Hola todo el mundo.
Estamos aquí con la primera historia oficial, en la que colaboraremos Mirio y yo, para hacer una historia que hemos pensado hace algunos días.
Una inspirada en Primal, una gran serie que me gustó mucho la verdad, y como no tenía el tiempo para hacerla por mi mismo, y como Mirio me ofreció su ayuda para hacer de la historia más llevadera, pues bueno, aquí está.
Será una historia Naruto x Harem.
Con una extraña combinación de ser sombrío y divertido que siempre me represento.
Con la extraña manía de Mirio de escribir pornografía.
Espero la disfruten.
"hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de las técnicas.
(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.
~~~~ • ~~~~ Cambio de escenario o lugar.
Capitulo 1: Compañía…
¿Qué hubiera pasado sí ese gran esteroide que exterminó a los dinosaurios no hubiera caído?
¿Qué hubiera sido así los humanos igualmente hubieran existido y tenía que acostumbrarse al antiguo mundo gobernado por Titanes y demonios?
¿Sobrevivirían?
Esa pregunta la respondería nuestro protagonista en su propia historia.
En la densa selva, donde había árboles del tamaño del rascacielos y tanta vida vegetal que se hacía difícil caminar por ahí, se podía ver un pequeño río circular en medio de la selva, dónde descansaba una roca que dividía el río.
Encima de la roca estaba el, un hombre joven en sus 18 años, grande y fuerte, adaptado para el rudo y duro mundo que él tenía que sobrevivir, midiendo un poco más de 1,80 y con una musculatura abultada, su cabello era largo y enredado del color del sol, con una creciendo barba en su rostro, que cubría la mitad de su rostro, déjanos ver unos brillantes ojos azules.
Lo único que vestía era una piel naranja alrededor de sus caderas, atado con una cuerda de cuero.
Tal vez lo más relevante en su apariencia, era una gran cicatriz de garras que casi llegaba a cubrir toda su espalda.
En cuclillas y con una concentración increíble, se mantuvo increíblemente quieto con una larga lanza en sus manos.
Sus ojos azules parecían vacíos, hasta que, en un destello, lanzo su lanzo y atravesó la cabeza de un pescado de la mitad de su tamaño, con una facilidad extraña de fuerza saco el pescado del agua.
Con una sonrisa, dejo su lanza en la cabeza del pez y lo levando para llevárselo sobre sus hombros, de un gran salto llegó a la orilla del río y se adentro a la jungla.
El joven fue con cautela, sin nunca aflojar su agarre en su lanza, sus sentidos estaban alerta por cualquier sonido que se podría escuchar, y su cuerpo entero se sacudió cuando escucho el tronido de las ramas.
Por reflejo corrió para subir a lo alto de un árbol de al menos 50 metros, ocultando su cena en la parte hueca del árbol, se oculto entre las ramas del árbol.
Pisadas pesadas se escucharon y una silueta grande y oscura se asomó entre los árboles, abriendo su gran mandíbula dejo ver dientes tan grandes como las extremidades del hombre de las cavernas, que apretaba su lanza con fuerza entre sus manos.
Listo para luchar de ser necesario para vivir.
Para su alivio la bestia siguió un camino, al escuchar a lo lejos el ruido de rugidos, al parecer alguien más estaba cazando.
Con sus pisadas pesadas alejándose de él, pudo suspirar tranquilo y lentamente volver a bajar del árbol.
Volviendo a colocar su comida sobre sus hombros, continuar su camino a su hogar, en una caminata de tal vez media hora, pudo tranquilo al ver una gran cueva, con una apertura que solo un humano podría pasar.
Golpeando la punta de la lanza contra la entrada tres veces, se quedó de pie un largo rato ante ella.
No hubo respuesta a sus golpes.
Con una sonrisa triste en su rostro, entro a hogar.
No hubo nadie quién le diera la bienvenida.
Solo era una oscura cueva, en el fondo había un montón de pieles de diferentes animales, que eran usadas como una cama, varias lanzas y otras armas en las paredes, y pinturas que decoraban toda la cueva.
