Saludos
Flannya reportándose!
YO DE NUEVO! Y CON ESTE FIC! (DE NUEVO! XD)
Lo se, antes de que digan algo, dejenme les explico:
Por ciertas razones tuve que bajar la historia. Lo bueno de esto es que 1) le pude corregir errores que tenía XD y 2) YA TENGO EL ULTIMO CAPI CASI LISTO! (agita los brazos en aire)
Asi que, se los dejo de nuevo . UvU agradezco mucho y pido una disculpa a las personas que se quedaron con cara de "O_o WTF?! porque le bajaste?!". Pero aqui esta otra vez, remasterizada, corregida y aumentada! Y hasta con los intros y despedidas de antes! XD
Pues bien, (se aclara la voz) Flannya producciones y asociados se complace en presentar este fic! Que sale de la premisa de una historia linda de amor que se da en el actual Berlín. Va a ser un AU y uso nombres humanos ... veamos como salen las cosas;) Sí, estoy usando a mi OCFem! México María Guadalupe ... espero sea de su agrado n_n
Bueno pues, empezemos! XD
¡Advertencia! No me pertenece Hetalia ... (llora) solo mi OC. Perdón por los errores de ortografía. u.u
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Historia de un café
Capítulo 1: Te ví
Ludwig Beilschmidt caminaba por las tumultuosas calles de Berlín, el frío aire de la mañana en la cara de la grabación de la época temprana, pero no la importación. Al contrario, aspiró hondamente, sintiendo el gélido aire entrar a sus pulmones. Le gustaba hasta cierto punto ese choque de aire frío entrando a su cálido cuerpo; le ayudé a despejar su mente mientras estaba pensando en su agenda del día, y vaya que tenía cosas que hacer.
Exhaló mientras que los nombres de poner en orden sus ideas. Desde hace mucho tiempo. Él, el Generado Ludwig Beilschmidt, con 32 años de edad, ha sido transferido a la sede del Ministerio Federal de Defensa en Bonn, una ciudad linda al oeste de Alemania, a las oficinas administrativas del Ministerio ubicadas en el medio de Berlín.
Berlin.
No puede evitarse un resoplido de disgusto. Honestamente no le gustaba el cambio. Hubiera preferido seguir con su trabajo en Bonn, ya que se vivió en la vida en la ciudad, en la ciudad y en la ciudad de la ciudad, a pesar de sus mejores noticias en Berlín. No es que no le gustase, simplemente el hecho de ser habitado a las concurridas calles y las oficinas no era de su preferencia; claro, sin decir todo el trabajo de papelería y burocracia del que ahora era encargado.
Su hermano mayor, Gilbert, estaba feliz y se convirtió en su hermano menor. Sin embargo, no hay órdenes, y le gustase o no, las cumpliría. No iba a dejar que sus preferencias de residencia interfirieran con su profesionalismo.
Finalmente, el general teniente debe cumplir como buen soldado de la época, y aún más por su carga. Él tenía una responsabilidad.
Así pues, caminaba por las todavía oscuras pero concurridas calles del centro de Berlín; en el medio de un gentío de oficinistas y empresarios, los zapatos de tacón resonando por las calles de Tiergarten y Charlottenburg. Al fin de cuentas, este distrito de Berlín era muy conocido por dos cosas: sus famosas tiendas de ropa y restaurantes, y por ser uno de los distritos con más actividad económica y comercial. A todo lo largo de la calle Los imponentes rascacielos se erguían magníficos y algo sombríos; sus muchas paredes de cristales reflejándose unas a otras.
No era extraño ver en estas horas de la mañana oficinistas, empresarios y ejecutivos caminar a grandes zancadas y rápidamente con sus pulcros y caros trajes, maletín en una mano y vasos con un brebaje caliente en la otra parte. El aire era una extraña mezcla de café, cigarro, tela costosa, conversaciones en celular, zapatos de tacón y frío. La mezcla perfecta para un empresario. Sin embargo, no hay un empresario como tal, la información dada: traje azul marino costoso, maletín en la mano y las rápidas zancadas con sus zapatos cafés perfectamente boleados. El Generaleutnant Beilschmidt, un hombre alto del pasado metro ochenta, era el ideal del alemán militar: porte rígido y marcial, con semblante serio y siempre viendo al frente. Sus cabellos rubios estaban perfectamente peinados hacia atrás y sus ojos azul celeste.
Caminando entre ese mar de trajes negros, azules, y cafés, rodeado de altos edificios de vidrio pensaba rápidamente en su agenda del día. Papeleo, papeleo ... mandar algunas instrucciones y peticiones para saber cómo estaba la sede central del ministerio ... asuntos pendientes ... se pasó una mano por el cabello rubio perfectamente peinado hacia atrás, aplicándolo más si era posible. Si, seguro iba a ser un día rutinario.
