo golpeo sus manos contra su rostro.
"Saben que olvídenlo, me rindo llámenme como les dé la gana… Estoy harto…"
"Hola" La Alpha, quien, por sus ropas cubiertas de tierra y pasto, había estado trabajando en el jardín, se acercó hasta los niños para saludar "Me alegra que nos visiten ¿cómo han estado? Margaret los extraño mucho…"
"Bien…" Susurraron tímidamente.
"¿Vienen María y las demás con ustedes?" Preguntó Lucifer.
"Ah… No…"
"¿De verdad? ¿Cómo hicieron para que les dieran permiso de traerlos? Ya saben lo estrictas que son…"
"Eh…" Gabrie y Beelzebub se miraron entre ellos sin tener idea de que contestar.
"Ellas saben que están aquí ¿verdad?" Agregó Michel cruzando los brazos sobre el pecho.
"Si… Más o menos… ¡Los devolvemos el lunes! ¡Ellos están perfectamente!"
"Margaret porque no llevas a Heaven y Hell a jugar… Mientras mami y papá hablan con tus tíos…"
"¡Si!"
Sin tiempo de objetar los mellizos fueron arrastrados por la pequeña y energética pelirroja.
"¡Los niños no son cosas que puedan devolver!" Les regaño la castaña "¡¿Qué van a hacer si lastiman o pasa un accidente?!"
"¡No va a pasar nada!" Objeto el Beta "¡¿Qué tiene de malo que queramos que se la pasen bien, aunque sea un día?! ¡Lucifer tú debes entenderlo también! ¡¿Cuántas veces no quisimos salir del orfanato y divertirnos?! ¡Olvidar por un día que éramos niños a los que nadie quería!"
"Beelzy…" El pelirrojo suspiró, apretando el puente de su nariz "Entiendo que sientas empatía por ellos, pero no puedes ser egoísta y pensar en lo que tú quieres, sino en lo que ellos necesitan… Créeme, para Fátima y las demás ya es difícil hacerse cargo de tanto como para que vayan ustedes a crearles más problemas…"
"¡Eso ya lo sé! ¡¿Por qué insisten en creer que no podemos hacernos cargo?!"
"Gabriel ¿por qué aceptaste esto?" Michel ahora se dirigió a su hermano, quien se había mantenido callado hasta el momento.
"Lo siento, pero yo apoyo a Beelzebub" Contestó con seguridad el más alto "Estoy cansado de escuchar que es mucha responsabilidad o que no es lo mejor para ellos ¿y qué es lo mejor? Nosotros solo queremos que por un rato sientan que son especiales y no tienen que preocuparse por nada más…"
"¿Y qué va a pasar cuando los hagan regresar? Ustedes están con ellos cuando es divertido, pero eso solo es una pequeña parte de lo que cuidar de un hijo representa… ¿Qué es mensaje que quieren dejarles? ¿Qué sólo estarán cuando sea conveniente para ustedes o cuando ellos los necesiten?"
"¡Mami!" El gritó de Margaret se escuchó a la distancia "¡¿Puedes venir a ayudarme?! ¡Se desato mi cinta!"
"¡Ya te dije como debes amarrarte! ¡Allí voy!" Michel miró nuevamente a la pareja, antes de retirarse "No estamos siendo injustos con ustedes, más bien ustedes están siendo injustos con esos niños y ni siquiera se dan cuenta de ello…"
"Lo siento Beelzy… Pero Michi tiene razón… Ponte en el lugar de los mellizos ¿qué hubieras pensado de un par de adultos que son tus amigos, pero no parecen interesados en ser tu familia? Creo que sería más decepcionante que otra cosa…"
"¡Siete, ocho, nueve, diez! ¡Listas o no allá voy!"
Hell terminó de contar y comenzó a buscar, en medio de los arbustos y en lo alto de los árboles, mientras solo escuchaba las risitas del par de niñas. No muy lejos, Michel se encargaba de cuidar su jardín de margaritas, asistida por Lucifer, quien de vez en cuando echa un vistazo a los pequeños para asegurarse que estaban bien.
