Pasaron dos años desde que Candy volvió al Hogar de Pony y no pudo estar más contenta y satisfecha con el rumbo de su vida actual, todo eso se lo debia a Albert ya que fue él quien finalmente le otorgó la sorpresa más significativa que cambiaria todo su futuro, le revelo uno de los mayores secretos de la familia Andrey, uno que debia mantenerse oculto por cuestiones familiares y de estatus.

Se trataba de Anthony, quien logró despertar de su largo estado de coma, asi es, el único y primer chico que fue capaz de enseñarle lo que significaba estar enamorada y sentirse amada habia vuelto para cerrar con broche de oro su dramática historia de amor que dejaron incompleta años atrás.

Para Anthony, volver a ver a Candy fue el mayor regalo tras su largo estado comatoso, la sonrisa y las lágrimas que derraramaron a penas se vieron realmente valia cada segundo de su frustrante recuperación. Candy fue su motivación día y noche, saber que ambos se correspondieron a penas se reencontraron fue como si el tiempo que permanecieron lejos jamás hubiera existido.

Y si el destino queria verlos juntos, ellos no iban a hacer nada para impedirlo, es más ya estaban saliendo oficialmente como pareja

Terry Grandchester, incapaz de seguir soportando vivir al lado de alguien que no ama, pasando más de 1 años arrepentido de no haber luchado por Candy en su debido momento ,y muchas complicaciones más, se divorció de Susana en un mutuo acuerdo.

No quizo esperar más, asi que apenas los papeles fueron firmados tomó el primer tren en dirección a Indiana, Estados Unidos hacia el lugar donde se suponia estaria su único y primer amor de la escuela, fue directamente al hogar de Ponny, ya que en la última carta de las muchas que solia escribirse con Albert, a este se le escapo el pequeño detalle de revelarle la ubicación actual de Candy.

Sin embargo, lo que en este momento le estaban contando puso en desiquilibrio todos esos planes que llevaba elaborando por mucho tiempo. enterarse de la situación actual de la rubia en su ausencia lo hizo entrar en un estado de negación rotunda, lo peor es que aquella noticia venia de una persona que a penas conocia y eso ponia en duda si lo que decia era verdad o mentira.

— Lo siento Terry, lamento ser yo la que te diga esto... Candy me hablo un poco sobre ustedes y es por eso que crei que seria mejor que... — Explicó ella con el semblante tenso, esperando que Terry se sobresaltara como era usual en él, y su grito no se hizo esperar.

— No digas más, eres una completa mentirosa. Candy me dijo que ese tal Anthony había muerto, se cayó de un caballo, ella sufrio muchos traumas luego de eso y yo la ayude a superarlo, lo recuerdo muy bien...--Arrastro las palabras con melancolia, volvio a encararla con un gesto de disgusto-- Asi que deja de decir tonterias y hazte a un lado. —Dijo eso último dandole un leve empujón a Annie haciendo que cayera sobre el frondoso pasto.

Se adentro a la cabaña, con la respiración agitada y las manos temblorosas, al percatarse de su evidente estado de angustia, formo unos puños y fruncio el ceño ordenandose guardar la compostura.

El pelicastaño abrió la puerta de la oficina del orfanato sin ninguna pizca de delicadeza, atrayendo la atención de Albert, quien conversaba con la hermana Maria.

—Terry pero que modales son esos. —Hablo Albert algo sorprendido levantandose inmediatamente de su asiento al notar el temperamento con el que venia Terry.

—No estoy de humor Albert, ¿Dónde esta Candy? — Dijo serio y sin titubear.

— Ah bueno... primero que nada, no deberias estar aqui ahora.— Dijo sobandose la nuca, haciendo algo de tiempo mientras buscaba las palabras correctas para confirmarle la noticia que al parecer ya se enteró, pero eso solo inquietaba más a Terry, dandole más razón a la absurda historia que Annie le contó.

Miro friamente a Albert dispuesto a hacer lo que fuera para que respondiera sus dudas.

Sin embargo, ya no era necesario que Albert contestara, ya que la fuerte y caracteristica risa de la rubia lo sacó de sus pensamientos, trago saliva con algo de nervios y fue tras dicho sonido.

Finalmente, por más de 3 años aproximadamente... volvera a verla, volvera a sentir sus cálidos abrazos, su contagiosa sonrisa, sus ojos verdes agua observandolo como el ser más bondadoso que haya visto, a pesar de los prejuicios que le tenian los demas, nadie lo miraba con esa misma bondad con la que lo hacia ella, él extrañaba eso, él la extrañaba.

— Espera Terry —Gritó Albert yendo trás él sacando de sus pensamientos a Terry, sin embargo no paró de caminar.

Giró el pomo de la puerta teniendo una vista amplia del jardin trasero.

Pero ahora era demasiado tarde para arrepentimientos, Terry frenó en seco al ver como su anhelada Candy, su sonriente Candy estaba siendo rodeada por el brazo de un rubio que se suponia era Anthony, ambos se hacian cosquillas y parecian pasarla bien mientras conversaban muy cerca, sumergidos en su burbuja de felicidad a tal grado que no se percataron de la presencia de Albert y él, quienes estaban a unos 5 metros lejos de ellos.

— No es buen momento Terry, eso era lo que queria decirte. —Habló Albert apoyando su mano sobre el hombro de Terry y recobrando la respiración tras correr para alcanzarlo.

—¿Tú lo sabias? ¿Dime por qué no me lo dijiste? — Hablo sin despegar la mirada de la pareja y con un molesto nudo en la garganta el cual se esforzo mucho por eliminarlo.