Lentamente el joven paso mano por una de las pinturas, era el dibujo de cuatro personas, dos grandes y dos pequeñas, el más grande tenía una lanza y cabello dorado.
La otro más pequeña era una mujer de cabello rojo.
Los dos más pequeños eran niños, de cabello color rojo y rubio respetivamente.
Con una mirada brillosa, acarició los dibujos con la punta de sus dedos, bajando la cabeza se alejó y miro el pescado.
Otro día de supervivencia en la era de piedra.
~~~~~~~~~~~~~~~ • ~~~~~~~~~~~~~~~
Las brasas reventaron en la fogata, mientras se cocinaba la carne del pescado degollado y sin cabeza, en la entrada de su cueva en la oscura noche, el joven de las cavernas mantuvo su mirada en las llamas que iluminaba la oscura noche.
Tenía suerte de que en lo alto del suelo estuviera la luna llena, que daba un poco de visibilidad para aquellos que no podían ver en la oscuridad.
La noche era la hora más peligrosa para los humanos.
Esa era la hora cuando los carnívoros más grandes y peligrosos salían a cazar, con la ventaja de que ellos pudieran ver en la oscuridad y los humanos no.
Sin poder cocinar su cena dentro de la cueva, por el peligro de ahogarse por el humo dentro de la cueva y desorientarse.
Tenía que estar afuera y alerta.
El olor a la carne cocinada, sin duda atraerá a más de uno que buscará saciar su hambre.
Y no tuvo que esperar mucho para que exactamente eso pasara.
El cavernícola de cabello dorado, se puso de pie cuando escucho ruidos entre los arbustos, y los pelos de su nuca se erizaron al verla.
Era una humana, una mujer.
Un poco más baja que el, pero con un físico que decía a qué tenía una gran fortaleza física, su piel era más clara que la de el y su cabello era largo y rojo como la sangre, solo tenía un ojo marrón y el otro permaneció oculto por un parche.
A diferencia de el, ella estaba usando una armadura creada a partir de huesos de animales, varias costillas atadas con cuero alrededor de sus voluptuosos senos, una falda de cuero y placas de hueso, y con pequeños cráneos en sus hombros, usadas como hombreras.
En su cabeza tenía la cabeza de un tigre dientes de sable, un trofeo de algún combate anterior.
Sus dos armas principales.
El cráneo de un dinosaurio, para ser más exacto de un Pachycephalosaurus, y lo que parecía ser una espada de piedra, dos cosas muy pesadas que ella parecía llevar como si nada.
En un principio se pensaría que, al reunirse, los dos sentirían aliviados, encontrar a alguien más de tu especie en un mundo tan peligroso e inhóspito.
Pero no se vivía tanto en este mundo confiando en las personas que recién veías.
La tensión era pesada entre ambos cavernícolas.
Que apretaron sus armas y empezaron a caminar alrededor de la fogata.
"¡Irte!" grito con fuerza la pelirroja, que golpeó su gran espada contra su escudo, "¡Es mío!" Obviamente ya estaba reclamando la comida del desconocido como suya, ya se la estaba haciendo agua en la boca por poder probar algo de carne que llenará su estómago.
"¡No!" él no iba a ceder una comida que le duraría días, con una mirada feroz apunto su lanza contra el rostro de la desconocida, "¡Tu vete!"
"¡Grrr!" gruñendo irritada y muy hambrienta, la mujer pelirroja dio un grito de guerra y se lanzo contra el hombre de cabello dorado.
Que le respondió de la misma manera.
Gritando, los dos se lanzaron uno contra el otro.
Ella no espero que el desconocido, diera un gran salto, y le diera una patada con sus ambos pies contra su escudo, la fuerza fue brutal y la obligó a retroceder, pero de mediato se recuperó para ladear su espada.
El hombre tuvo que mover su cabeza y perdió algunos mechones de su cabello por el roce de la espada, que casi le cortan la cabeza.
Gruñendo uso su lanza para dar una estocada contra el rostro de la mujer, que uso su escudo para desviar el arma.