Por su parte Beelzebub sentado a la distancia, observaba, pero completamente desanimado a comparación de como se había sentido esa mañana.
"¿Sigues molesto?" Gabriel apareció a su lado entregándole un vaso de limonada, tampoco parecía tan emocionado como antes.
"No estoy molesto…"
"¿Furioso?"
"Tampoco…" Agito su bebida, para continuar con voz triste "Estuve pensando en lo que dijeron, al principio creí que sólo era para molestar, pero, tal vez tengan razón, tal vez estamos haciendo más mal que bien al dejar que los niños se encariñen tanto con nosotros…"
"También nos hemos encariñados con ellos sabes…"
"Si… Son divertidos, traviesos, inteligentes y muy dulces… Me sorprende que los adultos que los conocen no vean eso…"
"S-sabes… Todo esto me ha hecho pensar, q-que bueno… No sé si estés de acuerdo… P-pero las parejas casadas pueden adoptar y tal vez si nosotros…" El pelinegro alzó la vista, para encontrarse con un nervioso Alpha quien no parecía completar ninguna oración.
"¿Nosotros? ¿De qué…?"
"¡ALEJATE DE MÍ!"
El grito asusto a todos los presentes, y los cuatro adultos salieron a toda velocidad para revisar que era lo que sucedía.
"Es sólo una araña Hell, no te hacen nada…"
"¡TE DIJE QUE LA ALEJARAS DE MÍ!"
"Papá dice que las adañas de jardín son buenas, se comen a los mosquitos…" Margaret jugó un poco más con el insecto para luego acercarse lentamente hasta el pelinegro "Mira es bonita y no muede…"
"¡TE DIJE QUE NO!"
Los tres Alpha y el Beta llegaron justo en el momento en que el niño empujo a la pequeña pelirroja, haciéndola caer en el suelo, y cuando Lucifer estaba a punto de intervenir, la melliza se le adelantó, golpeando a su hermano.
"¡No te metas con los más pequeños que tú!" Gritó enojada "¡Discúlpate ahora!"
Mirando con asombro a Heaven, el niño se llevó una mano a la mejilla lastimada, y comenzó a llorar incontrolablemente.
"¡TE DETESTO! ¡LAS DETESTO A LAS DOS!"
Antes de que alguno de los adultos pudiera detenerlo, Hell salió corriendo a toda velocidad, dirigiéndose al interior de la casa.
"¡¿Estas bien florecita?!" Lucifer cargó a su hija, pero ella no lloraba ni tampoco parecía molesta por lo sucedido.
"Estoy bien…"
"¡¿Qué demonios fue eso?!" El Alpha trataba de sonar calmado, pero está realmente enojado por lo sucedido "¡Tienen idea de lo peligroso que fue! ¡¿Qué está mal con ese niño?!"
"¡Oye tampoco es para que hables así!" Reclamó Gabriel.
"¡Esto es exactamente a lo que nos referíamos cuando les dijimos que no pueden tomarse a la ligera cuidarlos!" Continúo el pelirrojo, haciendo que el Beta también interviniera.
"¡Son niños! ¡Los accidentes siempre pasan!"
"¡Eso no fue un accidente! ¡La empujó completamente apropósito!"
"Hell siempre lo arruina todo…" La pequeña pelinegra apretó los puños mirando al piso, luchando por no llorar "¡YO TAMBIEN DETESTO TENER UN HERMANO!" Y corrió en sentido contrario al de su mellizo.
"¡Genial! Dos berrinches…"
"¡Lucifer es suficiente!" Michel intervino, tomando en brazos a Margaret "¿Qué paso? ¿Por qué pelearon?" Preguntó con voz suave a la pequeña.
"Hell se asustó con una adaña que yo tenía y era muy bonita… Yo quedía que él la tomará, pero él lloró y luego me empujo…"
"No debiste obligarlo Margaret, no a todos nos gustan o asustan las mismas cosas, él tampoco debió de reaccionar de ese modo, y la próxima vez que lo veas te disculparás adecuadamente ¿de acuerdo?"