—Crei que era lo mejor, tú ya habias hecho tu vida con Susana y ella recién estaba construyendo la suya, es su vida, no me corresponde a mi decirte lo que hace... -- suspiró con culpa -- y no mentire, en parte queria preveer una situación como esta.

Sus manos formaron unos puños, si no fuera porque Albert estuvo a su costado, atento a cualquiera de sus movimientos habria ido a golpear a Anthony en ese momento con la intención de que aparte sus manos de Candy. Albert era mucho más fuerte que él y sabia que no iba a permitir que armara un escandalo contra su familia.

— Y qué ¿Ya se casaron? —Preguntó Terry tranquilizandose de a poco, cerro los ojos y le dio la espalda a la pareja.

—No, solo estan saliendo, estan volviendo a empezar -- Lo miro por el rabillo del ojo con algo de desconfianza -- ¿A caso planeas algo, Terry? -- Pregunto el rubio examinando al castaño, él continuaba con los ojos cerrados.

—Una media sonrisa se formó en los labios de Grandchester —En ese caso puedo recuperarla, se volverá a enamorar de mi.

— Terry... almenos deberias preguntarle a Candy qué es lo que quiere... ella por mucho tiempo se ha hecho la idea de que tú y Susana estarian juntos por siempre, que formarian una familia y todo lo demás, le tomo mucho tiempo asimilarlo, pero solo mirala ahora, no la habia visto sonreir así en mucho tiempo.

Explico Albert con una inconsciente sonrisa en los labios, ese comentario solo desató más molestias en Terry.

—Tonterias, te aseguro que ella sonreia asi cuando estaba conmigo, aún lo recuerdo bien...--Fruncio el ceño encarando a Albert y este solo suspiro con pesadez por lo obstinado que podia ser Terry -- mañana vendré a hablar con ella, por ahora buscaré un hospedaje cerca de aquí. —Hablo con sus manos en los bolsillos de su larga gabardina roja, alejandose del lugar.

Terry salió de la cabaña del hogar de Pony , aunque quisiera ocultarlo aún se encontraba conmocionado por la noticia. ¿En vedad Candy ahora era muy feliz al lado de ese sujeto? No era momento para dudar de si mismo, él amaba a Candy de verdad y con todo su ser, estaba seguro de eso y esperaba que ella tambien conservara ese sentimiento, ya que para él eso seria suficiente para que una pareja funcionara, para que su historia, que por producto de su cobardía dejó inconclusa, tenga un final feliz.

Instintivamente su mirada se dirigió a una pelinegra intentando caminar con dificultad hacia un rio cercano.

Terry trató de restarle importancia, lo menos que queria era seguir pisando ese lugar por más tiempo, pero ya que se trataba de Annie, alguien que en algún momento llego a ser su compañera solamente por ser la mejor amiga de Candy...sintio la necesidad de al menos hacer algo bien en este día, además ¿Donde estaban sus modales? se acercó a ayudarla, haciendo que ella de un leve respingo de la sorpresa, tomo su brazo e hizo que se apoyara sobre su hombro, ayudandola asi a caminar mejor.

— ¿Te encuentras bien?. —preguntó por cortesía, pero al notar la herida que habia en su rodilla se mostró preocupado, no tardo mucho en darse cuenta de su error y se maldijo a si mismo internamente -- ¿Yo te hice eso? ¿Fue cuando te empujé?

—Ella entrecerro los ojos con vergüenza y asintió, formó una leve sonrisa con la intención de simular que no era la gran cosa.-- No es tan malo como se ve, estoy bien. Ademas estabas preocupado por Candy y sabia que algo asi sucederia.

— Te equivocas, no acostumbro a hacer eso...perdón, estaba algo... apurado y distraido.—Se excuso para no lucir desesperado, aunque claro que Annie no le creyo. Algo llamo su atención asi que giro levemente su rostro para verla y notó que tenia una ligera arañada en su mejilla y sus manos. — ¿Acaso diras que eso tambien lo ocasioné? —Dijo Terry, Annie agacho su cabeza para que su cabello cubriera dicha zona, poniendose aún más nerviosa.

—Ya veo... —agregó Terry con una extraña molestia dentro de él, es decir, estaba presenciando como Annie era maltratada por alguien que conocia y estaba alli sin hacer nada, tenia sus razones para lucir disgustado. —Hablalo con Candy, ella conoce a Archie más que nadie.

Annie asintió sin prestarle tanta atención, su mente parecia estar en otro lugar, llegaron al rio y ella comenzó a limpiar su herida ocasionando un leve ardor que la trajo a la realidad.

—Gracias por traerme hasta aqui.. Buenas noches. —Contestó sin voltear a encarar a Terry, queria estar sola y él lo entendió de inmediato, ademas no tenia más motivos para acompañarla, incluso se podria decir que esta era la primera vez que se hablaban algo más a parte de un "Hola".

Terry camino en sentido contrario, pero volteo a mirarla desde lo lejos con algo de culpa ¿Tanto pudo enfurecerle una noticia como esa? ¿Cuando fue que volvió a ser tan impulsivo como lo era antes? continuaba mirandola sin saber qué decir para animarla o ayudarla, pero decidió irse a buscar su hospedaje, ya que estaba oscureciendo y debia buscar al menos un lugar decente para quedarse.

Ademas, tenia muchos problemas en mente y sentimientos encontrados que queria aclarar cuanto antes.