Mini-Fan Fic: Infiltrado
Sinopsis: El corredor callejero y ex-convicto Emmett Swan y los miembros de su equipo al volante Seth, Jasper, Alice, Bella (su hermana menor) y su novia Rosalie, perpetran una serie de secuestros de camiones semi-remolque a alta velocidad, llevándose más de $6,000,000 en mercancía. El oficial de policía Edward Cullen es enviado encubierto en una investigación conjunta de la policía de Los Ángeles y el FBI para detener a la banda. Adaptación de la película "The Fast and the Furious"
Fiction Rated M (+16) Es un Fiction que contiene lenguaje explícito y escenas fuertes.
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Capítulo 1
Año 2010
Edward POV
-¡Este trabajo es perfecto para ti, Cullen! –exclamó mi superior al mano desde su oficina.
-¿De qué se trata? –pregunte intrigado asomándome.
-Una banda de corredores que ya asalto diez camiones, camiones llenos de productos importados para autos de carreras –explicó él levantando sus cejas de forma extraña.
-Interesante –ingresé en su oficina –¿Y qué quieres que haga, Forge?
-Infiltrarte en las carreras para que averigües cual es la banda de ladrones. Necesito un infiltrado, lo necesito ya mismo.
-¿Infiltrarme en las carreras? ¿Estás loco?
-Todos sabemos de tu pasado como corredor, Cullen –respondió riéndose.
-Eso ya pasó –aclaré –¿Acaso quieres que me infiltre en las carreras y vuelva al ruedo?
-Debes fingir, Cullen. Es simple.
-No me parece la mejor idea. La pasé muy mal, y lo sabes. Cambié.
-Eres el mejor para esto, por favor –palmeó mi hombro derecho.
-¿Quién me va a infiltrar? –decidí tomar el caso, Forge tenía razón era el mejor en esto, lo iba a resolver rápido.
-Tyler Crowley, ex convicto te infiltrara a cambio de borrar sus nuevos delitos del sistema.
-Perfecto. Trabajare con un delincuente –exclamé poniendo mis ojos en blanco.
-Vamos, no será la primera vez –lanzó una carcajada.
-Claro –asentí.
-Mañana te quiero listo, lee el expediente, estudia el caso y luego ven a verme –ordenó.
-Si señor –respondí con firmeza.
Esa noche me leí el expediente completo, no dormí ni una hora.
-Isabella Swan, hermana de Emmett Swan, ex convicto y jefe de una banda organizadora de carreras ilegales –leí y luego miré su fotografía.
Linda muchacha; pensé.
Al día siguiente llegue a la oficina, me caía del sueño.
-¿Quieres un café? –Jessica, secretaria de Forge se me acercó.
-Ya me tomé al menos diez tazas. Estoy asqueado –saqué la lengua.
-¿Noche de sexo?
-Trabajo, mucho trabajo, Jessica –susurré.
-Oh –musitó sonriéndome.
Antes de ser policía de adolescente era algo… rebelde. Incontrolable sería la palabra exacta para describirme. Luego de la muerte de mi padre decidí estudiar y volverme un orgullo para él.
Trabajaba hacía cinco años como oficial de policía en esta seccional, con Forge al mando, y esta no era la primera vez que me tocaba trabajar de encubierto.
Quería parecerme a mi padre, pero me faltaba mucho para llegar a sus talones. Él era el mejor de su clase, llegó a teniente muy joven e hizo arrestos peligrosos, metiéndose con los que nadie se metía, por esa misma razón murió.
No quería terminar como él, pero si quería alcanzar su grandeza y venerar su apellido.
-Estoy listo, señor –ingresé en la oficina de Forge.
-Bien, Cullen. Estaba seguro de que este caso te gustaría –me guiñó un ojo –¿Leíste todo sobre James Vulturi?
-Sí, señor, recuerdo el caso de su padre a la perfección –respondí recordando el caso de Aro Vulturi, un mafioso traficante de drogas.
-Bien, intenta acercarte a él. También me interesa Swan, tiene algunos delitos interesantes. Prefiero no fiarme de nadie. Vigílalos.
-Comprendo –asentí.
-Te encontrarás con Tyler Crowley en un bar a unas calles de aquí, hablarán y se pondrán de acuerdo en todo.
-¿Hoy?
-Ahora –indicó.
-Me duermo –bufé.
-¡Oiga! ¡Aún eres joven! –me empujó fuera de su oficina –Pídele la información a Jessica.
-Necesito la información de Crowley –me acerqué al escritorio de Jessica.
-Bien, aquí Forge me dejó esto para ti –me entregó una carpeta.
-¿Más para leer?
-Parece que sí.
En la primera página había una dirección.