La pequeña asintió abrazando a su madre.
"Gabriel, Beelzebub ¡¿qué rayos hacen aquí?! ¡Vayan a buscar a esos niños! ¡Están llorando, asustados y enojados! ¡¿Por qué se quedan solo parados allí?!"
"Ah… Nosotros…" Confundidos la pareja no supo que decir, sólo atinaron a asentir y salir en diferentes direcciones, Gabriel hacia donde fue Hell y Beelzebub con Heaven.
"¡Y tú!" Lucifer comenzó a prepararse mentalmente para el sermón "¡Que los niños peleen es normal! ¡Lo que dijiste fue horrible y no es la forma correcta de defenderla!"
"P-pero…"
"¡Pero nada! ¡Y cuando esto se arregle vas a pedirle disculpas a los cuatro!"
"P-pero Michi…"
"Papá…" Intervino la pequeña pelirroja "No hay nada malo con Hell, a él solo le asustan las adañas… Es mi amigo y no me gusta que le digas eso…"
Avergonzado, el Alpha solo bajo la cabeza, pensando que tal vez su reacción había sido exagerada o incluso injusta.
"L-lo siento…"
"No te disculpes con nosotras, sino con ellos… Vamos adentro ¿te raspaste en algún lado, mi amor?"
Sin saber a dónde se dirigía, el menor de los mellizos terminó entrando a la mansión, subió por las escaleras para buscar una habitación en la cual pudiera esconderse, pero en medio de su carrera, tropezó chocando con una mesa y haciendo caer todo al suelo en un ruidoso golpe seco.
"No… No, no, no…" Aterrado el niño trato de juntar los pedazos de lo roto, solo cortándose la palma de la mano en el proceso, provocando más sollozos.
"Oye… ¿Estás bien? ¿Por qué lloras?"
Temeroso el pequeño intentó levantarse y correr de nuevo, pero casi cae sobre los pedazos de vidrio y cerámica, de no ser por Lilith quien se apresuró a atraparlo.
"Calma… Puedes lastimarte, este no es buen lugar para jugar…"
"L-lo s-siento…" Respondió entre tartamudeos el pelinegro, para después comenzar a hipear sin control "N-no q-quedía r-romper n-nada… P-perdón…"
"Ya, ya… Son no tiene importancia, yo he roto miles de cosas aquí, si tú me guardas el secreto a mí, yo te lo guardo a ti ¿de acuerdo?"
El pelinegro sólo asintió, aún sin poder dejar de llorar, y realmente la Omega no tenía idea de cómo ayudar con eso.
"¡Hell!"
Para su fortuna, Gabriel apareció, el alivio por encontrar al niño desapareció por completo al ver la sangre que salía de la herida en su mano.
"¡¿Estás bien?! ¡Claro que no estás! ¡¿Te duele mucho?! ¡¿Necesita sutura?!"
"¡Tranquilízate que lo pones más nervioso!" Intervino la pelirroja "Es una cortada pequeña, quédense aquí los dos mientras traigo el botiquín… ¡Y es en serio no se muevan!"
El Alpha le agradeció mientras inspeccionada la palma del pequeño y obedientemente se sentó en el suelo mientras esperaba.
"¿Te duele mucho? ¿No te estoy lastimando?"
"A-ahora me o-odian y-y v-van a d-devolverme a-al o-orfanato ¿v-verdad?"
"¡¿Qué?! ¡No! ¡¿Por qué iba a hacer eso?! ¡Estoy preocupado por ti! ¡Yo y Beelzebub! No debiste salir corriendo así, ni tampoco empujar a Margaret, fue muy peligroso…"
"¡P-pero ella…! ¡E-ella…!"
"Ella te asustó, lo sé…" El castaño arrulló al pequeño, atrayéndolo en suave abrazo mientras acariciaba su cabello "Tampoco estuvo bien que lo hiciera, pero no te odiamos, ni tampoco estamos enojados contigo…"
"¡Heaven si me odia!" Lloró ahora en el hombro del más alto "¡A-ahora e-ella m-me c-cambió y-y m-me p-pegó y n-no m-me q-quiere más!"