Arrastrando la tierra con sus pies descalzos, y corriendo a toda velocidad la mujer le dio una embestida a su oponente, qué sintió todo su cuerpo sacudirse por el golpe del cráneo de dinosaurio, que le dio de lleno contra el estómago.
Volando algunos metros en el aire por ese golpe, termina estrellándose contra la pared de su cueva.
Por suerte pude reaccionar a tiempo para girar y evitar que la espada perforada su pecho.
La pelirroja golpeo la pared de roca y su espada termino atrapada, no pudo sacarla cuando recibió un demoledor golpe en su rostro, que la hizo soltar su lanza y escudo, rodando por el suelo intentó orientarse, pero perdió el aliento cuando su oponente se lanzo contra ella y la tecleo en el estómago con su cuerpo.
Ambos humanos, rodaron por el suelo, forcejearon entre ellos, buscando desesperadamente acabar con la vida del otro.
Al final, el hombre termino inmovilizando a la mujer al sentarse en su estómago y usar una mano derecha para tomarla de las muñecas y ponerlas sobre su cabeza, con su mano libre saco un cuchillo de piedra de su cinturón.
Pero ella no se quedaría quieta, soltando una de sus manos de su agarre, se quito uno de los huesos de costillas de su sostén, y lo arrancó para usarlo como daga para intentar apuñalar a su enemigo.
La mirada de ambos era de solo odió y furia.
Este era el mundo en que vivían.
Matar o morir.
Y ninguno de los dos quería la segunda elección.
Cuando estaban a punto de apuñalarse hasta le muerte.
Los dos se paralizaron cuando escucharon un gruñido.
Ambos humanos vinieron como la luna llena fue ensombrecida por una enorme aleta.
Su altura era de al menos diez metros, y un largo se veinticinco, una larga mandíbula llena de dientes afilados, y una enorme aleta en su espalda, en todo su esplendor, estaba de pie el poderoso y muy peligroso titán.
Espinosaurio.
Que mostró sus dientes al captar el suculento aroma de un pescado siendo cocinado, de una solo mordida se trago el gran pez.
En cuanto a la mujer y hombre de las cavernas, se quedaron quietos, sin mover un solo masculino ni respirar, esperando que el gran animal se comiera eso y se fuera.
Sin embargó, sudaron frío cuando el dinosaurio dirigió su mirada hacia ellos, dos pequeños y sabrosos humanos, uno encima del otro.
Ante la mirada del gran lagarto y la mujer acorazada, el joven de cabello dorado salió disparo hacia su cueva, dejando sola a la pelirroja, que puso mala cara por la cobardía del tonto con quién estaba luchando.
Poniéndose de pie, ella estaba lista para pelear hasta el final, incluso si era tragada se aseguraría de la menos morder los intestinos del dinosaurio.
Con un grabe gruñido, el gran Espinosaurio abrió su mandíbula para dar un fuerte rugido que se escuchó en toda la selva y corrió hacia la mujer, con la intención de devorarla de un solo mordisco.
Sin embargó, antes que llegara a ella, rugió de dolor cuando una lanza se clavo en su cuello.
En la estrada de la cueva, el cavernícola de cabello dorado iba cargando varias lanzar y otras a sus pies, con una mirada de desafío, tomo otra lanza y la lanzo contra el rostro del titán, que sangro cuando la lanza se clavo en uno de sus ojos.
Al ver cómo el hombre de la lanza atacaba, la mujer acorazada corrió hacia sus armas, tomando su escudo y espada, corrió hacia las enormes patas del dinosaurio, que estaba demasiado concentrado en atacar al humano que se atrevió a herirlo.
El joven tuvo que correr para evitar ser mordido, adentrarse a la selva, tragó saliva al ver cómo el dinosaurio derribaba árboles y todo lo que estorbara en su camino.
Vaya que lo había hecho enojar.
Saltando para tomar una liana, se balanceo para escalar un árbol y por muy poco evitar que sus piernas fueran devoradas.
Lo que no espero, fue que el animal tuviera la inteligencia de golpear el árbol con su cola y partirlo a la mitad.