-¿Aquí debo verme con Crowley?
-Ni idea, Edward –se encogió de hombros.
-Uffff –bufé y caminé a la oficina de Forge –Oye, Forge –le mostré la dirección.
-Ahí, en treinta minutos –aclaró pausando la llamada en la que se encontraba.
-Bien –asentí y cerré la puerta.
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-Hola –Crowley se me acercó algo altanero.
-Ya déjate de boberías –susurré de mala gana.
-Ya, ya, hombre –suspiró sentándose.
-¿Cómo me infiltrarás?
-Diré que te conocí en el penal –comentó.
-¿Y mi delito?
-Corredor ilegal.
-Si hubiera sido corredor en Los Ángeles me conocerían, mala idea.
-Corredor de otro sitio, otra ciudad. Eso piénsalo tú. Invéntate otra vida, imbécil. No es mi trabajo, es el tuyo.
-No me insultes porque te haré tremenda causa, Crowley. Veré si Forge me preparó algo.
-Recomiendo que te busques un coche vistoso, algo que llame la atención. Forge me ha dicho que si te ayudo me limpiarán algunos líos.
-¿En qué te metiste esta vez?
-Droga –susurró –Pero fue solo una vez, lo juro.
-Da igual, no me interesa. Solo quiero que me infiltres y cuides mi trasero. Si la cagas me matarán.
-Sí, si te atrapan estarás frito, hombre.
-Y tú también –lo señalé.
-Bien, bien. Puedo infiltrarte en una carrera este sábado. Ten todo preparado. Coche vistoso, recuérdalo.
-Bien. ¿Conoces a Vulturi?
-¿Quién no lo conoce? Es un tipo malo, muy malo –repitió.
-¿Te hizo algo?
Asintió nervioso.
-¿Qué hay de Swan?
-¿Emmett?
-Sí.
-Él es lo más, el mejor, hombre.
-¿El mejor?
-¡El mejor! –exclamó –Ah por cierto, tienes que hablar de forma más callejera, hombre, eres muy…
-¿Muy?
-Serio… y pareces policía.
-Lo soy –hice una mueca con mis labios.
-Pero no deberías parecerlo, recuerda, o terminas frito como pollo.
-¡Lo sé, Crowley! ¡Lo sé!
-¡Bien!
-¿Sábado a qué hora?
-A las nueve de la noche –aclaró escribiendo en una servilleta la dirección –Te espero allí, no llegues tarde. Y que la policía no se meta, recuérdalo.
Asentí terminando mi exprimido.
-Pagas tú –señalé riéndome.
-¡Joder! –se quejó Crowley.
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-¡Newton! –grité ingresando a la seccional.
Volteó –¿Qué quieres, Cullen?
-Necesito un coche, uno bueno.
-Ahora estoy ocupado –susurró alejándose.
-¡Ahora! –exclamé –Lo necesito ahora –repetí.
Negó con la cabeza –Bien, sígueme.
-Algo vistoso, de carreras –aclaré sentándome a su lado –¿Qué tienes?
-Pues… tenemos embargados algunos coches –ingresó en el sistema de embargos.
-¡Ese! –señalé la fotografía de un Toyota Supra Turbo 1995.
-¿Este?
-Sí, ese es perfecto. Quiero que lo pinten de naranja y que le hagan unos banner al costado.
-No soy tu sirviente –se quejó.
-Mira, Newton, tuve una noche muuuy –me levanté de la silla –larga y estoy cansado. Solo quiero tener todo listo para el sábado y necesito tu ayuda. ¿O prefieres que le pida ayuda a Forge?
-Bien, bien. Tendremos el coche mañana –contestó.
-Bien, nos vemos mañana –me despedí.
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Llegué a casa me sentía exhausto.
Me quité la ropa y me dirigí al baño para darme una ducha, torpemente golpee una punta del escritorio donde se encontraban los archivos confidenciales, cayeron instantáneamente al suelo, desparramándose.
-¡Puta mierda!
Me agaché para recoger todo, volví a ver la fotografía de Isabella Swan.
Que hermosa mujer, dios, la veía y sentía como se me caía la baba por la comisura de mis labios.
-Basta, Edward, basta –me dije a mi mismo apoyando los papeles nuevamente en el escritorio.
Luego de una ducha relajante con agua caliente me dispuse a dormir. Me caía del sueño, literalmente.
Al día siguiente en la seccional
-¿Tienes el coche listo, Newton?
Asintió.
Caminé hacia el estacionamiento general, allí me esperaba el Toyota Supra Turbo 1995.
-Perfecto –susurré.
-Naranja como lo pediste. Y tiene esos banner con forma de humo al costado como puedes ver.
Palmeé la espalda de Newton –Una pinturita. Y dime ¿tiene nitro?