"No, no, ella es tu hermana y eso no va a cambiar, sólo se enojó porque lo que hiciste estuvo mal, no debes responder así cuando estás enojado o asustado, y menos si son niños más pequeños que tú, los puedes lastimar…"
"S-soy un niño hodible… Siempre aduonó todo… Perdón… Yo no quiedo ser así… Perdón…"
"Hell no…" Gabriel se separó del pequeño tomando su rostro entre sus manos "No digas eso, eres un niño maravilloso, eres inteligente y divertido, y te queremos mucho, tu hermana, Beelzebub, yo y hasta Margaret… No hay nada malo en ti y si alguna vez alguien te hizo creer eso, ellos son los horribles no tú…"
"¿D-de v-verdad n-no m-me o-odian?"
"¡Claro que no!"
"¡Aquí está el botiquín!" Lilith volvió a aparecer e imitando al castaño, se sentó en el suelo para quedar a la altura del niño "Esto va a doler un poco… Pero tú eres un niño valiente ¿verdad? Un poco de desinfectante no va a poder contra ti ¿cierto?"
Hell miró en dirección a Gabriel, quien sostuvo su mano en señal de que estaría allí a su lado, luego el pelinegro se giró hacia Lilith, para asentir mostrando su corte.
Por su parte, para Beelzebub fue más complicado dar con el paradero de la niña, buscó entre los arbustos y rodeo casi todo el jardín, comenzaba a pensar que de alguna forma habría logrado salir de la casa, incluso se planteó la idea de llamar a la policía, cuando un leve sollozo llamo su atención.
"¡¿Cómo subiste allí?!" Gritó el Beta alzando la vista hacia uno de los árboles, donde Heaven estaba sentada "¡Baja o te vas a caer!"
"¡No!"
"¡Es muy alto! ¡Puedes romperte un brazo!"
"¡No me importa!"
"En serio…"
Con un quejido de molestia, el pelinegro pensó que, si la montaña no iba a él, él tendría que ir a la montaña, así que con algo de dificultad comenzó a escalar el árbol.
"Ya estoy viejo para hacer esto…" Beelzebub tuvo que equilibrar el resto del camino, sentándose cuidadosamente al lado de la melliza "Eres muy buena escalando… Pero nunca debes fiarte de ninguna rama, yo perdí varios dientes antes de aprender esa lección…"
No hubo respuesta, la niña solo agacho la cabeza mientras jugaba con algo entre sus manos.
"¿Atrapaste un pájaro?"
Preguntó el Beta tratando de hacer que hablará, Heaven mostró su captura, la cual era una enorme oruga verde con manchas negras y amarillas.
"No te asustan los insectos ¿verdad?" La pequeña negó con la cabeza, dejando el simpático gusano en una hoja.
"Me gustan todos, sobre todo los que tienen alas, como abejas y mariposas, pero no me dan miedo los que no se ven bonitos como cucarachas y moscas…"
"Yo tenía una colección de moscas cuando tenía tu edad…"
"¡¿En serio?!"
"Si… Aunque a nadie le gustaban, Fátima me obligó a dejarlas ir a todas, aunque conservar a Geraldine…"
"¿Les pusiste nombe?" Río la niña alzando la cabeza, sus ojos estaban hinchados y por sus mejillas corrían lágrimas secas.
"Si… Bueno solo a Geraldine, ella era especial… Aunque a todos los demás solo les daba asco…" Beelzebub sonrió moviendo los pies en el aire "Un día una familia fue a visitarnos, ellos eran geniales, tenían un auto increíble y yo realmente quería impresionarlos, así que lleve a Geraldine conmigo y… No les gusto, me llamaron sucio y extraño, desde ese día no volví a tratar de hablar con ningún adulto… Ellos no me querían..."
"Tus hermanos… ¿No se enojaron?"