Se llevó una mano al bolsillo de su pantalón y tomó su celular para ver la hora. La pantalla de su celular inteligente marcó las 7 en punto. Iba con el tiempo lo que era bueno. Normalmente, entra y trabaja a las 8, y solo le faltaba una caminata de unos 10 minutos para llegar. Mejor llegar antes. Así podremos tener tiempo para tomar un café en la máquina expendedora del Ministerio. ¿Por qué? Efectivamente, su Cartier plateado con negro le marcaba las 7 en punto, ni un minuto más ni un minuto menos. Sonrió mentalmente al saber que todo iba a ser perfecto.
¡AAAAYYYY!
Súbitamente, Ludwig chocó con algo de baja estatura y rígido que lo hizo perder un poco el equilibrio, por qué estar viendo su reloj y no a donde iba. Rápidamente despegó la vista de su muñeca, para que se haya estrellado. Enfrente de él, había una persona encorvada frente a una gran caja de cartón café, llena de utensilios metálicos de cocina que hicieron algo de ruido. La persona, la baja de estatura, la leyenda de la caja. En este momento, Ludwig se agachó a tomar también la caja.
La persona enfrente de él tiene la mirada a verle. Ambos se han incorporado lentamente, manteniendo la caja por debajo. Una vez de pie, él pudo verla mejor. Era una muchacha joven, de unos pocos años. Tenía la piel tostada canela, sus cejas negras arqueadas mirándole hacia arriba. Sus ojos eran almendrados y un café muy oscuro, con largas pestañas. ¿Quién sabe cómo? La joven, atractiva y sencilla en la apariencia, se ruborizó un poco, se desvió hacia abajo, la mirada se apenada y sonrió con su pequeña boca roja y llena.
- Danke- ( Gracias) dijo suavemente ella sosteniendo la caja.
Ludwig al darse cuenta de que ambos seguimos cerca uno del otro, solos separados por la caja de cartón, soltó y dio un paso hacia atrás, carraspeando un poco y ruborizándose.
-Es tut mir leid. Ich war nicht auf der suche, wohin ich ging.- dijo él recuperando su compostura y parándose erguido. Lo que menos podría hacer era disculparse. (Lo siento, no vi por dónde iba)
La joven era bastante más pequeña que él, una cabeza por lo menos y más que nunca por la caja que era menuda. Iba vestida con una blusa azul de manga larga blanca que te permite descubrir sus hombros y un par de jeans. Ella miró directamente a los ojos, parpadeó un par de veces y ahora le sonrió más abiertamente, lo que extraño al rubio alemán.
-Es tut mir leid, ich verstehe nicht.- dijo ella con un acento que bien no pudo reconocer, con una mirada de inocencia y disculpa. (Lo siento, no entiendo)
Y dicho esto, aún con una sonrisa en la boca y cargando su caja, giró para entrar a un local en el edificio.
Ludwig, solo se quedó de pie mirándola. Ella se ha metido en un lugar oscuro, con dos angostas pero altas ventanas y una puerta de cristal en el medio. Por lo que podría haber tenido varias mesas y sillas. En una de las ventanas había un anuncio de "Se Renta Local" y debajo de un número de teléfono. Tenía toda la pinta de ser un típico café. Era, por supuesto, siempre había muchos delis y cafeterías en la zona, aprovechando las marejadas de los oficinistas, los cafés y el otro bocadillo. La panadería. El rubio frunció la mirada y leyó varias veces las dos palabras. No eran alemanes. Pero seguro que se trata de un restaurante local. Finalmente, la información no está disponible. Un par de meses atrás, esa era local, un pequeño restaurante de crepas. En varias ocasiones llegó a ser un lugar muy popular, así como bastante sabrosas,
Repentinamente recibió un codazo de un presuroso transeúnte que lo sacó de sus pensamientos. Volviendo a la realidad, Ludwig miró su reloj de muñeca. Las 7:15. Abriendo los ojos de sobremanera para darte cuenta de la hora de la época y el tiempo que hemos tenido, reanudo su camino, mimetizándose en el gentío de los oficinistas, su mente de vuelta al papeleo que va a hacer el día de hoy.
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Lo se, lo se ... es muy corto ... de hecho van a ser capis cortos .. como unos 6 o 7. Aunque de nuevo siempre digo eso y termino con capis bn largos hahahahha XD
Notas!
El ministerio de defensa se encuentra en Bonn (en el oeste de Alemania) como sede central, y tiene oficinas administrativas en Berlín ;) (si mis chavos, hize mi tarea de investigar! XD).
Generalutenant : teniente general. Uno antes del general. Una posición de muy alto rango en la milicia.
Que tal les gusto? Quieren mas? A ver que pasa con Luddy y Maria, ya merecian que les hiciera un fic a estos dos: 3
Porfa dejen comentario o comentarios! ¿Que se cree que pase? o que quieren que pase? (sube y baja las cejas). También va a haber una aparicion especial de ... quien creen? Los dejare en azcuas! oh si soy mala muy mala mwahahahahahaha!
Actualizaciones cada semana! :D
Nos estamos leyendo! :D