Los ojos del cavernícola reflejaron miedo cuando iba en una caída a la muerte, en las grandes mandíbulas del dinosaurio.
"¡Ahhhh!" el grito no vino del rubio por terror a la muerte.
Sino de la chica pelirroja, que uso su espada de piedra para dar un gran corte en la pata derecha del gran animal.
La sangre salpicó a la mujer acorazada, que con un rugido de irá dio otro corte que está vez corto, el tendón de una de las patas del dinosaurio, que jadeo de dolor al perder el equilibrio por perder la sensación de una de sus patas.
Cayendo, pero aún furioso tuvo la velocidad para abrir su mandíbula y tratar de partir al humano a la mitad.
El cavernícola apenas pudo poner sus manos y pies entre los dientes del gran dinosaurio, tuvo que usar toda su fuerza para que el animal no cerrará la mandíbula y lo devorara.
Pero en pocos segundos, fue perdiendo fuerza y cuando estaba a nada de ser partido a la mitad.
La mujer acorazada cayó desde lo alto de un árbol, y uso su espada para perforar la cabeza del Espinosaurio, que, con sus ojos en blanco, cayó con pesadez en el suelo, en un golpe seco.
Ambos humanos cayeron al suelo y se levantaron de inmediato, para ponerse en guardia, y mirar al gran animal, que no se movía.
Siendo el hombre quien dio un paso al frente, lanzo una piedra al ojo del dinosaurio, obviamente no reacciono, estaba muerte.
Los dos suspiraron con alivio y se dejaron caer sentados en el suelo que se iba tiñendo de sangre.
El joven se quedó mirando varios segundos a la mujer que salvó su vida, su corazón latía aún con fuerza, no sabía si era por la adrenalina, o por ver a la pelirroja acorazada bañada de sangre y con sus grandes pechos al descubierto por la perdida de su pechera.
El chico no era el único en sentir emociones extrañas.
Ella también los sentía, había visto a este hombre atreverse a atacar a uno de los Titanes más temibles de la selva por ella, el salvó su cuello y ella el de el.
Su corazón parecía salirse de su pecho, y un calor que viajaba por todo su cuerpo, haber tenido toda esa adrenalina correr por sus venas y ahora la calma, hizo que los dos se miraran con otros ojos un largo rato.
Ojos lujuriosos por el brillo que tenían.
"Naruto"
El primero en presentarse fue el cavernícola de cabello dorado, que golpeo su mano contra su pecho como para dejar aún más en claro su punto.
"Erza"
La siguiente fue ella, que imito la forma del hombre golpeando su mano contra su pecho, en un efecto que hizo que sus grandes senos rebotaran.
Con las presentaciones listas.
Había que pasar al siguiente paso, como lo hacían en esos tiempos.
Correr uno contra el otro y chocar sus bocas, en un beso muy rudo y húmedo.
Arrastrándose por la tierra bañada en sangre y el cuerpo del dinosaurio aún tibio a su lado, ambos guerreros de la era de piedra dieron rienda suelta a la lujuria que los agobiaba desde la pubertad.
"¡Mmmm!" la pelirroja estaba prácticamente violando la boca del chico, mientras sus manos acariciaban su rostro y pecho desnudo, la dureza de sus músculos y fortaleza, hizo que la mujer acorazada se sintiera más entusiasmada.
En cuanto a Naruto, sintió sus dedos hundirse en la suave carne de las tetas de la pelirroja, podía sentir como sus pezones empezaban endurecerse por la forma en que sus pechos eran masajeados y apretados por esas grandes manos.
La sangre que cubría a ambos, hizo que de forma extraña sea más divertido para ellos, todo era más resbaloso y húmedo con la sangre del dinosaurio de por medio.
Que sería el testigo, si hubiera estado vivo, del gozo de dos guerreros calientes.
Que ya dejaron de lado la estimulación boca a boca.
"Ahhhh" separando su boca de la suya, Erza dejo una larga línea de saliva que conectaba la lengua de ambos, "¡Quitarme!"
Naruto no dudo y ayudo a la mujer acorazada a quitarse toda la armadura, los huesos de animales volaron por todas partes, dejando por fin a la pelirroja desnuda como vino al mundo.