"A veces, sobre todo Lucifer que era más grande, siempre que una familia parecía querer llevarse a uno de ellos o ambos, les hablaban sobre mí, pero… Al final se arrepentían…"
"Una familia casi nos adopta una vez…" Heaven jugo con su trenza, mirando al suelo "Le dije a Hell que no dijera nada, que yo iba a ser muy linda y amable para que nos llevaran a ambos… Me puse mi mejor vestido y pedí que peinarán mi cabello muy bonito, en dos coletas… Ellos parecían felices… Y luego llegó la noche, los adultos hababan con María… Dijeron que sólo podían llevarse a uno de nosotos y que sería yo poque mi hermano ni siquieda habló con ellos… Cuando volvieron llene sus bolsillos de lombrices y nunca más los volvimos a ver… Yo no quiedo que me separen de Hell… Pero por más que tato de ser buena y linda por ambos nunca lo quieren a él… Quiero una familia… Quiero que me abacen antes de dormir y que cepillen mi cabello… Quiero comer pasteles hechos en casa y que me digan que me quieren… Y a veces pienso que sin Hell todo sería mejor…"
La niña llevo las manos al rostro intentando contener las lágrimas.
"¡Soy una mala hermana! ¡A veces quisiera que él no estuviera! ¡Por eso nos quedamos solos! ¡Porque soy una mala persona!"
"Oye…" La pequeña mordió sus labios, en un esfuerzo por contener su llanto "Eres muy pequeña para pensar que eres mala, haz hecho todo para proteger a tu hermano, lo cuidas y te aseguras de que este bien, eso es lo que hace un buen hermano… No es tú culpa ni la de él lo que los demás les digan ¡que se jodan!"
"¡Buaaaa!" Heaven estalló en un gritó y se giró para abrazar al Beta, quien apenas pudo mantener el equilibrio, pero se aseguró de acurrucar a la pequeña mientras la arrullaba para tranquilizarla.
"¡Hell!" Margaret saltó de su asiento, corriendo hacia el niño, quien tomaba la mano del Alpha "¿Estás bien?" Apunto hacia la venda en la palma del pelinegro, pero este miraba al suelo sin responder.
"Hell tiene algo que decirte Margaret… ¿Verdad?" El mellizo dio un paso al frente, con los ojos aún hacia abajo.
"Perdón por empujarte… Estuvo mal…" De uno de sus bolsillos saco tres flores que ofreció a la niña "Son margaritas como tú…" Por fin alzó el rostro, luciendo realmente arrepentido.
Michel desde atrás solo sonrió por la escena, mientras Lucifer fruncía el ceño con los brazos cruzados.
"Está bien…" La pelirroja acepto el regalo y se acercó para abrazar a su amigo "Pedón por la adaña… No sabía que te daban miedo…"
"¡Bueno, bueno!" El mayor de los Tadfield interrumpió el momento, se aclaró un poco la garganta y se hincó para hablar de frente con el niño "Perdón por haberme enojado, no hiciste nada malo ¿amigos?" Tendió su mano y Hell se giró hacia Gabriel, quien asintió con una sonrisa.
"A-amigos…"
"¿Ya están haciendo las paces?"
Beeelzebub apareció también en le lugar, cargando a Heaven en brazos, pero cubiertos de ramas, hojas y tierra.
"¡¿Qué les pasó?!" Exclamó Gabriel sorprendido.
"Meh… Pequeño incidente en el jardín… ¿Ya te sientes mejor?" Hell asintió un par de veces y luego miro a su hermana, quien le susurro al Beta que la bajara.
"Perdón por pegarte en la cara…" Murmuró la niña.
"Perdón por decirte que te detestaba…" Respondió el mellizo.
"Aún quiero ver la lluvia de estellas contigo…"
"Yo también contigo y con Ga Ga y Bel Bel… Y también con Margaret si ella quiere…"
Los hermanos corrieron a abrazarse, y el Alpha y Beta no pudieron más que suspirar aliviados por la reconciliación.
