Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son completamente propiedad de Marvel cómics y MCU.

Espero les guste.

Puede contener escenas de violencia y lenguaje pesado. Si ven errores de calles, nombres de lugar o cualquier otra cosa no me culpen. Soy colombiana y vivo en Rusia. ¡¿Así quien no se pierde?!

quiero hacer una explicación:Esta es la misma historia de Gata negra. Sin embargo, cambie el nombre porque podía causar confusión con Black cat de Marvel cómics.


El viento pasaba helado por los fines de la primavera. La central principal de lo poco que quedaba de Hydra se encontraba localizada en una isla, casi inhabitada al norte de Salluit, Canadá.

Escoltado por un grupo selecto de guardias capacitados, el secretario Ross se dirige a la sala de pruebas.

—Entonces, supongo que consideran mis requisitos. Deben ser superiores a sus proyectos anteriores. De otro modo, no aceptare ningún tipo de trato. —

—No se preocupe, son bastante hábiles. Ellas son un caso especial, así que le pido un poco de paciencia. No queremos arriesgarnos a que un error nos retrase. —Alexey Semíonov, actual líder de las fuerzas sobrevivientes de Hydra, se encontraba a su lado.

Ross le miro un tanto intrigado. — Esta insinuando que son problemáticas. Sabe usted que yo necesito un prototipo resistente y efectivo ¿no es así?—

Alexey asintió. Ambos saben que la participación de Ross dentro del proyecto sería beneficioso. Él se encargaría de darles los recursos económicos suficientes para profundizar con las armas y ellos le brindarían un par de sus experimentos para destruir a los vengadores.

No era extraño. El secretario Ross estaba exasperado de todo con esos héroes, últimamente los acuerdos se han disuelto más y más. No le causaba gracia y era más que consiente que la única forma de apagar el fuego, era con sí mismo. Por eso opto que la mejor manera de destruirlos era integrando a estas bestias bajo su mano y control.

El plan estaba casi completo. Si le parecían un proyecto fiable, accedería a darles el dinero de manera gradual. Durante ese tiempo tendría a tres de las cazadoras para lo que quisiera, en cuanto el pago estuviera completo, tendría al grupo entero por un par de meses y finalmente, en cuanto acabara con los vengadores, se uniría completamente a Hydra si le resulta una buena opción en cuanto ellos empiecen a tomar parte del control del país.

No tenía mucho apuro, mientras se decidieran de los vengadores.

—Muy bien, secretario Ross, bienvenido a la primera muestra del proyecto Cazadoras de invierno. —

—Un nombre poco creativo, ¿no le parece?—

—Es cierto, pero la verdad no encontrábamos un buen término para estas preciosidades. —

En ese momento, el teléfono del secretario Ross comenzó a sonar. Si bien el área no podía ser rastreada, el necesitaba mantenerse activo para no llamar la atención. Observo la pantalla por unos minutos y regreso el aparato a su bolsillo.

— Escúcheme, le daré solo una oportunidad. Elijan a su mejor producto y veremos qué pasa. Me gustaría verlos todos, pero tengo una reunión mañana en la mañana. Tengo que partir en una hora así que, les deseo suerte. —

Con una seña, Alexey llamo a uno de sus subordinados. El joven se acercó a él un tanto nervioso, haciendo un vago intento de pararse recto y mirar al frente.

— ¿Si señor?—

—Dile al equipo que inicien el protocolo. Vamos a proceder con el sujeto 3.16—

En ese momento el chico se acercó más hacia Alexey, tratando de que Ross no escuchara su conversación. No funcionó muy bien.

—Disculpe señor, ¿no cree que sería mejor presentar al sujeto 4.22?—

Alexey no pudo evitar sentir un piquete en su espalda, la mirada de Ross era más que obvia. Curiosidad, estaba de más decir.

—Disculpe el atrevimiento, pero, ¿Qué pasa con ese sujeto?—

—La verdad señor, es que ese proyecto aun esta en desarrollo. No le voy a negar, es mucho más fuerte que el sujeto 3.16, sin embargo, eso mismo causa que sea realmente inestable. No podemos arriesgarnos a presentar un material defectuoso—

Ross se quedó callado por un momento. Volvió a mirar la hora en su celular. Finalmente, asintió con la cabeza.