"¡Quitar tu!"
Pero ella no quería ser la única desnuda, sus manos bajaron rápido para tomar el cinturón de cuero del taparrabos del cavernícola, y desatando el nudo, una gran sonrisa adorno sus labios.
"Erza-a" El rubio se quedó sentado en el suelo, mientras la mujer acariciaba de una forma un poco brusca su hombría, que latía de alegría por el toque de la pelirroja.
"Grande"
Con una sonrisa juguetona, ella uso su otra mano para bombear la longitud de su amante, que no podía dejar de gemir.
Ella era un poco bruta, si.
Pero, no podía negar que se sentía increíble.
Sus manos jugaron un rato con su pene y bolas, curiosa de como era y como funcionaba.
Al parecer al igual que ella, no había tenido mucha interacción pasiva con otros humanos, y era la primera vez que tenían la libertad de ver todo lo que tenían.
Dos vírgenes que rebosaban de hormonas y excitación.
¿Qué podría salir mal?
"¡Erza!" el rugido del rubio fue fuerte y saco a la chica de sus pensamientos, antes que se diera cuenta, ella fue tomada de sus hombros y puesta contra el suelo.
"¿Naruto?" ella al principio miro dudosa a su amante, cuando acarició tus senos con fuerza y luego las aplasto entre ellas, sacando un gemido a la chica.
Que sintió algo duro y caliento pinchar su ombligo.
Ella sintió su interior arder, al ver cómo la larga y dura polla del hombre se frotaba contra su estómago, y la punta pinchaba su ombligo un par de veces.
Erza puso mala cara al ver lo que intentaba.
"¡Ay!" el cerebro de Naruto fue sacudido dentro de su cabeza, cuando recibió una dura bofetada que lo sacó de su estado eufórico.
"Tonto" regañó la pelirroja, que con cuidado bajo su mano derecha y tomó la hombría de su amante, para lentamente llevar un poco más abajo, y así la punta acariciara su húmeda y cálida zona íntima, "Aquí"
"Ahhhhh… ok"
Entendiendo como funcionaba la cosa, se acomodo mejor que antes y dejo las tetas de la mujer acorazada, para tomar sus piernas y separarlas.
Dejando al descubierto su zona íntima, que rebalsaba de los jugos cálidos que salían de su interior.
"¡Ahhhhh!" ella se sobresalto al sentir como la punta se frotaba contra su coño virgen, apretando sus manos contra el suelo y mordiendo su labio inferior, se preparó lo mejor que pudo, "¡Naruto!"
Erza se quedó sin aliento, cuando de una sola estacada los dos adolescentes se quedaron paralizados.
Más de la mitad de la longitud entro en ella y cabe decir que fue una sobrecarga para los dos.
Se quedaron mirando un rato, mientras una delgada línea de sangra bajaba de la zona íntima de la chica, que ahora se había vuelto una mujer completa.
Una mujer que envolvió sus piernas alrededor de la cintura de su amante.
Si, la perdida de su pureza le había dolido.
Pero no era nada comparada todo lo que tuvo que vivir en este mundo, y en cada batalla que ha tenido que enfrentarse para sobrevivir, las varias cicatrices alrededor de su cuerpo y pérdida de su ojo, eran prueba de ello.
Ahora solo sentía la increíble sensación de sentirse llena y caliente, un nivel de estimulación en su interior que nunca alcanzó con sus dedos.
Mientras la chica estaba perdida en su regocijo.
Naruto iba en el mismo camino, al principio fue una sensación extraña de calidez y estrechez, qué hizo qué pensará más de una vez en sacar su longitud se ella.
Pero por cada segundo que pasaba, la sensación de placer hizo que su mente se nublara, sus manos agarraron con fuerza de nuevo los senos de la chica y los uso como apoyo.
Para lentamente empezar a moverse.
Los gemidos no se hicieron esperar.
Ya no había dolor e incomodidad, solo placer.