Más tarde, llegaron a casa Metatron, Azirafel y Crowley, quienes no dudaron en unirse al plan de esa noche, preparando en el patio una pequeña cena familiar, Gabriel instalo su telescopio del cual Hell quedó completamente fascinado, y Beelzebub ayudo a Heaven a buscar luciérnagas. La familia completa disfruto del maravilloso espectáculo cada pareja sentada en el suelo mientras miraban fascinados el cielo.
"Es increíble como una vez que se quedan dormidos no hay poder humano que los despierte…" Murmuró el Alpha acomodando al par de hermanos debajo de las mantas "Esta habitación está muy lejos de la nuestra ¿y si se asustan en la noche? ¿Y salen y se pierden?"
"Tal vez podemos quedarnos un rato, solo para asegurarnos de que estén bien…" Propuso Beelzebub y sentándose al pie de la cama, la pareja se quedó completamente dormidos.
Michel fue quien los encontró a la mañana siguiente, hombro contra hombro mientras los mellizos quienes en algún momento en la noche se habían levantado, estaban cada uno acurrucados en los regazos de los mayores.
"Tal vez si los juzgamos mal…" Dijo la Alpha en voz baja, colocando una manta alrededor de los cuatro, para evitar que pasaran frío.
"¿Por qué no puedo llevar todos mis vestidos?"
Era domingo por la tarde cuando todos se dirigieron de vuelta a la casa hogar Tadfield, exceptuando el incidente del fin de semana, todos la habían pasado muy bien, la herida de Hell cicatrizo rápido y pudo quitarse la venda para evitar preguntas al respecto, aún con eso, la pareja temía por las represalias y sermones que les esperaban al llegar.
"¿Y tampoco las biciquetas? ¿Cómo aprenderemos a andar si no podemos usarlas?"
"Podrán usar su ropa y juguetes nuevos cuando vuelvan a casa…"
"Además su habitación es pequeña, no podrán guardar sus cosas…"
"Desearía no tener que volver…" Susurró Heaven, a lo que su hermano tomo su mano sonriéndole, Beelzebub y Gabriel escucharon aquello, pero no supieron que decir al respecto.
"¿Listo?"
"Para que nos griten y maldigan ¡claro! Haz los honores…"
"De acuerdo…"
Tocaron al timbre, esperando que alguna de las Betas los recibiera, pero en su lugar un muchacho alto, moreno y de cabello largo abrió la puerta.
"Hola buenas tardes ¿qué puedo hacer por ustedes?"
"¡Chú Chú!" Los mellizos corrieron hasta los brazos de desconocido, quien los levantó en lo alto, dando un beso en la mejilla a cada uno.
"¡¿Dónde estuvieron pequeños diablillos?! ¡Espere verlos todo el fin de semana!"
"¡Fuímos a una tienda muy muy muy gande!"
"¡Tenemos biciquetas!"
"¡Y yo se usar un telescopio!"
"¡Subí un árbol como de cincuenta metos!"
"¡No era tan alto Heaven!"
"¡Tú no estabas! ¡Tú qué sabes!"
"Ustedes deben ser Gabriel y Beelzebub ¿verdad?" Sonrió el amable joven a la pareja "Es un placer conocerlos al fin, he escuchado tanto de ustedes… Mi nombre es Jesús y a veces vengo a ayudar en la casa hogar… Pero pasen, mamá María, Fátima y Ruth realmente tienen mucho que decirles…" Tragando saliva, el Alpha y Beta se tomaron de la mano, caminado hacia su juicio.
"¿Se divirtieron mucho?"
"¡Si! ¡Y comimos muchas cosas deliciosas!"
"¡Y Margaret y su mamá nos enseñaron a pantar fores! ¡Vamos a ayudarte en el jardín!"
"¿En serio?"
"¡Su casa es enorme! ¡Como dos orfanatos!"
"¡Y todos son muy amabes!"
"¡Si! ¡Incluso el señor que da miedo! ¡Él nos regaló dulces y cuando Hell le tiro jugo encima no lo regaño, solo se rió!"
"¡Y Lilith es tan bonita!" Suspiró el mellizo "¡Cuando sea gande le pediré que sea mi novia!"