-¿Nitro?
-Para las carreras, Mike, las carreras. Necesito el nitro. Pídelo.
-Tengo que hablar antes con Forge, eso es algo que necesita autorización.
-No me vengas con estupideces. Hazlo de una vez.
-Forge me pidió que le comunicara todo. No puedo hacerlo, Cullen.
-Bien, yo le comunico, no te preocupes –respondí –Cagón –susurré por lo bajo.
-Serás tú –replicó riéndose.
Me dirigí a la oficina de Forge para confirmar el nitro.
-Lo necesito –aclaré.
-Bien, entonces dile a Newton que lo encargue –asintió.
-Díselo tú, es un maricón –hice el sonido de una gallina.
-Ya, ya.
-¿Qué hay de mi identidad?
-Aquí tienes –me entregó unos archivos –Te ingresamos al sistema como delincuente. Robo de autos a mano armada, organización de carreras ilegales. Edward Masen será tu nuevo nombre. Originario de Chicago. Soltero y sin familia ni compromisos.
Asentí.
-Tienes que integrarte lo antes posible. Haz amigos.
-Entendido –tomé los papeles y me retiré.
-Recuerda tu identidad, estúdiala. Newton hará tus credenciales falsas, las tendrá para el viernes.
-Sí, señor.
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Sábado 21:00 hs.
Llegué a la dirección que Crowley me había anotado. Bajé de mi coche y lo esperé entre la multitud.
-Relájate, hermano –Crowley se me apareció por detrás.
-Estoy calmado –suspiré algo nervioso.
-¿Este es tu coche?
Asentí –Sí.
-Me gusta.
-¿Viste a Vulturi por aquí?
-Aún no llegó. Siempre llega último. Se hace el importante –alzó sus manos al cielo –Pero por allí esta Emmett –aclaró señalando a lo lejos.
-¿Swan?
-Sí, está con su banda.
-Llévame con ellos –ordené cerrando la puerta del coche.
Caminamos hacia donde se encontraba Swan y su equipo.
-Emmett –Crowley lo saludó entusiasta.
-Tyler –Swan respondió estrechándole la mano.
-Este es mi amigo, Edward Masen –me señaló.
-Hola –un muchacho de tez morena al lado de Emmett me dirigió la palabra –Me llamo Seth –se presentó.
-¿Qué tal? –pregunté estrechándole la mano.
Emmett tenía en brazos a la que parecía ser su novia.
-Rosalie –se presentó saludándome.
-Lindo nombre –respondí.
-Oye, hermano, búscate la tuya –susurró Swan de mala gana.
-Claro, yo solo intentaba ser amable –respondí y Crowley me empujó.
-Es nuevo aquí, discúlpalo, Emmett –Crowley se puso delante de mí.
-Bien –asintió.
-¿Quién es este? –un muchacho de aspecto andrajoso me miró de arriba abajo, parecía que estaba analizándome.
-Edward –me presenté.
-Un amigo –Crowley interrumpió.
-¿De dónde eres?
-Chicago –mentí.
-¿Eres nuevo, verdad? Nunca te había visto.
-Sí, llegó la semana pasada, es un buen corredor –comentó Crowley alabándome.
-¿Ah, sí? –Swan captó nuestra atención.
Asentí.
-¿Qué tan bueno?
-Bastante –me elogié.
De repente la ví, Isabella Swan venía caminando con unos jeans negros y una blusa blanca de Rolling Stone con escote en V.
Levantó su ceja derecha al verme –H-hola –me presenté algo nervioso.
-Hola –respondió mascando chicle.
-Edward –me mordí el labio inferior.
-Bella –susurró sonriendo.
-Es su hermana –Crowley cortó la conexión.
-Q-que bi-bien –tartamudeé al notar que Swan me miraba con desconfianza.
-¿Tiene coche? –preguntó Seth.
-Sí, lo dejé del otro lado –señalé.
-¿Puedo verlo?
-Claro –asentí y caminé hacia mi coche.
-¡Wow! ¡Qué buen coche, hombre! –golpeó el capot.
-Gracias, yo mismo lo diseñé –aclaré mi voz.
-Yo también diseñé el mío ¿quieres verlo?
Seth parecía ser más confiado, accesible.
-Aquí lo tienes, un Volkswagen Jetta 1995, era de mi padre, yo diseñé estos banner que ves a los costados –señaló unas imágenes en azul que se encontraban a los costados del coche –también diseñé el motor –abrió el capot para mostrarme.
-¿Estudiaste mecánica?
-No, hermano, mi padre no tenía dinero para pagarme los estudios, todo lo aprendí gracias a Emmett –aclaró.
Al parecer le debía mucho.