Erza araño el suelo, enterrando sus dedos en la tierra mojada de sangre, mientras sentía como ese trozo de carne empezaba hundirse en ella, hasta llegar hasta su zona más profunda y apretada que la hizo gritar.
El estaba llegando hasta la entrada de su útero y con fuerte embestida que le dio, amenazaba con entrar.
Naruto deja marcas rojas en las tetas de su amante, por su fuerte agarre, mientras sus caderas empezaban a moverse de adelante hacia atrás, al principio lento y relajado, pero poco a poco fue ganando velocidad y fuerza.
"¡Naruto!" ella grito su nombre, cuando escucho el golpe de la carne, sus muslos contra las caderas del cavernícola de ojos azules, que parecía más alentado a seguir por sus gritos, "¡Ahhh~! ¡Fuerte! ¡Fuerte!"
Ella pedía a gritos lo que quería, y vaya que se lo iban a dar.
Por un momento Erza puso mala cara, cuando sintió el pene del rubio salir de ella.
Pero solo fue por unos pocos segundos, cuando las grandes manos del adolescente dejaron sus tetas, y ahora esas fuertes manos, la tomaron de sus tobillos con un agarre de acero.
Ella parecía extrañada cuando sus piernas estaban sobre sus hombros, dejándola en una posición rara para ella.
Sin embargó, no se quejó cuando recibió una estocada, que hizo que su interior se llenará como nunca, aún más profundamente que antes.
No había nada escondido o fuera del alcance del cavernícola rubio.
Él invadió cada zona de su ser, y ella más que feliz lo recibiría.
"¡Oh! ¡Oh grande! ¡Ser muy grande y fuerte! ¡Oh, mierda!"
Erza gritó mientras él balanceaba sus caderas, apretando sus pelvis juntas.
Cada centímetro de él frotó, presionó, empujó tanto que hizo que ella quedara en shock, debido a la fuerza detrás de sus estocadas, tanta era la fuerza que la sangre debajo de ellos salpicaba por todas partes.
"¡Erza! ¡Eres… buena!"
No importaba cuántas veces el empujara dentro de ella, cada vez que su hombría se sumergía en su cálido interior, era mejor que antes y no quería salir de ella nunca más.
El único problema que tenía, era que no había metido todo.
Rechinando, presionando, nunca le dio un empujón completo.
Y Erza lo había notado, y no pudo evitar mirarlo con deseo y preocupación, lo quería tanto en ella, como también le preocupaba que la rompería.
Aunque todas esas preocupaciones se iban disipando como el humo arrastrada por el viento.
Su rostro se derritió en éxtasis cuando él aplicó, un fuerza y potencia que pocos humanos llegarían a tener en el planeta.
"¡Ohhhhhhhh! ¡Nooooo~!"
Erza miró hacia abajo con alarma cuando el pene de su amante entraba y salía de ella con cada vez más fuerza y velocidad, era casi ridículo.
Pero lo estaba haciendo, incluso si miraba su estómago, vería como parecía haber un bulto que crecía y decrecía por cada estocada que estaba sacudiendo su mundo.
Todo pánico y temor por parte de la mujer acorazada se fue, cuando unas manos la tomaron con firmeza de su rostro, y su único ojo parecía brillar con fuerza, al encontrarse con la mirada salvaje de esos ojos azules.
Ella se estiró, agarrando lo que sea, sus uñas se clavaron en su espalda de su amante sacando sangre de el, mientras gemía palabras sin sentido, tratando de formar el nombre del rubio en sus labios.
El olor de Erza estaban muy abiertos, salvajes, lascivos. "¡Naru-! ¡Naru-to-o! ¡Naruto-o!" Ella se mojaba los labios con su lengua, cada vez que repetía su nombre.
Se sentía extasiada.
Maravillada y eufórica.
La sensación gloriosa de la hombría del guerrero de la lanza, entrar y salir de sus apretados, rojizos y mojados labios inferiores.
Erza sentía como si su mente se estuviera poniendo en blanca, y apretó lo más que pudo sus piernas y brazos alrededor de el, temiendo que se alejara y le negara tal sensación maravillosa.
Encima de la mujer acorazada.