"¡Lilith ya tiene un novio!"
"¡¿Eh?! ¡¿Quién es?!"
"Heaven, Hell" Los llamó Fátima "Vengan a despedirse…"
De un salto los mellizos se acercaron hasta la puerta, seguidos por el joven moreno.
"¡¿Vendán el próximo fin de semana a vernos?!" Preguntaron emocionados, y la pareja a pesar del sermón de tres horas del que acababan de salir, se unió a su alegría.
"Si lo haremos… Y traeremos sus bicicletas para que practiquen…"
"¡Si!"
"Ahora vayan a bañarse y prepárense para dormir, mañana tienen escuela ¿verdad?"
Los niños abrazaron al Alpha y Beta y subieron a toda prisa rumbo a su habitación, obedientes a la indicación.
"¡Les advierto que si vuelven a hacer algo como esto!" Amenazó la Beta "¡No volveremos a dejar que los vean! ¡¿De acuerdo?!"
"Si…" Respondió derrotada la pareja.
"La verdad es que yo espero que lo vuelvan a hacer…"
"¡Jesús! ¡No los alientes!"
"Es en serio… En el tiempo que llevó conociendo a los mellizos, jamás habían estado tan contentos… Créanme que hablo por ellos cuando les digo esto… Pero gracias, por mostrarles que también se merecen una familia que los quiera…"
El regreso en auto fue silencioso, sin el par de niños gritando hasta era extraño volver a casa. Al entrar al espacioso departamento, se encontraron con juguetes regados por el suelo, crayolas y hojas de papel.
"Es increíble el caos que pueden causar en pocas horas…" Murmuró Beelzebub recogiendo uno de los dibujos, donde había cuatro figuras, que los representaban a él, el Alpha y el par de niños, claro que, en vez de sus nombres, se leían las leyendas Ga Ga y Bel Bel.
"Beelz…" Dijo Gabriel en voz baja "Tú… Bueno… Es algo que he querido preguntarte desde un tiempo…"
"Gabriel…" El Beta le interrumpió acercándose para mostrarle el dibujo "¿Estarías feliz con una familia con la que no compartes tu sangre? E-es decir… Tú eres un Alpha de alta categoría y… Ya sabes, se espera que tus genes por sobre los demás sean transmitidos… Pero yo soy un Beta y no puedo darte eso… Pero, te amo y si eso es suficiente para ti… Entonces… Tal vez, nosotros podamos hacerlo a nuestro modo…"
"¡Cásate conmigo!"
"¡¿Eh?!"
"¡Se que no será fácil! Pero si aceptas… Podemos adoptarlos… L-llevo un tiempo investigando, y aunque el trámite es más complicado para parejas como nosotros, casados sería el primer paso para iniciar con el papeleo…"
"¿Tú…? ¿Tú quieres casarte conmigo?"
"¡Claro que quiero! ¡Te amo! ¡He querido casarme contigo desde hace años! P-pero no sabía si era lo que tu deseabas, sólo que ahora… Con Heaven y Hell… Yo… Quiero darles un hogar… Aunque digas que no son mi sangre, yo no lo siento así, los quiero, a ti y a ellos… Quiero estar con los tres…"
"¡Aceptó!" Beelzebub le interrumpió, de puntas rodeo sus brazos alrededor de su cuello para besarle profundamente "¡También quiero una familia contigo! ¡Con ellos! ¡Te amo, aunque seas un cabeza dura que no tuvo el valor de preguntármelo por tanto tiempo! ¡Te amo a ti y a esos engendros traviesos!"
Gabriel alzó en brazos al Beta, haciéndolo girar alrededor de la casa, luego ambos llamaron a la casa hogar, querían comenzar cuanto antes con cualquier proceso que fuera necesario.
Y al día siguiente, para sorpresa de los mellizos, la pareja apareció, preguntándoles si estaban interesados en ser parte de su familia, a lo que los hermanos solo atinaron a llorar mientras corría a los brazos del par de adultos, quienes tomaron la respuesta como un sí.