—Está bien, puede continuar. —

El grupo continúo con su recorrido, hasta llegar a la habitación de prueba.

Era un lugar bastante grande. Los vidrios blindados y oscurecidos. Se podía ver todo hacia fuera, pero nada hacia dentro. Las paredes estaban cubiertas de metal, cubiertas de rasguños y golpes que le causaron agrado al hombre.

Cada vez se sentía más emocionado.

Las compuertas se abrieron con un golpe sordo. Un par de jóvenes entraban en la sala, jalando con esfuerzo una caja de tamaño considerable sobre un carro de carga.

El cubo se movía de manera agresiva, a tal punto que en más de una ocasión parecía volcarse. Lo que continuo, Ross no se lo espero.

Las puertas se cerraron con fuerza, dejando a los chicos dentro de la cabina. Sus gritos desesperados deseando salir, golpearon las puertas y se acercaron a las cámaras, rogando por piedad.

—Me parece que la presentación ya tiene contratiempos, ¿No cree que debería ayudarlos?—

—No es necesario, ellos no son ayudantes. Son el sacrificio. —Alexey parecía no preocuparse realmente, como si no sintiera nada— Simplemente que ellos no lo sabían. Abran la jaula. —

Sabía que tendría que ver algo así, pero la sensación de disgusto y el ligero revoloteo de estómago no le estaban sentado muy bien a Ross. Lo que menos quería era terminar vomitando, pero algo le decía que talvez podría pasar.

Una pequeña luz en la parte de arriba de la caja comenzó a parpadear. Uno de los lados de la jaula se empezó a deslizar, pero antes de que se abriera por completo se quebraron varias áreas y los tornillos salieron volando. El metal choco contra el suelo y la presencia de una mujer ocupo su lugar.

Aunque sus ropas estaban rotas, no le quitaban nada de esplendor. El color canela de su piel y las facciones ligeramente marcadas de sus ojos, junto con su cabello rizado desordenado en mechones gruesos le daban un aspecto salvaje. Por más que se viera demacrada, no perdía ese toque. Como si fuera una modelo de una revista sobre la selva.

Miro a los lados y en cuanto percibió a las otras dos personas, cambio totalmente.

Para sorpresa de Ross, la chica comenzó a cambiar físicamente.

Los ojos se volvieron a un amarillo toxico, con las pupilas afiladas.

Sus orejas se deformaron, poco a poco hasta llegar a ser completamente puntiagudas, pasando a estar más arriba de su cabeza. Todo mientras eran cubiertas con una gruesa capa de pelo negro. Los bellos cubrieron todo rastro de piel en sus ojeras ahora de gato. Parte de su cabello castaño se volvió más oscuro.

El proceso continuo, mientras ella se agachaba en el suelo y de alguna manera sus huesos se movían, una cola comenzó a presentarse de manera rápida, no parecía dolerle. Al igual que las orejas, la cola era negra, abastecida de un manto grueso de pelo y de una longitud considerable. Estaba seguro que media casi lo mismo que ella.

Los chicos gritaron con más desespero y ella se alteró de una manera inesperada.

Salto ágilmente y sin ningún problema, paso por detrás de ellos.

Los chicos al verla apuntaron con sus armas, parecía que no podían sostenerlas fácilmente. Trataron de disparar, pero el tiro salió mal.

Ella reacciono.

Tomo impulso nuevamente y en un giro imposible, logro posicionarse sobre uno de ellos. Tomo parte de su cabeza y la giro con fuerza hacia un lado. El tronar de los huesos fue más que suficiente para dejar en claro que el sujeto estaba muerto.

El otro joven siguió disparando, sin siquiera tener control de razón. Gritaba desesperadamente, huyendo de la mirada salvaje de su contrincante.

Ágil, flexible. Fría, calculadora. Humana y bestia. El experimento estaba siendo un éxito.