Naruto sonrió mientras aceleraba el ritmo, excitando cada nervio dentro de ella de una manera que la mayoría de los hombres nunca podría, años de abstinencia en un joven como el.
Un cuerpo creado para luchar y sobrevivir en un mundo difícil.
Un cuerpo nacido para también procrear, como una mala broma de la madre naturaleza.
Que al parecer dio su bendición de una vitalidad, lujuria y natalidad a los humanos, para que pudieran reproducirse tanto como pudieran, compensando la muerte de todos los demás.
Una medida extraña para asegurarse de que la especie humana no se extinga de la faz de la tierra.
Erza estaba más que gustosa de alabar a la madre tierra por esta bendición a los hombres y mujeres, ella se estaba convirtiendo lentamente en arcilla en las manos de su amante, que no dejaba de martillarla con su pene como si tuviera un martillo neumático entre las piernas.
Ambos disfrutaron cada minuto, cada segundo y sensación.
Naruto al sostener los tobillos de la pelirroja, tuvo el gozo de ver en primera fila, los enormes senos de la guerrera acorazada rebotar ante cada embestida que el daba.
Entonces se dio cuenta de que no le había prestado mucha atención hace varios minutos de fuertes y bestiales embestidas.
Naruto inmediatamente remedió esto, balanceándose sobre un brazo, usó sus dedos para rodear uno de sus pezones, apenas tocándola, estimulándola para que se endureciera bajo su agarré.
Aún con sus embestidas de bestia, tenía que ser suave.
Y por los gemidos de la pelirroja, hizo lo correcto.
Y no se quedaría sin una recompensa.
Con sus manos manchadas de sangre y lobo, Erza tomo como pudo el rostro del chico, y la dio un profundo beso de lengua, por segunda vez en la noche, violó la boca de su amante con su lengua, que dejó su lengua sumisa ante la de ella.
Irónicamente, el embestía sin piedad el sumiso cuerpo de la chica.
Los dos no dejaban de gemir y gruñir con placer, como dos bestias en celo que procreaban en medio de la selva, junto al cadáver de un Espinosaurio, una de los Titanes más temidos del continente.
Los dos estaban empapados en sudor, la mugre y sangre que cubría sus cuerpos se deslizaba de su piel, por la cantidad de sudor que se deslizaba por sus cuerpos.
Los golpes se volvían más fuertes y feroces.
Estaban cerca, era algo más que obvio.
"¡NAARRUUUTTTOOOO!"
Erza pateó y arañó su espalda, sus piernas se retorcieron sobre sus hombros como si una corriente eléctrica corriera por su cuerpo.
La pelirroja estaba impotente, como para alentar o luchar contra estas crecientes sensaciones dentro de ella.
"¡ERRRZZZAAA!"
Rugiendo su nombre, Naruto lo dio todo, dando rienda suelta a la bestia que todo humano tenía dentro, para embestir a su amante como si no hubiera un mañana.
"¡AHHHHHHHHHHHH"
Su espalda se arqueó debajo de él.
Sus piernas temblaron sobre sus hombros.
Su ojos se cerro y movió su cabeza de lado a lado.
Inhaló una y otra vez, sin exhalar nunca, llenando sus pulmones más allá de su capacidad.
"Ahhh…"
Para luego, dejar escapar un gemido bajo y retumbante y se hizo más y más fuerte, un grito de éxtasis, un grito de placer desde lo más profundo de su alma.
No había palabras que existiera o al menos se inventara en la era de piedra, para describir lo que ambos amantes estaban sintiendo.
Naruto, por órdenes de su subconsciente y sentidos animales.
Empujó profundamente dentro de ella una última vez, mientras Erza se aferraba a él.
Sus piernas se movieron de sus hombros para presionar con fuerza sobre su trasero, forzándolo a hundirse profundamente.
Ninguno de los dos tuvo que decir nada.
Él cerró su boca con la de ella.
Por primera vez, el la beso.
Gimiendo por ella, incapaz de encontrar las palabras que quería.
Sin embargó, ella entendió.
Él estaba allí para ella.