-Cool –levanté mi pulgar.
-¡La primer carrera de la noche! –exclamó alejándose –¡Ven, vamos a verla! –gritó entusiasmado.
Corrí tras él –¿Conoces a alguno? –le pregunté mirando los coches que se colocaban en fila.
-Ella es Alice, de nuestra banda –señaló un Honda S2000 2001 de color rosa chicle –Es novia de Jasper, el muchacho que viste antes.
-¿Antes?
-El muchacho que te preguntó quién eras…
-¿El andrajoso?
Lanzó una carcajada –Pues sí, ese.
Me impresionó el diseño tan detallado que tenían las puertas del Honda.
-Yo hice sus diseños –aclaró.
-Eres realmente bueno –admití.
-Allá –señaló un Lexus LFA 2011 –Ese es James Vulturi ¿oíste hablar de él?
-Claro, oí muchas cosas –reí.
-Es un patán –declaró sin filtro.
-Su padre tiene mucho poder por estas zonas ¿verdad?
-Sí, lamentablemente. Y aquella es su novia –señaló a una pelirroja que estaba parada junto a su coche.
-¿Cómo se llama?
-Victoria.
-Tremenda perra –Isabella se apareció de la nada.
-¿No te cae muy bien? –la miré.
-No –negó.
-¿Tú tienes coche?
-Sí, Nissan 240 SX –comentó.
-¿Color?
-Rojo.
-¿Rojo pasión? –jadeé –Lindos tatuajes –miré sus brazos repletos de dibujos.
-El tuyo también –señaló mi hombro, tenía una calavera.
-Tengo otros, pero no puedo mostrártelos –hice que se sonrojara.
-¿No? ¿Por qué? –mordió su labio inferior.
-Porque están en un lugar secreto –posé mi dedo índice en sus labios.
-Ojo, hermano –un muchacho alejó mi mano del rostro de Bella.
Lo desafié con la mirada.
-No la toques –susurró furioso.
-¡Jake! –Bella lo tomó del brazo –Por favor, esto es estúpido.
-Vamos –arrastró a Bella a otro sitio.
-¿Es su novio? –le pregunté a Seth.
-Lo fue, pero no duró nada. Bells no le da cabida, pero Jake aún la persigue.
-¿Y quién se cree que es?
-Es mi primo –lanzó una carcajada.
-Oh, lo siento –agaché la cabeza.
-¿Listos? 3…2…1… ¡YA! –gritó una muchacha de cabello rosado en medio de la pista dándoles el okey a los conductores para la carrera –¡Seth! –la joven corrió hacia nosotros.
-Hola, Kate, él es Edward, amigo de Tyler, viene desde Chicago.
-Genial, bro, bienvenido a LA –besó mi mejilla.
-Gracias –asentí varias veces.
-Aquí estabas –Crowley me tomó del brazo –Tenemos que preparar el coche para una carrera, vamos.
-Sí, disculpen, nos vemos luego –indiqué.
-¿Qué haces, hermano? –estaba furioso –¡Jake anda diciendo que quisiste aprovecharte de la hermana de Emmett! ¿Acaso estás loco?
-Ohh ¡que pedazo de imbécil! –bufé –Solo estábamos hablando… algo cerca quizás.
-¿Algo cerca? ¿Acaso quieres que Emmett te mate? Nadie se mete con su hermanita menor, nadie. Y te lo digo de verdad, Edward, no te metas con ella. No vuelvas a hablarle.
-¡MASEN! –gritó Swan hecho un toro.
Lo miré paralizado.
-¡Una carrera, ahora mismo! –exclamó señalándome.
Asentí –¿Y si gano la carrera que ganaré? –pregunté provocándolo.
Mi miró fijamente.
-Uuuuhhhh –Rosalie saltó riéndose –Sí que es bravo tu amiguito –miró a Tyler.
-¿Qué ganarás? –se rió irónicamente –¿Qué ganaré yo?
-Mi coche –señalé.
-Entonces ganaré tu coche.
-¿Qué hay de mí? ¿Qué ganaré?
-Tú perderás mi amigo –se burló.
-Estás loco, perderás el auto, Edward –Crowley susurró en mi oído.
-Ya veremos –me subí a mi coche y conduje hasta el punto de partida.
Me había desafiado y no era para nada un gallina.
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Nota de la autora
Si desean saber más de los personajes y los coches que utilizan, en mi grupo cerrado de Facebook pueden encontrar todo. Solo deben unirse a "Fan Fictions –AdmiRo". También encontrarán adelantos de este fiction y otros proyectos. Espero sus reviews con ansias, díganme que les parece el primer capítulo. La próxima actualización será dentro de una semana y media aproximadamente con un capítulo más largo.