—Gracias al intercambio genético, el sujeto presenta una mutación tanto física como mental— Alexey inicio la explicación. Ross simplemente asentía, prestando atención aun al suelo en donde yacía el cadáver del otro hombre. — Estas alteraciones se presentan dependiendo del gen activo. El sujeto 3.16, tiene un gen activo a nivel felino. En pocas palabras, ella es un gato. —

—Es impresionante, lo admito. Pero no me sirve un animal doméstico. — Ross contraataco. — Necesita más que eso si quiere que yo los financie. —

—Entiendo su intriga, Ross, pero déjeme decirle que no debería dejarse llevar por las apariencias. — Una sonrisa oscureció la mirada de Alexey. — Le recuerdo, ella posee el gen de un felino, por ende, su mutación posee las capacidades de la familia genética. Actualmente, usted está viendo la primera fase. —

—entonces el proyecto esta incompleto. —

—No. A lo que quiero llegar, es que con el estímulo necesario el sujeto ira mutando. Matar a un niño no representa la amenaza suficiente para ella. —

—Entonces, demuéstrelo. —

Alexey solo asintió nuevamente y presiono un botón que se encontraba sobre una tabla de comandos.

Una compuerta se abrió justo por donde se encontraba el joven que aún estaba vivo. Un gas de color verde se liberó en dirección a la chica y esta se cubrió el rostro.

El joven, por puro instinto, entro dentro de la cabina con la vaga esperanza de haber sido liberado. Pobre ingenuo.

La compuerta se abrió nuevamente del otro lado de la sala y el chico salió confundido. En cuanto intento regresar la compuerta se cerró.

Alexey presiono otro botón y el suelo empezó a temblar. Del suelo surgieron varios obstáculos y algunas armas salieron de la pared. Varios francotiradores se hicieron en el techo e incluso un arpón salió por una de las ventanas.

El hombre se acercó a un micrófono justo al lado del famoso botón y comenzó a hablar.

—Escúchame bien, 3.16. Sé muy bien que detestas estar aquí, así que, mata a ese hombre y te prometo que te regresaremos a tu habitación y no te molestaremos más por un par de días, ¿Qué dices? —

Para sorpresa de Ross, la chica empezó a hablar.

— ¿Y por qué mierda crees que confiaría en ti?, Eres peor que la peste negra. Contaminas y cuando crees que estas curado, vuelves a joderme la vida. ¿Porque simplemente no me dejan en paz?, o mejor, ¿Por qué no me matan?—

—Mierda—El susurro de Alexey fue más que escuchado por Ross, sin embargo, no dejo que esto le afectase. Volvió a parase derecho y continuo. —Ok, lo diré de otra forma. O matas a ese sujeto o te daremos una sesión de descarga eléctrica durante la semana. Igualmente, te daré tu descanso, tómalo o déjalo. —

La chica precio pensarlo y mientras se cruzaba de brazos frunciendo el ceño, comenzó a asentir.

Un par de palabras más y el sonido de una alarma ocupo el espacio. Empezaron a disparar.

Mientras la chica recorría el lugar con agilidad, su cuerpo continuo cambiando. La cola se hizo un poco más gruesa y sus ojos se volvieron un poco más grandes, no dejando de ser hermosos. A cada paso, esquivaba los disparos con agilidad, rompió varias de las armas que lograba tener en sus manos y en una parte en la que no podía saltar, se trepo en la pared, logrando desplazarse sobre esta gracias a su velocidad.

En cuanto bajo de allí, lanzo una patada hacia un lado y rompió una de las paredes que obstaculizaban su paso. Salto por un par de metros y en cuanto se apoyó a otra de las pistolas que surgían de la pared, la arranco de manera que esta permaneció intacta. Apunto hacia el arpón y le disparo con fluidez, dando en el blanco sin ningún problema.

Todo iba bien, al menos eso consideraba Ross, que estaba deleitado con el resultado del producto negándose a dejar en libertad cualquier detalle. Se admitía a sí mismo que era impresionante, pero deseaba más. Necesitaba sangre, aun mas de la que ya estaba. Quería ver las manchas y los huesos.

El deseo nauseabundo estaba presente en su rostro y llenaba de orgullo el oscuro corazón de su anfitrión. Aun así, ambos sabían que había algo más en aquella habitación. Algo que no estaban notando.