Y ella para el.
El primer y más fuerte orgasmo que tuvo en su vida, fue todo contra la puerta del útero de Erza, y soltó una inundación, un flujo continuo, fue un único momento prolongado de exquisita agonía, en que el lleno el interior de la mujer acorazada con su semilla, cada gota fue directo a su vientre.
El deseaba saber lo que sentía ella.
Pero por sus contracciones, expresión y la forma en que apretaba su polla, ordeñándolo con fuerza hasta la última gota, mientras ella parecía una tubería rota por los jugos, mientras sus paredes internas se contraían de una manera divina.
Duró una eternidad para ellos.
Pero no lo suficiente.
Cuando pasó el éxtasis de la sensación, quedaron pegados uno al otro.
Cada uno se miro a los ojos del otro.
Estaban empapados en sudor.
Erza tenía su cabello hecho un desastre, tenía su único ojo hinchado por las lágrimas y enrojecida por el esfuerzo, en resumen, ella era absolutamente hermosa, perfecta.
"Te amo", susurraron las palabras casi simultáneamente.
Ellos no sabían que significa eso.
Pero sus padres salían decirlos a ellos.
¿Este era un amor y cariño parecido a lo que sus padres sintieron entre ellos o por ellos?
Nunca tuvieron el tiempo para pensarlo, no en un mundo como este.
Pero lo que dijeron, era lo que sentían, una chispa de cariño y amor por una persona que apenas conocían.
Al final, los dos se quedaron juntos, abrazos y dándose calor.
En un mundo dominado por Titanes y demonios.
En qué ellos estaban en la base de la cadena alimenticia.
Era bueno aferrarse a los que pudiera llamar amor.
~~~~~~~~~~~~~~~ • ~~~~~~~~~~~~~~~
Las horas habían pasado y el sol se fue asomando entre las montañas.
Naruto y Erza estaban de pie ante el cuerpo del Espinosaurio.
Le habían quitado todo lo que les podía servir.
Carne para comer.
Garras para cuchillos.
Dientes para rearmar su armadura y su piel escamosa para ropa, y lo que sea que pueda ser de utilidad para ellos.
Ahora debían de irse.
Un cadáver tan grande atraería la atención de carroñeros que serían un peligro incluso mayor que el mismo dinosaurio de aleta.
Debían de seguir moviéndose, era lo crucial para sobrevivir.
Dando una última mirada al lugar donde había crecido toda su vida, el cavernícola rubio acarició con cariño el dibujo de su familia en la pared.
"Hmm" en golpe en su hombro hizo que volteara lo hizo mirar a una sería Erza, que apunto a unos cuervos merodear la zona.
El tiempo se acababa.
Con un suspiro de resignación, Naruto asintió con la cabeza y empezó a caminar detrás de la mujer acorazada, que con una sonrisa tomo su mano, haciendo que su sonrisa fuera contagiada a su amante y ahora compañero.
Los dos avanzaron de la mano, hacia un destino incierto, dónde esperaban poder encontrar un lugar donde instalarse y tener una buena vida.
Fin del primer capítulo.
¡¿Qué onda manga de Giles?!
Cómo leyeron en la parte de arriba, eso será una historia de colaboración entre Zero y yo.
El rey de los vírgenes, su papu Mirio.
La idea vino de Zero, que casi me obliga a mirar está serie llamada Primal.
Y su puta madre, que buena estaba.
Será una historia mitad porno y mitad historia inspirada en la serie que ya nombre.
Tanto Zero como yo, queremos que estos capítulos son al menos de 10000 palabras, y que la historia no se extienda más allá de 12 capítulos o un poco más, depende mucho de su éxito.
Así que si, los comentarios y puntos de seguidores ayudan mucho.
No hace falta decir que será harem.
¿Qué chicas anime o comic le gustaría ver en la era jurásica de esta historia? Dejen sus ideas y de cómo se verían, o especialidad.
Cómo Erza, la mujer acorazada de huesos y pieles de los animales que cazo.
¿Cuál otra podría ser? Escucho sugerencia.
¡Hasta la próxima!