Ross tardo unos minutos, pero Alexey lo noto al instante.

Una de las alarmas de la pantalla de control inicio su tintineo junto con el sonido de las sirenas en la habitación. La frase e rojo de la pantalla lo decía todo.

"Alerta, código genético alterado. Se requiere intervención inmediata."

Un error de Alexey sería lo que dejaría a Ross más que extasiado, la escena se deformo como si el mundo se trasformara para él.

La chica salió de control. Su cuerpo volvió a cambiar.

Pasando de una posición ligeramente encorvada a estar completamente en cuatro, paso por las paredes aferrándose de las garras que comenzaban a surgir de manera dolorosa. El pelo que cubría sus orejas y su cola se desplazó a lo largo de toda su espalda, mientras sus músculos se deformaban poco a poco, hasta que finalmente poseía la forma de una bestia negra con dientes afilados. El cabello largo había desaparecido siendo remplazado por el negro brillante de los pelillos cortos.

Una pantera de dos metros ocupaba la sala. Quien la viera pensaría que se había escapado del zoológico.

Saltando de manera imponente logro tomar varias de las armas que disparaban desde arriba, ahora en defensa propia. Derrumbo a varios de los asistentes y la masacre comenzó.

De uno en uno, los gritos y quejidos fusionados con los gruñidos de aquella bestia indomable estaban sacando de quicio la mente de Alexey. Esto no era parte del plan.

Negro y rojo empezaron a cruzarse, mientras los vidrios blindados se salpicaban de sangre. Los cuerpos descuartizados y mutilados se esparcieron por el suelo, mientras el animal solo arrancaba la carne y tomaba parte de ella, la tragaba y volvía en contra de otra víctima.

— ¡Que mierda están haciendo, Sédenla! —La orden de Alexey parecía más un ruego.

Uno de los francotiradores que aún permanecían en la cima del mirador posiciono el objetivo y transfirió el sedante a través del arma. El tiro fue exacto.

La agrupación de pelos y dientes comenzó a disminuir poco a poco, regresando a su apariencia original.

La chica permanecía jadeando, el cansancio se marcaba en su mirada perdida y la sangre en su pelo le dejaba una esencia demencial, mas allá de lo que Ross podía entender. Pero para él, algo estaba claro, esto era lo que él queria.

Sin importarle la tensión y el sentimiento de terror que volaba a través de la sala, el secretario Ross comenzó a aplaudir. Con diligencia y espalda recta, como si acabara de presenciar la mejor de las óperas.

Su mirada feliz y despreocupaba le causo escalofríos a Alexey, mas no había mucho de qué hablar.

—Es usted un genio, señor Semíonov. Tenga por seguro que le trato está hecho. —Le estrecho la mano alegremente y suspiro. —Ahora, seria amable de explicarme, ¿que fue esa magnífica escena?—

—Si me permite, primero debemos remitirla a su cuarto. En cuanto terminemos le daré la información que desee. —

Ross simplemente asintió. Se quedó contemplando el cuarto de entrenamiento.


Observo con atención como la chica entraba por voluntad propia en otra de esas cajas y mientras, transportaban la caja por la misma puerta en la que entro.

Alexey ingreso junto con 3.16 a la sala de control. Le inyectaron el suero que suprimida sus genes y la dejaron en su habitación nuevamente.

La observo por unos minutos y se retiró, no sin antes despedirse. — Lamento no haberte cuidado lo suficiente. Realmente a veces te vuelves algo problemática, Michelle. —

La joven solo lo miro, aun perdida entre el suero y el sedante. No estaba inconsciente, el suero no podía dormirla del todo. Con la poca fuerza que era capaz de reunir, levanto la mano señalando al hombre con el dedo del medio. —Púdrete en el infierno, Alexey. —

El solo rodo los ojos y regreso a la sala principal. Se puso al lado del secretario Ross, quien parecía fascinado con el proceso de limpieza de los cuerpos inertes.

—Muy bien, continuando con su cuestionario, Secretario Ross. —


Lo se, este capitulo estuvo bastante sangriento y el próximo quizás un poco .Espero les haya gustado y pues, espro sus Reviews.

Los quiero.